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Número 77
noviembre 2023
Niño Diablo
Número 77, año 5
Noviembre 2023
Distribución gratuita
ISSN 2735-6639
Colaboraron:
Gamalier Bravo
Luz Bustamante
Leonel Huerta
María Teresa Pérez Domínguez
Hatu
Leonel Huerta
SPAM
APUNTES DIRECCIONADOS
musitan en el verso que somos,
machacan verdades escondidas,
perdidas, desclasificas; protestan
en serio, confirmando la mirada
esencial que incomoda los amane-
ceres escarbados entre acordes
solos de una voz amplia de cues-
tiones incompletas.
Por favor, luego de amortajar la
página con metódicos señuelos
para largos caminos y miguitas de
pan, háblame de poesía. Ten a
Charles Mengin,
Sappho, 1877. tiempo el paisaje que te apura la
jornada entera, ha de conservarse
No hay lunes suficientemente im- una historia, amalgamando tales o
perecedero que no se parezca a cuales colores dentro y como fue-
otro lunes material, desistido de re; desalmada identidad, mendiga
la hoja en blanco que ocupa la de sus condiciones antepasadas;
misma insatisfacción de una mesa se siente, falta de aire en los lími-
hallada en vacío. Cuando nada tes que subrayan los umbrales en-
inspira nada, desprende de lo más cendidos; esperan en la berma la
tosco la raíz, centro y ternura en caricia instantánea.
la vértebra de la palabra; la poéti- A la poesía no se le compara con
ca va desparramando borradores la fama de los poetas. No vale na-
en los relieves olvidados de las co- da cuando se administra única-
sas. mente como penosa mercancía.
Ninguna fórmula pretende autén- La presunción del poema existe,
tico resultado; como bien celosa en tanto la necesidad del corazón
intimidad, negocia el derrame del confabula un bombeo de grietas
silencio. Eventuales desaciertos indisciplinadas y acorta sus fini-
tas distancias, deslizándose com-
plejo fermento de alas—ufanas—
que baten espejismos alternos en-
tre puntos desasosegados. El ver-
so de ningún modo está libre,
aunque de todos modos nos libra
de males y adormecimientos que
comprometen desde este remoto
lugar; diálogos eternos, soberbia-
mente libertarios. los espacios poseídos y enamora y
Cuando pienso en la rima evitan- transforma.
do la gran arcada que trasciende Fiel a la sobriedad de los instan-
con sentido malestar de ánimos, tes, de los «por qué se escribe»,
andando los tomados pensamien- no puedes borrar con el puño es-
tos, la libertad es un pequeño tra- condido lo que le concierne al
zo de alma desvestida que se deja tiempo plantearnos. Me dijeron
ver. Le pertenecerá con peligro de que escribir era apenas solitario,
intermitencia a quien se atreva a de incalculable responsabilidad. Y
develar tinta en la vena desdobla- lo que demora una vida depurar-
da del brazo, de cuyo temor, her- lo, como lumbre sostenerlo, me
méticas horas convierten man- llega con notoria desazón de pér-
chones intrincados en otros por dida, no estar de acuerdo con la
consecuencia; refugio de ti y de frase hecha para entender resa-
mí; lectura de labios para hacerse bios, que la obra es una cosa y el
cargo de la alquimia que atiborra autor es otra.
Gamaliel Bravo
CRÓNICAS DE COMBATE
Hatu
QUÉ ME PASA CON...
partido luego entre varios partici-
pantes, pues el protagonista, el
escritor sin tema, llega a un híbri-
do conformado por varias de las
historias postuladas. Muchos
coautores y pocas monedas para
distribuir. Segunda solución, re-
partir parte de las utilidades de la
publicación: otro buen chiste. To-
do escritor, imagino, ha escucha-
do más de alguna vez un cuento,
un pasado, una anécdota, una re-
flexión de un tercero como reco-
mendación para una novela. He
Mojón con choclo, de Patricio Ba- vivido esa situación en varias
ñados Swarte. El escritor y la fal- oportunidades y solamente una
ta de inspiración. Aunque ya lo vez fue tan atractiva que la quise
sabemos, todo es trabajo y disci- llevar al papel: el resultado fue
plina, método y estructura; Erató, catastrófico. El inconsciente, dijo
Celíope, Melpomene y Talía pare- Bradbury, para el escritor se con-
ce que siempre están escondidas; vierte en la Musa. Lea poesía, in-
hay que buscarlas con ahínco y si siste Bradbury, ejercita los
no se encuentra solo queda escri- músculos del inconsciente; pues
bir. Pero en Mojón con choclo el la metáfora condensada se abre a
problema se soluciona con el mer- formas gigantes. «En los libros de
cado: ofrecer un pago por histo- poesía hay ideas por todas partes;
rias. Un escritor chileno ofrecien- no obstante, qué pocos maestros
do plata por argumentos: ese ya del cuento recomiendan curio-
es un buen chiste. No muchas mo- searlos».
nedas, apenas cien mil pesos; re- Leonel Huerta
HOSTILIDAD PÚBLICA
Leonel Huerta