Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La profesora Lelys de 1º03 inicia la experiencia con los niños y niñas de su salón
motivada por la sesión de trabajo situado de matemáticas “Desarrollo de competencias en
pensamiento métrico y sistemas de medida”, del ciclo II de 2020 del Programa Todos a
Aprender. Así es como un día les pide alistar material reciclado para elaborar instrumentos
de medida. De este modo, empiezan a construir una balanza con un gancho de ropa, lana
y dos vasos usados. Usan la balanza para comparar el peso de distintos útiles escolares:
lápices, borradores, sacapuntas, etcétera. La mamá de Mathías, que ese día llega a buscarlo
temprano porque tiene cita médica, observa todo lo que están aprendiendo los niños y las
niñas en esta clase y le sugiere a la profe involucrar a la familia en esta actividad. La profe
pregunta a los niños y a las niñas si les parece buena
idea y todos con entusiasmo responden que sí. Para
esto, Lelys diseña unas diapositivas, que comparte en
el chat de la familia de 1º03, con las instrucciones de
cómo elaborar el reloj, las tazas medidoras y el metro.
Luego los invita a prestar su apoyo en la construcción
de un “Rincón matemático”: niños, niñas, familiares y
profe hacen un cartel con el nombre del rincón, colocan
sobre una mesa un mantel y los instrumentos de medida elaborados en el colegio y la casa.
En la asamblea del final de la semana los niños y las niñas se sientan en círculo,
comentan ideas sobre cómo usar lo que han aprendido acerca del uso de instrumentos de
medida y proponen elaborar una receta de cocina. Entonces, charlan sobre diferentes platos
típicos de Valledupar. Carlos menciona las arepas con queso y Sofía les recuerda sobre la
señora Mercedes que vende arepas en la esquina del colegio y que es reconocida porque
sus arepas son deliciosas y ha salido en redes sociales. Así es como toman conjuntamente
la decisión de preparar “arepas vallenatas”.
Al día siguiente, preparan una invitación para que la señora Mercedes, experta
en preparar arepas, venga a la clase y les enseñe su receta y cómo hacerlas. Luego,
1
Esta experiencia hace parte de las “Actividades Pedagógicas Complementarias (APC)” del Programa Todos
a Aprender, desarrollada por la docente Lelys Redondo, las y los estudiantes de 1º03, sus familias, la tutora
Claudia Mazo y el tutor Freddy Oñate en la IE Eduardo Suárez Orcasita de Valledupar.
Una vez llega doña Mercedes, le dan la bienvenida, se presentan y agradecen por
aceptar la invitación. La invitada “experta en arepas
vallenatas”, va pesando y mezclando los ingredientes
hasta formar la masa mientras les va contando
cuándo y cómo aprendió a hacerlas. Los niños y las
niñas van tomando nota. A veces preguntan a doña
Mercedes sobre su negocio y le cuentan que es
famosa, porque la han visto en vídeos en las redes
sociales. La señora Mercedes sonríe y le da a cada uno una porción de la mezcla para que
amasen en un plato desechable. Luego, les pide hacer
“una bolita” y aplastarla. La profe les recuerda medir la
arepa (diámetro y grosor), que de la emoción olvidaron.
A medida que van terminando, entregan a la señora
Mercedes su arepa, que llevan a una paila ya caliente, de
la que la profe está muy pendiente. Cuando la arepa está
asada, hacen un compartir en donde niños y niñas
manifiestan gran alegría por lo realizado. Camila dice que
está deliciosísima, Martha comenta que su mamá también prepara arepas, Ricardo dice que
le ha gustado y que quiere que todos los días se parezcan a este. Al final, con un fuerte
aplauso agradecen a la señora Mercedes por su apoyo.
Es el inicio del año escolar en la clase de 1º de la seño Mari, como la llaman todas las
personas en la escuela. En el momento de la asamblea diaria, en donde se reúnen y sientan
en el suelo o cojines, para el saludo de la mañana, niños, niñas y profe han cantado, han
leído un cuento, han comentado experiencias que les han sucedido en su camino al colegio,
y han repasado los acuerdos que conjuntamente construyeron la semana anterior. De esta
manera se disponen para empezar el día.
Miguel pregunta a la seño Mari por las actividades que realizarán en el día. La
profesora les cuenta que primero tendrán su clase de lenguaje. Luego, irán a la sala de
computadores; después, tendrán descanso y al regresar, tendrán la clase de inglés que
tanto han disfrutado estos primeros días de clase.
Antes de que la seño Mari termine de contar las demás actividades que tendrán en
el día, Julieta comenta que, en el salón de su hermana, que está en 4º, ha visto una cartelera
en donde están anotadas las clases que tendrán cada día. La profe pregunta si saben cómo
se llama el texto que Julieta menciona. Martín contesta que cree que se llama “horario”. Así,
empiezan una conversación sobre lo que es un “horario de clases”, para qué sirve, qué
elementos contiene, cómo se construye. Mateo propone que hagan un “horario de clases”
para su salón y a toda la clase le parece una idea emocionante.
La seño Mari pregunta qué se les ocurre que pueden hacer para conocer mejor lo
que es un horario de clases. Salomé propone que vayan a visitar el salón de la hermana de
Julieta. Samuel sugiere que alguien les cuente cómo son los horarios de clase. Mariana opina
que pueden tomarle una foto y proyectarla en el salón para que todas las personas lo puedan
ver. La profe les pide votar por la idea que más les gusta y la opción ganadora es la de
tomar una foto del horario del salón de 4º y proyectarla en clase.
En los siguientes días, los niños y las niñas de 1ºA, junto con su profe Marinella,
observan no solo el horario de 4º, sino también algunos horarios que han encontrado en
otros salones o en Internet. Es así, como reconocen que este texto sirve para tener a la
1
Esta experiencia hace parte del proyecto “A Enseñar se Aprende: Comunidad de Aprendizaje Docente y su
aporte en la enseñanza de la escritura en el grado 1°”, desarrollado por las docentes, de 1º del EE Consuelo
Araújo de Valledupar (entre ellas Marinella Mendoza) y sistematizado por Juana Mieles Palacín como parte
de su tesis de Maestría en Pedagogía de la Universidad Mariana en 2019
Finalmente, cada niño y cada niña presenta la versión final de la o las palabras que
escribió y, así, organizan el texto en una pared del salón. De este modo, entre todos y todas,
tal como se lo propusieron, han elaborado su propio horario de clases:
Los niños y las niñas sienten tanta emoción por el horario que han elaborado, que
al terminarlo esperan junto a él para mostrarlo a su papá, a su mamá o a sus hermanos
cuando, al final de la jornada, los o las van a recoger.
Cada día, en la asamblea, para iniciar y para despedir el día, repasan alegremente
las clases que tendrán y las actividades que realizarán.
Las tardes en Riohacha son calurosas, pero hoy el cielo está nublado, corre un poco
más de brisa que lo usual, parece que va a llover. Por eso, la seño Yesmín inicia la asamblea
con sus estudiantes de transición, conversando acerca del clima. Efraín comenta que la lluvia
“trae truenos”. La profe confiesa que por eso le teme un poco. Camila cuenta que su mamá
no la deja bañarse bajo la lluvia porque puede enfermarse; varios niños y niñas y la profe
coinciden en esto con Camila. De repente, empieza a llover fuerte y Grisel comienza a cantar
“que llueva, que llueva, la virgen de la cueva, los pajaritos cantan, la luna se levanta”, todos
ríen y se unen a la canción, dando palmas y bailando.
En medio del sonido del aguacero y el olor a tierra mojada, la profe propone ubicar
en el “alfabeto visual-sonoro” que tienen en su salón la letra con la que empieza la palabra
“lluvia”. Hanny señala la “y” de “yoyo” y la profe pregunta si todos están de acuerdo con
que con esa letra empieza la palabra “lluvia”. Sebastián se queda pensando y dice que le
parece que empieza con la de “llave”. La profe Yesmín les explica que tanto “yoyo” como
“llave” inician con el mismo sonido /y/, que es el
mismo de “lluvia”. Grisel apunta que también
“Yesmín” inicia igual. La profe asiente y les
comenta que, en efecto, es el mismo sonido,
aunque se escriben diferente y explica que en el
caso de la palabra lluvia se escribe con “ll”, la de
“llave”, tal como propuso Sebastián. Así, pregunta
quién se anima a escribir en el tablero la palabra “lluvia”. Andrés se anima a escribirla y sus
compañeros lo aplauden.
1
Esta experiencia hace parte del proyecto “Soles. Oportunidades para leer y escribir en el grado transición”,
desarrollada por la profesora Yesmin Salomé y sus estudiantes de Transición 01, en el EE Livio Reginaldo
Fischione de Riohacha y sistematizada por Bibiana Molina Morón como parte de su tesis de Maestría en
Pedagogía de la Universidad Mariana en 2018
De este modo, organizan 5 mesas para 5 grupos. En cada mesa hay un conjunto de
libros. La consigna es revisar los libros, explorarlos, leer su título y ponerse de acuerdo en
el grupo para seleccionar un cuento que va a ser leído este mes. La profe Yesmín enfatiza:
En cada grupo, van rotando los libros una vez han explorado su parte interna, los
ojean, algunos niños y algunas niñas empiezan a hacer lectura de imágenes. Luego de
quince minutos, aproximadamente, la profe pide a cada grupo mostrar cuál fue el cuento
escogido. De uno de los grupos, un niño dice: acá escogimos leer “El señor del carro”,
(mostrando el cuento Chigüiro viaja en chiva). La profe lee el título del libro señalando cada
palabra mientras lee. Una niña de otro grupo dice: vamos a leer “El zorro astuto”,
(mostrando el cuento ¡Vaya apetito tiene el zorrito!). Como con el pasado grupo y con los
demás, la profe lee el título del libro señalando cada palabra mientras lee.
Cuando todos los grupos han dicho qué libro escogieron, los apartan y cuentan: uno,
dos, tres, cuatro y cinco. La profe les dice: este
mes vamos a leer estos cinco cuentos. Y todos
estos títulos van a estar en nuestra “agenda de
lectura”, mostrándoles el lugar del aula en
donde estaría expuesta esta cartelera. De este
modo, cada grupo escoge un líder o una líder,
que con ayuda de sus compañeros y
compañeras escribe en una hoja de block el título del libro escogido por su grupo, para
pegarlo en la cartelera de la agenda de lectura del mes.
1
Esta experiencia hace parte del proyecto “A Enseñar se Aprende: Comunidad de Aprendizaje Docente y su
aporte en la enseñanza de la escritura en el grado 1°”, desarrollado por las docentes, de 1º del EE Consuelo
Araújo de Valledupar (entre ellas Marinella Mendoza) y sistematizado por Juana Mieles Palacín como parte
de su tesis de Maestría en Pedagogía de la Universidad Mariana en 2019
-El tamaño de las letras del título “Dorotea” es más grande que el de las demás
palabras, dice Taliana.
-Al final, Miguel escribió su nombre, apunta Isabel. La profe Mari les explica que
como Miguel escribió el poema, él es el autor.
También les cuenta que el poema está compuesto por tres estrofas y cada
una tiene cuatro versos. ¿Será que así son todos los poemas les pregunta? Sara
dice que no cree porque ella ha visto unos poemas más cortos en el libro de lenguaje
de su hermano Raúl. La profe les cuenta que, así como dice Sara, los poemas
pueden tener diferente número de estrofas y de versos.
La profe les pregunta para qué escribió Miguel este poema. Y Kelly opina que
Miguel escribió el poema para decirle a su amiga Dorotea lo importante que es para
él. Así, concluyen que los poemas pueden utilizarse para expresar lo que sentimos.
Por ello, la profe pregunta si pensaron a quién quisieran escribirle un texto
así. Valeria dice que le gustaría escribir un poema a su mamá para decirle cuánto
la ama. Y muchos niños y niñas se unen a esta idea de Valeria.
Con la ayuda de su profe deciden, entonces, escribir un texto. Empiezan
respondiendo algunas preguntas: ¿A quién lo escribirán?, ¿para qué lo escribirán?,
¿qué tipo de texto escribirán?, ¿qué van a decir?, ¿qué palabras pueden utilizar?
Así, se organizan en semicírculo de modo que puedan ver las ilustraciones con
facilidad. Samuel pregunta por los acuerdos para disfrutar del momento, recordando que
en cada asamblea los proponen. Juan Carlos dice: “sentarnos muy bien” y Kelly agrega:
“escuchar atentamente y pedir la palabra para hablar”. La profe pregunta a toda la clase si
están de acuerdo con estas propuestas y con un sonoro aplauso indican que las aceptan.
La profe Zahinett les pide “llamar al cuento” y niños y niñas se unen en un gran coro
diciendo: “Guatapurí, guatapurá, que aparezca este cuento ya”. Repiten este estribillo dos
veces hasta que “el cuento llega”. La profe anima a sus estudiantes a hacer predicciones,
conversando sobre el título y la ilustración de la portada. ¿Quién puede mostrarme el título
1
En este texto la profesora Zahinett Romero narra su experiencia como docente de grado 1º en el EE Bello
Horizonte de Valledupar, institución acompañada por el Programa Todos a Aprender. Actualmente, Zahinett
se desempeña como tutora PTA en la misma institución.
Al terminar la lectura de este día, la profe intenta hacer conexiones con las
experiencias de las niñas y los niños, pues le interesa generar confianza para promover
una “comunidad de lectores y lectoras”. Esto es algo que se ha propuesto en su práctica
pedagógica. De este modo, pregunta a sus estudiantes si el zorro, el pequeño cerdo o lo
que sucede en la historia se parece de alguna forma a alguien o algo que conozcan o les
haya pasado. Valerie comenta que ese zorro trabaja muchísimo, así como su mamá, pues
en su casa no hay agua y su mamá debe recoger todos los días para que ella y sus
hermanos se puedan bañar. Adrián expresa que ese cerdito es muy suertudo, porque come
bastante comida y que a él también le gusta el spaghetti con pollo, pero que en su casa
casi siempre los hacen con queso.
Para terminar este día, la profe Zahinett propone a sus estudiantes pensar en
lugares que les gustaría visitar, considerando casas de amigos y/o familiares, parques o
cualquier otro lugar que deseen, además, los anima a conversarlo con sus cuidadores para
construir en la próxima asamblea una “lista de direcciones”.
Antes de salir del salón, Samuel dice a la profe Zahinett: “hoy fue mi día de suerte”
y se aleja saltando y hablando con sus amigos.