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SECCIÓN 02
GRUPO No. 2
1.4 Justificación.
Objetivo General
Marco Teórico
2.1 Antecedentes
A raíz del confinamiento y del posterior regreso a las actividades diarias, las
secuelas en la salud mental por diversos estresores producidos durante la
pandemia de COVID-19 se han presentado en la mayoría de la población. En el
estudio de El-Hage W, et al (2020) con 1257 trabajadores hospitalarios en China,
encontró que 50,4 % de los participantes presentaban síntomas relacionados con
la depresión, 44,6 % de los síntomas manifestados están relacionados con la
ansiedad, 35 % padecieron de insomnio y 71,5 % de una respuesta negativa a los
estresores producidos o distrés. En otros países como en Francia se reportaron
incrementos en las adicciones, como el tabaco e intentos de suicidio; otro estudio
realizado en China encontró, que 35,6 % de los trabajadores de la salud
presentaban síntomas de ansiedad generalizada y el 23,6 % problemas de sueño.
En Italia se encontraron síntomas similares en estos trabajadores de primera línea,
este estudio, también mostró que el 49,38 % de los médicos y enfermeras
presentaban de síntomas altos de estrés postraumático (Huang Y, Zhao N, 2019).
Martínez (2020) indica que el estrés laboral es la reacción ante a una alarma
amenazante, en este caso es la respuesta de situaciones exigentes, demandas
que son difíciles de controlar y que no le afectan únicamente en su entorno
laboral, sino también en su bienestar personal. De acuerdo a lo mencionado con
anterioridad podemos definir que el estrés laboral es el resultado del conjunto de
situaciones que ejercen presión sobre el colaborador el cual al tener múltiples
exigencias y pocos recursos y apoyo para realizarlas, repercuten tanto a nivel
emocional teniendo como resultado un mal humor, dudas de su capacidad y
afectación en las relaciones personales como en las laborales además de una
afectación a nivel física la cual se puede manifestar en síntomas somáticos como
lo pueden ser enfermedades, fatiga e incluso afectar a un nivel que represente
peligro para la persona.
La situación de pandemia suma uno más de los factores estresantes dentro del
ámbito laboral, para Navarrete Gálvez et al. (2020) las condiciones laborales y el
mundo organizacional presento una transformación y modo de adaptación que no
tenían precedentes ni índice de referencia por lo cual el capital humano se veía
como el eje más vulnerables sobre los riesgos de contagio por la enfermedad, a
raíz de la COVID-19 ha representado una repercusión directa en la satisfacción
laboral del ser humano, representando un desgaste en la salud física y psicológica
en la salud de colaboradores ya que se han evidenciado sucesos de tensión,
ansiedad temor y posibles estados depresivos. El estrés a raíz de COVID-19 es
más notorio en el área de la productividad personal ya que presentan un
sobrecargo laboral, una adaptabilidad frente al cambio sobre implementar nuevos
protocolos de bioseguridad, cambios de adaptabilidad, probabilidades de
despidos, compañeros contagiados, alzas de contagios, representan variables que
contribuyen para que la persona se sature y tenga puntos de quiebre promovidos
por el estrés y afectando en la productividad laboral y en áreas personales.
En el año 2020 fuimos testigos de una pandemia la Covid-19 que a nivel mundial
dejo muchas víctimas y los medios de comunicación fueron los que se encargaron
de que todos los humanos obtuvieran la información diaria actualizada. Existe
estudios que explican si habrá una alteración en la salud mental cuando hay
epidemias o pandemias por ello se vuelve importante contar con un documento
real, conciso y preciso sobre los problemas reales que están sufriendo las
personas con estas situaciones anormales como lo es el coronavirus (Stucchi-
Portocarrero,2017). Quizás lo que más afecto a toda la población salvadoreña fue
el exceso de información sobre lo que pasaba alrededor no solo del país sino del
mundo entero y como a diario eran testigos que íbamos sobre una pandemia
quizás sin fin. El exceso de información que tuvo la población por los diferentes
medios de comunicación, los rumores y la información errónea puede hacer que
las personas se sientan sin control y que no tengan claro que hacer en el pasado y
en la actualidad de la pandemia.
La salud mental esencial en el ser humano para que pueda tener un equilibrio en
su diario vivir haciéndolo productivo en las diferentes áreas de su vida.
(Investigadores Universidad Gerardo Barrios, El Salvador, 2020) Se observa la
presencia de términos que denotan la amenaza de perder el bienestar emocional
como: miedo dificultad, enfermedad, negativismo y desesperanza se infiere que
con los términos neutrales compensan la situación generada por la pandemia del
COVID-19. Según la interpretación cualitativa de esta investigación las frases
positivas siempre se encaminarán a identificar recursos emocionales existentes en
todos los entornos de su vida ya sean religiosos, laborales, familiares o
comunitarios.
2.2.3 Relación entre el estrés laboral a causa del COVID y la salud mental.
La Declaración del Siglo de la OIT sobre el Futuro del Trabajo, adoptada en junio
de 2019, establece que “las condiciones de trabajo seguras y saludables son
fundamentales para el trabajo decente”. Esto es especialmente importante hoy en
día, porque garantizar la salud y la seguridad en el trabajo es fundamental para
gestionar la pandemia de COVID-19 y poder volver al trabajo. Los arreglos y
condiciones laborales han cambiado drásticamente, dando lugar a nuevos
desafíos psicológicos y sociales para la salud y el bienestar de los trabajadores,
incluidos aquellos que trabajan en primera línea, en servicios esenciales y
aquellos que trabajan desde casa o que han perdido la vida. . su trabajo o trabajo.
Los riesgos asociados con el COVID-19 también exacerban las vulnerabilidades
existentes de los trabajadores pobres en la economía informal, incluidos los
trabajadores domésticos informales. Trabajadores superiores, como empleados de
atención médica y emergencia. (Iralde, 2020).
Estos riesgos psicosociales y de otro tipo pueden surgir o verse exacerbados por
la crisis de la COVID-19. Muchos de ellos pueden haber surgido durante la rápida
propagación del virus y las estrictas medidas de aislamiento, y todavía están
funcionando. Otros pueden aumentar cuando los trabajadores regresan a su lugar
de trabajo. Sin una evaluación y gestión adecuadas, los riesgos psicosociales
pueden aumentar los niveles de estrés y provocar problemas de salud física y
mental. Las reacciones psicológicas pueden incluir mal humor, baja motivación,
fatiga, ansiedad, depresión, agotamiento y pensamientos suicidas. (Iralde, &
Núñez, 2020).
Los empleadores deben identificar los riesgos existentes y evaluar los riesgos
involucrados. Es de suma importancia involucrar activamente a los trabajadores y
sus representantes en este proceso, así como a los comités de seguridad y salud,
cuando corresponda. En el caso específico de la pandemia de COVID-19, se
deben identificar las posibles fuentes de exposición al nuevo coronavirus, teniendo
en cuenta todas las áreas de trabajo y tareas que realizan los trabajadores. El
proceso también debe tener como objetivo identificar cualquier riesgo que pueda
surgir de las nuevas medidas, procedimientos y arreglos de trabajo adoptados
para prevenir la infección. Asimismo, factores de riesgo psicosocial (p. ej., largas
jornadas laborales, reducción de los períodos de descanso, aumento de la carga
de trabajo y estrés, así como violencia y acoso), situaciones de aprendizaje,
productos químicos y otros factores. En el contexto de la epidemia actual que
enfrentamos, también es necesario tener en cuenta los factores externos que
afectan la salud y la salud mental. (Iralde, 2020).
Por ejemplo, las mujeres tendían a reportar niveles más altos de ansiedad y
depresión, tanto durante el horario normal como en situaciones de emergencia.
Están representados de manera desproporcionada en las industrias más
afectadas (como los servicios) y las ocupaciones de primera línea que responden
a la pandemia (como las enfermeras), y a menudo asumen la responsabilidad
principal del trabajo no remunerado desde el hogar, incluida la atención. miembros
de la familia y tareas. Los hombres, especialmente si se espera que proporcionen
el sustento familiar, pueden sentirse vulnerables al desempleo. (Imbriano, 2020).
Enfatiza, por supuesto que lo eres, que tienes demasiadas cosas sobre la mesa,
demasiadas tareas urgentes y demasiada gente confiando en ti. Estás bajo mucho
estrés, tanto que a veces la calidad de tu trabajo se resiente. Pero, en términos
generales, el éxito en el trabajo no depende de si experimenta estrés, ya que casi
todos los profesionales experimentan estrés hoy en día. Lo que importa es cómo
los manejas. No seas demasiado duro contigo mismo Cuando te sientas
abrumado, pensar en tus propios fracasos y debilidades no es la respuesta. Es
más efectivo mirar tus errores con indulgencia, recordando que todos cometemos
errores de vez en cuando. Las investigaciones muestran que las personas que
hacen esto no solo son más felices, más optimistas, menos ansiosas y relajadas,
sino también más exitosas. La mayoría de nosotros pensamos que para sacar lo
mejor de nosotros mismos, tenemos que ser duros con nosotros mismos. Sin
embargo, si nos permitimos cometer errores y aprender de ellos, seremos capaces
de reducir el estrés y mejorar nuestro desempeño al mismo tiempo.
En este tiempo en el que el COVID-19 es una amenaza no solo para las personas,
sino, también para las organizaciones. El estrés es parte del día a día de los
colaboradores, sin embargo, como dice Schlemenson (2007), revela que los
tiempos de crisis son tiempos cruciales en los cuales toda la organización se pone
a prueba con sus habilidades para enfrentar la problemática, los cambios
repentinos en el trabajo podrían agudizar los problemas estructurales que están en
el ambiente laboral. Guerra Fonseca (2021), manifiesta que en el sentido que dice
Schlemenson es un nuevo y desconocido estresor externo, que no es capaz de
ser controlado por cualquier tipo de organización, conocida como el COVID-19,
que ha paralizado al mundo y este es generador de diferentes desequilibrios en
mercados laborales. Debido al incremento de los casos confirmados y los
fallecidos, la población en general y sobre todo el personal de salud, manifiestan
problemas psicológicos. Teniendo en cuenta que la información sobre el COVID-
19 se renueva constantemente, estas se centran en las vistas genéticas y
epidemiológicas del virus, dejando de lado las posibles consecuencias en la salud
psicológica
En un estudio del año 2020 por parte de La Organización de las Naciones Unidas.
Departamento de comunicación Global (2020) proyectaba para el segundo
semestre del 2020, la perdida mundial de un número de horas de trabajo que
equivaldrían a 195 millones de trabajadores a full time, a fines de ese año se
estimaba que se perderían 3.4 billones de dólares por salarios y casi 2700
millones de trabajadores que permanecían en un confinamiento total, esto
teniendo en cuenta que al momento de hacer dicho estudio la pandemia por
COVID-19 estaba en su pico máximo, y aunque para estas fechas la organización
mundial de la salud aun no da un estimado de cuánto dinero se regenero luego de
tener lo que ahora se conoce como “nueva normalidad” no se descarta que en el
momento de escuchas}r estas cifras cada organización tuvo el pico más grande de
estrés. Adaptarse a nuevos cambios es difícil y más cuando las circunstancias son
las que obligan a las organizaciones y colaboradores a hacerlo, ya que no se
podía controlar en ese momento y los indicares no mostraban mejoras en ningún
aspecto.
Capítulo 3
Método
3.1. Participantes
Tabla 1
Sexo
Mujer 58 (46.0%)
Hombre 68 (54.0%)
Edad
De 18 a 32 años 63 (50%)
De 33 a 67 años 63 (50%)
Estado Familiar
Lugar de Residencia
Rural 54 (42.9%)
Urbana 72 (57.1%)
Religión
Católico 36 (28.6%)
Evangélico 30 (23.8%)
Cristiano 33 (26.2%)
Otro 27 (21.4%)
Nivel académico
Bachiller 51 (40.5%)
Si 70 (55.6%)
No 56 (44.4%)
1 a 10 años 99 (78.6%)
11 a 20 años 26 (20.6%)
Si 86 (68.3%)
No 40 (31.7%)
Si 15 (11.9%)
No 111 (88.1%)
Bajo 20 (15.9%)
Medio 84 (66.7%)
Alto 22 (17.5%)
Grave 30 (23.8%)
Si 63 (50.0%)
No 63 (50. %)
No se ha vacunado 8 (6.3%)
Si 9 (7.1%)
No 117 (92.9%)
3.2. Instrumentos
3.3. Procedimientos
Referencias Bibliográficas.
Chavarría de Cocar, L., Laínez, A. Y., Ferrufino, M., Rojas, J. F., Ordoñez, F., &
Araujo, R. (2021). Impacto en la salud mental ocasionado por la pandemia del
covid-19. Realidad Y Reflexión, 52(52), 13–28.
https://doi.org/10.5377/ryr.v52i52.10759
Lazarus, R., Folkman, S., & Valdés Miyar, M. (1986). Estrés y Procesos
Cognitivos. Editorial Martínez-Roca
https://www.scribd.com/doc/265221612/Lazarus-y-Folkman-1986
sirve para explicar por qué nos está costando más hacer algunas cosas