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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

FACULTADA DE CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIALES


CURSO DE DERECHO PROCESAL CIVIL
LIC: RONY ALEXANDER JIMÉNEZ GUERRERO

LOS SUJETOS DEL PROCESO


LAS PARTES

GRUPO No.6
SECCIÓN: ANTIGUA
JACOBO DE JESUS HERNANDEZ LÓPEZ 199822367
ERICKA FABIOLA GIRÓN GÓMEZ 201014588
CHISTIAN JOHAN CHUR LORENZANA 2011 21802
SANTIAGO ARTURO AGUILAR 201712586
MARTA LIDIA PÉREZ PAREDES 2017 46884
EDVIN FILIBERTO CHÁVEZ LAZARO 201747310
DULCE HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ 201801939
LUIS DIEGO JIMENEZ GONZALEZ 201802698
RODRIGO SEBASTIÁN MÉNDEZ BARAHONA 202010518
EDGAR RODRIGO HERNANDEZ MAZATE 202010518
INTRODUCCIÓN
Desde la doctrina procesal, parte es quien pide en nombre propio o de otro
la actuación de la voluntad de la ley frente a otro en el proceso, por lo que adquiere
la calidad de actor por la simple razón de exigir un derecho ante otro que debe
cumplirlo; toda persona natural o jurídica puede ser parte en un proceso, pero no
define el concepto de parte, de acuerdo a la doctrina, parte es quien pide en nombre
propio o en nombre de otro la actuación de la voluntad de ley frente a otro,
obviamente por medio del proceso; con lo que tal concepto se debe mirar sólo al
interior del proceso, se habla entonces de parte demandante y parte demandada.
Significa esto que sólo serán partes aquellos entre los cuales se establece o se
constituye la relación jurídica procesal compleja a partir de la notificación de la
primera providencia integradora del contradictorio, es decir, prima el carácter formal
o procesal, sin importar que el actor sea o no titular del derecho material debatido
ni que el opositor, igualmente, sea o no titular por pasiva de dicho derecho o
relación.
El pluralismo jurídico ha sido entendido como uno de los conceptos clave
en el del derecho, en la cual se da la coexistencia de espacios legales superpuestos
interconectados e interrelacionados, y la vida de la gente está alcanzada por la
legalidad de dichos sistemas normativos. Por tales motivos esta idea ha cobrado
una gran importancia a la hora de entender el derecho en una sociedad global y
multicultural. La visión tradicional del pluralismo jurídico surgió como una expresión
de resistencia a la posición dominante de los que reclaman un derecho como tal de
otros que lo deben entregar.
LOS SUJETOS DEL PROCESO.
LAS PARTES.
1. PLURALIDAD DE PARTES EN EL PROCESO.
1.1 CONCEPTO.
Procedimiento judicial en el cual pueden aparecer varias personas en la
posición de demandante y/o de demandado y ello deberse a dos fenómenos
procesales muy distintos: acumulación de procesos y proceso único con pluralidad
de partes, la pluralidad de las partes es un fenómeno que aparece como
consecuencia de la legitimación plural, la legitimación, tanto la activa como la
pasiva, pueden corresponder a varias, sin que ello signifiqué que las personas
legitimadas tengan que actuar coordinadas o subordinadas. No se está diciendo
que en el proceso civil pueden existir una tercera posición distinta.
Fundamentos legales
Articulo 1377 del código civil
Articulo 46 CPCYM
Articulo 116 CPCM
El proceso civil no se puede integrar sin la concurrencia de dos partes, de
los cuales los intereses deben estar en sentido de oposición o en posición
antagónica, una parte que ataca mediante la acción, otra que se defiende con todos
medios a su alcance de esa acción en su contra y es el juez quien decide y ejecuta.
La pluralidad de las partes es una situación especial que surge dentro del
proceso y puede consistir en que varios sujetos o personas demanden unidades y
que su actuación sea dirigida contra uno o varios demandados, y que para el efecto
se valgan de la misma demanda también se puede dar el caso que ya iniciado el
juicio, dentro del curso el mismo comparezcan otras personas como intervinientes
o cuando son emplazados por el actor o demandado a comparecer en juicio
En nuestro derecho procesal, constantemente surgen situaciones con
pluralidad de partes, ya que, con figuras como el litisconsorcio en sus diferentes
clases, A) ACTIVO cuando son varios los actores y un demandado B) PASIVO,
cuando figuran varios sujetos como demandados y actor, C) MIXTOS O
RECIPROCOS: cuando son varios los demandados y varios los actores o también
con figuras como la intervención en sus diversas manifestaciones.
1.2 Litisconsorcio necesario
Concepto
El proceso único con pluralidad de partes es necesario cuando las normas
jurídicas conceden legitimación para pretender o para resistir activa o pasiva a
varias personas en forma conjunta no separadamente en este caso todas estas
personas han de ser demandantes o demandadas pues se trata del ejercicio de
una única pretensión que alcanzara satisfacción con un único pronunciamiento.
En el artículo 53 del CPCYM. Cuando la decisión o sentencia no puede
pronunciarse más que en relación a varias partes, esta debe demandar en el mismo
proceso en tanto es así cuando el proceso es promovido solo por algunas o contra
algunas el juez emplazara a las otras dentro de un plazo perentorio.
Es importante que en la legitimación ordinaria basta que exista que el actor
afirma que es titular que es el titular del derecho subjetivo material que el
demandado es el titular de la obligación.
La existencia de este litisconsorcio responde a dos supuestos muy
claramente diferenciados. Los más sencillos de ellos, pero el menos común, es
aquel que la propia ley le impone.
Este caso corresponde en el artículo 1377 del código Civil respecto a las
obligaciones indivisibles en el que el acreedor no puede dirigir su acción. (Mejor su
pretensión) contra uno solo de los deudores, sino contra todos a la vez, sin embargo,
normas de esta naturaleza no es fácil encontrarlas en las leyes.
Si se pretende la nulidad de un negocio jurídico debe demandarse a todo los
que sean parte del mismo así se cuestiona la validez de un testamento hay que
demandar a todos los herederos, si se quiere declarar nulo un contrato de sociedad
hay que demandar a todos los socios si se demanda la revocación de un contrato
en fraude de acreedores hay que traer al proceso al deudor y al tercero adquiriente.
EL PROCESO LITISCONSORCIAL
El que exista una legitimación conjunta no tiene porque significa actuación
procesal coordinada. Las partes que integran la posición litisconsorcial pasiva
puede actuar con un mismo mandatario judicial y el abogado, pero también es
posible que cada una de ellas adopte actitudes materiales y procesales distintas
que cada parte comparecerán con mandatario y abogados propios.
Atendiendo en el artículo 46 del CPCYM si los varios demandantes o
demandados mantienen la misma posición material y procesal esto es si utilizaran
los medios de defensa estarán obligados a unificar su personería, pero es muy
dudoso esta unificación sea necesario cuando los varios demandados mantienen
actitudes diferentes que responden a intereses naturalmente los plazos si correrán
de modo común para todos los demandados.
Cada litisconsorte pasivo puede formular sus propios escritos de
alegaciones y proponer los medios de prueba correspondientes manteniendo
actitudes materiales distintas las razones de la oposición puede ser diferentes y
haciéndola velar procesalmente de manera autónoma. Por lo mismo los medios de
impugnación pueden ser interpuestos por uno solo de ellos si bien de éxito
beneficiara a los demás. Lo único que tiene que hacer conjuntamente son los actos
de disposición la disposición del objeto del proceso solo valdrá si es realizada por
todos.
Existen terceros que pueden afirmar su cotitularidad de la relación jurídica
material deducido en el proceso por las partes iniciales. Cuando un tercero hubiera
podido figurar desde el comienzo en el proceso como parte, y si no sucedió así fue
porque su presencia no era imprescindible, estamos ante la posición habilitante del
tercero para intervenir litisconsorcialmente. Su legitimación se basará en la
afirmación de la cotitularidad. El tercero al intervenir tratará de defender derechos
propios, no ajenos, pero no ejercitará una pretensión distinta de la ya ejercitada por
el demandante, esto es, no introducirá un nuevo objeto procesal.
Lo que el CPCYM sí resuelve es lo relativo a la forma y efectos de la intervención:
1) Modo de realizar la intervención: Se solicitará del juez, por escrito u oralmente,
según la naturaleza del proceso (art. 547), justificando el interés que legitima la
intervención (la cotitularidad de la relación jurídica material); el juez resolverá de
plano sobre la admisión o el rechazo del tercero, si tuviere elementos suficientes
para hacerlo con la prueba que se acompañe (art. 548).
2) Incidencia de la intervención sobre los actos ya realizados: Pueden enunciarse
en tres principios:
a) La intervención no puede suspender el curso del procedimiento,
b) La intervención no puede retardar el curso de las actuaciones, y
c) El interviniente debe aceptar el proceso en el estado formal en que se
encuentre, sin poder pretender retroceder en él. Pero el tercero interviniente
litisconsorcial ha de asumir la condición de parte plenamente, lo que supone
que ha poder alegar y probar lo que estime conveniente y sea conducente
según el objeto del proceso.
d) La intervención adhesiva simple. La pluralidad de partes puede producirse
también con base en una legitimación que no consiste en afirmar la
cotitularidad de la relación jurídica material deducido en el proceso por las
partes iniciales, sino en afirmar la titularidad de otra relación jurídica material
que es dependiente de la primera, de modo que la decisión que en el
proceso se adopte será hecho constitutivo, modificativo o extintivo de la
segunda relación. Es el supuesto de la llamada intervención adhesiva simple
que presupone la eficacia refleja de la cosa juzgada.
1.3 LITISCONSORCIO CUASI NECESARIO
Es una especie o modalidad jurídica intermedia, entre el litis consorcio
necesario y el litis consorcio facultativo, que se presenta cuando uno o varios sujetos
tienen legitimación para intervenir en un proceso, por la activa o por la pasiva, esto
es, en calidad de demandantes o de demandados, por tener una relación sustancial
o material, pero basta con que uno solo actúe dentro del proceso en tal calidad, para
que pueda dictarse sentencia de mérito con plenos efectos jurídicos.
Es, por consiguiente, una figura procesal distinta al litisconsorcio necesario,
que implica la legitimación simultánea para varios sujetos, pero sin que la propia ley,
ni la naturaleza de la relación sustancial, establezca como requisito sine qua non
para su procedencia, la integración del contradictorio con todos ellos. Además, esta
modalidad se identifica con el litis consorcio necesario en que en una y en otra la
sentencia vincula al tercero y lo afecta, pero se diferencian en que en el litis
consorcio cuasi necesario no se requiere que todos los sujetos comparezcan al
proceso para proferirla; y se parece al litis consorcio facultativo en que el sujeto
voluntariamente puede concurrir o no al proceso, pero difiere del mismo por cuanto
si no comparece al proceso la sentencia es uniforme y lo vincula. Con todo, el
interviniente cuasi necesario puede presentarse al proceso en el estado en que se
encuentre, siempre que no se haya dictado sentencia de única o segunda instancia,
y procede su actuación con todas las prerrogativas de parte.
El artículo 53 del CPCYM da una definición de este fenómeno procesal;
cuando la decisión, es decir, la sentencia, no puede pronunciarse más que en
relación con varias partes estas deben demandar o ser demandadas en el mismo
proceso; y tanto es así que si el proceso es promovido solo por algunas o contra
algunas; el juez emplazará a las otras dentro de un plazo perentorio. La existencia
de este litisconsorcio responde a dos supuestos muy claramente diferenciados.
Artículo 54 del CPCYM establece que varias partes pueden demandar o ser
demandadas en el mismo proceso, cuando entre las causas que se promueven
exista conexión por razón del objeto o del título de que dependen, o bien cuando la
decisión dependa, total o parcialmente, de la resolución de cuestiones idénticas.

La pluralidad de partes puede producirse, no ya de modo necesario, sino


atendiendo a la voluntad del interesado, esto es, eventualmente, con lo que aparece
el litisconsorcio llamado cuasi necesario.

La pluralidad de partes es eventual y originaria en el caso del denominado


litisconsorcio Cuasi necesario, es decir, cuando la legitimación activa y/o pasiva
corresponde a varias personas, pero no de manera necesariamente conjunta; en
estos casos se permite la existencia del proceso entre dos únicas personas,
limitándose a exigir la norma que, en el supuesto de que más de una persona
demanden o sean demandadas han de hacerlo conjuntamente, tratándose de una
única pretensión y de un único proceso que finalizará también con un único
pronunciamiento. La existencia del litisconsorcio queda a la voluntad del o de los
demandantes.

El caso que la doctrina suele destacar es el de las obligaciones solidarias


(arts. 1352 y siguientes del Código Civil). Entre él y el del litisconsorcio necesario
hay similitudes y diferencias:

1) Similitudes: Siempre se ejercitará una única pretensión, también cuando


se demanda a varios deudores solidarios, originadora de un único proceso,
dictándose un único pronunciamiento, pues la obligación existe o no frente a todos
los deudores.

2) Diferencias: En este litisconsorcio cuasi necesario la existencia de la


pluralidad de partes no viene impuesta por la naturaleza de la relación jurídico
material, siendo posible que se demande a un único deudor solidario; la ley impone
sólo que si se quiere demandar a varios deudores simultáneamente ha de hacerse
en un único proceso. Como dice el art. 1357 del Código Civil el acreedor puede
dirigirse contra cualquiera de los deudores solidarios, o contra todos ellos
simultáneamente; si se dirige contra uno, se trata de un proceso con una sola parte;
si se dirige contra varios o contra todos ellos, estamos ante un litisconsorcio cuasi
necesario.

Naturalmente en este caso no podrá oponerse excepción de falta de


litisconsorcio, si se demanda a un solo deudor. Si el litisconsorcio se constituye,
porque el actor demanda a varios, el proceso litisconsorcial tendrá un desarrollo
similar al que antes hemos visto para el necesario, pudiendo mantener las partes
posturas materiales y procesales diferentes.
LOS SUJETOS DEL PROCESO.
LAS PARTES.
2. La sucesión Procesal: el Cambio de las partes.
2.2 Sucesión Procesal
B) Sucesión procesal
Sucesión: significa: “sustitución de una persona por otra”. “Reemplazo de una cosa
por otra”. “Transmisión de derechos u obligaciones, entre vivos o por causa de
muerte.
La verdadera sucesión procesal atiende al cambio en el proceso de una parte por
otra, en la misma posición procesal, por haberse convertido ésta en titular de la
posición habilitante para formular la pretensión o para que frente a ella se formule.
Esto puede producirse por:

a) Muerte de la persona física


Se trata de una aplicación particular del supuesto general de la sucesión, por
el cual el heredero sucede al difunto o causante en todos sus derechos y
obligaciones, y por eso el art. 59 del CPCYM se refiere que cuando la parte
desaparece por muerte o por otra causa, el proceso se prosigue por el sucesor
universal o en contra suya. Esto no podrá ocurrir siempre, al existir casos en que la
muerte de la parte ha de producir la terminación del proceso, al carecer de sentido
su continuación, que es lo que sucederá en el divorcio, por ejemplo.
b) Fusión o absorción de personas jurídicas
Normalmente la extinción de la persona jurídica no producirá el cambio de
parte porque la ley prevé mantener su personalidad a los efectos de la liquidación;
el art. 241 del Código de Comercio prevé que la sociedad en liquidación conservará
su personalidad jurídica hasta que la liquidación se concluya. Sí hay cambio de parte
en los casos de absorción (una sociedad absorbe a otra, produciéndose la
disolución de esta última) y fusión (varias sociedades se disuelven, dando lugar a
una nueva); en el primero se extingue una sociedad y en el segundo las dos, y en
ambos deberá acreditarse el cambio en el proceso. El art. 256 del Código de
Comercio se refiere a estos fenómenos.
c) Transmisión inter vivos de la cosa litigiosa
La pendencia o controversia procesal de los derechos relativos a una cosa o
derecho no convierte a esta o éste en intransmisible. El art. 60 del CPCYM se refiere
precisamente a la transmisión del derecho controvertido por actos inter vivos a título
particular, para decir que el proceso prosigue entre las partes originarias. Por el
contrario, si la transferencia a título particular ocurre por causa de muerte, el proceso
se prosigue por el sucesor universal o contra él. A pesar de lo anterior, el mismo
artículo permite que el sucesor a título particular intervenga en el proceso o sea
llamado a él en calidad de parte, y aun que, si las otras partes lo admiten que el
enajenante o el sucesor universal salga del proceso, es decir, pueda ser objeto de
exclusión, con lo que el proceso proseguirá con el sucesor a título particular
Fundamentos legales de la investigación
Artículo 59 del Código Procesal Civil y Mercantil (CPCYM)
Artículo 241 del Código de Comercio
Artículo 256 del Código de Comercio
Artículo 60 del Código Procesal Civil y Mercantil (CPCYM)

LA SUCESIÓN PROCESAL: EL CAMBIO DE PARTES.


La tramitación de todo proceso precisa de un tiempo, más o menos largo, durante
el cual la
situación inicial de las partes puede cambiar. Aunque cabe registrar una cierta
aspiración legal a
que la situación inicial se mantenga sin modificaciones (lite pendente nihil
innovetur, pendiente el
proceso nada debe modificarse), la realidad se impone a los deseos y es preciso
solucionar los
problemas que esa realidad plantea.

2.1 CAMBIOS EN LA CAPACIDAD PROCESAL.


Los verdaderos supuestos de sucesión procesal son aquellos en que se produce
el cambio de una parte por otra en la misma posición procesal, pero existen otras
modificaciones que, no siendo de verdadera sucesión, requieren de atención, esas
modificaciones se refieren a cambios en la capacidad procesal de las personas
físicas que pueden afectar a:
• La capacidad: a lo largo del proceso pueden producirse la adquisición de la
capacidad procesal (se alcanza la mayoría de edad) o la pérdida de la
capacidad procesal (se dicta sentencia de interdicción). En el primer caso el
representante legal deja de serlo y en el segundo tendrá que comparecer el
tutor, si bien es claro que no llega a producirse un cambio de parte,
propiamente dicho.
• La representación legal: el titular de la patria potestad puede morir y hay
que nombrar tutor o este es removido, y en los dos casos habrá de
comparecer el nuevo representante legal.
En el CPCYM no existe previsión expresa de estos casos, pues a ellos no se
refieren los artículos 59 y 60, pero es evidente que los mismo pueden producirse y
que la solución ha de ser la que señalamos.
Respecto de las personas jurídicas debe tenerse en cuenta que no pueden existir
cambios en la capacidad procesal. Si llega a producirse, pendiente un proceso, el
cambio en la persona física que ha venido actuando como órgano de la persona
jurídica, ello no afecta al proceso, tanto que ni siquiera hay que otorgar un nuevo
poder a mandatario judicial pues el anterior poder sigue siendo válido.
Naturalmente si la persona física, nuevo órgano de la persona jurídica, actúa en el
proceso, deberá acreditar la llamada representación necesaria con la que
comparece o gestiona.
CONCLUSIONES

En la sucesión procesal quien acude al proceso ocupa el lugar del


demandante o del demandado y ocurre cuando se produce un
fallecimiento de una de las partes, en cuyo caso el heredero sucede a
la persona causante adquiriendo la titularidad del derecho objeto de
litigio o cuando una de las partes enajena el derecho objeto de litigio.
Se entiende por litisconsorcio la situación en que se encuentran varias
personas que dentro de un proceso ocupan la posición de la parte
actora o la de la parte demandada. Es complicado determinar
claramente y de forma independiente, quién es parte, tercero e
interviniente, con exclusión de los demás conceptos.
Si parte es quien reclama o defiende su interés, el tercero que llega a
reclamar para sí o a defender su interés se convierte en parte, al igual
que el interviniente que llega como tercero para asumir la condición
de parte, bien porque su interés es propio e independiente o porque
es el mismo de la parte, como en el caso del litisconsorcio necesario.
Obviamente, la definición e intelección de tales conceptos sigue
teniendo vigencia, más por didáctica que por ciencia, pero debe
insistirse en que todo aquel que realice actos procesales en el
proceso, en provecho suyo o de otro, al igual que el juez hace el
proceso, es decir, es sujeto procesal.
En nuestro ordenamiento jurídico, las pretensiones o acciones que se
ejercitan deben ser conexas objetivamente, ya sea por provenir de un
mismo título.
A efectos de una mayor comprensión de este fenómeno procesal, y
sin perjuicio pongamos un posible ejemplo de litisconsorcio voluntario.
En una compra venta de bien inmueble, se producen una serie de
desacuerdos en los pagos y la entrega de dicho inmueble y cada una
de las partes tiene expedito el derecho de promover el proceso en
forma independiente para conseguir el pago y la entrega de la cosa;
pero pueden hacerlo dos o más interesados en forma conjunta, puesto
que sus pretensiones indemnizatorias derivan de una misma causa
petendi, esto es, de los mismos hechos de esa compraventa nace la
obligación extracontractual de indemnizar los daños y perjuicios
causados en dicho desacuerdo. En esta clase de procesos los o el
demandantes tienen la obligación de probar el hecho de las causas de
los desacuerdos referentes a los pagos y el daños que se causó a
cada uno de ellos en forma independiente. La sentencia podrá ser más
favorable para unos y no así para otros.
De ahí precisamente hay que insistir en esta idea que el litisconsorcio
que está siendo estudiado (el voluntario, facultativo o simple según
otros) no sea auténtico: no existe un litigio único sino tantos como
pretensiones ejercitadas y no hay comunidad de suerte porque no va
a dictarse un único pronunciamiento sino tantos como pretensiones
ejercitadas (aunque todas se resuelvan en una misma sentencia) y,
en este sentido, la suerte de cada uno de estos litisconsortes puede
ser distinta a los demás.
BIBLIOGRAFIA
MANUAL DE DERECHO PROCESAL CIVIL GUATEMALTECO. EL JUICIO
ORDIANRIO VOLUMEN 1, JUAN MONTERO AROCA, MAURO CHACÓN
CORADO
ASPECTOS GENERALES DE LOS PROCESOS DE CONOCIMIENTO, Él
DERECHO PROCESAL CIVIL GUATEMALTECO, MARIO ESTUARDO GORDILLO
GALINDO,
MARIO AGUIRRE GODOY, DERECHO PROCESAL CIVIL DE GUATEMALA

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