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Resumen 1º Parcial - Varios autores, Roy Hora, Gallo,


Rocchi, Palacios, Rock
Historia Económica y Social Argentina (Universidad de Buenos Aires)

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Historia Económica y Social Argentina


Primer Parcial
Roy Hora. Historia económica de la Argentina en el siglo XIX
La era lanar
Hacia mediados de siglo, la ganadería ovina emergió como el sector más fuerte de la economía
desplazando al vacuno y encabezando las exportaciones del país. Le inyectó un nuevo dinamismo al sector
exportador y fue primordial en la modernización de las empresas rurales pampeanas. A su vez, trajo mejoras en
las redes de comercialización, transporte y financiación y en los salarios. Para esto, contó con el apoyo del Estado,
el cual se convirtió en un auxiliar de la expansión de la economía capitalista.
La lana desplaza al cuero
Previo al auge de la ganadería ovina, en la primera mitad del siglo las exportaciones de cuero habían caído
a causa de la baja de los precios en los mercados de destino. Por fortuna, existía una similar reducción en los
precios de las importaciones, con lo cual hubo mejoras en la producción y el transporte. Sin embargo, este
equilibrio tuvo un impacto desigual beneficiando a los consumidores de bienes importados y sectores
abastecedores de la demanda interna. La caída de las cotizaciones llevó a la busca de alternativas como la lana,
que tenía precios más atractivos y una demanda elevada.
La oveja fue introducida en América por los españoles en el siglo XVI pero durante todo el período colonial
tuvo un papel marginal vinculado únicamente a la economía doméstica debido al mayor cuidado que requería y la
poca demanda que encontraba en una población con poca cultura textil. Los pioneros fueron un conjunto de
capitalistas, mercaderes y especuladores extranjeros (ppal. británicos y alemanes) que habiendo acumulado
capital y experiencia en el comercio internacional buscaban diversificar sus activos. Se hallaban familiarizados con
sistemas agrarios más sofisticados que el pampeano.
A partir 50´, la cría de ovinos refinados se extiende fuera de estos extranjeros a toda la región pampeana
(mayor concentración en Bs.As) y llega a superar al vacuno. Se realizan importantes progresos en la mejora
genética del ganado criollo mediante la cruza con reproductores importados. Durante la presidencia de Mitre, se
convierte en el ppal. motor de la exportación. Pasado el impulso inicial, entró en una etapa de madurez y su
crecimiento fue menos explosivo. A partir de 1895, empezó un lento retroceso superado por la agricultura
granífera y una ganadería vacuna transformada.
Los mercados de destino
El estímulo inicial del mercado mundial provino de GB con su revolución en la elaboración de tejidos de
esta fibra y la reducción de las tarifas proteccionistas. Luego, las industrias textiles de EEUU, Francia y Alemania
hicieron lo mismo.
Cambios en las empresas agrarias
La producción de lana transformó las empresas ganaderas pampeanas. La estancia ovina se organizó en
puestos a cargo de un pastor. El cuidado y mejoramiento del rodeo requirió grandes inversiones de capital y mayor
fuerza de trabajo tanto en calificación como en cantidad. Las ovejas requerían atención constante, y más aún en
los períodos de esquila y parición: había que bañarlas, marcarlas, protegerlas del clima y de los depredadores.
Dada la tradicional escasez de mano de obra, durante el período expansivo de la economía lanar aumentaron los
salarios, las oportunidades de progreso y se impulsó el ingreso de la mujer al trabajo asalariado. Frente a estos
incentivos, las migraciones interiores fueron superadas por la expansión de la migración internacional de
trabajadores (ppal. Italia e Irlanda), mayormente masculinos con ambiciones de progreso y las calificaciones
requeridas. Dichas migraciones contribuyeron a expandir las relaciones de mercado. Pese a las estrategias
represivas del Estado acompañado por los grandes terratenientes para presionar sobre los pobres del campo y así
aumentar la oferta de fuerza de trabajo, la mejor arma para los empleadores fueron los dichos incentivos
mercantiles que estaban dispuestos a ofrecer.

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La aparcería1 fue el principal instrumento que permitió a los hombres comunes más afortunados (que
llegaban sin más recursos que su fuerza y capacidades) convertirse en productores independientes y a veces, en
propietarios.
Sin embargo, el escenario favorable fue revirtiéndose en la etapa de madurez (a partir de 1865) ya que la
sostenida migración redujo la escasez de mano de obra cediéndole mayor posición negociadora a los propietarios.
A su vez, las oportunidades de progreso se debilitaron a medida que aumentó el precio del suelo y la importancia
de tecnologías más costosas. Los primeros procesos de modernización productiva en la historia rural pampeana
obraron a favor de los grandes terratenientes con mayores recursos para invertir en infraestructura (ej.
Alambrados) y animales de raza ya que el acceso al crédito era caro y escaso al ser una economía que carecía de
instituciones financieras. La suba de los precios del suelo tuvo el mismo impacto desigual. Las grandes estancias
también sacaron ventaja de sus economías de escala 2.
Comercio y transporte
La comercialización previa a la era lanar se basaba en el intercambio de textiles y bienes de consumo por
cuero a través de las casas comerciales en modestas cantidades. Con el incremento del comercio exterior en la
economía lanar, las casas mercantiles fueron reemplazadas por un sistema comercial más complejo con firmas
orientadas a la importación de insumos para las empresas rurales y firmas textiles europeas con representantes
directos. Dicha complejización y la creciente competencia entre sus agentes abarató la comercialización.
A su vez, se transformó el sistema de transporte. Desde los 60´, se invirtió en las primeras líneas de
ferrocarril, el cual desplazó a la carreta pero la convirtió en su complemento necesario. El coste total descendió. La
expansión lanar se benefició de las mejoras en los buques de ultramar, cuando la navegación a vapor comenzó a
desplazar a la vela. Sin embargo, los puertos argentinos tuvieron escasas mejoras. Esto revela que la era lanar fue
una etapa de transición.
El Estado y las instituciones
El fin de la dictadura de Rosas inició un período de construcción de las instituciones que sentaran el marco
legal y político para el despliegue de la economía capitalista. El contexto internacional favorecía dichas iniciativas
al crecer las oportunidades de integración en el mercado mundial en expansión. Frente a esta necesidad, Urquiza
promovió la sanción de la Constitución de 1853 que sentó las bases para la transformación institucional liberal.
Consagró los derechos de propiedad, la eliminación de las adunas interiores y aseguró el libre comercio de
personas y bienes que significaba el fin del monopolio fiscal porteño.
Con la Revolución del 11 de Septiembre, Bs. As (Mitre) se separa de la Confederación (provs del litoral e
interior) hasta 1859, período en el cual el predominio económico y fiscal de la Gran Provincia se profundizó. Luego
de varios enfrentamientos militares en los que Urquiza vence a Mitre pero no logra unir los dos bandos, lo deja
ganar en la Batalla de Pavón para conseguir la unificación. Mitre fue el primer presidente de la Argentina
reunificada. Se adopta la Constitución en todo el país y se sancionan los Códigos de Comercio y Civil.
La implantación del orden liberal fuer más fácil y exitosa en Bs.As ya que el mayor desarrollo de la
economía de mercado facilitaba la emergencia de instituciones y deseaba créditos, inversiones y garantías de
propiedad.
Sin embargo, pese al clima favorable al capital extranjero y los esfuerzos del Gob., los inversores
extranjeros tuvieron extremo cuidado con los riesgos a asumir. Dados los bajos flujos que arribaron, aumentó la
relevancia de la generación de ahorro y la banca local. El Banco de la Provincia de Buenos Aires fue la primera
institución de crédito en el cual funcionó una caja de conversión, llamada Oficina de Cambio, que puso a la
moneda local bajo un régimen de convertibilidad de modo que volvió a tener respaldo en metálico. Esto es un
signo de respetabilidad financiera. Este banco funcionó como el núcleo de un sistema bancario en el cual apareció
el Banco Nacional y dos hipotecarios, uno provincial y uno nacional. Dicho sistema tuvo un papel importante en la
financiación de la economía lanar por la magnitud de sus depósitos y capacidad para canalizar el ahorro a fines
productivos.
El Estado avanzó en el régimen de propiedad absoluta. A la caída de Rosas, existía un gran desorden
debido a la cantidad de criterios que las autoridades coloniales e independientes habían aceptado. Los

1 Modalidad contractural entre el terrateniente/empleador con el trabajador para repartir los beneficios de la explotación. Asegura el máx.
rendimiento porque se comparten los riegos.
2 Empresas que reducen el coste medio por unidad a medida que se expanden

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gobernantes liberales aceptaron el principio de que la posesión continuada era un antecedente válido para
establecer derechos. Los sectores más débiles (paisanos) fueron los afectados por esta arbitrariedad estatal. Sin
embargo, esta política no tenía el deseo de favorecer a los grandes propietarios sino de construir una sociedad
rural de pequeños propietarios.
Este deseo estuvo lejos de cumplirse en los territorios expropiados por el Estado a los indígenas
pampeanos a través de la “Conquista del Desierto” (1878-79), en los que predominó la gran propiedad. Hasta
entonces, las reiteradas invasiones indígenas coincidían con la etapa de auge lanar y la necesidad de aumentar el
área de explotación, por lo que se buscó la solución definitiva a través de dicha ofensiva para quebrar la
resistencia indígena e incorporar millones de hectáreas al dominio estatal, las cuales fueron rápidamente
privatizadas.
Fuera de Bs.As la expansión capitalista dependió más de las iniciativas estatales que de las fuerzas del
mercado dada la sociedad poco integrada a la economía del intercambio. A pesar de los esfuerzos de Urquiza para
lograr la integración, los modestos recursos de la Confederación lo impidieron. Con Mitre, esto cambió y el Estado
volcó parte de los recursos generados por Bs.As en el interior. La presencia del Estado Central se hizo sentir con
una intensa presión militar para disciplinar a las clases populares que resistían el avance porteño. (60-70). Con la
paulatina consolidación del Estado y la pacificación del país la integración económica vino de la inversión estatal e
vías ferroviarias, a través de un sistema de garantía a la inversión. Pese a dicho auxilio, el progreso en las regiones
interiores fue lento.
Buenos Aires, el litoral y el interior en la era de la lana
El incremento del ingreso generado por la economía ovina expandió el consumo del mercado interno.
Mientras Bs.As se afirmaba como el motor ppal., los territorios al oeste del Paraná (Sta. Fe) ganaban importancia
pero las prov. mesopotámicas perdían dinamismo. A su vez, el interior experimentó una leve expansión ya que
algunos de sus distritos profundizaron sus relaciones con el mercado litoral creciendo hasta donde los costes del
transporte se lo permitían y por otro lado, las provs del norte y oeste encontraron salida en la act económica del
Pacífico.
La ciudad de Buenos Aires
En esta era, se afirmó como el ppal. centro urbano del Atlántico Austral y eje del comercio exterior
argentino. Fue una de las urbes con mayor aumento poblacional del mundo (en 1870, los europeos eran la mitad
de la población porteña). Pese a la apertura del Paraná y el Uruguay al tráfico internacional (Constitución 1853),
los puertos de las provs litorales no lograron desplazar al de Bs.As por sus reducidos tamaños de los mercados de
consumo. El valor de las exportaciones de lana se concentró en tierras bonaerenses, en particular en las que
rodeaban a la ciudad y dependían de sus redes de comercialización y transporte. Allí, creció la importancia de las
acts mercantiles y financieras vinculadas con el comercio de productos para la exportación.
Gracias a la migración y la prosperidad exportadora, tuvo lugar una visible europeización de las
costumbres y patrones de consumo y, en particular, una separación entre los hábitos de los sectores altos y las
clases populares. Nació un sector mercantil basado en grandes tiendas especialmente dirigido a satisfacer las
demandas de los ricos en las cuales se establecieron los precios fijos, sistemas de distribución domiciliaria y una
creciente especialización en el comercio de bienes y servicios de lujo. La estructura de comercialización ocupó un
considerable porción de la fuerza de trabajo urbana. A su vez, se incrementó la participación femenina en le sector
mercantil de la mano de los talleres y el servicio doméstico. La expansión de la ciudad permitió que la economía
gane cierta autonomía a las variaciones de los precios exteriores gracias al crecimiento del mercado interno.
La expansión demográfica contribuyó al auge de la construcción: viviendas e infraestructura. La ciudad
adquirió un aspecto más europeo (desaparecieron casas criollas) y el estado realizó mejoras en los servicios.
La producción manufacturera (sector secundario) fue la que menos cambios tuvo y la demanda fue
satisfecha por bienes de consumo importados, favorecidos por la rebaja de las tarifas aduaneras dadas las ideas
librecambistas. En estos años se registra una mínima suba en la importación de bienes de capital con destino a los
ferrocarriles y no a la industria.
El mundo rural pampeano
Provincia de Buenos Aires: expansión productiva y crecimiento del consumo

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Entre la caída de Rosas y la Conquista del Desierto, la provincia triplicó su territorio y población y, a la par,
aumentaron las exportaciones y la riqueza per cápita. En los distritos más alejados, la imagen de la pampa como
un desierto siguió vigente y allí se desarrolló la ganadería vacuna. En cambio, en las zonas de antigua ocupación, la
expansión ovina incrementó la productividad y la densidad de la población; con ello aumentó el ingreso y se
amplió el mercado (incorporación mujeres). En lo más de 77 centros poblados, el consumo se extendió y
diversificó: hubo cambios en la demanda y las formas de comercialización; las pulperías dejaron lugar a tiendas y
almacenes. El avance de las profesiones muestra la creciente complejidad de la sociedad rural.
Al igual que en la ciudad, el desarrollo manufacturero fue limitado y en cambio, siguió predominando el
ejercicio individual y artesanal. Para satisfacer las necesidades, los pueblos dependían aun de la red de la capital.
La integración del mercado interno tuvo consecuencias más positivas en la producción de alimentos ya
que gracias al ferrocarril, encontró una manera más barata de volcar la producción en el mercado porteño.
Incrementó la diversidad de oferta alimentaria. A la vera de las líneas de ferrocarril, surgieron chacras y quintas.
Santa Fe: un recomienzo promisorio
Sta. Fe creció más que cualquier otro distrito de la Confederación. La expansión poblacional se apoyó en la
transformación de las estructuras económicas provinciales.
Previamente, la prov. había visto desaparecer su riqueza por las luchas civiles, las trabas en la navegación
por el Paraná y las invasiones indígenas. Durante la federación rosista, fue la más pobre de las provs litorales. La
Batalla de Caseros inició una nueva etapa. Su primer motor fue el comercio interregional. Sancionada la libre
navegación, el puerto de Rosario se convirtió en el mayor puerto de la Confederación y el principal eje de
circulación entre las provs litorales e interiores, auxiliado por la navegación a vapor y una lenta mejora en el
transporte terrestre. Este dinamismo económico la convirtió en una urbe tan cosmopolita como Bs.As, la cual
recibió miles de inmigrantes, dejando atrás a Sta. Fe, la capital provincial.
En estos años, el territorio santafesino se expandió mucho y el gobierno puso en marcha un profundo
proceso de privatización de la tierra ya que el débil estado provincial carecía de los recursos necesarios para
impulsar la puesta en valor de esa extensa superficie y tampoco había actores económicos capaces de explotar
esas tierras sin ninguna infraestructura y mal comunicadas con los mercados consumidores.
Una vez en dominio privado, las tierras del sur fueron las primeras en encontrar el rumbo y dedicarse al
ganado ovino (2do motor). La limitación de recursos fue complementada por otros provenientes de la elite rural de
Bs.As. En el norte, se desarrollo una ganadería vacuna tradicional de baja productividad. Mientras tanto, en el
centro comenzó el proceso de crecimiento agrícola (3 er motor) impulsado por la formación de colonias de
agricultores europeos, que tuvieron 3 actores: empresarios de la colonización, las autoridades que aportaban
tierra fiscal barata y los inmigrantes que protagonizaron el movimiento colonizador y compartieron riesgos
aspirando a convertirse en agricultores independientes. Con el paso del tiempo, las colonias abandonaron su
orientación a los mercados locales y apuntó a otro más grandes. Para ello, cobró forma la agricultura extensiva y
especializada, en la que predominó el trigo. Hacia 1880, Sta. Fe era la ppal. prov. cerealera del país.
Entre Ríos: continuidad y retraso
Hasta 1870, la ganadería entrerriana continúo desenvolviéndose según líneas ya trazadas en el período
anterior, impulsada por la consolidación de la gran estancia ganadera en zonas de antiguo poblamiento y el avance
de pastores y pequeños productores en tierras libres, pero en calidad decreciente. Durante los 30-40´, la franja
costera con el Río Uruguay había sido la región más dinámica, pero pasada la mitad del siglo, el ascenso de Santa
Fe cambió las circunstancias, desplazando el eje desde el Uruguay hacia el Paraná.
La población de E. Ríos creció mucho, pero ppal. por migrantes de Corrientes y Paraguay y no tanto
europeos, lo que marco la atonía de su economía en una etapa signada por el cambio tecnológico. También
padeció limitaciones ecológicas: tierras de pastos duros poco aptas para la cría y la agricultura, con muchos cruces
de ríos y arroyos y zonas anegadizas, las cuales fueron útiles durante la era fluvial pero un obstáculo para el
ferrocarril. Estas limitaciones desalentaban la inversión en técnicas más intensivas o la mejora del rodeo.
E. Ríos reafirmó su perfil de economía del vacuno criollo. Los bajos niveles de integración al mercado y las
limitaciones a la acumulación del capital afectaron la circulación de la moneda y el crédito y la prov. no logró
conformar un sistema bancario capaz de movilizar el ahorro local o canalizar inversiones externas. Esto le otorgó
importancia a la acción del Estado, el cual no logró ni dotar a la prov. de una base fiscal ya que los ingresos por

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impuestos a la tierra no fueron muchos ni incrementar la seguridad jurídica de la inversión rural ya que la
constitución del régimen de propiedad fue lenta.
El avance del orden liberal supuso una expropiación de derechos para las clases populares que agudizó la
brecha social. El capitalismo significó en E. Ríos recortadas oportunidades de mejoras de vida, conflictos por el
acceso a la tierra, descontento social y conflictos políticos.
El interior
No hubo cambios comparables con los pampeanos. Aún así, el nuevo orden creo condiciones mas
favorables para el crecimiento económico: aumentó la seguridad de los bienes y personas, se redujeron las
barreras fiscales y hubo obras de infraestructura. La población creció a un ritmo menor que en el litoral.
Tanto los conflictos entre la Confederación y Bs.As, las guerras civiles y la Guerra del Paraguay afectaron
negativamente a estas provs., especialmente por la intensa presión reclutadora de hombres en edad productiva
agravado por la migración de los mismos hacia sectores más dinámicos y con más oportunidades.
La expansión del mercado mundial no sólo significó la integración del interior al mercado pampeano sino
también a la costa del Pacífico: creció la demanda en Chile y Bolivia = el interior giró en torno a 3 grandes
mercados: Bs. As, Chile y Bolivia. Pese a sus limitaciones por el costoso y precario sistema de trasnporte, las
economías del interior alcanzaron parte de ese dinamismo.
El Norte y Tucumán
Hasta 1880, la moneda de plata boliviana fue el medio de pago en el interior, lo cual indica la importancia
de la economía minera en el sector. Salta era el principal nexo con los mercados andinos y los puertos del norte de
Chile. Desde mediados de siglo, el aumento de la demanda chilena y boliviana de animales en pie reforzó el
comercio de la economía ganadera salteña, impulsando la expansión de la frontera hacia las selvas chaqueñas.
Sin embargo, avanzado el período, la importancia del mercado boliviano fue decayendo. Un indicio de
esto es la creciente influencia del mercado litoral en la economía de Tucumán. Esta provincia poseía una economía
diversificada con una amplia población de pequeños y medianos productores. Los actores más poderosos
fundaban su primacía en el control del comercio, dada la crucial ubicación en el cruce de las rutas al Alto Perú y el
Atlántico. En los 60´, la prov se vinculo más con Rosario y acentuó su perfil azucarero.
Cuyo
A causa de la contracción de la ganadería chilena (por la expansión de su agricultura), la producción y
comercialización de ganado a través de la cordillera fue el motor de la economía cuyana hasta 1870,
especialmente en Mendoza. A su vez, esta prov producía trigo pero con destino al litoral. Dicha combinación
reforzó el poder de la elite mercantil mendocina y creó oportunidades para las clases más bajas dada la escaza
fuerza de trabajo existente (ej. régimen arrendamientos). Este último dio lugar a migraciones de las provs vecinas.
Sin embargo, la expansión tenía bases débiles, ya que una vez que la agricultura chilena perdió sus mercados, la
ganadería cuyana también cayó y simultáneamente, el desarrollo del trigo en Sta. Fe desplazó a la producción
mendocina. Las dificultades fueron recién superadas en 1880 con la reorientación hacia el cultivo del vid y el vino.
Bienestar y equidad
Entre 1850-80, el incremento del ingreso per cápita se distribuyó de modo desigual, con mucha diferencia
entre el litoral y el interior.
El mayor proceso migratorio interregional se dio desde el interior a la pampa pero a su vez, existió otro
menor desde el interior hacia Tucumán y Mendoza. El hecho de que el primero no lo haya anulado nos indica que
los procesos de expansión con mejores oportunidades ya estaban puestos en marcha.
La intervención del estado en la mejora de la calidad de vida en el interior fue poca. Si bien la desaparición
de la guerra y la afirmación del orden estatal contribuyeron, existió una intensa presión reclutadora y poco
empeño por mejorar las condiciones de los sectores populares. Los impactos positivos fueron indirectos:
ferrocarril, más seguridad y mejores comunicaciones.
En líneas generales, la expansión económica que dio lugar al incremento de la riqueza y el consumo formó
un orden social más complejo y estratificado. Aparecieron los sectores intermedios en las ciudades, mayormente
extranjeros que desplazaron a los trabajadores nativos hacia niveles inferiores. El avance de la desigualdad
permitió la formación de un poderoso grupo de grandes estancieros que concentró la riqueza social.

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Gallo, Ezequiel. La política y la sociedad entre 1870 y 1916.


Argentina en los 70´
Pocos hubieran previsto el portentoso proceso de transformación social a partir de los 80´. Los avances
durante las presidencias históricas, aunque significativos, habían sido lentos y difíciles: la ganadería seguía siendo
de baja calidad, el país importaba trigo, la red de transportes cubría una pequeña parte del territorio, y los
capitales e inmigrantes entrantes eran pocos. Peor aún, estos tímidos progresos se interrumpieron por la crisis del
trienio (1874-77).
Además, lo que luego serían las fértiles tierras pampeanas se encontraban muy poco explotadas y gran
parte del territorio estaba despoblado. El “desierto” se encontraba indócil por las distancias y la resistencia india.
Durante la presidencia de Avellaneda, la campaña militar de Roca puso fin al problema. La violencia no sólo estaba
en la frontera india, sino tmb en la Guerra del Paraguay, los enfrentamientos interregionales y en la vida política,
ya que hubo fuertes disputas entre los 2 partidos porteños: Partido Nacionalista (Mitre) y Autonomista (Alsina).
La compleja situación institucional se agravaba por la debilidad de la autoridad central, la cual se
manifestó en el conflicto entre el Banco de la Prov. de Bs.As y el Banco Nacional, que salió desfavorecido dada la
mayor solidez de las instituciones bonaerenses.
En las elecciones de 1880 (Roca vs. Tejedor), Roca encontró la clave del éxito en la amplitud y solidez de la
coalición política de los 3 últimos años de la década. Durante su gob, se aprobaron leyes que pasaron atribuciones
al poder central y se federalizó la ciudad de Buenos Aires 3. A su vez, se afianzó el ejército nacional, se unificó la
legislación monetaria y la educación pasó a mano de las autoridades nacionales. Las consecuencias políticas e
institucionales fueron el resultado de la puesta en práctica de la Constitución.
Asegurados el orden y la seguridad jurídica, una situación internacional favorable desató el boom
económico con fuertes cambios en la estructura demográfica y social del país.
La sociedad (1869-1914)
Hubo una entrada masiva de inmigrantes extranjeros entre 1871 y 1914 (ppal. España e Italia) con destino
mayoritario al litoral pampeano y escaso al interior, salvo Mendoza y Tucumán. También se modificó la relación
urbana-rural: creció la cantidad de pobladores en las grandes ciudades. A su vez, aumentó el número de pequeños
poblados en el litoral pampeano, lo cual ayudó a disminuir, junto con los ferrocarriles, el aislamiento de las zonas
rurales. La emergencia de los poblados fue provocada por los cambios en la estructura productiva (del ganado a la
oveja).
La estructura socio ocupacional cambió. Entre 1869-95, predominaron las acts primarias de la mano de la
expansión del sector agrícola y de las terciarias. En cambio, entre 1895 y 1914, con la mecanización de la
agricultura y el aumento del tamaño de la empresa cerealista produjeron una caída del sector primario y un
aumento del secundario. El terciario siguió creciendo y hubo un fuerte aumento en la construcción en las
ciudades. Los inmigrantes tuvieron una fuerte participación en la industria y el sector agropecuario (mayormente
agricultores4). En este período existió una creciente movilidad social, ppal en las zonas urbanas (industrias y sector
terciario) y la región de cultivos de cereales, que contribuyó a la expansión de las clases intermedias.
Las condiciones generales en el litoral mejoraron: caída analfabetismo, progresos calidad de la vivienda y
condiciones sanitarias. Por su parte, los avances en legislación laboral (muchas veces presionados por huelgas)
fueron lentos aunque se consiguió la disminución de la jornada y los feriados, entre otras cosas. Dichas
condiciones no se reprodujeron de igual manera en todo el país: el desplazamiento del centro de la actividad
económica desde el Alto Perú al Río de la Plata produjo el estancamiento de las economías regionales que no se
adaptaron (ej. Stgo del Estero, Corrientes, Cuyo).
Los distintos sectores sociales se organizaron:
 Empresarios: Unión Industrial Argentina
 Organizaciones obreras sindicalistas: FOA (Federación Obrera Arg), FORA (Federación Obrera Regional Arg) y UGT
(Unión General de Trabajadores)
 Ganaderos prov. de Bs. As: Sociedad Rural Argentina (invernadores) y CARBAP (criadores)

3 Con lo cual, se debilitó la posición dominante de la provincia de Buenos Aires


4 2 razones: 1. La ganadería era la act de mayor desarrollo antes de su llegada y la expansión agrícola fue contemporánea a la misma. 2. La
estancia ganadera requería mayor inversión.

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 Arrendatarios región cerealista: Federación Agraria Arg

A pesar de ciertos conflictos entre nativos y extranjeros, el proceso de asimilación de los inmigrantes fue
rápido y tuvo un fuerte impacto en el estilo de vida del litoral desde la alimentación hasta el lenguaje. La rapidez
se debió en gran parte a que la mayoría provenía de países de similares rasgos culturales y religiosos, de la
liberalidad de la legislación civil y de su participación en las actividades comunes. Las costumbres locales tmb
fueron trastocadas por el boom económico que introdujo modificaciones en las regiones productivas (ej.
alambrado, reproductores refinados) y aún más visible, en las grandes ciudades. En Bs. As a principios del siglo
todo era distinto:
 Construcción edificios e administración, parques, avenidas y subterráneos
 Traslado de modas europeas por inmigrantes y argentinos que viajaban
 Modernización en el campo de las ideas: corrientes literarias, científicas y políticas
 Expansión educación secundaria y universitaria
La política entre 1880 y 1912
A partir de 1880, Arg. vivió un período de estabilidad política. En ese mismo año, se formó el Partido
Autonomista Nacional (PAN) que fue la primera agrupación de extensión nacional que conoció el país. Durante las
presidencias de Roca y Juárez Celman, se aprobó una extensa legislación . En este período, el ejército nacional se
convirtió en un firme sostén de las autoridades y la estabilidad descansó en una supremacía del Poder Ejecutivo
Nacional, el cual podía decretar la intervención federal ante un gobierno local desafecto al central. A través de
este y otros mecanismos, la Constitución había facilitado la supremacía presidencial. Por otro lado, los principios
liberales de la misma permitieron el desarrollo de una prensa sumamente influyente en la conformación de la
opinión pública que vigilaba los actos de las autoridades nacionales.
Además, el bajo nivel de participación electoral facilitaba las cosas. Era mucho más bajo si consideramos
la gran cantidad de extranjeros que constituían la población masculina en edad de votar que no habían adquirido
la carta de ciudadanía y que tampoco eran tratados de incorporar por los partidos opositores, a excepción del
socialista. La indiferencia política era predominante y el voto no era obligatorio (hasta 1912). Como suma a todo
esto, el control de las elecciones se llevaba a cabo a través del fraude: desde trampas inofensivas, compra de votos
y hasta violencia física. El fraude no era aplicado sistemáticamente ya que no era necesario dada la apatía de la
sociedad, pero si cuando la oposición vencía es indiferencia y amenazaba la estabilidad de los gobernantes. Para
que fuera eficaz, quien lo realizaba debía contar con sólidos apoyos políticas y una buena organización. Quienes
lograban la adhesión de una parte de la población y los lazos entre los dirigentes y sus seguidores eran los
caudillos de los distritos rurales o urbanos, piezas clave del mecanismo político. Pocas veces ocupaban cargos y en
realidad, se conformaban con ejercer influencia y poder en la región. Por encima de la red de caudillos, estaban
las direcciones provinciales y nacionales que ocupaban los cargos y controlaban la política nacional.
Desde 1880 hasta 1916 se caracterizó a los dirigentes políticos como una cerrada oligarquía que apelaba a
cualquier medio para seguir en el poder. Sin embargo, no es conveniente exagerar su homogeneidad política ya
que el grupo dirigente estaba compuesto por personas con intereses contrapuestos. La historia del régimen
estuvo plagada de luchas intestinas. Sus períodos de estabilidad coincidieron con épocas de fuerte liderazgo
personal (Roca, Pellegrini, etc).
La oposición
Desde 1880 a 1912, diversos grupos y partidos integraron la oposición. La tradicional vino de las fuerzas
derrotadas en 1880 y especialmente del mitrismo. Estos grupos formaron en 1890 la Unión Cívica, la cual se
dividió en la Unión Cívica Nacional (UCN) liderada por Mitre y Unión Cívica Radical (UCR) por Leandro Alem, quien
en 1896 se suicida y el mando pasa a Hipólito Irigoyen.
No existían grandes diferencias en el apoyo social ni en los dirigentes de las distintas agrupaciones
políticas. La oposición no propuso programas muy distintos al oficialismo y sólo se preocupó por mantener el
centro del debate en la esfera político-constitucional y se desinteresó por otros tema. Lo que sí reclamaron fueron
elecciones honestas, el cumplimiento de la Constitución y criticaron la concentración del poder y la corrupción. No
era que ellos estuvieran libres de defectos (fraude, caudillismo) ni que tuvieran ausente el personalismo 5; sino que
cuestionaban el estilo político dirigido a la marginación de la oposición. Los radicales reaccionaron ante esta

5 Las figuras de Mitre, Alem e Yrigoyen cumplieron un rol similar a las de Roca, Pellegrini o R. Saenz Peña en el oficialismo

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negativa con revueltas armadas. Dicho temperamento revolucionario fue usado hábilmente por el oficialismo para
remarcar el futuro caos y anarquía si accedían al poder.
El personalismo tmb provocó divisiones oficialistas. La primera fue el intento de Juárez Celman de
desplazar a Roca que se vio frustrado por la revolución de 1890 a favor de Roca y Pellegrini. El resultado fue la
débil presidencia de L. Sáenz Peña, que concluyó con la renuncia del mismo y el reemplazo por su vice Uriburu,
que culminó con la nueva presidencia de Roca. En 1901, Roca rompe relaciones con Pellegrini y se vio forzado a
una nueva coalición que eligió como presidente a un ex mitrista como Quintana.
El ocaso del régimen (1912-16)
En 1916, la Unión Cívica Radical accede a la presidencia con la victoria en las elecciones regidas a partir de
la Ley Sáenz Peña de 1912 que estableció el voto universal, secreto y obligatorio para varones adultos, con la cual
la participación electoral aumentó. El debate por esta ley mostró al oficialismo seguro del éxito electoral. Para su
sorpresa, los radicales triunfaron en las zonas más prosperas del país: se impusieron en el litoral pampeano en
Cap. Fed, Sta. Fe, Córdoba y E. Ríos, concentrando sus votos en los sectores intermedios (urbanos y rurales, ppal
en los de cultivos de cereales); en las dos provs más desarrolladas del interior (Tucumán y Mendoza). Por su parte,
el oficialismo ganó en las zonas menos desarrolladas: provs del interior y zonas ganaderas del litoral pampeano.
Terceros estuvieron los socialistas, reducidos prácticamente a los barrios obreros de la ciudad de Bs.As. Cabe
recordar que el oficialismo concurrió a los comicios ya debilitado por sus coaliciones internas.

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Rocchi, Fernando. El péndulo de la riqueza: economía argentina en el período 1880-1916


Crecimiento económico y exportaciones
En el período 1880-1916, la Argentina atravesó un ilimitado proceso de crecimiento económico y social. La
población se triplicó y la economía se multiplicó 9 veces; el PBI y el producto per cápita crecieron. El motor fueron
las exportaciones de productos primarios (Modelo agroexportador = ‘el granero del mundo’). A fines del siglo XIX,
estas comenzaron a diversificarse con la producción de nuevas mercancías: cereales, lino, carne congelada ovina y
animales a pie. A principios del s.XX, la carne refrigerada vacuna se transformó en la nueva estrella desplazando a
la oveja, acompañada por una creciente presencia de los cereales.
El auge exportador arg fue parte de un proceso de internacionalización del intercambio comercial regido
sobre el desarrollo del capitalismo internacional. Las economías avanzadas estaban sumergidas en un proceso de
industrialización para el cual demandaba materias primas. Sumados a los bs y sv, tmb se comerciaban factores de
producción como el trabajo y el capital: el exceso de población europeo fue la ppal. fuente de mano de obra y el
excedente de capital de la industrialización de la inversión de los países que lo necesitaban. Dicha migración de
trabajo y capital requería en los países receptores un marco de orden político y jurídico que en A. Latina se brindó
a partir de la creación de los Estados centrales.
Este proceso se llevó a cabo en Arg entre 1852 y 1880 y a partir del mismo, el Estado comenzó a garantizar
seguridad jurídica, propiedad privada y el movimiento libre de capitales. La Arg contaba con un factor de
producción abundante y crucial: la tierra. El tipo de tierras, la fertilidad del suelo y el clima convirtieron a la región
pampeana en el eje de la expansión. Por su abundancia (incrementada con la Conquista del Desierto) el precio de
la tierra fue en principio muy bajo. Sin embargo, a medida que se alcanzaba el límite de la frontera productiva,
este fue creciendo.
La mano de obra fue provista por las inmigración, dadas las malas condiciones de la Europa superpoblada
y los incentivos de la Arg: movilidad social y salarios altos.
Las inversiones extranjeras se desplegaron con mayor ímpetu que en las épocas anteriores ya que el
Estado se esforzó en disminuir los riesgos del mercado ofreciendo garantías de rentabilidad y construyendo la
confianza al largo plazo. La primera ola de inversiones fue impulsada a través de la emisión de bonos del gobierno
sobre los que se pagaba un interés mayor que los que brindaba un banco europeo y un Estado que ofrecía sus
ingresos como garantía. La garantía estatal tenía como contrapartida la fijación de tarifas. La mayor parte de
capitales vino de G.B dirigidos ppal. al ferrocarril, pero tmb a tierras, comercio y hasta industria. En los 80´ las
inversiones ferroviarias se multiplicaron posibilitando la explotación de nuevas tierras. El Estado y Francia tmb
invirtieron en esta act, la cual llegó a su fin en 1916 con el límite de la frontera productiva rentable. Avanzado el
siglo XX, los capitales de EEUU tomaron importancia, especialmente en frigoríficos.
La economía pampeana
Las transformaciones macroeconómicas se correspondieron con cambios en las unidades productivas.
La producción de cereales comenzó en las colonias agrícolas en las cuales los agricultores eran dueños de
una pequeña parcela que trabajaban con sus flias. A principios del s. XX, este escenario del agro pampeano
cambió y la “estancia mixta” (combina agricultura con ganadería) concentró el grueso de la producción, favorecida
por las nuevas instalaciones y un manejo empresarial distinto de la vieja estancia. En ellas, el estanciero se
dedicaba al engorde (o invernada) el ganado, el cual era un negocio muy lucrativo, siempre que el forraje sea
barato. Para abaratar este costo, formaron asociaciones económicas con otro grupo de importancia: los
chacareros. Estos explotaban una fracción de la tierra para tareas agrícolas estacionales (gral cereales) que
arrendaban a los estancieros y se comprometían a dejar el campo alfalfado. Para los pequeños y medianos
chacareros la estancia mixta no siempre fue una buena noticia ya que constituían la “variable de ajuste” ya que
poseían la tierra en forma precaria y siempre era la empresa la que decidía la extensión de su actividad. Por
debajo de los chacareros en la estructura social estaban los peones o “braceros” quienes proveían de mano de
obra a los chacareros. Cabe destacar que los grandes propietarios no eran sólo invernadores, sino que tmb
existían los “criadores” que se encargaban de cría de los terneros previo al engorde. Sus campos eran de peor
calidad por lo que generalmente eran menos ricos y prósperos. La relación entre estos dos tipos de propietarios
no siempre era buena.

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El agro pampeano se caracterizó por la ausencia de grandes conflictos sociales. Sin embargo, cuando
estallaba una crisis como el Grito de Alcorta en 1912, las complejidades del tejido social salían a flor de piel. De
todas maneras, el conflicto se desarrolló más en las ciudades y tuvo a los obreros como protagonistas.
La industria se desarrolló en torno a la producción en serie de artículos de consumo y logró sus primeras
cifras significativas en los 90´ cuando surgieron una serie de grandes fábricas. Finalmente, a principios del s. XX, se
desplegó con más fuerza y mostró los primeros síntomas de masificación. A pesar de esto, encontró serios límites
en el mercado que demandaba sus productos: el interno. No tuvieron éxito con la exportación ya que no contaban
con las ventajas comparativas que la hiciera posible.
El comercio y las finanzas
Los intermediarios en la cadena de comercialización eran otras piezas del entramado y fuentes de
conflictos. Los almacenes de ramos generales proveían a los chacareros de mercaderías y créditos. A su vez, los
agricultores le alquilaban las máquinas para levantar la cosecha a las empresas dada su escasez de capital. Al
carecerse de un sistema de elevadores de granos que permitiera almacenar el producto, los agricultores
compraban bolsas de yute a un oligopolio de fábricas porteñas que mantenían un precio alto. El transporte a
través del ferrocarril tmb era caro. Por último, las casas exportadoras de cereales eran vistas como adversarios por
los productores en el proceso de exportación.
Los mecanismos de financiamiento eran otro de los problemas a los que se enfrentaba la producción
agrícola, especialmente para los pequeños productores. El sistema de créditos se basaba en la prenda hipotecaria,
los cuales los que no tenían tierras no podían adquirir, por lo que recurrían a otros mecanismos como los
almacenes de ramos generales. A principios de la década de los 80´, el escenario bancario estaba ppal. ocupado
por el Banco de la Prov. de Bs.As, de propiedad estatal y con una liberalidad creciente en la concesión de créditos,
mayormente destinados al sector ganadero o comercial. La estrategia liberal fue compartida por los bancos
privados. Además de los préstamos directos, el Banco Hipotecario de la Prov. de Bs. As participó como
intermediario en la cadena de crédito que tenía como inversores finales a los ahorristas británicos. Los inversores
no tuvieron en cuenta que la deuda estaba contraída en pesos moneda nacional y que con las devaluaciones de la
misma terminarían perdiendo dinero. A partir de ahí, la emisión de deuda se empezaría a hacer en pesos oro, los
cuales no dependían de las fluctuaciones.
En aquel entonces, en la economía arg se utilizaban dos monedas: los pesos papel o moneda nacional,
que variaban con la emisión local y los pesos oro, atados a este metal con pautas internacionales. Para fijar una
relación estable se implementó en 1881 la ley monetaria que establecía un patrón bimetálico, por el cual cada
peso se respaldaba en oro y plata. El sistema, que exigía un alto nivel de reservas, no era fácil de mantener, por lo
que en 1884 ante una pequeña crisis se volvió a la inconvertibilidad. La relación inestable favoreció a los
exportadores que recibían divisas extranjeras mientras que pagaban sus costos en pesos papel despreciados. En
1887, Juárez Celman lanzó la ley de bancos garantidos, la cual tendría una negativa repercusión. Establecía que
cualquier banco podría emitir moneda siempre que compraba bonos del gob nacional y, como consecuencia, se
vivió una emisión descontrolada que sumada a la concesión liberal de créditos derivó en la crisis de 1890, la cual
destruyó el viejo sistema bancario liberal. Muchos bancos quebraron, incluido el de la Prov. de Bs.As. La
reorganización de la red bancaria se llevó a cabo por las entidades más conservadoras y el Banco de la Nación
Argentina, creado en 1891 por Pellegrini, otorgándole el poder al Estado central de manejar la oferta monetaria.
Este fue conservador en cuanto a la concesión de créditos y despolitizado. Los bancos privados siguieron este
ejemplo.
El renovado crecimiento a principios del siglo XX cambió el panorama y permitió una mayor liberalidad de
los bancos. En 1906 reabrió el Banco de la Provincia de Bs.As. Hacia 1910, el país contaba con instituciones
estatales y privadas pero que no llegaban a formar un sistema bancario desarrollado, lo cual llevaba a restricciones
en el mercado de capitales. Mientras que el sistema bancario se movió con un fuerte conservadurismo el marco
monetario lo hacía en una novedosa estabilidad. En 1901, Roca estableció la ley de convertibilidad monetaria que
fijaba la conversión entre pesos papel y oro bajo el sistema de patrón-oro, la cual duraría hasta la 1GM.
El sector que más pujaba por esta estabilidad era el comercio ya que la moneda devaluada desfavorecía
las importaciones y afectaba al comercio interno, que incluía la act mayorista y minorista. La minorista tenía una
influencia considerable en la economía, empleaba a muchas personas y conservó sus características con el cambio
de siglo. En cambio, la mayorista, tradicionalmente ligada con la importación, comenzó a cambiar con el
surgimiento de la producción local y así, diversificaron sus ofertas. También surgieron las grandes tiendas que

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combinaban comercio con producción empleando cientos de personas. Tenían una comercialización dividida por
secciones y un amplio universo de bienes de consumo.
Mercado interno y mercado nacional
El crecimiento del mercado interno fue paralelo al de la exportación ya que el desarrollo agrario
pampeano generó efectos multiplicadores en el resto de las acts. Las actividades secundarias y terciarias, aunque
muchas veces ligadas con la exportación, crecieron y la economía interna generó su propio dinamismo. El
mercado arg se abastecía tanto de importaciones como de la oferta local. Parte de este mercado interno estaba en
la zona rural, donde la agricultura más que la ganadería proporcionó la demanda dada la cantidad de trabajadores
que tenía que eran a la vez consumidores. Siento alta en las zonas agrícolas, la demanda era aún mayor en las
ciudades. La urbanización fue paralela a este crecimiento. La construcción ocupó un lugar significativo dentro del
producto total y tuvo efectos transformadores como multiplicadores: las viejas casas chatas fueron reemplazadas
por edificios altos y la demanda para hacerla posible fue atractiva para la naciente industria. Las fábricas se
concentraban en la ciudad de Bs. As pero sus mercados iban más allá de la capital creando un mercado nacional
junto con la formación de una nación argentina.
Dicha creación requirió esfuerzos del Estado y el sector privado. El Estado debía proveer el contexto legal:
a pesar de que la Constitución lo había prohibido, seguían existiendo obstrucciones provinciales al comercio, por
lo que la Suprema Corte obligó a eliminarlas y así, las industrias de la capital pudieron reemplazar a las
manufacturas provinciales. El derrumbe final de las mismas se dio con las estrategias de las fábricas de Bs. As que
incluyeron la creación de productos de más baja calidad y la compra de fábricas en el interior que fueran
sucursales. El dominio industrial de Bs. As encontraba resistencia en las producciones regionales que el Estado
protegía, como el azúcar y el vino. De todas maneras, hacia 1910, el país formaba parte de un mercado unificado.
La revolución del consumo
El crecimiento del ingreso per cápita llevó a cabo la revolución del consumo. Las clases altas llevaban a
cabo un consumo prestigioso mayormente de importaciones por lo que las clases medias y bajas conformaron el
grueso de la demanda nacional. La clase media aumentó en número y contribuyó a la creación de una sociedad de
consumo masivo a principios del s. XX, en la cual la clase baja participó pero con más moderación. De la mano de
la victoria de la masificación y la secularización, la tradición tomó un significado diferente. Los lugares públicos, a
los cuales asistían individuos de todas clases, tomaron un papel cada vez más importante. La concesión de
créditos por las empresas comerciales se desplegó desde las grandes tiendas hasta los pequeños negocios y a
través del mismo, el acceso a los productos fue más flexible. La secularización del espacio y tiempo se tradujo en
el surgimiento de lugares comerciales como versiones de cielo en tierra en los cuales se desplegaban orquestas,
servicios de té y fuentes; y en la atención creciente a los grandes acontecimientos comerciales (ej. liquidaciones)
por sobre las celebraciones religiosas. Se implementó la publicidad y la vidriera como instrumentos para tentar al
consumidor. A su vez, la moda se transformó en una expresión de la elite de las masas: la indumentaria dejó de
ser un instrumento de diferenciación y la población comenzó a vestirse similarmente más allá de su posición
social.
Los vaivenes de la economía
La incorporación de Arg al capitalismo mundial le dio la vulnerabilidad de ese universo caracterizado por
los ciclos de auge y depresión. En 1866, la primera crisis internacional afectó a las exportaciones de lana. En 1873,
una nueva crisis mundial inició una etapa depresiva sobre toda la economía y tomó la forma de “crisis de balanza
de pagos”. Las importaciones superaron a las exportaciones poniendo en déficit a la balance comercial 6 pero esto
no implicaba un problema ya que había un superávit en la cuenta capital de la balanza de pagos 7. Con los síntomas
del desorden económico, las inversiones se redujeron y la cuenta capital pasó a ser negativa tmb. El gob de
Avellaneda enfrentó la crisis sin dejar de pagar la deuda externa para mantener el nombre del país a costa del
aumento de los impuestos a las importaciones y un ajuste en los gastos del gobierno. La caída del consumo
sumado a las tarifas se unieron para producir un descenso de las importaciones (superávit en el balance
comercial) y un aumento de la posibilidad del Estado (gastaba menos e ingresaba más) para pagar la deuda. Una
nueva crisis interrumpió el optimismo de los 80´ en 1884 que se superó sin mucho esfuerzo.

6 Es el registro de las importaciones y exportaciones de un país y el resto del mundo y uno de los componentes de la balanza de pagos.
7 La cuenta capital de la balanza de pagos representa las entradas y salidas por la compra y venta de bonos y acciones entre un país y el
resto del mundo.

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En 1890, en medio de la PME de Juárez Celman marcada por la ley de bancos garantidos, el crecimiento
económico se conjugó con un espíritu especulativo que hacía que se realizaran las transacciones más increíbles en
la Bolsa de Bs. As. Las inversiones especulativas pasaron a ser el blanco de la desconfianza y el público encontró en
el oro la única inversión segura, por lo que el peso nacional cayó y todo se derrumbó. Los orígenes de la crisis son
objeto de discusión: hay quienes echan la culpa al marco internacional y otros, en la PME. La salida de la crisis
estuvo en manos de Pellegrini siguiendo el modelo implementado años atrás por Avellaneda: elevaron las tarifas a
la importación, se renegoció la deuda externa y se logró un balance comercial favorable. A mediados de la década
comenzaron los síntomas de recuperación.
En 1897, hubo otra crisis provocada por varios factores: las altas tarifas habían llevado a la apertura de
una cantidad de fábricas que la demanda argentina no podía sostener (sobreproducción industrial) y el temor por
el desencadenamiento de una guerra con Chile llevó a la desaceleración en la concesión de créditos afectando a la
industria y al comercio. Mientras tanto, el sector externo permaneció estable.
A partir de entonces, la economía se desplegó de manera similar con los 80´, pero sobre bases más firmes.
El balance comercial se mantuvo favorable debido a la fortaleza de las exportaciones, las inversiones extranjeras
se renovaron y se vivió un período de optimismo con un fuerte crecimiento económico. La época dorada terminó
en 1913 con la crisis internacional generada por la inseguridad que la guerra de los Balcanes generaba en los
inversores. La estructura del sector externo llevó a que la solución no sea aplicar tarifas para disminuir las
importaciones como en crisis anteriores, dado que estas disminuyeron solas por el cierre de los mercados
europeos y la ortodoxia económica de de la Plaza lo impidió. La crisis puso a la banca privada en problemas, y fue
el Estado quien inspiró seguridad, lo cual muestra el éxito alcanzado por sus esfuerzos.
El Estado frente a la economía
Si bien no existió un Estado intervencionista, su presencia en la economía fue significativa. Promovió las
primeras inversiones garantizando sus bonos y ganancias y también, fundó las dos instituciones bancarias con más
influencia en el país (Banco de la Prov de Bs. As y Banco de la Nación Arg). A su vez, redujo los impuestos a las
exportaciones y los subió a las importaciones, y así, protegió la industria local. Sin embargo, esta protección fue
selectiva. La mayoría de los empresarios industriales eran a su vez importadores de manufacturados, por lo que
no iban a presionar por una política librecambista general (porque afectaba lo que producían) pero tampoco por
una proteccionista (dañaba lo que importaban), por lo que prefirieron influir sobre tarifas específicas. El Estado
adquirió esta postura y la economía encontró en esa posición intermedia entre el librecambio y el
intervencionismo su difícil equilibrio,
Los ingresos del estado nunca cubrían sus gastos, por lo que era cotidiano el déficit fiscal, el cual se cubría
a partir de la emisión de deuda pública, que asimismo aumentaba la tasa de interés, generando el efecto
crowding-out. El mismo se volvía más acentuado en los momentos difíciles, cuando los inversores preferían la
seguridad de los títulos del Estado antes que una incierta rentabilidad en la esfera privada. Aunque era negativo
para la inversión privada, un estado más gastador aumentaba la demanda agregada. El mismo era uno de los
ppal. demandantes para proveer a sus fuerzas militares, policiales y del servicio civil.

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Palacio, Juan Manuel. La antesala de lo peor: la economía argentina entre 1914 y 1930
¿Continuidad o ruptura?
Para la perspectiva de la continuidad, este período pertenece al modelo agroexportador en el cual la
producción agropecuaria y su exportación seguían siendo el sector más importante del desarrollo. La 1GM sólo
representa una momentánea alteración del sistema en la que las fuerzas mundiales pierden el impulso expansivo,
con lo que el crecimiento sufre alguna desaceleración pero la prosperidad no se interrumpe.
La perspectiva más atenta a las discontinuidades consideran los años 1914 a 1930 como un período de
transición. La 1GM representa un corte en la historia económica argentina y el primer gran shock externo, aunque
no inaugure un nuevo modelo de crecimiento. Su intensidad no fue de una crisis más entre otras. La paralización
del comercio, los flujos de capitales y la mano de obra fue tan drástica que fue necesario un proceso para sustituir
las importaciones. Por otro lado, hizo tambalear el sistema monetario internacional y fue necesario el
intervencionismo estatal para reencauzar las economías nacionales. Además, cambió el escenario económico
mundial: los cambios en la composición de la riqueza hacen que los mercados para las materias primas sean más
volátiles y más importante aún, la hegemonía británica en la región es reemplazada por los EEUU que se convierte
en el centro de las finanzas mundiales y el ppal. proveedor de créditos. Este último cambio es radical para las
economías estrechamente ligadas con G.B como la Argentina.
Cualquiera sea la perspectiva que se adopte, esta claro que con la vuelta de la paz la Argentina no era lo
que fue antes de la guerra: la belle epoque había terminado. El período 1914-29 tiene 4 sub períodos: depresión
(1913-1917), breve recuperación (1918-21), nueva recesión (1921-24) y renovada expansión (1925-29).
La 1GM y sus efectos
En 1913, el Banco de Inglaterra elevó la tasa de interés para corregir un déficit en la balanza de pagos y
contener la incertidumbre financiera. Esta restricción monetaria europea significó la salida de capitales de ese
origen de Latinoamérica, afectando a los países que dependían de los mismos para mantener equilibrada su
balanza de pagos, como Arg. La caída de los precios mundiales de la carne y los cereales y la mala cosecha 1913-
14 empeoraron la situación. La crisis del financiamiento externo generaron un drenaje de metálico del país que se
tradujo en una contracción monetaria y una crisis de liquidez que paralizó el comercio y mandó a muchas
empresas a la quiebra. El gob. tuvo que suspender la convertibilidad. De esta manera, para el estallido de la 1GM,
Arg ya estaba en crisis.
Si bien la desinversión y la depresión general continuaron hasta el fin de la guerra, el déficit comercial se
solucionó rápido con la recuperación de las exportaciones gracias a la demanda de guerra (favorecía las carnes
congeladas en detrimento de los cereales) y la caída de las importaciones (dificultades de navegación por la guerra
submarina sumado a el giro en torno a sólo satisfacer sus demandas de guerra de las industrias europeas). Esta
combinación tuvo efecto positivo para la balanza comercial argentina y negativo para los términos del
intercambio. La caída de las importaciones tmb tuvo como consecuencia el desarrollo de una industria sustitutiva
que sólo pudieron llevar a cabo los países con un previo desarrollo industrial. En cuanto a esta cuestión, el caso
argentino es contradictorio ya que tenía uno de los desarrollos más avanzados en Latinoamérica pero el
crecimiento no fue en medida decepcionante ya que la caída de las importaciones afectó a aquellas industrias que
dependían de insumos importados para su cadena productiva, como la metalúrgica. Otra de las consecuencias fue
el impacto negativo sobre las arcas fiscales ya que el nivel de recaudación bajó al no obtener los impuestos al
comercio exterior. Más allá de que el Estado recurrió al endeudamiento externo (sobretodo con bancos
norteamericanos) e interno, este no bastó para solucionar la crisis, por lo que se redujo fuertemente el gasto
público en obras y empleo público. Sumado a la paralización de la construcción (la de ferrocarriles se detuvo) y las
quiebras, la desocupación subió. Además, el saldo migratorio fue negativo entre 1914 y 1918 y la inflación afectó
al consumo popular. Se elevaron un inusual número de protestas.
El largo plazo
Una de las consecuencias a largo plazo fue la decadencia de Inglaterra y el patrón oro y su reemplazo por
la hegemonía de EEUU. Este recambio en el centro del sistema capitalista provocó transformaciones en la
estructura del comercio y las inversiones en el mundo, dado el diferente carácter de las economías y políticas de
los dos países. A diferencia de G.B, EEUU era proteccionista y exportador de alimentos y productos de clima
templado, con lo cual no era un mercado para lo países que exportaban lo mismo, como Arg. Esto significaba que
las inversiones de este país no iban a estar destinadas a la inversión, sino a obras públicas o producción interna.

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Esto significaba que las deudas ya no iban a ser pagadas con la venta de productos al país acreedor, sino que el
sistema iba a depender de las continuas inyecciones de capital, lo que traería serios problemas en 1930.
El segundo proceso a largo plazo fue la creciente sobreoferta de productos primarios y el consecuente
decrecimiento de sus precios. Este fenómeno respondía a cambios en la oferta y la demanda. Desde la oferta, la
modernización y la tecnología le dieron mayor productividad a los sectores sumado a una constante expansión de
la frontera agrícola en los países nuevos. Desde la demanda, la tenencia declinante del crecimiento de la
población europea agravada por las muertes de la guerra bajaban la demanda.
Los años veinte
Los primeros años de los 20’ consistieron en una trabajosa vuelta al equilibrio. Las economías europeas
financiaron la reconstrucción y el pago de la deuda a EEUU por medio del endeudamiento interno y la inflación.
Gran parte de la demora fue la política ortodoxa de G.B en aferrarse al patrón oro hasta recuperar la paridad de
antes de la guerra. Aunque por poco tiempo, hacia mitad de la década se consigue un retorno a la normalidad en
el sistema monetario mundial: G.B encuentra la paridad, se corrigen las reparaciones impuestas a Alemania y
EEUU concede nuevos créditos para estabilizar las monedas europeas. EEUU sale beneficiado de la 1GM: su
economía permaneció intacta y crece de la mano de un auge industrial y un sólido mercado interno.
En Arg, con la paz vuelve la prosperidad. Las inversiones retornan, los precios se recuperan, se normaliza
el comercio, las arcas públicas se estabilizan, vuelve la inmigración y el gasto público aumenta. Sin embargo, lo
que mejor define a esta década es la inestabilidad del ciclo y la volatilidad de los precios.
Comercio exterior e inversiones
El ppal. motor de la reactivación fue la recuperación de las exportaciones, que siguieron siendo
predominantemente a G.B. El cambio se da en las importaciones, ya que empiezan a provenir en su mayoría,
especialmente en los rubros de gran crecimiento como los automóviles (y sus productos complementarios, ej.
petróleo) y los bienes de capital, de EEUU. Los ingleses mantienen su participación en las de carbón y material
ferroviario. Sin embargo, esta creciente presencia americana se da a costa del deterioro del bilateralismo con G.B,
el cual giraba del lado Arg en torno al sector ganadero y del británico del ferrocarrilero. G.B logra sostener un lugar
en este comercio en gran parte gracias a la asociación de interés que existía entre estos sectores y los lobbies 8.
En síntesis, durante los 20´ se lleva a cabo un triángulo comercial y de capital entre los 3 países. Del lado
de comercio, Arg tenía excedente con G.B gracias a las exportaciones y la caída de las importaciones de ese
origen; y déficit con EEUU dado que las compras de sus productos manufacturados no eran compensados por las
exportaciones argentinas. Del lado de los flujos de capital, el sentido era inverso. El balance de pagos con G.B era
deficitario debido a las grandes remesas9 mientras que con EEUU era positiva por el constante flujo de inversiones.
Este nuevo orden afectaba los intereses británicos. Las inversiones en industria desplazaban del mercado
argentino a los productos británicos y a su vez, achicaban la demanda de insumos industriales de ese origen. G.B
intentó preservar sus privilegios a través de tratados y negociaciones y para eso contaron con el apoyo del sector
más poderoso de los ganaderos dedicados a la producción del chilled, cuyo mercado se encontraba casi
totalmente en G.B. A cambio de seguir ubicando sus productos ahí, los invernadores presionaban al gobierno
argentino para lograr un tratamiento preferencial. Como resultado de la campaña se firma en 1929 el Convenio de
Comercio y Créditos Recíprocos entre los 2 países, más conocido como Tratado D´Abernon.
El sector agropecuario
En los 20´ la producción agrícola retoma su predominio y la carne enfriada (chilled) se termina de imponer
como el ppal producto de exportación desplazando a la carne congelada. Esto se da en un contexto más estrecho
de oportunidades, con una frontera que alcanza el límite y gran volatilidad en los precios internacionales. A partir
de 1918, los cultivos de cereales y lino retoman su ritmo ascendente a expensas de la alfalfa. Dentro de la
producción de carne, existían dos grupos. Por un lado, los criadores, quienes tenían la mayor vulnerabilidad dada
la inversión de capital requerida para sus empresas y la dependencia de las compras de los invernadores y, por el
otro, los invernadores, quienes requerían menos inversiones fijas y poseían las mejores tierras que permitían el
uso alternativo del suelo. Esto significaba que en momentos de crisis de los precios los invernadores podían optar
por no comprar ganado a los criadores y dedicar sus tierras a la agricultura. A pesar de ciertas versiones que los
describen como 2 grupos antagónicos, lo cierto es que había muchas empresas que se dedicaban a las 2

8 Grupos de presión con capacidad para influir sobre las decisiones de un gobierno o empresa.
9 Envío de plata de emigrantes a su país de origen

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actividades por lo que no siempre fueron incompatibles. La estancia mixta combinaba las 3. Sin embargo, montar
estas empresas no estaba al alcance de todos y en ese sentido si salieron perjudicados los pequeños ganaderos.
*Complementar con Rocchi, La economía pampeana

Con respecto a las oportunidades para el acceso a la propiedad, los 20´ cierran un largo período generoso
ya que la tenencia para los arrendatarios se volvió muy inestable dada la falta de leyes que rigieran los contratos y
la suba de precios de la tierra por el fin de la frontera agrícola. Un efecto positivo del fin de la frontera fue el
aumento de la productividad de la mano de un proceso de mecanización posibilitado por el aumento del capital
fijo invertido.
Más allá de las Pampas
En los 20´, gran parte del crecimiento del sector rural se dio fuera de la región pampeana gracias a los
cultivos industriales10, como el azúcar y el vino. Si bien explotan recién en la década del 30´, las raíces del
fenómeno se encuentran en los 20: basaron su crecimiento en el incentivo de una demanda interna en expansión,
en activas políticas nacionales de protección y en algunos casos, en políticas de colonización de parte del Estado.
 Mendoza, San Juan y Río Negro: Vino y uva
 Tucumán, Salta y Jujuy: azúcar
 Chaco: algodón
 Nordeste (Corrientes y Misiones): tabaco y yerba mate
El sector industrial
Muchos ubican a los años 20 como los orígenes de la industrialización argentina. Testigos del crecimiento
industrial fueron el aumento del consumo de energía eléctrica y el alto nivel de importaciones de maquinaria y
equipos industriales. Se consolida el sistema de petróleo –que reemplaza al carbón- y la incorporación del motor
de explosión. En 1922, se funda YPF. Las inversiones que lo sustentaron fueron predominantemente de EEUU. El
símbolo del avance del capital privado extranjero en la industria del petróleo fue la empresa Standard Oil, ppal
importadora del mismo y controladora de la distribución interna. Otro sector de gran crecimiento fue el de la
construcción: se impulsa la industria del cemento para la construcción de edificios, carrteras y puertos. Asimismo,
ingresan al país sociedades anónimas norteamericanas para invertir en frigoríficos, automotores y electricidad,
entre otras e imponen la modalidad de la “importación de industrias”, que consistía en la instalación de
subsidarias en el país buscando aprovechar las ventajas del mismo. Desembarcaron muchas de las grandes firmas
de automotores, metalúrgica y artículos farmacéuticos que se alimentaban de un crecimiento explosivo de la
demanda de bienes de consumo duradero.
A pesar de la diversificación que logra la industria en bienes de consumo duraderos, el gran responsable
del crecimiento fue de nuevo la industria liviana. Creció sin cambiar su estructura y siguió dependiendo de las
importaciones de maquinaria y tecnología.
La antesala de lo peor: vísperas de la crisis del 30
Más allá de la prosperidad y el papel que la economía había adquirido a nivel mundial, esta tenía bases
frágiles, sobretodo por las inversiones y transferencias de capital de EEUU. La economía mundial tmb echibía esa
vulnerabilidad: el patrón oro nunca llegó a restablecerse, la sobreproducción continuaba y a largo plazo, el precio
de los productos primarios caía. Además, el excedente comercial de EEUU sumado a su proteccionismo agravaban
los problemas de pago de los países periféricos. Si bien esto fue contrarrestado por el auge de las inversiones
estadounidenses en el exterior que migraban por el atractivo de mayores tasas, esto creaba un problema. En
1928, para reinvertir el boom especulativo del país, EEUU sube sus tasas de interés y la dirección de este flujo
invierte. Las economías latinoamericanas, que necesitaban este flujo constante, comienzan a tener problemas en
su capacidad de pago. En Arg, la balanza de pagos se debilita y las reservas de metálico disminuyen, lo que obliga
a Yrigoyen a abandonar el patrón oro.

10 Cultivos cuyo producto requiere cierta transformación técnica antes de ser destinado al consumo

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David Rock. Argentina, de la primera guerra mundial a la revolución de 1930


La economía durante la guerra y las posguerra
Durante la guerra y posguerra, la prosperidad argentina continuó pero el crecimiento fue más lento que
en el período anterior. Comparado a los años previos a 1914, las exportaciones descendieron un 1%, no hubo
expansión en la pampa, la población continúo creciendo pero a un ritmo inferior y la cantidad de tierras dedicadas
a la ganadería y el cultivo de alfalfa disminuyeron por el aumento de la producción de creales y linaza. Después de
1913, hubo pocas inversiones extranjeras en general, pero particularmente en ferrocarriles y además, la
inmigración quedó interrumpida durante 10 años. Hasta 1918, hubo en Bs. As una tasa de paro muy alta e inusual.
La política en la guerra y la posguerra
Los años entre 1916 y 1930 fueron en el plano político testigos de numerosos y fallidos experimentos de
democracia representativa.
Yrigoyen (1916-1922)
En la primera década del S. XX, la UCR había agrandado su apoyo entre las clases medias urbanas y rurales
y amenazaban con derribar el orden a la fuera de no cumplirse sus demandas de democracia y restauración de la
constitución. La ley de reforma electoral de Sáenz Peña, además de satisfacer a los radicales, pretendía dar a las
asociaciones obreras de carácter moderado, especialmente al Partido Socialista, una oportunidad de desplazar a
los anarquistas. Al mismo tiempo, tenía la esperanza de que las fracciones oligarcas formaran un partido
conservador fuerte y unido que gane el apoyo popular. Los resultados no fueron los previstos: en las elecciones de
1916 la UCR, con Yrigoyen al mando, salió victoriosa y además, si bien los socialistas obtuvieron mucho apoyo en
la ciudad de Bs. As, no consiguió tomar el control de los sindicatos obreros. Aunque el anarquismo siguió
decayendo, en 1915 se apoderó de la ppal. federación sindical, la Federación Obrera Regional Arg.
A pesar de esperarse que sea una nueva era en el desarrollo político, Yrigoyen llevó a cabo un gobierno sin
cambios importantes y con propuestas muy modestas. Influyó mucho en él la inflación de la guerra, que alteró la
distribución de la renta y fue causa del malestar de la clase obrera protagonista de las huelgas generales y
manifestaciones. Los ciclos económicos hicieron fluctuar las importaciones y, por consiguiente, los ingresos
públicos. Estos últimos afectaron la capacidad del Gob. de mejorar su apoyo popular y reducir el de los
conservadores.
En 1916, Yrigoyen pide al Congreso la elevada suma de 100 millones de pesos para poner en práctica sus
moderadas medidas, lo que hace que los conservadores supongan que los fondos se emplearían para fines
partidistas. El Congreso niega el dinero y así, la posible independencia financiera. Este tipo de disputas fueron la
ppal. causa para la desavenencia entre el Gob. y la oposición conservadora y de la acción legislativa moderada. El
Pte sólo podía imponerse al Congreso cambiando la composición del mismo y, para ello, tenía que controlar las
provs y suplantar a los gobernadores conservadores. Yrigoyen recurre a la intervención federal: las intervenciones
en las atrasadas provs del interior le otorgan la mayoría en diputados pero no en el Senado.
Hasta 1919, el Gob. cautivó a la clase media con su apoyo a la reforma de la educación universitaria, “La
Reforma”. El movimiento reformista empezó en Córdoba con un nuevo sindicato estudiantil: la Federación
Universitaria Arg. El gob radical apoyó en todo momento a los estudiantes.
Su contacto con la clase obrera y los sindicatos de Bs. As fueron menos satisfactorios debido a la rivalidad
entre los radicales y los socialistas, ambos deseosos de obtener una mayoría popular en la capital. La competencia
empezó con las elecciones de 1912 y duró todo el período. El Partido Socialista eran controlado por intelectuales
de clase media, una fuerza electoral concentrada en los obreros, y muchos administrativos y pequeños
comerciantes. Su principal debilidad era carecer del apoyo de los sindicatos. En 1916, un grupo llamado la
Federación Obrera Marítima, encabezada por sindicalistas, declara una huelga en el puerto de Bs. As. Yrigoyen ve
en la huelga una oportunidad y respondió con una serie de medidas que inducían a pensar que simpatizaba con la
causa. Este tipo de intervenciones pronto se volvieron un serio asunto político. Durante un tiempo los radicales
encontraron cierto apoyo entre los sindicatos y los obreros, ayudándolos a vencer a los socialistas pero luego
fueron acusados de ser pro-alemanes.
El descontento obrero volvió a despertar en 1919, en lo que se conoce como “Semana Trágica”, a través
de la huelga de trabajadores metalúrgicos. Este sector era el que más había sufrido la guerra y se encontraban en
una lucha por la supervivencia. La policía tuvo que intervenir frente a los actos de violencia y cuando los

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huelguistas mataron a uno de sus agentes, ésta respondió con una emboscada. El incidente provocó la erupción
de la ciudad: los trabajadores atacaron en masa y el gobierno se paralizó. El ejército intervino y destacamentos
militares con ametralladoras sofocaron los disturbios. Mientras tanto, Yrigoyen se mantuvo sin decir nada: a pesar
de estar consciente de la oleada de oposición que se levantaba en las fuerzas armadas, el Pte. dependía de esas
fuerzas para las intervenciones federales. En este contexto, se formó la Liga Patriótica Argentina. En 1920 hubo
otra huelga que tuvo a los peones rurales como protagonistas en la Patagonia. Se la conoce como “Patagonia
rebelde”.
Estos episodios pusieron de manifiesto la fragilidad del Gob. de Yrigoyen. En 1922, en un momento en que
los ingresos empezaron a descender nuevamente, la continuidad de las intervenciones federales y la política de
gasto público exceso provocaron duras críticas entre los conservadores. Estos atacaron el liderazgo personalista
del Pte., al que acusaron de fomentar el caos financiero y de colocar a miembros corruptos e incompetentes en
puestos clave.
Alvear (1922-28)
El sucesor de Yrigoyen fue Alvear, quien ocupó el cargo en le momento culminante de la depresión de la
posguerra. Su mandato estuvo caracterizado por tres problemas.
El primero fue la crisis de la industria cárnica. Durante la guerra, el comercio de la carne refrigerada quedó
en suspenso y fue desplazado por un auge la carne congelada de menor calidad. Terminada la guerra, G.B dejó de
acumular carne argentina, por lo que los precios bajaron hasta tal punto que la carne congelada desapareció y el
poco comercio restante quedó en manos de la carne refrigerada. Debido a la organización vertical, las perdidas no
fueron uniformes: las plantas dedicadas a preparar la carne y los estancieros con ganado de cuernos cortos
pudieron evitar el efecto de la depresión mientras que los propietarios de ganado de E.Ríos y Corrientes y los
criadores (quienes tomaron el control de la Sociedad Rural) fueron víctimas del mismo.
El segundo fue la reforma arancelaria de 1923. El incremento a los aranceles a las importaciones fue visto
como un desplazamiento hacia el proteccionismo con el objetivo de estimular a la industria nacional. Sin embargo,
este cambio no se haría en los derechos propiamente dichos, por lo que su efecto sería limitado y sólo llevaría a
volver a la estabilidad previa a la guerra. Su objetivo ppal. fue diferente: incrementar los ingresos públicos y
reducir las importaciones.
Por último, el Pte. también se ocupó de la deuda y el gasto público y se propuso detener este último. Con
los cambios arancelarios y la reducción del gasto, los ingresos públicos mejoraron mucho. Sin embargo, la
austeridad fiscal no era popular en el partido radical y llevó a la ruptura de las relaciones entre el nuevo Pte. e
Yrigoyen y a la división de los radicales. Por un lado, los “yrigoyenistas”, seguidores de Yrigoyen con mayoría en el
Congreso y, por el otro, los “antipersonalistas”, compuesto ppal. por los conservadores y el sector elitista del
partido junto con muchos radicales de la provincia. Al principio el Pte. se alineó con estos últimos, pero en 1925
rompió con ellos en su intento de reunificar el partido. Los antipersonalistas perdieron fuerza pronto dejándole vía
libre a Yrigoyen.
A partir de 1924, los seguidores de Yrigoyen reconstruyeron su partido, inundaron el país de propaganda y
encontraron apoyo de amplia variedad de grupos populares. Glorificaron la imagen de su jefe insistiendo en sus
virtudes de líder popular e hincharon sus logros anteriores. En 1928 Yrigoyen disfrutaba de una popularidad hasta
entonces desconocida en la historia argentina. No obstante, aún tenía muchos enemigos. La oposición se
manifestó con fuerza en el ejército .
El golpe militar de 1930
En 1928 Yrigoyen reconquista la presidencia a la edad de 76, la cual usaron como uno de los pretextos los
militares para derrocarlo en 1930 con un golpe de Estado. En ese momento, la cuestión del petróleo aún estaba
por resolverse: sus partidarios habían presentado leyes a favor de la nacionalización que fueron aprobadas por la
Cámara de Diputados pero no por el Senado. El Pte. se encontraba con el mismo problema de su administración
anterior, lo que llevó a más intervenciones federales. Para mediados de 1930, había aplastado a la oposición más
extrema en el interior y se encontraba cerca de un mayoría en e Senado. También consiguió tener a raya a sus
adversarios conservadores de Bs. As, cultivando sus simpatías en la cuestión de las relaciones comerciales con G.B
y EEUU. Después de que EEUU prohibiera la importación de carne argentina y en plena confrontación política con
la Standard Oil, Yrigoyen se manifestó a favor del estrechamiento de los vínculos comerciales con G.B dado sus
lazos históricos.

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Lo que transformó en fracasos a estos éxitos fue la gran depresión de los 30. El Gob. de Yrigoyen
respondió con medidas anti cíclicas de índole ortodoxas similares a las de los conservadores en la 1GM: abandonó
la convertibilidad del peso y buscó nuevos préstamos de G.B y EEUU para evitar dificultades con la deuda exterior.
La pérdida de autoridad empezó cuando se vio obligado a reducir el gasto público, lo cual significó la ruptura con
las elites y las clases populares. En las elecciones para el Congreso de 1930 los yrigoyenistas fueron derrotados
por el Partido Socialista Independiente (antiguo Partido Socialista más conservadores) en la ciudad de Bs. As. La
prensa publicaba denuncias de la corrupción administrativa y los estudiantes por primera vez se manifestaron en
contra del Pte. Además, las facciones rivales y una organización derechista llamada la Liga Republicana luchaban
públicamente por el dominio de las calles. Finalmente, en 1930, un golpe militar liderado por José Feliz Uriburu
derrocó a Yrigoyen; la democracia representativa había muerto. Los conservadores volvieron al poder bajo la
protección de los militares.

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