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Facultad de Ciencias Sociales

Pre Especialidad Proceso de marzo 2022

SECCIÓN 02

Preespecialidad: Administración del Talento Humano.

Tema de la investigación: "El estrés laboral en tiempos de COVID-19 y su relación


con la salud mental en Impredisa"

GRUPO No. 2

NOMBRE DE ALUMNOS CARNÉ

CRUZ VASQUEZ ESTEFANY JUDITH 32-1851-2017

GARCIA LOPEZ SOFIA ESTEFANY 32-1172-2017

HERNANDEZ FUNES BRYAN HUMBERTO 32-2864-2015

MANCIA AYALA DIANA PATRICIA 32-2325-2017

MONTERROSA MENDOZA EDGARDO ALEXIS 32-2828-2017

ORELLANA HERRERA LAURA LISSTEH 32-1332-2017

RODRIGUEZ ZEPEDA KARINA NOHEMY 32-1932-2018

San Salvador, El Salvador, abril 2022.


1.1 Formulación del problema

La COVID-19 ha sido el principal generador de cambios en la vida de las


personas desde que se dio a conocer la emergencia sanitaria, alterando gran
parte de los ámbitos personales, familiares y laborales; en este último la población
se ha expuesto a una serie de modificaciones en diferentes procesos, por ejemplo:
teletrabajo, protocolos sanitarios, cambios físicos en las estaciones de trabajo,
exigencias a nivel de medidas sanitarias personales, etc. Esto ha sido la principal
causa del estrés en las personas, lo que les genera consecuencias en adaptarse a
los nuevos cambios dentro del entorno laboral. El trabajo ha presentado una
transformación para poder abordar las medidas y protocolos que antes no se
implementaban; siendo este el factor principal para generar ingresos y
subsistencia humana, ha sido también el causante de estrés en los trabajadores
por altas exigencias y sobrecargas laborales, manifestándose con la
implementación del teletrabajo, las personas han otorgado parte de su vida
personal al trabajo, haciendo que las obligaciones en casa se integren con las
laborales, incrementando el estrés.

El estrés ha estado presente en el entorno laboral aún antes de la COVID-


19, pero a raíz de la pandemia ha aumentado para todo el personal de la empresa.
La salud mental actualmente es un tema importante, sobre el estado de bienestar
en donde los individuos se dan cuenta sobre sus propias aptitudes y como los
hacen capaces de afrontar las presiones que consideran normales de la vida y
expresar las diversas situaciones negativas que son provenientes en
determinadas circunstancias, como el estrés que presento un alza en diferentes
organizaciones debido a la COVID-19. Esta realidad ha generado una diversidad
de pensamientos desconcertantes y causantes de estrés a raíz de esta
enfermedad en los colaboradores; se considera que las causas son el
involucramiento directo que tuvieron que pasar posterior al confinamiento
obligatorio, donde la reapertura paulatina del comercio y demás rubros, llevaron a
los colaboradores a salir de sus hogares y se vieron expuestos a un posible
contagio; otra razón principal de estrés fue conocer los nexos y casos positivos
presentados en compañeros de trabajo.

1.2 Enunciado del problema.

¿Cómo se relaciona el estrés laboral en tiempos de COVID-19 con la salud


mental en los colaboradores de Impredisa?

1.3 Delimitación temporo-espacial

El estudio se realizará evaluando a los colaboradores de Impredisa, durante el


periodo comprendido de marzo a octubre del año 2022.

1.4 Justificación.

Es importante priorizar la salud mental de los colaboradores de Impredisa,


teniendo en cuenta que, en el transcurso de la pandemia por la COVID-19, los
colaboradores se han visto obligados a experimentar lo que se conoce como
“nueva normalidad”, entendiéndola a nivel laboral, como el teletrabajo, trabajo
semi-presencial y presencial. Teniendo en cuenta que, los colaboradores se han
encontrado con el estrés como factor principal que les ha afectado en diferentes
contextos, tales como: la parte personal, la salud física y en el rendimiento de las
labores de los integrantes de la empresa; puesto que el estrés es considerado
como un estado emocional que funciona como reacción desreguladora que afecta
e interviene en las actividades de quien lo experimenta.

La investigación se basará principalmente en cómo el estrés laboral en


tiempos de COVID-19 se relaciona con la salud mental dentro de Impredisa, con la
finalidad de que la jefatura y encargados de la empresa reciban la investigación y
los resultados que se obtendrán durante el estudio; ofreciendo datos relevantes
para la organización, con la finalidad de la creación de medidas pertinentes, en
búsqueda de protocolos/programas que ayuden a disminuir el estrés laboral.
Considerando que, si bien a nivel internacional, la mayoría de organizaciones
muestran un interés por conocer el alcance del estrés en sus colaboradores, en el
país, los estudios relacionados con el estrés se realizan enfocados en las esferas
personales y sociales, más no se suele abordar el tema desde una perspectiva
laboral, por ello se dificulta explicar cómo el colaborador es afectado en su
producción por el nivel de estrés que experimenta.

Analizando investigaciones previamente realizadas en el marco de la


pandemia por la COVID-19, se podrá junto a los resultados que se pretenden
obtener de parte de la investigación, brindar a los colaboradores y encargados de
la empresa, las herramientas para afrontar y detectar el estrés en todas sus áreas;
laboral, social y personal, permitiendo así, el mantener la productividad en el
desarrollo de sus labores. Cabe mencionar que la investigación permitirá observar
de qué manera el estrés laboral a causa de la COVID-19 afecta en la salud mental
de los colaboradores, para que de esta manera se pueda alertar a la empresa y
poder brindar estrategias que ayuden a afrontar esta problemática en los
trabajadores, dentro y fuera de la empresa.

1.5 Sistema de objetivos

Objetivo General

Analizar si el estrés laboral en tiempos de la COVID-19 está relacionado


con la salud mental en los colaboradores de Impredisa.

1.4.2. Objetivo específico

Establecer el nivel de estrés manifestado entre los colaboradores de


Impredisa.

Determinar el grado de relación de estrés con la salud mental en los


colaboradores de Impredisa.

Evaluar si existen diferencias estadísticas en el estrés y la relación con la


salud mental en función de las variables sociodemográficas en los colaboradores
de Impredisa.
Capítulo 2

Marco Teórico

2.1 Antecedentes

El estrés laboral ha incrementado en los últimos años, por lo cual, diversos


autores han profundizado con exploraciones sobre esta problemática. Palomino-
Sánchez (2017) realizó una investigación de estudio básico, teniendo como
población a evaluadores de certificaciones DIGESA (Dirección General de Salud)
donde fueron un total de 60 participantes (100%), encontrando 43.3% con
existencia de estrés, presenciando de este dato un 36.7% niveles altos, mientras
que el 13.3% indico un nivel intermedio y el 6.7% nivel bajo en estrés laboral.
Estos resultados se asemejan a los estudios retrospectivos realizados a 207
trabajadores civiles y militares del MGP (Marina de Guerra del Perú), dichos
colaboradores que proyectaron comorbilidades presentaban un mayor número de
prevalencia de estrés severo (45.7%) de igual forma, los trabajadores con
depresión un (39.2%), por lo cual, registraron una prevalencia de 51.6% de estrés
severo (Paima-Olivari et, al., 2019).

De igual forma, Monterrosa-Castro, et al. (2020) desarrollaron un estudio de


investigación transversal, tomando un sector participe de 531 médicos generales
del proyecto DIESU de Colombia, como método recolector de datos, se utilizó el
test “Estrés laboral”, en este estudio es importante destacar que el sistema de
salud en ese momento no se encontraba sumergido en el colapso por casos de
COVID-19, considerando lo anterior, los resultados demostraron que un 3% de
participantes presentaron estrés laboral leve, mientras que un 6% muestra el
desarrollo de estrés laboral alto o severo, dicho de otro modo, 7 de cada 10
trabajadores presentó sintomatología de estrés laboral en pandemia antes que los
centros de salud colapsaran por lo casos de la COVID-19. Por lo tanto, el estudio
muestra un panorama severo, ya que cuando los centros hospitalarios colapsaron,
los trabajadores presentaron síntomas de estrés laboral graves.
En el trabajo realizado por el hospital público de la frontera Tamaulipas,
México, 126 enfermeras colaboraron con la determinación de niveles de estrés
laboral, se encontró que el 59.5 % presentó nivel medio, seguido del nivel bajo con
37.3 % y por último un 3.2 % manifestó un nivel alto de estrés; las variantes de
influencia se deben a las horas laborales, incertidumbre, cercanía, escucha activa
a la muerte con relación estrecha a la COVID-19 (García- Pérez et al., 2020). En
continuidad, se ejecutó un estudio de investigación en el hospital de ESSALUD
(Perú) donde se realizó una exploración del estrés laboral en el área de
emergencia de COVID-19, siendo 131 la población neta para la recolección de
datos, utilizando The Nursing Stress Scale desglosada en 7 niveles de factor de
estrés, en los hallazgos obtenidos predominó el nivel medio con 53,4% (n=70)
casos, seguido del nivel bajo con 43,5% (n=57) casos y nivel alto con 3,1% (n=4)
casos (Alvarado et al., 2020).

Así mismo, se realizaron investigaciones en los trabajadores del área de


atención al cliente de una empresa de telecomunicaciones de Lima, Perú,
tomando como población a 125 colaboradores y empleados, con el propósito de
determinar el nivel de estrés laboral en tiempos de la pandemia de la COVID-19,
se utilizó como instrumento la Escala de Estrés Laboral de la OIT-OMS, en los
hallazgos se puede destacar que el 28.8% evidencia un alto nivel de estrés
laboral, mientras que el 40.0% de los trabajadores reflejan niveles medios y por
último un 31.2% manifiesta un nivel bajo, se evidencia un predominio de nivel
medio de estrés en hombres con 49.1% mientras que en mujeres se expresa un
nivel alto de estrés laboral con 33.8% (Carbajal & Peñarrieta, 2021).

A raíz del confinamiento y del posterior regreso a las actividades diarias, las
secuelas en la salud mental por diversos estresores producidos durante la
pandemia de COVID-19 se han presentado en la mayoría de la población. En el
estudio de El-Hage W, et al (2020) con 1257 trabajadores hospitalarios en China,
encontró que 50,4 % de los participantes presentaban síntomas relacionados con
la depresión, 44,6 % de los síntomas manifestados están relacionados con la
ansiedad, 35 % padecieron de insomnio y 71,5 % de una respuesta negativa a los
estresores producidos o distrés. En otros países como en Francia se reportaron
incrementos en las adicciones, como el tabaco e intentos de suicidio; otro estudio
realizado en China encontró, que 35,6 % de los trabajadores de la salud
presentaban síntomas de ansiedad generalizada y el 23,6 % problemas de sueño.
En Italia se encontraron síntomas similares en estos trabajadores de primera línea,
este estudio, también mostró que el 49,38 % de los médicos y enfermeras
presentaban de síntomas altos de estrés postraumático (Huang Y, Zhao N, 2019).

Por otra parte, los hallazgos de otro estudio realizado en Singapur


presentaron síntomas más bajos: 14,5 % presentaron ansiedad, 8,9 % mostraron
depresión, 6,6 % distrés y 7,7 % sufrieron estrés postraumático. En este país, los
resultados obtenidos, son causa de que previamente se realizan campañas en el
manejo de salud mental en personal hospitalario, esto producto de la afectación
que el personal médico presentara por la epidemia del síndrome severo
respiratorio agudo (SARS) a inicios de los 2000. Sin embargo, existe la variable de
que la negación del personal de salud por expresar afectación o vulnerabilidad
ante problemas de salud mental o de recibir apoyo psicológico, debe considerarse
como razón para obtener estos porcentajes de afectación a nivel hospitalario por
la pandemia de la COVID-19 (Huang Y, Zhao N, 2019).

En México, diferentes encuestas nacionales encontraron que 7% de los


trabajadores hospitalarios han recibido agresiones en la vía pública (Toribio L,
2020), 40 % reconoce que han presentado inasistencias por estrés y el 35 % ha
considerado renunciar durante el periodo de cuarentena vivido en el país. Los
datos encontrados de forma preliminar de un estudio en el personal de salud, que
labora en hospitales de distintas ciudades durante la pandemia de COVID-19
(Juárez-García A. 2020), ha encontrado que 47% preferiría recibir apoyo
psicológico, el 27,4% manifiesta síntomas de ansiedad, 16,9 % presenta depresión
y 44,1% de estrés, sin embargo, la frecuencia más elevada se encuentra en el
efecto psicológico del síndrome de burnout o síndrome del quemado con 47,6 %.
Al existir pocos estudios que aborden el síndrome de burnout durante la
pandemia, no es posible medir el nivel de afectación de este rubro con
enfermedades o epidemias vividas anteriormente en México, lo que no permite
hacer una comparación real de la afectación la salud mental del personal
hospitalario durante la COVID-19.

En El Salvador, según un estudio realizado por la Universidad Tecnológica


de El Salvador con respecto a la salud mental, mostró que el 74% de los
encuestados no presentaba malestar con estornudar sin mascarilla dentro de su
casa, revelando que, en su mayoría, en los hogares salvadoreños durante la
cuarentena, no se cumplía a totalidad el protocolo de bioseguridad, caso contrario
a estar fuera de las casas, donde si se cumplía el protocolo de bioseguridad. Entre
el resto de los resultados obtenidos, el 37% han mantenido la distancia aun dentro
de sus casas manteniendo los protocolos sugeridos por el ministerio de salud,
según el estudio, un 20% salieron con un acompañante, alegando no conocer a
este mismo, dentro de la información recibida por noticieros, el 46% mantiene un
control de información, mientras que el 54% no tiene un control de recolección de
datos, afectando a su estabilidad emocional (Aguilar A, 2020).

Para evitar complicaciones de salud mental, el 61% han realizado


estrategias para proteger su salud mental durante el periodo de cuarentena.
Dentro de la cuarentena, el 64% mostró solidaridad de diferentes tipos para las
personas que necesitaban donaciones para poder vivir, estas donaciones eran de
víveres. Debido al tiempo de periodo de cuarentena, los salvadoreños,
presentaron el 60% tristeza, el 45% perdida de interés, el 43% notó un aumento
en la fatiga, lo que nos permite ver, que tanto en los países como el nuestro como
en Europa como Asia, la población de primera línea como los civiles, se vieron
afectados por la pandemia de la COVID-19.

2.2 Base Teórica

2.2.1 El Estrés laboral a causa del COVID-19

El estrés es una reacción natural de nuestro organismo que facilita la respuesta y


adaptabilidad de la persona a los cambios del entorno, lo cual es imprescindible
para nuestra supervivencia y ayuda a los seres humanos a desempeñar sus
actividades. Martínez (2020) menciona que si el estrés es algo que persiste en las
actividades diarias puede crear una resistencia que nos permite enfrentar las
situaciones que se presenten, debido a la complejidad del ser humano y las
multitareas que desempeñamos, el cuerpo lo resiente y lo manifiesta en forma de
cansancio, agotamiento que puede ser tanto de nivel físico como mental y esto se
convierte en esos momentos en un estrés negativo o distrés. El cuerpo se ve
afectado deteriorándose por enfermedades físicas y mentales, surgen las
emociones fuertes y la persona que se ve afectada por este se encuentra
propenso a tener accidentes físicos debido al agotamiento, falta de concentración
o desorientación en sus actividades tanto laborales como personales.

La Organización mundial de la Salud (OMS) Identifica el estrés laboral como un


grupo de diversas reacciones emocionales, psicológicas cognitivas y conductuales
ante un estado de demanda laboral que supera la capacidad resolutiva del
trabajador para que se desenvuelva de manera adecuada. Para La Organización
Internacional Del Trabajo (OIT) Categoriza el estrés laboral como una epidemia
mundial, ya que es una reacción que puede producirse en el colaborador cuando
está bajo exigencias y presiones laborales que pueden sobrepasar su
conocimiento y capacidades (OIT, 2013). Patlán (2019) menciona que el estrés
laboral es la reacción de un individuo ante la demanda de las obligaciones y las
exigencias, ya que cuando estas se exceden los límites de capacidad y los
recursos con los que cuenta el colaborador puede causar problemas para su salud
y bienestar a nivel laboral y nivel personal.

Martínez (2020) indica que el estrés laboral es la reacción ante a una alarma
amenazante, en este caso es la respuesta de situaciones exigentes, demandas
que son difíciles de controlar y que no le afectan únicamente en su entorno
laboral, sino también en su bienestar personal. De acuerdo a lo mencionado con
anterioridad podemos definir que el estrés laboral es el resultado del conjunto de
situaciones que ejercen presión sobre el colaborador el cual al tener múltiples
exigencias y pocos recursos y apoyo para realizarlas, repercuten tanto a nivel
emocional teniendo como resultado un mal humor, dudas de su capacidad y
afectación en las relaciones personales como en las laborales además de una
afectación a nivel física la cual se puede manifestar en síntomas somáticos como
lo pueden ser enfermedades, fatiga e incluso afectar a un nivel que represente
peligro para la persona.

La situación de pandemia suma uno más de los factores estresantes dentro del
ámbito laboral, para Navarrete Gálvez et al. (2020) las condiciones laborales y el
mundo organizacional presento una transformación y modo de adaptación que no
tenían precedentes ni índice de referencia por lo cual el capital humano se veía
como el eje más vulnerables sobre los riesgos de contagio por la enfermedad, a
raíz de la COVID-19 ha representado una repercusión directa en la satisfacción
laboral del ser humano, representando un desgaste en la salud física y psicológica
en la salud de colaboradores ya que se han evidenciado sucesos de tensión,
ansiedad temor y posibles estados depresivos. El estrés a raíz de COVID-19 es
más notorio en el área de la productividad personal ya que presentan un
sobrecargo laboral, una adaptabilidad frente al cambio sobre implementar nuevos
protocolos de bioseguridad, cambios de adaptabilidad, probabilidades de
despidos, compañeros contagiados, alzas de contagios, representan variables que
contribuyen para que la persona se sature y tenga puntos de quiebre promovidos
por el estrés y afectando en la productividad laboral y en áreas personales.

Si el empleado presenta estrés laboral y se comienza a manifestar de manera


tanto física como cognitiva, el empleado se verá afectado y puede llegar al punto
de sentirse frustrado, superado por nuevos métodos sumándole las precauciones
que debe de tener respecto al cuidado debido a la pandemia tanto dentro como
fuera del trabajo, nuevas modalidades dentro del trabajo, más obligaciones y más
preocupaciones tanto dentro de sus obligaciones como de su estabilidad laboral,
pudiendo llegar al punto de sentirse frustrado, sin ánimos de continuar con su
trabajo, familia o a nivel social, por un tiempo definido o indefinido, lo cual no se ve
afectado solamente el colaborador si no sus compañeros y personas que le
rodean día a día.

2.2.2 La Salud Mental


Una buena salud mental requiere del control total de una persona en su emoción,
sentimiento, socialización, pensamiento y físico de esta. El ser humano a medida
que pasa el tiempo se da cuenta lo difícil que es tener este control debido a las
fluctuaciones de cambios que pasan en su vida cotidiana, pues no todas las
personas en el mundo pensamos y actuamos igual. La personalidad de cada
individuo es diferente y podemos decir que cada cabeza es un mundo. Las
capacidades que pondrá cada individuo para afrontar las tenciones que se le
presenten en su diario vivir hará que su salud mental sea buena o sea mala.

En el año 2020 fuimos testigos de una pandemia la Covid-19 que a nivel mundial
dejo muchas víctimas y los medios de comunicación fueron los que se encargaron
de que todos los humanos obtuvieran la información diaria actualizada. Existe
estudios que explican si habrá una alteración en la salud mental cuando hay
epidemias o pandemias por ello se vuelve importante contar con un documento
real, conciso y preciso sobre los problemas reales que están sufriendo las
personas con estas situaciones anormales como lo es el coronavirus (Stucchi-
Portocarrero,2017). Quizás lo que más afecto a toda la población salvadoreña fue
el exceso de información sobre lo que pasaba alrededor no solo del país sino del
mundo entero y como a diario eran testigos que íbamos sobre una pandemia
quizás sin fin. El exceso de información que tuvo la población por los diferentes
medios de comunicación, los rumores y la información errónea puede hacer que
las personas se sientan sin control y que no tengan claro que hacer en el pasado y
en la actualidad de la pandemia.

El impacto psicosocial puede exceder la capacidad de manejo de la población


afectada; se estima un incremento de la incidencia de los trastornos mentales y
manifestaciones emocionales, de acuerdo a la magnitud del grado de
vulnerabilidad de la población (La salud mental y sus cuidados, 2017). Toda la
población salvadoreña en su mayor porcentaje considera que la pandemia causa
desesperación, nerviosismo, miedo y tristeza. Aunque es una interrogante
indirecta, pero se pueden estar proyectando estas reacciones a nivel personal o
familiar por lo que se deben de dar las intervenciones acertadas para disminuir
alteraciones.

La salud mental esencial en el ser humano para que pueda tener un equilibrio en
su diario vivir haciéndolo productivo en las diferentes áreas de su vida.
(Investigadores Universidad Gerardo Barrios, El Salvador, 2020) Se observa la
presencia de términos que denotan la amenaza de perder el bienestar emocional
como: miedo dificultad, enfermedad, negativismo y desesperanza se infiere que
con los términos neutrales compensan la situación generada por la pandemia del
COVID-19. Según la interpretación cualitativa de esta investigación las frases
positivas siempre se encaminarán a identificar recursos emocionales existentes en
todos los entornos de su vida ya sean religiosos, laborales, familiares o
comunitarios.

Existen y persisten síntomas de depresión en la población salvadoreña y es


necesario trabajarlas antes de regresar a la reactivación económica en el país
(Investigadores Universidad Gerardo Barrios, El Salvador, 2020). Es algo que no
se hizo, solo se involucró a toda la población de nuevo a sus jornadas laborales
aumentado sus trabajos, se acostumbraron a ver personas conocidas y queridas a
morir, y no hubo un reingreso al mundo nuevo. Al contrario, hubo sobrecarga de
trabajo para todo el personal y unas empresas no proveyeron los insumos
suficientes para poder protegerlos de la pandemia, esto genero ansiedad en los
trabajadores miedo y afecto grandemente su salud mental pensando en que
podrían contraer ellos mismos la enfermedad o llevárselas a los más vulnerables
de su familia.

Debemos de tomar en cuenta que, en tiempo de confinamiento por cuarentena,


también se puso de manifiesto la necesidad de comunicarse hacia afuera,
recibiendo información y comunicándola hacia adentro con los miembros de la
familia para la toma de decisiones sin saber o darse cuenta que esta información
era veraz y confiable, lo que ocasiono bajas en la salud mental de los
salvadoreños y no pudieron tener una contención emocional ante el afrontamiento
de la pandemia; la persona debe estar informada para protegerse mejor, tanto
individual como familiarmente (FontSaSSierra, 2020).La comunicación morbosa de
los medios de comunicación puede alterar la salud mental de las personas y lograr
que aparezcan estados de ansiedad asociados a la percepción del riesgo de
enfermar o fallecer. Debemos de ser conscientes que el control de los dispositivos
para recibir información, falsa o verdadera, sobre los efectos de la pandemia fue
un protector de la salud mental de los individuos.

2.2.3 Relación entre el estrés laboral a causa del COVID y la salud mental.

La Declaración del Siglo de la OIT sobre el Futuro del Trabajo, adoptada en junio
de 2019, establece que “las condiciones de trabajo seguras y saludables son
fundamentales para el trabajo decente”. Esto es especialmente importante hoy en
día, porque garantizar la salud y la seguridad en el trabajo es fundamental para
gestionar la pandemia de COVID-19 y poder volver al trabajo. Los arreglos y
condiciones laborales han cambiado drásticamente, dando lugar a nuevos
desafíos psicológicos y sociales para la salud y el bienestar de los trabajadores,
incluidos aquellos que trabajan en primera línea, en servicios esenciales y
aquellos que trabajan desde casa o que han perdido la vida. . su trabajo o trabajo.
Los riesgos asociados con el COVID-19 también exacerban las vulnerabilidades
existentes de los trabajadores pobres en la economía informal, incluidos los
trabajadores domésticos informales. Trabajadores superiores, como empleados de
atención médica y emergencia. (Iralde, 2020).

Las personas involucradas en la producción de bienes esenciales, en los servicios


de entrega y transporte, o en garantizar la seguridad de las personas se enfrentan
a muchas situaciones estresantes en el lugar de trabajo debido a la pandemia de
COVID-19. El aumento de la carga de trabajo, las horas de trabajo más largas y
los períodos de descanso más cortos son las causas de mayor preocupación.
Además, temen contraer el virus en el trabajo y contagiar el virus a familiares,
amigos y otras personas en el lugar de trabajo, especialmente si no se toman las
medidas preventivas adecuadas. Las personas que trabajan desde casa se
enfrentan a riesgos psicológicos y sociales específicos, como el aislamiento, la
difuminación de los límites entre el trabajo y la vida familiar, y mayores riesgos de
violencia doméstica, entre otros. El miedo a la pérdida del trabajo, los recortes
salariales, los despidos y la reducción de los beneficios hace que muchos
trabajadores se pregunten sobre su futuro. La pérdida de empleo, la pérdida
financiera y el desempleo pueden tener efectos graves en la salud mental. (Iralde,
& Núñez, 2020).

Estos riesgos psicosociales y de otro tipo pueden surgir o verse exacerbados por
la crisis de la COVID-19. Muchos de ellos pueden haber surgido durante la rápida
propagación del virus y las estrictas medidas de aislamiento, y todavía están
funcionando. Otros pueden aumentar cuando los trabajadores regresan a su lugar
de trabajo. Sin una evaluación y gestión adecuadas, los riesgos psicosociales
pueden aumentar los niveles de estrés y provocar problemas de salud física y
mental. Las reacciones psicológicas pueden incluir mal humor, baja motivación,
fatiga, ansiedad, depresión, agotamiento y pensamientos suicidas. (Iralde, &
Núñez, 2020).

También pueden ocurrir diversas reacciones físicas, como problemas digestivos,


cambios en el apetito y el peso, reacciones en la piel, fatiga, enfermedades
cardiovasculares, trastornos musculoesqueléticos, dolor de cabeza y otros dolores
inexplicables. Se pueden observar cambios de comportamiento, por ejemplo,
cambios en los niveles de actividad o un mayor uso de tabaco, alcohol y drogas
como medio de afrontamiento, así como cambios en la capacidad de una persona
para relajarse o en su irritabilidad. Además, un entorno de trabajo psicológica y
socialmente desfavorable puede tener un impacto significativo en la productividad
laboral, aumentando las tasas de ausentismo y asistencia, disminuyendo la
participación laboral y disminuyendo el rendimiento laboral (tanto en términos de
calidad como de trabajo). La acumulación de estrés y fatiga puede reducir la
precisión del trabajo y aumentar la probabilidad de errores y, por lo tanto,
aumentar el riesgo de lesiones y accidentes.

Los empleadores deben identificar los riesgos existentes y evaluar los riesgos
involucrados. Es de suma importancia involucrar activamente a los trabajadores y
sus representantes en este proceso, así como a los comités de seguridad y salud,
cuando corresponda. En el caso específico de la pandemia de COVID-19, se
deben identificar las posibles fuentes de exposición al nuevo coronavirus, teniendo
en cuenta todas las áreas de trabajo y tareas que realizan los trabajadores. El
proceso también debe tener como objetivo identificar cualquier riesgo que pueda
surgir de las nuevas medidas, procedimientos y arreglos de trabajo adoptados
para prevenir la infección. Asimismo, factores de riesgo psicosocial (p. ej., largas
jornadas laborales, reducción de los períodos de descanso, aumento de la carga
de trabajo y estrés, así como violencia y acoso), situaciones de aprendizaje,
productos químicos y otros factores. En el contexto de la epidemia actual que
enfrentamos, también es necesario tener en cuenta los factores externos que
afectan la salud y la salud mental. (Iralde, 2020).

Problemas de salud mental, como miedo (infección, pérdida de trabajo, ingresos


reducidos y calidad de vida reducida), aislamiento social y mayor carga de
responsabilidades familiares debido al cierre de escuelas y otras interrupciones de
servicios. Dadas las particularidades de la pandemia, con un gran número de
personas trabajando desde casa y la necesidad de mantener una cierta distancia
física, puede ser necesario encontrar nuevas formas de detectar riesgos, como el
uso de cuestionarios y encuestas en línea. Las características individuales de los
trabajadores deben tenerse en cuenta al evaluar los riesgos asociados con cada
peligro. Esto es especialmente cierto en el caso de los factores de riesgo
psicológicos, porque todos responden de manera diferente al estrés. Ciertos
grupos de trabajadores pueden enfrentar riesgos adicionales cuando trabajan en
ciertos ambientes, bajo condiciones específicas o bajo arreglos especiales. (Iralde,
2020).

Por ejemplo, las mujeres tendían a reportar niveles más altos de ansiedad y
depresión, tanto durante el horario normal como en situaciones de emergencia.
Están representados de manera desproporcionada en las industrias más
afectadas (como los servicios) y las ocupaciones de primera línea que responden
a la pandemia (como las enfermeras), y a menudo asumen la responsabilidad
principal del trabajo no remunerado desde el hogar, incluida la atención. miembros
de la familia y tareas. Los hombres, especialmente si se espera que proporcionen
el sustento familiar, pueden sentirse vulnerables al desempleo. (Imbriano, 2020).

Enfatiza, por supuesto que lo eres, que tienes demasiadas cosas sobre la mesa,
demasiadas tareas urgentes y demasiada gente confiando en ti. Estás bajo mucho
estrés, tanto que a veces la calidad de tu trabajo se resiente. Pero, en términos
generales, el éxito en el trabajo no depende de si experimenta estrés, ya que casi
todos los profesionales experimentan estrés hoy en día. Lo que importa es cómo
los manejas. No seas demasiado duro contigo mismo Cuando te sientas
abrumado, pensar en tus propios fracasos y debilidades no es la respuesta. Es
más efectivo mirar tus errores con indulgencia, recordando que todos cometemos
errores de vez en cuando. Las investigaciones muestran que las personas que
hacen esto no solo son más felices, más optimistas, menos ansiosas y relajadas,
sino también más exitosas. La mayoría de nosotros pensamos que para sacar lo
mejor de nosotros mismos, tenemos que ser duros con nosotros mismos. Sin
embargo, si nos permitimos cometer errores y aprender de ellos, seremos capaces
de reducir el estrés y mejorar nuestro desempeño al mismo tiempo.

El panorama general Cuando se enfrente a una montaña de trabajo, extraiga


energía y motivación de los objetivos más importantes por los que está trabajando.
Al concentrarse en el progreso que está logrando en cada pequeña acción,
obtendrá una nueva perspectiva sobre las cosas que antes parecían poco
importantes o motivadoras. Por ejemplo, la próxima vez que se sienta abrumado al
leer un correo electrónico al final de un largo día, no busque en su bandeja de
entrada como si estuviera en la jungla, pero hágalo a tiempo como si estuviera
abordando un problema. proyectos problemáticos importantes, o como si le
estuvieras mostrando a tu jefe que te tomas en serio sus objetivos. Las
investigaciones han demostrado que cuando pensamos en por qué actuamos de
cierta manera en ciertas situaciones, nos volvemos menos impulsivos, menos
propensos a cometer errores y tendemos a planificar mejor nuestras acciones.
(Iralde-Nuñez et al., (2020).
Estamos más seguros de quiénes somos y de lo que queremos y, por lo tanto, es
menos probable que sintamos que fuerzas externas a nosotros, como otras
personas, la suerte o el destino, controlan lo que nos sucede. La energía
restaurada se destinará a las siguientes acciones. Por eso, durante el día, tómate
un momento de tu tiempo en los proyectos que más te gustan, medita y lee sobre
interesantes novedades en tu campo, porque todo esto te ayudará a recargar las
pilas en tareas menos agradables pero necesarias. Y recuerda que el placer no
solo significa placer, placer o relajación; Los estudios anteriores también han
demostrado que además de seducirte, también requiere un poco de esfuerzo de tu
parte. La planificación puede ayudarlo a organizar mejor su plan de negocios.
(Iralde-Nuñez et al., (2020).

2.2.4 Teorías y modelos teóricos

Lazarus y Folkman (1986) definen el estrés haciendo una referencia a las


interrelaciones que se producen entre la persona y el ambiente, en el que está
viviendo. El estrés se da cuando la persona evalúa lo que está pasando como algo
que supera o pone en riesgo su bienestar individual. Teniendo en cuenta también
la parte emocional de esta situación. Así mismo Naranjo-Pereira (2009) indica en
uno de sus estudios que cuando se habla de estrés se refiere a los estados
patológicos, a los que sugiere a las respuestas ante situaciones de excesivo
peligro o bien sean demandantes ante una situación de estrés y esto dependerá
de la resistencia psicológica, el medio ambiente y la capacidad de resolución de
conflictos. Por otro lado, Navas (citado por Naranjo, 2004) concuerda que es el
estrés no es algo que pertenece solo a la persona o al ambiente, así mismo
coincide que no es un estímulo o una respuesta, sino más bien una relación entre
la persona y el ambiente. Lo que significa que la persona no es una víctima del
estrés, y que la forma en cómo percibe los acontecimientos y cómo valora las
posibilidades para enfrentarlos, esto determina en gran medida si la persona tiene
o no experiencia. Depende de cómo la persona piense y de lo que se genere con
respecto a la situación, puede crear, aumentar, mantener o bien disminuir la
respuesta a él. Se puede decir que, de acuerdo con la literatura científica, el estrés
implica factores ya sea interno o externo y esto hace que la persona se deba
esforzar más para mantener el equilibrio en sí misma y en relación con su
ambiente.

Osorio, J. E. (2016) menciona que “las definiciones de estrés giran en torno a la


adaptación del ser humano a demandas externas, a la capacidad del organismo
para hacerle frente y a un estado del organismo con síntomas físicos,
psicológicos”, por lo tanto, se puede decir que el estrés laboral se define como una
respuesta física y/o psicológica del organismo ante las demandas excesivas que el
entorno laboral demanda a los empleados, siendo éstas mucho más de los que la
persona es capaz de cumplir. “los estresores que incluyen hechos catastróficos,
daños personales y querellas cotidianas” (Meichenbaum, 1995, p.5). en esta
afirmación el autor intentó anticiparse a ideas en las cuales su método podría estar
basado, este encaminado a un método de comprensión y así mismo la
intervención del estrés. Las ideas que este personaje formulo toman en cuenta la
naturaleza transaccional del estrés, también da la resolución a algunas preguntas
como ¿Cuál es el lugar que el estrés tiene como estado emocional? ¿está dentro
del sujeto o está en el ambiente?, entendiendo así, que el estrés es el resultado de
las interacciones de las personas ante los estímulos y situaciones del ambiente.
(Meichenbaum, 1985)

En este tiempo en el que el COVID-19 es una amenaza no solo para las personas,
sino, también para las organizaciones. El estrés es parte del día a día de los
colaboradores, sin embargo, como dice Schlemenson (2007), revela que los
tiempos de crisis son tiempos cruciales en los cuales toda la organización se pone
a prueba con sus habilidades para enfrentar la problemática, los cambios
repentinos en el trabajo podrían agudizar los problemas estructurales que están en
el ambiente laboral. Guerra Fonseca (2021), manifiesta que en el sentido que dice
Schlemenson es un nuevo y desconocido estresor externo, que no es capaz de
ser controlado por cualquier tipo de organización, conocida como el COVID-19,
que ha paralizado al mundo y este es generador de diferentes desequilibrios en
mercados laborales. Debido al incremento de los casos confirmados y los
fallecidos, la población en general y sobre todo el personal de salud, manifiestan
problemas psicológicos. Teniendo en cuenta que la información sobre el COVID-
19 se renueva constantemente, estas se centran en las vistas genéticas y
epidemiológicas del virus, dejando de lado las posibles consecuencias en la salud
psicológica

En un estudio del año 2020 por parte de La Organización de las Naciones Unidas.
Departamento de comunicación Global (2020) proyectaba para el segundo
semestre del 2020, la perdida mundial de un número de horas de trabajo que
equivaldrían a 195 millones de trabajadores a full time, a fines de ese año se
estimaba que se perderían 3.4 billones de dólares por salarios y casi 2700
millones de trabajadores que permanecían en un confinamiento total, esto
teniendo en cuenta que al momento de hacer dicho estudio la pandemia por
COVID-19 estaba en su pico máximo, y aunque para estas fechas la organización
mundial de la salud aun no da un estimado de cuánto dinero se regenero luego de
tener lo que ahora se conoce como “nueva normalidad” no se descarta que en el
momento de escuchas}r estas cifras cada organización tuvo el pico más grande de
estrés. Adaptarse a nuevos cambios es difícil y más cuando las circunstancias son
las que obligan a las organizaciones y colaboradores a hacerlo, ya que no se
podía controlar en ese momento y los indicares no mostraban mejoras en ningún
aspecto.

El estrés sigue siendo un tema preocupante en cada persona, ya que afecta no


solo la salud mental de esta, sino también, la salud física. Según Martínez y Diaz
expresan que hay un problema que radica y se concentra en obtener resultados
acerca de las consecuencias hacia sobre su vida y así mismo en la salud mental
de las personas afectadas, como también la necesidad que tienen las personas y
deben controlar y así prevenir el estrés. A la medida que la pandemia avanzo y lo
que ahora conocemos como nueva normalidad se apodero de nuestras rutinas
indispensable aprender a conocer estrategias que brindan las diferentes
entidades, no se trata de aguatar sino, vivir con las pequeñas soluciones que
puedan brindar las oportunidades a las que nos enfrentemos y así mismo
acoplarlos a los que nos ayude a seguir adelante. “afortunadamente, interpretar el
efecto de agotamiento mental de la vida pandémica a través de la lente de la
teoría de la carga cognitiva nos brinda algunas estrategias simples y efectivas. En
primer lugar, hay que intentar establecer nuevas rutinas y mantenerlas, de modo
que no utilicemos constantemente la capacidad de la memoria de trabajo para
tareas cotidianas” (Jarrett,2020).

Capítulo 3

Método

3.1. Participantes

El presente estudio es de tipo ex post facto, con un diseño transversal


(Montero & León, 2007). Se seleccionó una muestra no probabilística,
intencionada, de 126 empleados de la empresa Impredisa. Entre los cuales
ocupan los cargos de personal administrativo y personal operativo. La muestra en
mujeres fue de 58 (46.0%) y la muestra de hombres fue de 68 (54.0%). La media
general de edad fue de 35.72 años (DE=0.50), la media de edad de mujeres fue
de 34.72 años (DE=9.4), y la media de edad de hombres fue de 36.57 (DE=
10.94). La técnica utilizada en recolección de la información fue la encuesta digital
por medio de Google Forms. Las características sociodemográficas comprenden
género, edad, estado familiar, que tan grave considera la COVID-19, años
laborales, entre otros, se describen en la tabla 1.

Tabla 1

Características sociodemográficas de la muestra (n=126)

Características sociodemográficas Frecuencia (%)

Sexo

Mujer 58 (46.0%)
Hombre 68 (54.0%)

Edad

De 18 a 32 años 63 (50%)

De 33 a 67 años 63 (50%)

Estado Familiar

Soltero (a) 46 (36.5%)

Casado (a) 45 (35.7%)

Acompañado (a) 27 (21.4%)

Separado (a)7 (5.5%)

Viudo (a) 1 (0.8%)

Lugar de Residencia

Rural 54 (42.9%)

Urbana 72 (57.1%)

Religión

Católico 36 (28.6%)

Evangélico 30 (23.8%)

Cristiano 33 (26.2%)

Otro 27 (21.4%)

Nivel académico

Bachiller 51 (40.5%)

Bachiller Técnico 44 (34.9%)

Técnico Superior 9 (7.1%)

Estudiante Universitario 12 (9.5%)


Graduado Universitario 10 (7.9%)

Es padre o madre de familia

Si 70 (55.6%)

No 56 (44.4%)

Años laborados en la institución

1 a 10 años 99 (78.6%)

11 a 20 años 26 (20.6%)

21 a más años 1 (0.8%)

Es la fuente de ingresos del hogar

Si 86 (68.3%)

No 40 (31.7%)

Padece de una enfermedad crónica

Si 15 (11.9%)

No 111 (88.1%)

Manejo de los equipos informáticos

Bajo 20 (15.9%)

Medio 84 (66.7%)

Alto 22 (17.5%)

Que tan grave considera la COVID-19

Nada grave 6 (4.8%)

Algo Grave 15 (11.9%)

Grave 30 (23.8%)

Bastante Grave 32 (25.4%)


Muy Grave 43 (34.1%)

Tiene temor a contraer COVID-19

Si 63 (50.0%)

No 63 (50. %)

Ya fue vacunado contra la COVID-19

Primera Dosis 14 (11.1%)

Segunda Dosis 57 (45.2%)

Tercera Dosis 40 (31.7%)

Cuarta Dosis 7 (5.6%)

No se ha vacunado 8 (6.3%)

Ha asistido a terapia a causa de la COVID-19

Si 9 (7.1%)

No 117 (92.9%)

3.2. Instrumentos

Cuestionario para evaluación de variables sociodemográficas (instrumento creado


por la escuela de psicología de la Universidad Tecnológica de El Salvador) El
objetivo del cuestionario es obtener información de los participantes en torno al
sexo, edad, estado familiar, lugar de residencia, qué religión práctica, nivel
académico, si es padre de familia años laborados en la empresa, si es la principal
fuente de ingresos de su hogar, si padece alguna enfermedad crónica, cómo es su
manejo de equipos informáticos, qué tan grave considera la COVID-19, si ya fue
vacunado contra la COVID-19, y si ha asistido a algún proceso terapéutico a
causa de la COVID-19.
Escala de estrés laboral en tiempos de COVID-19 en El Salvador por Lobos-
Rivera et al. (2022). Este instrumento pretende medir el estrés que el empleado
vivió en tiempos de COVID-19 en la empresa en la cual labora. Es una escala que
está conformada por 17 reactivos distribuidos en 4 dimensiones. Exigencias
externas (ítems 1, 3 y 4), exigencias internas (ítems 2, 5, 6 y 7), afectación por
COVID- 19 (8 y 12), percepción de recompensa (ítems 13 y 17). El instrumento
cuenta con 5 opciones de respuesta: 1= nunca, 2= casi nunca, 3= a veces, 4= casi
siempre, 5= siempre. La escala tiene un análisis adecuado de validez y
confiabilidad. Los índices originales de confiabilidad de la versión salvadoreña son
los siguientes: exigencias externas cuenta con un alfa de Cronbach de 0.65,
exigencias internas 0.67, afectación por COVID-19 0.84, percepción de
recompensas 0.81.

En el estudio realizado los análisis de fiabilidad de alfa de Cronbach alcanzaron


los siguientes índices; para la dimensión exigencias externas cuenta con un alfa
de Cronbach de 0.71, exigencias internas 0.67, afectación por COVID-19 0.79 y
percepción de recompensas 0.77.

Cuestionario de Salud General (GHQ-12) versión salvadoreña (Lobos-Rivera &


Gutiérrez-Quintanilla, 2021). Es un instrumento tridimensional compuesto por 12
ítems (disfunción social, ítems 2, 5, 6 y 9; disforia, ítems, 1, 3, 4, 7 y 8; y pérdida
de confianza, ítems 10 y 11. Como instrumento unidimensional los 12 ítems
evalúan salud mental. Está adaptado de la versión cubana, sus ítems evalúan la
salud mental como la ausencia o presencia de signos y síntomas que perjudiquen
el estado de ánimo o el nivel tensión. El instrumento cuenta con una 24 escala de
tipo Likert de 4 opciones de respuesta (1 = muy habitual, 2 = habitual, 3 = poco
habitual, 4 = muy poco habitual). Es importante mencionar que los ítems 2, 5, 9,
10 y 11 están invertidos, por esa razón se deben recodificar para así obtener
índices de confiabilidad proporcionales. El instrumento cuenta con índices de
validez aceptables (KMO = 0.92; = 2468.36; p = 0.001; 66.53% de varianza total
explicada) y confiabilidad (0.80) Para utilizarse en la realidad salvadoreña. En el
presente estudio se retomó el puntaje de confiabilidad mediante el alfa de
Cronbach 0.88.

3.3. Procedimientos

La recopilación de datos a través de pruebas fue realizada en una muestra de


trabajadores salvadoreños de la empresa Impredisa, con previa autorización del
gerente general y directiva. El equipo calificador envió la prueba mediante la
plataforma de Google Forms, coordinándose con área de recursos humanos, se
distribuyó la cantidad de 126 encuestas a pasar y así compartir el enlace de la
encuesta con empleados de la organización. La aplicación de la encuesta se
realizó en un día. Posterior a la evaluación y habiendo culminado el trabajo de
campo, recabar datos y habiendo obteniendo la muestra necesaria, inicio la
realización de la base de datos con cada una de las variables, procediendo a
transferir los datos obtenidos por medio de Google Forms en el programa
estadístico SPSS 25. Finalizada esta etapa se origina una revisión de datos, con el
objetivo de determinar posibles errores y rectificarlos en la base de datos realizada
previamente y así posteriormente se realizó el análisis final de datos de las
pruebas realizadas.

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