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Doctorado en Ciencias de la Educación

Estrategias docentes (optativa)

Jaime David Vásquez Chinome


000-00-5771

Escrito: Los estilos de aprendizaje desde la


psicología educativa, la didáctica y la concepción
hemisférica del cerebro
Unidad I

Mtra. Patricia Díaz Gómez


14 de febrero de 2023

1
INTRODUCCIÓN

El término estilo de aprendizaje se refiere al hecho de que cada persona utiliza su propio
método o estrategias a la hora de aprender; aunque las estrategias varían según lo que
se quiera aprender, cada uno tiende a desarrollar ciertas preferencias o tendencias
globales, tendencias que definen un estilo de aprendizaje; se habla de una tendencia
general, puesto que, por ejemplo, alguien que casi siempre es auditivo puede en ciertos
casos utilizar estrategias visuales; cada persona aprende de manera distinta a las demás:
utiliza diferentes estrategias, aprende con diferentes velocidades e incluso con mayor o
menor eficacia incluso aunque tengan las mismas motivaciones, el mismo nivel de
instrucción, la misma edad o estén estudiando el mismo tema.

En una sociedad caracterizada por el constante desarrollo y auge de, cada vez más
novedosas, tecnologías de la información y comunicación, resulta esencial la formación
de los individuos que permitan aprovechar las potencialidades de estas para dar
respuesta a las necesidades derivadas de los procesos de enseñanza – aprendizaje; en
este sentido, debemos de tener en consideración los últimos aportes procedentes del
campo de la neurociencia, en cuanto a la dominancia cerebral, para crear modelos de
enseñanza que respondan a la diversidad de estilos de aprendizaje de nuestro alumnado,
en las distintas etapas de nuestro sistema educativo.

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DESARROLLO

La influencia de los estilos de aprendizaje en el desarrollo de la autonomía en el


aprendizaje constituye una temática de la cual no se tiene mucha información y no se ha
ahondado mucho en la actualidad; por lo general, los procesos relacionados con el
aprendizaje se estudian de manera independiente y no se establecen interrelaciones entre
estos; hoy, cuando aprender a aprender constituye una de las demandas del contexto, es
preciso que se diagnostiquen los estilos de aprendizaje de los estudiantes, lo que puede
orientar con mayor claridad el desarrollo de la autonomía y nos de mas luces a los
educadores de como abordar tan importante proceso. Las primeras investigaciones
acerca de los estilos de aprendizaje vieron la luz en la década de 1950, cuando desde la
Psicología Witkin 1954, citado por González (2011), devino unos de los pioneros en el
estudio de los “estilos cognitivos”, teorías que más tarde la Pedagogía adoptó y moldeó
para sí; desde entonces y hasta la actualidad las definiciones de estilos de aprendizaje
han resultado disímiles.

La teoría de los estilos de aprendizaje se constituyó como un campo de confluencia entre


la Educación y la Psicología que retoma componentes de la concepción constructivista de
la enseñanza y el aprendizaje, así como de la didáctica de ciencias; en este marco, el
aprendizaje se concibe como un proceso dinámico en el que interactúan las
características individuales y los contextos en que se sitúa la persona (Marchesi, 2002,
citado por Ventura, 2011); en este sentido, el sujeto se considera un constructor activo en
la organización y elaboración de sus propios conocimientos (Gagliardi, 2008; Giordan,
2006, citados por Ventura 2011); por tal razón, en el estudio que efectúa este mismo autor
demuestra que el proceso de aprendizaje se facilita cuando el docente enseña en el estilo
preferente del estudiante, hallando una relación significativa entre estilos docentes y de
aprendizaje; ahí radica su importancia para la investigación psicológica y educativa
destinada al conocimiento de la naturaleza procedimental del aprendizaje.

Sin embargo, varios han sido los autores que han abordado el tema tratando de brindar
una definición acertada de acuerdo a sus investigaciones; por ejemplo Cazau, (2001),
citado por González (2011), habla de que los estilos de aprendizaje son los rasgos
cognitivos, afectivos y fisiológicos que sirven como indicadores relativamente estables, de
cómo los alumnos perciben interacciones y responden a sus ambientes de aprendizaje;

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en criterio de Bolívar y Rojas (2008), citados por González (2011), cada persona responde
a un estilo particular y predominante de aprendizaje que le permite interrelacionarse con
su ambiente y que implica aspectos cognitivos referentes a la personalidad; es decir,
cuando se habla de la manera de aprender hay que considerar dos aspectos importantes:
la percepción y el procesamiento de la información.

Dentro de los autores propuestos para la actividad también encontramos a Rojas, Salas y
Jiménez (2006), donde elaboran un estudio analizando como se correlaciona los
diferentes estilos de aprendizaje con los hemisferios cerebrales; allí encuentran que los
estilos de aprendizaje, como lo menciona Keefe y Languis (1983), citado por Rojas et al
(2006), es un compuesto de factores característicos cognoscitivos, afectivos y fisiológicos
que sirven como indicadores relativamente estables de cómo el aprendiz percibe,
interactúa con su entorno y responde a él; se demuestra en ese patrón de conducta y
desempeño a través del cual un individuo se acerca a experiencias educativas, es claro
que el cerebro debe influir en este proceso de aprendizaje, se debe recordar que gracias
a la evolución de nuestro cerebro podemos comprender cosas que las demás especies no
lo pueden hacer; la investigación de la denominada división cerebral ha demostrado que
cada hemisferio está especializado en un modo de pensamiento y de percepción.

El hemisferio derecho es el encargado de desarrollar la capacidad de razonamiento


espacial, la visualización y la creatividad; se identifica con el estilo de pensamiento no
verbal, imaginativo y holístico, orientado a la totalidad (“gestalt”) más que a la
diferenciación de las partes; por tanto, este hemisferio prioriza la integración y síntesis de
la información, más que en su descomposición y análisis, a menudo se le identifica con el
pensamiento intuitivo; mientras que el hemisferio izquierdo se identifica con el estilo de
pensamiento secuencial y temporal, opera con el paso a paso, es decir, con la
secuenciación del estímulo, uno después de otro; está vinculado con el lenguaje, con la
habilidad verbal, con el razonamiento lógico y numérico, y con el pensamiento analítico;
este hemisferio es metódico y tiende a pensar de una manera secuencial, utilizando vías
por senderos lógicos antes que por la intuición y el sentimiento, (Muñoz et al, 2012). En
definitiva, lo que se aprecia es que el cerebro y sus hemisferios, cada uno con sus roles
específicos, son claves para el proceso de aprender, es deber de los docentes identificar
en sus estudiantes que hemisferio puedan tener más desarrollado para así idear
estrategias adecuadas.

4
CONCLUSIONES

Para poder lograr un efectivo proceso de enseñanza – aprendizaje el docente debe


ubicarse en el contexto de sus estudiantes para así, poder buscar el estilo de aprendizaje
más adecuado para ellos, además de identificar sus situaciones socioeconómicas, sus
perfiles psicológicos, que hemisferio cerebral puedan tener más desarrollado; esto por
supuesto a nivel general, se podría hacer personalizado, pero implicaría tener grupos
pequeños, lo cual en la situación actual de nuestras IE y nuestras políticas educativas
actuales, es imposible; por supuesto que no nos podemos basar en un solo estilo de
aprendizaje por que todos los grupos, así como los estudiantes que lo conforman, son
diferentes; por esta razón, el docente debe convertirse en un investigador dentro de su
aula de clase.

Como se pudo apreciar en el enfoque que le dan los autores a sus escritos, los
hemisferios cerebrales juegan un papel decisivo en el proceso de aprendizaje y en el
estilo que se use para este fin; ahora bien, también depende del tipo de estudiantes que
estemos recibiendo y del nivel en el que vayan, porque no es lo mismo preescolar,
primaria, básica, media o universidad; el estudiante va pasando por diferentes etapas y, a
su vez, su capacidad física, psíquica y cerebral va desarrollándose; por lo tanto este
también es un factor importante a tener en cuenta; por ejemplo, en el estudio que
desarrolla Rojas, et al concluye que no existe una asociación entre las carreras de estudio
que sigue el estudiante y sus estilos de aprendizaje, con la sola excepción del estilo
Casual Concreto; sin embargo, aquellas influyen en la prevalencia de un determinado
estilo; para el caso desarrollado, dichos estilos son el Secuencial Concreto, el Secuencial
Abstracto y el Casual Concreto.

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REFERENCIAS

Clavero, M. V. G. (2011). Estilos de aprendizaje: su influencia para aprender a aprender.


Revista de estilos de aprendizaje, 4(7).
Muñoz González, J. M., Gutiérrez-Arenas, M. P., & Serrano Rodríguez, R. (2012). Los
hemisferios cerebrales: dos estilos de pensar, dos modos de enseñar y aprender.
Rojas, G., Salas, R., & Jiménez, C. (2006). Estilos de aprendizaje y estilos de
pensamiento
entre estudiantes universitarios. Estudios Pedagógicos (Valdivia), 32(1), 49-75.
Ventura, A. C. (2011). Estilos de aprendizaje y prácticas de enseñanza en la universidad:
Un binomio que sustenta la calidad educativa. Perfiles educativos, 33(SPE), 142-154.

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