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Teoría VII

1. José Gabriel Vazeilles, Historia Argentina, Etapas económicas y políticas, 1850-1983.

Capítulo I: “La estructura agroexportadora”

El punto de partida era el de una sociedad débil, sobre todo por su escasa población, conformada por
requerimientos externos:
- Exportaciones de plata
- Cueros vacunos
- Tasajos producidos por los saladeros: base del poder de Rosas y su grupo estanciero-saladeril.
La pervivencia de los grupos de la cultura colonial en los grupos dominantes hacían culto esclavista y
encomendero de las castas sociales, y buscaron el ascenso social mediante la obtención de favores del
poder administrativo, patentes realengas para comerciar, vaquear u obtener “suertes de estancias”.
En la sociedad argentina se fue consolidando una estructura agroexportadora, a pesar de las
tendencias disgregadoras e irracionales que provocaban en la estructura estatal las facciones militarizadas
que buscaban el predominio en su seno.
El vacío demográfico, la masa de tierra pública en territorios ricos, la disponibilidad de acumular capital
en esas condiciones a partir de inversiones pequeñas, son pruebas del peso negativo de la ideología y de la
cultura de castas en los grupos dominantes.
Detrás de Caseros y la caída de Rosas se advierte la apertura del ciclo de la lana como causa eficiente.

1. LA ESTRUCTURA AGROEXPORTADORA

El ciclo de lana inauguró la etapa de la estructura agroexportadora en la historia económica


argentina, entre 1850 y 1930.

Primera fase (1850-1890): predominio de las exportaciones de lanas ovinas. Continuaron siendo
importantes las exportaciones de tasajo y cueros vacunos.

Segunda fase (1890-1930): carnes refrigeradas (vacunas) y cereales (trigo y maíz), cultivo industrial de
lino. Continuaron las exportaciones de lana.

Estructura agroexportadora: concepto global, indica el rumbo de la evolución económica montado en el


comercio exterior y, secundariamente, en el mercado interno.
Dentro del predominio del comercio exterior, el carácter agroexportador es correlativo de las
importaciones industriales: manufacturero-importador.
Durante el s. XIX, Gran Bretaña tuvo un papel importante en la importación de manufacturas de
consumo o inversora industrial. En cambio, en el s. XX, Estados Unidos se convirtió en el principal
proveedor de manufacturas para el mercado argentino, iniciando la estructura “triangular” del comercio
exterior.
Exportación de materias primas alimentarias e importación de productos industriales: esencia de un
modelo agroexportador. Nuestro modelo tuvo otras características que volvieron rígida su perdurabilidad,
anulando la posibilidad de que los márgenes de acumulación capitalista que el mismo modelo generó
fueran derivados hacia la industria, y provocando que la caducidad del modelo fuera producto de la crisis
mundial. Características:
I. Trazado, propiedad y control de la red ferroviaria
II. Distribución de la propiedad de la tierra y las modalidades de su adquisición
III. Inmigración masiva y sus resultados.

2. EL FERROCARRIL

El ciclo de la lana impulsó la instalación ferroviaria, con la fundación en 1857 del Ferrocarril del Oeste,
con capitales ganaderos nacionales, cuya administración quedó a caro del Banco de la Provincia de Buenos
Aires. Su explotación fue exitosa y rentable; no obstante, no se constituyó en la base para un proyecto de
desarrollo de la red ferroviaria en manos nacionales, con lo que hubiera podido constituirse en incentivo
de planes de desarrollo económico.

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2.1. El trazado de la red

Con forma de abanico, su vértice se encontraba en el puerto de Buenos Aires: orientaba las vías
destinadas a llevar al puerto las materias primas agropecuarias para su posterior exportación por vía
marítima y a introducir hacia el mercado interno las manufacturas importadas.
Doble flujo del comercio exterior: linealidad de las vías desde una zona portuaria de ultramar hacia las
zonas de producción agropecuaria y viceversa. La exclusividad del puerto de Buenos Aires (por la
hegemonía porteña) impidió la flexibilidad para evolucionar hacia otras funciones más ligadas con la
expansión del mercado interno.

2.2. Propiedad, control y tarifas diferenciales

La red ferroviaria fue en parte nacional (y estatal) y en parte de capital privado británico. La desidia
política y la miseria ideológica de los gobiernos oligárquicos nunca usaron los instrumentos que tenían a
mano (como la nacionalización) para impedir el dominio inglés, ni para lograr objetivos propios del
desarrollo nacional, siendo el ferrocarril un poderoso instrumento para ello.
El trazado y las concesiones para la construcción de las vías férreas estuvieron ligados a las
privatizaciones y a las cesiones de grandes franjas de territorios linderas a las vías a las compañías
concesionarias. Se financiaba la inversión y se promovía la especulación de tierras por parte de los altos
funcionarios y sus amigos, enterados previamente del trazado y de las exenciones impositivas.
La fijación de tarifas fue conferida a las compañías. Mediante ese privilegio, las compañías ferroviarias
terminaron orientando el comercio y determinando la existencia o no de algunas producciones.
El ferrocarril jugó un papel de verdadera aduana, sin el inconveniente de que las tarifas aduaneras
fueran sometidas a una discusión pública, aunque sea entre sectores oligárquicos; mientras la fijación de
tarifas no controladas por el Estado es el producto de la libertad de contratar entre transportistas y
cargadores. A esta fijación de tarifas debió sumarse una estructura de tarifas “parabólicas”, que castigaban
los recorridos de media distancia que hubieran podido vivificar el mercado interno.

3. LA PROPIEDAD DE LA TIERRA Y LA INMIGRACIÓN

La expansión de la estructura agroexportadora en Argentina se hizo sobre una vasta extensión vacía
de tierras públicas y cuyas necesidades de ampliar la producción requirieron una igualmente vasta
inmigración.
No había obstáculos considerables para el desarrollo de una colonización agrícola, con una masa de
campesinos medianos o pequeños interesados en la producción y lejos de la especulación en tierras.
En el país se configuró una estructura latifundista sobre la propiedad de la tierra, con la formación de
rápidas fortunas familiares, una preocupación relativamente menguada por la producción y la productividad
y la promoción de fuertes tendencias especulativas. Esta situación fue más aguda en la provincia de Buenos
Aires. Trabó el acceso a la propiedad de la tierra por parte de los campesinos europeos; esto produjo un
abundante contingente de inmigrantes que retornaron a sus países originarios y una derivación importante
de inmigrantes hacia las ciudades en búsqueda de otros oficios. Con la llamada “campaña del desierto”, la
concentración de la tierra se profundizó.

4. EL CICLO DE LA LANA

Rasgos:
I. Implicó un creciente desalojo de los vacunos de raza criolla para el saladero de las tierras más ricas de
la pampa húmeda en favor de las majadas ovinas.

II. Intensa labor de cercamiento de los campos e importación de alambrados para efectuarla.

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III. Clientes principales: zona continental europea, con industria textil en expansión. Gran Bretaña, con
industria textil más antigua y proveedores tradicionales. Estados Unidos, con medidas proteccionistas de
producción de materia prima, que en 1867 reducen los volúmenes previos.

El papel británico como factor dominante en el orden neocolonial no provenía de su posición como
comprador de las agro-exportaciones. La ideología atrasada de los grupos dominantes tuvo un peso decisivo
para facilitar ese dominio y desaprovechar la posibilidad de líneas de desarrollo económico, como lo
podrían haber sido un mejor trazado y control de la red ferroviaria, una mayor capitalización nacional del
buen resultado económico de esa actividad, y una mayor diversificación de la inversión extranjera en la
materia.

5. EL DEBATE SOBRE EL PROTECCIONISMO ADUANERO

José Carlos Chiaramonte llamó la atención sobre la lucha política e ideológica que, en la década de
1870, tuvo lugar en torno de una orientación económica proteccionista o librecambista en medio del ciclo
de la lana. El debate parlamentario realizado por un grupo de diputados, propuso adoptar aranceles de
importación protectores de la actividad industrial interna.
La puesta en relieve de los hechos económicos y los efectos de la crisis capitalista sobre la actividad
principal, junto con las reacciones ideológicas y políticas, puso en cuestión los esquemas simplistas, rígidos
y maniqueos de las versiones “liberal” y “revisionista”.
El país entró en el ciclo del frigorífico y de los cereales con una orientación librecambista en comercio
exterior.

6. LA INDUSTRIA FRIGORÍFICA EN LA SEGUNDA FASE AGROEXPORTADORA

Esta industria estuvo precedida por los saladeros productores de tasajo, que implicaron el primer
aprovechamiento manufacturado de la carne vacuna.
Desde el punto de vista tecnológico, el pasaje del tasajo a las carnes refrigeradas fue posible a partir del
descubrimiento de Charles Tellier en 1872.
Desde el punto de vista zootécnico, la apertura del ciclo fue posible gracias al mestizaje del rodeo por
las razas británicas, y económicamente por la repoblación de las tierras más ricas con ganado vacuno.
Desde el comienzo, la exportación de carnes estuvo incentivada por los costos mucho más bajos de
producción de la ganadería a pastura sobre la europea a establo, lo que estimuló la exportación de
ganado en pie argentino hacia el mercado británico en barcos-establo fletados por comerciantes de Gran
Bretaña.
Cuando las plantas en tierra y la flota frigorífica estuvieron en condiciones de hacerse cargo de todo
el flujo, el parlamento británico prohibió la importación de ganado en pie argentino, por la aftosa. El
grupo frigorífico adquirió un enorme poder frente a los ganaderos argentinos y a los comerciantes de carne
ingleses y logró pagar dividendos a sus accionistas.
El grupo más importante estadounidense envió técnicos a nuestro país, y a partir de 1902 trasladaron
desde Estados Unidos a la Argentina sus faenas y embarques hacia el mercado británico. El traslado fue
acompañado por maniobras dentro de Estados Unidos tendientes a consolidar el predominio del grupo en
ese mercado.
La rivalidad norteamericana con la británica alivió la situación de la ganadería local, y su presencia dio
paso a las “guerras de fletes”, ya que la disputa por el predominio en las exportaciones al mercado inglés se
daba a través de la disponibilidad de las bodegas frigoríficas.
El grupo estadounidense introdujo una nueva técnica de refrigeración, el enfriado, que se agregó al
modo tradicional del congelado, destinada a tener una gran importancia económica y social. Fue el punto
de partida de fracturas económico-sociales entre los propietarios ganaderos y generó fuertes repercusiones
en el campo político y el gremial empresarial.
Enfriado: mantener el producto ligeramente por encima de cero grado centígrado de temperatura, el
producto llega prácticamente inalterado. Es una técnica que requiere una provisión continuada de materia
prima al frigorífico durante el año. Los frigoríficos indujeron la aparición de un sector de grandes

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propietarios rurales “invernadores” que se encargaron de adquirir novillos para su engorde, asegurando la
provisión continua. Los grandes frigoríficos bonificaron a los invernadores con un precio superior, obligando
a los ganaderos “criadores” a convertirse en proveedores mal pagados de los invernadores. Los pequeños
estancieros y criadores iniciaron una dura presión política para que el Estados controlara la contabilidad del
pool frigorífico y contrapesara su poder monopólico. Esas presiones se canalizaron a través de la Sociedad
Rural Argentina.

7. EL DESARROLLO DE LA AGRICULTURA

La segunda fase de la estructura agroexportadora se inicia con el desarrollo de la agricultura como


actividad importante. Si bien en la agricultura también se destacaron las actividades ligadas con la
estructura agroexportadora, también tuvieron importante desarrollo los cultivos industriales alimentarios,
como la vid y el azúcar, y los industriales con otras finalidades, como el tabaco y el algodón.
El crecimiento poblacional hizo que buena parte de la producción cerealera tuviera por destino el
mercado interno. La explotación de la tierra latifundista se llevó a cabo por arrendatarios, dadas las
posibilidades de los grandes terratenientes de gozar de una renta de la tierra cuantiosa.
Desde los primeros años del siglo XX se plantearon luchas agrarias entre arrendatarios y chacareros
contra los terratenientes.

8. LA RIQUEZA AGROEXPORTADORA Y LA RENTA AGRARIA

Los establecimientos rurales eran atendidos o no por los propietarios del suelo. Los que no lo hicieron
se llamaron “propietarios ausentistas”, que se definen por el carácter del rentista puro, opuesto al
arrendatario, que es un capitalista o empresario puro.
Las configuraciones tienen una gran influencia sobre las conductas sociales y sus justificaciones
ideológicas. La sociedad argentina se comenzó a conformar como seminacional y semimoderna bajo la
forma de estructura agroexportadora. Las deficiencias ideológicas de la clase dominante argentina para
desarrollar con mayor plenitud las posibilidades nacionales y modernas, fueron condiciones de la
perduración de las deficiencias.
La división internacional del trabajo entre centros industriales y economía agroexportadora tuvo
diferentes efectos en los distintos grupos sociales. Tuvo gran importancia en esto también la renta
diferencial proveniente de los menores costos de producción del agro pampeano. El volumen de esa renta
diferencial era lo suficientemente grande para una importante acumulación local de renta nacional global.
Esa riqueza daba una nueva oportunidad a la Argentina para mejores condiciones de modernidad y
autonomía nacional, que caducaron como consecuencia de la crisis del 30.

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