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APUNTES DE DERECHO PROCESAL

ASPECTOS GENERALES

¿Qué es el derecho procesal?

Es aquella ciencia del derecho que estudia las normas que regulan la organización, el
funcionamiento de los tribunales de justicia y los procedimientos que deben utilizar las
personas naturales y/o jurídicas para ejercer sus pretensiones y contrapretensiones ante los
órganos jurisdiccionales.

Es un derecho legal. Su fuente está en la ley, pero existe una institución anterior que origina
el proceso: el CONFLICTO (controversia jurídica) y éste puede ser civil o penal.

Es civil cuando la controversia jurídica se produce por alguna vulneración de alguna norma
civil, o sea, cuando no se acata una norma ya sea establecida en el Código Civil, de Comercio,
del Trabajo, de Aguas, etc.; en definitiva en todo aquello que no es penal.

Las normas que regulan el encauzamiento del conflicto civil a través del proceso para una
solución de autoridad, están reguladas por el Código de Procedimiento Civil y en leyes
especiales.

Es penal cuando hay vulneración de una norma penal, o sea, vulneración de alguna norma
del Código Penal o de otras leyes o normas penales (cada vez que exista delito, cuasidelito o
falta), en definitiva todo aquello que no es civil.

Las normas que regulan el encauzamiento del conflicto penal, están reguladas en el Código
de Procedimiento Penal1, el Código Procesal Penal y el Código de Justicia Militar.

¿Cómo debe ser el conflicto?

El conflicto debe ser intersubjetivo de intereses, el conflicto se da entre distintas personas


(dos o más) naturales o jurídicas y se refiere a intereses patrimoniales.

Hay conflicto cuando una persona o el ordenamiento jurídico, exige (de otro individuo) un
comportamiento (ejecución de un acto o un hecho) o una abstención y éste se resiste. Surge
una diferencia o discrepancia que el derecho debe solucionar.

Una vez que ha surgido el conflicto, éste debe ser solucionado a fin de mantener la paz social
y la tranquilidad de los ciudadanos de un determinado territorio.

Existen diversos mecanismos de solución de conflictos: uno de ellos es la autocomposición,


el cual comprende el acuerdo de las partes del conflicto para dar solución a aquél. La
autotutela se caracteriza porque la voluntad de solución proviene de una de las partes del
conflicto, generalmente la más poderosa: justicia por propia mano. Este tipo de solución debe

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Se aplica respecto de delitos acaecidos con anterioridad a la vigencia del nuevo Código.

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ser desterrado de los ordenamientos jurídicos ya que impide la paz social. Sin duda que el
mecanismo de solución más imparcial es el PROCESO, pues un tercero imparcial con
facultad y poder soluciona el conflicto en forma definitiva.

Acción, proceso y procedimiento

Se habla de acción en particular cuando una persona (acreedor) tiene crédito o derecho contra
otro (deudor). Esta acción del acreedor contra el deudor es en realidad la pretensión. La
pretensión es la subordinación del interés ajeno (deudor) al interés propio (acreedor) diferente
al concepto de acción.

La acción es un derecho que otorga la ley, se diferencia de la pretensión en que ésta es un


acto inherente que tiene el acreedor en su patrimonio. Esta pretensión no necesariamente va
a llegar al proceso por que puede ocurrir que esta pretensión se subsane en el camino antes
del proceso (cuando el deudor llega a acuerdo con el acreedor: que solucionará el conflicto
que se originó). Tampoco habrá proceso cuando el conflicto no es jurídico. El proceso se
inicia cuando la pretensión se transforma en acción y por ello se habla de derecho de acción
(medio legal, constitucional, para dar origen al proceso).

El proceso es el conjunto o serie de actos que se desenvuelven progresivamente con el fin de


llegar a una sentencia definitiva (resolución judicial), que solucione el conflicto por parte del
juez. No es lo mismo juicio que proceso, el primero tiene su origen en el derecho romano. El
concepto proceso es más amplio, porque comprende todos los actos que realizan las partes y
el juez, e incluso comprende aquellas situaciones donde no hay conflicto.

El procedimiento es el conjunto de actos de que hablamos en el proceso, es el procedimiento.


Lo podemos definir como la secuencia de actos, ordenados, que se desarrollan ante los
tribunales de justicia. Es el proceso en movimiento.

Como señala el profesor Fenech, “el procedimiento es el iter que recorre el proceso
intencional a cuya norma ha de plegarse éste”.

Ejemplos de procedimientos: procedimiento ordinario, sumario, ejecutivo, de familia, para


obtener el reconocimiento de un hijo, etc.

Dentro del procedimiento encontramos la pretensión y como modo de reacción nace la


contra-pretensión, la manera que tiene el deudor (demandado o ejecutado) para defenderse.
Con la pretensión y con las excepciones (contra-pretensión) un tercero debe solucionar el
conflicto y este es el tribunal que lo solucionará con la sentencia definitiva. Existen los
tribunales porque el Estado debe imponer la paz social, como consecuencia de que las mismas
personas que generan el conflicto no son capaces de solucionarlo por sí mismas.

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LA JURISDICCIÓN

El artículo 76 de la CPR señala que la facultad de conocer las causas civiles y criminales, de
juzgarlas y de hacer ejecutar lo juzgado, pertenece exclusivamente a los tribunales que
establece la ley. Esta misma norma está contemplada en el artículo 1 del C.O.T.

La actividad jurisdiccional surge al momento de existir un conflicto de relevancia jurídica,


es decir, se producirá cuando una persona o la ley exige a otra la ejecución de un hecho o
acto o por último su abstención, y ésta se resiste o quebranta la norma.

Pero este conflicto de relevancia jurídica necesita de una adecuada solución, para mantener
la paz social; cuando la contienda se refiere a bienes jurídicos indisponibles (crímenes o
simples delitos, asuntos de familia o que exista un interés público comprometido) la adecuada
solución, en virtud de la ley, será necesariamente la vía jurisdiccional (el proceso).

Sin embargo, si se trata de conflictos que sólo afecten un interés privado, respecto de
derechos que se pueden renunciar, en conformidad al artículo 12 del C.C, se puede llegar a
una solución del conflicto mediante la llamada autocomposición (ejemplo: transacción,
avenimiento).

Acepciones

La jurisdicción tiene además una serie de acepciones, como ámbito territorial (territorio
jurisdiccional); como sinónimo de poder (poder jurisdiccional); o sinónimo de función
(función jurisdiccional).

Elementos del acto jurisdiccional

Lo que en realidad caracteriza al órgano jurisdiccional es su función, por lo tanto hay que
estar a este principio para saber si una actividad es no jurisdiccional.

Siguiendo al profesor Eduardo Couture, podemos señalar como elementos del acto
jurisdiccional los siguientes:

• La forma.
• El contenido.
• La función.

1. La forma de la jurisdicción se refiere a los elementos de carácter externo que presenta, a


saber: las partes (actor o demandante; demandado o reo, principalmente, sin perjuicio de
los terceros que intervienen en un litigio); el tribunal o juez, que por regla general
pertenecen al Poder Judicial y que por un imperativo constitucional tienen la facultad de
conocer y juzgar las causas civiles y criminales; y como último elemento de forma el
procedimiento, es decir, el sistema que autoriza la ley y en el cual se desenvuelve el
debate y se realizan los llamados actos jurisdiccionales.

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2. El contenido de la jurisdicción se refiere a la existencia de un conflicto de relevancia
jurídica, que es necesario resolver mediante una sentencia susceptible de producir los
efectos de cosa juzgada, que produzca inmutabilidad.

3. La función, por último, se refiere a la imposibilidad de revisar la sentencia definitiva


expedida por un órgano jurisdiccional; no hay posibilidad de derogar o modificar dicha
sentencia.

Concepto

Siguiendo al profesor Mario Mosquera, definimos la jurisdicción como poder-deber del


Estado, que se radica preferentemente en los tribunales de justicia, para que éstos como
órganos imparciales e independientes, resuelvan de manera definitiva e inalterable, con
posibilidad de ejecución, los conflictos de relevancia jurídica, que se susciten entre partes,
en el orden temporal y dentro del territorio nacional, y con efecto de cosa juzgada.

- Poder-deber del Estado.

La jurisdicción es poder y deber, con esto queremos señalar que la jurisdicción es una función
pública destinada a resolver conflictos de relevancia jurídica. Esta función está recogida en
la Constitución en diversos preceptos: artículos 5 y 7, y el Capítulo VI referente al Poder
Judicial. Pero además de ser un poder es un deber, el órgano jurisdiccional está obligado a
conocer y resolver los conflictos de relevancia jurídica.

- Radicado preferentemente en los tribunales de justicia.

Lo característico de la jurisdicción es su función y no el órgano; el artículo 5 del C.O.T, nos


señala cuáles son los tribunales que integran el Poder Judicial como tribunales ordinarios:
Corte Suprema, Cortes de Apelaciones, Tribunal de Juicio Oral en lo Penal, Presidente y
Ministros de Corte, Jueces de Letras y Juzgados de Garantía.

Se contemplan además los tribunales especiales que forman parte del Poder Judicial:
Juzgados del Trabajo, Juzgados de Familia, Tribunales Militares en tiempos de paz. Además
se establecen en este artículo 5 los jueces árbitros (de derecho, arbitradores, mixtos).

Todo lo anterior sin perjuicio de los demás tribunales que se rigen por leyes especiales
(ejemplo: Juzgados de Policía Local).

También hay que considerar ciertos órganos de carácter administrativo o políticos que si bien
no forman parte del Poder Judicial, pueden eventualmente ejercer funciones jurisdiccionales,
por ejemplo el Director Regional del Servicio de Impuestos Internos, el Subcontralor en el
juicio de cuentas.

- Órganos imparciales e independientes.

Los romanos decían que nadie puede ser juez en su propia causa.

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Nuestra legislación orgánica contempla mecanismos para hacer frente a la imparcialidad, son
las llamadas implicancias y recusaciones que establecen los artículos 194, 195 y 196 del
C.O.T.

Es necesario aclarar que estas normas aseguran la imparcialidad de los jueces, pero en el
evento que estén en alguna de las situaciones contempladas en dichos artículos, lo que
pierden es la competencia para conocer de un determinado asunto, pero no pierden la
jurisdicción. La independencia se encuentra regulada en los artículos 1 y 4 del C.O.T.

- Que se resuelva de manera definitiva e inalterable con posibilidad ejecución, los


conflictos de relevancia jurídica.

Sin duda que la función principal de los órganos jurisdiccionales es la de resolver los
conflictos de relevancia jurídica que se susciten entre partes.

En efecto la jurisdicción existe como consecuencia necesaria de un conflicto que surgido con
anterioridad. Pero resolver los conflictos significa resolverlos en forma definitiva e
inalterable, sin que se pueda corregir o modificar con posterioridad lo fallado. Debe existir
la posibilidad, eso sí, de poder obtener la ejecución de lo sentenciado.

El efecto principal de la sentencia en nuestro derecho es la llamada cosa juzgada, institución


que puede ser ejercida como acción o excepción. La sentencia debe contener la eventual
posibilidad de ejecución, y es eventual porque no todas las resoluciones judiciales son
ejecutables. Es así que las sentencias de condena se pueden ejecutar, por la vía incidental o
por la vía ejecutiva, pero no se pueden ejecutar las llamadas sentencias declarativas o
constitutivas. Las sentencias de condena se pueden ejecutar por vía jurisdiccional o por vía
administrativa, como ocurre por ejemplo con el juicio o procedimiento de hacienda.

- En el orden temporal y dentro de la República.

A la jurisdicción no le importan los conflictos de carácter filosófico o religioso, por el


contrario lo trascendental es el conflicto de relevancia jurídica.

Pero además la jurisdicción es territorial, así está expresamente establecido en el propio


artículo 5, que expresamente señala “…asuntos judiciales que se promuevan dentro del
territorio de la República…”.

No obstante lo anterior, esta territorialidad se extiende no sólo dentro del territorio físico,
sino que además a otros lugares según lo señala el propio artículo 6 del C.O.T (ejemplos: la
piratería, los crímenes y simples delitos cometidos por un agente diplomático o consular de
la República en el ejercicio de sus funciones, los crímenes que atentan contra la soberanía o
contra la seguridad exterior del Estado, etc.). Son competentes los Juzgados de Garantía y
Tribunales del Juicio Oral en lo Penal de Santiago.

Características de la Jurisdicción

1) Es una función pública.

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Al Estado como depositario de la soberanía le corresponde ejercer las funciones legislativas,
ejecutivas y judiciales. La función jurisdiccional tiene por objeto el mantenimiento del orden
jurídico y su restablecimiento en los casos en que este orden sea alterado. La jurisdicción es
una función pública, esta función es realizada por los órganos creados por ley.

2) Es privativa de los órganos creados para tal efecto.

Ello quiere decir que la jurisdicción se radica exclusivamente en los órganos creados por la
Constitución y las leyes, preferentemente en los tribunales de justicia.

Como se analizó anteriormente la jurisdicción no es sólo privativa de los tribunales de


justicia, existen otras instituciones que también ejercen jurisdicción, sean entidades políticas
o administrativas.

3) La jurisdicción no es clasificable.

Constituye una sola, no admite clasificación, no puede ser dividida.

Dentro de la jurisdicción está la competencia, pero entre ésta y aquélla hay una relación de
género a especie. La competencia es una medida de esta función que es la jurisdicción.

Se ha discutido si al hablar de “jurisdicción voluntaria” estamos admitiendo una clasificación


de la jurisdicción o no. Siguiendo nuestros códigos creemos que no obstante se hable de
jurisdicción voluntaria no hay estrictamente una clasificación de jurisdicción contenciosa y
voluntaria, se trata más bien de una distinción para fines pedagógicos. En nuestra legislación
se habla de asuntos judiciales no contenciosos, por lo que creemos que el término adecuado
es éste y no el de jurisdicción voluntaria, que no es propio de nuestra legislación.

4) La jurisdicción se ejerce mediante actos procesales.

El ejercicio jurisdiccional se manifiesta en un proceso, el cual se materializa en el


conocimiento, juzgamiento y ejecución de lo juzgado.

Estas facultades se ejercen mediante actos procesales como por ejemplo la demanda,
contestación de la demanda y las llamadas resoluciones judiciales que dictan los tribunales
de justicia.

5) La jurisdicción produce cosa juzgada.

Esta institución es tan importante como la jurisdicción misma, sin embargo la cosa juzgada
pertenece a aquélla; no puede haber cosa juzgada si no hay jurisdicción.

El efecto de la cosa juzgada surge como consecuencia de la dictación de ciertas resoluciones


judiciales que se pronuncian en un procedimiento (sentencia firme o ejecutoriada).

6) Es improrrogable.

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No pueden los particulares o las partes de un juicio modificar o alterar jurisdicción. No
pueden otorgarse facultades jurisdiccionales a quien por ley no tiene ni puede ejercerla.

La competencia (como medida de la jurisdicción) sí puede ser prorrogada tratándose de


asuntos civiles contenciosos de primera instancia.

Respecto de los árbitros tampoco existe una excepción, pues estimamos que en su calidad de
jueces si tienen jurisdicción. La ley expresamente los trató de jueces.

7) Es indelegable.

El juez (tribunal) no puede delegar su función jurisdiccional a otro órgano u autoridad. Una
vez que el juez está instalado (nombramiento más juramento) no puede dejar de ejercer su
ministerio sino por causa legal.

8) Es temporal.

La jurisdicción sólo se refiere a aquello que es secular, que en materia civil es un conflicto
de relevancia jurídica entre partes.

9) Es territorial.

Este poder deber sólo se ejerce dentro del territorio de la República.

10) Es indelegable.

No puede ser derogada, la jurisdicción es una emanación de la soberanía.

11) Es de ejercicio eventual.

En el evento que exista un quebrantamiento de la norma legal existirá función jurisdiccional.


La jurisdicción se pondrá en movimiento cuando exista la violación de un derecho o de la
ley.

Momentos jurisdiccionales

La jurisdicción se manifiesta en el proceso por medio de tres fases:

A. Fase del conocimiento.

También conocida como fase de cognición, comprende la instancia, los hechos y el derecho
discutido por las partes; en esta fase el Tribunal recibe los antecedentes que le permitirán
resolver la contienda. Esta fase de conocimiento se materializa en la demanda y contestación
de la demanda y pruebas rendidas en el procedimiento. Existen bases fundamentales en esta
materia, como por ejemplo, “nadie puede ser condenado sin ser oído”, la bilateralidad de la
audiencia; las sentencias se dictan en conformidad al proceso, es decir el llamado debido
proceso legal contemplado en la C.P.R, artículo 19 Nº 3.

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En esta materia juegan en forma principal la legalidad del procedimiento y el principio
dispositivo (en contraposición al inquisitivo). La legalidad del procedimiento se refiere a que
los jueces deben ajustarse a las reglas procedimentales establecidas por la ley, de manera que
su inobservancia puede acarrear la nulidad de lo obrado o de la sentencia, sin embargo esta
regla admite excepciones tratándose de los árbitros arbitradores, en el cual las partes pueden
señalar el procedimiento respetando normas mínimas de procedimiento. El principio
dispositivo mira a la actividad del juez en la etapa de conocimiento, en que la actividad es
pasiva y sólo puede actuar a petición de parte, con las salvedades legales (nulidad de oficio).

B. Fase de juzgamiento.

Esta etapa corresponde a la decisión, a la sentencia, al fallo propiamente tal. El juez una vez
analizado los antecedentes de hecho aportados por las partes, rendidas las pruebas legales y
aplicado el derecho a la cuestión, mediante un razonamiento lógico y sistemático culmina su
función juzgadora dictando la sentencia definitiva. El juez en nuestro país está sujeto a
normas legales al dictar sentencia según se demuestra por los artículos 160 y 170 del C.P.C.
Este último artículo está complementado con el Auto Acordado de la Corte Supremas de
1920.

C. Fase de ejecución.

Los tribunales por mandato legal y constitucional están investidos de la facultad de imperio,
es decir de la posibilidad de ejecutar, por los medios legales y coercitivos, las sentencias
condenatorias que dicten. Es más, existe la posibilidad del auxilio de la fuerza pública
(Carabineros de Chile), para obtener ese cumplimiento. Es inherente a la jurisdicción, el
poder de coerción, este es el presupuesto ineludible de la eficacia del derecho, porque la
medida coercitiva impone la restauración del orden jurídico violado, por consiguiente a la
jurisdicción va anexo el imperio, que es la facultad que tienen los jueces de usar la fuerza
pública para ejecutar lo juzgado y decretado.

La ejecución de la sentencia en materia civil se puede configurar a través del procedimiento


incidental de cumplimiento de sentencia (artículos 231 y siguientes del C.P.C) o del
procedimiento ejecutivo por obligación de dar o hacer o no hacer. Existen casos especiales
de ejecución como el exequátur (sentencia extranjera), el lanzamiento en juicios de
arrendamiento, el decreto supremo en los juicios de hacienda.

Límites de la jurisdicción

Por límites de la jurisdicción se entienden todos aquellos factores que delimitan el ejercicio
de la función jurisdiccional y que determinen hasta dónde puede intervenir el Estado, en el
cumplimiento de ese ejercicio.

En esta materia existen los llamados límites internos, referentes a la materia, persona, tiempo
y competencia. Por otra parte están los límites externos, que se refieren al Estado o territorio
y a los poderes o facultades de otros organismos del Estado.

Límites internos

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a) Materia: desde el punto de vista de la materia, la jurisdicción está limitada a los asuntos
de orden temporal que ocurran dentro del territorio de la República, quedando excluidas
todas las cuestiones de carácter filosóficas, doctrinarias o religiosas.

b) Persona: la jurisdicción está limitada en esta materia, en los tribunales de justicia, función
que no puede ser prorrogada ni delegada.

c) Tiempo: si bien los tribunales desempeñan sus funciones en forma permanente, con
excepción de los árbitros, los jueces que ejercen los cargos sólo duran en estos hasta la
edad de 75 años y mientras dure el buen comportamiento que la ley exige.

d) Competencia: todos los tribunales del país tienen jurisdicción por expresa disposición
constitucional; no obstante, existen divisiones entre los jueces pero para el solo efecto de
la competencia: se habla de jueces civiles, jueces laborales, jueces de policía local, jueces
del crimen. La competencia es también un límite en lo que respecta al territorio de cada
tribunal.

Límites externos

a) Territorio: la jurisdicción comienza donde principia la soberanía del Estado, y termina


donde finaliza aquélla. La regla general es la territorialidad y la extraterritorialidad está
contemplada en el artículo 6 del C.O.T.

b) Facultades de otros órganos del Estado: se produce este límite en razón de una separación
de poderes, es decir existe una separación de funciones entre los distintos órganos del
Estado. Si llegase a existir una contienda de competencia se regula por el artículo 53 Nº
3 y por el artículo 93 Nº 12 ambos de la C.P.R.

Inmunidad de jurisdicción

En el marco de las relaciones internacionales es frecuente que los Estados realicen actos
jurídicos de diversos tipos en el ámbito de soberanía de otros Estados. Así, los funcionarios
de un Estado extranjero realizan en otros Estados funciones de carácter administrativo o
notarial a través de sus agentes diplomáticos y funcionarios consulares, pero también los
Estados extranjeros pueden comprar o alquilar inmuebles, contratar servicios, emitir
préstamos, recibir herencias o legados, etc. Como consecuencia de estas actividades pueden
surgir conflictos jurídicos en los que los Estados acuden a tribunales de otros Estados como
demandantes o demandados.

En casos muy especiales, y en virtud de la aplicación de tratados internacionales, algunas


personas gozan de ciertas inmunidades o privilegios por detentar un determinado cargo en
un Estado denominado receptor. Estas personas adquieren un beneficio procesal por ser
extranjeros que ejercen una función en un determinado país del cual no son nacionales. Esta
situación excepcional está expresamente regulada en dos convenciones internacionales: la
Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 y la Convención de Viena
sobre Relaciones Consulares de 1963

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Lo contencioso administrativo

Estos asuntos los podemos definir como aquellos conflictos de relevancia jurídica que se
producen entre un particular y la Administración del Estado.

Para estar frente a un asunto contencioso administrativo deben concurrir los siguientes
elementos:

a) Conflicto entre un particular y una autoridad de la Administración del Estado.

b) El conflicto debe provenir (se genera) de un acto de autoridad administrativa.

c) Debe ejercerse una ulterior actividad jurisdiccional: estos asuntos son resueltos por los
Tribunales de Justicia.

Los tribunales que fallan estos asuntos serán los tribunales ordinarios a menos que exista
una disposición especial al respecto (ej.: juicio de cuentas que es conocido por el
Subcontralor en primera instancia y en segunda instancia por un Tribunal Colegiado; los
asuntos tributarios conocidos por el Director Regional del S.I.I., entre otros).

Otra acción que se puede ejercer en esta materia es el recurso de protección que conoce
la Corte de Apelaciones en primera instancia y la Corte Suprema en segunda instancia,
cuando exista una acción u omisión arbitraria o ilegal (artículo 20 C.P.C).

Actos judiciales no contenciosos

También conocidos como actos de gestión voluntaria, se encuentran reglamentados en el


Libro IV del C.P.C y son todos aquellos asuntos que según la ley requieren intervención del
juez y que no se promueve conflicto alguno entre partes.

Son actividades del Estado, radicadas en los tribunales de justicia, en virtud de una
disposición legal y siempre que no exista un conflicto por oposición del legítimo contradictor.

Los tribunales al conocer de estos asuntos, que forman parte de la jurisdicción, dictan una
determinada resolución a petición de un interesado.

La fuente legal la encontramos en los artículos 2 del C.O.T y 817 del C.P.C.

Son ejemplos de asuntos judiciales no contenciosos la constitución de concesiones mineras


y la posesión efectiva testamentaria.

Para que estemos frente a un asunto de esta naturaleza tienen que reunirse los siguientes
requisitos copulativos:

- Existencia de un precepto legal.


- Que el texto legal requiera la intervención del juez.
- Ausencia de contienda (conflicto) entre partes.

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Los asuntos no contenciosos se caracterizan por ser esencialmente revocables por el mismo
tribunal que conoció e intervino en el acto judicial. En esta materia el Tribunal no está sujeto
a las llamadas leyes reguladoras de la prueba, apreciando ésta prudencialmente.

La tramitación de estos asuntos, en términos generales, se sujeta a un procedimiento ordinario


o especial.

El procedimiento ordinario o general puede ser de dos formas, fallando el tribunal de plano
el asunto o bien fallando con conocimiento de causa. El procedimiento es especial cuando
está establecido expresamente en el C.P.C o en una ley especial. Si bien los asuntos
contenciosos y no contenciosos forman parte de la jurisdicción, se diferencian entre ellos:

1. En los asuntos contenciosos el juez tiene la obligación de intervenir cuando se le requiera


en forma legal; en los asuntos no contenciosos si bien existe este mismo principio, para
que el tribunal intervenga requiere siempre de una ley que lo demanda expresamente.

2. En los asuntos contenciosos el tribunal toma conocimiento del asunto mediante los
medios probatorios establecidos expresamente por el legislador; en los asuntos no
contenciosos el juez toma conocimiento mediante las informaciones sumarias que son las
pruebas de cualquier especie.

3. En los asuntos contenciosos la sentencia definitiva firme produce la acción y excepción


de cosa juzgada; en los asuntos no contenciosos sólo la resolución positiva y cumplida
produce cosa juzgada, pero jamás las resoluciones negativas.

La competencia está entregada a los juzgados de letras en lo civil, salvo la designación del
curador ad litem (del juicio, artículo 494 inciso 2 del C.C) que se hace en el mismo juicio
que está conociendo el tribunal, y la recepción de oferta de pago por consignación.

Sin perjuicio que en estos asuntos no existe conflicto, la ley permite que pueda transformarse
en contencioso el asunto si existe la oposición de un legítimo contradictor, en cuyo caso el
asunto se sujetará a los trámites del juicio que corresponda. Es legítimo contradictor la
persona que excluye en todo o parte los derechos del solicitante.

Atribuciones conexas a la jurisdicción

Existen en nuestra legislación ciertas facultades de los tribunales que escapan de las
atribuciones propiamente jurisdiccionales.

Estas funciones están dirigidas a:

a) Velar y tutelar los derechos constitucionales.


b) La disciplina de los funcionarios y abogados.
c) A la organización interna de los Tribunales.

Se habla en estos casos de facultades conservadoras, disciplinarias y económicas.

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Facultades conservadoras

Estas facultades tienen por objeto mantener la supremacía de las funciones que la
Constitución entrega a cada poder público, es decir, velar por el respeto de la Constitución y
las leyes, como, asimismo, proteger y resguardar garantías constitucionales.

a) La función de velar por el respeto de la Constitución y las leyes se materializa en los


siguientes aspectos:

- La inaplicabilidad, es aquella acción que tiene por objeto declarar inaplicable, cualquier
precepto legal, contrario a la Constitución, por parte del Tribunal Constitucional a
petición de parte o que le fueren sometidas por el Tribunal que conoce de la gestión
(artículo 93 Nº6 C.P.R).

- Resolver las contiendas de competencia que se susciten entre las autoridades políticas y/o
administrativas y los Tribunales de Justicia (artículo 93 Nº 12, y el artículo 53 Nº 3
C.P.R).

b) La función de proteger las garantías constitucionales se materializa en tres aspectos:

- Recurso de amparo (artículo 21 de C.P.R), es aquel que tiene por objeto proteger el bien
jurídico de la libertad individual, incluyendo las modalidades de la libertad de
desplazamiento y de movilización. Esta acción además abarca la simple amenaza o
perturbación al ejercicio del derecho a la libertad personal y seguridad individual.

- Recurso de protección. Esta institución protege determinadas garantías constitucionales


y tiene por objeto otorgar una herramienta jurídica a quien sufra una privación,
perturbación o amenaza en el legítimo ejercicio de los derechos y garantías establecidas
en el artículo 19 de la C.P.R.

- Por último la Constitución en el artículo 19 Nº 3 ha establecido en forma perentoria el


acceso de toda persona a los Tribunales y también a cualquier autoridad. Este número 3
expresamente señala “la igual protección de la ley en el ejercicio de sus derechos”; esta
garantía se traduce en el derecho a la defensa jurídica, asesoramiento y defensa gratuita
a quienes no puedan procurárselos, la imposibilidad de ser juzgado por comisiones
especiales, el debido proceso legal, etc.

c) Otros casos de manifestación de las facultades conservadoras:

- El procedimiento de desafuero. Son antejuicios que permiten evitar un abuso jurídico en


el ejercicio de la acción penal por parte de los particulares en contra de autoridades
judiciales, administrativas y legislativas.

- Las visitas a lugares de prisión o detención.

- El recurso por reclamación por pérdida de nacionalidad.

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Facultades disciplinarias

Estas facultades se definen como el conjunto de atribuciones que la Constitución y las leyes
entregan a los Tribunales de Justicia, con el fin de mantener y guardar la disciplina dentro de
la organización judicial.

Estas facultades están expresamente contempladas en el Título XVI del C.O.T, artículos 530
y siguientes. La Corte Suprema tiene la Superintendencia Directiva, Correccional y
Económica sobre todos los tribunales de la República, según lo expresa el artículo 82 de la
C.P.R., con las salvedades que esa misma disposición establece (Tribunal Constitucional,
Tribunal Calificador de Elecciones, Tribunales Electorales Regionales).

La forma como se ejercen las facultades disciplinarias es distinta según se trate de jueces de
letras, Cortes de Apelaciones y Corte Suprema.

Respecto a los Juzgados de Garantía y Tribunal de Juicio Oral en lo Penal se aplican el


artículo 532 inciso final del C.O.T y los artículos 71, 292 y 294 del C.P.P.

El ejercicio de las facultades disciplinarias se materializa por tres vías distintas: de oficio, a
petición de parte o de manera indirecta.

a) De oficio. Los jueces de letras siempre pueden ejercer sus facultades disciplinarias, de
oficio para reprimir o castigar los abusos que se cometen dentro de la sala de despacho o
bien pueden reprimir o castigar las faltas que se cometen en los escritos que se les
presenten o bien castigar los abusos o faltas que cometen los funcionarios o empleados
del tribunal.

Las Cortes de Apelaciones pueden de oficio velar inmediatamente por la conducta


ministerial de sus miembros y la de los jueces subalternos (artículo 538).

Por último, la Corte Suprema siempre que lo juzgue conveniente a la buena


administración de justicia puede corregir de oficio las faltas o abusos de cualquier juez o
jueces o funcionarios del orden judicial (artículo 541 inciso 2).

b) A petición de parte. La ley contempla dos mecanismos para solicitar medidas


disciplinarias a petición de parte: recurso de queja y la queja disciplinaria.

- El recurso de queja se encuentra contemplado en el artículo 545 del C.O.T, el cual tiene
por exclusiva finalidad corregir las faltas o abusos graves cometidos en la dictación de
resoluciones de carácter jurisdiccional; este recurso sólo procede en contra de sentencia
interlocutorias y definitivas y que no sean susceptibles de otros recursos ordinarios o
extraordinarios. Este recurso se interpone dentro del plazo legal de 5 días, ampliable por
la tabla de emplazamiento, y conoce la Corte de Apelaciones respectiva o la Corte
Suprema en única instancia, en sala.

- La queja disciplinaria es una acción que se solicita a los tribunales con motivo de haber
existido una infracción de los deberes y obligaciones de los funcionarios judiciales. Su

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objetivo es obtener la aplicación de una medida disciplinaria en contra del infractor.
Deben intentarse dentro de un plazo de 60 días y en contra de la actuación de un
funcionario y no contra una resolución judicial.

c) Medios indirectos del ejercicio disciplinario. Lo constituyen las visitas y los estados y
publicaciones.

- Las visitas son las actividades que se encomiendan a ministros de la Corte de Apelaciones
con el objeto de inspeccionar y vigilar de cerca la marcha de la administración de justicia
en cada uno de los juzgados o tribunales de su jurisdicción. Los ministros visitadores
pueden aplicar una medida disciplinaria si el funcionario visitado no cumple sus
funciones.

- Los estados y publicaciones son informes periódicos que deben evacuar los tribunales a
sus superiores jerárquicos acerca de las visitas que practica, el estado de los procesos y
la nómina de sentencias dictadas o en estado de serlo.

Facultades económicas

Son aquellas facultades que permite al órgano jurisdiccional administrar correctamente los
bienes de que dispone para su función, para regular y mejorar la economía judicial, el
rendimiento del trabajo, y en general, todas aquellas que tienden a una mejor y racional
administración de justicia, evitando el desgaste de la actividad jurisdiccional.

Estas facultades se ejercen de las siguientes maneras:

a) Sesión solemne el primer día hábil del mes de marzo de cada año, el Presidente de la
Corte Suprema da cuenta de la administración interna y del trabajo judicial (artículo 102
del C.O.T).

b) Nombramiento del personal judicial que se hace por el Presidente de la República a


propuesta de los tribunales de justicia (artículos 263, 282 y siguientes del C.O.T).

c) La confección del Escalafón Judicial (Escalafón Primario y Secundario, artículos 264 a


272).

d) La facultad de calificar a los empleados del orden judicial (artículos 273 a 278 bis).

e) La facultad de decretar traslados y permutas ya sea a petición de los interesados o por


razones de buen servicio funcionario (artículo 310 del C.O.T).

f) La facultad de dictar Auto Acordados. Esta es la principal función dentro de las facultades
económicas: los auto acordados son resoluciones emitidas especialmente por los
Tribunales Superiores de Justicia que tienden a reglamentar, en uso de sus facultades
económicas, ciertos asuntos que no se encuentran suficientemente determinados por la
ley o materias cuya regulación es trascendente y necesaria para un mejor servicio judicial.

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g) Se ha señalado por nuestra jurisprudencia que las reglas de distribución de causas
establecidas por el C.O.T son medidas de orden establecidas en virtud de facultades
económicas. Tienen por objeto obtener una mejor distribución del trabajo judicial.

Conflictos de jurisdicción

Estos conflictos se presentan en aquellos casos en que dos órganos pretenden ejercer la
actividad jurisdiccional en la solución de un caso concreto con exclusión del otro.

En este orden de ideas, difícil es hablar de conflictos de jurisdicción pues, lisa y llanamente,
querría decir que un órgano jurisdiccional le estaría desconociendo a otro ser también
tribunal. Pareciera más apropiado hablar de conflictos de competencia.

Los casos en que pueden presentarse estos conflictos son los siguientes:

1. Cuando dos Estados reclaman para sí el conocimiento de un asunto al que pretenden


aplicar su ley interna, lo que se regula por el llamado derecho internacional.

2. En aquellos casos en que se trata de cumplir en Chile una sentencia extranjera que se
oponga a la jurisdicción nacional, lo que es conocido por la Corte Suprema.

3. En aquellos casos de controversias que se suscitan entre el Poder Judicial y las


autoridades administrativas. En este caso, si el conflicto se plantea entre Tribunales
Inferiores y las autoridades administrativas, resuelve el Tribunal Constitucional. En
cambio, si el conflicto se plante entre los Tribunales Superiores y las autoridades
administrativas, la resolución es resuelta por el Senado2.

Equivalentes jurisdiccionales y mecanismos alternativos de solución de conflictos

Los equivalentes jurisdiccionales son todos aquellos actos que sin ser una sentencia definitiva
producen los mismos efectos que ésta para la solución del conflicto, es decir, van a solucionar
el conflicto de relevancia jurídica, pero esta solución no se va a dar por una sentencia
definitiva sino que por otro acto.

Estos equivalentes se pueden producir fuera o dentro de un juicio o procedimiento.

Los equivalentes jurisdiccionales son:

• Transacción.
• Conciliación.
• Avenimiento.
• Sentencia extranjera.
• Sentencia eclesiástica (en nuestro país no son equivalentes jurisdiccionales).

2
Son tribunales superiores la Corte Suprema, las Cortes de Apelaciones, la Corte Marcial y la Corte Naval. Los
demás son tribunales inferiores.

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Transacción

Reglamentada en el C.C, sin embargo sus efectos procesales nos llevan a estudiarlos dentro
de los equivalentes jurisdiccionales.

Según el artículo 2446 del C.C la transacción es un contrato en que las partes terminan
extrajudicialmente un litigio pendiente, o precaven un litigio eventual.

Para que produzca la acción de cosa juzgada (título ejecutivo) necesariamente requiere de
escritura pública (artículo 434 Nº 2).

La transacción puede ser anterior al proceso o puede producirse dentro de él. Cuando se
produce dentro del juicio normalmente se confunde con el avenimiento; pero no son
instituciones iguales. De acuerdo al C.P.C se rigen por normas distintas por ser títulos
ejecutivos diferentes. De acuerdo al artículo 2460 del C.C la transacción produce también el
efecto de excepción de cosa juzgada (artículos 310 y 304 del C.P.C).

Conciliación

Es un equivalente jurisdiccional reglamentado en el Libro II del C.P.C, dentro del juicio


ordinario de mayor cuantía, pero tiene aplicación en otros procedimientos. De conformidad
al artículo 262 del C.P.C no se aplica la conciliación a los procedimientos ejecutivos por
obligación de dar, hacer y no hacer. Tampoco procede en la citación a evicción y en el
procedimiento de hacienda. Debemos agregar que tampoco se aplica a aquellos
procedimientos donde el objeto pedido es de orden público.

Consiste en la existencia de un acuerdo entre las partes del juicio, pero este acuerdo se
produce a instancias del juez, es decir, es el juez quien llama a las partes a conciliación para
que lleguen a un acuerdo judicial.

Si bien es un acuerdo verbal, requiere materialmente un acta de conciliación, la cual produce


los efectos de cosa juzgada. Puede ser total o parcial.

El capítulo VII de la Ley de Matrimonio Civil sobre las reglas comunes a ciertos casos de
separación, nulidad y divorcio en los artículos 67 a 70, reglamenta la conciliación en los
juicios de separación y de divorcio la que debe desarrollarse en la audiencia preparatoria.

Avenimiento

Al igual que la conciliación es un acuerdo de las partes dentro del juicio, pero este acuerdo
no se produce a instancias del juez, son las partes quienes directamente llegan a este acuerdo.

De conformidad al artículo 434 Nº 3 del C.P.C tiene que estar pasado ante tribunal
competente y autorizado por un ministro de fe o excepcionalmente autorizado por dos
testigos.

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La regla general es que el ministro de fe sea el secretario del juzgado, pero nada obsta que
sea un notario.

Excepcionalmente puede ser autorizado por dos testigos cuando este avenimiento se
produzca en un juicio seguido ante árbitros arbitradores.

Debe estar pasado ante tribunal competente, o sea, el avenimiento se tiene que presentar ante
el tribunal que está conociendo del juicio o procedimiento y que el tribunal a lo menos lo
haya revisado (consta que lo revisó por una resolución que dicta el tribunal), generalmente
este requisito se cumple con una resolución judicial que expresa lo siguiente “se tiene por
aprobado en todo aquello que no sea contrario a derecho”.

Sentencia extranjera

De acuerdo al principio de territorialidad, la sentencia extranjera por regla general no tiene


efecto en Chile, para que tenga eficacia requiere el trámite conocido como exequátur u
homologación de la sentencia extranjera.

Para que produzca efecto en Chile debe previamente seguir un procedimiento que se efectúa
ante la Corte Suprema y es el exequátur, reglamentado en el Libro I del C.P.C.

Mecanismos alternativos de solución de conflictos

Son todas aquellas herramientas jurídicas que otorga la ley para poner fin a un conflicto, ya
sea antes de su conocimiento por parte de los órganos jurisdiccionales o dentro de un proceso
judicial. Sin duda que el mecanismo de mayor interés en nuestro país ha sido la “mediación”.
No obstante lo anterior, existen otros mecanismos alternativos que proceden en asuntos
civiles y penales. En materia procesal penal, encontramos mecanismos alternativos de
solución de conflictos como: la suspensión condicional del procedimiento y los acuerdos
reparatorios. En materia civil, fuera de Chile, el arbitraje constituye un mecanismo alternativo
de solución de conflictos. En nuestro país el arbitraje es un típico caso de jurisdicción.
También se ha señalado por la doctrina procesal que la conciliación es un tipo de mecanismo
alternativo.

La mediación

La mediación, si bien no es un equivalente jurisdiccional, sí es un mecanismo de resolución


de conflictos civiles (no penales) en que un tercero imparcial (no un juez) ayuda a las partes
del conflicto a buscar por sí mismas una solución de éste por la vía del acuerdo mutuo, de
modo que se satisfagan recíprocamente y equitativamente las necesidades e intereses de cada
una de ellas.

En materia de conflictos que son sometidos a jueces árbitros o arbitraje es costumbre


generalizada el llamar a las partes del conflicto a una mediación previa. Así ocurre, por
ejemplo, en materia comercial y marítima.

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También podemos encontrarla en materia laboral: la Dirección del Trabajo ha puesto a
disposición de empleadores y trabajadores un sistema alternativo de solución de conflictos
laborales colectivos denominado mediación laboral.

Pero sin duda, ha sido en materia de conflictos familiares donde la mediación ha adquirido
mayor fuerza.

LA COMPETENCIA

El artículo 108 del C.O.T se encarga de definir la competencia, señalándonos que “es la
facultad que tiene cada juez o tribunal para conocer de los negocios que la ley ha colocado
dentro de la esfera de sus atribuciones”.

Según Ballesteros la competencia de que habla este artículo en su sentido amplio o lato, es
la medida de poder que la Constitución o la ley confiere a cada funcionario público, y en su
sentido restringido es el poder que la ley concede al juez para ejercer sus funciones dentro de
los límites que ella determina. No es sinónima de jurisdicción la palabra competencia, aunque
a veces se use una expresión por otra. Se ha dicho que la jurisdicción es el poder de juzgar y
la competencia es la medida de jurisdicción.

Podemos definir competencia en materia civil como la medida de jurisdicción o esfera u


órbita de atribuciones establecida por la ley para que cada juez o tribunal ejerza la facultad
de conocer, juzgar y hacer ejecutar lo juzgado en las causas civiles.

La competencia es una medida de jurisdicción; pero no todos los jueces tienen competencia
para conocer de un determinado asunto. Un juez competente es al mismo tiempo juez con
jurisdicción; pero un juez incompetente es un juez con jurisdicción y sin competencia.

Clasificación

Respecto de la competencia se han establecido una serie de clasificaciones atendiendo a


distintos aspectos, siendo las principales de ellas las siguientes:

1) En cuanto a cómo se determina el tribunal competente.

La competencia absoluta permite determinar la jerarquía del tribunal ordinario dentro de la


estructura piramidal de los tribunales, que es competente para conocer de un asunto
determinado.

Los elementos de la competencia absoluta que sirven para determinar la jerarquía del tribunal
son la cuantía, la materia y el fuero o persona.

Podemos determinar en consecuencia si para el conocimiento de un asunto civil específico


es competente: un juez de letras, un tribunal unipersonal de excepción, una Corte de
Apelaciones o la Corte Suprema.

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La competencia relativa es aquella que determina cuál tribunal dentro de la jerarquía de los
tribunales, es el competente para conocer de un asunto determinado.

El único elemento establecido por el legislador para determinar la competencia relativa es el


territorio.

2) En cuanto si requiere la intervención de la voluntad de las partes para la


determinación de la competencia.

a) Competencia natural es aquella que se asigna por la ley a un determinado tribunal para
el conocimiento de un asunto en virtud del principio de la división del trabajo.

La competencia natural es aquella que se genera por la aplicación de las reglas de la


competencia absoluta y relativa que el legislador establece para la determinación del
tribunal competente, sin que exista intervención alguna de las partes.

b) Competencia prorrogada es aquella en que las partes expresa o tácitamente confieren a


un tribunal, que no es el naturalmente competente para conocer de un asunto específico,
a través de la institución de la prórroga de la competencia. Es excepcional en nuestra
legislación (artículo 182 C.O.T).

3) En cuanto al origen de la competencia de un tribunal.

La competencia propia es aquella que corresponde a un tribunal para el conocimiento de un


asunto por la aplicación de las reglas de la competencia absoluta y relativa. La tiene un
tribunal de acuerdo a la ley.

Este tribunal con competencia propia, sólo puede ejercer su competencia en los negocios y
dentro del territorio que la ley le hubiere asignado. Excepcionalmente, el legislador posibilita
al tribunal que posee competencia propia que efectúe personalmente algunas diligencias fuera
de su territorio jurisdiccional, como acontece en caso del artículo 403 del C.P.C: el tribunal
puede realizar la prueba inspección personal del tribunal fuera de su territorio jurisdiccional.

La competencia delegada es aquella que posee un tribunal que no conoce del asunto, para la
realización de diligencias específicas, por habérsela delegado para ese solo efecto el tribunal
que posee la competencia propia.

El tribunal con competencia propia delega su competencia en otro tribunal (tribunal


delegado) sólo para la realización de una o más diligencias específicas del proceso.

De acuerdo con ello, tenemos que nunca puede delegarse la competencia del tribunal
delegante al tribunal delegado en forma total, sino que sólo parcialmente y para la práctica
de diligencias específicas y determinadas.

El medio a través del cual se verifica la delegación de la competencia del tribunal delegante
al delegado es el exhorto, que son actos jurídicos procesales del tribunal por el cual el tribunal
que conoce de una causa envía una comunicación a otro tribunal nacional o extranjero, para

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que practique u ordene practicar determinadas actuaciones judiciales dentro de su territorio
jurisdiccional (inciso 2 del artículo 71 del C.P.C).

4) En cuanto a la extensión de materia que poseen los tribunales para el conocimiento


de un asunto.

a) Competencia común es aquella que permite a un tribunal conocer indistintamente de toda


clase de asuntos, sean ellos civiles, contenciosos o no contenciosos y penales.

Se entiende por civil no sólo los asuntos propiamente civiles, sino que también los de
comercio, minas, contencioso administrativo, y también los de familia y del trabajo si no
existiere dentro de su territorio jurisdiccional alguno de estos tribunales especiales.

Las Cortes de Apelaciones y la Corte Suprema son tribunales colegiados que tienen
siempre una competencia común, puesto que ellos conocen tanto de los asuntos civiles y
penales, conforme a lo previsto en los artículos 63, 96 y 98 del C.O.T.

b) Competencia especial es aquella en que la ley faculta a un tribunal para el conocimiento


de determinados asuntos: jueces de familia, jueces del trabajo.

Los asuntos penales son fallados por los Jueces de Garantía o Tribunal Oral en lo Penal.

5) En cuanto al número de tribunales potencialmente competentes para conocer de un


asunto.

a) Competencia privativa o exclusiva es aquella en que de acuerdo al ministerio de la ley


existe un solo tribunal competente para conocer del asunto, con exclusión de todo otro
tribunal.

Como casos de competencia privativa o exclusiva podemos citar la competencia que


posee la Corte Suprema para conocer de:

• Recurso de casación en el fondo (artículo 767 del C.P.C).


• Recurso de revisión (artículo 810 del C.P.C).
• Reclamación por pérdida de nacionalidad (artículo 12 C.P.R).
• Recurso de unificación de jurisprudencia.

Los jueces de garantía que conocen de un proceso penal, conocen de la acción civil
restitutoria, la que sólo puede ser intentada ante él.

b) Competencia acumulativa o preventiva es aquella en que de acuerdo a las reglas de


competencia que establece la ley, existen dos o más tribunales potencialmente
competentes para conocer del asunto, pero desde el momento en que previene cualquiera
de ellos en el conocimiento del asunto cesa la competencia de los demás para conocer del
asunto por el solo ministerio de la ley.

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Ejemplo: para el conocimiento de una acción (pretensión) inmueble en razón del
elemento territorio, a falta de convención de las partes, son competentes el tribunal del
lugar donde se contrajo la obligación o el del lugar donde se encontrare la especie
reclamada (artículo 135 del C.O.T).

En este caso de competencia acumulativa existen dos tribunales con competencia


potencial para el conocimiento del asunto, pero previniendo cualquiera de ellos en su
conocimiento cesa de inmediato y por el solo ministerio de la ley competencia del otro
para conocer de él.

Asimismo, existe otro caso de competencia acumulativa o preventiva en el artículo 147


inciso final del C.O.T al establecer que será juez competente para conocer de las acciones
de reclamación de filiación el del domicilio del demandado o demandante a elección de
este último (Ley Nº 20.030).

6) De acuerdo a la instancia en que el tribunal posee competencia para conocer del


asunto.

El concepto de instancia se encuentra vinculado al recurso de apelación, que es el que da


origen a la segunda instancia.

El párrafo 9 del Título VII del C.O.T se refiere a la competencia para fallar en única o primera
instancia, señalándonos que “la competencia de que se halla revestido un tribunal puede ser
o para fallar un asunto en una sola instancia, de modo que la sentencia sea inapelable; o para
fallarlo en primera instancia de manera que la sentencia quede sujeta al recurso de apelación”.

a) Un tribunal posee competencia en única instancia para el conocimiento de un asunto


cuando no procede el recurso de apelación en contra de la sentencia que debe dictar para
su resolución. Por ejemplo asuntos civiles y de comercio que no excedan de 10 UTM son
conocidos por jueces de letras en única instancia (artículo 45 Nº1 del C.O.T). Asuntos
regulados por la ley de protección al consumidor, inferiores a 10 UTM son conocidos y
fallados en única instancia por los juzgados de policía local (artículo 50 G de la Ley Nº
19.496).

b) Un tribunal posee competencia en primera instancia para el conocimiento de un asunto,


cuando es procedente la interposición del recurso de apelación en contra de la sentencia
que debe dictar para su resolución.

La primera instancia constituye la regla general en nuestro país. Hay que precisar que la
competencia de primera instancia la posee un tribunal para el conocimiento de un asunto
por el hecho de estar establecida por el legislador la posibilidad de interponerse el recurso
de apelación en contra de la sentencia que se pronuncia, aun cuando en definitiva no se
ejerza esa facultad por las partes. En determinados casos el legislador ha establecido que
de no ejercerse el recurso de apelación es procedente el trámite de la Consulta, por el cual
se revisará una determinada sentencia definitiva por la Corte de Apelaciones. Por
ejemplo, en materia de juicio de hacienda.

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c) Un tribunal posee competencia de segunda instancia para el conocimiento de un asunto
cuando se encuentra conociendo del recurso de apelación interpuesto en contra de una
resolución pronunciada por el tribunal de primera instancia. Esta competencia por regla
general pertenece a la Cortes de Apelaciones.

7) En cuanto a la materia civil contenciosa y no contenciosa.

La competencia civil contenciosa es aquella que posee el tribunal para resolver un asunto en
que existe un conflicto entre parte, y competencia civil no contenciosa, que es aquella en que
la ley requiere la intervención de un tribunal para resolver un asunto en que no se suscita
conflicto entre partes.

En los asuntos contenciosos, cuando la sentencia se encuentra firme o ejecutoriada, produce


cosa juzgada, vale decir, ella pasa a ser irrevocable e inmutable. En los asuntos no
contenciosos en cuanto a la posibilidad de modificar la sentencia es menester distinguir si
ella es positiva o negativa. Si la sentencia es negativa, ella puede ser modificada. Si la
sentencia es positiva, hay que volver a distinguir si ella se encuentra pendiente o está
cumplida. Si la sentencia positiva se encuentra pendiente de ejecución, ella puede
modificarse. Si la sentencia positiva se encuentra cumplida, ella no puede modificarse
(artículo 821 del C.P.C).

Reglas de la Competencia

Las reglas de competencia se clasifican en generales y especiales.

Reglas generales de competencia

Las reglas generales de la competencia son aquellas normas que establece el legislador
respecto de la competencia y que deben aplicarse sin importar la naturaleza del asunto y la
clase o jerarquía del tribunal que debe conocer de él.

Las reglas generales de la competencia se encuentran establecidas en los artículos 109 a 114
del C.O.T y ella son las siguientes:

• Regla de la radicación o fijeza (artículo 109).


• Regla del grado o jerarquía (artículo 110).
• Regla de la extensión (artículo 111).
• Regla de la prevención o inexcusabilidad (artículo 112).
• Regla de la ejecución (artículo 113 y 114).

1) De la radicación o fijeza.

La regla de la radicación o fijeza se encuentra consagrada en el artículo 109 del C.O.T, según
el cual: “Radicado con arreglo a la ley el conocimiento de un negocio ante tribunal
competente, no se alterará esta competencia por causa sobreviniente”.

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La radicación consiste en fijar en forma irrevocable la competencia del tribunal que ha de
conocer de un asunto, cualquiera fueren los hechos que acontezcan con posterioridad. Por
ejemplo, el hecho de que una de las partes del juicio adquiera fuero no altera la competencia
del Tribunal en que se radicó el asunto.

Elementos que deben concurrir para que se produzca la radicación del asunto ante un
tribunal

De acuerdo a lo previsto en el citado artículo 109 del C.O.T, para que se produzca la
radicación del conocimiento de un asunto ante un tribunal es necesario que concurran los
siguientes elementos:

- Actividad del tribunal. Es menester que el tribunal haya intervenido en el conocimiento


del asunto a petición de parte. Jamás será posible entender que el conocimiento de un
asunto se ha radicado ante un tribunal, si éste no ha actuado para su conocimiento.
Además, se requiere que esa actividad se hubiere realizado por un tribunal que sea
competente de acuerdo con las reglas de la competencia absoluta y relativa.

- Intervención del tribunal con arreglo a la ley. Finalmente, la intervención del tribunal
competente debe haberse efectuado con arreglo a derecho, puesto que si las actuaciones
realizadas por el tribunal y las partes adolecen de irregularidades o se efectuaron ante un
tribunal incompetente, éstas podrán ser declaradas nulas y en consecuencia no producirán
efecto alguno.

Momento a partir del cual se entiende radicado un asunto ante el tribunal competente

La radicación ante el tribunal competente se produce desde la notificación válida de la


demanda, instante a partir del cual se entiende constituida la relación jurídica procesal.

En caso que la notificación válida de la demanda se hubiere producido ante un tribunal


incompetente de acuerdo a las reglas de la competencia absoluta no se habrá producido la
radicación por falta de concurrencia de uno de sus elementos, vicio respecto del cual no existe
plazo para formular el incidente de nulidad procesal de acuerdo a lo previsto en el inciso
segundo del artículo 83 del C.P.C.

En caso que la notificación válida de la demanda se hubiere producido ante un tribunal


incompetente de acuerdo a las reglas de la competencia relativa es posible que se produzca
la radicación si el demandado contesta la demanda sin alegar la incompetencia del tribunal o
se genera su rebeldía por no contestar la demanda dentro del plazo fatal que el legislador
contempla al efecto, puesto que en tales casos se genera la prórroga tácita de la competencia
conforme a lo previsto en el artículo 187 del C.P.C, sin perjuicio de lo contemplado en los
artículos 79 y 80 del C.P.C.

Excepciones a la regla de la radicación

Como toda norma de carácter general y de rango legal es posible que se contemple la
existencia de excepciones a su respecto, las que requieren de un texto legal expreso.

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Las excepciones a la regla de la radicación consisten en que, no obstante encontrarse fijado
el tribunal competente para el conocimiento y resolución del asunto, por un hecho posterior
el proceso debe pasar al conocimiento de otro tribunal para su tramitación y fallo.

Se ha señalado que constituyen una excepción a la regla de la radicación o fijeza las


siguientes:

- El compromiso. Por la convención denominada compromiso, pueden las partes del juicio
sustraer el conocimiento del asunto radicado ante el juez ordinario y entregárselo a la
decisión de un juez árbitro, siempre y cuando no se trate de materias arbitraje prohibido.

- La acumulación de autos. En materia civil, la acumulación de autos es un incidente


especial que tiene como finalidad evitar el pronunciamiento de sentencias contradictorias,
manteniendo la continencia o unidad de la causa (artículos 92 y siguientes del C.P.C).

Puede ocurrir que se tramiten dos o más procedimientos, antes distintos tribunales,
vinculados subjetiva y objetivamente entre sí y que, de ser fallados separadamente,
puedan obtenerse sentencias diferentes y hasta contradictorias (artículo 92 del C.P.C),
donde una de ellas pueda oponerse como excepción de cosa juzgada.

Todas estas causas y expedientes van a ser conocidos y falladas por un solo juez, quien
las resolverá en una única sentencia.

El artículo 96 C.P.C señala que “si los juicios están pendientes ante tribunales de igual
jerarquía, el más moderno se acumulará al más antiguo; pero en el caso contrario, la
acumulación se hará sobre aquel que esté sometido al tribunal superior”.

2) Regla del grado o jerarquía.

Con esta regla se persigue la determinación, desde el inicio del procedimiento, de un tribunal
de segunda instancia que conozca del asunto en caso de impetrarse algún recurso de apelación
o el trámite de la consulta, cuando ella sea procedente. Una vez determinado el tribunal de
alzada, esta designación nunca podrá verse alterada (artículo 110 del C.O.T).

“Una vez fijada con arreglo a la ley la competencia de un juez inferior para conocer en
primera instancia de un determinado asunto, queda igualmente fijada la del tribunal superior
que debe conocer del mismo asunto en segunda instancia”.

Esta regla general de la competencia se vincula a dos conceptos que hemos venido estudiando
y que son fundamentales en derecho procesal: la instancia y el recurso de apelación.

La regla del grado o jerarquía tiene por objeto determinar el tribunal de alzada que va a
conocer de la segunda instancia.

La regla del grado o jerarquía es de orden público e irrenunciable. En consecuencia nunca


podrá haber prórroga de la competencia en segunda instancia.

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Elementos para que opere la regla del grado o jerarquía

Los elementos que deben concurrir para la aplicación del grado o jerarquía son los siguientes:

- Que el asunto se encuentre legalmente radicado ante un juez de primera instancia.

- Que sea procedente el recurso de apelación en contra de la resolución pronunciada por el


tribunal de primera instancia.

La aplicación de la regla del grado o jerarquía se fundamenta en la estructura jerárquica


piramidal de los tribunales. De acuerdo con lo anterior, de la apelación de las resoluciones
dictadas en primera instancia por el juez de letras conoce la Corte de Apelaciones respectiva;
y de la apelación de las resoluciones pronunciadas en primera instancia por las Cortes de
Apelaciones conoce la Corte Suprema como tribunal de segunda instancia.

3) Regla de la extensión.

Esta regla general de la competencia precisa los asuntos vinculados a la materia principal.
Tiende a determinar hasta dónde llegan las facultades del tribunal (artículo 111 de C.O.T).

“El tribunal que es competente para conocer de un asunto lo es igualmente para conocer de
todas las incidencias que en él se promuevan. Lo es también para conocer de las cuestiones
que se susciten por vía de reconvención o de compensación, aunque el conocimiento de estas
cuestiones, atendidas su cuantía, hubiere de corresponder a un juez inferior si se entablaran
por separado”.

El objetivo de la regla de la extensión es proporcionar al procedimiento su calidad,


permitiendo al juez abocarse al conocimiento de otros asuntos accesorios que complementen
o adicionen el planteamiento de la acción principal.

La determinación de las materias a las cuales se extiende la competencia del tribunal para su
conocimiento y fallo tiene gran trascendencia, puesto que su infracción puede llegar a
configurar el vicio de ultrapetita que da lugar a la interposición del recurso de casación en la
forma en contra de la sentencia que se dicte para la resolución del asunto (artículo 768 Nº4
del C.P.C).

Aplicación de regla de la extensión

El artículo 111 del C.O.T señala cuáles son los asuntos que puede conocer el tribunal en
virtud de la regla de la extensión: el asunto principal, los incidentes, la reconvención y la
compensación. Además, el tribunal de primera instancia puede conocer de la ejecución de la
sentencia por él pronunciada de acuerdo a lo previsto en los artículos 113 y 114 del C.O.T.

- El asunto principal o conflicto. El asunto principal se encuentra configurado en materia


civil básicamente por las pretensiones que el demandante formula en el proceso, la que
debe hacer valer en la parte petitoria de su demanda (artículo 254 Nº 5 del C.P.C) y por
las alegaciones, defensas y excepciones que el demandado formula respecto de la

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pretensión hecha valer en su contra, las que debe señalar en la contestación de la demanda
(artículo 309 del C.P.C). Respecto a este punto, en virtud de esta regla de la competencia
quedan comprendidos las excepciones perentorias, es decir, aquellos medios de defensa
del demandado que tienen por objeto destruir o atacar la acción del demandante (ejemplo:
cosa juzgada, pago efectivo de la deuda, prescripción extintiva, transacción).

- Los incidentes. Incidente es toda cuestión accesoria de un juicio que requiere


pronunciamiento especial del Tribunal (artículo 82 C.P.C). Debemos agregar aquí, las
excepciones dilatorias.

El legislador contempla la existencia de incidentes ordinarios, esto es, todas las


cuestiones accesorias que no tienen establecida una tramitación especial, a los cuales se
les aplican las reglas generales contempladas en los artículos 82 a 91 del C.P.C.

Además se contempla la existencia de incidentes especiales, esto es, cuestiones


accesorias respecto de las cuales se han establecido reglas especiales para su tramitación
en el C.P.C, dentro de los cuales se encuentran la acumulación de autos (artículos 92 a
100), las cuestiones de competencia (artículos 101 a 112), las implicancias y recusaciones
(artículos 113 a 128), el privilegio de pobreza (artículos 129 a 137), las costas (artículos
138 a 147), el desistimiento de la demanda (artículos 148 a 151) y el abandono del
procedimiento (artículos 152 a 157).

- La reconvención. La reconvención es la demanda formulada por el demandado en su


escrito de contestación a la demanda y que se inserta en el primitivo procedimiento o
juicio en tramitación iniciado por el demandante.

La reconvención sólo puede aplicarse en el juicio ordinario de mayor cuantía (artículos


314 y siguientes del C.P.C), y en aquellos casos en que la ley lo establezca en forma
excepcional, por ejemplo: Ley Nº 18.101, Código del Trabajo; Ley sobre Tribunales de
Familia (Nº 19.968); Ley de Matrimonio Civil (Nº 19.947), el proceso de menor y mínima
cuantía, juicio de hacienda. En materia de procedimiento sumario el tema es discutible.

- Ejecución de la sentencia. De acuerdo a lo previsto en los artículos 113 y 114 del C.O.T,
la ejecución de las resoluciones puede corresponder a los tribunales que las hubieren
pronunciado en primera o única instancia o al tribunal competente según las reglas
generales.

4) Regla de la inexcusabilidad y prevención.

Esta regla se encuentra formulada en el artículo 112 del C.O.T: “siempre que según la ley
fueren competentes para conocer de un mismo asunto dos o más tribunales, ninguno de ellos
podrá excusarse del conocimiento bajo el pretexto de haber otros tribunales que puedan
conocer del mismo asunto”.

Esta regla se aplica a aquellos casos en que existan en un mismo territorio jurisdiccional dos
o más tribunales; ninguno de ellos puede excusarse de conocer el asunto que se le presenta.

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5) Regla de la prevención.

Esta regla está en el mismo artículo 112: “El que haya prevenido en el conocimiento” del
negocio excluye a los demás, los cuales desde entonces, cesan de ser competentes. Esta
prevención se produce al momento de ingresarse la demanda o solicitud al tribunal
respectivo. Pero esta regla no es absoluta, piénsese en los casos en que la demanda se declara
inadmisible, por no cumplir con los requisitos legales (por ejemplo, con los tres primeros
requisitos del artículo 254 C.P.C). Declarada la inadmisibilidad, creemos que el resto de los
tribunales vuelve a recuperar su competencia y la demanda podrá intentarse ante cualquiera
de ellos. Esta regla de la prevención tampoco se produce en segunda instancia salvo el caso
de las causas radicadas.

6) Regla de la ejecución.

Señala el artículo 113 inciso 1 del C.O.T que “la ejecución de las resoluciones corresponde
a los tribunales que las hubieren pronunciado en primera o en única instancia”.

Tratándose de las sentencias definitivas o interlocutorias, se puede solicitar su cumplimiento


o ejecución conforme al procedimiento incidental dentro de un año a la fecha en que se haga
exigible la obligación sólo ante el tribunal que la dictó en única y primera instancia, según
los artículos 231 y siguientes del C.P.C.

Pero sí para perseguir el cumplimiento o ejecución de la sentencia definitiva se quiere iniciar


un nuevo juicio para obtener su cumplimiento, el procedimiento que deberá aplicarse será el
juicio ejecutivo contemplado en los artículos 434 y siguientes del C.P.C.

Esta situación es la que se contempla en el artículo 114 del C.O.T al señalarnos que “siempre
que la ejecución de una sentencia definitiva hiciere necesaria la iniciación de un nuevo juicio,
podrá éste deducirse ante el tribunal que menciona el inciso primero del artículo precedente
o ante el que sea competente en conformidad a los principios generales establecidos por la
ley, a elección de la parte que hubiere obtenido en el pleito”.

Este artículo 114 C.O.T es otro ejemplo de competencia acumulativa o preventiva que
consagran nuestros textos positivos cuando se inicia un nuevo juicio para solicitar la
ejecución de la sentencia.

En cambio, cuando se solicita el cumplimiento de la sentencia a través del procedimiento


incidental es un caso de competencia privativa o exclusiva, puesto que su conocimiento sólo
corresponde al tribunal que la pronunció en única o primera instancia.

Reglas especiales de la competencia

Las reglas de la competencia absoluta son las que determinan la jerarquía del tribunal que
será competente para el conocimiento de un asunto. La regla de la competencia relativa
determina cuál tribunal dentro de una misma jerarquía es el competente para conocer de una
determinada materia.

27
a) Reglas de la competencia absoluta. Las reglas de la competencia absoluta son aquellas
que determinan la jerarquía del tribunal que es competente para conocer de una materia.
Ellas se encuentran establecidas en los artículos 115 a 133 del C.O.T.

Características

Las reglas de la competencia absoluta presentan las siguientes características:

• Son de orden público.


• Son irrenunciables.
• No procede la prórroga de la competencia.
• La incompetencia debe ser declarada de oficio.
• No existe plazo para que las partes aleguen la nulidad del procedimiento por
incompetencia absoluta del tribunal.
• Para determinar la competencia de la Corte Suprema sólo bastan estas reglas.

Elementos de la competencia absoluta

1) La cuantía.

Este elemento o factor hoy como regla de competencia prácticamente no tiene ningún interés.
Siempre vamos llegar a determinar que es tribunal competente un Juez de Letras.

Con todo, si bien en la actualidad la importancia de este elemento ha disminuido en lo que


respecta a la determinación de la competencia, no la ha perdido para los efectos de determinar
el procedimiento aplicable o para determinar la instancia en que se conoce un asunto.

El artículo 115 del C.O.T específica qué se entiende por cuantía en materia civil y penal.
Señala el precepto que “en los asuntos civiles la cuantía de la materia se determina por el
valor de la cosa disputada. En los asuntos criminales se determina por la pena que el delito
lleva consigo”.

Reglas para determinar la cuantía en los asuntos civiles

La competencia en función de la cuantía está entregada exclusivamente a los jueces de letras.


Ahora bien, en estos últimos tribunales la cuantía sólo importa para fijar si el tribunal será
competente para resolver el asunto en única o primera instancia.

En efecto, si el asunto es de una cuantía inferior a 10 UTM, conocerá en única instancia. Si


es superior a 10 UTM, en primera instancia.

Las reglas que se establecen para determinar la cuantía son las siguientes: Para estudiar la
cuantía en materia civil, es menester distinguir entre aquellos asuntos susceptibles de
apreciación pecuniaria y aquellos que no lo son.

Determinación de la cuantía en asuntos no susceptibles de apreciación pecuniaria

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Estos asuntos, por su importancia, siempre han estado entregados al conocimiento del juez
de letras. Se conocen siempre en primera instancia. En efecto, los artículos 130 y 131 C.O.T,
por vía meramente ejemplar, señalan qué asuntos no son susceptibles de apreciación
pecuniaria.

Para el efecto de determinar la competencia se reputarán de mayor cuantía los negocios que
versen sobre materias que no estén sujetas a una determinada apreciación pecuniaria. Tales
son, por ejemplo:

• Las cuestiones relativas al estado civil de las personas.


• Las relacionadas con la separación judicial o de bienes entre marido y mujer.
• Las relativas a la crianza y cuidado de los hijos.
• Las que versen sobre validez o nulidad de disposiciones testamentarias.
• Sobre la acción de petición de herencia.
• Sobre apertura y protocolización de un testamento.
• Demás relacionadas con la apertura de la sucesión.
• Las relativas al nombramiento de tutores y curadores.
• A la administración de los tutores y curadores.
• A la responsabilidad, de los tutores y curadores, a sus excusas y a su remoción.

El artículo 131 C.O.T señala que “se reputarán también, en todo caso, como materias de
mayor cuantía, para el efecto de determinar la competencia del juez, las que en seguida se
indican:

1º El derecho al goce de los réditos de un capital acensuado.

2º Todas las cuestiones relativas a procedimientos concursables de reorganización o de


liquidación entre el deudor y los acreedores”.

Reglas para determinar la cuantía en asuntos susceptibles de apreciación pecuniaria

A este tipo de asuntos se refieren los artículos 116 y siguientes del C.O.T. En primer término,
comienza el legislador por distinguir si el demandante acompaña o no documentos en que
apoye su pretensión.

• Si el demandante acompaña esos documentos, se aplica el artículo 116 del C.O.T,


precepto que señala que si “en ellos apareciere determinado el valor de la cosa disputada,
se estará para determinar la competencia a lo que conste de dichos documentos”.

Para determinar la cuantía de las obligaciones en moneda extranjera, podrá acompañar el


actor, al tiempo de presentar la demanda, un certificado expedido por un banco, que
exprese en moneda nacional la equivalencia de la moneda extranjera demandada. Dicho
certificado no podrá ser anterior en más de 15 días a la fecha de presentación de la
demanda.

29
• Si el demandante no acompaña documentos que sirvan de apoyo a su pretensión es
menester efectuar una nueva distinción según si la acción o pretensión emana de un
derecho real o de un derecho personal.

- Acción personal. Señala el artículo 117 del C.O.T que “si el demandante no acompañare
documentos o si de ellos no apareciere esclarecido el valor de la cosa, y la acción
entablada fuere personal, se determinará la cuantía de la materia por la apreciación que
el demandante hiciere en su demanda verbal o escrita”.

- Acción real. Si la acción es real, entran a jugar una serie de reglas para determinar la
cuantía:

1) Señala el artículo 118 del C.O.T que “si la acción entablada fuere real y el valor de la
cosa no apareciere determinada del modo que se indica en el artículo 116, se estará a
la apreciación que las partes hicieren de común acuerdo”.

2) Si no existe acuerdo entre las partes, el juez debe determinar la cuantía por medio de
la evaluación efectuada por peritos.

El artículo 119 C.O.T señala que “si el valor de la cosa demandada por acción real no
fuere determinado del modo que se indica en el artículo anterior, el juez ante quien
se hubiere entablado la demanda nombrará un perito para que evalúe la cosa y se
reputará por verdadero valor de ella, para el efecto de determinar la cuantía del juicio,
el que dicho perito fijare”.

El informe del perito es obligatorio en cuanto a sus conclusiones, tanto para el juez
como para las partes.

3) Finalmente, previene el artículo 120 del C.O.T que “cualquiera de las partes puede,
en los casos en que el valor de la cosa disputada no aparezca esclarecido por los
medios indicados en este Código, hacer las gestiones convenientes para que dicho
valor sea fijado antes de que se pronuncie sentencia. Puede también el tribunal dictar
de oficio las medidas y órdenes convenientes para el mismo efecto”.

Momento en que se determina la cuantía

Por regla general quedará determinada la cuantía al momento de interponerse la demanda,


sin embargo en algunos casos quedará determinada con posterioridad, como ocurre con la
interposición de una acción real en que la cuantía es determinada por un perito.

Reglas especiales para la determinación de la cuantía (artículos 121 a 127 COT)

o Pluralidad de acciones: “Si en una misma demanda se entablaren a la vez varias acciones,
en los casos en que puede esto hacerse conforme a lo prevenido en el Código de
Procedimiento, se determinará la cuantía del juicio por el monto a que ascendieren todas
las acciones entabladas”.

30
o Pluralidad de demandados (litisconsorcio pasivo). El artículo 122 del C.O.T se refiere a
este punto en los siguientes términos: “Si fueren muchos los demandados en un mismo
juicio, el valor total de la cosa o cantidad debida determinará la cuantía de la materia, aun
cuando por no ser solidaria la obligación no pueda cada uno de los demandados ser
compelido al pago total de la cosa o cantidad, sino tan sólo al de la parte que le
correspondiere”.

o Caso de la reconvención. Para estos efectos, el artículo 124 del C.O.T señala que deben
considerarse aisladamente los montos de la reconvención y los de la demanda: “Si el
demandado al contestar la demanda entablare reconvención contra el demandante, la
cuantía de la materia se determinará por el monto a que ascendieren la acción principal y
la reconvención reunidas, pero para estimar la competencia se considerará el monto de
los valores reclamados por vía de reconvención separadamente de los que son materia de
la demanda”.

o Terminación del arrendamiento. Según el artículo 125 del C.O.T: “El valor de lo
disputado se determinará en los juicios de desahucio o de restitución de la cosa arrendada
por el monto de la renta o del salario convenido para cada período de pago; y en los de
reconvenciones, por el monto de las rentas insolutas”.

Otros fines de la cuantía

La cuantía de un asunto importa para los efectos de establecer la utilización de un


procedimiento determinado. Se puede afirmar que existen tres procedimientos ordinarios, el
de mayor, menor y mínima cuantía.

Los asuntos cuya cuantía sea superior a 500 UTM se tramitan de acuerdo al procedimiento
ordinario de mayor cuantía del Libro II del C.P.C.

Los asuntos cuya cuantía sea superior a 10 UTM pero inferior a 500 UTM, se tramitan de
acuerdo a las normas del juicio ordinario de menor cuantía.

Los asuntos cuya cuantía sea inferior a 10 UTM, se tramitan de acuerdo al procedimiento de
mínima cuantía.

Además en materia de juicios ejecutivos, el legislador procesal civil ha distinguido entre


juicio ejecutivo de mayor cuantía (artículos 434 y siguientes del C.P.C) y juicio ejecutivo de
mínima cuantía (artículos 729 y siguientes del C.P.C).

La cuantía importa en los negocios civiles y comerciales para los efectos de determinar si el
juez de letras que conoce de ellos lo hará en primera o en única instancia.

2) La materia.

La definimos como el objeto jurídico del asunto controvertido, sometido a la competencia


del tribunal.

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En la actualidad, la materia tiene un doble papel en materia procesal.

• En efecto, por una parte, es utilizada para el establecimiento de los tribunales especiales,
ya que éstos han sido creados en razón, precisamente, de este factor (cuentas fiscales,
laborales, de familia, militares, etc.), en no pocas oportunidades acompañados del factor
persona.

El artículo 5 del C.O.T establece cuáles son los distintos tribunales que integran el Poder
Judicial, dividiéndolos en tribunales ordinarios y especiales, solamente en función del
elemento materia, sea en forma exclusiva o en relación con el elemento persona.

Dispone al efecto el artículo 5 del C.O.T, que “forman parte del Poder Judicial, como
tribunales especiales, los Juzgados de Familia, los Juzgados de Letras del Trabajo y los
Tribunales Militares en tiempos de paz, los cuales se regirán en su organización y
atribuciones por las disposiciones orgánicas constitucionales contenidas en la Ley Nº
19.969, en el Código del Trabajo, y en el Código de Justicia Militar y sus leyes
complementarias, respectivamente, rigiendo para ellos las disposiciones de este Código
sólo cuando los cuerpos legales citados se remitan en forma expresa a él”.

Existen otros tribunales en que también se atiende exclusivamente a la naturaleza del


asunto para los efectos de otorgarles competencia. Ello ocurre, por ejemplo, en las causas
que conocen el Tribunal Constitucional, el Tribunal Calificador de Elecciones, en las
causas sobre cuentas cuyo conocimiento corresponda al Subcontralor en primera
instancia, en las causas cuyo conocimiento corresponda a los Juzgados de Policía Local;
y en los demás asuntos judiciales que las leyes particulares entreguen al conocimiento de
tribunales especiales.

Lo mismo puede afirmarse de asuntos tan importantes como las causas aduaneras y
tributarias, donde la materia sobre la que versan es esencial para señalar que son
competentes los Administradores de Aduanas, el Director Nacional de Aduanas, los
Directores Regionales del Servicio de Impuestos Internos, el Tribunal Especial de Alzada
para asuntos relativos a avalúos, etc.

• En segundo lugar, la materia como factor de competencia. En el C.O.T, nos encontramos


con que el factor materia se aplica en los siguientes casos:

- El artículo 48 del C.O.T. Los juicios de hacienda, esto es, aquellos en que tiene interés el
Fisco y cuyos conocimientos se encuentra entregado a los tribunales ordinarios (artículo
748 del C.P.C).

- El artículo 45 Nº 2 letra b del C.O.T, entrega a los jueces de letras el conocimiento de las
causas de minas.

- El artículo 45 Nº 2 letra c del C.O.T, entrega a los jueces de letras el conocimiento


exclusivo en primera instancia de los asuntos judiciales no contenciosos, salvo en lo que
respecta a la designación de los curadores ad litem, donde es competente el tribunal que
“conoce en el pleito” (artículo 494 inciso 2 C.C).

32
- El artículo 45 Nº 2 letra h del C.O.T, entrega a los jueces de letras el conocimiento de las
causas laborales o de familia en aquellas comunas donde no hay tribunal especial.

3) El fuero o persona.

Se puede definir el fuero como aquel elemento de la competencia absoluta que modifica la
determinación previa de la jerarquía de un tribunal para conocer de un asunto por existir la
intervención de una persona constituida en dignidad.

Este factor es un elemento alterador de la competencia de un tribunal.

El fuero no es un beneficio para la persona que lo goza, sino que es una garantía para la
persona que no cuenta con él. De esta manera abstractamente considerada, se mantiene una
relativa igualdad ante la ley, dando aplicación al artículo 19 Nº 2 de la C.P.R

El legislador determina que a una mayor jerarquía del tribunal que conoce del asunto mayor
es la independencia del tribunal para su resolución, de allí que elevación de la jerarquía del
tribunal en virtud de este elemento protege a aquella persona no constituida en dignidad.

Clasificación del fuero

- Fuero mayor, se eleva el conocimiento de un asunto que, en principio, estaba entregado


a un juez de letras al de un tribunal unipersonal de excepción. Al fuero mayor se refiere
el artículo 50 Nº 2 del C.O.T (causas civiles en que sean parte o tengan interés el
Presidente de la República, los Ministros de Estado, Senadores, Diputados, miembros de
los Tribunales Superiores de Justicia, etc.).

- Por el fuero menor, determinadas personas, por el hecho de desempeñar una función
pública, hacen radicar el conocimiento de un asunto en primera instancia en los jueces de
letras, pero sólo en asuntos civiles o de comercio. Señala al efecto el artículo 45 Nº 2 letra
g del C.O.T que los jueces de letras conocerán en primera instancia de las causas civiles
y de comercio cuya cuantía sea inferior a las señalas en las letras a) y b) del Nº 1 de este
artículo, en que sean parte o tengan interés los Comandantes en Jefe del Ejército, de la
Armada y de la Fuerza Aérea, el General Director de Carabineros, los Ministros de la
Corte Suprema o de alguna Corte de Apelaciones, los Fiscales Judiciales…

Materias en que no opera el fuero

Se señalan en el artículo 133 del C.O.T algunos casos en que por la naturaleza del asunto o
del procedimiento empleado, el factor fuero no es tomado en consideración, siendo ellos los
siguientes:

- Juicios posesorios.
- Juicios sumarios y los procedimientos que deban tramitarse breve y sumariamente.
- Juicios de minas.
- Juicios de distribución de aguas.
- Procedimientos de partición de bienes.

33
- Tampoco se tomarán en cuenta el fuero que tengan los acreedores en el procedimiento
concursal de liquidación.
- Tampoco se tomarán en cuenta el fuero que tengan los interesados en los asuntos
judiciales no contenciosos.
- Los demás que determinen las leyes (prenda sin desplazamiento).

b) Reglas de la competencia relativa.

La regla de la competencia relativa persigue establecer, dentro de la jerarquía ya determinada


por las reglas de competencia absoluta, el tribunal ordinario específico dentro de esa jerarquía
que va a conocer del asunto.

Como premisa básica es menester señalar que estas reglas tienen el carácter de instituciones
de orden privado, siendo por tanto plenamente renunciables, pero sólo respecto de los asuntos
contenciosos civiles. En materia civil no contenciosa las reglas de competencia relativa son
de orden público, irrenunciables y no admiten la prórroga de la competencia.

Además esta regla de la competencia relativa no se aplica tratándose de la competencia de la


Corte Suprema, del Presidente de la Corte Suprema ni en el caso del Presidente de la Corte
de Apelaciones de Santiago como tribunales unipersonales de excepción.

Las reglas de competencia relativa se vinculan directa y exclusivamente con el elemento


territorio.

Reglas de la competencia relativa en los asuntos contenciosos civiles

Para poder determinar, con precisión, qué tribunal, en razón del territorio, será competente
para conocer del asunto, es necesario tomar en consideración las siguientes reglas de
descarte:

1. Determinar si existe o no prórroga de la competencia.

2. A falta de prórroga de competencia, será necesario especificar si existen o no


disposiciones especiales que establezcan el tribunal que debe conocer del asunto.

3. A falta de reglas especiales, hemos de estudiar la naturaleza de la acción deducida, de


acuerdo a las prescripciones del C.C, cuerpo de leyes que las clasifica en muebles e
inmuebles.

4. Finalmente, a falta de todas las reglas precedentes, y como norma supletoria se entiende
que será competente para conocer del asunto el tribunal del domicilio del demandado.
Así lo prescribe el artículo 134 del C.O.T, en cuya virtud “en general, es juez competente
para conocer de una demanda civil o para intervenir en un acto no contencioso, el del
domicilio del demandado o interesado, sin perjuicio de las reglas establecidas en los
artículos siguientes y de las demás excepciones legales.

La prórroga de la competencia

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La prórroga de la competencia se regula en el párrafo 8 del Título VII del C.O.T.

De acuerdo a lo establecido en el artículo 181 del C.O.T: “un tribunal que no es naturalmente
competente para conocer de un determinado asunto, puede llegar a serlo si para ello las partes,
expresa o tácitamente, convienen en prorrogarle la competencia para este negocio”.

La prórroga de la competencia es aquella institución de carácter procesal y que consiste en


un acuerdo expreso o tácito de las partes del conflicto para otorgar competencia a un tribunal,
en asuntos contenciosos, en única o primera instancia y que no es el naturalmente competente
para conocer del asunto.

Requisitos de procedencia de la prórroga de la competencia

- De acuerdo a lo previsto en el artículo 182 del C.O.T, la “prórroga de la competencia sólo


procede respecto de negocios contenciosos civiles”.

- La prórroga de la competencia sólo procede respecto del elemento territorio. Los


elementos cuantía, materia y fuero o persona tienen un carácter de orden público y no
pueden ser modificados por la voluntad de las partes.

- De acuerdo a lo previsto en el artículo 182 del C.O.T, “la prórroga de competencia sólo
procede en tribunales ordinarios de igual jerarquía”.

De acuerdo a este requisito tratándose de juzgados de letras especiales, no procede la


prórroga de la competencia. Está expresamente excluido que las partes por medio de la
prórroga (o sumisión) expresa o tácita puedan alterar la competencia de los juzgados de
letras especiales. Tratándose de este tipo de tribunales las normas procesales de
competencia relativa (territoriales) son de orden público y por lo tanto imperativas. Si las
partes llegasen a vulnerar estas normas, el juez de oficio puede declarar su incompetencia,
sin perjuicio de ser alegada por medio de la inhibitoria o declaratoria.

- La prórroga de la competencia sólo procede en única o primera instancia.

La prórroga de la competencia no procede en la segunda instancia, en virtud de la regla


general de la competencia del grado o jerarquía, contemplada en el artículo 110 del
C.O.T.

Capacidad para prorrogar la competencia

La prórroga de la competencia es un acto jurídico procesal de parte y cuando se verifica en


forma expresa debe realizarse por personas que tengan la capacidad de ejercicio que
contempla el C.C.

Al respecto, establece el artículo 184 del C.O.T que “pueden prorrogar competencia todas
las personas que según la ley son hábiles para estar en juicio por sí mismas, y por las que no
lo son pueden prorrogarla sus representantes legales”.

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Formas de prorrogar la competencia

La prórroga de la competencia se puede verificar en forma expresa o tácita.

Prórroga expresa

Se prorroga la competencia expresamente cuando en la convención o en un acto posterior


han convenido en ello las partes, designando con precisión el juez a quien se someten.
Podemos definir la prórroga expresa como acto jurídico procesal por el cual las partes
acuerdan prorrogar la competencia.

Es importante que las partes designen con “precisión” el juez competente, no siendo válida
una sumisión expresa general. Será necesario que en la cláusula de la convención o en el acto
posterior individualicen al juez de letras respectivo (por ejemplo, juez de letras de Taltal o
los jueces de letras de Antofagasta, pero no puede estimarse válida una prórroga general
como, por ejemplo: serán competentes los juzgados de letras de la Segunda Región, pues no
hay seriedad en la prórroga).

La prórroga expresa puede verificarse por las partes:

- En la misma convención: se prorroga la competencia cuando las partes insertan dentro de


éste una cláusula sometiéndose a la competencia de un determinado tribunal para la
resolución de cualquier conflicto que pudiera suscitarse con motivo de su celebración.

- Acto posterior: en el evento que no se hubiere contemplado la estipulación de la prórroga


al celebrarse la convención, no existe inconveniente alguno para que se pacte en ella
mediante un acto posterior, en cuyo caso deberá en éste contemplarse la materia respecto
de la cual se efectúa y el tribunal para ante el cual se prorroga la competencia.

Prórroga tácita

En conformidad al artículo 187 del C.O.T podemos señalar que hay prórroga tácita de la
competencia por actuaciones que verifican tanto el demandante como el demandado del
juicio. No en forma independiente sino en forma conjunta.

- La prórroga tácita del demandante: se entiende que el demandante prorroga tácitamente


la competencia por el hecho de acudir ante el juez incompetente interponiendo su
demanda o gestión.

- La prórroga tácita del demandado: se entiende que el demandado prorroga tácitamente la


competencia por hacer, después de apersonado en el juicio, cualquier gestión que no sea
la de reclamar la incompetencia del juez.

Excepcionalmente, tratándose del juicio ejecutivo, se establece en el artículo 465 del C.P.C
que “no obstará para que se deduzca la excepción de incompetencia, el hecho de haber
intervenido el demandado en las gestiones del demandante para preparar la acción ejecutiva”.
En consecuencia, tratándose del juicio ejecutivo, si el demandado interviene con motivo de

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alguna gestión preparatoria de la vía ejecutiva de las contempladas en el artículo 434 del
C.P.C, no se producirá la prórroga tácita de la competencia y éste podrá con posterioridad,
una vez deducida la demanda ejecutiva y requerido de pago, oponer la excepción de
incompetencia relativa del tribunal (contemplada en el artículo 464 Nº 1 del C.P.C).

Efectos de la prórroga de la competencia

Los efectos que genera la prórroga de la competencia son los siguientes:

- Un tribunal que no era el naturalmente competente para conocer del asunto en virtud del
elemento territorio pasa a ser competente para conocer de él.

Producida la prórroga de la competencia, ya sea expresa o tácita no podrán las partes


alegar la incompetencia relativa del tribunal.

- Los efectos de la prórroga de la competencia son relativos, puesto que sólo afecta a las
partes que han concurrido a otorgarla.

Al efecto, el artículo 185 establece que “la prórroga de la competencia sólo surte efectos
entre las personas que han concurrido a otorgarla, mas no respecto de otras personas como
fiadores o codeudores”.

Reglas legales especiales respecto de la competencia relativa

En caso de no existir prórroga de la competencia, para determinar el tribunal competente en


razón del territorio es menester aplicar las diversas reglas especiales que el legislador
establece respecto de distintas materias.

Entre los artículos 139 y 149 se establecen estas reglas especiales:

1) Si una misma demanda comprende obligaciones que deben cumplirse en diversos


territorios jurisdiccionales, será competente para conocer del juicio el juez del lugar en
que se reclame el cumplimiento de cualquiera de ellas (artículo 139 del C.O.T).

2) “Si el demandado tuviere su domicilio en dos o más lugares, podrá el demandante


entablar su acción ante el juez de cualquiera de ellos” (artículo 140 del C.O.T).

3) “Es competente para conocer de los interdictos posesorios el juez de letras del territorio
jurisdiccional en que estuvieren situados los bienes a que se refieren. Si ellos, por su
situación, pertenecen a varios territorios jurisdiccionales, será competente el juez de
cualquiera de éstos” (artículo 143 del C.O.T).

4) En lo que respecta a los juicios sobre alimentos es competente para conocer de ellos el
juez de familia. Señala el artículo 147 del C.O.T en su parte pertinente: será juez
competente para conocer de las demandas de alimentos el del domicilio del alimentante
o alimentario a elección de este último. En el caso de solicitudes de aumento de la pensión

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decretada conoce el mismo tribunal que la decretó o el tribunal de familia del nuevo
domicilio del alimentario, a elección de este último.

De las solicitudes de cese o rebaja de la pensión decretada, conocerá el tribunal del


domicilio del alimentario.

5) Será competente para conocer del juicio de partición de la herencia, del de


desheredamiento y el de validez o nulidad de disposiciones testamentarias, el del lugar
donde se hubiere abierto la sucesión del difunto con arreglo a lo dispuesto por el artículo
955 del C.C.

Reglas vinculadas a la naturaleza de la acción deducida

El C.O.T distingue entre acciones muebles, acciones inmuebles y acciones mixtas.

- Cuando la acción es INMUEBLE estamos frente a un caso de competencia acumulativa


o preventiva. En efecto, prescribe el artículo 135 del C.O.T que “si la acción entablada
fuere inmueble, será competente para conocer del juicio el juez del lugar que las partes
hayan estipulado en la respectiva convención. A falta de estipulación será competente, a
elección del demandante: 1º El juez de lugar donde se contrajo la obligación; o 2º El del
lugar donde se encontrare la especie reclamada”.

Si el inmueble o inmuebles que son objeto de la acción estuvieren situados en distintos


territorios jurisdiccionales, será competente cualquiera de los jueces, en cuya comuna o
agrupación de comunas estuvieren situados.

- Tratándose de acciones MIXTAS o que comprende pretensiones muebles e inmuebles a


la vez, señala el artículo 137 del C.O.T que “si una misma acción tuviere por objeto
reclamar cosas muebles e inmuebles, será juez competente el del lugar en que estuvieren
situados los inmuebles”.

- Finalmente prescribe el artículo 138 del C.O.T que “si la acción entablada fuere de las
que se reputan MUEBLES con arreglo a lo prevenido en los artículos 580 y 581 del
Código Civil, será competente el juez de lugar que las partes hayan estipulado en la
respectiva convención. A falta de estipulación de las partes, lo será el del domicilio del
demandado”.

(Los hechos que se deben, como las promesas, se reputan muebles, de acuerdo al artículo
581 del C.C y, consiguientemente, se rigen por la disposición del artículo 138 del C.O.T).

Regla supletoria

A falta de todas las otras reglas de competencia que se han enunciado, será juez competente
para conocer del asunto aquel en que tenga su domicilio el demandado (artículo 134 del
C.O.T).

Reglas de la competencia relativa en los asuntos no contenciosos

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Para poder determinar con precisión el tribunal que es competente para conocer de los
asuntos no contenciosos en que no se promueve conflicto entre partes, en los que no cabe la
prórroga de la competencia, es menester tomar en consideración las siguientes reglas de
descarte:

1. Determinar si el legislador ha establecido una regla especial en atención al elemento


territorio.

2. Ante la falta de una regla especial, se debe aplicar la regla supletoria que concede
competencia al tribunal de la comuna o agrupación de comunas en que tenga su domicilio
el interesado (artículo 134 del C.O.T).

Reglas especiales

1) Es competente para conocer de todas las diligencias judiciales relativas a la apertura de


la sucesión, formación de inventarios, tasación, declaración de herencia yacente, la
guarda y aposición de sellos y la posesión efectiva, el tribunal de la comuna o agrupación
de comunas en que tuvo su último domicilio el causante (artículo 148 del C.O.T).

2) “Cuando una sucesión se abra en el extranjero y comprenda bienes situados dentro del
territorio chileno, la posesión efectiva de la herencia deberá pedirse en el lugar en que
tuvo el causante su último domicilio en Chile, o en el domicilio del que la pida si aquél
no lo hubiere tenido”.

3) “En los casos de presunción de muerte por desaparecimiento, el juez del lugar en que el
desaparecido hubiere tenido su último domicilio será competente para declarar la
presunción de muerte y para conferir la posesión provisoria o definitiva de los bienes del
desaparecido a las personas que justifiquen tener derechos a ellos”.

Regla supletoria

A falta de reglas especiales se debe aplicar el artículo 134 del C.O.T: Será competente el juez
del domicilio del interesado.

La incompetencia del tribunal

Cuando no se ha cumplido con las reglas de la competencia absoluta o relativa un tribunal


que conoce de un asunto adquiere el carácter de incompetente. Carece de competencia para
conocer de un determinado asunto. Se podrá decretar de oficio la incompetencia o bien se
podrá solicitar a petición de parte.

a) De oficio por el tribunal.

El artículo 84 inciso final del C.P.C establece que el tribunal puede corregir de oficio los
errores que observe en la tramitación del proceso.

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Con respecto al recurso de casación en la forma se establece que si un tribunal superior
jerárquico se encuentre conociendo de una causa por vía de casación, apelación, consulta o
alguna incidencia puede proceder a casar de oficio una sentencia si aparece de manifiesto de
los antecedentes una causal que hace procedente el recurso de casación en la forma, dentro
de las cuales se encuentra la incompetencia del tribunal (artículo 776 del C.P.C).

Tratándose de la incompetencia relativa en los asuntos civiles contenciosos, ella no puede ser
declarada de oficio por el tribunal, puesto que se trata de aquellas nulidades de orden privado
que sólo pueden ser invocadas por las partes.

En cuanto a los elementos de la competencia absoluta, el tribunal de oficio decretará su


incompetencia, si es que no se cumple con ellos.

b) Por vía incidental.

La posibilidad de alegar la competencia del tribunal a través de la promoción de un incidente


se puede verificar a través de la declinatoria de competencia, la inhibitoria de competencia y
el incidente de nulidad procesal.

- La declinatoria de competencia.

El artículo 101 del C.P.C establece que podrán las partes promover cuestiones de
competencia por inhibitoria o declinatoria.

La declinatoria de competencia es aquel incidente que se presenta ante el tribunal que se cree
incompetente para conocer de un negocio, indicándole cuál es el que se estima competente y
pidiéndole que se abstenga de dicho conocimiento. Su tramitación se sujetará a las reglas
establecidas para los incidentes. En el juicio ordinario civil, la forma de hacer valer la
declinatoria de competencia es a través de la excepción dilatoria contemplada en el Nº1 del
artículo 303 del C.P.C esto es, “la incompetencia del tribunal ante quien se haya presentado
la demanda”. La sola aceptación de la excepción de incompetencia del tribunal importa la
abstención de éste de seguir conociendo del asunto.

- La inhibitoria de competencia.

La inhibitoria de competencia es aquel incidente especial que se promueve ante el tribunal


que se cree competente y no está conociendo del asunto pidiéndole que se dirija al tribunal,
que es incompetente pero que está conociendo del negocio, para que se inhiba y le remita los
autos (artículo 102 del C.P.C).

El tribunal ante el cual se presenta la solicitud debe analizar los antecedentes y pronunciarse
acerca de su competencia. Si estima que la solicitud es procedente, oficiará al tribunal que
está conociendo del asunto para que se inhiba de seguir conociendo de él y le remita el
proceso.

Requerido el tribunal que está conociendo del asunto deberá oír a la parte que ante él litiga,
y con lo que ella exponga o en su rebeldía, procederá a acceder a la inhibición o negar lugar

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a ella. Si acepta la inhibitoria, remitirá los autos al tribunal requirente, resolviéndose con ello
la cuestión de competencia.

Las contiendas de competencia están resueltas en los artículos 190 y 191 del C.O.T. Las
contiendas de competencia serán resueltas por el tribunal que sea superior común de los que
estén en conflicto.

Si los tribunales fueren de distinta jerarquía, será competente para resolver la contienda el
superior de aquel que tenga jerarquía más alta.

Si dependieren de diversos superiores, iguales en jerarquía, resolverá la contienda el que sea


superior del tribunal que hubiere prevenido en el conocimiento del asunto.

Los jueces árbitros de primera, de segunda o de única instancia tendrán por superior, para los
efectos de este artículo, a la respectiva Corte de Apelaciones.

Sin perjuicio de las disposiciones expresas en contrario, las contiendas de competencia que
se susciten entre tribunales especiales o entre éstos y los tribunales ordinarios, dependientes
ambos de una misma Corte de Apelaciones, serán resueltas por ella.

Si dependieren de diversas Cortes de Apelaciones resolverá la contienda la que sea superior


jerárquico del tribunal que hubiere prevenido en el conocimiento del asunto.

Si no pudieren aplicarse las reglas precedentes, resolverá la contienda la Corte Suprema.

- El incidente de nulidad procesal.

La tramitación de un proceso por parte de un tribunal incompetente absolutamente es un vicio


que da lugar a la nulidad procesal, pudiéndose hacer ella valer de acuerdo a lo previsto en los
artículos 83 y 85 del C.P.C. Para hacer valer el incidente de nulidad procesal no existe un
plazo para promoverlo de acuerdo a lo establecido en el inciso segundo del artículo 83. No
obstante, deberán concurrir para promover el incidente de nulidad por incompetencia del
tribunal los siguientes requisitos: a) que exista un juicio pendiente; b) que el proceso se
tramite ante un tribunal absolutamente incompetente.

c) El recurso de casación en la forma.

El recurso de casación en la forma es aquel acto jurídico procesal de parte que persigue
invalidar una sentencia definitiva o interlocutoria de aquellas que ponen término al juicio o
hacen imposible su continuación, por emanar ella de un procedimiento viciado o no haberse
cumplido con los requisitos legales. De acuerdo al artículo 768 Nº1 del C.P.C una de las
causales de este recurso es la incompetencia del tribunal.

Reglas de distribución de causas

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Es de ordinaria ocurrencia que, una vez aplicadas las normas de competencias absoluta y
relativa, en una comuna o agrupación de comunas existan varios jueces de la misma jerarquía
y con el mismo territorio jurisdiccional.

Frente a esa posibilidad, el legislador proporcionó reglas que determinan la distribución de


causas en aquellas comunas o agrupación de comunas en cuyo territorio existan dos o más
jueces con igual competencia (artículo 175 a 178 del C.O.T).

Por ende, para que se apliquen las reglas de distribución de causas, en el respectivo territorio
jurisdiccional debe existir mas de un juez competente.

A. Lugares donde no existe Corte de Apelaciones.

1) En las comunas o agrupaciones de comunas en donde hubiere más de un juez de letras,


deberá presentarse ante la secretaría del Primer Juzgado de Letras toda demanda o gestión
judicial que se iniciare y que deba conocer alguno de dichos jueces, a fin de que se designe
a aquel de ellos que lo hará.

2) La designación se efectuará mediante un sistema informático idóneo, asignando a cada


causa un número de orden según su naturaleza, debiendo velarse por una distribución
equitativa entre los distintos tribunales.

3) Las normas anteriores no se aplican a los juzgados de garantía ni a los tribunales de juicio
oral en lo penal, los cuales se rigen por normas especiales para ellos (artículo 175).

B. Lugares donde existe Corte de Apelaciones.

1) En los lugares de asiento de Corte en que hubiere más de un juez de letras en lo civil,
deberá presentarse a la Corte toda demanda o gestión judicial que se iniciare y que deba
conocer alguno de dichos jueces, a fin de que se designe el juez a quien corresponda su
conocimiento.

2) La designación se hará electrónicamente por orden del presidente del tribunal, asignando
a cada causa un número de orden, según su naturaleza (artículo 176).

C. Exhortos y actos judiciales no contenciosos.

Están sujetos a lo dispuesto en los artículos 175 y 176, según el caso, el ejercicio de las
facultades que correspondan a los jueces para el conocimiento de los asuntos que tienen por
objeto dar cumplimiento a resoluciones o decretos de otros juzgados o tribunales y los
asuntos de “jurisdicción voluntaria” (artículo 179 del C.O.T).

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