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ASPECTOS GENERALES
Es aquella ciencia del derecho que estudia las normas que regulan la organización, el
funcionamiento de los tribunales de justicia y los procedimientos que deben utilizar las
personas naturales y/o jurídicas para ejercer sus pretensiones y contrapretensiones ante los
órganos jurisdiccionales.
Es un derecho legal. Su fuente está en la ley, pero existe una institución anterior que origina
el proceso: el CONFLICTO (controversia jurídica) y éste puede ser civil o penal.
Es civil cuando la controversia jurídica se produce por alguna vulneración de alguna norma
civil, o sea, cuando no se acata una norma ya sea establecida en el Código Civil, de Comercio,
del Trabajo, de Aguas, etc.; en definitiva en todo aquello que no es penal.
Las normas que regulan el encauzamiento del conflicto civil a través del proceso para una
solución de autoridad, están reguladas por el Código de Procedimiento Civil y en leyes
especiales.
Es penal cuando hay vulneración de una norma penal, o sea, vulneración de alguna norma
del Código Penal o de otras leyes o normas penales (cada vez que exista delito, cuasidelito o
falta), en definitiva todo aquello que no es civil.
Las normas que regulan el encauzamiento del conflicto penal, están reguladas en el Código
de Procedimiento Penal1, el Código Procesal Penal y el Código de Justicia Militar.
Hay conflicto cuando una persona o el ordenamiento jurídico, exige (de otro individuo) un
comportamiento (ejecución de un acto o un hecho) o una abstención y éste se resiste. Surge
una diferencia o discrepancia que el derecho debe solucionar.
Una vez que ha surgido el conflicto, éste debe ser solucionado a fin de mantener la paz social
y la tranquilidad de los ciudadanos de un determinado territorio.
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Se aplica respecto de delitos acaecidos con anterioridad a la vigencia del nuevo Código.
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ser desterrado de los ordenamientos jurídicos ya que impide la paz social. Sin duda que el
mecanismo de solución más imparcial es el PROCESO, pues un tercero imparcial con
facultad y poder soluciona el conflicto en forma definitiva.
Se habla de acción en particular cuando una persona (acreedor) tiene crédito o derecho contra
otro (deudor). Esta acción del acreedor contra el deudor es en realidad la pretensión. La
pretensión es la subordinación del interés ajeno (deudor) al interés propio (acreedor) diferente
al concepto de acción.
Como señala el profesor Fenech, “el procedimiento es el iter que recorre el proceso
intencional a cuya norma ha de plegarse éste”.
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LA JURISDICCIÓN
El artículo 76 de la CPR señala que la facultad de conocer las causas civiles y criminales, de
juzgarlas y de hacer ejecutar lo juzgado, pertenece exclusivamente a los tribunales que
establece la ley. Esta misma norma está contemplada en el artículo 1 del C.O.T.
Pero este conflicto de relevancia jurídica necesita de una adecuada solución, para mantener
la paz social; cuando la contienda se refiere a bienes jurídicos indisponibles (crímenes o
simples delitos, asuntos de familia o que exista un interés público comprometido) la adecuada
solución, en virtud de la ley, será necesariamente la vía jurisdiccional (el proceso).
Sin embargo, si se trata de conflictos que sólo afecten un interés privado, respecto de
derechos que se pueden renunciar, en conformidad al artículo 12 del C.C, se puede llegar a
una solución del conflicto mediante la llamada autocomposición (ejemplo: transacción,
avenimiento).
Acepciones
La jurisdicción tiene además una serie de acepciones, como ámbito territorial (territorio
jurisdiccional); como sinónimo de poder (poder jurisdiccional); o sinónimo de función
(función jurisdiccional).
Lo que en realidad caracteriza al órgano jurisdiccional es su función, por lo tanto hay que
estar a este principio para saber si una actividad es no jurisdiccional.
Siguiendo al profesor Eduardo Couture, podemos señalar como elementos del acto
jurisdiccional los siguientes:
• La forma.
• El contenido.
• La función.
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2. El contenido de la jurisdicción se refiere a la existencia de un conflicto de relevancia
jurídica, que es necesario resolver mediante una sentencia susceptible de producir los
efectos de cosa juzgada, que produzca inmutabilidad.
Concepto
La jurisdicción es poder y deber, con esto queremos señalar que la jurisdicción es una función
pública destinada a resolver conflictos de relevancia jurídica. Esta función está recogida en
la Constitución en diversos preceptos: artículos 5 y 7, y el Capítulo VI referente al Poder
Judicial. Pero además de ser un poder es un deber, el órgano jurisdiccional está obligado a
conocer y resolver los conflictos de relevancia jurídica.
Se contemplan además los tribunales especiales que forman parte del Poder Judicial:
Juzgados del Trabajo, Juzgados de Familia, Tribunales Militares en tiempos de paz. Además
se establecen en este artículo 5 los jueces árbitros (de derecho, arbitradores, mixtos).
Todo lo anterior sin perjuicio de los demás tribunales que se rigen por leyes especiales
(ejemplo: Juzgados de Policía Local).
También hay que considerar ciertos órganos de carácter administrativo o políticos que si bien
no forman parte del Poder Judicial, pueden eventualmente ejercer funciones jurisdiccionales,
por ejemplo el Director Regional del Servicio de Impuestos Internos, el Subcontralor en el
juicio de cuentas.
Los romanos decían que nadie puede ser juez en su propia causa.
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Nuestra legislación orgánica contempla mecanismos para hacer frente a la imparcialidad, son
las llamadas implicancias y recusaciones que establecen los artículos 194, 195 y 196 del
C.O.T.
Es necesario aclarar que estas normas aseguran la imparcialidad de los jueces, pero en el
evento que estén en alguna de las situaciones contempladas en dichos artículos, lo que
pierden es la competencia para conocer de un determinado asunto, pero no pierden la
jurisdicción. La independencia se encuentra regulada en los artículos 1 y 4 del C.O.T.
Sin duda que la función principal de los órganos jurisdiccionales es la de resolver los
conflictos de relevancia jurídica que se susciten entre partes.
En efecto la jurisdicción existe como consecuencia necesaria de un conflicto que surgido con
anterioridad. Pero resolver los conflictos significa resolverlos en forma definitiva e
inalterable, sin que se pueda corregir o modificar con posterioridad lo fallado. Debe existir
la posibilidad, eso sí, de poder obtener la ejecución de lo sentenciado.
No obstante lo anterior, esta territorialidad se extiende no sólo dentro del territorio físico,
sino que además a otros lugares según lo señala el propio artículo 6 del C.O.T (ejemplos: la
piratería, los crímenes y simples delitos cometidos por un agente diplomático o consular de
la República en el ejercicio de sus funciones, los crímenes que atentan contra la soberanía o
contra la seguridad exterior del Estado, etc.). Son competentes los Juzgados de Garantía y
Tribunales del Juicio Oral en lo Penal de Santiago.
Características de la Jurisdicción
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Al Estado como depositario de la soberanía le corresponde ejercer las funciones legislativas,
ejecutivas y judiciales. La función jurisdiccional tiene por objeto el mantenimiento del orden
jurídico y su restablecimiento en los casos en que este orden sea alterado. La jurisdicción es
una función pública, esta función es realizada por los órganos creados por ley.
Ello quiere decir que la jurisdicción se radica exclusivamente en los órganos creados por la
Constitución y las leyes, preferentemente en los tribunales de justicia.
3) La jurisdicción no es clasificable.
Dentro de la jurisdicción está la competencia, pero entre ésta y aquélla hay una relación de
género a especie. La competencia es una medida de esta función que es la jurisdicción.
Estas facultades se ejercen mediante actos procesales como por ejemplo la demanda,
contestación de la demanda y las llamadas resoluciones judiciales que dictan los tribunales
de justicia.
Esta institución es tan importante como la jurisdicción misma, sin embargo la cosa juzgada
pertenece a aquélla; no puede haber cosa juzgada si no hay jurisdicción.
6) Es improrrogable.
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No pueden los particulares o las partes de un juicio modificar o alterar jurisdicción. No
pueden otorgarse facultades jurisdiccionales a quien por ley no tiene ni puede ejercerla.
Respecto de los árbitros tampoco existe una excepción, pues estimamos que en su calidad de
jueces si tienen jurisdicción. La ley expresamente los trató de jueces.
7) Es indelegable.
El juez (tribunal) no puede delegar su función jurisdiccional a otro órgano u autoridad. Una
vez que el juez está instalado (nombramiento más juramento) no puede dejar de ejercer su
ministerio sino por causa legal.
8) Es temporal.
La jurisdicción sólo se refiere a aquello que es secular, que en materia civil es un conflicto
de relevancia jurídica entre partes.
9) Es territorial.
10) Es indelegable.
Momentos jurisdiccionales
También conocida como fase de cognición, comprende la instancia, los hechos y el derecho
discutido por las partes; en esta fase el Tribunal recibe los antecedentes que le permitirán
resolver la contienda. Esta fase de conocimiento se materializa en la demanda y contestación
de la demanda y pruebas rendidas en el procedimiento. Existen bases fundamentales en esta
materia, como por ejemplo, “nadie puede ser condenado sin ser oído”, la bilateralidad de la
audiencia; las sentencias se dictan en conformidad al proceso, es decir el llamado debido
proceso legal contemplado en la C.P.R, artículo 19 Nº 3.
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En esta materia juegan en forma principal la legalidad del procedimiento y el principio
dispositivo (en contraposición al inquisitivo). La legalidad del procedimiento se refiere a que
los jueces deben ajustarse a las reglas procedimentales establecidas por la ley, de manera que
su inobservancia puede acarrear la nulidad de lo obrado o de la sentencia, sin embargo esta
regla admite excepciones tratándose de los árbitros arbitradores, en el cual las partes pueden
señalar el procedimiento respetando normas mínimas de procedimiento. El principio
dispositivo mira a la actividad del juez en la etapa de conocimiento, en que la actividad es
pasiva y sólo puede actuar a petición de parte, con las salvedades legales (nulidad de oficio).
B. Fase de juzgamiento.
Esta etapa corresponde a la decisión, a la sentencia, al fallo propiamente tal. El juez una vez
analizado los antecedentes de hecho aportados por las partes, rendidas las pruebas legales y
aplicado el derecho a la cuestión, mediante un razonamiento lógico y sistemático culmina su
función juzgadora dictando la sentencia definitiva. El juez en nuestro país está sujeto a
normas legales al dictar sentencia según se demuestra por los artículos 160 y 170 del C.P.C.
Este último artículo está complementado con el Auto Acordado de la Corte Supremas de
1920.
C. Fase de ejecución.
Los tribunales por mandato legal y constitucional están investidos de la facultad de imperio,
es decir de la posibilidad de ejecutar, por los medios legales y coercitivos, las sentencias
condenatorias que dicten. Es más, existe la posibilidad del auxilio de la fuerza pública
(Carabineros de Chile), para obtener ese cumplimiento. Es inherente a la jurisdicción, el
poder de coerción, este es el presupuesto ineludible de la eficacia del derecho, porque la
medida coercitiva impone la restauración del orden jurídico violado, por consiguiente a la
jurisdicción va anexo el imperio, que es la facultad que tienen los jueces de usar la fuerza
pública para ejecutar lo juzgado y decretado.
Límites de la jurisdicción
Por límites de la jurisdicción se entienden todos aquellos factores que delimitan el ejercicio
de la función jurisdiccional y que determinen hasta dónde puede intervenir el Estado, en el
cumplimiento de ese ejercicio.
En esta materia existen los llamados límites internos, referentes a la materia, persona, tiempo
y competencia. Por otra parte están los límites externos, que se refieren al Estado o territorio
y a los poderes o facultades de otros organismos del Estado.
Límites internos
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a) Materia: desde el punto de vista de la materia, la jurisdicción está limitada a los asuntos
de orden temporal que ocurran dentro del territorio de la República, quedando excluidas
todas las cuestiones de carácter filosóficas, doctrinarias o religiosas.
b) Persona: la jurisdicción está limitada en esta materia, en los tribunales de justicia, función
que no puede ser prorrogada ni delegada.
c) Tiempo: si bien los tribunales desempeñan sus funciones en forma permanente, con
excepción de los árbitros, los jueces que ejercen los cargos sólo duran en estos hasta la
edad de 75 años y mientras dure el buen comportamiento que la ley exige.
d) Competencia: todos los tribunales del país tienen jurisdicción por expresa disposición
constitucional; no obstante, existen divisiones entre los jueces pero para el solo efecto de
la competencia: se habla de jueces civiles, jueces laborales, jueces de policía local, jueces
del crimen. La competencia es también un límite en lo que respecta al territorio de cada
tribunal.
Límites externos
b) Facultades de otros órganos del Estado: se produce este límite en razón de una separación
de poderes, es decir existe una separación de funciones entre los distintos órganos del
Estado. Si llegase a existir una contienda de competencia se regula por el artículo 53 Nº
3 y por el artículo 93 Nº 12 ambos de la C.P.R.
Inmunidad de jurisdicción
En el marco de las relaciones internacionales es frecuente que los Estados realicen actos
jurídicos de diversos tipos en el ámbito de soberanía de otros Estados. Así, los funcionarios
de un Estado extranjero realizan en otros Estados funciones de carácter administrativo o
notarial a través de sus agentes diplomáticos y funcionarios consulares, pero también los
Estados extranjeros pueden comprar o alquilar inmuebles, contratar servicios, emitir
préstamos, recibir herencias o legados, etc. Como consecuencia de estas actividades pueden
surgir conflictos jurídicos en los que los Estados acuden a tribunales de otros Estados como
demandantes o demandados.
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Lo contencioso administrativo
Estos asuntos los podemos definir como aquellos conflictos de relevancia jurídica que se
producen entre un particular y la Administración del Estado.
Para estar frente a un asunto contencioso administrativo deben concurrir los siguientes
elementos:
c) Debe ejercerse una ulterior actividad jurisdiccional: estos asuntos son resueltos por los
Tribunales de Justicia.
Los tribunales que fallan estos asuntos serán los tribunales ordinarios a menos que exista
una disposición especial al respecto (ej.: juicio de cuentas que es conocido por el
Subcontralor en primera instancia y en segunda instancia por un Tribunal Colegiado; los
asuntos tributarios conocidos por el Director Regional del S.I.I., entre otros).
Otra acción que se puede ejercer en esta materia es el recurso de protección que conoce
la Corte de Apelaciones en primera instancia y la Corte Suprema en segunda instancia,
cuando exista una acción u omisión arbitraria o ilegal (artículo 20 C.P.C).
Son actividades del Estado, radicadas en los tribunales de justicia, en virtud de una
disposición legal y siempre que no exista un conflicto por oposición del legítimo contradictor.
Los tribunales al conocer de estos asuntos, que forman parte de la jurisdicción, dictan una
determinada resolución a petición de un interesado.
La fuente legal la encontramos en los artículos 2 del C.O.T y 817 del C.P.C.
Para que estemos frente a un asunto de esta naturaleza tienen que reunirse los siguientes
requisitos copulativos:
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Los asuntos no contenciosos se caracterizan por ser esencialmente revocables por el mismo
tribunal que conoció e intervino en el acto judicial. En esta materia el Tribunal no está sujeto
a las llamadas leyes reguladoras de la prueba, apreciando ésta prudencialmente.
El procedimiento ordinario o general puede ser de dos formas, fallando el tribunal de plano
el asunto o bien fallando con conocimiento de causa. El procedimiento es especial cuando
está establecido expresamente en el C.P.C o en una ley especial. Si bien los asuntos
contenciosos y no contenciosos forman parte de la jurisdicción, se diferencian entre ellos:
2. En los asuntos contenciosos el tribunal toma conocimiento del asunto mediante los
medios probatorios establecidos expresamente por el legislador; en los asuntos no
contenciosos el juez toma conocimiento mediante las informaciones sumarias que son las
pruebas de cualquier especie.
La competencia está entregada a los juzgados de letras en lo civil, salvo la designación del
curador ad litem (del juicio, artículo 494 inciso 2 del C.C) que se hace en el mismo juicio
que está conociendo el tribunal, y la recepción de oferta de pago por consignación.
Sin perjuicio que en estos asuntos no existe conflicto, la ley permite que pueda transformarse
en contencioso el asunto si existe la oposición de un legítimo contradictor, en cuyo caso el
asunto se sujetará a los trámites del juicio que corresponda. Es legítimo contradictor la
persona que excluye en todo o parte los derechos del solicitante.
Existen en nuestra legislación ciertas facultades de los tribunales que escapan de las
atribuciones propiamente jurisdiccionales.
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Facultades conservadoras
Estas facultades tienen por objeto mantener la supremacía de las funciones que la
Constitución entrega a cada poder público, es decir, velar por el respeto de la Constitución y
las leyes, como, asimismo, proteger y resguardar garantías constitucionales.
- La inaplicabilidad, es aquella acción que tiene por objeto declarar inaplicable, cualquier
precepto legal, contrario a la Constitución, por parte del Tribunal Constitucional a
petición de parte o que le fueren sometidas por el Tribunal que conoce de la gestión
(artículo 93 Nº6 C.P.R).
- Resolver las contiendas de competencia que se susciten entre las autoridades políticas y/o
administrativas y los Tribunales de Justicia (artículo 93 Nº 12, y el artículo 53 Nº 3
C.P.R).
- Recurso de amparo (artículo 21 de C.P.R), es aquel que tiene por objeto proteger el bien
jurídico de la libertad individual, incluyendo las modalidades de la libertad de
desplazamiento y de movilización. Esta acción además abarca la simple amenaza o
perturbación al ejercicio del derecho a la libertad personal y seguridad individual.
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Facultades disciplinarias
Estas facultades se definen como el conjunto de atribuciones que la Constitución y las leyes
entregan a los Tribunales de Justicia, con el fin de mantener y guardar la disciplina dentro de
la organización judicial.
Estas facultades están expresamente contempladas en el Título XVI del C.O.T, artículos 530
y siguientes. La Corte Suprema tiene la Superintendencia Directiva, Correccional y
Económica sobre todos los tribunales de la República, según lo expresa el artículo 82 de la
C.P.R., con las salvedades que esa misma disposición establece (Tribunal Constitucional,
Tribunal Calificador de Elecciones, Tribunales Electorales Regionales).
La forma como se ejercen las facultades disciplinarias es distinta según se trate de jueces de
letras, Cortes de Apelaciones y Corte Suprema.
El ejercicio de las facultades disciplinarias se materializa por tres vías distintas: de oficio, a
petición de parte o de manera indirecta.
a) De oficio. Los jueces de letras siempre pueden ejercer sus facultades disciplinarias, de
oficio para reprimir o castigar los abusos que se cometen dentro de la sala de despacho o
bien pueden reprimir o castigar las faltas que se cometen en los escritos que se les
presenten o bien castigar los abusos o faltas que cometen los funcionarios o empleados
del tribunal.
- El recurso de queja se encuentra contemplado en el artículo 545 del C.O.T, el cual tiene
por exclusiva finalidad corregir las faltas o abusos graves cometidos en la dictación de
resoluciones de carácter jurisdiccional; este recurso sólo procede en contra de sentencia
interlocutorias y definitivas y que no sean susceptibles de otros recursos ordinarios o
extraordinarios. Este recurso se interpone dentro del plazo legal de 5 días, ampliable por
la tabla de emplazamiento, y conoce la Corte de Apelaciones respectiva o la Corte
Suprema en única instancia, en sala.
- La queja disciplinaria es una acción que se solicita a los tribunales con motivo de haber
existido una infracción de los deberes y obligaciones de los funcionarios judiciales. Su
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objetivo es obtener la aplicación de una medida disciplinaria en contra del infractor.
Deben intentarse dentro de un plazo de 60 días y en contra de la actuación de un
funcionario y no contra una resolución judicial.
c) Medios indirectos del ejercicio disciplinario. Lo constituyen las visitas y los estados y
publicaciones.
- Las visitas son las actividades que se encomiendan a ministros de la Corte de Apelaciones
con el objeto de inspeccionar y vigilar de cerca la marcha de la administración de justicia
en cada uno de los juzgados o tribunales de su jurisdicción. Los ministros visitadores
pueden aplicar una medida disciplinaria si el funcionario visitado no cumple sus
funciones.
- Los estados y publicaciones son informes periódicos que deben evacuar los tribunales a
sus superiores jerárquicos acerca de las visitas que practica, el estado de los procesos y
la nómina de sentencias dictadas o en estado de serlo.
Facultades económicas
Son aquellas facultades que permite al órgano jurisdiccional administrar correctamente los
bienes de que dispone para su función, para regular y mejorar la economía judicial, el
rendimiento del trabajo, y en general, todas aquellas que tienden a una mejor y racional
administración de justicia, evitando el desgaste de la actividad jurisdiccional.
a) Sesión solemne el primer día hábil del mes de marzo de cada año, el Presidente de la
Corte Suprema da cuenta de la administración interna y del trabajo judicial (artículo 102
del C.O.T).
d) La facultad de calificar a los empleados del orden judicial (artículos 273 a 278 bis).
f) La facultad de dictar Auto Acordados. Esta es la principal función dentro de las facultades
económicas: los auto acordados son resoluciones emitidas especialmente por los
Tribunales Superiores de Justicia que tienden a reglamentar, en uso de sus facultades
económicas, ciertos asuntos que no se encuentran suficientemente determinados por la
ley o materias cuya regulación es trascendente y necesaria para un mejor servicio judicial.
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g) Se ha señalado por nuestra jurisprudencia que las reglas de distribución de causas
establecidas por el C.O.T son medidas de orden establecidas en virtud de facultades
económicas. Tienen por objeto obtener una mejor distribución del trabajo judicial.
Conflictos de jurisdicción
Estos conflictos se presentan en aquellos casos en que dos órganos pretenden ejercer la
actividad jurisdiccional en la solución de un caso concreto con exclusión del otro.
En este orden de ideas, difícil es hablar de conflictos de jurisdicción pues, lisa y llanamente,
querría decir que un órgano jurisdiccional le estaría desconociendo a otro ser también
tribunal. Pareciera más apropiado hablar de conflictos de competencia.
Los casos en que pueden presentarse estos conflictos son los siguientes:
2. En aquellos casos en que se trata de cumplir en Chile una sentencia extranjera que se
oponga a la jurisdicción nacional, lo que es conocido por la Corte Suprema.
Los equivalentes jurisdiccionales son todos aquellos actos que sin ser una sentencia definitiva
producen los mismos efectos que ésta para la solución del conflicto, es decir, van a solucionar
el conflicto de relevancia jurídica, pero esta solución no se va a dar por una sentencia
definitiva sino que por otro acto.
• Transacción.
• Conciliación.
• Avenimiento.
• Sentencia extranjera.
• Sentencia eclesiástica (en nuestro país no son equivalentes jurisdiccionales).
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Son tribunales superiores la Corte Suprema, las Cortes de Apelaciones, la Corte Marcial y la Corte Naval. Los
demás son tribunales inferiores.
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Transacción
Reglamentada en el C.C, sin embargo sus efectos procesales nos llevan a estudiarlos dentro
de los equivalentes jurisdiccionales.
Según el artículo 2446 del C.C la transacción es un contrato en que las partes terminan
extrajudicialmente un litigio pendiente, o precaven un litigio eventual.
Para que produzca la acción de cosa juzgada (título ejecutivo) necesariamente requiere de
escritura pública (artículo 434 Nº 2).
La transacción puede ser anterior al proceso o puede producirse dentro de él. Cuando se
produce dentro del juicio normalmente se confunde con el avenimiento; pero no son
instituciones iguales. De acuerdo al C.P.C se rigen por normas distintas por ser títulos
ejecutivos diferentes. De acuerdo al artículo 2460 del C.C la transacción produce también el
efecto de excepción de cosa juzgada (artículos 310 y 304 del C.P.C).
Conciliación
Consiste en la existencia de un acuerdo entre las partes del juicio, pero este acuerdo se
produce a instancias del juez, es decir, es el juez quien llama a las partes a conciliación para
que lleguen a un acuerdo judicial.
El capítulo VII de la Ley de Matrimonio Civil sobre las reglas comunes a ciertos casos de
separación, nulidad y divorcio en los artículos 67 a 70, reglamenta la conciliación en los
juicios de separación y de divorcio la que debe desarrollarse en la audiencia preparatoria.
Avenimiento
Al igual que la conciliación es un acuerdo de las partes dentro del juicio, pero este acuerdo
no se produce a instancias del juez, son las partes quienes directamente llegan a este acuerdo.
De conformidad al artículo 434 Nº 3 del C.P.C tiene que estar pasado ante tribunal
competente y autorizado por un ministro de fe o excepcionalmente autorizado por dos
testigos.
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La regla general es que el ministro de fe sea el secretario del juzgado, pero nada obsta que
sea un notario.
Excepcionalmente puede ser autorizado por dos testigos cuando este avenimiento se
produzca en un juicio seguido ante árbitros arbitradores.
Debe estar pasado ante tribunal competente, o sea, el avenimiento se tiene que presentar ante
el tribunal que está conociendo del juicio o procedimiento y que el tribunal a lo menos lo
haya revisado (consta que lo revisó por una resolución que dicta el tribunal), generalmente
este requisito se cumple con una resolución judicial que expresa lo siguiente “se tiene por
aprobado en todo aquello que no sea contrario a derecho”.
Sentencia extranjera
Para que produzca efecto en Chile debe previamente seguir un procedimiento que se efectúa
ante la Corte Suprema y es el exequátur, reglamentado en el Libro I del C.P.C.
Son todas aquellas herramientas jurídicas que otorga la ley para poner fin a un conflicto, ya
sea antes de su conocimiento por parte de los órganos jurisdiccionales o dentro de un proceso
judicial. Sin duda que el mecanismo de mayor interés en nuestro país ha sido la “mediación”.
No obstante lo anterior, existen otros mecanismos alternativos que proceden en asuntos
civiles y penales. En materia procesal penal, encontramos mecanismos alternativos de
solución de conflictos como: la suspensión condicional del procedimiento y los acuerdos
reparatorios. En materia civil, fuera de Chile, el arbitraje constituye un mecanismo alternativo
de solución de conflictos. En nuestro país el arbitraje es un típico caso de jurisdicción.
También se ha señalado por la doctrina procesal que la conciliación es un tipo de mecanismo
alternativo.
La mediación
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También podemos encontrarla en materia laboral: la Dirección del Trabajo ha puesto a
disposición de empleadores y trabajadores un sistema alternativo de solución de conflictos
laborales colectivos denominado mediación laboral.
Pero sin duda, ha sido en materia de conflictos familiares donde la mediación ha adquirido
mayor fuerza.
LA COMPETENCIA
El artículo 108 del C.O.T se encarga de definir la competencia, señalándonos que “es la
facultad que tiene cada juez o tribunal para conocer de los negocios que la ley ha colocado
dentro de la esfera de sus atribuciones”.
Según Ballesteros la competencia de que habla este artículo en su sentido amplio o lato, es
la medida de poder que la Constitución o la ley confiere a cada funcionario público, y en su
sentido restringido es el poder que la ley concede al juez para ejercer sus funciones dentro de
los límites que ella determina. No es sinónima de jurisdicción la palabra competencia, aunque
a veces se use una expresión por otra. Se ha dicho que la jurisdicción es el poder de juzgar y
la competencia es la medida de jurisdicción.
La competencia es una medida de jurisdicción; pero no todos los jueces tienen competencia
para conocer de un determinado asunto. Un juez competente es al mismo tiempo juez con
jurisdicción; pero un juez incompetente es un juez con jurisdicción y sin competencia.
Clasificación
Los elementos de la competencia absoluta que sirven para determinar la jerarquía del tribunal
son la cuantía, la materia y el fuero o persona.
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La competencia relativa es aquella que determina cuál tribunal dentro de la jerarquía de los
tribunales, es el competente para conocer de un asunto determinado.
a) Competencia natural es aquella que se asigna por la ley a un determinado tribunal para
el conocimiento de un asunto en virtud del principio de la división del trabajo.
Este tribunal con competencia propia, sólo puede ejercer su competencia en los negocios y
dentro del territorio que la ley le hubiere asignado. Excepcionalmente, el legislador posibilita
al tribunal que posee competencia propia que efectúe personalmente algunas diligencias fuera
de su territorio jurisdiccional, como acontece en caso del artículo 403 del C.P.C: el tribunal
puede realizar la prueba inspección personal del tribunal fuera de su territorio jurisdiccional.
La competencia delegada es aquella que posee un tribunal que no conoce del asunto, para la
realización de diligencias específicas, por habérsela delegado para ese solo efecto el tribunal
que posee la competencia propia.
De acuerdo con ello, tenemos que nunca puede delegarse la competencia del tribunal
delegante al tribunal delegado en forma total, sino que sólo parcialmente y para la práctica
de diligencias específicas y determinadas.
El medio a través del cual se verifica la delegación de la competencia del tribunal delegante
al delegado es el exhorto, que son actos jurídicos procesales del tribunal por el cual el tribunal
que conoce de una causa envía una comunicación a otro tribunal nacional o extranjero, para
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que practique u ordene practicar determinadas actuaciones judiciales dentro de su territorio
jurisdiccional (inciso 2 del artículo 71 del C.P.C).
Se entiende por civil no sólo los asuntos propiamente civiles, sino que también los de
comercio, minas, contencioso administrativo, y también los de familia y del trabajo si no
existiere dentro de su territorio jurisdiccional alguno de estos tribunales especiales.
Las Cortes de Apelaciones y la Corte Suprema son tribunales colegiados que tienen
siempre una competencia común, puesto que ellos conocen tanto de los asuntos civiles y
penales, conforme a lo previsto en los artículos 63, 96 y 98 del C.O.T.
Los asuntos penales son fallados por los Jueces de Garantía o Tribunal Oral en lo Penal.
Los jueces de garantía que conocen de un proceso penal, conocen de la acción civil
restitutoria, la que sólo puede ser intentada ante él.
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Ejemplo: para el conocimiento de una acción (pretensión) inmueble en razón del
elemento territorio, a falta de convención de las partes, son competentes el tribunal del
lugar donde se contrajo la obligación o el del lugar donde se encontrare la especie
reclamada (artículo 135 del C.O.T).
El párrafo 9 del Título VII del C.O.T se refiere a la competencia para fallar en única o primera
instancia, señalándonos que “la competencia de que se halla revestido un tribunal puede ser
o para fallar un asunto en una sola instancia, de modo que la sentencia sea inapelable; o para
fallarlo en primera instancia de manera que la sentencia quede sujeta al recurso de apelación”.
La primera instancia constituye la regla general en nuestro país. Hay que precisar que la
competencia de primera instancia la posee un tribunal para el conocimiento de un asunto
por el hecho de estar establecida por el legislador la posibilidad de interponerse el recurso
de apelación en contra de la sentencia que se pronuncia, aun cuando en definitiva no se
ejerza esa facultad por las partes. En determinados casos el legislador ha establecido que
de no ejercerse el recurso de apelación es procedente el trámite de la Consulta, por el cual
se revisará una determinada sentencia definitiva por la Corte de Apelaciones. Por
ejemplo, en materia de juicio de hacienda.
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c) Un tribunal posee competencia de segunda instancia para el conocimiento de un asunto
cuando se encuentra conociendo del recurso de apelación interpuesto en contra de una
resolución pronunciada por el tribunal de primera instancia. Esta competencia por regla
general pertenece a la Cortes de Apelaciones.
La competencia civil contenciosa es aquella que posee el tribunal para resolver un asunto en
que existe un conflicto entre parte, y competencia civil no contenciosa, que es aquella en que
la ley requiere la intervención de un tribunal para resolver un asunto en que no se suscita
conflicto entre partes.
Reglas de la Competencia
Las reglas generales de la competencia son aquellas normas que establece el legislador
respecto de la competencia y que deben aplicarse sin importar la naturaleza del asunto y la
clase o jerarquía del tribunal que debe conocer de él.
Las reglas generales de la competencia se encuentran establecidas en los artículos 109 a 114
del C.O.T y ella son las siguientes:
1) De la radicación o fijeza.
La regla de la radicación o fijeza se encuentra consagrada en el artículo 109 del C.O.T, según
el cual: “Radicado con arreglo a la ley el conocimiento de un negocio ante tribunal
competente, no se alterará esta competencia por causa sobreviniente”.
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La radicación consiste en fijar en forma irrevocable la competencia del tribunal que ha de
conocer de un asunto, cualquiera fueren los hechos que acontezcan con posterioridad. Por
ejemplo, el hecho de que una de las partes del juicio adquiera fuero no altera la competencia
del Tribunal en que se radicó el asunto.
Elementos que deben concurrir para que se produzca la radicación del asunto ante un
tribunal
De acuerdo a lo previsto en el citado artículo 109 del C.O.T, para que se produzca la
radicación del conocimiento de un asunto ante un tribunal es necesario que concurran los
siguientes elementos:
- Intervención del tribunal con arreglo a la ley. Finalmente, la intervención del tribunal
competente debe haberse efectuado con arreglo a derecho, puesto que si las actuaciones
realizadas por el tribunal y las partes adolecen de irregularidades o se efectuaron ante un
tribunal incompetente, éstas podrán ser declaradas nulas y en consecuencia no producirán
efecto alguno.
Momento a partir del cual se entiende radicado un asunto ante el tribunal competente
Como toda norma de carácter general y de rango legal es posible que se contemple la
existencia de excepciones a su respecto, las que requieren de un texto legal expreso.
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Las excepciones a la regla de la radicación consisten en que, no obstante encontrarse fijado
el tribunal competente para el conocimiento y resolución del asunto, por un hecho posterior
el proceso debe pasar al conocimiento de otro tribunal para su tramitación y fallo.
- El compromiso. Por la convención denominada compromiso, pueden las partes del juicio
sustraer el conocimiento del asunto radicado ante el juez ordinario y entregárselo a la
decisión de un juez árbitro, siempre y cuando no se trate de materias arbitraje prohibido.
Puede ocurrir que se tramiten dos o más procedimientos, antes distintos tribunales,
vinculados subjetiva y objetivamente entre sí y que, de ser fallados separadamente,
puedan obtenerse sentencias diferentes y hasta contradictorias (artículo 92 del C.P.C),
donde una de ellas pueda oponerse como excepción de cosa juzgada.
Todas estas causas y expedientes van a ser conocidos y falladas por un solo juez, quien
las resolverá en una única sentencia.
El artículo 96 C.P.C señala que “si los juicios están pendientes ante tribunales de igual
jerarquía, el más moderno se acumulará al más antiguo; pero en el caso contrario, la
acumulación se hará sobre aquel que esté sometido al tribunal superior”.
Con esta regla se persigue la determinación, desde el inicio del procedimiento, de un tribunal
de segunda instancia que conozca del asunto en caso de impetrarse algún recurso de apelación
o el trámite de la consulta, cuando ella sea procedente. Una vez determinado el tribunal de
alzada, esta designación nunca podrá verse alterada (artículo 110 del C.O.T).
“Una vez fijada con arreglo a la ley la competencia de un juez inferior para conocer en
primera instancia de un determinado asunto, queda igualmente fijada la del tribunal superior
que debe conocer del mismo asunto en segunda instancia”.
Esta regla general de la competencia se vincula a dos conceptos que hemos venido estudiando
y que son fundamentales en derecho procesal: la instancia y el recurso de apelación.
La regla del grado o jerarquía tiene por objeto determinar el tribunal de alzada que va a
conocer de la segunda instancia.
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Elementos para que opere la regla del grado o jerarquía
Los elementos que deben concurrir para la aplicación del grado o jerarquía son los siguientes:
3) Regla de la extensión.
Esta regla general de la competencia precisa los asuntos vinculados a la materia principal.
Tiende a determinar hasta dónde llegan las facultades del tribunal (artículo 111 de C.O.T).
“El tribunal que es competente para conocer de un asunto lo es igualmente para conocer de
todas las incidencias que en él se promuevan. Lo es también para conocer de las cuestiones
que se susciten por vía de reconvención o de compensación, aunque el conocimiento de estas
cuestiones, atendidas su cuantía, hubiere de corresponder a un juez inferior si se entablaran
por separado”.
La determinación de las materias a las cuales se extiende la competencia del tribunal para su
conocimiento y fallo tiene gran trascendencia, puesto que su infracción puede llegar a
configurar el vicio de ultrapetita que da lugar a la interposición del recurso de casación en la
forma en contra de la sentencia que se dicte para la resolución del asunto (artículo 768 Nº4
del C.P.C).
El artículo 111 del C.O.T señala cuáles son los asuntos que puede conocer el tribunal en
virtud de la regla de la extensión: el asunto principal, los incidentes, la reconvención y la
compensación. Además, el tribunal de primera instancia puede conocer de la ejecución de la
sentencia por él pronunciada de acuerdo a lo previsto en los artículos 113 y 114 del C.O.T.
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pretensión hecha valer en su contra, las que debe señalar en la contestación de la demanda
(artículo 309 del C.P.C). Respecto a este punto, en virtud de esta regla de la competencia
quedan comprendidos las excepciones perentorias, es decir, aquellos medios de defensa
del demandado que tienen por objeto destruir o atacar la acción del demandante (ejemplo:
cosa juzgada, pago efectivo de la deuda, prescripción extintiva, transacción).
- Ejecución de la sentencia. De acuerdo a lo previsto en los artículos 113 y 114 del C.O.T,
la ejecución de las resoluciones puede corresponder a los tribunales que las hubieren
pronunciado en primera o única instancia o al tribunal competente según las reglas
generales.
Esta regla se encuentra formulada en el artículo 112 del C.O.T: “siempre que según la ley
fueren competentes para conocer de un mismo asunto dos o más tribunales, ninguno de ellos
podrá excusarse del conocimiento bajo el pretexto de haber otros tribunales que puedan
conocer del mismo asunto”.
Esta regla se aplica a aquellos casos en que existan en un mismo territorio jurisdiccional dos
o más tribunales; ninguno de ellos puede excusarse de conocer el asunto que se le presenta.
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5) Regla de la prevención.
Esta regla está en el mismo artículo 112: “El que haya prevenido en el conocimiento” del
negocio excluye a los demás, los cuales desde entonces, cesan de ser competentes. Esta
prevención se produce al momento de ingresarse la demanda o solicitud al tribunal
respectivo. Pero esta regla no es absoluta, piénsese en los casos en que la demanda se declara
inadmisible, por no cumplir con los requisitos legales (por ejemplo, con los tres primeros
requisitos del artículo 254 C.P.C). Declarada la inadmisibilidad, creemos que el resto de los
tribunales vuelve a recuperar su competencia y la demanda podrá intentarse ante cualquiera
de ellos. Esta regla de la prevención tampoco se produce en segunda instancia salvo el caso
de las causas radicadas.
6) Regla de la ejecución.
Señala el artículo 113 inciso 1 del C.O.T que “la ejecución de las resoluciones corresponde
a los tribunales que las hubieren pronunciado en primera o en única instancia”.
Esta situación es la que se contempla en el artículo 114 del C.O.T al señalarnos que “siempre
que la ejecución de una sentencia definitiva hiciere necesaria la iniciación de un nuevo juicio,
podrá éste deducirse ante el tribunal que menciona el inciso primero del artículo precedente
o ante el que sea competente en conformidad a los principios generales establecidos por la
ley, a elección de la parte que hubiere obtenido en el pleito”.
Este artículo 114 C.O.T es otro ejemplo de competencia acumulativa o preventiva que
consagran nuestros textos positivos cuando se inicia un nuevo juicio para solicitar la
ejecución de la sentencia.
Las reglas de la competencia absoluta son las que determinan la jerarquía del tribunal que
será competente para el conocimiento de un asunto. La regla de la competencia relativa
determina cuál tribunal dentro de una misma jerarquía es el competente para conocer de una
determinada materia.
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a) Reglas de la competencia absoluta. Las reglas de la competencia absoluta son aquellas
que determinan la jerarquía del tribunal que es competente para conocer de una materia.
Ellas se encuentran establecidas en los artículos 115 a 133 del C.O.T.
Características
1) La cuantía.
Este elemento o factor hoy como regla de competencia prácticamente no tiene ningún interés.
Siempre vamos llegar a determinar que es tribunal competente un Juez de Letras.
El artículo 115 del C.O.T específica qué se entiende por cuantía en materia civil y penal.
Señala el precepto que “en los asuntos civiles la cuantía de la materia se determina por el
valor de la cosa disputada. En los asuntos criminales se determina por la pena que el delito
lleva consigo”.
Las reglas que se establecen para determinar la cuantía son las siguientes: Para estudiar la
cuantía en materia civil, es menester distinguir entre aquellos asuntos susceptibles de
apreciación pecuniaria y aquellos que no lo son.
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Estos asuntos, por su importancia, siempre han estado entregados al conocimiento del juez
de letras. Se conocen siempre en primera instancia. En efecto, los artículos 130 y 131 C.O.T,
por vía meramente ejemplar, señalan qué asuntos no son susceptibles de apreciación
pecuniaria.
Para el efecto de determinar la competencia se reputarán de mayor cuantía los negocios que
versen sobre materias que no estén sujetas a una determinada apreciación pecuniaria. Tales
son, por ejemplo:
El artículo 131 C.O.T señala que “se reputarán también, en todo caso, como materias de
mayor cuantía, para el efecto de determinar la competencia del juez, las que en seguida se
indican:
A este tipo de asuntos se refieren los artículos 116 y siguientes del C.O.T. En primer término,
comienza el legislador por distinguir si el demandante acompaña o no documentos en que
apoye su pretensión.
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• Si el demandante no acompaña documentos que sirvan de apoyo a su pretensión es
menester efectuar una nueva distinción según si la acción o pretensión emana de un
derecho real o de un derecho personal.
- Acción personal. Señala el artículo 117 del C.O.T que “si el demandante no acompañare
documentos o si de ellos no apareciere esclarecido el valor de la cosa, y la acción
entablada fuere personal, se determinará la cuantía de la materia por la apreciación que
el demandante hiciere en su demanda verbal o escrita”.
- Acción real. Si la acción es real, entran a jugar una serie de reglas para determinar la
cuantía:
1) Señala el artículo 118 del C.O.T que “si la acción entablada fuere real y el valor de la
cosa no apareciere determinada del modo que se indica en el artículo 116, se estará a
la apreciación que las partes hicieren de común acuerdo”.
2) Si no existe acuerdo entre las partes, el juez debe determinar la cuantía por medio de
la evaluación efectuada por peritos.
El artículo 119 C.O.T señala que “si el valor de la cosa demandada por acción real no
fuere determinado del modo que se indica en el artículo anterior, el juez ante quien
se hubiere entablado la demanda nombrará un perito para que evalúe la cosa y se
reputará por verdadero valor de ella, para el efecto de determinar la cuantía del juicio,
el que dicho perito fijare”.
El informe del perito es obligatorio en cuanto a sus conclusiones, tanto para el juez
como para las partes.
3) Finalmente, previene el artículo 120 del C.O.T que “cualquiera de las partes puede,
en los casos en que el valor de la cosa disputada no aparezca esclarecido por los
medios indicados en este Código, hacer las gestiones convenientes para que dicho
valor sea fijado antes de que se pronuncie sentencia. Puede también el tribunal dictar
de oficio las medidas y órdenes convenientes para el mismo efecto”.
o Pluralidad de acciones: “Si en una misma demanda se entablaren a la vez varias acciones,
en los casos en que puede esto hacerse conforme a lo prevenido en el Código de
Procedimiento, se determinará la cuantía del juicio por el monto a que ascendieren todas
las acciones entabladas”.
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o Pluralidad de demandados (litisconsorcio pasivo). El artículo 122 del C.O.T se refiere a
este punto en los siguientes términos: “Si fueren muchos los demandados en un mismo
juicio, el valor total de la cosa o cantidad debida determinará la cuantía de la materia, aun
cuando por no ser solidaria la obligación no pueda cada uno de los demandados ser
compelido al pago total de la cosa o cantidad, sino tan sólo al de la parte que le
correspondiere”.
o Caso de la reconvención. Para estos efectos, el artículo 124 del C.O.T señala que deben
considerarse aisladamente los montos de la reconvención y los de la demanda: “Si el
demandado al contestar la demanda entablare reconvención contra el demandante, la
cuantía de la materia se determinará por el monto a que ascendieren la acción principal y
la reconvención reunidas, pero para estimar la competencia se considerará el monto de
los valores reclamados por vía de reconvención separadamente de los que son materia de
la demanda”.
o Terminación del arrendamiento. Según el artículo 125 del C.O.T: “El valor de lo
disputado se determinará en los juicios de desahucio o de restitución de la cosa arrendada
por el monto de la renta o del salario convenido para cada período de pago; y en los de
reconvenciones, por el monto de las rentas insolutas”.
Los asuntos cuya cuantía sea superior a 500 UTM se tramitan de acuerdo al procedimiento
ordinario de mayor cuantía del Libro II del C.P.C.
Los asuntos cuya cuantía sea superior a 10 UTM pero inferior a 500 UTM, se tramitan de
acuerdo a las normas del juicio ordinario de menor cuantía.
Los asuntos cuya cuantía sea inferior a 10 UTM, se tramitan de acuerdo al procedimiento de
mínima cuantía.
La cuantía importa en los negocios civiles y comerciales para los efectos de determinar si el
juez de letras que conoce de ellos lo hará en primera o en única instancia.
2) La materia.
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En la actualidad, la materia tiene un doble papel en materia procesal.
• En efecto, por una parte, es utilizada para el establecimiento de los tribunales especiales,
ya que éstos han sido creados en razón, precisamente, de este factor (cuentas fiscales,
laborales, de familia, militares, etc.), en no pocas oportunidades acompañados del factor
persona.
El artículo 5 del C.O.T establece cuáles son los distintos tribunales que integran el Poder
Judicial, dividiéndolos en tribunales ordinarios y especiales, solamente en función del
elemento materia, sea en forma exclusiva o en relación con el elemento persona.
Dispone al efecto el artículo 5 del C.O.T, que “forman parte del Poder Judicial, como
tribunales especiales, los Juzgados de Familia, los Juzgados de Letras del Trabajo y los
Tribunales Militares en tiempos de paz, los cuales se regirán en su organización y
atribuciones por las disposiciones orgánicas constitucionales contenidas en la Ley Nº
19.969, en el Código del Trabajo, y en el Código de Justicia Militar y sus leyes
complementarias, respectivamente, rigiendo para ellos las disposiciones de este Código
sólo cuando los cuerpos legales citados se remitan en forma expresa a él”.
Lo mismo puede afirmarse de asuntos tan importantes como las causas aduaneras y
tributarias, donde la materia sobre la que versan es esencial para señalar que son
competentes los Administradores de Aduanas, el Director Nacional de Aduanas, los
Directores Regionales del Servicio de Impuestos Internos, el Tribunal Especial de Alzada
para asuntos relativos a avalúos, etc.
- El artículo 48 del C.O.T. Los juicios de hacienda, esto es, aquellos en que tiene interés el
Fisco y cuyos conocimientos se encuentra entregado a los tribunales ordinarios (artículo
748 del C.P.C).
- El artículo 45 Nº 2 letra b del C.O.T, entrega a los jueces de letras el conocimiento de las
causas de minas.
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- El artículo 45 Nº 2 letra h del C.O.T, entrega a los jueces de letras el conocimiento de las
causas laborales o de familia en aquellas comunas donde no hay tribunal especial.
3) El fuero o persona.
Se puede definir el fuero como aquel elemento de la competencia absoluta que modifica la
determinación previa de la jerarquía de un tribunal para conocer de un asunto por existir la
intervención de una persona constituida en dignidad.
El fuero no es un beneficio para la persona que lo goza, sino que es una garantía para la
persona que no cuenta con él. De esta manera abstractamente considerada, se mantiene una
relativa igualdad ante la ley, dando aplicación al artículo 19 Nº 2 de la C.P.R
El legislador determina que a una mayor jerarquía del tribunal que conoce del asunto mayor
es la independencia del tribunal para su resolución, de allí que elevación de la jerarquía del
tribunal en virtud de este elemento protege a aquella persona no constituida en dignidad.
- Por el fuero menor, determinadas personas, por el hecho de desempeñar una función
pública, hacen radicar el conocimiento de un asunto en primera instancia en los jueces de
letras, pero sólo en asuntos civiles o de comercio. Señala al efecto el artículo 45 Nº 2 letra
g del C.O.T que los jueces de letras conocerán en primera instancia de las causas civiles
y de comercio cuya cuantía sea inferior a las señalas en las letras a) y b) del Nº 1 de este
artículo, en que sean parte o tengan interés los Comandantes en Jefe del Ejército, de la
Armada y de la Fuerza Aérea, el General Director de Carabineros, los Ministros de la
Corte Suprema o de alguna Corte de Apelaciones, los Fiscales Judiciales…
Se señalan en el artículo 133 del C.O.T algunos casos en que por la naturaleza del asunto o
del procedimiento empleado, el factor fuero no es tomado en consideración, siendo ellos los
siguientes:
- Juicios posesorios.
- Juicios sumarios y los procedimientos que deban tramitarse breve y sumariamente.
- Juicios de minas.
- Juicios de distribución de aguas.
- Procedimientos de partición de bienes.
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- Tampoco se tomarán en cuenta el fuero que tengan los acreedores en el procedimiento
concursal de liquidación.
- Tampoco se tomarán en cuenta el fuero que tengan los interesados en los asuntos
judiciales no contenciosos.
- Los demás que determinen las leyes (prenda sin desplazamiento).
Como premisa básica es menester señalar que estas reglas tienen el carácter de instituciones
de orden privado, siendo por tanto plenamente renunciables, pero sólo respecto de los asuntos
contenciosos civiles. En materia civil no contenciosa las reglas de competencia relativa son
de orden público, irrenunciables y no admiten la prórroga de la competencia.
Para poder determinar, con precisión, qué tribunal, en razón del territorio, será competente
para conocer del asunto, es necesario tomar en consideración las siguientes reglas de
descarte:
4. Finalmente, a falta de todas las reglas precedentes, y como norma supletoria se entiende
que será competente para conocer del asunto el tribunal del domicilio del demandado.
Así lo prescribe el artículo 134 del C.O.T, en cuya virtud “en general, es juez competente
para conocer de una demanda civil o para intervenir en un acto no contencioso, el del
domicilio del demandado o interesado, sin perjuicio de las reglas establecidas en los
artículos siguientes y de las demás excepciones legales.
La prórroga de la competencia
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La prórroga de la competencia se regula en el párrafo 8 del Título VII del C.O.T.
De acuerdo a lo establecido en el artículo 181 del C.O.T: “un tribunal que no es naturalmente
competente para conocer de un determinado asunto, puede llegar a serlo si para ello las partes,
expresa o tácitamente, convienen en prorrogarle la competencia para este negocio”.
- De acuerdo a lo previsto en el artículo 182 del C.O.T, “la prórroga de competencia sólo
procede en tribunales ordinarios de igual jerarquía”.
Al respecto, establece el artículo 184 del C.O.T que “pueden prorrogar competencia todas
las personas que según la ley son hábiles para estar en juicio por sí mismas, y por las que no
lo son pueden prorrogarla sus representantes legales”.
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Formas de prorrogar la competencia
Prórroga expresa
Es importante que las partes designen con “precisión” el juez competente, no siendo válida
una sumisión expresa general. Será necesario que en la cláusula de la convención o en el acto
posterior individualicen al juez de letras respectivo (por ejemplo, juez de letras de Taltal o
los jueces de letras de Antofagasta, pero no puede estimarse válida una prórroga general
como, por ejemplo: serán competentes los juzgados de letras de la Segunda Región, pues no
hay seriedad en la prórroga).
Prórroga tácita
En conformidad al artículo 187 del C.O.T podemos señalar que hay prórroga tácita de la
competencia por actuaciones que verifican tanto el demandante como el demandado del
juicio. No en forma independiente sino en forma conjunta.
Excepcionalmente, tratándose del juicio ejecutivo, se establece en el artículo 465 del C.P.C
que “no obstará para que se deduzca la excepción de incompetencia, el hecho de haber
intervenido el demandado en las gestiones del demandante para preparar la acción ejecutiva”.
En consecuencia, tratándose del juicio ejecutivo, si el demandado interviene con motivo de
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alguna gestión preparatoria de la vía ejecutiva de las contempladas en el artículo 434 del
C.P.C, no se producirá la prórroga tácita de la competencia y éste podrá con posterioridad,
una vez deducida la demanda ejecutiva y requerido de pago, oponer la excepción de
incompetencia relativa del tribunal (contemplada en el artículo 464 Nº 1 del C.P.C).
- Un tribunal que no era el naturalmente competente para conocer del asunto en virtud del
elemento territorio pasa a ser competente para conocer de él.
- Los efectos de la prórroga de la competencia son relativos, puesto que sólo afecta a las
partes que han concurrido a otorgarla.
Al efecto, el artículo 185 establece que “la prórroga de la competencia sólo surte efectos
entre las personas que han concurrido a otorgarla, mas no respecto de otras personas como
fiadores o codeudores”.
3) “Es competente para conocer de los interdictos posesorios el juez de letras del territorio
jurisdiccional en que estuvieren situados los bienes a que se refieren. Si ellos, por su
situación, pertenecen a varios territorios jurisdiccionales, será competente el juez de
cualquiera de éstos” (artículo 143 del C.O.T).
4) En lo que respecta a los juicios sobre alimentos es competente para conocer de ellos el
juez de familia. Señala el artículo 147 del C.O.T en su parte pertinente: será juez
competente para conocer de las demandas de alimentos el del domicilio del alimentante
o alimentario a elección de este último. En el caso de solicitudes de aumento de la pensión
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decretada conoce el mismo tribunal que la decretó o el tribunal de familia del nuevo
domicilio del alimentario, a elección de este último.
- Finalmente prescribe el artículo 138 del C.O.T que “si la acción entablada fuere de las
que se reputan MUEBLES con arreglo a lo prevenido en los artículos 580 y 581 del
Código Civil, será competente el juez de lugar que las partes hayan estipulado en la
respectiva convención. A falta de estipulación de las partes, lo será el del domicilio del
demandado”.
(Los hechos que se deben, como las promesas, se reputan muebles, de acuerdo al artículo
581 del C.C y, consiguientemente, se rigen por la disposición del artículo 138 del C.O.T).
Regla supletoria
A falta de todas las otras reglas de competencia que se han enunciado, será juez competente
para conocer del asunto aquel en que tenga su domicilio el demandado (artículo 134 del
C.O.T).
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Para poder determinar con precisión el tribunal que es competente para conocer de los
asuntos no contenciosos en que no se promueve conflicto entre partes, en los que no cabe la
prórroga de la competencia, es menester tomar en consideración las siguientes reglas de
descarte:
2. Ante la falta de una regla especial, se debe aplicar la regla supletoria que concede
competencia al tribunal de la comuna o agrupación de comunas en que tenga su domicilio
el interesado (artículo 134 del C.O.T).
Reglas especiales
2) “Cuando una sucesión se abra en el extranjero y comprenda bienes situados dentro del
territorio chileno, la posesión efectiva de la herencia deberá pedirse en el lugar en que
tuvo el causante su último domicilio en Chile, o en el domicilio del que la pida si aquél
no lo hubiere tenido”.
3) “En los casos de presunción de muerte por desaparecimiento, el juez del lugar en que el
desaparecido hubiere tenido su último domicilio será competente para declarar la
presunción de muerte y para conferir la posesión provisoria o definitiva de los bienes del
desaparecido a las personas que justifiquen tener derechos a ellos”.
Regla supletoria
A falta de reglas especiales se debe aplicar el artículo 134 del C.O.T: Será competente el juez
del domicilio del interesado.
El artículo 84 inciso final del C.P.C establece que el tribunal puede corregir de oficio los
errores que observe en la tramitación del proceso.
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Con respecto al recurso de casación en la forma se establece que si un tribunal superior
jerárquico se encuentre conociendo de una causa por vía de casación, apelación, consulta o
alguna incidencia puede proceder a casar de oficio una sentencia si aparece de manifiesto de
los antecedentes una causal que hace procedente el recurso de casación en la forma, dentro
de las cuales se encuentra la incompetencia del tribunal (artículo 776 del C.P.C).
Tratándose de la incompetencia relativa en los asuntos civiles contenciosos, ella no puede ser
declarada de oficio por el tribunal, puesto que se trata de aquellas nulidades de orden privado
que sólo pueden ser invocadas por las partes.
- La declinatoria de competencia.
El artículo 101 del C.P.C establece que podrán las partes promover cuestiones de
competencia por inhibitoria o declinatoria.
La declinatoria de competencia es aquel incidente que se presenta ante el tribunal que se cree
incompetente para conocer de un negocio, indicándole cuál es el que se estima competente y
pidiéndole que se abstenga de dicho conocimiento. Su tramitación se sujetará a las reglas
establecidas para los incidentes. En el juicio ordinario civil, la forma de hacer valer la
declinatoria de competencia es a través de la excepción dilatoria contemplada en el Nº1 del
artículo 303 del C.P.C esto es, “la incompetencia del tribunal ante quien se haya presentado
la demanda”. La sola aceptación de la excepción de incompetencia del tribunal importa la
abstención de éste de seguir conociendo del asunto.
- La inhibitoria de competencia.
El tribunal ante el cual se presenta la solicitud debe analizar los antecedentes y pronunciarse
acerca de su competencia. Si estima que la solicitud es procedente, oficiará al tribunal que
está conociendo del asunto para que se inhiba de seguir conociendo de él y le remita el
proceso.
Requerido el tribunal que está conociendo del asunto deberá oír a la parte que ante él litiga,
y con lo que ella exponga o en su rebeldía, procederá a acceder a la inhibición o negar lugar
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a ella. Si acepta la inhibitoria, remitirá los autos al tribunal requirente, resolviéndose con ello
la cuestión de competencia.
Las contiendas de competencia están resueltas en los artículos 190 y 191 del C.O.T. Las
contiendas de competencia serán resueltas por el tribunal que sea superior común de los que
estén en conflicto.
Si los tribunales fueren de distinta jerarquía, será competente para resolver la contienda el
superior de aquel que tenga jerarquía más alta.
Los jueces árbitros de primera, de segunda o de única instancia tendrán por superior, para los
efectos de este artículo, a la respectiva Corte de Apelaciones.
Sin perjuicio de las disposiciones expresas en contrario, las contiendas de competencia que
se susciten entre tribunales especiales o entre éstos y los tribunales ordinarios, dependientes
ambos de una misma Corte de Apelaciones, serán resueltas por ella.
El recurso de casación en la forma es aquel acto jurídico procesal de parte que persigue
invalidar una sentencia definitiva o interlocutoria de aquellas que ponen término al juicio o
hacen imposible su continuación, por emanar ella de un procedimiento viciado o no haberse
cumplido con los requisitos legales. De acuerdo al artículo 768 Nº1 del C.P.C una de las
causales de este recurso es la incompetencia del tribunal.
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Es de ordinaria ocurrencia que, una vez aplicadas las normas de competencias absoluta y
relativa, en una comuna o agrupación de comunas existan varios jueces de la misma jerarquía
y con el mismo territorio jurisdiccional.
Por ende, para que se apliquen las reglas de distribución de causas, en el respectivo territorio
jurisdiccional debe existir mas de un juez competente.
3) Las normas anteriores no se aplican a los juzgados de garantía ni a los tribunales de juicio
oral en lo penal, los cuales se rigen por normas especiales para ellos (artículo 175).
1) En los lugares de asiento de Corte en que hubiere más de un juez de letras en lo civil,
deberá presentarse a la Corte toda demanda o gestión judicial que se iniciare y que deba
conocer alguno de dichos jueces, a fin de que se designe el juez a quien corresponda su
conocimiento.
2) La designación se hará electrónicamente por orden del presidente del tribunal, asignando
a cada causa un número de orden, según su naturaleza (artículo 176).
Están sujetos a lo dispuesto en los artículos 175 y 176, según el caso, el ejercicio de las
facultades que correspondan a los jueces para el conocimiento de los asuntos que tienen por
objeto dar cumplimiento a resoluciones o decretos de otros juzgados o tribunales y los
asuntos de “jurisdicción voluntaria” (artículo 179 del C.O.T).
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