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“Él” persona y personaje

Prólogo a Suburbio de Perros y Lobos, de Silvio Reyes Heras.

https://eljardindelaiguana.blogspot.com/2013/09/el-persona-y-
personaje.html

Por: Jorge Euclides Prócel R.

Conocí a Silvio a fines del 2009, en las oficinas del quincenario de


un amigo. Era el conserje. No recuerdo detalles del encuentro, sólo
que al finalizar una jornada me entregó cinco, ocho quizá, hojas
grandes de cuaderno. Quería mi opinión. Se trataba de dos o tres
poemas que hablaban de la Patria, de América Latina, de la
soledad… No recuerdo lo que dije, pero sí recuerdo que varias
veces conversamos sobre libros que había leído o que sería bueno
que lea, ocasiones en las que me presentaría más poemas, escritos
a mano y con tinta roja, como los primeros.

Recuerdo que le pedí a mi amigo que le dé acceso a una


computadora, que le dé espacio y tiempo para que aprenda a
manejarla. Yo era el editor del quincenario y esperaba en algún
momento incorporarlo a la redacción. Le ayudé a sacar su correo
electrónico y, recuerda ahora él, le tomé fotos y le ayudé a sacar
una cuenta en hi5.

Un día le dije que sus poemas eran muy largos y que siempre
estaban contando algo, que probara con la narración.

“Yo no tengo tanta imaginación. No tengo mucha fantasía. Yo sólo


escribo lo que siento, lo que veo”, dijo.

En anteriores proyectos de talleres literarios, ejecutados en algunos


centros educativos, había iniciado la redacción de cuentos a partir
de narraciones de películas vistas, de sueños, de una breve
descripción de algún familiar; no hacía mucho había terminado una
serie de reportajes a partir de testimonios de personas sencillas.
Seguro de que todo el mundo tiene algo qué decir, le sugerí que
empiece contando algo de sí. Muchos aportes a la literatura fueron
dados desde el testimonio, todos tenemos algo qué decir desde ese
territorio.

Y luego perdimos contacto. A fines del 2010 recibí un e-mail


diciéndome que ya, que estaba lista, que no sabía si era una novela
o un grupo de relatos, que quería mi opinión, que me enviaba un
documento adjunto. Se trataba de Suburbio de Perros y Lobos. El
texto ha sido leído luego dentro del Taller de Literatura del
Departamento de Cultura y Arte de la Universidad Técnica de
Machala, que funciona desde noviembre del 2012. El Taller es un
espacio de análisis y procura promover y estimular la creación y la
investigación sobre las diversas manifestaciones literarias, como
parte del patrimonio cultural tangible e intangible, que ayudan a
configurar la identidad nacional, pluricultural y multiétnica. De
manera indirecta el resultado del trabajo de Taller permite la
visibilización de ciertos sectores de la población.

Suburbio de Perros y Lobos es un retrato de la ciudad que vivimos


pero que no alcanzamos a ver. Silvio, el personaje, desde la
perspectiva del niño migrante, desarraigado, nos muestra la ciudad
dividida en planos donde convive de manera paralela el inframundo,
un mundo bizarro que se activa o aflora a quienes lo han perdido
todo, o a quien lo busca y decide rendirle culto. Sus adoradores son
los “regalados” y los sacerdotes los “brujos”, los únicos seres
capaces de mantener contacto con ambos mundos, sin perderse, y
con la autoridad de semidioses capaces de imponer respeto en el
infierno terrenal de ciertas zonas del suburbio.

En este punto es importante volver a discutir la necesaria


separación entre el autor de la obra y el personaje, sobre todo
cuando con valentía se sigue la tradición radical de las obras
ambiciosas que marcan un rumbo, de decirlo todo no sólo desde el
yo narrador sino del nombre de pila del autor que es también el
personaje. Obras ambiciosas en las que se ubican trabajos de
Franz Kafka con su tímido “el joven K,” incluyendo a Truman Capote
y a Henry Miller, el más avezado en este tipo de proyectos literarios
que procura borrar las diferencias que pueda haber entre él como
persona-autor y él como personaje-testigo de sus propios textos. Y
este punto de vista no es privativo de la narrativa, sino que también
lo ha asumido la poesía, recordemos a César Vallejo contándonos
en Piedra Blanca Sobre Piedra Negra que “César Vallejo ha
muerto”.

Del encriptamiento de personajes o las alegorías que han


sublimado algunos autores, hasta la provocación del escándalo por
la mención de la verdad, sólo hay un velo que apenas permite
diferenciar la imprecisa frontera entre la ficción y el testimonio. El
invisible velo que cubre la imagen del sueño en el que se está
soñando, y del cual despertamos para darnos cuenta que estamos
en otro sueño, que no cesa ni abriendo los ojos.

Esa frontera, ese velo invisible, es necesario recordarlo siempre,


aunque no podamos reconocerlo y a veces no nos permita
diferenciar entre ficción o realidad. ¿Por qué razón? Para tener la
esperanza de que la pesadilla, aunque dolorosa y terrible, llega un
momento en que termina. Para poder disfrutar la lectura, para
sentirnos más humanos desterrando la compasión y darle paso a la
empatía.

“Suburbio...” es más que una colección de anécdotas en el


inframundo. Maltrato infantil, abandono, drogas, violencia, la ley del
más fuerte, son historias que cada día nos vende la prensa.
“Suburbio...” no es una obra erudita, pero aquí encontramos una
rica cantera para quienes buscan nuevos elementos de análisis del
arte, o en este caso de la literatura, a partir de presupuestos de la
sociología, la psicología, la lingüística, el derecho, la animación a la
lectura o a la escritura de textos literarios, etc. Es también un
inventario de voces, modismos, arcaísmo y jergas que no es nuevo
pero que tiene el mérito de ser un registro de esta sociedad, en esta
época; es una galería de retratos que cambian sus rasgos según
acontece la vida. Encontramos alusiones extratextuales con la
divina comedia, con las angustia existencia de Harry Haller (el
personaje de El Lobo Estepario de Herman Hesse), con Peter Pan
(“El líder de los Niños Perdidos” de James Matthew Barrie) y
muchos más, algunos como referencia cultural massmediática antes
que de consumo directo; queda tarea para el lector descubrirlo y
aceptar que se trata de un trabajo ejecutado con una sensibilidad
inteligente, con una fuerza poderosa, hipnóptica, de la que sólo nos
libramos cuando se termina el libro o decidimos abandonarlo
porque, asqueados de todo lo que creíamos saber, decidimos
abrazar la mentira para no sucumbir.

“Suburbio…”
transcurre en una
sociedad
distópica
revelada, no
creada en un
laboratorio de
ideas filosófica o
literarias para
exponer un punto
de vista: Es la
misma ciudad,
con sus
monumentos y
suburbios, pero con otras referencias de valores. Aquí el
protagonista al principio es sólo un producto de la compleja trama
social, cultural o económica en la que nació y le toca desenvolverse,
hasta que inicia una lucha radical consigo mismo, en la memoria,
para volver al inicio, donde la historia tomó el rumbo, si no
equivocado, al menos doloroso. La imagen de Jesús volviendo
hasta la cruz para cumplir la profecía, en la película La Última
Tentación de Cristo” de Nikos Kazantzakis, para dar sentido
entonces a la utopía.

Estamos muy cerca todavía, pero creo que es posible hablar de una
nueva posición filosófica que podría superar el existencialismo
decadente, desencantado y autodestructivo, porque aquí la
decadencia es superada con un sueño, con la noción de un amor
mucho más grande, inexplorado e innecesario en las sociedades
decadentes: El Amor Propio.

Que el conflicto lo busquen quienes aún no se dan cuenta que sólo


somos lo que perseguimos.
Jotaprócel.

Jotaprócel con James Martínez y Silvio Reyes Heras


Profesor de Literatura
www.lafamiliasecreta.blogspot.com
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www.jotaprocel.blogspot.com
Publicado por Jotaprócel en 10:19
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Etiquetas: ecuador, el oro, James Martínez, jotaprocel, machala, poesia
orense, poetas ecuatorianos, silvio reyes heras, suburbio de perros y lobos

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