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ASPIRACIÓN DE MECONIO

Antecedentes

a. Causa: La hipoxia aguda o crónica y/o la infección pueden dar lugar a la emisión de
meconio en el útero, cuando el feto o el neonato realizan una inspiración, se puede
producir la aspiración de líquido amniótico contaminado por meconio. Esta aspiración ya
sea antes o durante el nacimiento puede obstruir las vías respiratorias, afectar al
intercambio de gases y causar dificultad respiratoria grave.

b. Incidencia: El líquido amniótico teñido de meconio complica aproximadamente el 10-15%


de los partos. Su incidencia en recién nacidos prematuros es muy baja. La mayoría tienen
una edad gestacional de 37 semanas o superior, y casi todos son posmaduros y pequeños
para la edad gestacional. Aproximadamente el 3-4% de los neonatos con líquido amniótico
teñido de meconio desarrollan un síndrome de aspiración meconial, y un 30-50% de ellos
necesitarán presión positiva continua en la vía aérea (CPAP) o ventilación mecánica.

Fisiopatología

El meconio es un material estéril, espeso, de color negro verdoso e inodoro que resulta de la
acumulación de detritos en el intestino fetal que se inicia en el tercer mes del embarazo.

Está compuesto por:

 Agua (72-80%)
 Células descamativas del intestino y de la piel
 Mucina gastrointestinal
 Lanugo
 Material graso procedente del vérnix caseoso
 Líquido amniótico
 Secreciones intestinales
 Glucoproteínas específicas de grupo sanguíneo
 Bilis y enzimas, incluida la fosfolipasa A2

1. Emisión de meconio intraútero.

La tinción meconial del líquido amniótico se presenta con más frecuencia en embarazos a término
o postérmino, y rara vez antes de las 34 semanas de gestación.

Puede darse un feto posmaduro con elevación de los valores de motilina y función gastrointestinal
normal, de la estimulación vagal o del estrés fetal en el útero.

El líquido amniótico ligeramente teñido se conoce como «aguas teñidas». El líquido con tinción
moderada es opaco y sin partículas, y el líquido con meconio espeso con partículas en ocasiones se
denomina «puré de guisantes».

2. Aspiración de meconio.
En caso de estrés fetal, las inspiraciones del feto pueden provocar la aspiración del meconio antes,
durante o inmediatamente después del nacimiento. Se relaciona con procesos intrauterinos
patológicos, fundamentalmente hipoxia crónica, acidosis e infección.

3. Efectos de la aspiración de meconio.

Cuando se aspira hasta el pulmón, el meconio puede estimular la liberación de citocinas y


sustancias vasoactivas que provocan una respuesta cardiovascular e inflamatoria en el feto y en el
recién nacido. El propio meconio, o la neumonitis química resultante, producen una obstrucción
mecánica de las pequeñas vías respiratorias, con atelectasia y efecto de «válvula», con el
consiguiente atrapamiento y posible fuga de aire.

El meconio aspirado produce vasoespasmo, hipertrofia de la musculatura arterial pulmonar e


hipertensión pulmonar que causa un cortocircuito extrapulmonar de derecha a izquierda a través
del conducto arterioso o del agujero oval, y causa un mayor desequilibrio ventilación-perfusión
(V˙/Q˙ ), lo que provoca hipoxemia arterial grave.

Aproximadamente una tercera de los niños con síndrome de aspiración meconial desarrolla
hipertensión pulmonar persistente, que contribuye a la mortalidad asociada con este síndrome. El
meconio aspirado también inhibe la función del surfactante. Varios estudios indican que los
componentes enzimáticos y los esteroles del meconio degradan los fosfolípidos del surfactante y
limitan la capacidad de esta sustancia para disminuir la tensión superficial.

Factores de riesgo para SAM.

 Hipoxia aguda intraparto.


 Hipoxia perinatal crónica.
 Frecuencia cardiaca fetal anormal.
 Recién nacidos pequeños para la edad gestacional.
 Perfil biofísico igual o menor a
 Historia materna:
o Embarazo prolongado.
o Preeclampsia – eclampsia.
o Hipertensión materna.
o Diabetes mellitus materna.
o Tabaquismo importante, enfermedad respiratoria crónica o enfermedad
cardiovascular de la madre.
o Hemorragia materna, hipotensión.

Características clínicas

Del niño:

 Signos de posmadurez. son pequeños para la edad gestacional y tienen uñas largas, piel
descamada teñida con pigmento amarillo o verde y cordón umbilical teñido de meconio.
 Depresión respiratoria en el momento de nacer, con escaso esfuerzo respiratorio y tono
muscular disminuido si ha existido una asfixia perinatal importante.
Gravedad.

El síndrome de aspiración meconial se considera:

 Leve en los recién nacidos que precisan menos del 40% de oxígeno durante menos de 48 horas
 Moderado en los que precisan más del 40% de oxígeno durante más de 48 horas en ausencia
de fuga de aire.
 Grave en los recién nacidos que precisan ventilación asistida durante más de 48 horas y con
frecuencia se asocia con hipertensión pulmonar persistente del recién nacido.

Secuelas.

La emisión de meconio intraútero en neonatos a término se ha asociado con mayor riesgo de:

 Mortalidad perinatal y neonatal


 Acidosis grave
 Necesidad de parto mediante cesárea
 Cuidados intensivos y administración de oxígeno, y resultados neurológicos adversos.

Los neonatos prematuros que eliminan meconio antes del parto pueden presentar efectos
adversos similares, así como mayor incidencia de hemorragia intraventricular grave, leucomalacia
periventricular quística y parálisis cerebral.

Prevención del síndrome de aspiración meconial

Prevención de la eliminación de meconio intraútero.

Entre las madres con riesgo de insuficiencia uteroplacentaria y, por lo tanto, de síndrome de
aspiración meconial, se incluyen las que tienen preeclampsia o aumento de la presión arterial,
enfermedad respiratoria o cardiovascular crónica, escaso crecimiento intrauterino, embarazo
posmaduro y las grandes fumadoras. Estas mujeres deben ser cuidadosamente vigiladas durante
el embarazo.

Amnioinfusión.

El uso de la amnioinfusión en mujeres con un parto complicado por líquido amniótico teñido de
meconio no reduce la morbilidad neonatal dependiente de la aspiración de meconio, aunque esta
técnica constituye un tratamiento eficaz de las desaceleraciones variables repetitivas de la
frecuencia cardíaca fetal, al disminuir la compresión del cordón umbilical durante el parto.

Momento y tipo del parto.

En los embarazos con feto posmaduro, la inducción temprana, incluso a las 41 semanas, ayuda a
prevenir el síndrome de aspiración meconial, al evitar la eliminación del meconio. El tipo de parto
no parece tener un impacto significativo sobre el riesgo de aspiración.

CONDUCTA ANTE LOS NEONATOS NACIDOS CON LÍQUIDO AMNIÓTICO TEÑIDO DE MECONIO.
La aspiración orofaríngea y nasofaríngea cuando la cabeza del niño todavía se encuentra en el
periné, así como la intubación y aspiración sistemáticas del meconio intratraqueal en los niños
vigorosos, no son maniobras eficaces para prevenir el síndrome de aspiración meconial.

De acuerdo con las guías de práctica clínica para reanimación neonatal de 2015, debe insistirse en
intervenciones apropiadas para aplicar ventilación y oxigenación cuando sea necesario, lo que
puede incluir intubación y aspiración de la vía respiratoria en caso de obstrucción.

Si un neonato no mejora tras la intubación y la ventilación con presión positiva, puede que haya
obstrucción traqueal por secreciones espesas, lo que incluye el meconio. La tráquea debe
aspirarse con una sonda de suficiente calibre a través del tubo endotraqueal, o mediante
aspiración directa conectando la sonda a una pieza que permite la succión intermitente, que
conecta asimismo con un recipiente donde se almacena el meconio. La presión de succión debe
ajustarse a 80-100 mm Hg.

TRATAMIENTO DEL SÍNDROME DE ASPIRACIÓN DE MECONIO.

Observación. Los niños que nacen a través de líquido amniótico teñido de meconio están en riesgo
de presentar neumonía por aspiración de meconio y deben ser observados meticulosamente en
busca de signos de dificultad respiratoria.

 La radiografía de tórax puede ayudar a determinar qué niños tienen más probabilidades
de desarrollar dificultad respiratoria, los hallazgos radiológicos clásicos son: infiltrados
difusos, asimétricos y parcheados, zonas de consolidación, a menudo más importantes en
el lado derecho, e hiperinsuflación.
 La monitorización de la saturación de oxígeno durante este período ayuda a valorar la
gravedad de la situación del niño y evita la hipoxemia.

Cuidados de los neonatos con síndrome de aspiración meconial.

 Debe mantenerse al niño en un ambiente con temperatura estable y minimizar la


estimulación táctil.
 Deben determinarse los valores sanguíneos de glucosa y calcio, y corregirlos en caso
necesario. Los niños con dificultad respiratoria grave pueden presentar acidosis
metabólica intensa, que debe ser corregida.
 Hay que realizar la mayor restricción de líquidos posible para prevenir el edema cerebral y
pulmonar.
 El neonato también puede precisar tratamiento específico para la hipotensión y el bajo
gasto cardíaco, que puede incluir el uso de fármacos cardiotónicos, como dopamina.
 Los pacientes con mala oxigenación deben recibir soporte circulatorio con suero fisiológico
o concentrado de hematíes. En los neonatos con requerimientos sustanciales de oxígeno y
ventilación se suele mantener una concentración de hemoglobina por encima de 15 g
(hematócrito superior al 40%).
 Debe monitorizarse de forma continua la función renal
 Hay que evitar la fisioterapia torácica, por la posibilidad de empeorar la hipertensión
pulmonar persistente del recién nacido como efecto adverso.
 Puede ser necesario aplicar succión en las vías respiratorias y la boca para facilitar la
permeabilidad de estas, pero sus beneficios potenciales deben sopesarse, ante el riesgo
de causar episodios de hipoxia y un agravamiento de la hipertensión pulmonar persistente
del recién nacido.

Oxigenoterapia.

El tratamiento de la hipoxemia debe basarse en el incremento de la concentración de oxígeno


inspirado, la gasometría y la monitorización del pH. Por lo general es necesario un catéter
intraarterial para la toma de muestras sanguíneas. Es crucial proporcionar oxígeno suficiente, ya
que los episodios repetidos de hipoxia pueden dar lugar a una vasoconstricción pulmonar
constante y contribuir al desarrollo de la hipertensión pulmonar persistente del recién nacido.

Ventilación asistida.

Presión positiva continua en la vía aérea (CPAP). Si los requerimientos de FiO2 superan el 0,40, se
puede considerar la realización de una prueba terapéutica con CPAP. La CPAP suele ser útil, si bien
hay que ajustar de forma individual la presión. Sin embargo, puede agravar el atrapamiento aéreo
y se debe iniciar con precaución en caso de hiperinsuflación clínica o radiológica evidente.

Ventilación mecánica.

Los niños con enfermedad muy grave pueden presentar importantes alteraciones del intercambio
de gases. La ventilación mecánica está indicada en caso de retención excesiva de dióxido de
carbono (presión arterial de dióxido de carbono [PaCO2] > 60 mm Hg) o hipoxemia persistente
(presión arterial de oxígeno [PaO2] < 50 mm Hg).

 En estos niños con frecuencia son necesarias presiones inspiratorias más elevadas (unos 30-35
cm H2O) y un volumen corriente mayor que en los niños con síndrome de dificultad
respiratoria; la presión positiva teleespiratoria (PEEP) seleccionada (generalmente 4-6 cm
H2O) se establece en función de la respuesta individual. Se debe permitir un tiempo
inspiratorio adecuado para prevenir el atrapamiento aéreo en las vías respiratorias
parcialmente obstruidas.
 Un punto de partida útil es un tiempo inspiratorio de 0,4-0,5 s con una frecuencia de 20-25
resp./min. Algunos niños responden mejor a la ventilación convencional con frecuencias más
rápidas y tiempos inspiratorios de solo 0,2 s.
 La ventilación de alta frecuencia por chorro (jet) u oscilatoria puede conseguir buenos
resultados en niños con síndrome de aspiración meconial grave que no mejoran con la
ventilación convencional y en los que desarrollan síndromes de fuga de aire. No existen
estudios prospectivos, aleatorizados y controlados que comparen la eficacia de las diversas
estrategias de ventilación en este síndrome.

Fármacos.

 Antibióticos. Puede ser difícil distinguir entre una neumonía bacteriana y la aspiración de
meconio por el curso clínico y los hallazgos radiológicos. Aunque pocos niños con síndrome de
aspiración meconial tienen infección demostrada, suele estar indicado el uso de antibióticos
de amplio espectro (p. ej., ampicilina y gentamicina) en aquellos que muestran un infiltrado en
la radiografía de tórax. Deben realizarse hemocultivos para identificar la enfermedad
bacteriana, si existe, y determinar la duración del ciclo de antibióticos.
 Surfactante. La actividad del surfactante endógeno puede estar inhibida por el meconio y es
una causa secundaria de deficiencia de este. La administración de surfactante en el síndrome
de aspiración meconial mejora la oxigenación y reduce la necesidad de ECMO.
 Corticosteroides. No se recomienda el uso habitual de corticosteroides en el síndrome de
aspiración meconial. Se ha propuesto su uso para reducir la inflamación causada por el
meconio y minimizar la vasoconstricción pulmonar mediada por prostaglandinas.
 Sedantes. Los niños que necesitan ventilación mecánica pueden precisar sedación y relajación
muscular
 Antioxidantes. El uso de antioxidantes, y en particular N-acetilcisteína, para mitigar la lesión
pulmonar inducida por especies reactivas de oxígeno en el síndrome de aspiración meconial se
ha investigado recientemente en modelos animales. Se requieren estudios en seres humanos
para definir su eficacia y los efectos adversos potenciales en neonatos con este síndrome.

Complicaciones

 Fuga de aire. El 15-33% de los pacientes con síndrome de aspiración meconial desarrollan
neumotórax o neumomediastino. Las fugas de aire se observan con más frecuencia en
pacientes con ventilación mecánica, en particular si existe atrapamiento aéreo.
 La hipertensión pulmonar persistente del recién nacido se asocia con síndrome de aspiración
meconial aproximadamente en una tercera parte de los casos y contribuye a la mortalidad
asociada a este síndrome. Dependiendo del alcance de la hipoxemia, debe realizarse un
ecocardiograma para determinar el grado en que el cortocircuito de derecha a izquierda
contribuye a la hipoxemia global del neonato y excluir como etiología una cardiopatía
congénita. En niños gravemente enfermos con síndrome de aspiración meconial e
hipertensión pulmonar persistente del recién nacido, el óxido nítrico inhalado reduce la
necesidad de ECMO.
 Secuelas pulmonares. Aproximadamente el 5% de los supervivientes requiere oxígeno
suplementario al mes de edad, y una proporción sustancial puede presentar alteraciones de la
función pulmonar, incluido el aumento de la capacidad residual funcional, la hiperreactividad
de las vías respiratorias y mayor incidencia de neumonía.

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