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Síndrome de Robinow

Definición de la enfermedad
El síndrome de Robinow (SR) es un síndrome genético raro caracterizado por
acortamiento de las extremidades y anomalías en cabeza, cara y genitales
externos.
¿Qué es el síndrome de Robinow?
El síndrome de Robinow es una patología de origen genético poco frecuente que
se caracteriza por la presencia de múltiples alteraciones y malformaciones
corporales, como acortamiento de las extremidades, anomalías en la cabeza y la
cara y en los genitales externos.
El síndrome de Robinow, descrito por Meinhard Robinow en 1969, presenta
características faciales similares a las que se observan en un feto de
aproximadamente ocho semanas de edad, lo que se llama «cara fetal». Se
caracteriza por una facies peculiar, antebrazos cortos y genitales externos
hipoplásicos. Es una enfermedad hereditaria, extremadamente rara; se reporta
una incidencia de uno por cada 500 000 nacidos vivos. Su etiología es autosómica
dominante mutación del gen WNT-5A (3p14.3), y autosómica recesiva, gen
alterado es ROR2 (9q22); esta última se caracteriza por presentar datos
semiológicos más marcados y mayores alteraciones esqueléticas. Entre sus
características clínicas destacan: macrocefalia, estatura baja moderada,
braquimelia mesomélica, hipoplasia genital, clinodactilia del quinto dedo de la
mano y pliegue palmar transverso. A nivel estomatológico presenta: boca
triangular, micrognatia, hipoplasia facial media, paladar ojival, hiperplasia gingival,
labio y paladar hendidos, úvula bífida, macroglosia, frenillo lingual corto,
malposición y apiñamiento dental. Su pronóstico es bueno en términos generales,
pero la gravedad depende de las complicaciones presentes, como pueden ser
cardiacas o pulmonares, ya que éstas condicionan la esperanza de vida del
paciente. Es una entidad congénita para la cual no hay tratamiento específico. 
A nivel clínico, es una enfermedad que puede afectar a diferentes áreas como la
estructura craneofacial, músculo-esquelética, oral y urogenital, entre otras.
Además, alguno de los signos y síntomas más frecuentes en esta patología
incluyen macrocefalia, estatura baja, hipoplasia genital y características faciales
típicas, entre otros.
En cuanto a la etiología del síndrome de Robinow, en la actualidad se asocia a la
presencia de mutaciones en los genes ROR2, WNT5A, DVL1, presentes de forma
diferencial en función del patrón específico de heredabilidad en cada caso.
No existen pruebas específicas ni marcadores biológicos que indiquen de forma
concreta la presencia del síndrome de Robinow, por esta razón el diagnóstico se
basa en el examen del cuadro clínico y en el estudio radiológico.
El síndrome de Robinow está presente desde el momento del nacimiento, por lo
que aún no se ha identificado una cura. El tratamiento es fundamentalmente
sintomatológico, se centra en el control de complicaciones médicas, como las
alteraciones respiratorias o cardiacas.
Frecuencia
El síndrome de Robinow es poco frecuente en el mundo, por lo que se considera
una enfermedad rara.
Específicamente, en la literatura médica se han descrito aproximadamente 200
casos de síndrome de Robinow con un origen hereditario autosómico
recesivo, mientras que la forma dominante ha sido identificada en al menos 50
familias.
Por otro lado, la incidencia del síndrome de Robinow se ha calculado en
aproximadamente 1-6 casos por cada 500.000 nacimientos cada año.
Además, no se ha logrado identificar una frecuencia diferencial en cuanto al sexo,
procedencia geográfica o grupos étnicos y raciales, aunque, en algunos casos, la
identificación clínica es más rápida en varones, debido a las anomalías genitales.
Signos y síntomas
El patrón de afectación del síndrome de Robinow es amplio, ya que afecta de
forma generalizada a toda la estructura corporal, especialmente al
área craneofacial, bucal, genital y músculo-esquelética.
Algunas de las alteraciones más frecuentes:
Alteraciones craneofaciales
Las personas que padecen síndrome de Robinow presentan una grave afectación
de la estructura craneal y facial, lo que les otorga una configuración y aspecto
típico. Algunas de estas anomalías son:
– Anomalías craneales: lo más habitual es observar un volumen craneal más
grande de lo esperado para su momento de desarrollo (macrocefalia),
acompañada de una prominencia frontal o frente abultada y un desarrollo
deficiente o incompleto de las porciones inferiores de la cara (hipoplasia facial).
– Hipertelorismo ocular: este término hace referencia a la presencia de una
separación anormal o excesiva de las órbitas oculares. Además, es habitual el
desarrollo de unos ojos anormalmente prominentes con inclinación de las fisuras
palpebrales.
– Anomalías nasales: la nariz suele presentar una estructura reducida o
acortada, acompañada de un puente nasal hendido o de alteraciones en su
posición.
– Anomalías orales estructurales: en el caso de la boca, es frecuente observar
una estructura triangular, acompañada de una mandíbula pequeña (micrognatia).
Alteraciones bucales
Este tipo de alteraciones hacen referencia a una organización deficiente o anormal
de la estructura interior de la boca y de la organización dental.
– Alteraciones dentarias: los dientes suelen estar mal alineados, con una
agrupación posterior o erupción retrasada de los dientes secundarios.
– Hiperplasia gingival: tanto la encía, como el resto de tejidos y estructuras
blandas de la boca, pueden mostrar una apariencia ampliada o inflamada.
Alteraciones músculo-esqueléticas
La afectación ósea constituye uno de los síntomas médicos más significativos en
el síndrome de Robinow.
– Estatura baja: desde la gestación o el momento del nacimiento, es posible
detectar un desarrollo físico retrasado, la edad ósea suele ser inferior a la
cronológica, por lo que otros aspectos se ven afectados, como la estatura, que
suele ser reducida y no llega a alcanzar los estándares esperados.
– Alteraciones vertebrales: la estructura ósea de la columna suele tener una
organización deficiente, es posible que aparezca un subdesarrollo de los huesos
vertebrales o una fusión de alguno de ellos. Además, también es común la
presencia de escoliosis o una curvatura anormal y patológica del conjunto
vertebral.
– Braquimelia: los huesos que confirman los brazos suelen tener una longitud
acortada, por lo que los brazos aparecen más reducidos de lo normal.
– Cinodactilia: se produce una desviación lateral de algunos dedos de la mano,
especialmente afecta al dedo pulgar y/o anular.
Alteraciones urogenitales
Las anomalías genitales también son frecuentes en los niños que padecen
síndrome de Rainbow, además, son especialmente evidentes en el caso de los
varones.
– Hipoplasia genital: en general, los genitales no suelen estar totalmente
desarrollados, es especialmente frecuente observar genitales ambiguos
escasamente diferenciados como masculinos o femeninos.
– Criptorquidia: en el caso de los varones, el subdesarrollo genital puede
ocasionar la ausencia parcial o completa del descendimiento de los testículos
hacia el escroto.
– Alteraciones renales: la función renal también suele estar afectada, siendo
frecuente el padecimiento de hidronefrosis (acumulación de orina en el riñón).
Causas
El síndrome de Robinow es una enfermedad hereditaria de carácter congénito, por
lo que tiene una clara naturaleza etiológica genética.
A pesar de que se han identificado diferentes componentes genéticos
relacionados con el curso clínico de la enfermedad, específicamente los
genes ROR2, WNT5A y DVL1, el patrón hereditario aún no se conoce con
exactitud, y es diferencial en muchos afectados.
Los casos de sindrome de Robinow que se asocian a mutaciones específicas del
gen ROR2, localizado en el cromosoma 9 (9q22), parecen presentar un patrón de
heredabilidad autosómico recesivo.
En el caso de las patologías genéticas de carácter recesivo, es necesario poseer
en el material genético individual dos copias del gen anormal o defectuoso,
procedentes de ambos progenitores, uno de cada uno.
Sin embargo, si la persona solo hereda uno de estos, será portadora, es decir,
no desarrollará las características clínicas del síndrome de Robinow, pero podrá
transmitirla a su descendencia.
En este caso, el gen ROR2 tiene la función esencial de generar las instrucciones
bioquímicas fundamentales para la producción de una proteína, importante para el
desarrollo físico normal durante la etapa prenatal.
Específicamente, la proteína ROR2 es vital para la formación de la estructura
ósea corporal, el corazón y los genitales.
Como resultado, la presencia de alteraciones genéticas que afecten la función
eficiente de este componente, hará que se interrumpa el desarrollo
físico normalizado y, por tanto, aparezcan las características clínicas típicas del
síndrome de Robinow.
Sin embargo, las formas dominantes del síndrome de Robinow se asocian a la
presencia de mutaciones específicas en el gen WNT5 o DVL1.
En el caso de las patologías genéticas de origen dominante, su curso clínico
puede desarrollarse a partir de una única copia de gen defectuoso procedente de
uno de los progenitores, o a partir del desarrollo de una mutación nueva.
Específicamente, las proteínas que generan los genes WNT5 y DVL1, parecen
estar implicadas en el mismo patrón funcional que las ROR2, por lo que
la presencia de anomalías y mutaciones en estos, altera las vías de señalización
fundamentales para el desarrollo físico.
Diagnóstico
El diagnóstico del síndrome de Robinow es fundamentalmente clínico, por lo tanto,
se basa en la observación del curso clínico, el estudio de la historia médica
individual y familiar y el examen físico.
Algunos hallazgos deben ser confirmado a través de pruebas radiológicas,
especialmente las anomalías óseas (extremidades, cráneo, columna vertebral,
etc.).
Además del diagnóstico durante la etapa infantil o neonatal, también es posible
confirmarlo durante la gestación. Está especialmente indicado el estudio de la
longitud de diferentes componentes óseos, en las ecografías fetales en casos de
riesgo genético.
Por otro lado, en ambos casos, suele realizarse un estudio genético para analizar
la posible presencia de mutaciones genéticas que expliquen el origen
del síndrome de Robinow.
Además, es fundamental para efectuar el diagnóstico diferencial con otro tipo de
patologías que cursan con rasgos clínicos similares, especialmente la presencia
de características faciales típicas.
De esta forma, las principales patologías que se descartan son el hipertelorismo,
el síndrome de Aarskog-Scott o el síndrome de Opitz.
Tratamiento
Actualmente no existe una cura para el síndrome de Robinow, así, el manejo
terapéutico de esta enfermedad se centra en la resolución de las
complicaciones médicas.
Las alteraciones músculo-esqueléticas suelen abordarse a través de la terapia
física, la colocación de prótesis o la corrección mediante
procedimientos quirúrgicos. 
Por otro lado, las alteraciones cardiacas y genitales suelen abordarse a través de
tratamientos farmacológicos y/o quirúrgicos.
Además, también existen otros tipos de terapias novedosas basadas en la
administración de hormonas del crecimiento, para estimular el incremento de
la estatura. Sin embargo, puede tener diversos efectos secundarios, como el
empeoramiento de la escoliosis.
En resumen, la intervención terapéutica temprana es fundamental para la
corrección de alteraciones músculo-esqueléticas y el control de las
complicaciones médicas, como las manifestaciones cardiacas.
Asimismo, el trabajo de equipos multidisciplinares, intervención física, social y
psicológica, es fundamental para promover el desarrollo de capacidades
y habilidades en los niños afectados.
De esta forma, el objetivo de la intervención es permitir que la persona afectada
alcance su máximo potencial de desarrollo, adquiriendo independencia funcional y
una calidad de vida óptima.

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