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El problema de la voz: no darle la voz a alguien, pero sí traducirla > Intentar superar el marco

cerrado de la identidad: ¿esta es anterior a la escritura, o posterior?, ¿cómo se transmite,


cómo se transforma o se reconstruye? > Escritura como recreación de la identidad, contra la
marca de los lugares comunes, especialmente aquellos que nos oprimen identitariamente,
como el patriarcado. En tanto que esto, la ficción tiene un carácter autoemancipador muy
relacionado con esa capacidad de traducción o reconstrucción de la identidad a través de
escritura, y también de la lectura, abriéndonos a otro punto de vista, a entender por dentro a
otro sujeto con sus propios paradigmas, con su propia identidad.

Problema de la veracidad en la escritura, pero no la veracidad con respecto a la historia, a la


verdad empírica del mundo, sino la de ser veraz con respecto a ti cuando escribes, con
respecto a tu identidad (tema de autocensura: “el lenguaje está hecho de censura, nombra
realidad, y al nombrar deja un reguero de silencio, elegir qué decir, elegir qué callar”, y el
mayor problema es decir lo que se impone, o callarnos lo que no, sin saberlo). Lo importante
es aquello de lo que no nos damos cuenta, no aquello enunciado con vehemencia por los
fascistas. Oportunidades en la escritura, no de cómo poner el lenguaje inclusivo, sino en
darnos cuenta de las exclusiones del lenguaje, y pensarlas, para poder utilizar otras que no lo
sean, pues opciones hay muchas: verdadera noción del lenguaje inclusivo, por ejemplo en
plantearse los masculinos genéricos, que son perfectamente evitables hasta que no queda
otra, y eso se nota, sin necesidad de duplicar, de la “x” o de la “e”, que el texto haga ver que el
género es diverso y no hegemónico en el masculino. Hay, sobre todo, que planteárselo mucho
como problema a la hora de escribir.

Personaje masculino dependiendo de una gran cantidad de identidades femeninas (invirtiendo


la típica estructura, como ocurre con los guiones de películas, etcétera).

Problema de la voz y quién tiene derecho a decir, acceso al conocimiento etc: monólogo de
Sofía.

Nuevas masculinidades: Tema del límite biológico en el tema de dar a luz.

Patriarcado: oprimir el cuerpo imaginado de la mujer, no es escrito ni representado, ni de un


elogio estético; y, a la vez, hay una invisibilización del cuerpo masculino al estar tan pendientes
de ocultar el femenino como una posesión, habiendo escrito pocas páginas de nuestra
literatura sobre el propio cuerpo masculino.

“El error es iluminador”.

Vagina trans como “elíptica”, “es natural y no artificial, pues no hay nada más natural que la
voluntad” > Lugares mixtos entre el cuerpo y el alma, con el tema del género liquido y lo trans.

“Periferia con centro en ella misma”.

“El alma es una obra de vanguardia sin autor”.

Reformular el lenguaje:
“Vivimos mutilándonos por un cuchillo llamado dicotomía” > Repensar el lenguaje y nuestras
elecciones, especialmente desde un punto de vista de género.

No hay vocablo que no tenga su oportunidad literaria (zorra, matica, etcétera): la cosa es
dónde, en boca de quién, y con qué grado de consciencia política las decimos.

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