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Recordar, repetir y reelaborar: procesos mentales

• 10-oct-2011

• Cecilia Lopez Sanz

Recordar, repetir, reelaborar - gracey

Aquellas experiencias o vivencias amenazantes para la conciencia caen en la repetición, haciendo


imposible lograr un cambio hasta que no se recuerden.

Es relativamente frecuente llegar a un punto de la vida donde uno repite una determinada situación o
conducta de manera casi incontrolable. Sin entender por que, se sigue haciendo algo que no se desea o
que se sabe resulta dañino, como puede ser constantemente comer de más sin tener hambre, buscar
parejas destructivas con características similares o cometer los mismos errores en los trabajos.

En la mayoría de los casos ni siquiera se tiene conciencia de que se está repitiendo una tendencia una y
otra vez, simplemente se habla de rachas de mala suerte o de la imposibilidad inexplicable de tener
éxito.

¿Por qué sucede esto? Desde una perspectiva psicoanalítica, la tendencia a repetir ciertos patrones sin
control o sin posibilidad de detenerlo tiene una estrecha relación con la movilización del material
inconsciente y la resistencia a que llegue a la conciencia.

Olvidos, represión y resistencia

En términos llanos, lo inconsciente puede considerarse como el receptáculo donde se almacenan


vivencias y experiencias. Es un espacio de la psique atemporal, separado de la conciencia, donde se
encuentran las anclas de pensamientos conscientes y donde se alojan aquellos recuerdos súbitamente
olvidados.

¿Por qué se olvidan ciertos momentos de la vida? Desde el psicoanálisis la respuesta es la represión.
Sin entrar en detalles más teóricos, se puede decir que cuando alguna vivencia, experiencia, o incluso
una fantasía, resulta amenazadora, dolorosa o vergonzosa para la parte consciente, se desaloja de ésta y
se manda a lo inconsciente, provocando un olvido en los pensamientos cotidianos.

Aquello mandado a lo inconsciente permanece alejado de la conciencia hasta que hay algún
movimiento en la cadena psíquica que lo empuja a salir de nuevo. En un análisis, dichos movimientos
son comunes y parte del trabajo realizado; sin embargo, también es posible que diferentes eventos de la
vida empujen al material inconsciente hacia la conciencia.

Lo anterior funciona así: hay un deseo, fantasía o vivencia cargado de energía, que viene desde lo
inconsciente y está luchando por salir a la conciencia para liberar esa energía, igual a un volcán
tratando de hacer erupción. No obstante, resultaría muy difícil o amenazante manejarlo desde la
conciencia, entonces se aplica una fuerza en contrario para mantenerlo ahí abajo, en lo inconsciente.
Hay una resistencia a darle paso hacia los pensamientos conscientes.
Compulsión a la repetición

La resistencia es a recordar ese material inconsciente amenazador. El recordar implica tener plena
noción del material; tenerlo consciente, valga la redundancia. Ante la insistencia del material
inconsciente por salir y la resistencia de la conciencia a recordar, se abre paso un hecho alterno: la
repetición.

El material inconsciente está cargado de energía. Cuando algo del material inconsciente insiste en salir,
es porque está en la zona fronteriza entre lo inconsciente y lo consciente y está listo para liberar la
energía acumulada en él. Ante la falta de tránsito libre para realmente recordar, se libera por medio de
la actuación, esto es, se actúa en lugar de recordar. Como en una obra de teatro, al actuar el material
inconsciente, se está repitiendo la vivencia o fantasía que se tiene alejada de la conciencia.

El actuar el material inconsciente no se da una única vez, sino que, precisamente porque al actuar no
hay liberación alguna de la energía, la actuación se repite una y otra vez. Aquí se observa claramente
que hay la compulsión a la repetición por no haber tramitado correctamente el material inconsciente.

Vale aclarar que el actuar, y por lo tanto repetir, no se hace desde la conciencia y, precisamente por
ello, se siente como una fuerza incontrolable ajena a la persona que la lleva a repetir determinadas
situaciones aunque no se desee realmente.

Recordar y reelaborar: un nuevo camino

Mientras el material inconsciente se siga repitiendo mediante la actuación y puesta en escena de la


misma situación una y otra vez, no es posible modificar la situación y darle un nuevo rumbo. Sigue
siendo dominio de lo inconsciente al que poco le importa razón, voluntad y pensamientos positivos.

La única forma de terminar con esta situación es traer el material inconsciente repetido a la conciencia,
es decir, recordar. Al momento de vencer la resistencia y darle paso a lo que insiste en salir, es cuando
se recuerda y, de esta forma, se libera la energía atada a esa insistencia.

Una vez que se ha recordado, es posible reelaborar, es decir, hacer propio el material inconsciente y
darle un nuevo significado, un nuevo cauce, apropiarse de él y ser plenamente responsables de esas
vivencias, deseos y miedos.

El paso a recordar lo olvidado y después a reelaborarlo es difícil, más aún porque se trata de toda una
serie de eventos que, por alguna u otra razón, terminaron en las profundidades de lo inconsciente y se
han vuelto amenazantes para la conciencia. Ésta es una de las razones por las que el psicoanálisis toma
mucho más tiempo que otras terapias o tratamientos psicológicos o psiquiátricos; se está lidiando con
las profundidades y las resistencias a adentrarse en ellas para hacer un movimiento significativo.

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