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Para comprender la inserción de Argentina en el mercado mundial entre 1850 y 1880 debemos

observar en el espacio pampeano la expansión del lanar y como la economía bonaerense se


transformó con esta producción y las experiencias de modernización y expansión agraria en Santa
Fe a partir de sus 3 pilares; colonización agrícola, infraestructura y modernización financiera.
Mientras que para el espacio extra pampeano los ensayos de Mendoza y Tucuman, ambas
provincias lograron desarrollar agroindustrias, centrales para la formación de un mercado interno
y por ende para la plena inserción de la región al sistema capitalista

El ciclo lanar bonaerense inició el proceso expansivo tras el declive de los precios del cuero,
estancieros y pequeños productores desplazaron su actividad hacia la cría del ovino atraídos por el
alza del precio lanar y por beneficios con mínima inversión. El mejoramiento del ganado progresó
extendiéndose a toda la campaña desplazando al vacuno. Desde la década del 50 el ovino ocupo el
lugar central en las exportaciones argentinas. El impulso para que el país se constituyera como
exportador en el mercado mundial vino del estímulo de Gran Bretaña en una primera etapa y
después de Europa y Estados Unidos, Bélgica y Francia principalmente que al crecer sus mercados
de consumo y reducir la demanda arancelaria abrieron sus mercados a la lana nacional.

En cuanto al mercado de trabajo, la expansión ovina demando trabajo simple y calificado. Esta
demanda agravo la escasez de la mano de obra, lo que trajo como consecuencia un alza en el
precio de los salarios, mayores oportunidades de progreso y el ingreso de las mujeres al trabajo.
Los factores más relevantes fueron; la inmigración extranjera de Europa que atenuó la escasez y
profundizo las relaciones de mercado. Aunque en esta primera etapa ante la falta de mano de
obra los trabajadores obtuvieron mejores salarios, y la aparcería; como mecanismo que les
permitió acceder a los medios de producción y convertirse en autónomos. Se puede decir que el
rol del Estado fue acentuar su presión represiva con el fin de incrementar la fuerza laboral,
limitando la libertad jurídica y móvil de los trabajadores. Esto no sirvió para apaliar la escasez de
brazos justamente porque era incompatible con la alta movilidad de mano de obra que requería la
ganadería ovina. En el factor tierra el estado regulo la propiedad en detrimento de los campesinos,
las expropiaciones estatales pasaron a sectores privados consolidando la gran propiedad. Las
instituciones bancarias del estado fueron relevantes para la financiación de la económica lanar ya
que permitió créditos baratos y acceso a modestos propietarios, el Banco Provincia fue el núcleo
del sistema bancario al que se sumaron entidades extranjeras. El rol del estado estuvo en la
construcción de un marco legal para el despliegue de la economía capitalista. La constitución del
53 consagró los derechos a la propiedad, civiles a los inmigrantes y los códigos comerciales
dotaron del ordenamiento necesario para el orden público, de manera que el estado pudo volcar
sus preocupaciones en la integración económica del país con el extendido de las líneas
ferroviarias. –

En Santa Fe la solución al estancamiento económico producto de las guerras civiles fue el fomento
de una producción pecuaria expansiva que puso en producción tierras de frontera a través de una
colonización agrícola. El éxito de este fenómeno posibilitó la modernización económica y la
especialización en el cultivo triguero. Para 1870 esta producción se convirtió en el motor de la
región, el área sembrada ocupaba casi todo el territorio y el aumento de la productividad había
posicionado a Santa Fe como mercado de cereales que se volcó al mercado mundial. Dicha
transformación posibilitó la modernización de las infraestructuras de comunicación ferroviaria,
fluvial y terrestre, apoyándose en modernos instrumentos financieros. El acceso a la tierra se
realizó primero por contratos de la provincia con empresarios privados y posteriormente la
demanda se sustentó por el flujo de inmigrantes con disponibilidad de tierras baratas y modalidad
de arrendamiento. Este pilar de colonización permitió que la provincia pudiera volcarse hacia la
especialización cerealera ya que pudo superarse el aislamiento y las dificultades de acceso a los
mercados. El trabajo fue desarrollado por inmigrantes extranjeros, solución a la escasez de mano
de obra, el arrendamiento posibilito el acceso a la propiedad de la tierra. La especialización
triguera permitió economías de escala y la formación de un mercado nacional de cereales, este
crecimiento se hizo posible a través del pilar de infraestructura moderna que permitió la
construcción del ferrocarril que comunico a las colonias consolidando sus núcleos productivos,
modernización del puerto para acopio de cereales, molinos industriales harineros con
innovaciones tecnológicas y una expansión ganadera ovina también de tipo moderna. La
expansión económica se sustentó gracias al establecimiento de instituciones bancarias estatales
que posibilitaron créditos sólidos con acceso a productores pequeños. Los capitales extranjeros se
dirigieron a la infraestructura, ambas instituciones permitieron una expansión bancaria volátil con
bajas tasas, mientras que el sistema informal opero paralelamente como complemento. El rol del
estado se verifico en las políticas que impulsaron un ordenamiento monetario posibilitando la
capitalización del sector y en las inversiones en infraestructura ferroviaria que permitió conexión
con las colonias alejadas del puerto, la modernización del mismo y la consolidación de esos
núcleos productores para la exportación mundial.

Para el espacio extra pampeano fueron importantes los circuitos mercantiles coloniales. En el caso
de Mendoza, el desarrollo de una economía ganadera orientada hacia el Chile y la actividad
triguera orientada hacia el litoral, le permitió tener saldos positivos ante el déficit con el comercio
del litoral. Tucumán tenía un circuito comercial forjado en el antiguo espacio económico peruano
con el litoral, el espacio andino y el interior, sus producciones desarrollaron un segmento
manufacturero. Ambas provincias habían desarrollado una actividad agrícola que le permitió
destinar excedentes al litoral e interior pero la consolidación del mercado nacional a través del
avance del ferrocarril, y la competencia de las harinas del litoral fueron factores de reorientación
hacia el mercado vitivinícola en Mendoza y de la caña en Tucumán. En cuanto al mercado de
trabajo en ambas provincias quienes hegemonizan el sector mercantil, ganadero y manufacturero
están insertos en redes sociales y económicas antiguas. En la base de la pirámide se encuentran
productores, criadores, labradores, estos actores dependen fuertemente del sector propietario-
mercantil y de las oscilaciones de la demanda. En la cúspide de la pirámide se encuentran
hacendados, propietarios, comerciantes integrados, estos últimos manejaban todo el proceso
productivo además de la exportación, sus decisiones económicas influyen en todo el proceso de
organización productiva y territorial. Estos fueron los actores que pudieron reorientar sus
inversiones hacia las producciones azucareras y viñateras aprovechando los circuitos mercantiles
que pervivían de la colonia y los capitales que generaron en esos espacios para la reorientación
hacia la agroindustrializacion

En cuanto al mercado de trabajo en ambos espacios se accedió a mano de obra migrante,


extranjera y del interior. El rol del estado en este sentido estuvo destinado a la captación y
retención de trabajadores para la formación de mercados de trabajo a través de la libreta de
conchabo, leyes o decretos que sujetaban a los peones en el lugar de trabajo. Este sistema
coactivo no surtió mucho efecto dado que era imposible evitar la movilidad de la mano de obra
por los elevados salarios, razón por la cual la contratación ilegal funciono como mecanismo que
abrió paso al mercado libre de trabajo. Los modelos industriales requirieron del estado la puesta
en marcha de ferrocarriles que comunicaran los centros con el mercado del litoral, una
modernización del sistema financiero (instituciones bancarias) disponibles para incorporar
pequeños productores al sector, políticas de estímulo a la migración y formación de recursos
humanos y protecciones arancelarias que reduzcan costos de trasporte y mejoren la competencia
ante la concurrencia de la competencia importadora

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