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Introducción

Los orígenes de las jurisdicciones especiales de menores (y con ellas del llamado Derecho de
Menores) son bastante recientes. A finales del siglo pasado (1899), se estableció el primer tribunal
de menores en Chicago (Illinois), experiencia que luego se replicó en Europa. Este hecho marcó
la culminación de un largo proceso de reforma que se inició a principios del siglo XIX y supuso la
superación de estándares que situaban a los menores que cometían hechos punibles bajo los
tribunales y procedimientos de los adultos.

En lo que a nuestro país se refiere, el Código de Menores de 1962 fue la primera normativa en
tratar orgánicamente a los menores en esta situación, aunque es necesario recordar que el Código
Penal de 1924 ya contenía normas específicas aplicables a los menores de edad que infringen una
norma penal. Así, los artículos 137º a 149º y 410º a 416º contienen disposiciones relativas al
tratamiento de los menores infractores, las medidas que les son aplicables y la jurisdicción a la que
están sometidos de acuerdo con los supuestos básicos de la doctrina de las irregularidades. A
continuación, se presenta un caso específico que involucra a un menor de edad y nos evidencia los
fundamentos y procedimientos necesarios que se llevan a cabo.

1. Título Preliminar del Código de los Niños y Adolescentes

El Código de Niños y Adolescentes es un manual jurídico que establece las normas para la
protección de los niños, niñas y adolescentes. Este código tiene por finalidad garantizar a
los niños, a las niñas y a los adolescentes su pleno y armonioso desarrollo para que crezcan
en el seno de la familia y de la comunidad, en un ambiente de felicidad, amor y
comprensión.

Se rige por los siguientes principios:

- Protección Integral: reconocimiento de los niños, niñas y adolescentes como


sujetos de derechos, la garantía y cumplimiento de los mismos.
- No discriminación: se refiere a la garantía de igualdad de trato entre los individuos,
sean o no de una misma comunidad, país o región.
- Interés Superior: los derechos de los niños, niñas y adolescentes prevalecen sobre
los demás.
- Corresponsabilidad: la Familia, la Sociedad y el Estado son corresponsables en
su atención, cuidado y protección.
- Perspectiva de Género: se habla del concepto de niño, niña y adolescente. Así
mismo se tiene en cuenta diferencias de edad, étnicas, sociales, culturales y
psicológicas.

Para el caso presentado, la importancia del Código de Niños y Adolescentes radica en que,
dentro de la aplicación el artículo I del Título Preliminar del Código de los Niños y
Adolescentes, se precisa que la consideración de niño a todo ser humano desde su
concepción hasta cumplir los doce años de edad y adolescente desde los doce hasta cumplir
los dieciocho años de edad. El Estado protege al concebido para todo lo que le favorece. Si
existiera duda acerca de la edad de una persona, se le considerará niño o adolescente
mientras no se pruebe lo contrario.
2. Sentencia de casación

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA SALA PENAL


PERMANENTE

CASACIÓN N° 386-2019 CUSCO

En audiencia pública, el recurso de casación interpuesto por la defensa de Yamil Delgado


Candia contra la sentencia de vista del veinticinco de enero de dos mil diecinueve, que
confirmó la sentencia del nueve de octubre de dos mil dieciocho, que lo condenó como
autor del delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de homicidio calificado
por alevosía, en agravio de Julio César Gutiérrez Espinoza, y como tal le impuso catorce
años de pena privativa de libertad y fijó el monto de la reparación civil en S/ 70.000 (setenta
mil soles); con lo demás que contiene. Intervino como ponente la señora jueza suprema
CARBAJAL CHÁVEZ.

3. Fundamentos fácticos
3.1. Itinerario del proceso
3.1.1. Primero. Se imputó a Yamil Delgado Candia lo siguiente:
- El 27 de agosto de 2016, a las 20:00 aproximadamente, Julio César
Gutiérrez Espinoza salió de su domicilio y se encontró con unos amigos en
la discoteca Caos, donde decidieron ir a la plazoleta Regocijo, lugar en el
que se encontraron con más amigos y se pusieron a libar bebidas alcohólicas
para luego, a las 23:30 aproximadamente, dirigirse a la discoteca Sky.
- En la discoteca Sky, Julio César chocó de manera casual con Yamil Delgado
Candia, el imputado, con quien discutió; posteriormente volvieron a
discutir, el imputado le lanzó un puñetazo y al momento en que fue separado
amenazó al agraviado y a sus amigos.
- Aproximadamente a las 03:00 del día siguiente, se suscitó una pelea entre
ambos grupos; al apaciguarse la situación, el agraviado se encontraba
sentado cuando, por detrás, alguien lo sujetó del cuello y el imputado le
introdujo un verduguillo por la parte del hombro. Después lo llevaron al
hospital, donde llegó muerto.
- Al practicarle la necropsia, se diagnosticó como causa de muerte: shock
hipovolémico, hemotórax, traumatismo abierto de tórax, y como agente
causante: agente punzo corto penetrante
3.1.2. Segundo. El representante del Ministerio Público calificó estos hechos como
constitutivos del delito de homicidio calificado (por alevosía, art. 108, inciso 3.
Código Penal). Por ello, solicitó que se condene a Yamil Delgado a 21 años de pena
privativa de libertad, variada en la audiencia de control de acusación y se solicitó
la pena de 14 años y 9 meses de privación de libertad.
3.1.3. Tercero. Mediante Resolución N.° 11 del 9 de octubre de 2018 se declaró a
Yamil Delgado como autor del delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la
modalidad de homicidio por alevosía en agravio de Julio Gutiérrez, se le impuso 14
años de pena privativa de libertad, desde el 9 de septiembre de 2016 hasta el 8 de
septiembre de 2030, y reparación civil en S/. 70 000.
3.1.4. Cuarto. Esta sentencia fue apelada por la defensa del sentenciado, por
Resolución N.° 18 se declaró infundada la apelación interpuesta por el procesado y
confirmó la sentencia de primer grado en todos sus términos.
3.1.5. Quinto. El abogado del procesado interpuso recurso de casación contra la
sentencia de vista y fundamentó lo siguiente:
- Respecto a la ilogicidad de la sentencia, señaló que existe duda respecto a
la edad del acusado, y que a la fecha de los hechos tenía diecisiete años; en
consecuencia, debió considerarse como menor infractor. También cuestiona
los hechos materia de acusación, que no fueron probados, pues los testigos
directos no indican que el acusado estuvo delante de la víctima
- Argumenta que no se pudo probar indiciariamente el elemento objetivo ni
subjetivo del tipo agravado (alevosía)
- Se vulneró el debido proceso, así como la tutela jurisdiccional efectiva
3.2. Motivos de la concesión del recurso de casación
3.2.1. Sexto. La resolución del 21 de octubre de 2020 declaró concedido el recurso
de casación y preciso lo siguiente:
- Es necesario declarar bien concedido el recurso de casación a efectos de
evaluar que se haya sido correcto procesar al acusado bajo los cauces de un
proceso penal para adultos y no bajo los alcances de la jurisdicción
encargada del tratamiento penal de adolescentes
- Lo anterior influye notablemente en la motivación del razonamiento
empleado en la sentencia cuestionada, debido a que se habría procesado al
acusado partiendo de una premisa errada
De este modo, corresponde analizar el caso en los términos habilitados por el
referido auto de calificación del recurso de casación, a decir: a) si se ha respetado
el debido proceso, por haber sido sometido el procesado a un proceso penal para
adultos y no a la jurisdicción encargada del tratamiento penal de adolescentes, y b)
si la sentencia incurre en Ilogicidad en el razonamiento por partir de una premisa
errada. Temas vinculados a las causales previstas en los incisos 1 y 4 del artículo
429 del CPP.
3.3. Audiencia de casación
3.3.1. Séptimo. Instruido el expediente, se realizó la audiencia de casación el
dieciséis de marzo del 2022 y la causa quedó expedita para emitir el
pronunciamiento respectivo. Cerrado el debate y deliberada la causa, se produjo la
votación correspondiente, en la que se acordó pronunciar por unanimidad la
presente sentencia.

4. Fundamentos jurídicos (fundamentos de derecho) 1 hoja


4.1 Inimputabilidad
Para entender este fundamento, primero tenemos que recordar que es la imputabilidad, la
cual es señalada como la responsabilidad del agente, en materia penal, el agente calificado
como persona capaz para la ley penal resulta imputable (responsable) siempre que pueda
probarse que obró en forma consciente y deliberada. Para Jiménez de Asúa, la
imputabilidad afirma la existencia de una relación de causalidad psíquica entre el delito y
la persona; y da como resultado la responsabilidad y la culpabilidad correspondientes.
Carrara sintetiza magistralmente esta idea cuando explica: "Decimos que un individuo es
penalmente responsable cuando puede cargarse a su cuenta el delito y sus consecuencias.
Núñez, comentarista del Código argentino dice: la imputabilidad puede definirse -para la
ley penal argentina- como la condición de delincuente mayor de 16 años cuya posibilidad
de comprender la criminalidad del acto o de dirigir sus acciones, no haya estado excluida
en el momento del hecho por insuficiencia o alteraciones morbosas de las facultades o por
su estado de inconsciencia.
Entendido este primer aspecto, podemos definir lo que es la inimputabilidad, o dicho de
otra forma la calidad de no imputable. El concepto tiene importancia en Derecho Penal y
se aplica a aquellas personas que no obstante haber realizado o ejecutado actos que
configuran delito, no les alcanza responsabilidad penal, como sería el caso de un crimen
cometido por un menor de cinco años de edad o por un enfermo mental privado de
discernimiento. Para Soler, se entiende por inimputable al sujeto que no haya podido en el
momento del hecho, comprender la criminalidad del acto o dirigir sus acciones debido a la
insuficiencia de sus facultades, alteración morbosa aunque sea transitoria, de las mismas o
a una grave perturbación de la conciencia.
En nuestro ordenamiento jurídico, los supuestos de inimputabilidad se encuentran
establecidos en el artículo 20 del Código Penal, el que señala que está exento de
responsabilidad penal “El menor de 18 años”. Y es que al menor de dieciocho años
corresponde aplicarle otro sistema jurídico. En efecto, en el caso específico de los menores
de edad, el Código de los Niños y Adolescentes, en concordancia con la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, ha optado por establecer dos grupos etarios en su
artículo I del Título Preliminar: a) los niños: que comprende desde su concepción hasta los
doce años, quienes son absolutamente irresponsables por la infracción de una norma penal
y serán pasibles de medidas de protección establecidas en los artículos 184 y 242 del
referido código, y b) los adolescentes: que comprende a las personas desde los doce hasta
antes de cumplir los dieciocho años de edad, quienes están sujetos a una responsabilidad
penal juvenil y son pasibles de medidas socioeducativas señaladas en el código, luego de
un proceso judicial. En consecuencia, el sujeto activo del sistema penal juvenil en nuestro
país será el adolescente infractor de la ley penal comprendido en este grupo etario.

4.2 Debido proceso


El artículo 139 de la Constitución Política del Perú precisa que son principios y derechos
de la función jurisdiccional:
3. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional. Ninguna persona puede ser
desviada de la jurisdicción predeterminada por ley, ni sometida a procedimiento distinto
de los previamente establecidos, ni juzgada por órganos jurisdiccionales de excepción, ni
por comisiones especiales creadas al efecto, cualquiera sea su denominación.
Asimismo, el derecho al juez natural es garantizado en el artículo 8.1 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, que señala que toda persona tiene derecho:
A ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal
competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la
sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación
de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.
El derecho a un juez competente garantiza, por lo que al caso de autos interesa, que ninguna
persona pueda ser sometida a un proceso ante una autoridad que carece de competencia
para resolver una determinada controversia.
4.3 El interés superior del niño
El artículo IX del Título Preliminar del Código de los Niños y Adolescentes contempla el
principio del interés superior del niño y del adolescente, precisando que en toda medida
concerniente al niño y al adolescente que adopte el Estado a través de los Poderes
Ejecutivo, Legislativo y Judicial, del Ministerio Público, de los gobiernos regionales, de
los gobiernos locales y sus demás instituciones, así como en la acción de la sociedad, se
considerará el principio del interés superior del niño y del adolescente y el respeto de sus
derechos.
Fundamentos aplicados al caso en concreto:
1. Debido proceso: En la primera sentencia observamos que realizó un proceso penal
para adultos y que el procesado no ha sido sometido a la jurisdicción encargada del
tratamiento penal de adolescentes. A fin de verificar si en efecto, en el caso, se ha
respetado el derecho al debido proceso, en su vertiente del derecho al juez natural,
es decir, el juez predeterminado por ley, en atención a las condiciones personales
del procesado, particularmente la vinculada a su edad, es menester constatar si tal
dato relevante ha sido debidamente establecido por los jueces de mérito, pues a
partir de dicha determinación se constará si tal derecho fundamental ha sido
vulnerado o no.
Como es de verse, en ambas instancias se tuvo en consideración como elemento
determinante para acreditar la edad del procesado su documento nacional de
identidad. Ahora bien se presenta un documento emitida por el jefe de Registro
Civil de la Municipalidad Distrital de Pillpinto en que se resolvió inscribir el
nacimiento de Yamil Delgado Candia, documento que fue emitido en virtud de la
solicitud de inscripción extraordinaria de partida de nacimiento presentada por
Felipe Benicio Delgado Carrasco, indicó que nació en el distrito de Pillpinto, el
veintiocho de agosto de mil novecientos noventa y ocho a las 11:00 horas.
Por otro lado, de la acusación fiscal, reiterado en las sentencias de mérito, se ha
establecido que el hecho imputado aconteció el veintiocho de agosto de dos mil
dieciséis a las 3:00 horas (en la madrugada), lo que permite colegir que el día en
que se cometió el ilícito penal, si bien es cierto que el procesado cumplía años,
también lo es que, desde un punto de vista cronológico y más precisamente horario,
aún tenía diecisiete años de edad. Lo que nos llevaría al artículo I del Título
Preliminar del Código de los Niños y Adolescentes precisa que se considera niño a
todo ser humano desde su concepción hasta cumplir los doce años de edad y
adolescente desde los doce hasta cumplir los dieciocho años de edad. El Estado
protege al concebido para todo lo que le favorece. Si existiera duda acerca de la
edad de una persona, se le considerará niño o adolescente mientras no se pruebe lo
contrario.
En consecuencia, se ha determinado que el procesado aún no había cumplido la
mayoría de edad al momento de la comisión de los hechos objeto del proceso. De
modo que, al haber sido procesado y condenado como persona mayor de edad, es
evidente que se ha vulnerado el debido proceso, particularmente el derecho a ser
juzgado por el juez predeterminado por ley.
2. Interés superior del niño: Abona a lo afirmado el principio del interés superior del
niño, según el cual en toda medida concerniente al niño y al adolescente que adopte
el Estado a través de sus poderes e instituciones, así como en la acción de la
sociedad, se considerará el interés del niño y el adolescente y el respeto de sus
derechos.

5. Decisión:
Por estos fundamentos, los señores jueces supremos integrantes de la Sala Penal
Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República:

I. DECLARARON FUNDADO el recurso de casación interpuesto por Yamil Delgado


Candia (folio 235) contra la sentencia de vista del veinticinco de enero de dos mil
diecinueve (folio 210), que confirmó la sentencia del nueve de octubre de dos mil dieciocho
(folio 121) que lo condenó como autor del delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la
modalidad de homicidio calificado por alevosía, en agravio de Julio César Gutiérrez
Espinoza, y como tal le impuso catorce años de pena privativa de libertad y fijó el monto
de la reparación civil en S/ 70.000 (setenta mil soles); con lo demás que contiene.

II. En consecuencia, CASARON la mencionada sentencia de vista, DECLARARON


NULA la sentencia de primera instancia, DISPUSIERON EL CORTE DE SECUELA
DEL PROCESO y ORDENARON que se remitan los actuados al Juzgado de Familia de
Turno, a fin de que proceda conforme a sus atribuciones.

III. ORDENARON la inmediata excarcelación del procesado Yamil Delgado Candia,


siempre y cuando no medie en su contra mandato de detención emanado de autoridad
judicial competente.

IV. DISPUSIERON que la presente decisión sea leída en audiencia pública por intermedio
de la Secretaría de esta Sala Suprema y que, acto seguido, se notifique a las partes
apersonadas en esta instancia, se publique en el portal web del Poder Judicial y, luego, se
archive el cuadernillo formado en esta instancia.

Conclusiones:

- El origen de la jurisdicción especial sobre menores es muy reciente, apareció a finales del
siglo pasado. En lo que a nuestro país se refiere el Código de Menores fue el primer
estatuto que abordó orgánicamente a los menores en esta situación, aunque conviene
recordar que el Código Penal de 1924 ya contenía las disposiciones específicas de la ley
penal para menores.
- La importancia dentro del ámbito de aplicación del artículo I del título preliminar del
Código de Niños y Adolescentes, para el caso que se presenta es que, se establece que toda
persona es considerada niño desde la concepción hasta los doce años. años de edad, diez
años de la pubertad de dos a dieciocho años. El estado protege todo lo que le beneficia. Si
existe alguna duda sobre la edad de una persona, se considerará niño o adolescente salvo
prueba en contrario.

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