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APUNTES DE DERECHO PROCESAL

LAS MEDIDAS PREJUDICIALES Y PRECAUTORIAS (MEDIDAS CAUTELARES)

Se encuentran reglamentadas en el C.P.C, Libro II, Título IV, artículos 273 y siguientes.

Son actos jurídicos procesales anteriores al juicio, que tienen por objeto preparar la entrada
a éste, asegurar la rendición de alguna prueba que pueda desaparecer, o bien asegurar el
resultado mismo de la pretensión futura.

Clasificación

Podemos clasificarlas en:

 Medidas prejudiciales propiamente tales o preparatorias: tiene por objeto preparar la


entrada al juicio.

 Medidas prejudiciales probatorias: son aquellas cuya finalidad es realizar o practicar


ciertas diligencias de prueba que puedan desaparecer o no se puedan rendir en el
procedimiento definitivo.

 Medidas prejudiciales precautorias: son aquellas que tienen por objeto asegurar el buen
resultado de la pretensión que se va a deducir en juicio.

Características

 Son actuaciones judiciales que se solicitan y se decretan antes de la existencia del


juicio, no son un juicio propiamente tal, ya que el juicio normalmente se va a producir
cuando exista una relación procesal provocada por una demanda con su respectivo
emplazamiento al demandado.

 Son de aplicación general en toda clase de juicio. Si bien están reglamentados dentro
del juicio ordinario, son de aplicación general a todo juicio declarativo o constitutivo.
Respecto a los juicios ejecutivos nada obsta que pueda pedirse una medida prejudicial
precautoria.

 No requiere notificación (salvo las excepciones legales), según el artículo 289 del
C.P.C, para producir efectos, siendo una de las excepciones al artículo 38 del C.P.C.

Medidas prejudiciales del artículo 273 del C.P.C

Estas medidas se denominan preparatorias o propiamente tales y su objeto es preparar la


entrada al juicio.

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El titular de estas medidas es el futuro demandante, en cambio el futuro demandado no
puede solicitar estas medidas prejudiciales con excepción de la contemplada en el Nº5 del
artículo 273 del C.P.C.

Estas medidas prejudiciales se deben decretar cuando, a juicio del tribunal que conoce estas
medidas, sean necesarias para que el demandante pueda entrar en el juicio, con excepción
de la medida contemplada en el Nº 5 que se decretará siempre, por el solo hecho de pedirse
(artículo 273 inciso final).

Los requisitos que hacen procedente las medidas prejudiciales en estudio pueden ser
generales o especiales; digamos por ahora que el requisito general de toda medida
prejudicial es la de expresar en el escrito respectivo la acción que se propone deducir y
someramente sus fundamentos (artículo 287).

El artículo 273 establece las medidas prejudiciales preparatorias señalando expresamente:


“El juicio ordinario podrá prepararse, exigiendo el que pretende demandar de aquel contra
quien se propone dirigir la demanda:

1º Declaración jurada acerca de algún hecho relativo a su capacidad para parecer en juicio,
o a su personería o al nombre y domicilio de sus representantes.

2º La exhibición de la cosa que haya de ser objeto de la acción que se trata de entablar.

3º La exhibición de sentencias, testamentos, inventarios, tasaciones, títulos de propiedad u


otros instrumentos públicos o privados que por su naturaleza puedan interesar a diversas
personas.

4º Exhibición de los libros de contabilidad relativos a negocios en que tenga parte el


solicitante, sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos 42 y 43 del Código de Comercio; y

5º El reconocimiento jurado de firma, puesta en instrumento privado.

La diligencia expresada en el número 5 se decretará en todo caso; las de los otros cuatro
sólo cuando, a juicio del tribunal, sean necesarias para que el demandante pueda entrar en
el juicio”.

1) El Nº 1 del artículo 273 hay que relacionarlo con la capacidad e incapacidad para
actuar en un juicio. Si bien la regla general es la capacidad, pueden existir dificultades
para determinar quién es el representante legal de una determinada sociedad, o que
acredite la personería por ejemplo.

Frente a esta solicitud que necesariamente deberá notificarse al futuro demandado, éste
deberá concurrir a la audiencia fijada en la que declarará categóricamente sobre la
capacidad o personería o al nombre y/o domicilio de sus representantes.

Si se rehúsa a prestar la declaración jurada o estas respuestas son evasivas, en


conformidad al artículo 274 del C.P.C, pueden imponerse al declarante multas o
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arrestos hasta por dos meses, determinados prudencialmente por el tribunal. Sin
perjuicio de repetir la orden y el apercibimiento.

Titular y requisito: esta medida sólo la puede solicitar el futuro demandante y para que
la decrete el tribunal debe ser necesaria para que el demandante pueda entrar en el
juicio.

2) La segunda medida preparatoria se refiere a la exhibición de la cosa. En este caso


estamos frente a una cosa material y que a juicio del futuro demandante se trate de una
cosa litigiosa.

Para distinguir el procedimiento a seguir hay que analizar las siguientes reglas:

- Si la cosa está en poder del futuro demandado, éste deberá mostrar el objeto que deba
exhibirse, o bien se autorizará al interesado para que lo reconozca y dándole facilidades
para ello.

- Si la cosa está en poder de un tercero, en este caso el futuro demandado deberá señalar
el nombre y residencia de dichos terceros o bien señalar el lugar donde el objeto se
encuentre.

- Si se rehúsa hacer la exhibición, podrá apremiarse con multas y arrestos, y aun puede
decretarse el allanamiento del local donde se halle el objeto cuya exhibición se pide.

- Si aquel que se intenta demandar expone ser simple tenedor de la cosa, podrá ser
obligado judicialmente a declarar bajo juramento el nombre y residencia de la persona
en cuyo nombre la tiene y exhibir el título de su tenencia o bien declarar bajo juramento
que carece de él. Si se niega a prestar el juramento, puede ser arrestado o bien
imponerle multas.

Titular y requisito: esta medida sólo la puede solicitar el futuro demandante y se


decretará por el tribunal cuando sea necesaria para la entrada del juicio.

3) Los casos de los Nº 3 y 4 del artículo 273 se refieren en general a exhibición de


documentos. Se trata sin duda de una prueba instrumental que se puede obtener a través
de una medida prejudicial.

El Nº 3 se refiere a testamentos, sentencias, inventarios, tasaciones, títulos de propiedad


u otros instrumentos públicos o privados, que por su naturaleza puedan interesar a
diversas personas. Es requisito especial que interese por su naturaleza a diversas
personas, no sólo al futuro demandante.

El Nº 4 se refiere a libros de contabilidad, pero en forma específica a aquellos relativos


a negocios en que tenga parte el solicitante. En conformidad a las normas del Código de
Comercio, los libros de contabilidad son secretos, salvo que a través de una sentencia
judicial se establezca que deban ser conocidos.

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Esta exhibición debe ser parcial, no puede ser absoluta y sólo procede en el caso que el
libro de contabilidad se refiera a negocios en que tenga parte el solicitante (ejemplo,
una sociedad formada por el futuro demandante o futuro demandado), y además debe
indicarse específicamente cuáles asientos de esa contabilidad van a ser exhibidos. Los
libros, una vez decretada la exhibición, deben reconocerse y compulsarse en el lugar
donde los libros se llevan y a presencia del dueño o de una tercera persona autorizada
por el dueño.

Creemos que la inspección de los libros se puede verificar en el despacho del tribunal,
haciendo trasladar dichos libros a su oficina.

En conformidad al artículo 277, si se rehúsa el futuro demandado a exhibir los


documentos o libros de contabilidad, la sanción es de carácter probatorio, pues el futuro
demandado perderá el derecho de hacerlos valer después en el juicio, salvo que el
futuro demandante los haga valer también en apoyo de su defensa, o si justifica que no
pudo exhibirlos antes, o bien, si se refieren a hechos distintos de aquellos que motivaron
la solicitud de exhibición.

También podría el tribunal establecer como sanción el arresto o pago de multas.

Titular y requisito: la solicitud del Nº 3 y 4 del artículo 273 sólo pueden decretarse a
petición del futuro demandante, el futuro demandado no puede solicitar estas medidas,
y se decretarán por el tribunal cuando sean necesarias para que el demandante pueda
entrar en el juicio.

4) El Nº 5 del artículo 273 se refiere al reconocimiento jurado de firma puesto en


instrumento privado.

Presentada esta solicitud el tribunal deberá decretarla y fijar una audiencia para que
declare y jure si la firma no es de su persona. Citado el futuro demandado o futuro
demandante, puede adoptar varias actitudes a saber: i) que concurra y declare que la
firma le pertenece, y ii) que no concurra o que concurriendo dé respuestas evasivas o se
niegue a prestar el reconocimiento jurado, en estos casos la sanción procesal será que se
tiene por reconocida la firma.

Titular y requisito: para que se decrete esta medida no es necesario cumplir con ningún
requisito especial, pues esta medida debe decretarse siempre que se solicite sea por el
futuro demandante o futuro demandado.

Medidas prejudiciales probatorias

Son actos jurídicos procesales realizados con anterioridad al juicio, consistentes en obtener
la producción de pruebas que puedan fácilmente desaparecer o no puedan rendirse en el
juicio definitivo y se encuentran reglamentadas en los artículos 281, 284 y 286 del C.P.C.

Las condiciones mínimas que exige el legislador para decretar estas medidas son, primero,
que exista un peligro inminente de un daño o perjuicio, que se trate de hechos que puedan
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fácilmente desaparecer o bien, que exista fundado temor de que las pruebas no puedan
rendirse oportunamente.
A estas medidas no se les aplica el artículo 289, pues necesariamente deben practicarse
previo conocimiento de la parte contraria (futuro demandante o futuro demandado).

Titular: pueden ser solicitadas tanto por el futuro demandante como por el futuro
demandado.

Las medidas prejudiciales probatorias establecidas por el legislador son las siguientes:

a) Inspección personal del tribunal.


b) Informe de peritos.
c) Certificado de ministro de fe.

En estas tres medidas el legislador ha exigido que exista un peligro inminente de daño o
perjuicio o se trate de hechos que puedan fácilmente desaparecer. Como la ley ha exigido la
bilateralidad de la audiencia, deberá ponerse en conocimiento de la parte a quien se trata de
demandar, si se encuentra en el lugar de asiento del tribunal que las decreta.

d) Absolución de posiciones. Para que se pueda decretar esta medida debe existir un
motivo fundado para temer que una persona se ausente en breve tiempo del país.

Respecto a las preguntas de que deberá prestar declaración, el tribunal previamente


deberá calificarlas de conducentes y fijará un día y hora para la práctica de la diligencia.

Si el sujeto se ausenta dentro de los 30 días subsiguientes al de la notificación, sin


absolver posiciones o sin dejar apoderado con autorización bastante para hacerlo
durante el juicio, se le dará por confeso en el curso del juicio, salvo que aparezca
justificadamente la ausencia.

Se ha fallado que el defensor de ausentes no representa al demandado para los trámites


del juicio y si se le notifica a éste de todas las diligencias del juicio dicho procedimiento
es nulo. Por lo tanto, si la persona se va a ausentar, deberá dejar un apoderado que le
represente en el juicio y en el evento que no lo haga deberá nombrársele un curador de
bienes.

e) Testigos. Para decretarse esta medida probatoria debe existir un fundado temor de que
la declaración de los testigos no pueda recibirse oportunamente.

El juez deberá fijar un día y hora para practicar esta testimonial y las declaraciones
versarán sobre los puntos que indique la persona que solicita esta medida, previamente
calificados de conducentes por el tribunal.

Es requisito que se ponga en conocimiento de la parte contraria esta diligencia, pero


sólo en el caso que se halle en el lugar asiento del tribunal.

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Si el testigo es citado y no comparece el día señalado podrá ser compelido por medio de
la fuerza a presentarse ante el tribunal que haya expedido la citación. Si se niega a
declarar sin justa causa, podrá ser mantenido en arresto hasta que preste la declaración.

Medidas prejudiciales precautorias

Pueden ser definidas como actos jurídicos procesales anteriores al proceso judicial que
tiene por objeto asegurar el resultado de la pretensión que se hará valer.

Estas medidas se encuentran reglamentadas en los artículos 279 y 280 en relación el Título
IV del Libro II, artículos 290 a 302, todos del C.P.C.

Para una claridad de la exposición estudiaremos en primer lugar las medidas precautorias.

Las medidas precautorias

Son aquellas medidas que para asegurar el resultado de la acción puede el demandante
solicitar en cualquier estado del juicio, aun cuando no esté contestada la demanda. Este
concepto se desprende del inciso primero del artículo 290.

Desde un punto de vista doctrinario, podemos definirla como actos jurídicos procesales de
parte activa del proceso y que tienen por objeto asegurar el resultado de la acción deducida
o pretensión hecha valer en éste.

El fundamento de estas medidas surge porque el proceso iniciado puede llegar a una
sentencia favorable para las pretensiones del demandante. Por lo tanto, la demora en la
tramitación, que puede ser en algunos casos de años, traerá aparejado un peligro en la
demora, un “periculum in mora”, un peligro en la mora, en el atraso, en la lentitud del
juicio. Como señala Calamandrei la emanación de cualquiera de las medidas cautelares
“surge siempre de la existencia de un peligro de daño jurídico, derivado del retardo de una
providencia jurisdiccional definitiva (periculum in mora)”. No basta la sola aprehensión del
solicitante, sino que además se requiere un elemento objetivo que pueda ser acreditado en
el proceso. La providencia cautelar debe tener el carácter de urgencia en el sentido que si
demora el pronunciamiento de la resolución judicial, el daño temido se transforma en daño
efectivo.

Características

 Son actos jurídicos procesales de parte activa, el tribunal no puede actuar de oficio
para decretarlas.

 Son instrumentales, es decir, son instituciones que están al servicio del sujeto activo del
juicio, y no resuelven el fondo del asunto, sino que pretenden asegurar el resultado de la
pretensión. No son un fin en si mismo.

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 Son esencialmente provisionales, porque el fundamento es el peligro de la mora.
Expresamente el artículo 301 señala que estas medidas son esencialmente provisionales,
lo que se traduce en que cesan cuando desaparezca el peligro que se ha procurado evitar
o se otorguen cauciones suficientes.

 Son acumulables, es decir, se puede pedir más de una medida precautoria a la vez. El
artículo 290 expresamente lo señala al decir “pedir una o más de las siguientes
medidas”.

 Son sustituibles por otras medidas.

 Son limitadas, es decir, no pueden abarcar todo el patrimonio del deudor, deben
determinarse los bienes que se verán afectados por las medidas.

 No son taxativas, existen diversas clases de medidas precautorias.

 Son de aplicación general, es decir, se aplican no sólo al juicio ordinario, sino que
también a otros procesos declarativos. Respecto a la posibilidad de utilizarlas en el
proceso de ejecución, es discutible. El proceso de ejecución en Chile es un proceso que
contiene una medida cautelar de gran aplicación: el embargo. Y por lo tanto no se ve la
necesidad de utilizar otras medidas precautorias en este proceso, por ser aquélla una
medida cautelar “completa”. No obstante lo anterior, no en todos los procesos
ejecutivos existe embargo (ejemplo en el juicio hipotecario bancario). Por lo tanto, en
estos casos podría pedirse una precautoria.

Cosa distinta es pedir una prejudicial precautoria, que a nuestro juicio son de aplicación
general para cualquier tipo de proceso judicial futuro.

Clasificación

- Ordinarias, especiales y extraordinarias. Las ordinarias son las contempladas en el


artículo 290 del C.P.C y son de aplicación general. Las especiales son aquellas medidas
que se encuentran establecidas en leyes especiales o en otros artículos del Código
(ejemplo, el artículo 654 del C.P.C referente al nombramiento de administrador
proindiviso, y al artículo 598 del C.P.C que alude al derecho del arrendador para
requerir el auxilio de la fuerza pública para evitar que el arrendatario sustraiga sus cosas
sin pagar el arriendo; los alimentos provisorios, artículo 327 del C.C). Las
extraordinarias se encuentran contempladas en el artículo 298 segunda parte, y es el
tribunal quien las decreta cuando lo estime necesario y no tratándose de medidas
expresamente establecidas por ley, y exigiendo caución al actor.

- Prejudiciales y judiciales. Las prejudiciales son aquellas anteriores al proceso para


asegurar el resultado de la pretensión que se hará valer. Las judiciales son las que se
solicitan durante el proceso judicial.

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- Medidas precautorias que se acompañan con comprobantes o sin comprobantes. Las
medidas precautorias que se acompañan con comprobantes son la regla general y se
decretan cuando el demandante acompaña comprobantes que constituyan a lo menos
presunción grave del derecho que se reclama. Las medidas precautorias que se
acompañan sin comprobantes son una excepción en nuestra legislación y sólo ocurre en
casos graves y urgentes, pero en todo caso se deberán acompañar dichos comprobantes
en un plazo máximo de 10 días.
- Medidas precautorias otorgadas con caución o sin caución: la regla general en nuestro
derecho es que se concedan sin caución. Sin embargo, nuestro legislador ha establecido
casos en que para decretar una medida precautoria debe otorgarse caución por parte del
demandante. Estos casos son las medidas prejudiciales precautorias, las medidas
precautorias otorgadas sin comprobantes, y tratándose de medidas precautorias
extraordinarias, en este último caso es facultativo para el tribunal exigir caución al
actor.

Requisitos que hacen procedente las medidas precautorias

Se encuentran expresamente establecidos por el legislador y son los siguientes:

1) Que exista una solicitud de la parte activa del proceso. En atención a que estamos en
un procedimiento de carácter civil rige el principio dispositivo, por lo tanto, el
procedimiento se mueve a instancia de parte y no de oficio por parte del tribunal, sin
perjuicio de las excepciones legales. Pero en esta materia no hay excepciones, por lo
tanto el sujeto activo, que en general será el demandante, deberá solicitar al tribunal que
le otorgue una o más medidas precautorias. Al hablar de la parte activa del proceso no
sólo nos estamos refiriendo al demandante, sujeto activo de un proceso por excelencia,
sino que además, y como lo ha establecido la jurisprudencia, puede solicitar una de
estas medidas el demandante reconvencional (demandado en el juicio principal).

2) Que exista un proceso pendiente. Así lo señala el artículo 290 del C.P.C al expresar
“aun cuando no esté contestada la demanda”. Lo que el legislador señaló en este
artículo es que el demandante puede solicitar una medida precautoria desde que se
encuentra notificada la demanda, no basta que esté solamente presentada, es necesario
además que se haya emplazado al demandado, es decir notificado, y la oportunidad se
aumenta hasta antes de la sentencia firme o ejecutoriada. E incluso si estamos frente a
una medida precautoria ordinaria se puede solicitar una vez citadas las partes a oír
sentencia, según lo establece expresamente el artículo 433 del C.P.C. Si la medida se
solicita antes de la notificación de la demanda, se debe solicitar como prejudicial.

3) Que se acompañe la medida con los comprobantes que constituyan a lo menos una
presunción grave del derecho que se reclama (el fumus boni iruis “humo de buen
derecho”). Aquí estamos con el requisito más trascendente en cuanto a la posibilidad de
obtener una medida precautoria. Es el juicio de verosimilitud exigido en otras
legislaciones. Por comprobantes se entiende no sólo documentos sino también cualquier
antecedente que tienda a comprobar o demostrar algo. Es decir que permita al juez
mediante lo empírico comprobar una cosa. No debe tratarse de un comprobante que
emane de la parte que solicita esta medida, no se trata de una prueba preconstituida,
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debe emanar de un tercero. Pero no basta que se trate de un comprobante, debe además
constituir una presunción grave del derecho que se reclama, es decir, que permita al
juez, del análisis que ha hecho, determinar que es necesario el pronunciamiento de la
medida precautoria.

Sin perjuicio de ser éste un requisito fundamental, no es esencial, porque el legislador


por excepción ha establecido la posibilidad de no acompañar de inmediato esos
comprobantes: en casos graves y urgentes y exigiendo caución se podrá solicitar la
medida precautoria sin acompañar estos comprobantes.

Eso sí deberán acompañar estos comprobantes dentro de un plazo que no exceda de 10


días. En estos casos la medida se concede sin traslado de la parte contraria.

4) Que las facultades económicas del demandado no sean suficiente garantía para
asegurar el resultado de la acción. Este es el peligro en la mora: periculum in mora.
Este requisito está contemplado en el artículo 301, al señalar que cesarán las medidas o
bien no será necesario su otorgamiento, cuando desaparezca el peligro o el demandado
ofrezca u otorgue “cauciones suficientes”.

La jurisprudencia de nuestros tribunales ha establecido que cauciones suficientes debe


entenderse en el sentido que el cambio de caución garantice al acreedor su acción en
igual forma e idéntica seguridad.

Medidas precautorias ordinarias o del artículo 290 del C.P.C

Este artículo señala expresamente: “Para asegurar el resultado de la acción, puede el


demandante en cualquier estado del juicio, aun cuando no esté contestada la demanda, pedir
una o más de las siguientes medidas:

1º El secuestro de la cosa que es objeto de la demanda.

2º El nombramiento de uno o más interventores.

3º La retención de bienes determinados.

4º La prohibición de celebrar actos o contratos sobre bienes determinados”.

a) Secuestro de la cosa que es objeto de la demanda.

El secuestro es una especie de contrato de depósito. El depósito es el contrato en que se


confía una cosa corporal a una persona que se encarga de guardarla y de restituirla en
especie.

El secuestro se define como el depósito de una cosa que se disputan dos o más individuo,
en manos de otro que debe restituirla al que obtenga una decisión a su favor (artículo 2249
del C.C).

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El secuestro puede recaer sobre bienes muebles o raíces, pero la medida precautoria sólo se
refiere a bienes muebles, según lo dispone el artículo 291 en relación con el artículo 901 del
C.C. Esta norma del C.C señala que si se reivindica una cosa corporal mueble, hubiere
motivo de temer que se pierda o deteriore en manos del poseedor, podrá el actor pedir su
secuestro; y el poseedor será obligado a consentir en él, o dar seguridad suficiente de
restitución, para el caso de ser condenado a restituir.

El secuestro como medida precautoria es la sustracción, por resolución judicial, de un bien


determinado del patrimonio del deudor, que es disputado por el actor para los efectos de
evitar que éste bien se pueda deteriorar o perder.

Pero además del caso del artículo 901 el secuestro judicial procede en el caso de que se
entablen otras acciones con relación a cosa mueble determinada y haya motivo de temer
que esa cosa se pierda o deteriore en manos de la persona que sin ser poseedor de dicha
cosa la tenga en su poder. Este caso se trata de un mero tenedor y que no corresponda a la
acción reivindicatoria. Como vemos estamos frente a bienes muebles, sin embargo, si se
trata de bienes inmuebles, se podría solicitar como medida precautoria extraordinaria,
basándonos en el artículo 298 segunda parte.

No obstante esta opinión, la jurisprudencia ha sido mayoritaria en señalar que la medida


precautoria de secuestro no procede tratándose de una acción reivindicatoria de bienes
inmuebles.

b) El nombramiento de uno o más interventores.

Se señalado que el interventor es un “mirón y acusete”.

El interventor es una persona que autorizada legalmente, fiscaliza los negocios de otro para
que su administración sea realizada bajo un marco legal.

Debe llevar cuenta de las entradas y gastos de los bienes intervenidos, y para el desempeño
de este cargo deberá imponerse de todos los libros, papeles y observaciones del
demandado.

Además el interventor estará obligado a dar al interesado o al tribunal noticia de toda


malversación o abuso que note en la administración de dichos bienes; y podrá en este caso
decretar la retención y el depósito de los productos líquidos en el Banco del Estado o en
poder de la persona que el tribunal designe.

La intervención procede cuando en primer lugar se demande por medio de una acción
reivindicatoria de un bien inmueble. Debe concurrir el requisito de un justo motivo de
temer que la cosa se deteriore o bien que las facultades del demandado no ofrecieren
suficiente garantía.

En segundo lugar, procede en el caso que se reclame una herencia ocupada por otro, es
decir, estamos frente a una acción de petición de herencia; en este caso también debe haber
un justo motivo de temer que las cosas que componen la herencia puedan deteriorarse.
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En tercer lugar, procede el nombramiento de interventor en el caso del comunero o socio
que demanda la cosa común o pide cuentas al comunero o socio que administra.

Y en cuarto lugar procede el nombramiento de interventor siempre que haya justo motivo
de temer que se destruya o deteriore la cosa sobre que versa el juicio o que los derechos del
demandante puedan quedar burlados. Esta es la regla general y procede en cualquier
proceso sin las restricciones que vimos a los casos anteriores.
c) Retención de bienes determinados.

Esta es una medida cautelar que tiene por objeto dineros u cosas muebles.

Se trata en este caso de conservar dinero o muebles en poder del actor, del demandado o de
un tercero. Es similar al secuestro, pero se diferencian en que la retención recae no sólo
respecto de bienes materia del litigio sino también respecto de otros bienes del demandado
siempre y cuando las facultades de éste no ofrezcan suficiente garantía o haya motivo
racional para creer que procurará ocultar sus bienes; y otra diferencia se da en que el
secuestro se otorga a un tercero, en cambio en la retención la ley es más amplia pues puede
recaer en el demandante, demandado o un tercero.

La retención produce la indisponibilidad de los bienes, al igual que el embargo en el


proceso ejecutivo.

d) Prohibición de celebrar actos y contratos.

Con esta medida se pretende prohibir al demandado que celebre determinados actos o
contratos que puedan disminuir su patrimonio.

Cualquier contrato queda comprendido en esta medida, sea bilateral, unilateral, gratuito,
oneroso.

Además puede tratarse de bienes muebles o inmuebles, corporales o incorporales.

La única limitación es que debe tratarse de bienes determinados, sean objeto del proceso o
sobre otros bienes.

Si la prohibición se decreta sobre bienes que son materia del proceso sólo debe
determinarse el bien, en cambio cuando se trata de otros bienes determinados hay que
acreditar que las facultades económicas del demandado no ofrezcan suficiente garantía para
asegurar el resultado del juicio.

El efecto que produce la medida es la indisponibilidad del bien, se encuentra comprendido


en el artículo 1464 Nº4 del C.C, y estos efectos se producen respecto de las partes desde el
momento en que se decretan y es notificada, respecto de terceros, los efectos se producen si
se trata de bienes muebles desde que los terceros toman conocimiento de ella al tiempo del
contrato; si se trata de bienes raíces desde que se inscriban en el Registro de Interdicciones
y Prohibiciones de Enajenar del Conservador.
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Tramitación de las medidas precautorias

Como las medidas precautorias son una actuación escrita del demandante o sujeto activo,
rige el principio de escrituración, sin perjuicio del principio dispositivo.

Las medidas precautorias se deben interponer por escrito, cumpliendo con los requisitos
comunes a todo escrito, además debe individualizarse al demandante y demandados del
juicio, especificando la medida precautoria que solicita, sea ordinaria, extraordinaria o
especial; debe determinar los bienes sobre los cuales recaerá la medida precautoria
solicitada; deberá acompañar los comprobantes que constituyan a lo menos presunción
grave del derecho que se reclama, salvo que se trate de un caso grave y urgente; y debe
además cumplirse con los requisitos específicos de cada medida precautoria. Si se trata de
medidas precautorias extraordinarias, el tribunal puede además exigir caución.

Presentado el escrito respectivo, el tribunal deberá efectuar un estudio acucioso, con el


objeto de determinar su admisibilidad.

La tramitación a que se debe sujetar este escrito no ha sido claramente establecida por la
ley. Diversas doctrinas y fallos se han señalado para aclarar el artículo 302 del C.P.C.

Para diversos fallos dictados por la Corte de Apelaciones de Santiago este artículo se
explica de la siguiente forma: las peticiones de las partes deben resolverse, por regla
general, de plano. Las medidas precautorias no escapan de tal regla. Si existe oposición a la
medida, se puede generar un incidente, pero si no se ejercita derecho alguno en contra de
dicha resolución que concede la medida precautoria, no hay lugar al incidente. Esto
significa que frente a una solicitud de medida precautoria el tribunal no está obligado a dar
traslado, debiendo o concederla o desecharla.

Un fallo de la Corte Suprema ha señalado que si el solicitante pide que la medida


precautoria sea decretada sin notificación por existir razones graves para ello, no se debe
dar traslado a la parte contraria.

Otros señalan que el artículo 302 señala lo siguiente: el inciso primero indica que la medida
precautoria genera un incidente y que se deben tramitar en conformidad a las reglas
generales y por cuerda separada; por lo tanto, frente a una solicitud de medida precautoria
el tribunal deberá dar traslado a la contraria formando cuaderno de incidente o medida
precautoria. Sin embargo, de conformidad al inciso segundo del artículo 302, si existen
razones graves para ello y el tribunal así lo ordena, se pueden llevar a efectos las medidas
solicitadas antes de notificarse a la parte contraria el respectivo traslado: en este caso, la
resolución del tribunal debiera ser “traslado y autos, haciéndose entre tanto como se pide”.

Esto significa que la medida se podrá ejecutar aun cuando no haya sido notificada la
resolución que la decreta (es otra excepción al artículo 38 del C.P.C), pero esto no quiere
decir que no se notifique, por el contrario, la resolución se debe notificar pero queda
diferida en el tiempo, se deberá notificar en plazo que señale el tribunal.

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El legislador señaló que esta resolución se debe notificar dentro de un plazo de 5 días, pero
es ampliable por motivos fundados. Si no se notifica, caduca la medida precautoria.

¿Pero cómo se notifica la resolución que decreta el traslado? Como el legislador no ha


señalado nada se debe notificar en conformidad a las reglas generales: Estado Diario, sin
embargo de acuerdo al inciso final del artículo 302 esta notificación podrá hacerse por
cédula si el tribunal así lo ordena.

La resolución que decreta una medida precautoria es un ¿auto o sentencia interlocutoria? Se


ha discutido esta materia señalando algunos que la resolución judicial dictada en esta
materia sería una sentencia interlocutoria, pues resuelve un incidente estableciendo
derechos permanentes a favor de las partes. Así existen fallos dictados señalando
expresamente que las resoluciones judiciales dictadas en materia de precautorias son una
sentencia interlocutoria por lo que procede el recurso de apelación. Otros por el contrario
estiman que se trata de autos, pues si bien fallan un incidente no establecen derechos
permanentes a favor de las partes, por lo tanto no procede el recurso de apelación en forma
directa.

Caducidad y alzamiento de las medidas precautorias

Debido a la característica de ser provisorias estas medidas se pueden hacer cesar o


modificar, en este caso estamos frente a la caducidad y al alzamiento de las medidas.

El alzamiento de las medidas precautorias puede ocurrir por acuerdo de las partes o por
una resolución judicial en atención de haber desaparecido el peligro que se ha procurado
evitar o por que se otorguen cauciones suficientes. La resolución judicial que alza la
medida precautoria estimo que se trata de un “auto”, y no de una sentencia interlocutoria,
pues se pronuncia sobre un incidente sin establecer derechos permanentes en favor de las
partes.

La caducidad de estas medidas es una sanción que se produce de pleno derecho y se dan en
los siguientes casos:

 Si no se acompañan los comprobantes, dentro de un plazo de 10 días, caduca la medida.


 Si acompañando los comprobantes no solicito que se renueve la medida precautoria.
 Si se decreta una medida precautoria sin notificación y ésta no se efectúa dentro del
plazo de 5 días.

De las prejudiciales precautorias

Son actos jurídicos procesales anteriores al juicio que tiene por objeto asegurar el resultado
de la pretensión que se hará valer en el futuro. El titular de esta medida es el futuro
demandante.

Los requisitos que deben concurrir para que se decrete una medida precautoria prejudicial
son los siguientes:

13
a) Requisitos comunes a todo escrito.

b) Requisitos comunes a toda medida prejudicial: señalar la acción que se propone deducir
y someramente sus fundamentos.

c) Requisito general de toda medida precautoria: acompañar comprobantes que


constituyan
a lo menos presunción grave del derecho que se reclama.

d) Requisitos específicos de cada medida precautoria.


e) Requisitos específicos de las prejudiciales precautorias, a saber:

1) Que existan motivos graves y calificados.


2) Que se determine el monto de los bienes sobre que debe recaer la medida.
3) Que se rinda fianza u otra garantía suficiente para responder de los perjuicios.

Si no se cumplen estos requisitos se debe desechar por el tribunal, por el contrario si se


acepta la medida prejudicial precautoria se puede cumplir de inmediato pues se decretará
sin audiencia del futuro demandado.

Eso sí, el legislador en el artículo 280 del C.P.C ha establecido que el solicitante deberá
presentar su demanda dentro de un plazo de 10 días ampliable a 30 días y pedir en la
demanda que se mantenga la medida decretada como precautoria. Si no presenta la
demanda dentro del plazo, la medida caduca. Si presenta la demanda pero no solicita que se
mantenga la medida decretada, también caduca.

Al solicitante de estas medidas prejudiciales precautorias le pueden afectar ciertas


responsabilidades, pues queda responsable de los perjuicios causados y se considerará
doloso su procedimiento por el hecho de concurrir algunas de las siguientes circunstancias:

- Si no deduce demanda oportunamente dentro de los 10 días, susceptible de ampliación


hasta por 30 días.

- Si no se pide en la demanda que continúen el vigor las medidas precautorias decretadas.

- Cuando el peticionario ha solicitado que estas medidas se mantengan pero el tribunal, al


pronunciarse sobre esa petición, no las mantiene (artículo 280 inciso 2).

14
PROCEDIMIENTO ORDINARIO

El procedimiento ordinario es un procedimiento contencioso y de aplicación general, por el


cual una persona denominada demandante ejerce una pretensión declarativa, constitutiva o
de condena en contra de otra persona, denominada demandado, para que el juez dicte una
sentencia solucionando el conflicto.

Características

1. Es, por esencia, un procedimiento escrito. Todas sus actuaciones, sin excepción, deben
constar en el expediente de manera escrita.

2. Tiene aplicación según sea su cuantía. Así el legislador ha dispuesto la existencia de


tres tipos de procedimientos ordinarios:

a) JUICIO ORDINARIO DE MÍNIMA CUANTÍA: se aplica a todos aquellos casos cuya


cuantía sea inferior a 10 UTM. Se conocen siempre en única instancia (artículo 45 del
C.O.T).

b) JUICIO ORDINARIO DE MENOR CUANTÍA: se aplica a todos aquellos casos cuya


cuantía sea superior a 10 UTM, pero inferior a 500 UTM.

c) JUICIO ORDINARIO DE MAYOR CUANTÍA: se aplica a todos aquellos casos cuya


cuantía es superior a 500 UTM o aquellos asuntos no susceptibles de apreciación
pecuniaria señalados en los artículos 130 y 131 del C.O.T. Estos asuntos son:

- Las cuestiones relativas al estado civil de las personas.


- Las relacionadas con la separación judicial o de bienes entre marido y mujer, o con la
crianza y cuidado de los hijos.
- Las que versen sobre validez o nulidad de disposiciones testamentarias.
- Sobre petición de herencia.
- Sobre apertura y protocolización de un testamento.
- Relacionadas con la apertura de la sucesión.
- Las relativas al nombramiento de tutores y curadores.
- A la administración de estos funcionarios, a su responsabilidad, a sus excusas y a su
remoción.
15
Se reputarán también, en todo caso, como materias de mayor cuantía, para el efecto de
determinar la competencia del juez, las que en seguida se indican: 1) el derecho al goce
de los réditos de un capital acensuado, y 2) todas las cuestiones relativas a quiebras y a
convenios entre el deudor y los acreedores.

PROCEDIMIENTO ORDINARIO DE MAYOR CUANTÍA

Tiene en nuestra legislación la característica de ser un procedimiento ordinario y


supletorio.

Es ordinario, pues se trata de un procedimiento de aplicación general, en virtud del artículo


2 del C.P.C.

Es supletorio, pues este procedimiento sirve de base a cualquier otro procedimiento, salvo
que éste tenga un procedimiento especial establecido (artículo 3 del C.P.C).

Es además un procedimiento en donde se aplica el principio de la doble instancia. La


sentencia que se dicte en un juicio ordinario de mayor cuantía es susceptible de recurso de
apelación.

El juicio ordinario se encuentra reglamentado en el Libro II del C.P.C, artículos 253 al 433.

Estructura del juicio de mayor cuantía

Se distinguen cuatro etapas o divisiones:

a) Etapa de discusión (etapa obligatoria).


b) Etapa de prueba (no es obligatoria).
c) Etapa de sentencia (es obligatoria, salvo los casos en que el proceso termine por un
modo anormal de poner término a él).
d) Etapa de los recursos (no es obligatoria, salvo trámite de la consulta).

La regla general es que el procedimiento ordinario de mayor cuantía comience por una
demanda; excepcionalmente puede iniciarse por una medida prejudicial.

La demanda

Benavente indica que demanda es la presentación formal que el actor hace ante el tribunal,
para que éste se pronuncie acerca de las acciones sometidas a su conocimiento.

16
Es el acto jurídico procesal del sujeto activo del juicio oral o escrito, que se presenta ante
un determinado tribunal, a fin de obtener una sentencia favorable que acepte su pretensión.

Es importante señalar que la doctrina distingue tres conceptos que, aunque relacionados
entre sí, son diferentes:

La pretensión: entendida como la subordinación del interés ajeno al propio; más que un
derecho es una petición, y esta pretensión constituye el fundamento del objeto del proceso.

La acción: que es la facultad o poder del Estado o particulares, que tiene por objeto recurrir
a los órganos jurisdiccionales; la acción es una institución que existe con anterioridad al
proceso.

La demanda: que es aquel escrito o acto material que da nacimiento a un procedimiento


determinado. También se le conoce con el nombre de libelo o libelus, el cual a su vez
proviene de la acepción latina liber o libro.

Importancia de la demanda

a) Es la base del juicio y de ella depende el éxito de la acción deducida, por lo tanto, una
buena demanda permite obtener éxito en el procedimiento.

b) La demanda va a enmarcar las pretensiones o acciones del actor frente al juez y, por lo
tanto, el juez (al momento de dictar sentencia) no puede conceder más de aquello que se
le ha pedido y en el evento que así lo haga, procede el recurso de casación en la forma
por ultra petita (artículo 768 Nº 4 del C.P.C).

c) Si la demanda no cumple con los requisitos legales, los defectos de forma en que
incurra esa demanda permiten oponer la excepción dilatoria de ineptitud del libelo
(artículo 303 Nº 4 del C.P.C, sin perjuicio de lo señalado en el 256, respecto a los
requisitos de los Nº 1, 2 y 3 del artículo 254).

Casos en que la demanda es obligatoria

La regla general en Chile es que la demanda no constituye un trámite obligatorio. Sin


perjuicio de esta regla general, la legislación procesal ha establecido casos en que la
demanda es obligatoria. Estos casos son:

a) Artículo 21 del C.P.C. Caso en que el demandado pide al tribunal que se ponga la
demanda en conocimiento de otra o de otras personas, a quienes les correspondería
también el ejercicio de dicha acción.

En este caso el demandado pide se notifique a las demás personas a quienes les
correspondería el ejercicio de la acción, con el objeto de evitarse diversos juicios en
distintos tribunales. Por lo tanto, todas aquellas personas que puedan intentar la acción
en contra del demandado, una vez que hayan sido notificadas, deberán ejercer su
derecho a adherir a esa demanda. El plazo para adherirse es el del término de
17
emplazamiento del juicio ordinario, esto es, por regla general y tratándose de la misma
comuna en que tiene su sede el tribunal, de 15 días.

b) Artículo 269 del C.P.C. La jactancia. La demanda es obligatoria cuando alguna persona
manifiesta corresponderle un derecho de que no está gozando y, por lo tanto, todo aquel
a quien su jactancia pueda afectar, podrá pedir que se le obligue a deducir demanda en
un plazo de 10 días, bajo la sanción de no ser escuchado después, respecto de ese
mismo derecho. Este plazo puede ser ampliado a 30 días por motivos fundados.

c) Artículo 280 del C.P.C. Situación en que el futuro demandante obtuvo la dictación de
una medida prejudicial precautoria. Si se produce esta situación, la persona está
obligada a interponer su demanda dentro de un plazo de 10 días, ampliable a 30 días por
motivos fundados. La sanción para el caso de que ello no ocurra es la caducidad de la
medida precautoria.

d) Juicio ejecutivo. Reserva de acciones y excepciones. Esta institución es una excepción a


la cosa juzgada en el juicio ejecutivo. En el evento de que haga reserva de excepciones,
es decir, el ejecutado (demandado) le pide al tribunal que reserve sus excepciones para
un juicio posterior. En este caso, el ejecutado está obligado a deducir demanda en el
juicio ordinario, dentro de un plazo de 15 días contados desde que se notificó la
sentencia definitiva en el juicio ejecutivo. De no deducir la demanda en plazo
establecido por la ley, caduca su derecho para demandar ordinariamente y el juicio
seguirá hasta su cumplimiento (realización o remate de los bienes embargados, de
acuerdo al artículo 473 del C.P.C). Además, el artículo 478 del mismo cuerpo legal nos
dice que la demanda ordinaria rige tanto para el ejecutante como para el ejecutado.

e) Artículo 252 Letra A del Código Procesal Penal. Se refiere al caso en que una acción
penal pública ha sido sobreseída temporalmente, en virtud de haberse requerido la
resolución previa de una cuestión civil que no sea de competencia del tribunal penal. En
estos casos, el Ministerio Público o el Fiscal debe interponer la demanda ante el juez
civil y, en el evento que no interponga la demanda ante el juez civil, el proceso penal
quedará paralizado por el efecto del sobreseimiento temporal (artículos 173 y 174 del
C.O.T).

Efecto de la demanda

La interposición de la demanda produce efectos en el ámbito procesal y en el ámbito civil.


Pero para que se produzcan éstos es indispensable que la demanda haya sido admitida a
tramitación. Cuando se habla de efectos de la demanda se está diciendo en realidad que los
efectos que se producen provienen de la litispendencia. La litispendencia es un concepto
que admite dos grandes definiciones: La litispendencia “in genere” que se refiere a la
pendencia de un proceso y litispendencia “in specie” que se refiere a la excepción dilatoria.

En este párrafo nos estamos a la litispendencia “in genere”. Es la litispendencia un estado


procesal que produce una serie de efectos dentro del proceso y fuera de él. Esta pendencia
del proceso perdura mientras dure el proceso: desde la presentación de la demanda hasta la
sentencia firme o ejecutoriada. El C.P.C no habla de litispendencia como sinónimo de
18
excepción dilatoria o como excepción en el juicio ejecutivo. Pero sin perjuicio que no diga
nada sobre “pendencia de la litis” está inmerso en él.

Los efectos procesales son los siguientes:

a) Al interponerse la demanda se abre la instancia. En el juicio ordinario de mayor y


menor cuantía, se abre la primera instancia. Por lo tanto, el juez está obligado a conocer
las peticiones del actor y de dar inicio al procedimiento. Si el tribunal no cumple con
esta obligación de instruir el proceso, procede la queja disciplinaria ante el superior
jerárquico, pero, además, la actuación del juez constituye denegación de justicia
(artículos 224 y 225 del C.P.C).

b) En el evento que la demanda no cumpla con los tres primeros requisitos del artículo
254, puede el tribunal de oficio, no dar curso a la demanda.

c) Puede también el juez, al momento de presentarse la demanda, de oficio, resolver sobre


su incompetencia absoluta (artículo 10 del C.O.T). Si no hay causa de incompetencia
absoluta el órgano jurisdiccional es plenamente competente para conocer del asunto y
no la pierde a menos que el sujeto pasivo alegue la incompetencia como excepción
dilatoria. Este efecto se conoce en doctrina como perpetuatio iurisdictionis.

d) Al igual que en el caso anterior la litispendencia también fija la legitimación de las


partes del proceso. La cualidad de aquellos se mantiene durante todo el proceso, aun
cuando se produzcan situaciones en el futuro que cambien, por ejemplo, que una de las
partes del proceso fallezca. Esta situación recibe el nombre de perpetuatio
legitimationis. En este caso el proceso continuará con sus herederos y los herederos
tendrán la misma calidad que tenía el difunto, a menos que estemos frente a aquellos
procesos en que la muerte de esa persona sea un elemento de no continuidad, como
ocurre en los procesos de divorcios o de incapacidad.

e) Artículo 187 Nº 1 del C.O.T. Se entiende que el demandante o actor prorroga


tácitamente la competencia, en el evento que intente su demanda ante un juez
incompetente. La prórroga tácita supone dos elementos, a saber, la actuación del
demandante y del demandado.

f) La demanda fija la extensión del juicio, pues el demandado, al contestar la demanda,


debe limitarse en su defensa a aquello que es pretendido por parte del actor. La única
excepción en este caso es la reconvención. Una vez determinado el objeto del proceso
con la presentación de la demanda, las partes no pueden modificar las pretensiones. Se
produce la mutatio libelli. Sin embargo este principio tiene ciertas excepciones como
son los casos de modificación (ampliaciones y rectificaciones) de la demanda que
señala el artículo 261 del C.P.C, que no pueden en caso alguno modificar
sustancialmente el objeto principal del juicio o proceso.

g) No puede el actor o demandante interponer una nueva demanda en contra del


demandado, que se refiera al mismo objeto pedido y a la misma causa de pedir. En el

19
evento que así lo haga, procede la excepción dilatoria de litispendencia en el segundo
proceso.

Los efectos materiales son los siguientes:

a) La demanda y su posterior notificación produce la interrupción de la prescripción


adquisitiva y extintiva (artículos 2503 y 2518 del C.C).

b) Constituye en mora al deudor (artículo 1551 del C.C).

c) El deudor debe pagar los intereses legales (artículo 1559 del C.C).

d) Debe restituir los frutos el poseedor de mala fe (artículo 907 del C.C).

e) Desde la notificación de la demanda los derechos se convierten en litigiosos (artículo


1911 del C.C).

Modificación de la demanda

La regla general es una vez interpuesta la demanda y mientras no haya sido notificada,
puede el demandante modificar e incluso puede retirar la demanda. Si la retira, se tiene
como no presentada.

Si la demanda fue notificada, antes de la contestación de la demanda, el demandante puede


hacer modificaciones, ampliaciones o rectificaciones y, en estos casos, estas rectificaciones
o ampliaciones se tendrán como una nueva demanda, la cual deberá ser notificada.

Si la demanda fue contestada, el demandante o actor no puede modificarla, salvo la


situación del escrito de réplica, pero en ningún caso puede alterar la demanda presentada,
en virtud de haberse acotado la pretensión con la formación de la relación procesal.

En el evento que el demandante retire su demanda después de ser notificada, ese retiro
recibe el nombre de desistimiento de la demanda y produce el efecto de extinguir las
acciones y el procedimiento.

Requisitos de la demanda

La demanda en el procedimiento ordinario es un escrito formal y, por lo tanto, debe cumplir


con los requisitos señalados en la ley. Todo lo anterior sin perjuicio de los requisitos que
han sido establecidos por los autos acordados dictados en el país, donde está operativo el
sistema computacional.

a) Requisitos comunes a todo escrito. 1) Presentarse en papel. 2) La suma. 3) Acompañar


copia simple. 4) Patrocinio de un abogado habilitado para el ejercicio de la profesión,
designar un apoderado o mandatario judicial.

20
b) Requisitos que establecen los autos acordados. Las Cortes de Apelaciones han exigido
una minuta para las demandas nuevas que se presentan ante tribunales asiento de Corte
de Apelaciones. Se conoce con el nombre de pre suma, y como su nombre bien lo
indica, antecede la suma.

 La presuma debe ir encabezada con el procedimiento (contencioso, voluntario, exhorto,


etc.).

 Debe indicarse la materia u objeto de la demanda (indemnización de perjuicios,


notificación de protesto de cheque, arrendamiento, nulidad de matrimonio, etc.).

 Individualización del demandante, con sus nombres y apellidos, y a continuación su


cédula de identidad.

 Abogado patrocinante, con sus nombres y apellidos y cédula de identidad.

 Apoderado o mandatario judicial, con sus nombres, apellidos y cédula de identidad.

 Individualización del demandado, con su nombre completo (en lo posible), apellidos y


su cédula de identidad, de ser conocida. Si no lo es, se colocará “sin R.U.T”.

c) Requisitos comunes a toda demanda del artículo 254 del C.P.C.

- La ley señala que debe individualizarse el tribunal: designación del tribunal ante quien
se intenta la demanda. Ejemplo Ante J.L. o Juez de Letras, o bien S.J.L. o Señor Juez de
Letras.

- Individualización del demandante: nombre completo, domicilio, profesión u oficio, si


es incapaz, el nombre del representante y la naturaleza de la representación.

- Individualización del demandado: nombre, domicilio (importante para efectos de la


competencia del tribunal y para efectos de la notificación1), profesión u oficio.

- La exposición clara de los hechos y fundamentos de derecho en que se apoya la


demanda. Es el cuerpo del escrito, esto es, como sucedieron los hechos y las normas
jurídicas que se aplican.

- La enunciación precisa y clara, consignada en la conclusión del escrito, de las


peticiones que se someten al fallo del tribunal. Esta es la parte petitoria de la demanda,
la cual va a enmarcar la competencia del tribunal. Por lo tanto, el tribunal al dictar la
sentencia definitiva, deberá pronunciarse sobre esta parte y no sobre otras materias.

1
Si no se designa domicilio en la forma que ordena el artículo 49, las resoluciones que deben notificarse por
cédula, conforme al artículo 48, se notificarán por estado diario.

21
¿Es necesario acompañar documentos fundantes que acrediten la acción a la
demanda? Antiguamente era obligatorio, hoy no es necesario acompañar documentos
con una demanda.

1. Ingreso de la demanda al tribunal.

De conformidad a la Ley Nº 20.886, el ingreso de demandas, escritos, y documentos se


efectuará a través de la Oficina Judicial Virtual. Excepcionalmente en los casos
establecidos por la Constitución, la ley o auto acordado se podrán recibir por otros medios,
en el mesón de atención de usuarios o por vía telefónica.

2. Presentada la demanda ante el tribunal, éste debe hacer un estudio de admisibilidad


de la demanda, el cual tiene una importancia superlativa por las siguientes razones:

El tribunal debe analizar una serie de requisitos antes de dar curso a una demanda. Si, por
ejemplo, la demanda no cumple con los 3 primeros requisitos señalados en el artículo 254,
puede declararla inadmisible.

Puede ocurrir que el tribunal, al estudiar la demanda, descubra que el patrocinio o mandato
judicial está mal constituido. En el caso de ser el patrocinio el que está mal constituido, el
tribunal no puede proveer el escrito de la demanda, es decir, se tendrá por no presentado
para todos los efectos legales (artículo 1 de la Ley Nº 18.120). Si es el mandato, el tribunal
proveerá el escrito de la demanda, pero ordenará que se constituya en la forma debida
dentro de un plazo de tres días. Si ello no ocurre, el escrito se tendrá por no presentado para
todos los efectos legales (artículo 2 inciso 4 de la Ley Nº 18.120). “previo a proveer “

Puede el tribunal determinar que existe una causal de incompetencia absoluta, como por
ejemplo, demandar en un juicio ordinario un recurso de protección. En este caso el tribunal
debe declarar de oficio su incompetencia absoluta.

Si por el contrario, el tribunal verifica que se han cumplido todos los requisitos que la ley
exige, deberá dictar una resolución en la cual tenga por declarada admisible la demanda.
Dicta la resolución “Traslado”.

Si la acción fundamento de la demanda está prescrita, el tribunal debe declarar admisible la


demanda, pues la otra parte tendrá que alegar este hecho presentando la excepción
perentoria de prescripción.

Este traslado quiere decir que se le debe poner en conocimiento al demandado el escrito de
la demanda.

Con el traslado, el demandante, debe encargar la notificación de esta resolución judicial a


un receptor judicial, el cual notificará al demandado en el domicilio que se le indique en la
demanda. Una vez notificado, nace para el demandado el término de emplazamiento, el cual
se inicia con la notificación válida.

22
El emplazamiento es el llamamiento que se efectúa a una persona con el fin de que
comparezca en juicio a defenderse o a hacer uso de sus derechos.

Ahora bien, el emplazamiento consta de dos elementos fundamentales:

- La notificación practicada en forma legal al demandado de la demanda y de la


resolución recaída en ella.

- El transcurso del plazo que la ley concede al demandado para que concurra a
defenderse.

La demanda se notifica al demandante por el estado diario y al demandado se le notifica


personalmente, si es la primera notificación, o en alguna de las otras formas de notificación.

Notificado el demandado, va a empezar a transcurrir el plazo legal para que éste se


defienda.

3. Término de emplazamiento en el juicio ordinario.

Hay que distinguir 4 situaciones, a saber:

 Si el demandado(s) se encuentra dentro del del territorio jurisdiccional del tribunal: en


este caso el término de emplazamiento es de 18 días.

 Si el demandado(s) se encuentra fuera del territorio jurisdiccional del tribunal: en este


caso el término de emplazamiento es el que determine la tabla de emplazamiento, la
cual es elaborada por la Corte Suprema cada 5 años.

 Si hay pluralidad de demandantes, el artículo 260 inciso 2 establece que en estos casos
además de los días ya señalados anteriormente, se aumentará en un día por cada tres
demandantes, sobre diez que existan en el proceso, en todo caso el plazo adicional
nunca puede superar los 30 días.

Características del plazo de emplazamiento

 Se trata de un plazo legal, pues se encuentra establecido en el C.P.C.


 Es un plazo de días y, por lo tanto, es discontinuo (no se computan los días feriados).
 Se trata de un plazo improrrogable.
 Es un plazo fatal.
 Es un plazo común, pues corre desde la última notificación hecha al último de los
demandados (artículo 260).

Efectos del emplazamiento

23
El emplazamiento produce un efecto de carácter jurídico y que consiste en que el
demandado pasa a formar parte de la relación jurídica procesal. El demandado, frente a la
demanda notificada, puede tomar dos actitudes, ellas son: 1) El demandado no se defiende,
y 2) El demandado se defiende.

4. El demandado, frente a la demanda notificada, puede tomar dos actitudes:

- El demandado no se defiende.

La situación normal en este caso será la incomparecencia del demandado al juicio. Si el


demandado adquiere esta posición, pierde su derecho a defenderse, precluye su derecho,
por lo que esta situación de incomparecencia produce efectos procesales de importancia:

a. Se produce la contestación ficta de la demanda. Si el demandado no contesta la


demanda, no quiere decir con esta posición que la acepte. El efecto que se produce es el
contrario, pues se entiende que está negando los hechos expuestos en el escrito de la
demanda. Por ello es que la doctrina llama a la incomparecencia “contestación ficta de
la demanda”.

b. Si el demandado no comparece al juicio, todas las resoluciones judiciales que se dicten,


se le deberán notificar por el estado diario, salvo aquellas en que el legislador
establezca la notificación por cédula. No se aplicará el artículo 49, porque este artículo
exige alguna “gestión judicial”.

c. La incomparecencia del demandado no trae aparejada como consecuencia el que no se


le vaya a tomar en consideración en el juicio, por el contrario se le debe considerar.
Puede el demandante solicitar la confesión del demandado que no ha comparecido en el
juicio.

d. Si el demandado no comparece al juicio, se produce un estado de rebeldía. Esta nace


por el solo hecho del cumplimiento del plazo del término de emplazamiento, sin que sea
necesario que el secretario del tribunal certifique este hecho.

Otra situación negativa es aquella en la cual el demandado no se defiende, pero en la que sí


comparece al juicio. En resumen, comparece sin defenderse y no se defiende porque al
momento de comparecer va a reconocer los hechos y derechos que han sido expuestos en la
demanda. A esta actitud se le conoce con el nombre de allanamiento de la demanda, esto
es, aquel reconocimiento expreso que realiza el demandado tanto de los hechos como en el
derecho de lo formulado en la demanda (artículo 313).

El allanamiento cuenta con ciertas particularidades, entre ellas:

a. Consiste en una declaración de voluntad del sujeto pasivo del juicio.

b. Solo puede ser realizada por el demandado. Se trata de un acto jurídico unilateral del
demandado.

24
c. Puede revestir el carácter de parcial o total.

Casos en que el allanamiento no se puede realizar

Se ha señalado que no es posible realizar el allanamiento en aquellos juicios en que prima


el interés público; por ejemplo, en aquellos procedimientos donde hay derechos
irrenunciables.

Efectos que produce el allanamiento a la demanda

Podría pensarse que el efecto lógico sería que el allanamiento produjese el término del
juicio. Ello no es así. Lo que sí va a ocurrir, como consecuencia de éste, es que no se va a
abrir un término probatorio (no hay período de prueba).

Una vez presentado el escrito de allanamiento de la demanda, el tribunal debe citar a las
partes a oír sentencia definitiva.

Esta misma situación se va a producir en el caso que el demandado sólo acepte los hechos
pero no el derecho de la demanda. En estos casos, el tribunal tampoco recibe la causa a
prueba.

- El demandado se defiende.

Si el demandado adopta una actitud positiva, vale decir, se defiende, podrá hacerlo a través
de los siguientes medios:

a. Mediante la interposición de excepciones.


b. Mediante la contestación de la demanda (también puede reconvenir).

a. Excepciones.

Se opone al concepto de acción y puede definirse como aquellos actos jurídicos procesales
del demandado, que tiene por objeto corregir vicios del procedimiento, o bien, atacar el
fondo de la acción deducida.

Las excepciones en materia procesal pueden revestir dos modalidades: dilatorias y


perentorias.

Excepciones dilatorias

Son actos jurídicos procesales del demandado que tienen por objeto corregir vicios del
procedimiento.

Sólo pretenden atacar aspectos formales de la demanda. Se encuentran reglamentadas en el


artículo 303 del C.P.C.

Características
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 Sólo le corresponden al sujeto pasivo en el juicio.
 Se intentan antes de contestar la demanda por parte del demandado.
 Sólo pretenden atacar la forma, corregir los vicios del procedimiento.
 Si existe más de una, se deben intentar todas a la vez.

Oportunidad procesal para hacerlas valer

De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 305 del C.P.C, se deben oponer dentro del
término de emplazamiento (porque tienen por objeto corregir vicios del procedimiento).
Una vez vencido este término, sólo se podrá hacer valer en juicio por vía de alegación o
defensa.

En segunda instancia, solamente se pueden hacer valer las excepciones de incompetencia


del tribunal y la excepción de litispendencia.

Modos de hacerlas valer


El demandado que quiera presentar excepciones dilatorias en un juicio, las debe hacer valer
por escrito y, todas aquellas que oponga, las debe presentar en el mismo escrito.

Como va a ser la primera presentación del demandado, necesariamente deberá cumplir con
los requisitos establecidos por la Ley de Comparecencia en Juicio Nº 18.120.

Enumeración de excepciones dilatorias

Las excepciones dilatorias se encuentran enumeradas en el artículo 303 del C.P.C. Esta
enumeración es genérica, en virtud del artículo 303 Nº6.

 Incompetencia del tribunal.

Podrá el demandado oponer esta excepción dilatoria cuando estime que el tribunal, que
conoce del juicio, es un tribunal incompetente. Como bien sabemos, la competencia puede
ser absoluta o relativa: incompetencia absoluta, cuando no son respetados los elementos
materia, cuantía o fuero; y incompetencia relativa, cuando no se respeta, legalmente, el
elemento territorio.

En nuestro derecho, la incompetencia absoluta debe ser declarada de oficio por el tribunal,
en tanto que la incompetencia relativa sólo puede ser alegada a petición de parte.

Dentro del Nº 1 del artículo 303, se puede intentar tanto la excepción de incompetencia
absoluta como la excepción de incompetencia relativa, con la salvedad que la
incompetencia absoluta se puede alegar en cualquier estado del juicio. Pero el problema se
presenta respecto de la falta de jurisdicción, ¿qué sucede con la falta de jurisdicción? La
falta de jurisdicción sólo se puede hacer valer como una excepción perentoria, pues ataca el
fondo de la acción deducida.

26
¿Puede fundamentarse una excepción dilatoria de incompetencia del tribunal, basándose
en la regla de distribución de la causa? Orellana señala que no puede fundamentarse la
excepción de incompetencia del tribunal en la regla de distribución de causa, toda vez que
ellas no son reglas de competencia, sino que normas de carácter económico administrativas.

 Falta de capacidad del demandante, de su personería o de su representación legal.

Esta excepción se refiere a tres situaciones:

- La capacidad del demandante (capacidad de goce como de ejercicio).

- La personería, esto es, insuficiencia o falta de representación convencional. Por


ejemplo, cuando una persona demanda a nombre de otro, sin tener el poder suficiente
para hacerlo.

- La representación legal. Tenemos el caso del padre respecto del hijo, el guardador
respecto de su pupilo, etc.

Si falta cualquiera de las tres situaciones, ello dará lugar a una excepción dilatoria del Nº 2
del artículo 303.

 Litispendencia.

Es un mecanismo procesal (excepción dilatoria para nuestro C.P.C) que pretende evitar la
simultánea tramitación de dos procesos, entre los que existe una determinada
interdependencia, mediante la exclusión del segundo proceso. Se otorga este legítimo
derecho al demandado (sujeto pasivo) para que no se vea sometido dos veces a un proceso
en los mismos términos.

Para que se pueda oponer esta excepción dilatoria, es menester o necesaria la existencia de
otro proceso o juicio entre las mismas partes y con la misma causa y objeto pedido.

Son cuatro los requisitos que exige el legislador para poder oponerla:

1) La existencia de dos juicios pendientes, ante el mismo tribunal u otro distinto.


2) La existencia de la identidad legal de partes.
3) La identidad de objeto pedido.
4) Que exista identidad en la causa de pedir.

El primer requisito se refiere, a lo menos, que en ambos juicios la demanda se encuentre


notificada válidamente y que estén pendientes.

Respecto de los demás requisitos, se rigen por las mismas reglas de la cosa juzgada.

La identidad legal de partes, es una identidad jurídica y no de personas físicas.

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La identidad del objeto pedido no se refiere a la cosa de la demanda, sino que se trata del
beneficio jurídico que se persigue.

Por último, la identidad de causa de pedir son aquellos motivos o razones que inducen a
reclamar un derecho, es el fundamento inmediato del derecho deducido en juicio.

Puede darse la situación que un demandante ejerza acciones incompatibles en contra de un


mismo deudor en procesos distintos, por ejemplo, que demande el cumplimiento de un
contrato y luego en otro proceso (pendiente el primer proceso) demande la resolución de
ese mismo contrato. En estos casos no hay triple identidad, por lo tanto, de acuerdo a lo
dicho anteriormente, no procede, en el segundo proceso, la excepción de litispendencia,
debiendo en esta situación procederse a la acumulación de autos para evitar resoluciones
contradictorias, acumulación que puede ordenarse de oficio por el juez en el evento que se
tramiten ante el mismo órgano jurisdiccional.

 La ineptitud del libelo.

Esta excepción dilatoria se puede interponer en el evento que falte alguno de los requisitos
legales en el modo de proponer la demanda. Esta excepción se relaciona con el artículo
254, que establece los requisitos comunes a toda demanda.

Se puede intentar cuando no se cumpla cualquiera de los requisitos establecidos en el


artículo 254 del C.P.C.

 Beneficio de excusión.

En estricto rigor el beneficio de excusión es una excepción perentoria, pues ataca el fondo
de la acción deducida. Pero para el legislador procesal se trata de una excepción dilatoria.

Se le puede definir como aquel derecho que tiene todo fiador, para exigir que antes que se
proceda en su contra, se proceda en los bienes del deudor principal.

 Todas aquellas que tengan por objeto corregir los vicios del procedimiento.

Ésta es la regla general. El demandado puede oponer como excepciones dilatorias todas
aquellas que tengan por objeto corregir los vicios del procedimiento, sin atacar el fondo de
la acción deducida.

Excepciones perentorias que se pueden hacer valer como dilatorias

Son aquellos actos jurídicos procesales del demandado que tiene por objeto atacar el fondo
de la acción deducida y que se interponen antes de contestar la demanda.

Según lo dispuesto en el artículo 304 del C.P.C se ha permitido que puedan tramitarse
como excepciones dilatorias, las excepciones perentorias de cosa juzgada y transacción
(antiguamente como excepciones mixtas o anómalas).

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De acuerdo a lo establecido en el artículo antes señalado, ellas deben oponerse antes de
contestar la demanda. La razón o fundamento para que el legislador lo permita, es la
economía procesal, toda vez que lo que se pretende es poner término al juicio en forma
anticipada, sea por la transacción entre las partes, o bien, porque en un juicio anterior había
sentencia firme o ejecutoriada. Excepcionalmente, la ley ha señalado que si estas dos
excepciones son de lato conocimiento deberá el tribunal resolverla en la sentencia
definitiva.

Como bien señalamos con anterioridad, las excepciones dilatorias se tienen que oponer
antes de la contestación de la demanda, siendo el plazo el del término de emplazamiento.
Estas excepciones se deben oponer por escrito, el cual tiene que cumplir los requisitos
comunes a todo escrito, y siendo la primera presentación del demandado deberá, además,
cumplir con los requisitos establecidos en la Ley Nº 18.120 de comparecencia en juicio. De
manera adicional, se deberá individualizar completamente al demandado.

Este escrito se presenta directamente al tribunal que está conociendo el juicio y, al


presentarse debe acompañarse siempre una copia del escrito de excepciones. En el escrito
de excepciones, es necesario que se opongan todas las excepciones que se quieren hacer
valer.
Frente a este escrito, si se opone dentro del plazo establecido por ley, el tribunal dará
traslado a la parte contraria (demandante), ya que ellas se tramitan conforme a las reglas de
los incidentes. Esta resolución judicial se notifica por estado diario y el demandante
dispondrá del plazo de tres días para responder o contestar. Con la respuesta del
demandante o sin ella, el tribunal deberá fallar las excepciones dilatorias.

Puede ocurrir que sea necesario rendir algún medio de prueba, y si ello ocurre se abre un
término probatorio de 8 días.

Con el fallo o sentencia pueden ocurrir dos situaciones: 1) Que se rechacen las excepciones
dilatorias, o 2) Que el tribunal acoja las excepciones dilatorias.

1) Si el tribunal rechaza las excepciones dilatorias: el demandado tiene 10 días para


contestar derechamente la demanda. Este plazo se cuenta desde la notificación por el
estado diario, de la resolución que rechazó dichas excepciones dilatorias. Contra la
resolución del rechazo de las excepciones dilatorias, se puede intentar recurso de
apelación, el cual se deberá intentar dentro del plazo de 5 días y se concede en el solo
efecto devolutivo.

2) Si el tribunal acoge las excepciones dilatorias, habrá que distinguir:

a) Si entre las excepciones dilatorias opuestas se encontraba la incompetencia del tribunal,


este sólo debe fallar la incompetencia.

b) Si no se interpuso la excepción de incompetencia, el tribunal deberá resolver todas las


excepciones.

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Si las excepciones son acogidas, el demandante puede y debe subsanar los vicios y, una vez
subsanados éstos, se notifica por el estado diario al demandado. Este (demandado) tendrá
nuevamente un plazo de diez días para contestar la demanda.

Otro caso que puede suceder es que las excepciones acogidas hagan imposible subsanar la
demanda. Por ejemplo, ello ocurre con la excepción dilatoria de litispendencia o de la
incompetencia del tribunal. Lo mismo sucede con las excepciones perentorias que se
hicieron valer como dilatorias, esto es, las excepciones de cosa juzgada y de transacción.

Existen dos excepciones dilatorias que se pueden hacer valer, incluso, en segunda
instancia, ellas son: 1) Incompetencia del tribunal y 2) Litispendencia.

En estos dos casos las excepciones también se tramitan como incidentes.

La resolución judicial que se pronuncia acerca de las excepciones tiene naturaleza jurídica
de una sentencia interlocutoria de primer grado y frente a ella se puede intentar el recurso
de apelación, el cual se concede en el solo efecto devolutivo.

b. Contestación de la demanda (segundo modo de defensa del demandado).

Se puede definir la contestación de la demanda como aquel acto jurídico procesal del
demandado, en virtud del cual el sujeto pasivo del juicio intenta su contrapretensión
respecto del demandante.

También lo podemos definir como aquel escrito que se presenta en el procedimiento


ordinario y por el cual el demandado ejerce sus alegaciones o defensas.

Se señala que la contestación de la demanda es el escrito más importante del demandado,


dado que éste debe contener todas las excepciones, alegaciones y defensas.

Su importancia dice relación con dos puntos:

1) Determina en forma completa la relación procesal.


2) Queda limitada la actuación del tribunal. Por lo tanto, el tribunal sólo deberá dictar
sentencia respecto de las acciones y defensas hechas valer por el demandante y
demandado.

En nuestra legislación, la contestación de la demanda no es un trámite obligatorio y podría


ocurrir que el demandado no conteste dentro del plazo de emplazamiento, produciéndose la
contestación ficta de la demanda, lo que significa, según ya lo vimos, la negación de los
hechos alegados por el demandante.

La contestación de la demanda, dentro del juicio ordinario de mayor cuantía, debe hacerse
valer por escrito.

30
En cuanto a la oportunidad procesal, ella se produce dentro del término de emplazamiento,
o bien dentro del plazo de 10 días que señala el legislador cuando el demandante ha
subsanado la demanda, en los casos que se haya acogido una excepción dilatoria.

Requisitos de la contestación de la demanda (artículo 309).

 Requisitos generales: se trata de los requisitos comunes a todo escrito y, en el evento de


que el escrito de contestación de la demanda sea la primera presentación del
demandado, debe cumplir además con los requisitos de la ley sobre comparecencia en
juicio.

 Requisitos específicos del artículo 309:

1) Designación del tribunal ante el cual se presenta.

2) Nombre, domicilio, profesión u oficio del demandado. Respecto al domicilio hay que
tener presente el artículo 49 del C.P.C.

3) Contener las excepciones que se opongan a la demanda y las excepciones que se harán
valer, señalando claramente los hechos y fundamentos de derecho en que se apoya. Si
bien este número 3 habla de excepciones, la jurisprudencia ha entendido que se trata de
un concepto amplio, pues también comprende las alegaciones y defensas del
demandado.

4) Enunciación precisa y clara de las peticiones que se deben someter al fallo del tribunal
y que se encuentran consignadas en la conclusión de dicho escrito.

5) La firma de quien presenta el escrito.

Contenido de la contestación de la demanda

El contenido de la contestación de la demanda se refiere a las alegaciones o defensas del


demandado, o bien, las excepciones que éste opone. También la contestación de la demanda
puede incluir la reconvención.

En muchos casos nuestra legislación hace sinónimas las expresiones alegaciones, defensa y
excepciones. Sin embargo, desde un punto de vista jurídico, no es lo mismo alegar o
defenderse, que oponer excepciones. Tal vez la diferencia más importante que existe es que
las alegaciones o defensas consisten en una negación de los hechos afirmados por el
demandante y, por el contrario, las excepciones reconocen estos hechos, pero le agregan
determinados elementos que los destruyen.

Ello tiene una gran importancia para la prueba que hará de ser rendida, pues cuando el
demandado hace simples alegaciones o defensas, quien debe probar no es el demandado,
sino el demandante. En cambio, cuando el demandado opone excepciones, el demandante
no debe probar los hechos, porque la excepción los reconoce, correspondiéndole al

31
demandado probar estos hechos que destruyen la acción. Por ejemplo, si frente a una
demanda el demandado señala en la contestación de la demanda que no debe suma alguna,
se trata de una alegación o defensa (debe probar el demandante); si frente a esta misma
demanda el demandado señala que sí es efectivo que debía una determinada suma de
dinero, pero ella fue pagada, estamos frente a una excepción (debe probar el demandado).

Excepciones perentorias

Son aquellos actos jurídicos procesales del demandado, los cuales, por regla general, se
hacen valer dentro del escrito de contestación de la demanda y que tiene por objeto enervar
o atacar el fondo de la acción deducida por el demandante.

El legislador procesal civil no ha reglamentado las excepciones perentorias como lo hace


con las excepciones dilatorias. Por ello es que la doctrina unánime señala que las
excepciones perentorias son todos los modos de extinguir las obligaciones contenidas en el
C.C, Código de Comercio y leyes especiales.

Sin perjuicio de la ausencia de reglamentación, igualmente hizo mención a alguna de ellas


y en el artículo 310 del C.P.C nos habla de algunas excepciones perentorias:

- Excepción perentoria de prescripción.


- Excepción perentoria de cosa juzgada.
- Excepción perentoria de transacción.
- Excepción perentoria de pago efectivo de la deuda, siempre que ella se funde en un
antecedente escrito.
Estas excepciones fueron mencionadas con el objeto de que se puedan hacer valer dentro
del juicio. La cosa juzgada y la transacción se pueden hacer valer como dilatorias, por una
razón de economía procesal.

Las excepciones perentorias de cosa juzgada, transacción, prescripción, pago efectivo de la


deuda, se pueden hacer valer después de contestada la demanda, tanto en primera como en
segunda instancia. En primera instancia hasta antes de la citación a oír sentencia y en
segunda instancia, hasta antes de la vista de la causa.

El legislador al hablar de la excepción perentoria de prescripción, si bien no distingue, se


trata de la prescripción extintiva solamente, pues la prescripción adquisitiva es de lato
conocimiento.

Tramitación

Cuando la excepción perentoria se hace valer como dilatoria, esa excepción se tramita
como un incidente.

Las excepciones perentorias que se hacen valer dentro de la contestación de la demanda, en


estricto rigor, no tienen una tramitación especial y ellas se van a tener que resolver en la
sentencia definitiva.

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Si estamos frente a excepciones contempladas en el artículo 310 del C.P.C y se oponen
después de la contestación de la demanda, éstas se tramitan como incidentes, pero su fallo o
resolución se llevará a efecto en sentencia definitiva.

Alegaciones o defensas

Puede ocurrir que el demandado al contestar la demanda sólo quiera negar los hechos
afirmados por el demandante en su demanda. Estas simples alegaciones o defensas no
conllevan un aspecto jurídico que altera lo afirmado por el demandante, sino simplemente
una negación que no altera la carga de la prueba como ocurre en las excepciones. Al existir
una negación de los hechos debe ser el demandante el que tiene que probar su afirmación.

c. La reconvención (es el tercer modo de defensa del demando).

La podemos definir como aquel acto jurídico procesal del demandado, por el cual ejerce
una pretensión directa en contra del demandante en el juicio.

Esta reconvención necesariamente debe intentarse dentro del escrito de contestación de la


demanda. Si no hay contestación de la demanda, no puede haber reconvenido.

Este acto jurídico procesal transforma al sujeto pasivo en un demandante reconvencional.


Por lo tanto, el demandante principal del juicio pasa, frente a esta reconvención, a tener la
calidad de demandado reconvencional.

La reconvención está reglamentada en el Título VIII del Libro II del C.P.C, entre los
artículos 314 a 317.

Condiciones para que proceda la reconvención

- Competencia del tribunal. La acción que se intente a través de la reconvención debe


corresponder o estar dentro de la competencia del juez que interviene en la demanda
principal (artículo 315 del C.P.C).

- Procedimiento. La reconvención debe tramitarse en conformidad a las mismas reglas de


la demanda principal.

Requisitos

Debe cumplirse con los mismos requisitos del artículo 254, requisitos comunes a toda
demanda.

Tramitación

Se tramita conjuntamente con la demanda principal. La ley ha permitido que junto con la
reconvención puedan oponerse excepciones dilatorias, las cuales se van a tramitar del
mismo modo que la demanda principal (artículo 316).

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El plazo para oponer excepciones dilatorias en la reconvención es de 6 días (artículo 317).
En el evento que se acoja una excepción dilatoria en contra de la reconvención, el
demandante reconvencional debe subsanar los defectos de la reconvención y, si no lo hace
dentro del plazo de 10 días, señala la ley que la reconvención se tendrá por no presentada
para todos los efectos legales por el solo ministerio de la ley.

5. Réplica y dúplica.

Una vez contestada la demanda en forma real o ficta, debe el tribunal dictar una resolución
judicial dando traslado. Este traslado es para la réplica, resolución que se notifica por el
estado diario. Luego de notificada, el demandante tiene 6 días para la réplica.

La réplica

La réplica puede conceptuarse como aquel acto jurídico procesal del demandante, que se
traduce en un escrito por el cual puede ampliar, adicionar o modificar las acciones que se
hayan deducido en la demanda. Este escrito de réplica sólo existe en el juicio ordinario de
mayor cuantía.

De acuerdo al artículo 312 del C.P.C, el demandante, en la réplica, no puede alterar las
acciones objeto del juicio. En el escrito de réplica presentado por el demandante la
interpretación del artículo 312 del C.P.C debe ser restrictiva, lo que quiere decir:

a) Que no pueden interponerse acciones o peticiones subsidiarias en este escrito, cuando


estas peticiones implican una modificación sustancial de la acción principal.

b) En el escrito de réplica, no pueden interponerse acciones que reemplacen


subsidiariamente a la acción principal.

Así por ejemplo, es inaceptable en la réplica que siendo la acción principal deducida la de
nulidad de la compraventa, se pida en la réplica la acción resolutoria por falta de pago del
precio.

Una vez presentado este escrito réplica (no obligatorio) el tribunal dará traslado de 6 días
más para la dúplica del demandado. Este traslado también se notifica por el estado diario.

La dúplica

Es aquel acto jurídico procesal del demandado, que se traduce en un escrito en el cual hace
observaciones a la réplica presentada por el demandante.

Dentro de la dúplica, utilizando el artículo 312, puede el demandado ampliar, modificar o


adicionar las excepciones opuestas. Así en el escrito de dúplica puede el demandado:

- Oponer la excepción de prescripción extintiva.


- Oponer la excepción de cosa juzgada.
- Oponer la excepción de transacción.
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- Oponer la excepción de pago efectivo de la deuda.

No puede el demandado oponer otro tipo de excepciones perentorias. Con esto se pone
término al período de discusión.

6. La conciliación

Es un trámite procesal contemplado en los procedimientos civiles, mediante el cual el juez


de la causa pretende que las partes logren un acuerdo total o parcial de aquello que se
discute en el juicio.

Una vez vencido el plazo de la discusión, la ley ha señalado que el tribunal debe llamar a
las partes a conciliación. De acuerdo con el artículo 262 del C.P.C, una vez vencido el
período de la discusión, y siempre y cuando no se trate de los casos señalados en el artículo
313 del mismo cuerpo legal, el juez debe llamar a las partes a una audiencia de
conciliación.

La conciliación está reglamentada en el Título II del Libro II del C.P.C, entre los artículos
262 a 268.

Requisitos

a) Que se trate de un juicio civil. Excepcionalmente, no procede la conciliación en los


siguientes juicios:
 Juicio ejecutivo por obligación de dar.
 Juicio ejecutivo por obligación de hacer.
 Juicio ejecutivo por obligación de no hacer.
 Trámite del derecho legal de retención.
 Tramite de la citación de evicción.
 Los denominados juicios de Hacienda.

Nuestra legislación de manera muy especial ha señalado que la conciliación opera en los
juicios laborales y en el procedimiento por crimen o simple delito de acción penal privada.
Además en la nueva Ley de Matrimonio Civil (Nº 19.947) opera también la conciliación, en
los artículo 67 a 70 y sólo para el caso de separación y de divorcio.

b) Que en el juicio civil sea legalmente admisible la transacción.

En aquellos juicios en que no es admisible la transacción, no es posible que opere la


conciliación. Por ejemplo en el artículo 2450 del C.C se señala expresamente que no se
puede transigir sobre el estado civil de las personas; también el artículo 2451 señala que la
transacción sobre alimentos futuros no vale sin aprobación judicial.

c) Que no se trate de los casos del artículo 313 del C.P.C. En ellos no puede haber
conciliación. Los casos son:

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 Allanamiento a la demanda.
 Si el demandado reconoce los hechos, pero desconoce el derecho.
 Cuando las partes, una vez vencidos el período de discusión, piden al tribunal que se
falle el juicio sin más trámite.

Tramitación de la conciliación

En el evento de cumplirse los requisitos precedentemente señalados, el tribunal debe citar a


una audiencia de conciliación, para un día no anterior al quinto, ni posterior al
decimoquinto, contado desde la fecha de la notificación de la resolución que llama a las
partes a conciliación.

Resolución judicial

Cítese a las partes a una audiencia de conciliación, para el décimo día contado desde la
última notificación y concurran las partes personalmente, o bien, con apoderados con
facultades suficientes para transigir. Esta resolución se notifica por cédula (artículo 48 del
C.P.C).

Llegado el comparendo, deben concurrir las partes personalmente o a través de un


mandatario con facultades para transigir.

A la hora del comparendo pueden darse las siguientes situaciones:

a) Puede ocurrir que el día del comparendo no concurra nadie , y en ese caso, se tiene por
terminada la diligencia, el secretario debe certificar este hecho. El expediente o carpeta
electrónica deberá pasar al juez para los efectos del período de prueba.

b) Concurre una sola de las partes . Si ello sucede tampoco puede haber conciliación,
poniéndose término a la diligencia, debiendo pasar el expediente o carpeta electrónica a
manos del tribunal para los efectos del período de prueba. El secretario debe certificar
este hecho.

c) Concurren ambas partes. En este caso pueden darse tres situaciones:

- Que las partes no lleguen a conciliación, pasando el expediente o carpeta electrónica a


manos del juez, para el estudio del período de prueba (esta situación debe ser certificada
por el secretario, conforme lo dispuesto en el artículo 268 del C.P.C).

- Que las partes lleguen a una conciliación parcial.

- Que las partes lleguen a una conciliación total.

Ya sea en uno u otro caso de conciliación, debe levantarse un acta que dé cuenta de ella.
Esta acta debe estar suscrita o firmada por las partes, por los apoderados con facultades
para transigir y por el juez, autorizado por el secretario del tribunal.

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¿Ante quién se realiza la conciliación?

De acuerdo a lo dispuesto por la ley, la conciliación debe ser realizada por el juez, como
amigable componedor. En la práctica, a veces, asume esta actuación un funcionario del
tribunal el que actúa en representación del juez. Por lo tanto, en la audiencia de conciliación
no participa el receptor judicial para tomar esa audiencia. El ministro de fe en la
conciliación es el secretario del tribunal.

Las opiniones que emite el tribunal en la conciliación no lo inhabilitan para seguir


conociendo del juicio (artículo 263 del C.P.C).

Conforme al artículo 265 del C.P.C se puede suspender la audiencia de conciliación, este
artículo permite a las partes solicitar la suspensión de la audiencia por un tiempo de media
hora. También puede el tribunal ordenar suspender la audiencia para un nuevo día (tercer
día) o plazo mayor a petición de partes, las que concurrirán sin nueva notificación.

Efectos del acta de conciliación

Produce el efecto de cosa juzgada. De acuerdo al artículo 267 del C.P.C se estima al acta de
conciliación como una sentencia ejecutoriada para todos los efectos legales. Por lo tanto, si
no se cumple con lo señalado en la conciliación, puede la parte favorecida con ella solicitar
el cumplimiento incidental, o bien iniciar juicio ejecutivo por obligación de dar, en contra
de la parte que no cumplió con la conciliación.

Si no se efectúa el trámite de la conciliación en el juicio, hay que distinguir:

1) Si la conciliación no se produjo porque no concurrieron, una o ambas partes, o


simplemente no llegaron a un acuerdo, en estos casos la ley ha permitido que pueda
llamarse a un nuevo trámite o audiencia de conciliación por el juez, en cualquier estado
del juicio. Es normal que en la práctica esta audiencia de conciliación se decrete antes
de la citación para oír sentencia (artículo 262 del C.P.C inciso final).

2) Si fue el tribunal el que no citó a las partes a conciliación porque, por ejemplo, en vez
de citar a las partes a conciliación, recibió la causa a prueba. Si se produjo esta situación
y por tratarse de un trámite esencial del juicio, debe el tribunal, de oficio o a petición de
parte, anular todo lo obrado y retrotraer el juicio al estado de llamar a las partes a
conciliación (artículo 795 Nº 2 del C.P.C).

Paralelo entre avenimiento y conciliación

Es importante distinguir el avenimiento de la conciliación por la distinta forma de


configuración de un título ejecutivo respecto de ellos:

El avenimiento es título ejecutivo cuando consta en un acta pasada ante tribunal competente
y autorizado por un ministro de fe o por dos testigos de actuación (artículo 434 Nº3).

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En cambio, el acta de conciliación, que debe ser suscrita no sólo por las partes, sino por el
juez y el secretario, se estima como sentencia ejecutoriada para todos los efectos legales
(artículo 267), y como tal configura un título ejecutivo contemplado en el Nº1 del artículo
434.

7. Período de prueba.

El período de prueba es, sin duda, uno de los más importantes en el juicio ordinario, pues
en esta etapa debe el demandante y/o demandado probar sus pretensiones o excepciones.

La prueba ha sido reglamentada en nuestra legislación civil en dos Códigos, el C.C y el


C.P.C.

El concepto de prueba no se encuentra definido en la ley ni en el C.P.C. Desde el punto de


vista jurídico procesal se define como la demostración de la verdad en juicio. También se
puede conceptuar como la comprobación judicial por los modos o medios que establece la
ley, de la verdad de un derecho controvertido. En la prueba las partes van a poder demostrar
la verdad de sus afirmaciones.

¿Qué es lo que tienen que probar las partes?

Objeto de la prueba

La regla general es que las partes deben probar los hechos que son fundamentos del
derecho que se pretende. La regla básica es que lo que se pruebe son los hechos.

De conformidad al artículo 318 el juez de fondo debe examinar los autos para estimar si
hay o puede haber controversia sobre algún hecho sustancial y pertinente.

Hecho sustancial es aquel que constituye la causa petendi de las pretensiones (los hechos
aportados por el demandante son los hechos constitutivos y los hechos aportados por el
demandado son los hechos extintivos, excluyentes e impedientes), constituye lo esencial y
más importante de la controversia.

Hecho pertinente es el hecho “conectado” al proceso; es la relación de un hecho con la


discusión que constituye el objeto del proceso.

¿Qué hechos son los que se prueban?

Podemos señalar que los hechos que se prueban son los hechos CONTROVERTIDOS. Un
hecho es controvertido cuando se trata de hechos que no revisten el carácter de consentidos,
que no son evidentes, que no revisten el carácter de notorios, que no son presumidos y que
no son negativos. Estos hechos no requieren prueba.

a) Hechos consentidos. Se definen como aquellas situaciones de hecho en que no existe


una controversia, que han sido admitidos por las partes. El carácter de hecho consentido
se puede deducir de lo expuesto en el artículo 318 del C.P.C y, por lo tanto, un hecho es
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consentido cuando 1) ha existido un allanamiento de la demanda y 2) existe un
reconocimiento expreso respecto de los hechos afirmados por cualquiera de las partes.
En estos dos casos no se requiere prueba.

b) Hechos evidentes. Es aquel hecho que está vinculado al progreso científico y que no
requiere ser probado, por estar incorporado al acervo cultural del juez. Según el
profesor Juan Montero Aroca, no requiere de prueba el hecho respecto del cual haya
llegado, primero a sus sentidos la luz y después el sentido. Sin embargo, estos hechos
evidentes no siempre son los mismos. Por lo tanto, no se trata de una regla general
rígida, porque estos hechos evidentes pueden verse modificados por nuevas situaciones
en el futuro. Respecto a su prueba, hay que estar atentos al progreso científico.

c) Hechos notorios. Se entiende por hecho notorio todos aquellos hechos cuyo
conocimiento forma parte de la cultura propia de un determinado círculo social. El
hecho notorio forma parte de un determinado grupo o círculo social.

Elementos

 Se trata de un hecho, de una situación de facto.


 El acontecimiento de ese hecho forma parte del acervo de una determinada
comunidad o de un cierto grupo social.
 Las características que configuran el hecho notorio, deben concurrir al momento de
producirse la decisión.

El hecho notorio se encuentra regulado en nuestra legislación en el artículo 89 del


C.P.C, en el título de los incidentes, que nos habla de pública notoriedad.
¿Puede aplicarse el hecho notorio a un juicio principal, o sólo se aplica a los
incidentes? En este punto, creemos que el vocablo hecho notorio tiene y recibe plena
aplicación en cualquier tipo de procedimiento:

 Porque el artículo 89 se encuentra ubicado en el Libro I del C.P.C, en la parte


relativa a las disposiciones comunes a todo procedimiento.
 Se da una razón de economía procesal, porque si el hecho es notorio, no tiene
sentido el desgaste judicial probando ese hecho.
 Por el aforismo jurídico que nos dice que “donde existe la misma razón, debe existir
la misma disposición”.

d) Hechos presumidos. Las presunciones se encuentran contempladas en el C.C y en los


códigos procedimentales. Estas presunciones pueden ser legales o judiciales. A su vez,
las presunciones legales pueden ser de derecho o bien simplemente legales.

Los elementos de toda presunción son los siguientes:

1) Un hecho conocido que constituye la base o premisa de la presunción.


2) El elemento lógico o racional, el cual se realiza a partir de un hecho conocido, para
unirlo con el hecho desconocido.

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3) Hecho presumido, que es un principio desconocido, pero que luego y como
consecuencia de la unión de los dos elementos anteriores pasa a ser un hecho
presumido o determinado.

En las presunciones legales, el hecho presumido es establecido por la ley y en las


presunciones judiciales el hecho presumido es establecido por el juez o tribunal.

Lo que no requiere de prueba en el hecho presumido es este tercer elemento (hecho


presumido) y, por lo tanto, el hecho base si requiere de prueba (premisa). Acreditado
que sea este hecho base, queda acreditada la premisa.

e) Hechos negativos. Son aquellos en que existe una negación de lo afirmado por la otra
parte y, por lo tanto, si el demandado en el juicio realiza una negación de los hechos, el
demandado no está obligado a probar su negación, es decir, la carga procesal pasa al
demandante.

f) ¿Es necesario probar el derecho? La regla general es que el derecho no requiere


prueba. Sin embargo, esta regla tiene dos excepciones:

a) Se requiere probar el llamado derecho extranjero. El juez no está obligado a conocer el


derecho extranjero y las partes que lo invocan deberán probarlo. Sin embargo, y con
una opinión discordante, el profesor Valenzuela, sostiene que el derecho extranjero no
requiere de prueba, toda vez que el derecho debe ser conocido por los jueces.

b) El segundo caso se da en la costumbre. Cuando ella se invoca, ya en materia civil o


comercial, ella debe ser probada. Se dice que en realidad la prueba de la costumbre no
es una prueba del derecho, ya que lo que hay que probar son los hechos que constituyen
la costumbre.

¿A quién corresponde probar?

La carga o peso de la prueba

Según el artículo 1698 inciso 1 del C.C, la regla general es que debe probar la existencia de
una obligación aquella persona que alega su existencia y debe probar la extinción de esa
obligación quien alega que ella se extinguió. Por ello se dice que le corresponde probar a
quien afirma un hecho, sea que afirma que este hecho existe, o bien, que él se extinguió.

Por lo tanto, la carga de la prueba en un juicio puede darse en una sola de las partes o en
ambas.

Excepciones

Existen situaciones que constituyen una excepción a lo anotado:

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1. Las presunciones legales: la parte favorecida con una presunción queda liberada del
peso de la prueba, lo que no impide que la contraria pueda destruir los fundamentos de
la presunción.

2. Pactos de las partes: a través de éste, las partes pueden convenir en alterar el onus
probandi, como lo han resuelto nuestros tribunales.

Sistemas de valoración de la prueba

Siguiendo al profesor Couture sostenemos que, básicamente, existen tres sistemas de


valoración de la prueba: el de prueba legal o tasada; el de prueba libre o libre convicción y
el de la sana crítica.

El sistema de prueba legal o tasada es aquel en el cual la ley señala el grado de eficacia
que tiene cada medio probatorio.

En Chile, algunos artículos aluden al valor de los medios de prueba. Así, los artículos 1700
a 1707 del C.C, aluden al valor probatorio de los instrumentos; el artículo 384 del C.P.C, se
refiere a la fuerza probatoria de los testigos; los artículos 398 a 401 contemplan el valor de
la confesión; el artículo 408, se refiere al valor de la inspección personal del tribunal y los
artículos 426 y 427, a las presunciones.

El artículo 1708 del C.C y el artículo 402 del C.P.C, por su parte, son algunas de las normas
especiales que da la ley respecto a pruebas prohibidas.

En todo caso, debe tenerse en cuenta que cuando la ley confiere facultades al juez para
apreciar los medios de prueba, no estamos en presencia de prueba reglada.

El sistema de prueba libre o libre convicción, enseña Couture, es aquel modo de razonar
que no se apoya necesariamente en la prueba que el proceso exhibe al juez, ni en medios de
información que pueden ser fiscalizados por las partes. Dentro de ese método el magistrado
adquiere el convencimiento de la verdad con la prueba de autos, fuera de la prueba de autos
y aun contra la prueba de autos.

El sistema de la sana crítica, por último, es aquel del correcto entendimiento humano.

Las reglas de la sana crítica son, ante todo, las reglas del correcto entendimiento humano.
En ellas interfieren las reglas de la lógica, con las reglas de la experiencia del juez. Unas y
otras contribuyen de igual manera a que el magistrado pueda analizar la prueba (ya sea de
testigos, de peritos, de inspección judicial, de confesión en los casos en que no es lisa y
llana) con arreglo a la sana razón y a un conocimiento experimental de las cosas.

El juez que debe decidir con arreglo a la sana crítica no es libre de razonar a voluntad,
discrecionalmente, arbitrariamente. Esta manera de actuar no sería sana crítica, sino libre
convicción. La sana crítica es la unión de la lógica y de la experiencia, sin excesivas
abstracciones de orden intelectual, pero también sin olvidar estos preceptos que los

41
filósofos llaman de higiene mental, tendientes a asegurar el más certero y eficaz
razonamiento.

¿Cómo se prueba?

Medios legales de prueba que han sido establecidos por el legislador para probar

Se prueba a través de los medios de prueba, los cuales son establecidos solamente por el
legislador.

En cuanto a su enumeración, podemos decir que son los siguientes:

 La prueba documental, instrumental o instrumentos.


 La prueba testimonial o de testigos.
 Prueba confesional o confesión en juicio, también llamada absolución de
posiciones.
 Prueba pericial o informe de peritos.
 Prueba de inspección personal del tribunal.
 Las presunciones.

¿En qué momento se debe rendir la prueba?

La ley ha establecido un momento determinado para rendir la prueba, que la doctrina ha


denominado período de prueba y legalmente es conocido como término probatorio. Todo lo
anterior teniendo en cuenta que la ley ha establecido excepciones en este punto.

¿Cuándo se inicia el período de prueba?

Se inicia el período de prueba con la resolución judicial que recibe la causa a prueba, con el
mal denominado auto de prueba. Ello ocurrirá si no se produce la conciliación en el juicio
ordinario de mayor cuantía.

El tribunal no recibe la causa a prueba en las siguientes oportunidades:

- Cuando no existen hechos pertinentes, substanciales y controvertidos (el tribunal debe


citar a las partes a oír sentencia definitiva).

- Cuando las partes, de acuerdo a lo dispuesto en el inciso final del artículo 313, de
consuno soliciten al tribunal fallar sin más trámite. En este caso, el tribunal también
deberá llamar a las partes a oír sentencia definitiva.

Naturaleza jurídica de la resolución que recibe la causa a prueba

En estricto rigor jurídico, se trata de una sentencia interlocutoria de segundo grado, clase o
tipo, pues sirve de base para el pronunciamiento de una sentencia definitiva posterior. No
estamos en presencia de un auto.

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Elementos de esta resolución judicial

Esta resolución judicial cuenta con los elementos esenciales y con elementos de la
naturaleza:

 Elementos esenciales:

- La orden de recibir la causa a prueba.


- Fijar los hechos pertinentes, substanciales y controvertidos.
- Firma del juez, autorizada por el secretario del tribunal.

 Elementos de la naturaleza. Existen determinados elementos de la naturaleza en esta


resolución judicial, como lo es que en determinadas resoluciones que recibe la causa a
prueba se señala el día y la hora para rendir la prueba de testigos: “Fíjese los últimos
cincos días del término probatorio para la prueba testimonial, a las nueve horas”. Esta
resolución judicial se notifica por cédula (artículo 48 del C.P.C).

Efectos que produce la notificación de la resolución que recibe la causa a prueba

Con la notificación a las partes se abre el término probatorio ordinario. Nace, además, el
derecho a las partes de interponer recursos procesales en contra de esta resolución judicial.

Recursos procesales que se pueden intentar en contra de esta resolución judicial


Se encuentran en el artículo 319 del C.P.C. Según lo dispuesto en este artículo, las partes
podrán pedir el recurso de reposición, dentro de tercero día, en contra de la resolución
judicial que recibe la causa a prueba. Con este recurso podrán solicitar que se modifiquen
los hechos controvertidos fijados, que se eliminen algunos o que se agreguen otros.

Sin embargo, es procedente el recurso de apelación, el cual sólo podrá interponerse en el


carácter de subsidiario de la reposición y para el caso de que ésta no sea acogida. La
apelación se concederá en el solo efecto devolutivo.

En consecuencia, son procedentes en contra de la resolución que recibe la causa a prueba,


los recursos de reposición y apelación en subsidio.

Cuando el tribunal dicta esta resolución, puede ocurrir que el juez se equivoque en atención
de haber estimado como controvertidos hechos que no lo eran, o bien, porque no agregó
hechos controvertidos y que las partes quieren alegar sobre ellos. El artículo 319 del C.P.C
establece un recurso procesal en contra de la resolución judicial que es el recurso de
reposición. Se trata de un recurso especial en esta materia en dos puntos:

a) En nuestro ordenamiento jurídico, la regla general es que el recurso de reposición sólo


se puede intentar contra resoluciones, autos y decretos. En este caso, la ley ha permitido
que se intente en contra de una sentencia interlocutoria de segundo grado, clase o tipo.

43
b) Por regla general, el recurso de reposición debe interponerse dentro del plazo de 5 días.
Sin embargo, en esta materia el recurso se tiene que interponer dentro de un plazo
menor y que corresponde a 3 días.

¿Qué es lo que se puede pedir en este recurso?

- Que se elimine los hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos.


- Que se modifiquen estos hechos pertinentes, sustanciales y controvertidos.
- Que se agreguen hechos pertinentes, sustanciales y controvertidos.

Respecto a la tramitación de este recurso, la ley da la posibilidad de que el tribunal pueda


resolver de plano este recurso, o bien darle una tramitación incidental. Ello va a quedar a
criterio del tribunal.

Sin perjuicio de la procedencia de este recurso, el legislador procesal civil permite que se
pueda intentar el recurso de apelación, en contra de la resolución judicial que recibe la
causa a prueba, pero en este caso no se puede intentar en forma directa, sino que tiene que
interponerse en subsidio del recurso de reposición. Por lo tanto, en el caso de ser denegada
la reposición, procederá en subsidio la apelación el cual se concederá en el solo efecto
devolutivo.

Pueden darse dos situaciones:

a) Que la Corte rechace el recurso de apelación, es decir, confirme la resolución apelada.

b) Puede ocurrir que el tribunal acoja el recurso de apelación, sea agregando, modificando
o eliminando hechos pertinentes, sustanciales o controvertidos. En este caso, y como el
recurso de apelación se concede en el solo efecto devolutivo, el juicio de primera
instancia se sigue tramitando, y por lo tanto, siguen corriendo los plazos. Lo normal es
que la apelación sea conocida por la Corte de Apelaciones una vez transcurridos 20 días
del término probatorio (plazo fatal).

Si la Corte de Apelaciones agrega o modifica hechos pertinentes, sustanciales o


controvertidos, la pregunta es ¿cómo se va a probar y en qué momento se va a rendir
prueba? En estos casos la ley ha establecido un término probatorio especial y dentro de él
se van a tener que probar estos hechos agregados o modificados por la Corte. Este término
probatorio especial no puede extenderse por un plazo superior a ocho días (artículo 339
C.P.C).

Recursos que se pueden intentar en contra de la resolución que no recibe la causa a


prueba

Puede suceder que el tribunal estime que no hay hechos pertinentes, sustanciales o
controvertidos, lo que puede ser perjudicial para una de las partes.

En estos casos y en contra de la resolución judicial que, implícita o explícitamente, se niega


a recibir la causa a prueba, procede directamente el recurso de apelación.
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La única excepción en esta materia la encontramos en el artículo 313 inciso segundo, este
es el caso en que ambas partes de común acuerdo soliciten al tribunal que el pleito se falle
sin más trámite.

Ampliación de la prueba

La ley ha permitido que la resolución judicial que recibe la causa a prueba pueda ampliarse
a hechos nuevos, con calidad de pertinentes, sustanciales o controvertidos, pero para que
exista esta ampliación de prueba es necesario que estos hechos se aleguen en primera
instancia y dentro del término probatorio. O bien debe tratarse de hechos verificados y no
alegados antes de recibirse la causa a prueba con tal que la parte que lo alegue pruebe que
sólo entonces han llegado a su conocimiento.

Por lo tanto, si alguna de las partes del juicio solicita ampliación de la prueba, frente al
escrito presentado por la parte, el tribunal tiene que darle tramitación incidental y puede la
otra parte, al responder al traslado, alegar también hechos nuevos siempre que se señale que
no tuvo conocimientos de esos hechos con anterioridad.

Este incidente de ampliación de la prueba se tramita en cuaderno separado y no suspende el


término probatorio ordinario.

La resolución judicial que dé lugar a la ampliación de la prueba no es susceptible de ser


atacada por el recurso de apelación, es una resolución inapelable.

Aquí puede darse la misma situación antes vista, ya que puede ocurrir que este incidente de
ampliación se falle con posterioridad al vencimiento del término probatorio. Pero la ley, en
este caso, ha establecido un término probatorio especial, el cual no puede exceder de 15
días (la regla general es de 8 días). Este término probatorio especial se encuentra
reglamentado en el artículo 327.

Situación especial respecto de la prueba testimonial

La parte que desee rendir prueba testimonial, debe presentar una lista de los testigos de que
se valdrá, debidamente individualizados, y una minuta de los puntos sobre que piensa
rendir prueba de testigos, enumerados y especificados con claridad y precisión.

La minuta de puntos de prueba es una enumeración de preguntas concretas y precisas que


se dirigen a los testigos por la parte que los representa y su objetivo es detallar los hechos
controvertidos fijados por el tribunal de tal manera que estas preguntas no pueden
desatenderse de esos hechos determinados por el juez, sino que, deben amoldarse a ellos.

En la práctica, se presenta un escrito en que, en lo principal, se señala la individualización


de los testigos, es decir, nombre, apellido, profesión u oficio y domicilio; y, en un otrosí, se
contiene la minuta de puntos de prueba.

45
Cabe señalar que la ley no limita el número de testigos que se pueden señalar en la lista de
testigos, sin perjuicio de que, como se verá, no todos podrán declarar. Incluso, es
conveniente señalar a varios testigos por si, cuando corresponde, ellos son inhabilitados
debiendo advertirse que, por regla general, sólo se examinarán a los testigos que figuren en
la lista respectiva.

El artículo 374 del Código dispone: “Opuesta la tacha y antes de declarar el testigo, podrá
la parte que lo presenta pedir que se omita su declaración y que se reemplace por la de otro
testigo hábil de los que figuran en la nómina respectiva.

A pesar que el artículo 320 del Código señala que se debe acompañar una nómina de puntos
de prueba, como él no establece sanción para el caso en que la minuta no se acompañe, la
jurisprudencia ha señalado que se entenderá que los testigos sólo declararan al tenor de los
hechos controvertidos que fijó el juez.

Oportunidad para presentar la lista de testigos y minuta de puntos de prueba

Sobre el particular, es preciso distinguir dos situaciones:

1. Cuando no se haya pedido reposición: desde la primera notificación de la resolución a


que se refiere el artículo 318, y hasta el 5º día de la última.

2. Si se ha pedido reposición: dentro de los 5 días siguientes a la notificación por el estado


de la resolución que se pronuncie sobre la última solicitud de reposición.

Cada parte debe presentar una minuta de los puntos sobre que piense rendir prueba de
testigos, enumerados y especificados con claridad y precisión y debe, también, acompañar
una nómina de los testigos de que piensa valerse, con expresión del nombre y apellido,
domicilio, profesión y oficio. La indicación del domicilio debe contener los datos
necesarios a juicio del juzgado, para establecer la identificación del testigo.

El Código señala que si se ha pedido reposición y ya se ha presentado lista de testigos y


minuta de puntos por alguna de las partes, no es necesario presentar nuevas listas ni minuta,
salvo que, como consecuencia de haberse acogido el recurso, la parte que las presenta
estime pertinente modificarlas.

Por último, aun cuando el Código señala que cada parte “debe” presentar, es obvio que ello
ocurre en el evento que se piense rendir prueba testimonial.

Estudios de los términos probatorios

El término probatorio es aquel espacio de tiempo que la ley señala para que las partes
puedan rendir su prueba, o bien, para que a lo menos puedan solicitarlas.

Clasificación

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 Término probatorio ordinario: constituye la regla general, establecido en el artículo 328
del C.P.C, y tiene una duración de 20 días.

 Término probatorio extraordinario: existe para rendir prueba fuera del territorio
jurisdiccional del tribunal, ya sea dentro de Chile o fuera del territorio de la República.

 Término probatorio especial: se presenta cuando ha existido algún entorpecimiento que


no permita rendir una determinada prueba.

Características del término probatorio

 Es un término legal. Puede ser judicial en los casos del término probatorio especial y
puede ser convencional, porque las partes pueden restringir el plazo del término
probatorio.

 Es un término común, comienza a correr desde la última notificación.

 Es un término fatal, para ofrecer y rendir la prueba testimonial. También lo es para


acompañar documentos y también para solicitar las demás diligencias probatorias.

Término probatorio ordinario (artículo 328 del C.P.C)

Su duración es de 20 días, salvo que las partes de consuno decidan reducirlo. Dentro de este
término probatorio ordinario, se puede rendir cualquier medio de prueba, ya sea dentro o
fuera del territorio jurisdiccional del tribunal.

Término probatorio extraordinario

Según el C.P.C, puede ser de dos tipos:

a) Aquel término probatorio que se utiliza para rendir prueba fuera del territorio
jurisdiccional del tribunal, pero dentro del territorio de la República.

b) Aquel que se utiliza para rendir prueba fuera del territorio de la República.

Estos términos probatorios comienzan a correr desde que vence el término probatorio
ordinario.

En cuanto a su duración, éste no tiene plazo único de duración, en atención a que en esta
materia se aplica la tabla de emplazamiento.

Juicios en que procede el término probatorio extraordinario

 Juicio ordinario de mayor cuantía.


 Juicio ordinario de menor cuantía.
 Juicio sumario.

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 Juicio de hacienda.
 Juicio sobre cuentas.
 Juicio de alimentos.
 Juicio sobre cobro de honorarios.
 Juicio ante jueces árbitros de derecho.
 Juicios ejecutivos.

¿Cómo se pide?

El término probatorio extraordinario se debe pedir por escrito ante el tribunal que conoce de
la causa, y debe pedirse antes del vencimiento del término probatorio ordinario. Una vez
acogida la solicitud, el plazo empieza a correr desde que vence el término probatorio
ordinario.

La prueba que se debe rendir en el término probatorio extraordinario sólo puede ser rendida
en el lugar donde se concedió.

Diferencias entre ambos términos probatorios extraordinarios (fuera del territorio de la


República y dentro del territorio de la República, pero fuera del territorio jurisdiccional
del tribunal)

a. El término probatorio extraordinario para rendir prueba dentro del territorio de la


República, siempre debe ser concedido, salvo que a juicio del tribunal haya justo
motivo para creer que se pide maliciosamente. En cambio, el término probatorio
extraordinario para rendir prueba fuera del territorio de la República, sólo se va a
conceder cuando se acompañan al tribunal antecedentes suficientes que hagan verosímil
la existencia de pruebas fuera del territorio de la República.

b. El término probatorio extraordinario para rendir prueba dentro del territorio de la


República, se concede “Con Citación”, es decir, la parte contraria cuenta con un plazo
de 3 días para oponerse. En el caso del término probatorio extraordinario para rendir
prueba fuera del territorio de la República, se concede “Con Audiencia”, vale decir,
genera de inmediato un incidente y la resolución del tribunal será “Traslado”.

c. El término probatorio extraordinario para rendir prueba dentro del territorio de la


República, no exige que el solicitante rinda caución. En el término probatorio
extraordinario para rendir prueba fuera del territorio, el solicitante debe rendir caución a
fin de indemnizar los perjuicios que pueda causar a la contraparte.

Términos probatorios especiales

Va a existir este término probatorio especial (artículo 329) cuando ocurra algún hecho o
circunstancia que suspende el término probatorio ordinario. Estos hechos o circunstancias
que suspendan el período ordinario de prueba se denominan entorpecimientos y en algunos
casos estos entorpecimientos se encuentran regulados legalmente. Así se han dado ejemplos

48
como: testigos que no pueden declarar el día fijado por el tribunal, en atención que ese día
ocurrió en la ciudad un temporal o una paralización de actividades.

La parte que toma conocimiento de un entorpecimiento debe reclamar de él oportunamente,


y se ha señalado que el plazo para reclamar oportunamente es de 3 días. Una vez solicitado
se genera un incidente.

Sin perjuicio de esto, existen casos dentro del C.P.C en que el entorpecimiento está
expresamente regulado.

Casos de términos probatorios especiales

1) Artículo 339 inciso final del C.P.C. Este caso se refiere a que las partes han interpuesto
el recurso de reposición con apelación subsidiaria, en contra de la resolución que recibe
la causa a prueba. El tribunal de primera instancia rechaza la reposición, pero el tribunal
de alzada acoge la apelación subsidiaria. Por lo tanto, el tribunal de alzada puede
agregar o modificar algún hecho pertinente, sustancia o controvertido. Como lo normal
va a ser que esta apelación se vea una vez vencido el término probatorio ordinario, la
ley da la posibilidad al juez para que conceda el término probatorio especial, el cual no
podrá, en todo caso, exceder de los 8 días. En este caso, no es necesario alegar
entorpecimiento.

2) Artículo 340 inciso 2 del C.P.C . Se refiere a la prueba de testigos cuando éstos declaren
dentro de la audiencia del término probatorio, pero que no se haya podido concluir
dicha audiencia por motivos ajenos a la voluntad de las partes. En estos casos la ley
señala que el tribunal puede fijar un nuevo término probatorio especial, para que los
testigos que no han podido declarar lo hagan. Se ha indicado por la ley que la parte
afectada debe alegar el entorpecimiento dentro del término probatorio ordinario, o bien
a los 3 días siguientes al vencimiento de éste.

3) Artículo 340 inciso final. Se refiere a la ausencia del juez o inasistencia del juez de la
causa. Si se produce esta situación, la parte afectada deberá solicitar al Secretario para
que certifique en el proceso de inasistencia del juez y así, con esta certificación se
deberá fijar un término probatorio especial (de oficio).

4) Artículo 159 inciso 3. Medidas para mejor resolver, que son diligencias probatorias que
decreta de oficio el tribunal, una vez que ha quedado cerrado el debate. Estas medidas
para mejor resolver se deben decretar dentro del plazo que tiene el tribunal para dictar
sentencia definitiva, y que para estos casos tiene el carácter fatal. Si se quiere cumplir
estas medidas para mejor resolver, la ley le concede 20 días para ello. Puede ocurrir que
el tribunal al decretarla tenga que abrir un nuevo término probatorio y es aquí donde el
término probatorio especial no puede exceder de los ochos días y la prueba sólo debe
recaer en los puntos que fije expresamente el tribunal.

5) Artículo 376. Se refiere a la tacha de testigos, que es la forma que tienen las partes para
alegar sobre la imparcialidad que tiene los testigos. La prueba para probar una tacha, se
debe rendir dentro del término probatorio. Si por cualquier motivo no se puede rendir
49
esta prueba de tachas, el tribunal debe abrir un término probatorio especial, el cual no
puede exceder de 10 días, sin perjuicio del término probatorio extraordinario.

6) Artículo 402. Se refiere a la prueba confesional cuando ello ha recaído en hechos


personales. La ley permite que se pueda revocar esta confesión, cuando haya existido
algún error de hecho, o bien se puede revocar cuando esta confesión no se refiere a
hechos personales. En ambos casos la ley permite que se abra un término probatorio
especial para acreditar estos errores de hecho, o bien para acreditar que la confesión no
recayó sobre hechos personales. La duración del término probatorio especial, en este
caso, queda a criterio del tribunal.

7) Artículo 207. Tratándose de la medida de mejor resolver especial de segunda instancia,


de testigos que deban declarar sobre hechos que figuren en la prueba rendida en autos y
siempre y cuando no haya podido rendirse la prueba testimonial en primera instancia, el
tribunal deberá señalar determinadamente los hechos sobre que deba recaer y abrir un
término especial de prueba por el número de días que fije prudencialmente y que no
puede exceder de 8 días.

Los medios de prueba en particular

Prueba instrumental o documental

Instrumento es todo papel por el cual se consigna un hecho o se deja testimonio de un


hecho. Tienen este carácter todos los escritos, los documentos que sirven para acreditar los
hechos en el juicio, independiente de que estén firmados.

Clasificaciones

Estos documentos son susceptibles de las siguientes clasificaciones:

a) Según su naturaleza jurídica, se habla de instrumentos públicos e instrumentos


privados.

b) Según su función, existen:

- Instrumentos por vía de prueba: son aquellos que acreditan un hecho.

- Instrumentos por vía de solemnidad: son aquellos que observan una solemnidad o
formalidad legal que da eficiencia al acto y que sirve también para acreditarlo.

Instrumentos públicos

Tratándose de los instrumentos públicos el C.C en el artículo 1699 expresa que “es el
autorizado con las facultades legales por el competente funcionario”.

Elementos

50
Para estar en presencia de éste es menester que:

a) Sea autorizado por un funcionario público. No reviste este carácter aquel que se
encuentra inhabilitado o suspendido en el ejercicio de sus funciones, adoleciendo los
instrumentos que ellos otorguen de nulidad. En todo caso la jurisprudencia y doctrina
han establecido en virtud del principio del error común que la actuación de un
funcionario público inhábil designado por la autoridad y que de hecho ejerce su cargo
teniendo un título que así lo atestigua, no vicia de nulidad los instrumentos públicos que
él haya otorgado.

b) Este funcionario sea competente, es decir, que esté legalmente designado para
intervenir en la dación de este instrumento. Debe además actuar dentro de su territorio,
en los casos en que la ley se lo exija (ejemplo: notarios).

c) Además el artículo 1699 del C.C exige que ese instrumento sea otorgado con las
solemnidades legales, éstas varían de un tipo de instrumento a otro y dependerá de la
naturaleza de éste.

Característica

La característica fundamental es su presunción de autenticidad, de que no gozan los


instrumentos privados. Esta presunción de autenticidad supone que la parte que quiera
impugnarlo deberá hacerlo de acuerdo a la forma restrictiva que le señala la ley.

Clasificación

Estos instrumentos públicos son susceptibles de distinguirse entre:

a) Instrumentos públicos propiamente tales (artículo 1699 del C.C). Ejemplos: copias
autorizadas por el secretario municipal de documentos del archivo municipal;
certificados de dominio vigente otorgados por el Conservador de Bienes Raíces; copia
de la demanda otorgada por receptor judicial; las partidas de nacimiento, matrimonio,
defunción, otorgadas por el Oficial de Registro Civil, las escrituras públicas.
b) Escrituras públicas, cuya definición se encuentra en el artículo 403 del C.O.T, que
señala: “es el instrumento público o auténtico otorgado con las solemnidades que fija
esta ley, por el competente notario, e incorporado en su protocolo o registro público”.

De acuerdo al C.O.T en sus artículos 403 a 413:

- Las escrituras públicas deben escribirse en idioma castellano y estilo claro y preciso, y
en ellas no podrán emplearse abreviaturas, cifras ni otros signos que los caracteres de
uso corriente, ni contener espacios en blanco.

- Podrán emplearse también palabras de otro idioma que sean generalmente usadas o
como términos de una determinada ciencia o arte.

51
- El notario deberá inutilizar, con su firma y sello, el reverso no escrito de las hojas en
que se contenga una escritura pública o de sus copias.

- Las escrituras públicas deberán otorgarse ante notario y podrán ser extendidas
manuscritas, mecanografiadas o en otra forma que leyes especiales autoricen.

- Deberán indicar el lugar y fecha de su otorgamiento; la individualización del notario


autorizante y el nombre de los comparecientes, con expresión de su nacionalidad,
estado civil, profesión, domicilio y cédula de identidad, salvo en el caso de extranjeros
y chilenos radicados en el extranjero, quienes podrán acreditar su identidad con el
pasaporte o con el documento de identificación con que se les permitió su ingreso al
país.

c) También hay ciertos documentos que se consideran instrumentos públicos en juicio,


éstos están señalados en el artículo 342 del C.P.C, siempre que en su otorgamiento se
hayan cumplidos las disposiciones legales que les dan este carácter:

- Los documentos originales (artículo 342 Nº1): son aquellos en que consta el acto
mismo o aquellos en que se ha suscrito el acto mismo, y estos documentos originales
pueden tener o no matriz. Ejemplos: escritura pública, normalmente tienen matriz, un
decreto supremo no tiene matriz.

- Las copias dadas con los requisitos que las leyes prescriban para que hagan fe
respecto de toda persona, o a lo menos respecto de aquélla contra quien se hacen valer
(artículo 342 Nº2). Se les llama testimonios o traslados. Este número se está refiriendo a
las copias que se han obtenido de los originales y para que éstas tengan valor deben
cumplir con los requisitos que la propia ley indica para este fin.

- Las copias que, obtenidas sin estos requisitos, no sean objetadas como inexactas por la
parte contraria dentro de los tres días siguientes a aquel en que se le dio conocimiento
de ellas (artículo 342 Nº3). Se refiere a las llamadas copias simples que son aquellas
que se han otorgado sin haberse cumplido en su dación los requisitos señalados por la
ley, pero para que estas copias puedan ser consideradas como instrumentos públicos en
juicio, es menester que la parte contraria no las objeten dentro de tercer día contado
desde que se le dio conocimiento de ello (notificación por el estado diario).
- Las copias que, objetadas en el caso anterior, sean cotejadas y halladas conforme con
sus originales o con otras copias que hagan fe respecto a la parte contraria (artículo
342 Nº4). Este número se refiere al caso en que la parte haciendo uso de este derecho de
objetar las copias dadas sin haber cumplido los requisitos legales, pero que cotejadas y
que se encuentran conformes con sus originales o con otras copias que hacen fe
respecto de la parte contraria tienen el carácter de instrumento público en juicio.

Cobra importancia en esta materia la institución del cotejo, que es la diligencia que
consiste en comparar un documento con otro, o bien, una letra, una firma con otra. Este
cotejo puede ser tanto de instrumento o de letra. La de instrumento procederá siempre
que se trate de documentos públicos o auténticos que tengan una matriz. Se lleva a cabo
por el funcionario que haya autorizado la copia presentada en juicio o bien por el
52
secretario del tribunal o por otro ministro de fe que designe el tribunal. La de letras
procederá siempre que se niegue la autenticidad de un instrumento privado o de uno
público que carezca de matriz. Se lleva a cabo por peritos. Tiene el valor probatorio de
base para una presunción judicial.

- Los testimonios que el tribunal mande agregar durante el juicio, autorizados por su
secretario u otro funcionario competente y sacados de los originales o de copias que
reúnan las condiciones indicadas en el número anterior. Este testimonio que el tribunal
puede mandar agregar durante el juicio se ordena con citación de las partes y puede
constituir una medida para mejor resolver.

- Los documentos electrónicos suscritos mediante firma electrónica avanzada (artículo


342 Nº6)2.

Presentado un documento electrónico, el Tribunal debe citar para el 6º día a todas las
partes a una audiencia de percepción documental. En caso de no contar con los medios
técnicos electrónicos necesarios para su adecuada percepción, debe apercibir a la parte
que presentó el documento con tenerlo por no presentado de no concurrir a la audiencia
con dichos medios. Respecto de documentos que no puedan ser transportados al
tribunal, la audiencia tiene lugar donde éstos se encuentren, a costa de la parte que los
presente. En caso que el documento sea objetado, en conformidad con las reglas
generales, el Tribunal puede ordenar una prueba complementaria de autenticidad, a
costa de la parte que formula la impugnación, sin perjuicio de lo que se resuelva sobre
pago de costas. El resultado de la prueba complementaria de autenticidad es suficiente
para tener por reconocido o por objetado el instrumento, según corresponda.

Para los efectos de proceder a la realización de la prueba complementaria de


autenticidad, los peritos deben proceder con sujeción a lo dispuesto por los artículos
417 a 423 del C.P.C.

Si estamos frente a documentos electrónicos privados, para los efectos del artículo 346
Nº 3 del C.P.C, se entiende que han sido puestos en conocimiento de la parte contraria
en la audiencia de percepción (artículo 348 bis del C.P.C).
Iniciativa para la producción de esta prueba documental

La regla general es que la que se produce a iniciativa de las partes, excepcionalmente las
puede decretar de oficio el juez como medida para mejor resolver (artículo 159 Nº 1 y 6).

Forma como se hace valer en juicio

La parte que desea acompañar el instrumento respectivo lo puede hacer presentando ella
misma al juez los documentos que están en su poder, pero también puede pedir a la parte
que la contraria o a un tercero que exhiba aquellos documentos que obran en su poder
(artículo 349).

2
Incorporado por la Ley Nº 20.217.

53
Aquellos documentos que la parte tiene en su poder y que los desea presentar en el juicio
debe acompañarlos con citación o bajo el apercibimiento legal que corresponda (artículo
795 Nº5). Lo dicho supone que si se acompaña documentos públicos la parte contra quien
se hacen valer tiene plazo fatal de 3 días para objetar.

Si se trata de documentos que se acompañan en la demanda, el plazo para objetarlos es el


término de emplazamiento.

La exhibición consiste en mostrar el documento para que se lo examine sin necesidad de


dejarlo agregado a los expedientes. Para que opere esta exhibición se requiere: que el
documento cuya exhibición se solicita tenga una relación directa con la cuestión debatida y,
además que estos documentos no revistan el carácter de secreto o confidencial.

Los gastos en que pueda incurrir con ocasión de esta exhibición instrumental son de cargo
de aquel que pide la diligencia. Si se rehúsa la exhibición ordenada por el tribunal y a fin de
establecer la sanción que acarrea esa negativa, hay que precisar quién rehúsa: si la parte
misma o un tercero.

Si se trata de la parte, tiene dos sanciones: 1) apremio de multas que no excedan de dos
sueldos vitales o arresto hasta por dos meses y 2) pierde el derecho de hacer valer esos
mismos documentos en apoyo de su defensa, a menos que el solicitante los haga valer
también en apoyo de su defensa.

Si se trata de un tercero que se rehúsa, se le podrá castigar con multas o apremios (artículo
276).

Oportunidad para presentarlo

Acerca de la oportunidad en que se puede producirse esta prueba instrumental, debemos


señalar: puede producirse en cualquier estado del juicio hasta el vencimiento del término
probatorio en primera instancia y hasta la vista de la causa en segunda instancia (artículo
348).

Cuando se acompañan en segunda instancia no se suspende la vista de la causa, pero el


tribunal no puede fallar la causa sino vencido el plazo de citación cuando haya lugar a ella
o al apercibimiento legal.

Valor probatorio de un instrumento público

Hay que distinguir si ese valor probatorio es respecto de:

- Respecto de los otorgantes (artículo 1700 del C.C). Hace plena prueba en cuanto a su
fecha, al hecho de haberse otorgado, en cuanto al hecho de haber efectuado las partes
las declaraciones que allí se contienen, y en cuanto a la verdad de las declaraciones que
en él hayan hecho los interesados.

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- Respecto de terceros (artículo 1700 del C.C). El valor probatorio es que hace plena
prueba en cuanto al hecho de haberse otorgado y a su fecha, pero no en cuanto a la
verdad de las declaraciones que en él hayan hechos los interesados.

Impugnación de los instrumentos públicos

Pese a este valor probatorio casi absoluto que la ley le confiere a estos instrumentos
públicos, éstos puede impugnarse por:

1) Por falta de autenticidad. Un instrumento público adolece de falta de autenticidad


cuando no ha sido suscrito por las personas que aparecen haciéndolo, o cuando no ha
sido otorgado por el funcionario que aparece otorgándolo.

Para demostrar la falta de autenticidad se permite el empleo de cualquier medio


probatorio, porque lo que se trata de probar es un hecho; incluso es factible utilizar la
prueba testifical, ya que en todo caso no opera la limitación del artículo 1709 del C.C.

Esta impugnación por falta de autenticidad puede ser utilizada tanto por las partes como
por los terceros.

Mención aparte merece la impugnación de falta de autenticidad de una escritura


pública. Señala el artículo 429: “Para que pueda invalidarse con prueba testimonial una
escritura pública, se requiere la concurrencia de cinco testigos, que reúnan las
condiciones expresadas en la regla segunda del artículo 384, que acrediten que la parte
que se dice haber asistido personalmente al otorgamiento, o el escribano, o alguno de
los testigos instrumentales, ha fallecido con anterioridad o ha permanecido fuera del
lugar en el día del otorgamiento y en los setenta días subsiguientes”.

Esta prueba, sin embargo, queda sujeta a la calificación del tribunal, quien la apreciará
según las reglas de la sana crítica.

La disposición de este artículo sólo se aplicará cuando se trate de impugnar la


autenticidad de la escritura misma, pero no las declaraciones consignadas en una
escritura pública auténtica.
2) Por nulidad. Se impugna por nulidad cuando se acredita que el instrumento público no
ha cumplido con las formalidades y requisitos exigidos por la ley para su validez según
su naturaleza, o bien, cuando se sostiene que el funcionario otorgante era incompetente
para actuar en el territorio jurisdiccional en que autorizó el acto.

Los artículos 412 y 426 del C.O.T: situaciones en que las escrituras públicas son nulas.
Mientras no se declare la nulidad por decreto judicial, el instrumento público produce
sus efectos.

3) Por falsedad de las declaraciones hechas allí. Esta impugnación puede ser formulada
tanto por las partes otorgantes mediante otra plena prueba como también pueden
impugnarla los terceros, toda vez que las declaraciones que se contienen en este

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instrumento público respecto de ellos hace plena fe y para demostrar estas falsedades
estos terceros pueden utilizar cualquier medio de prueba.

Formas de hacer valer una impugnación

Acerca de la vía que se puede utilizar para hacer valer esta impugnación:

a) Vía principal. La parte inicia un juicio ordinario, sea civil o criminal para atacar la
validez del instrumento. Los terceros pueden ejercer la acción de simulación para alegar
la falsedad de las declaraciones.

b) Vía incidental. Se da cuando la parte impugna dentro del término de citación o dentro
del apercibimiento legal que corresponda al respectivo instrumento público.

Instrumento privado

Es todo aquel documento que da cuenta de algo y que no cumple con los requisitos de los
instrumentos públicos, es decir, no tiene el carácter de público. Nuestra legislación no le
reconoce valor probatorio al instrumento privado, mientras no haya sido reconocido por la
parte contra quien se hace valer o mandado tener por reconocido.

Cuando este instrumento privado es reconocido por la parte contra quien se opone o
mandado a tener por reconocido, tiene el valor de un instrumento público respecto de los
que aparecen o se reputan haberlo suscrito y de las personas a quienes se han transferido las
obligaciones y derechos de éstos (artículo 1702 del C.C).

La ley reglamenta en qué casos estos instrumentos se reputan auténticos y en qué casos
tienen fecha cierta.

Es auténtico de acuerdo al artículo 1702 del C.C cuando ha sido reconocido o mandado a
tener por reconocido.

Adquieren fecha cierta en las situaciones señaladas en los artículos 1703 del C.C y 419 del
C.O.T:

- Respecto de las partes: si es reconocido, la fecha será la que el documento indica.

- Respecto de terceros, en este caso el documento adquiere fecha cierta en alguno de los
siguientes casos:

1) El día del fallecimiento de alguna de las personas que lo firmaron.


2) La fecha en que ha sido incorporado a un registro público.
3) La fecha en que conste que ha sido presentado en juicio o que se haya tomado razón de
él.
4) La fecha en que lo haya inventariado un funcionario público competente en el carácter
de tal.

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La otra posibilidad en que adquiere valor probatorio este instrumento privado es que sea
reconocido: para analizar los efectos del reconocimiento de este instrumento hay que
distinguir si se trata de instrumentos emanados de las partes o por terceros.

a) Si se trata de instrumento privado que emana de las partes (artículo 346 del C.C).

- Reconocimiento expreso (artículo 346 Nº 1 y 2). En primer lugar, cuando así lo ha


declarado en el juicio la persona a cuyo nombre aparece otorgado el instrumento o la
parte contra quien se hace valer. En segundo lugar, cuando igual declaración se ha
hecho en un instrumento público o en otro juicio diverso.

- Reconocimiento tácito (artículo 346 Nº3). Para que proceda es menester que el
instrumento se ponga en conocimiento de la parte contraria y que no se alegue su
falsedad o falta de integridad dentro de los 6 días siguientes a su presentación.

Debiendo el tribunal, para este efecto, apercibir a aquella parte (contra quien se hace
valer) con el reconocimiento tácito de ese instrumento si nada se expone dentro de
dicho plazo.

- Reconocimiento judicial (artículo 346 Nº4). Cuando se declara la autenticidad del


instrumento por resolución judicial. Se produce esta situación cuando la parte contra
quien se hace valer el documento privado alega dentro del plazo de 6 días la falsedad de
tal instrumento o falta de integridad o por carecer de fecha cierta.

Frente a esta oposición se genera un incidente que se tramitará conforme a las reglas
generales. Terminado este incidente y según los antecedentes que se hayan producido
en esta situación, el tribunal puede dar por reconocido este instrumento o estimar que
no se le reconoce para estos efectos.

En este incidente que se genera a raíz de la objeción son admisibles como medios de
prueba, según el artículo 355: el cotejo de letras y aquellas que las leyes autoricen para
la prueba de fraude.

b) Instrumentos privados emanados de terceros. Si el instrumento emana de un tercero


ajeno al juicio, deberá tenerse por acompañado con citación; por lo tanto, la parte
contraria tiene un plazo de 3 días para impugnarlo. Es necesario que este tercero
atestigüe en juicio sobre el documento acompañado a fin de que reconozca su
autenticidad.

c) Impugnación de los instrumentos privados. El instrumento privado puede ser


impugnado u objetado por falta de autenticidad, falta de integridad o por carecer de
fecha cierta.

 Por falta de autenticidad: cuando se señala que ese documento no emana de la o las
partes que aparecen suscribiéndolo.

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 Por falta de integridad: cuando el documento contemple la ausencia de todo o parte de
su texto.

 Por carecer de fecha cierta: cuando hay incertidumbre de la fecha en que efectivamente
se suscribió, salvo que esté protocolizado.

Prueba testimonial

La prueba testimonial es un medio de prueba, acto procesal, que consiste en la declaración


que bajo juramento y en las condiciones que señala la ley hacen o formulan en el juicio
terceros no interesados (personas naturales) que tienen conocimiento de los hechos
controvertidos en el pleito.

El testigo es un tercero ajeno al juicio; es una persona natural con capacidad suficiente,
distinto a las partes de la relación procesal, llamado a prestar declaración ante el juez o
tribunal respecto de hechos que en forma circunstancial conoce, o que en razón de su
actividad, profesión u oficio deduce de su percepción.

Son personas extrañas al pleito que exponen sobre hechos controvertidos.

Reglas aplicables a la prueba testifical

En el C.C encontramos los artículos 1708, 1709, 1710 y 1711, que indican cuándo procede
esta prueba testimonial.

a) El artículo 1708 dispone que no se admitirá prueba de testigos respecto de una


obligación que haya debido consignarse por escrito.

b) El artículo 1709 dispone que deberán constar por escritos los actos o contratos que
contienen la entrega o promesa de una cosa que valga más de 2 unidades tributarias.

No será admisible la prueba de testigos en cuanto adicionare o altere de modo alguno lo


que se exprese en el acto o contrato, ni sobre lo que se alegue haber dicho antes, o al
tiempo o después de su otorgamiento, aun cuando en algunas de estas adiciones o
modificaciones se trate de una cosa cuyo valor no alcance a la referida suma.

No se incluirán en esta suma los frutos, intereses u otros accesorios de la especie o


cantidad debida.

c) De acuerdo con el artículo 1710, al que demanda una cosa de más de dos unidades
tributarias de valor no se le admitirá la prueba de testigos, aunque limite a ese valor la
demanda.

Tampoco es admisible la prueba de testigos en las demandas de menos de dos unidades


tributarias, cuando se declara que lo que se demanda es parte o resto de un crédito que
debió ser consignado por escrito y no lo fue.

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d) Exceptúanse, señala el artículo 1711, de lo dispuesto anteriormente los casos en que
haya un principio de prueba por escrito, es decir, un acto escrito del demandado o de su
representante, que haga verosímil el hecho litigioso.

Así un pagaré de más de dos unidades tributarias en que se ha comprado una cosa que
ha de entregarse al deudor, no hará plena prueba de la deuda porque no certifica la
entrega; pero es un principio de prueba para que por medio de testigos se supla esta
circunstancia.

Exceptúanse también los casos en que haya sido imposible obtener una prueba escrita, y
los demás expresamente exceptuados en este Código y en los Códigos especiales.

El C.P.C señala las condiciones que deben reunir las personas que van a concurrir a
deponer, así como la forma o manera en que deben prestar su declaración.

Clasificaciones

Considerando la forma como conocen los hechos, pueden ser:

- Testigo presencial o de vista, aquellos que relatan los hechos percibidos por sus propios
sentidos.
- Testigo de oída, aquellos que narran hechos conocidos por el dicho de otras personas.
- Testigo instrumentos, aquellos que han concurrido al otorgamiento de un instrumento
público o privado.

La importancia de esta clasificación es por el valor probatorio.

Según las circunstancias del hecho pueden ser:

 Testigos singulares: son los que coinciden en el hecho fundamental sobre el cual
deponen, difiriendo en las circunstancias accesorias del hecho.

 Testigos contestes: son aquéllos cuyas declaraciones coinciden plenamente en su


objetivo y en los antecedentes que los rodean o acceden a él. Están de acuerdo en el
hecho y en las circunstancias accidentales.

Oportunidad para rendir esta prueba


Esta prueba puede ser producida en primera instancia y únicamente dentro del término
probatorio. Pero también puede producirse en forma excepcional en segunda instancia
(artículo 207). El tribunal podrá pedir como medida para mejor resolver la recepción de la
prueba testimonial sobre hechos que no figuran en la prueba rendida en autos, siempre que
la prueba testimonial no se haya podido rendir en primera instancia y que tales hechos sean
considerados por el tribunal como estrictamente necesarios para la acertada resolución del
juicio.

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Iniciativa

En lo que respecta a la iniciativa de la producción de esta prueba generalmente ella se


produce a iniciativa de las partes. La parte que quisiera valerse de la prueba de testigos
debe hacerlo desde la primera notificación de la resolución que recibe la causa a prueba
hasta el quinto día de la última notificación.

La oportunidad para presentar la minuta de puntos de prueba y la lista de testigos se amplió,


estableciéndose como plazo el lapso que media entre la primera notificación de la
resolución que recibe la causa a prueba y el quinto día contado desde la última notificación
del mismo. Si se ha pedido reposición, la prueba testimonial debe solicitarse dentro de los
cinco días siguientes a la notificación por el estado diario de la resolución que se pronunció
sobre la última reposición.

Se presenta la lista de testigos y deben presentar las minutas de puntos de prueba (artículo
320). En caso de haberse interpuesto reposición y ya se hubiere presentado la minuta de
puntos de prueba y la lista de testigos, no es necesario presentar nuevamente la minuta y
lista, a menos que la reposición sea acogida y la parte respectiva estime pertinente
modificarlas.

También puede producirse esta prueba oficiosamente por el tribunal como medida para
mejor resolver (artículo 159 y 207).

Capacidad para ser testigos

Para testificar en juicio es capaz toda persona que la ley no declare inhabilitada. La regla
general es la habilidad para declarar en juicio (artículo 356) y la excepción la inhabilidad
entendiendo por tal el impedimento que obsta total o parcialmente para que una persona
declare como testigo. Estas inhabilidades pueden ser absolutas o relativas.

Inhabilidades absolutas (artículo 357)

Estas inhabilidades son absolutas pues la persona afectada por ellas no puede declarar en
ningun juicio.

Las inhabilidades absolutas pueden tener su origen en razón de faltar la capacidad física o
intelectual para captar el hecho controvertido, como los casos de los Nº 1 a 5 del artículo
357 o pueden fundarse en razón de carencia de probidad, causales señaladas en los Nº 6 al 9
del mismo precepto.

No son hábiles para declarar como testigos:

1) Los menores de catorce años. Podrán, sin embargo, aceptarse sus declaraciones sin
previo juramento y estimarse como base para una presunción judicial, cuando tengan
discernimiento suficiente.

2) Los que se hallen en interdicción por causa de demencia.


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3) Los que al tiempo de declarar, o al de verificarse los hechos sobre que declaran, se
hallen privados de la razón, por ebriedad u otra causa.

4) Los que carezcan del sentido necesario para percibir los hechos declarados al tiempo
de verificarse éstos.

5) Los sordos o sordomudos que no puedan darse a entender claramente.

6) Los que en el mismo juicio hayan sido cohechados, o hayan cohechado o intentado
cohechar a otros, aun cuando no se les haya procesado criminalmente.

7) Los vagos sin ocupación u oficio conocido.

8) Los que en concepto del tribunal sean indignos de fe por haber sido condenados por
delito.

9) Los que hagan profesión de testificar en juicio.

Inhabilidades relativas (artículo 358)

En cuanto a las inhabilidades relativas, obedecen a la razón de faltar la imparcialidad


necesaria.

Son también inhábiles para declarar:

1) El cónyuge y los parientes hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de


afinidad de la parte que los presenta como testigos (parentesco).

2) Los ascendientes, descendientes y hermanos, cuando haya reconocimiento del


parentesco que produzca efectos civiles respecto de la parte que solicite su declaración
(parentesco).

3) Los pupilos por sus guardadores y viceversa.

4) Los criados domésticos o dependientes de la parte que los presente. Se entenderá por
dependiente, para estos efectos, el que preste habitualmente servicios retribuidos al que
lo haya presentado por testigo, aunque no viva en su casa (vinculo de dependencia).

5) Los trabajadores y labradores dependientes de la persona que exige su testimonio


(vínculo de dependencia).

6) Los que a juicio del tribunal carezcan de la imparcialidad necesaria para declarar por
tener en el pleito interés directo o indirecto (existencia de un interés directo o indirecto
en el juicio).

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7) Los que tengan íntima amistad con la persona que los presenta o enemistad respecto de
la persona contra quien declaren. La amistad o enemistad deberán ser manifestadas por
hechos graves que el tribunal calificará según las circunstancias (a la amistad o
enemistad).

Las inhabilidades que se mencionan no podrán hacerse valer cuando la parte a cuyo favor
se hallan establecidas, presente como testigos a las mismas personas a quienes podrían
aplicarse dichas tachas.

Obligaciones de los testigos

Esta persona llamada a ser testigo en un pleito tiene ciertas obligaciones que pueden
reducirse básicamente a tres:

- Obligación de comparecer a toda audiencia que el tribunal señale para rendir la prueba
de testigos.

- Obligación de declarar, excepto los casos en que la ley exime al testigo de esta
obligación.

- Obligación de prestar juramento y decir la verdad.

a) Obligación de comparecer.

Toda persona, cualquiera sea su estado o profesión está obligada a concurrir a la audiencia
que el tribunal señale para los fines de recibir su declaración. Sin embargo, cuando se exige
la comparecencia de un testigo a sabiendas que su testimonio es inútil, el tribunal puede
imponer a la parte que solicitó esto una multa.

No están sujetas a esta obligación aquellas personas que señala el artículo 361 del C.P.C,
quienes pueden declarar en el domicilio que fijen en el territorio jurisdiccional del tribunal.
Así no están obligados a concurrir:

1) El Presidente de la República, los Ministros de Estado, los Senadores y Diputados, los


Subsecretarios; los Intendentes Regionales, los Gobernadores y los Alcaldes, dentro del
territorio de su jurisdicción; los jefes superiores de Servicios, los miembros de la Corte
Suprema o de alguna Corte de Apelaciones, los Fiscales Judiciales de estos tribunales,
los Jueces Letrados, el Fiscal Nacional y los fiscales regionales; los Oficiales Generales
en servicio activo o en retiro, los Oficiales Superiores y los Oficiales Jefes; el
Arzobispo y los Obispos, los Vicarios Generales, los Provisores, los Vicarios y
Provicarios Capitulares; y los Párrocos, dentro del territorio de la parroquia a su cargo.
2) Las personas (chilenas o extranjeras) que gozan en el país inmunidades diplomáticas.

3) Los religiosos, incluso los novicios.

4) Las mujeres, siempre que por su estado o posición no puedan concurrir sin grave
molestia.
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5) Los que por enfermedad u otro impedimento, calificado por el Tribunal, se hallen en la
imposibilidad de hacerlo.

Hay otras personas que se eximen de esta obligación, entre ellas: a) Director General de
Aguas (artículo 302 del Código de Aguas), y b) Los Rectores de Universidades.

Nótese que las personas mencionadas en el artículo 361 no están obligadas a concurrir a la
audiencia, pero sí tienen la obligación de declarar: dentro del tercer día hábil a su
notificación, propondrán al tribunal el lugar (tiene que ser un domicilio dentro del territorio
jurisdiccional del tribunal) y la fecha dentro del término probatorio para la realización de la
audiencia respectiva.

Los agentes diplomáticos declaran por informe (artículo 362).

b) Obligación de declarar.

Toda persona, cualquiera sea su profesión está obligada a declarar (artículo 359 inciso 1).
Sin embargo, no están obligados a declarar aquellas personas que indica el artículo 360, aun
cuando sí están obligadas a concurrir a la citación que les hace el tribunal.

El artículo 360 no es taxativo sino simplemente ejemplar, las razones son: 1) secreto
profesional. 2) relaciones de parentesco. 3) honor de las personas y responsabilidad penal.

Se reconoce el secreto profesional sólo en la medida que los hechos se hayan comunicado
confidencialmente con ocasión de su estado, profesión u oficio.

No están obligado a declarar:

1) Los eclesiásticos, abogados, escribanos, procuradores, médicos y matronas, sobre


hechos que se les hayan comunicado confidencialmente con ocasión de su estado,
profesión u oficio.

2) Las personas expresadas en los números 1, 2 y 3 del artículo 358.

3) Los que son interrogados acerca de hechos que afecten el honor del testigo o de las
personas mencionadas en el número anterior, o que importen un delito de que pueda ser
criminalmente responsable el declarante o cualquiera de las personas referidas.

c) Obligación de prestar juramento y decir la verdad.

Según el artículo 363, antes de examinarse al testigo éste debe prestar juramento al tenor de
la fórmula que señala esa disposición. Si no presta juramento su declaración no tiene valor.

A estos testigos, y siempre que lo soliciten alguna de las partes, el tribunal mandará que se
les cite en la forma establecida en el artículo 56, vale decir por cédula o personalmente y en

63
esta citación se indicará el juicio en que deben prestar declaración, el día y la hora en que
deberán comparecer. Esta citación se hace a través de un receptor.

Si este testigo legalmente citado no comparece a la audiencia respectiva o compareciendo


se niega a declarar, puede ser objeto de sanción (artículos 380 inciso 2 y 3). Estas sanciones
pueden ser apercibimientos, toda vez que legalmente citado no comparece puede ser
compelido a través de la fuerza pública a presentarse ante el Tribunal, a menos que
justifique la imposibilidad de venir. Pero si comparece y se niega a declarar sin causa justa
se puede arrestar hasta que preste declaración. Puede también afectarle una sanción penal
que le señala el artículo 494 Nº 12 al testigo rebelde que es una pena de prisión en su grado
medio a máximo o multa.

Si el testigo para concurrir al tribunal incurre en gastos, tiene derecho a reclamar de aquella
persona que lo ha presentado como tal el pago de los gastos que tuvo que hacer por esa
diligencia. Debe cobrarlo dentro de los 20 días que presentó la declaración si no hay
acuerdo en su monto lo fijará el tribunal sin forma de juicio, es decir, de plano y sin ulterior
recurso (artículo 381).

Número de testigos que pueden declarar sobre cada hecho controvertido

De acuerdo al artículo 372, pueden declarar solamente en juicio hasta 6 testigos por cada
parte y sobre cada uno de los hechos que deban acreditarse. Se van a examinar únicamente
aquellos testigos que figuren en la lista que ha presentado la parte. Sin embargo, puede
admitirse la declaración de otros testigos en casos muy calificados y jurando que no tuvo
conocimiento de ello al tiempo de formar la nómina de testigos.

De acuerdo a la práctica en algunos tribunales de nuestro país no son 6 testigos en total,


sino que sólo se admitirán 6 testigos por cada hecho de prueba. Por ejemplo, si son 10
hechos de prueba pueden declarar hasta 60 testigos; pero uno puede presentar en la lista
todos los que uno quiera. La parte que presenta su testigo debe saber sobre qué hecho lo va
a hacer declarar y puede declarar por más de un punto. La parte que desee rendir prueba de
testigos tiene que presentar una lista con todos los requisitos del artículo 320 y la minuta de
puntos de prueba al tenor de la cual declaran los testigos y dentro de los plazos que
establece el legislador.

Ante quien se rinde

Esta prueba de testigos en el juicio ordinario se rinde ante un receptor judicial (ministro de
fe) no ante el secretario del tribunal que conoce de la causa. Son interrogados
personalmente por el juez (inmediación), si es colegiado por uno de los ministros en
presencia de las partes y de sus abogados, si concurren al acto.

Si el testigo que debe prestar su dicho reside fuera del territorio jurisdiccional en que se
sigue el juicio, será examinado por el tribunal que corresponde a quien se le va a remitir
copias de los puntos de prueba fijados a través del exhorto.

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En la práctica los jueces por regla general no interrogan a los testigos siendo el propio
receptor judicial quien efectúa las preguntas pertinentes a los testigos.

Forma como se rinde

Las preguntas que se le formulen al testigo deben ser efectuadas por conducto del juez o
ministro de fe (receptor judicial) y deben versar sobre los datos necesarios para establecer si
existen causales que inhabiliten al testigo para declarar en juicio (artículo 365), y sobre los
puntos de prueba que se han fijado. Podrá también el Tribunal exigir que los testigos
rectifiquen, esclarezcan o precisen las aseveraciones (artículo 366).

Además cada parte tiene derecho para dirigir por conducto del juez las interrogaciones que
estime conducentes con el fin de establecer causales de inhabilidad y también con el fin de
que los testigos rectifiquen, esclarezcan y precisen los hechos sobre los cuales declaren.

Si entre las partes se produce un desacuerdo acerca de la pertinencia, procedencia de las


preguntas que se le dirigen al testigo, es el tribunal el llamado a resolver.

Los testigos frente a este interrogatorio deben responder de una manera clara y precisa y no
se les permite llevar su declaración escrita.

Esta declaración en un solo acto que no puede interrumpirse sino por causas graves y
urgentes.

Las declaraciones del testigo se consignan por escrito y deben conservarse, en cuanto sea
posible, las expresiones que él haya utilizado reducidas al menor número de palabras. Estas
declaraciones una vez terminada la sesión de prueba pertinente, son leídas por el receptor
en voz alta y ratificada por el testigo, esta acta la firma el juez, el declarante si sabe hacerlo
y la parte, así también los abogados presentes y se autoriza el acta por el receptor.

En todo caso los testigos de cada parte se examinan en forma separada y sucesiva,
comenzándose por los testigos de la parte demandante y estos testigos no pueden presenciar
las declaraciones de los otros.

Si el testigo no supiere el idioma castellano, será examinado por medio de un intérprete


mayor de dieciocho años, quien prometerá bajo juramento desempeñar bien y fielmente el
cargo. Por conducto del intérprete se interrogará al testigo y recibirán sus contestaciones,
las cuales serán consignadas en idioma del testigo, si éste no entendiere absolutamente
castellano. En tal caso, se pondrá al pie de la declaración traducción que de ella haga el
intérprete.

Si el testigo fuere sordo, las preguntas le serán dirigidos por escrito; y si fuere mudo, dará
por escrito sus contestaciones.
Si no fuere posible proceder de esta manera, la declaración del testigo será recibida por
intermedio de una o más personas que puedan entenderse con él por medio de la lengua de
señas, por signos, o que comprendan a los sordos o sordomudos. Estas personas prestarán
previamente el juramento respectivo (artículo 382).
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Las tachas

Son los medios legales para hacer efectiva la inhabilidades absolutas o relativas. Estas
deben oponerse antes de que preste declaración el testigo, no importa que éstos ya hubieren
jurado. Pero en el caso del artículo 372, es decir cuando se admiten a declarar testigos que
no figuran en la nómina, pueden ser tachados dentro de los 3 días subsiguientes al examen
de esos testigos.

Sólo se admiten las tachas que se funden en alguna de las inhabilidades que indican los
artículos 357 y 358, pero estas tachas deben expresarse con la claridad y especificación
necesaria para que puedan ser fácilmente comprendidas. Tachado este testigo, él puede ser
reemplazado por otro que la parte haya presentado y que figure en la nómina de testigos.

Hay que tener en cuenta que las tachas que se oponen no impiden el examen de testigos,
pero el tribunal puede repeler de oficio aquellos que notoriamente aparezcan comprendidos
en algunas de las causales del artículo 357.

El tribunal, si lo estima necesario para resolver este litigio, puede recibir las tachas a prueba
y éstas se rendirán dentro del término probatorio concedido para la cuestión principal (20
días), pero si este término está vencido o no es suficiente, lo que resta de él para recibir esta
prueba se le ampliará para el solo efecto de recibir esta prueba hasta por diez días (artículo
376).

A esta prueba de tachas, según el artículo 377, se le aplican las disposiciones que
reglamentan la prueba de la cuestión principal. Es posible que a estos testigos que van a
deponer sobre la tacha también se le cuestione su habilidad, así estamos en presencia de lo
que se llama la tacha de tachas.

Por ende, ésta se define como la inhabilidad que se hace valer contra el testigo que va a
declarar sobre las tachas deducidas. Pero esta tacha de tachas tiene un límite, y es que en
ella no se admite prueba de testigos para acreditar las inhabilidades que se hagan valer
contra los que declaran sobre las tachas.

En todo caso las resoluciones que ordenan recibir prueba sobre las tachas opuestas son
inapelables.

La legalidad de las tachas y su comprobación las aprecia y resuelve el juez en la sentencia


definitiva.

Valor probatorio de la prueba testimonial

Para determinarlo hay que distinguir entre:


- Testigo menor de 14 años. Cuando declaran, lo hacen sin previo juramento y se estima
su declaración, por el tribunal, como base para una presunción judicial.

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- Testigos de oídas. Según el artículo 383, los testimonios de oídas, esto es, de testigos
que relatan hechos que no han percibido por sus propios sentidos y que sólo conocen
por el dicho de otras personas, únicamente podrán estimarse como base de una
presunción judicial. Sin embargo, es válido el testimonio de oídas cuando el testigo se
refiere a lo que oyó decir a alguna de las partes, en cuanto de este modo se explica o
esclarece el hecho de que se trata.

- Testigo presencial. Es el artículo 384 el que da seis reglas acerca de su valor probatorio.

Los tribunales apreciarán la fuerza probatoria de las declaraciones de los testigos conforme
a las reglas siguientes:

1) La declaración de un testigo imparcial y verídico constituye una presunción judicial


cuyo mérito probatorio será apreciado en conformidad al artículo 426 del C.P.C
(gravedad y precisión).

2) La de dos o más testigos contestes en el hecho y en sus circunstancias esenciales, sin


tacha, legalmente examinados y que den razón de sus dichos, podrá constituir prueba
plena cuando no haya sido desvirtuada por otra prueba en contrario.

3) Cuando las declaraciones de los testigos de una parte sean contradictorias con las de los
testigos de la otra, tendrán por cierto lo que declaren aquellos que, aun siendo en menor
número, parezca que dicen la verdad por estar mejor instruidos de los hechos, o por ser
de mejor fama, más imparciales y verídicos, o por hallarse más conformes en sus
declaraciones con otras pruebas del proceso.

4) Cuando los testigos de una y otra parte reúnan iguales condiciones de ciencia, de
imparcialidad y de veracidad, tendrán por cierto lo que declare el mayor número.

5) Cuando los testigos de una y otra parte sean iguales en circunstancia y en número, de tal
modo que la sana razón no pueda inclinarse a dar más crédito a los unos que a los otros,
tendrán igualmente por no probado el hecho.

6) Cuando sean contradictorias las declaraciones de los testigos de una misma parte, las
que favorezcan a la parte contraria se considerarán presentadas por ésta, apreciándose el
mérito probatorio de todas ellas en conformidad a las reglas precedentes.

La confesión en juicio

La confesión es el reconocimiento que una de las partes del juicio hace de la verdad de un
hecho que puede producir en su contra consecuencias jurídicas. Por medio de ella una de
las partes reconoce o declara sobre la efectividad de un hecho que sirve de fundamento a las
peticiones de la contraria. Es una declaración expresa porque en principio el silencio de la
parte no implica reconocimiento de los hechos alegados por la contraria.
Fuera de esta confesión, medio de prueba, también existe y se reglamenta por el legislador
la confesión como medio preparatorio de la vía ejecutiva para aquellas situaciones en que el

67
acreedor carece de un título ejecutivo, pero ésta no tiene nada que ver con la que
analizaremos ahora (artículo 435).

Hay también otras formas de obtener una confesión, así sucede cuando ella se solicita en el
carácter de una medida prejudicial (artículo 273 Nº1). También puede investir la forma de
una medida para mejor resolver, donde la confesión es provocada por el tribunal y no por la
otra parte (artículo 159 Nº2).

Admisibilidad de este medio probatorio

La regla general es que procede en todo caso salvo las excepciones que el legislador
contempla.

Requisitos de la confesión

Para que la confesión pueda tener eficacia se requiere la concurrencia de los siguientes
requisitos:

- Debe existir capacidad en el confesante. Sólo puede confesar válidamente quien tiene
capacidad para actuar personalmente en el juicio sin el ministerio o autorización de
otro. Si es incapaz para actuar en juicio, deberá confesar su representante legal dentro
de las facultades que señala la ley. De ahí que sólo puede confesar el que es capaz de
contratar (de obligarse).

Si se trata de un absolutamente incapaz, su confesión no produce efecto alguno, será su


representante el llamado a confesar.

Si se trata de un menor adulto también debe confesar su representante, sin embargo, si


ese menor adulto ejerce una actividad comercial o tiene peculio profesional, es capaz
para confesar por sí mismo y obligar por ende sus propios bienes que quedan
comprendidos en este peculio o actividad comercial.

Si se trata de un disipador declarado en interdicción, presta la confesión su


representante legal que es el curador.

Por las personas jurídicas confesará su representante legal.

- Debe recaer sobre hechos del juicio. Así lo establece el artículo 385 al señalar que todo
litigante está obligado a declarar bajo juramento, contestada que sea la demanda sobre
hecho pertenecientes al mismo juicio (controvertidos).

- Debe ser voluntaria. Significa que la voluntad del confesante debe estar exenta de todo
vicio. Si existiere fuerza o dolo en dicha prueba, se podrá reclamar la nulidad procesal.

- Que no esté prohibida. Sin embargo, no son suficientes los requisitos enunciados
anteriormente, porque el legislador en diversas normas ha expresado que la confesión
no basta para probar ciertos hechos o bien, no es medio de prueba hábil en un
68
procedimiento o juicio. Así ocurre por ejemplo en el artículo 157 del C.C, en el juicio
de separación de bienes por el mal estado de los negocios del marido, la confesión de
éste no hace prueba. En el artículo 1739 del C.C la confesión de uno, o ambos
cónyuges, no se estima suficiente prueba para desacreditar que los bienes que se
encuentran en su poder durante la sociedad conyugal o en el momento de su disolución,
son de la sociedad conyugal. En el artículo 2485 del C.C, ubicado dentro de las normas
de prelación de crédito: la confesión de alguno de los cónyuges, del padre o madre que
ejerza la patria potestad, o del tutor o curador fallidos, no hará prueba por sí sola contra
los acreedores.

Clasificaciones

Como medio de prueba se puede clasificar de diferentes puntos de vista:

- Considerando ante quien se presta la confesión:

a. Confesión judicial es la que se presta ante el tribunal que está conociendo de la causa en
términos generales. Puede ser espontánea o provocada, y ésta última a su vez puede ser
expresa o tácita.

 Confesión judicial espontánea es la que se presta voluntariamente.

 Confesión judicial provocada es la que se produce a requerimiento de la parte contraria


o del propio tribunal y ciñéndose al procedimiento que indica la ley. Confesión
provocada judicial expresa cuando se produce en términos formales y explícitos.
Confesión provocada judicial tácita se dará en aquellos casos en que la ley autoriza al
juez para tener por confesado un hecho, no obstante no existir un reconocimiento
expreso en la medida que concurran las circunstancias que la misma ley señala.

b. Confesión extrajudicial es aquella que se efectúa fuera de todo juicio en presencia de la


parte que la invoca o un tercero como también aquella que se presta ante un tribunal
incompetente. La confesión extrajudicial puede ser verbal o escrita.

- Atendiendo a su naturaleza se puede clasificar en:

a. Pura y simple es aquella en que se reconoce un hecho sin agregar ninguna circunstancia
que restrinja o modifique sus efectos.

b. Calificada es aquella cuando el confesante reconoce el hecho pero le atribuye una


distinta significación jurídica que restringe o modifica sus efectos.

c. Compleja es aquella en que el confesante reconoce el hecho, pero agrega otros u otros
hechos destinados a destruir los efectos del hecho confesado.

- Según los efectos que produce:


a. Confesión divisible.

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b. Confesión indivisible (según si puede o no dividirse el hecho material de la confesión).

De acuerdo con el artículo 401, en general el mérito de la confesión no puede dividirse en


perjuicio del confesante.

Podrá, sin embargo, dividirse:

1) Siempre que comprenda hechos diversos enteramente desligados entre sí.

2) Cuando, comprendiendo varios hechos ligados entre sí o que se modifiquen los unos a
los otros, el contendor justifique con algún medio legal de prueba la falsedad de las
circunstancias que, según el confesante, modifican o alteran el hecho confesado.

La confesión judicial

Para que estemos en presencia de ella es menester que se preste ante el tribunal que conoce
de la causa o bien ante el tribunal exhortado. Debe prestarse ante el tribunal que está
conociendo del juicio y no llevarse a cabo ante cualquier juez, porque la que se presta ante
un tribunal incompetente o diferente es una confesión extrajudicial.

Según la ley va a ser confesión judicial la que se preste ante el tribunal que está conociendo
de la causa y va a ser extrajudicial la que se preste ante otro tribunal (artículo 398).

Para que estemos ante la confesión judicial es necesario que se preste ante el tribunal que
esté conociendo actualmente de la causa. Pero también tendrá este carácter aquella que se
dé ante otro tribunal por delegación de competencia, si el litigante que llega a confesar se
encuentra fuera del territorio jurisdiccional del tribunal que conoce de la causa (artículos
388 inciso final y 397 inciso 2).

También es confesión judicial aquella que se presta ante el respectivo agente consular
chileno, si la parte cuya confesión se pretende, ha salido del territorio de la República
(artículo 397).

Clasificaciones

La confesión judicial puede ser espontánea o provocada.

 Espontánea es la que se presta voluntariamente en el pleito, generalmente a través de


los escritos que presentan las partes.

 Provocada es la que presta un litigante a requerimiento de la contraparte o del tribunal


cuando éste la decrete como medida para mejor resolver. A esta confesión provocada se
la llama absolución de posiciones, entendiendo por tal el procedimiento que contempla
el C.P.C para obtener la confesión provocada en juicio.

Absolución de posiciones

70
Son las preguntas que una parte formula a la contraparte, para que las conteste bajo
juramento, y que se refieren a hechos controvertidos en el pleito.

Estas preguntas deben cumplir ciertas exigencias (artículo 386). Desde luego los hechos
sobre los cuales se exige la confesión deben ser expresados en términos claros y precisos
para ser entendidos sin dificultad. Este interrogatorio puede revestir dos formas: 1) asertiva
o afirmativa, y 2) interrogativa3.

Un hecho expresado en forma asertiva, implica que la parte que requiere la confesión,
afirma ese hecho para que sea confesado. Por ejemplo, diga cómo es efectivo que a usted el
demandante le prestó $100.000.

El mismo hecho, planteado en forma interrogativa, dirá ¿es efectivo que a usted el
demandante le presto $100.000?.

Además estas posiciones deben referirse a hechos que sean objeto del debate de la cuestión
controvertida.

Se precisa que estas preguntas sean expuestas por uno de los litigantes a su contendor
(artículo 386).

Oportunidad

Esta confesión en cuanto a la oportunidad en que puede solicitarse, según el artículo 385
puede impetrarse contestada que sea la demanda, en cualquier estado del juicio y sin que
por la solicitud de ella se suspenda el procedimiento, hasta el vencimiento del término
probatorio en primera instancia, y hasta antes de la vista de la causa en segunda.

Ante quien se efectúa

Esta absolución de posiciones se efectúa ante el tribunal que está conociendo de la causa,
de acuerdo al artículo 388 el tribunal puede cometer al secretario del tribunal o a otro
ministro de fe esta diligencia (artículo 385). Todo lo anterior a menos que en la solicitud se
señale que se rinda ante el tribunal. Actúa como ministro de fe en la recepción de esta
prueba un receptor judicial.

Si el litigante se encuentra fuera del territorio del tribunal esa confesión va a ser tomada por
el tribunal competente a través de un exhorto (artículo 388); y si está fuera del territorio
nacional, se tomará por el agente diplomático por medio de un exhorto internacional
(artículo 397 inciso 2).

Si estas personas están fuera del territorio asiento del tribunal donde se sigue la causa, se va
a cometer otra diligencia por el juez competente de la residencia actual del litigante, y este

3
La forma en que se expresan los hechos a confesar, tiene una importancia fundamental para el caso que el
absolvente no concurra.

71
juez exhortado podrá practicar la diligencia por sí mismo o podrá entregarla al secretario
del tribunal (artículo 389).

En los tribunales colegiados el cumplimiento de esta diligencia se comisiona a alguno de


los ministros o también se puede encargar al secretario del tribunal.

Como se pide la confesión

La parte que la pide debe presentar un escrito al tribunal pidiéndole que se cite a la
contraria para absolver posiciones en el día y hora que el tribunal señale. Junto a esta
solicitud debe acompañar el pliego de posiciones, en un sobre debidamente cerrado e
individualizado con los datos del juicio (tribunal, partes, rol de la causa), éste se mantendrá
en reserva mientras no se contesten por el absolvente.

Presentado este escrito y pliego de posiciones, el tribunal lo provee citando a la parte para
el día y hora que señala, esta resolución se notifica por cédula, porque se cita a la
comparecencia personal de una de las partes. Si el absolvente cuenta con mandatario
judicial, debe ser éste quien sea notificado por cédula.

Hay ciertas personas que no están obligadas a comparecer el tribunal a absolver estas
posiciones. De acuerdo el artículo 389, están exentos de comparecer ante el tribunal a
prestar la declaración de que tratan los artículos precedentes:

1) El Presidente de la República, los Ministros de Estado, los Senadores y Diputados, los


Intendentes dentro de la región en que ejercen sus funciones; los miembros de la Corte
Suprema o de alguna Corte de Apelaciones, los Fiscales Judiciales de estos tribunales,
el Fiscal Nacional y los fiscales regionales, el Arzobispo, los Obispos, los Vicarios
Generales, los Provisores y los Vicarios y Provicarios Capitulares.

2) Los que por enfermedad o por cualquier otro impedimento calificado por el tribunal se
hallen en imposibilidad de comparecer a la audiencia en que hayan de prestar la
declaración.

3) Las mujeres, en caso que el tribunal estime prudente eximirlas de esta asistencia.

Esta absolución de posición según el artículo 385 inciso 2 parte final puede pedirse hasta
por dos veces en primera instancia y una vez en segunda. Con todo si se alegan hechos
nuevos durante el desarrollo de la litis puede exigirse una vez más.

Una vez que el absolvente es notificado legalmente de resolución del Tribunal en que se
fija el día y la hora en que debe comparecer puede asumir dos actitudes:

- Concurrir el día y hora señalados.

Si concurre debe prestar su confesión pero antes de interrogársele deberá prestar juramento
de decir verdad (artículo 363). La declaración que presta el absolvente debe hacerse

72
inmediatamente en palabras y en términos claros y precisos. Si es sordomudo podrá escribir
su confesión delante del tribunal o del ministro de fe encargado de recibirla (artículo 391).

Si se trata de hechos personales debe prestarla afirmándolos o negándolos. Sin embargo el


tribunal puede admitir la excusa de olvido de los hechos, en casos calificados en la medida
que esta excusa se funda en circunstancias verosímiles o notoriamente aceptables (artículo
391). En todo caso el confesante podrá añadir las circunstancias necesarias para la recta y
cabal inteligencia, de lo declarado.

Todo litigante puede presenciar la declaración de su contendor y formular al tribunal las


observaciones que él estime oportunas que aclare, explique o amplíe las preguntas que han
de dirigírsele, incluso puede solicitar que se repita la declaración si en las respuestas dadas
hay algún punto oscuro o dudoso que aclarar (artículo 392).

Estas declaraciones deben consignarse por escrito. Después de leerse en voz alta por el
receptor que es el ministro de fe encargado de intervenir en la recepción de esta prueba, ella
debe ser firmada por el absolvente si es que sabe, sino pondrá su dedo, por el juez de la
causa, u otro ministro de fe a quien el juez haya cometido esta diligencia, también lo
firmará el receptor autorizando lo obrado (artículo 395).

- No concurre.

Si este litigante legalmente citado no concurre se le volverá a citar bajo los apercibimientos
que se señalan en los artículos 394 y 395 (artículo 393).

Si el litigante no comparece al segundo llamado o si compareciendo se niega a declarar o da


respuestas evasivas se le va a dar por confeso, a petición de parte, en todos aquellos hechos
que estén categóricamente afirmados en el escrito en que se pidió la declaración. En este
caso se produce la confesión tácita. No en aquellas posiciones que se expresan
interrogativamente.

Si estos hechos no están categóricamente afirmados, pueden los tribunales imponerle al


litigante rebelde una multa o bien arresto hasta por 30 días, sin perjuicio de exigírsele la
declaración. Si la otra parte lo solicita, podrá también suspenderse el pronunciamiento de la
sentencia hasta que la confesión se preste.

Como se indicó anteriormente, la forma de redactar las preguntas cobra capital importancia
para el caso que el absolvente no comparezca.

En el primer caso señalado, se trate de hechos formulados en forma asertiva; y, en el


segundo, de hechos planteados en forma interrogativa.

Este absolvente puede solicitar un plazo razonable para consultar sus documentos antes de
responder y puede otorgársele siempre que haya un fundamento plausible y el tribunal lo
estime indispensable o bien el contendor consienta en ello (artículo 394 inciso final). En
todo caso la resolución del tribunal que concede este plazo es inapelable.

73
Qué sucede cuando en el juicio hay un procurador constituido
Hay una situación especial para diligenciar la confesión cuando se litiga mediante
procurador. Pueden presentarse dos situaciones:

a. De acuerdo con el artículo 396, podrá exigirse confesión al procurador de la parte sobre
hechos personales de él mismo en el juicio aun cuando no tenga poder para absolver
posiciones.

b. El procurador es obligado a hacer comparecer a su mandante para absolver posiciones


en el termino razonable que el tribunal designe y bajo el apercibimiento indicado en el
artículo 394.

La comparecencia se verificará ante el tribunal de la causa si la parte se encuentra en el


lugar del juicio; en el caso contrario, ante el juez competente del territorio jurisdiccional
en que resida o ante el respectiva agente diplomático o consular chileno, si ha salido del
territorio de la República (artículo 397).

Confesión extrajudicial

Es aquella que se presta fuera del juicio en actual tramitación. Según el artículo 398, tiene
este carácter la confesión que se presta fuera de todo juicio, la que se presta ante Tribunal
incompetente pero que ejerce jurisdicción y la que se presta en otro juicio diverso.

Como se acredita esta confesión: para saberlo hay que recordar que ésta puede ser verbal o
escrita. Si es verbal, se va a transformar en una prueba testifical; si es escrita, se va a
convertir en una prueba instrumental.

Valor probatorio de la confesión

Para precisarlo hay que distinguir entre confesión judicial y extrajudicial.

- Extrajudicial. Según el artículo 398, por regla general es sólo base de una presunción
judicial y no se va a tomar en cuenta si es puramente verbal, sino en los casos que sea
admisible la prueba de testigos.

Con todo hay algunos casos particulares en que esta confesión extrajudicial tiene valor
probatorio. Constituye presunción grave cuando es escrita y se ha prestado en presencia
de la parte que la invoca o ante un juez incompetente pero que ejerce jurisdicción o bien
en otro juicio diverso.

Además esta confesión puede constituir plena prueba cuando es prestada en un juicio
diverso seguido entre las mismas partes y existiendo motivos poderosos para estimarlo
así.

- Judicial. Tratándose de la confesión judicial también a este respecto se formula un


distingo: hay que ver si la confesión versa sobre hechos personales del confesante o si
no versa sobre éstos.
74
En el primero caso la confesión, sea expresa o tácita, constituye plena prueba. De
acuerdo con el artículo 1713 del C.C, salvo que se trate de actos o contratos que sólo
pueden probarse por su solemnidad u otros caos expresamente exceptuados por la ley,
como cuando se trata de derechos irrenunciables o asuntos de estado civil (artículo 1701
del C.C).

Si se trata de la confesión sobre hechos no personales del confesante también produce


plena prueba pero no por el artículo 1713 del C.C, sino en virtud del artículo 399 inciso
2. En este aspecto el C.P.C lleno un vacío del artículo 1713 del C.C que no contempla
esa posibilidad de que la confesión verse sobre hechos no personales del confesante.

Importancia de la distinción

La importancia radica en que, cuando la confesión se refiere a hechos personales del


confesante, no se recibe prueba alguna en contrario, salvo los casos de excepción, con
arreglo al artículo 402 del Código.

Cuando se trata de hechos no personales, la confesión puede desvirtuarse por otras pruebas.

Irrevocabilidad de la confesión

Una vez prestada la confesión es irrevocable, lo que significa que no se va a admitir prueba
alguna contra los hechos personales claramente confesados por el litigante en el juicio
(artículo 402).

Se define la irrevocabilidad como aquella situación que se presenta al confesante que bajo
juramento y en la forma especial que la ley procesal prescribe, ha aceptado la existencia del
hecho que lo perjudica, no pudiendo volver sobre sus declaraciones para dejarla sin efecto o
modificarla.

No obstante la regla del artículo 402 inciso 1, en el inciso 2 se indica que puede admitirse
prueba en contrario e incluso abrirse un término especial de prueba en la medida que el
tribunal lo estime necesario y ha expirado el término probatorio de la causa, cuando el
confesante alega para revocar su confesión que ha padecido de error de hecho y ofrezca
justificar esa circunstancia.

La misma norma se aplica a la confesión relativa a hechos no personales, sin perjuicio que
esa confesión puede desvirtuarse con otras pruebas sin alegar error de hecho.

Divisibilidad e indivisibilidad de la confesión

Por regla general, la confesión no puede fraccionarse en perjuicio del confesante. La parte
contraria debe aceptar este medio de prueba tanto en lo que la favorece como en lo que
perjudica. Esta característica constituye la indivisibilidad de la confesión, a ella se refiere el
artículo 401.

75
La indivisibilidad significa que el que quiera invocar como única prueba de la veracidad del
aserto la declaración del contrario debe invocarla en su integridad, sin que pueda utilizar sin
más lo que le parezca útil y rechazar sin más lo que le perjudique.

La ley se encarga de establecer ciertas excepciones a la indivisibilidad y para examinarlas


es necesario recurrir a aquella clasificación que hiciéramos de la confesión atendiendo a su
naturaleza, en que podría ser simple, compleja y calificada.

La confesión pura y simple: no hay modificaciones ni restricciones, por su naturaleza es


indivisible.

La confesión calificada que es el reconocimiento que el confesante hace de un hecho


controvertido pero agregándole una circunstancia que altera su situación jurídica. También
es indivisible.

La confesión compleja es el reconocimiento que del hecho controvertido hace uno de los
litigantes pero agregándole nuevos hechos que destruyen en todo o parte las circunstancias
jurídicas del hecho confesado. Esta confesión puede dividirse y a ella se refiere el artículo
401.

A esta confesión se refieren las excepciones del artículo 401, según el cual puede dividirse
la confesión.

En efecto, cuando la confesión compleja comprende dos hechos totalmente desligados entre
sí (confesión compleja de primera clase), esos hechos se dividen por sí solos, pues se trata
de dos confesiones prestadas en el mismo acto.

Por ejemplo, se confiesa debe $100.000 y el día de su recepción no se celebró otro contrato.
Aquí, se está confesando un hecho y, además, se está negando un hecho diferente.

Cuando la confesión compleja comprende la agregación de hechos ligados al reconocido


(confesión compleja de segunda clase), si la parte prueba que ellos no existen, la confesión
se divide en su beneficio.

Por ejemplo, Juan confiesa que recibió de José la suma de $100.000, pero, agrega que pagó
esa cantidad y nada adeuda. En este caso, José puede probar que no ha existido ese pago y
la confesión se dividirá en su beneficio, es decir, se tendrá por cierto que Juan recibió el
dinero y que no lo pagó, lo que aprovechará a José.

Inspección personal del tribunal (artículos 403 a 408 del C.C)

Es el examen que de la cosa litigiosa o del lugar del suceso realiza el tribunal con el objeto
de declarar la verdad de los hechos controvertidos o bien de dejar constancia de un hecho.

Casos en que procede

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En materia civil la inspección personal tiene lugar siempre que alguna de las partes lo pida
y el tribunal lo estime necesario (artículo 403). Procede cuando el tribunal lo decreta como
medida para mejor resolver (artículo 159 Nº3). Cuando la ley lo ordena expresamente en
ciertos tipos de procedimiento, así sucede, por ejemplo, tratándose del interdicto posesorio
de denuncia de obra ruinosa y también en ciertos interdictos especiales (artículo 577).

Esta inspección puede verificarse incluso fuera del territorio jurisdiccional del tribunal que
conoce de la causa con lo cual constituye una excepción del artículo 7 del C.O.T: principio
de la territorialidad de los tribunales (artículo 403 inciso 3).

Cuando la inspección ha sido solicitada por una de las partes litigantes antes de procederse
a ella, esa parte deberá depositar en manos del secretario la suma que considere necesario
para solventar los gastos que puedan presentarse.

Si la inspección es decretada de oficio por el tribunal u ordenada por la ley, el depósito se


hace por mitad entre las partes (demandante y demandado) (artículo 406).

Oportunidad

Acerca de la oportunidad en que es posible decretar este medio de prueba, la verdad es que
el Código dentro de este párrafo que la reglamenta no la indica, de ahí que es necesario
recurrir a aquella norma general contenida en el artículo 327 inciso 1: las partes deben
solicitar toda diligencia de prueba dentro del término probatorio, si es que no lo han
solicitado con anterioridad al inicio de ese término (como medida prejudicial). Si estamos
frente al caso de decretar la inspección personal en forma obligatoria, deberá efectuarse en
la primera resolución judicial.

La inspección también podrá decretarse con posterioridad como medida para mejor
resolver.

En segunda instancia, no se puede solicitar esta prueba pues no está expresamente


contemplada entre aquellos medios que pueden producirse en esa etapa procesal a petición
de parte.

Tramitación de esta solicitud que formula una de las partes (artículos 405 y 407)

Presentada que sea la solicitud por una de las partes, el tribunal la proveerá diciéndose:
“como se pide” y señalará día y hora para practicarla. Ella se notifica por cédula. Llegado
este día y hora y precisados los hechos de la inspección se lleva a cabo con la concurrencia
de las partes que asistan o sólo por el tribunal si éstas no concurren. También pueden
concurrir, si se pide con la debida anticipación, los peritos por si hubiere alguna necesidad
de conocimiento especial.

Si la inspección debe verificarse en virtud de decreto del Tribunal colegiado, éste puede
comisionar para que la practique uno o más de sus miembros.

77
En el acto de reconocimiento las partes pueden solicitar que se oiga el informe de peritos, el
tribunal accederá si a su juicio esta medida es necesaria para el éxito de la inspección y si
ha sido solicitada con la anticipación correspondiente. De esta diligencia de inspección
debe levantarse un acta en donde se deja constancia de las circunstancias o hechos
materiales que el tribunal observe y estas observaciones no puede estimarse como una
opinión anticipada del tribunal sobre los puntos que se debaten. Asimismo, las partes
también puede pedir durante la diligencia que se consignen en el acta las circunstancias o
hechos materiales que consideren ellas pertinentes (artículo 407).

Valor probatorio (artículo 408)

La inspección personal constituye prueba plena en cuanto a los hechos o circunstancias


materiales que el tribunal establezca en el acta como resultado de su propia observación.

Luego, para que este medio probatorio produzca esta prueba plena es menester:

- Que se trate de hechos materiales.


- Que éstos sean establecidos como resultado de la propia observación del tribunal.
- Que ellos sean consignados en el acta.

No sirven para probar las deducciones o los hechos de carácter científico que puede deducir
el tribunal. El acta que se levanta de este medio probatorio debe ponerse en conocimiento
de las partes, mediante la notificación por el estado diario de la respectiva resolución que
recaiga en ella.

Informe de peritos

Es el medio de prueba que consiste en oír el dictamen de personas que tienen


conocimientos especiales en determinadas materias y que dicen relación con el asunto
controvertido que se litiga (artículos 409 a 425 del C.P.C).

Perito es aquel tercero indirecto (persona natural) que informa al tribunal acerca de ciertos
hechos, que para ser debidamente apreciados requieren tener conocimientos técnicos de
alguna ciencia o arte.

Clasificación

Este informe puede ser:

- Obligatorio (artículos 409 y 410): cuando la ley dispone que se oiga el informe de
peritos sea que se valga de estas expresiones u otras similares pero que indiquen la
necesidad de consultar a éstos. Por ejemplo: interdicción de denuncia de obra ruinosa
(artículo 571 del C.P.C).

El artículo 571 señala que si se pide la demolición o enmienda de una obra ruinosa o
peligrosa, o el afianzamiento o extracción de arboles mal arraigados o expuestos a ser
derribados por casos de ordinaria ocurrencia, el tribunal practicará, a la mayor
78
brevedad, asociado de un perito nombrado por él mismo y con notificación de las partes
y asistencia de la que concurra, una inspección personal de la construcción o árboles
denunciados.
También tienen el carácter de obligatorio cuando la ley ordena que se resuelva un
asunto en juicio práctico o previo informe de peritos, se entenderán cumplidas estas
disposiciones agregando el reconocimiento y dictamen pericial al procedimiento que
corresponda usar, según la naturaleza de la acción deducida. Por ejemplo, el artículo
855 del C.C, cualquiera de los dos condueños que quiera servirse de la pared medianera
para edificar sobre ella, o hacerla sostenerla el peso de una construcción nueva, debe
primero solicitar el consentimiento de su vecino, y si éste lo rehúsa, provocará un juicio
práctico en que se dicten las medidas necesarias para que la nueva construcción no dañe
al vecino.

- Facultativo (artículo 411). Es facultativo el informe de peritos cuando deba recaer sobre
puntos de hechos para cuya apreciación se necesiten conocimientos especiales de
alguna ciencia o arte y también cuando deba recaer sobre puntos de derecho referentes a
alguna legislación extranjera.

Oportunidad

El momento para decretarse lo indica el artículo 412 inciso 1, se puede decretar de oficio en
cualquier estado del juicio, pero las partes sólo pueden solicitarlo dentro del término
probatorio. Decretado este informe de peritos el artículo 412 inciso dice que no se va a
suspender por ello el procedimiento.

Requisitos de la persona del perito

En primer lugar, debe ser una persona hábil, en el sentido de no tener interés en el resultado
del juicio. Todas las causales para ser testigos se aplican a los peritos.

En segundo lugar, debe tener un título suficiente, porque sabemos que los peritos son
personas que emiten una opinión muy calificada respecto de cuestiones técnicas o
científicas que no se les puede exigir a los jueces que aprendan y por tanto debe ser una
persona idónea. Esta idoneidad se refleja en nuestro país por regla general con un título
profesional. Sin embargo, puede ocurrir que no se exija el título pues el hecho material
técnico no lo requiera. O en aquellos casos en que en el lugar del juicio no existan dos
personas tituladas para esa ciencia o arte.

En tercer lugar, no debe estar afecto a alguna causal de implicancia o recusación.

Procedimiento de designación de los peritos (artículo 414)

Si una de las partes desea valerse de este medio de prueba debe presentar un escrito en tal
sentido y el Tribunal en presencia de él determinará si se dan las circunstancias como para
decretarla. Si estima que concurren alguno de estos motivos va a citar a las partes a una
audiencia, fijando el día y hora de ella; ésta se realizará con solo la parte que asista. Se

79
notifica por cédula. Esta audiencia tiene por objeto que las partes se pongan de acuerdo en
los siguientes puntos:

 Número de peritos que deban nombrarse.


 La calidad, aptitudes y títulos que deban tener.
 El punto o puntos materia del informe.

Si las partes no se ponen de acuerdo sobre la designación de las personas de los peritos, se
hace el nombramiento por el tribunal, pero cuando el nombramiento debe realizarlo el
tribunal, dice el C.P.C (artículo 414), que no puede recaer en ninguna de las dos primeras
personas que hayan sido propuestas por cada parte.

Sin embargo, el perito es nombrado de una lista especializada que elaboran las Cortes de
Apelaciones cada dos años. Para formar las listas, cada Corte de Apelaciones convocará a
concurso público, al que pueden postular quienes posean y acrediten conocimientos
especiales de alguna ciencia, arte o especialidad, para lo cual tendrán especialmente en
cuenta la vinculación de los candidatos con la docencia y la investigación universitarias. El
procedimiento para los concursos, su publicidad y la formación de las nóminas de peritos se
regula mediante un Auto Acordado de la Corte Suprema, que se publicó en el Diario Oficial

Cuando no concurre una de las partes a la audiencia o concurriendo ambas no se ponen de


acuerdo en la persona designada como perito, vimos recién que lo nombra el tribunal con
conocimiento de las partes, las cuales tendrán tres días para formularle las objeciones u
oposiciones por afectarle alguna inhabilidad. Vencido este plazo se entiende aprobado este
nombramiento (artículo 416). Si hay oposición, ésta se tramita incidentalmente. Se presume
que no están de acuerdo las partes cuando no concurran todas a la audiencia a la cual fueron
citadas, el tribunal suple a éstas en la nominación (artículo 415).

No por el hecho de que se haya formulado objeción o que haya sido desestimado por el
Tribunal, debe entenderse que el perito está habilitado para ejercer su función.

El artículo 417 dice que el perito debe aceptar el cargo y, en consecuencia, declara que lo
acepta y además debe jurar que va a desempeñar su función con fidelidad. Esa declaración
de aceptación y juramento que son coetáneas debe hacerla en el acto de la notificación de
su designación o bien dentro de los 3 días inmediatos, y se va a dejar testimonio en los
autos de ello (artículo 417).

El perito designado por las partes o por el tribunal lo sabrá a través de una notificación
hecha generalmente por el receptor. Esta notificación por la naturaleza de las declaraciones
que requiere debe ser personal.

El perito que va a practicar la pericia debe, en forma previa, hacer saber a las partes el día y
la hora en que va a llevar a cabo su cometido (reconocimiento), por lo que dejará
constancia de ello en la causa. Esta resolución se notifica a las partes interesadas por el
estado diario (artículo 417 inciso final).

80
Como se lleva a cabo el peritaje

Para llevar a cabo ese reconocimiento y dado que las partes deben concurrir a él, éstas
pueden hacer en el acto de reconocimiento las observaciones que estimen oportunas, así
como pedir que se haga constar los hechos y circunstancias que estimen pertinentes,
empero esas partes no pueden tomar parte en las deliberaciones de los peritos ni pueden
estar presentes en ellas. Del reconocimiento debe dejarse constancia en el expediente.

El tribunal le señala un plazo a este perito para emitir su informe, y si no lo cumple el


tribunal puede apremiarlo con multa, prescindir del informe o decretar el nombramiento de
nuevos peritos según lo estime del caso (artículo 420).

Si los peritos están discordes en sus dictámenes, el tribunal puede disponer que se nombre
un nuevo perito si lo considera necesario para la mejor ilustración de los asuntos que deben
resolver (artículo 421).

Si no resulta acuerdo del nuevo perito con los anteriores, el tribunal va a apreciar
libremente la opinión de cada uno de ellos tomando en cuenta para este fin los demás
elementos del juicio (artículo 422). Los peritos podrán emitir sus informes conjunta o
separadamente (artículo 423).

Todos aquellos incidentes a que dé lugar el nombramiento de peritos, como el desempeño


de sus funciones, se va a llegar en cuadernos separados (artículo 424).

Valor probatorio

Según el artículo 425 los tribunales van a apreciar la fuerza probatoria del dictamen de
peritos de acuerdo a las reglas de la sana crítica, esto es, conforme a las normas de la lógica
y de las máximas de la experiencia.

Las presunciones

Son las consecuencias jurídicas que la ley o el Tribunal infieren de ciertos antecedentes o
de hechos conocidos para llegar a establecer un hecho desconocido. En las presunciones
hay un hecho base o premisa (hecho conocido) y una actividad racional o intelectiva que
hace el tribunal o lo establece la ley, para determinar el hecho desconocido (hecho
presumido), artículos 426 a 427 del C.P.C.

Clasificación

De acuerdo al artículo 1712 del C.C las presunciones son:

- Legales. Aquellas que son establecidas por la ley en ciertos casos y respecto de ciertos
hechos. Se dividen en presunciones legales propiamente tales y presunciones legales de
derecho.

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Esta clasificación tiene trascendencia para efectos probatorios: las presunciones de
derecho no admiten prueba en contrario, las legales sí. En todo caso es menester
acreditar la existencia de los hechos de los cuales la ley deduce la presunción.

- Judiciales. Aquellas que deduce el juez de antecedentes conocidos y que obran en el


proceso.
Condiciones que deben reunir para constituir prueba

Para que estas presunciones puedan constituir prueba, según el artículo 1712 del C.C, deben
ser:

 Graves: que tengan una fuerte probabilidad de ser verdad.


 Precisas: que ellas no deben ser vagas, difusas o susceptibles de aplicarse a diversas
circunstancias o situaciones.
 Concordantes: que deben ser compatibles entre sí, lo que supone a su vez que ellas
deben ser más de una.

No obstante estas condiciones, es lo cierto que el C.P.C en el artículo 426 inciso 2 prescribe
que una presunción puede constituir prueba plena cuando a juicio del tribunal tenga
caracteres de gravedad y precisión suficientes para formar su convencimiento.

Para el C.P.C no se exige que las presunciones sean concordantes. Señala asimismo el
C.P.C que hay ciertos casos de presunciones legales establecidas en el artículo 427. De
acuerdo a éste tienen el carácter de tales las siguientes:

- Se van a reputar verdaderos los hechos que certifican en el proceso un ministro de fe, en
virtud de orden de tribunal competente, salvo prueba en contrario.

- También tendrán este carácter los hechos declarados verdaderos en otro juicio seguido
entre las mismas partes.

En conclusión, no son medios de pruebas que aporten las partes, son deducciones que
efectúa el juez. Las partes proporcionan los hechos.

Apreciación comparativa de los medios de prueba

En primer término, señalemos que la ubicación de este tema en el Código luego de las
presunciones, pudiera hacer creer que luego de rendidas las pruebas el juez hace su
apreciación.

Sin embargo, es al momento de dictar sentencia definitiva cuando el juez debe examinar y
ponderar las diversas pruebas rendidas en el juicio con el objeto de dar o no por probados
los hechos controvertidos.

Ahora bien, como en un proceso pueden rendirse numerosas pruebas, si todas tienen el
mismo valor probatorio para un hecho controvertido, no existirán problemas.

82
La situación se complica cuando dos o más medios de prueba, que tienen el mismo valor
probatorio, son contradictorios entre sí. Por ejemplo, con la confesión se acredita que se
debe una suma de dinero, pero se presentó un instrumento público que dice que esa
cantidad se pagó.

Para solucionar este problema, el Código establece la apreciación comparativa de los


medios de prueba que, en definitiva, resuelve como actúa el juez en presencia de pruebas
contradictorias (artículo 428).

Las reglas que el Código establece son las siguientes:

1) Si la ley contempla alguna disposición legal especial que solucione el conflicto, dando
preferencia a alguna prueba sobre las otras, el juez debe estarse a ello.

Por ejemplo, si se contradice la prueba testimonial con la prueba confesional sobre


hechos personales, el juez debe preferir a ésta última, pues en contra de la confesión no
se admite prueba alguna (artículo 402).

2) Entre dos o más pruebas contradictorias y no existiendo ley que resuelva el conflicto,
los tribunales deben preferir la que crean más conforme con la verdad.

En este caso, el juez tiene la facultad de determinar la prueba que prefiere, pero en su
sentencia, debe señalar las razones por las cuales considera que las pruebas que está
prefiriendo las estima más conforme a la verdad.

Ello sucederá, por ejemplo, cuando el juez se encuentra frente a dos instrumentos
públicos contradictorios.

3) Por último, y aún cuando el Código no lo señala expresamente, resulta obvio que el juez
también debe considerar la existencia de alguna presunción de derecho pues, si ésta
existe, no puede aceptar prueba en contrario.

8. Trámites posteriores a la prueba (artículos 430 a 433).

Una vez vencido el término probatorio y dentro de los 10 días siguientes, las partes pueden
hacer por escrito las observaciones que el examen de la prueba les sugiera (artículo 430).
Estas observaciones constan en el escrito de observaciones a la prueba.

Durante el periodo de observaciones a la prueba la causa permanece en la secretaría del


tribunal y no puede retirarse de allí so pretexto de tenerse que realizar este análisis de la
prueba.

Puede suceder que se haya rendido prueba fuera del territorio jurisdiccional del tribunal que
conoce de la causa. En esa situación el artículo 431 señala que no se suspende el curso del
juicio ni es obstáculo o inconveniente para que el juez dicte sentencia en la causa, el hecho
de no haberse devuelto la prueba rendida del tribunal; tampoco lo es el hecho de no haberse
83
practicado alguna diligencia de prueba pendiente a menos que el tribunal en una resolución
fundada la estime estrictamente necesaria para la acertada resolución del asunto y sí así lo
considera, debe disponer esa diligencia probatoria como una medida para mejor resolver
estándose a lo prescrito a lo que señala el artículo 159.

El artículo 431 inciso 2 nos dice: Si la prueba ha sido recibida por el Tribunal una vez
dictada la sentencia, ella se agrega al expediente con el fin de que sea considerada en
segunda instancia si es que hay lugar a ella. El artículo 431 tiende a acelerar el
procedimiento evitando su paralización o suspensión. Se evita un proceso con dilaciones
indebidas.

Por tanto, este plazo tiene importancia pues, como ya señalamos, durante él puede
agregarse al proceso la prueba rendida fuera del territorio jurisdiccional del tribunal y
pueden rendirse las pruebas confesional, pericial y la inspección del tribunal si ellas han
sido solicitadas antes del vencimiento del término probatorio. Las pruebas instrumental y
testimonial, en cambio, no pueden rendirse en esta etapa por prohibición de los artículos
340 y 348 del Código.

9. Citación a oír sentencia.

Una vez vencido este plazo de observación a la prueba que es de 10 días fatales y se haya
presentado o no escrito (no es obligatorio para los litigantes), existan o no diligencias
pendientes el tribunal debe citar a las partes para oír sentencia. Esta resolución judicial es
una sentencia interlocutoria, porque sirve de base para el pronunciamiento de una sentencia
definitiva. Esta resolución es inapelable.

Esta resolución sólo es susceptible del recurso de reposición. Este recurso debe fundarse en
un error de hecho e interponerse dentro de tercero día. La resolución que falla esa
reposición es inapelable, se notifica esta resolución por el estado diario.

Una vez que se ha notificado por el estado diario la resolución que cita a las partes para oír
sentencia, el proceso queda en estado de fallo y el juez debe dictar sentencia definitiva
dentro del término de 60 días (artículo 162 inciso 3).

La citación para oír sentencia es un trámite obligatorio esencial en el procedimiento.


Creemos que el juez está obligado a citar a oír sentencia y no puede esperar a que las partes
se lo pidan. Por lo anterior, transcurridos 6 meses sin que el tribunal cite a oír sentencia el
demandado no puede solicitar el abandono del procedimiento.

La citación para oír sentencia se produce, entonces, en los siguientes casos:

a) Si el demandado acepta llanamente las peticiones del demandante.


b) Si el demandado no contradice en materia substancial y pertinente los hechos sobre que
versa el juicio.
c) Si las partes piden que se falle el pleito sin más trámite.
d) Vencido el plazo para efectuar observaciones a la prueba (artículo 432 inciso 1).

84
Citadas las partes para oír sentencia no se admiten escritos ni pruebas de ningún género
(artículo 433 inciso 2).

Se señalan, en el C.P.C, algunas situaciones excepcionales en que sí es viable la


presentación de escritos y pruebas:

a. En las que se refieren al incidente de nulidad procesal (artículos 83 y 84), al incidente


de desistimiento de la demanda, a la solicitud de medidas precautorias del artículo 290.

b. Medidas para mejor resolver (artículo 159), las debe emitir de oficio el tribunal dentro
del plazo para dictar sentencia.

Señala, asimismo, el artículo 433 inciso 2 que los plazos establecidos en los artículos 342
Nº3, 346 Nº3 y 347 si ya han comenzado a correr al tiempo de oír sentencia van a continuar
corriendo sin interrupción y las partes dentro del debido plazo van a ejercer el derecho para
impugnarlos y éste se tramita en cuaderno separado y se falla en la sentencia definitiva.

Esta citación para oír sentencia constituye un trámite esencial tanto en primera como en
segunda instancia tanto se trate de un juicio de mayor o menor cuantía, salvo que la ley
señale otro trámite (artículos 795 Nº 6 y 768 Nº 9).

Si se llega a omitir este trámite para oír sentencia y se dicta sentencia se incurre en un vicio
de casación en la forma.

Las medidas para mejor resolver

Son actos jurídicos procesales probatorios decretadas de oficio por el tribunal una vez
puesto al proceso en estado de dictar sentencia a fin de quedar en condiciones adecuadas
para pronunciar una mejor sentencia.

Características de las medidas

1) El sujeto de las medidas para mejor resolver es el órgano jurisdiccional; sea éste
unipersonal o colegiado.

2) Son susceptibles de dictarse en toda clase de procedimientos, incluso pueden dictarse


en los asuntos no contenciosos, porque la jurisdicción voluntaria forma parte del
procedimiento civil. Es una institución común a todo procedimiento.

3) Son esencialmente diligencias probatorias, por lo tanto recaen sobre hechos, éstos son
aquellos que las partes han alegado en apoyo de su pretensión.

Respecto de aquellos hechos que no han sido alegados por las partes, pero que se
desprenden de una constancia objetiva en el proceso, hay discusión; sin embargo, se
puede concluir que lo que se le está impidiendo al juez por la vía de estas medidas es
recoger hechos diferentes de los constitutivos de la acción deducida o hechos que lo
modifican, pues si así lo hiciera esos elementos servirán para fallar una cuestión
85
diferente, lo que no debe ocurrir dado que debe haber siempre una correlación entre la
pretensión y el fallo que resuelve el litigio.

4) Los medios probatorios que pueden emplearse en estas medidas, en nuestro sistema,
están enumerados taxativamente en la ley y por lo normal corresponden a los diferentes
medios probatorios ya vistos. Pero hay un medio de prueba que no se contempla en el
artículo 159 y que es la presunción.

Las presunciones judiciales están excluidas puesto que ellas constituyen una operación
mental del juez en virtud de la cual él deduce de un hecho conocido o probado ciertas
consecuencias o ciertos hechos nuevos.

Tal vez el medio probatorio más utilizado en estas medidas sea la instrumental y esta
prueba puede referirse tanto a los documentos propiamente tales como también a otros
expedientes en que consten hechos de importancia para este pleito.

5) Procedimiento que debe seguirse para practicarlas: en la realización de estas medidas


se aplican las reglas generales en cuanto no aparezcan modificadas por el artículo 159.

6) Fuerza probatoria de estas diligencias: cumplida la medida para mejor resolver ella
entra a formar parte del proceso, integra lo que se conoce con el nombre de mérito del
proceso y su fuerza probatoria se va a valorar en conjunto con las demás pruebas
deducidas en el juicio, ciñéndose el juez en este aspecto a las reglas generales.

7) Son facultativas y privativas del tribunal (artículo 159 inciso 1). Los tribunales podrán
dictar de oficio estas medidas, no están obligados a dictarlas aun cuando apareciere
evidente su utilidad. Hace excepción a esta característica lo que señala el artículo 431.

El carácter privativo de estas diligencias significa que ellas son dictadas de oficio por el
tribunal en uso de su potestad sin sujeción a lo que las partes le indiquen, le pidan o
sugieran.

Los litigantes no tienen derecho a pedirlas, pues ellas son de exclusiva iniciativa
jurisdiccional. Lo más que podrían hacer las partes sería sugerírselas al juez y el
tribunal si lo desea podrá decretarla en su momento. De allí que el rechazo de las
solicitudes que pueden formular las partes litigantes no puede producirles agravio ni
atribuir a ella una indefensión o al ser omitidas pretender que se ha incurrido en un
vicio de casación en la forma.

8) Estas medidas no son en sí un acto de formación del proceso, sino que son un acto de
ordenación del proceso de allí que la disposición que permite su dictación (artículo
159) revista de carácter de una ley ordenatoria litis, no decisoria litis.

9) El momento procesal en que ella se decreta según el artículo 159 sólo pueden decretarse
dentro del plazo para dictar sentencia y las que se dictan fuera de él se tendrán por no
decretadas.

86
Requisitos

Para que estas diligencias las pueda decretar el tribunal deben existir ciertos requisitos; hay
que distinguir según el carácter que invisten:

- Requisito general. Consiste en que el esclarecimiento de los hechos sobre los cuales
recae la diligencia debe ser necesario, conveniente, indispensable o de influencia para
mejor resolver la contienda, estos hechos deben ser pertinentes al proceso mismo. Pero
ésta la califica discrecionalmente el juez. Debe satisfacer la curiosidad del juez no de
las partes.

- Requisitos particulares. Que el proceso se encuentre en estado de dictarse sentencia, así


lo indica el artículo 159, no significa que la citación para oír sentencia quede derogada
o sin efecto; si se pensara así significaría reabrir el proceso para que las partes
prosiguieran el debate nuevamente. De manera que esta citación se mantiene y lo único
que acontece es que va a quedar en suspenso, mientras no se cumpla la diligencia
ordenada por el tribunal, el pronunciamiento de la sentencia.

Pensar que esta resolución quedará sin efecto o se derogue significa reabrir la discusión,
lo que pondría fin a la posibilidad de oír sentencia.

En cuanto al plazo para dictar sentencia, es variable, dependerá de la naturaleza del


procedimiento, en el caso del de mayor cuantía es de 60 días.

Que esa medida decretada deba ponerse en conocimiento de las partes litigantes es un
trámite indispensable y necesario para que la medida pueda considerarse en la
sentencia, al ponderarla el juez.

El artículo 159 señala que esta resolución que ordenó el juez debe notificarse por el
estado diario. Esta notificación de la resolución que ordena la medida para mejor
resolver, deben activarla las partes litigantes si no ha sido notificada por el estado diario
en el momento oportuno. El juez cumple su misión dictando la resolución que ordena la
medida para mejor resolver respectiva.

Si por alguna circunstancia queda sin notificar, son los litigantes los encargados de
pedir la notificación o darse por notificados personalmente en secretaría. El juez no
puede disponer de oficio esa notificación (principio de la pasividad).

Cuantas medidas puede decretar el juez y cuántas veces puede hacerlo

Nada dice la ley. Lo normal será que decrete una sola medida y que luego falle el asunto
después que se cumplan. El artículo 159 inciso 1 faculta al juez para dictar varias medidas,
pero tampoco el juez está obligado a dictarlas todas de una vez y en una misma resolución.

Clases de medidas para mejor resolver

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1) La agregación de cualquier documento que estimen necesario para esclarecer el derecho
de los litigantes.

2) La confesión judicial de cualquiera de las partes sobre hechos que consideren de


influencia en la cuestión y que no resulten probados.

3) La inspección personal del objeto de la cuestión.


4) El informe de peritos.

5) La comparecencia de testigos que hayan declarado en el juicio, para que aclaren o


expliquen sus dichos obscuros o contradictorios.

6) La presentación de cualesquiera otros autos que tengan relación con el pleito. Esta
medida se cumplirá de conformidad a lo establecido en el inciso 3 del artículo 37, es
decir, en aquellos casos en que otro tribunal requiera la remisión del expediente original
o de algún cuaderno o piezas del proceso, el trámite se cumplirá remitiendo, a costa del
peticionario o de la parte que hubiere interpuesto el recurso o realizado la gestión que
origina la petición, las copias o fotocopias respectivas.

Cuando se hubiese remitido al expediente original, éste quedará en poder del tribunal
que decrete esta medida sólo por el tiempo estrictamente necesario para su examen, no
pudiendo exceder de 8 días este término si se trata de autos pendientes.

Cumplimiento de estas medidas

Deben cumplirse dentro del plazo de 20 días contados desde la notificación que las decreta,
las que no se cumplen en este plazo se tienen por no decretadas y el juez debe dictar
sentencia sin más trámite (artículo 159).

Si en la práctica de esta medida aparece la necesidad de esclarecer nuevos hechos


indispensables para dictar sentencia, el tribunal puede abrir un término especial de prueba
hasta por 8 días improrrogable y limitado en los puntos que el tribunal designe y en este
caso se aplicará el artículo 90 inciso 2 (existencia del término probatorio incidental).
Vencido este término probatorio, el tribunal dicta sentencia sin más trámite.

El plazo para dictar sentencia empieza a contarse desde la fecha que se cumpla la medida
para mejor resolver.

10. Formas de poner término al juicio ordinario.

El juicio ordinario puede terminar por medios anormales y por medios normales.

Entre los normales para poner término al juicio en primera instancia tenemos el acto
procesal que constituye la resolución del juez sobre el asunto litigioso que es una sentencia
definitiva que va a poner término al juicio.

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Una vez citadas las partes para oír sentencia y notificada en forma legal, el juez tiene 60
días para dictar su sentencia definitiva (artículo 162 inciso 3). Esta sentencia tiene que
ajustarse a los requisitos del artículo 170 y al auto acordado de septiembre de 1920.

Requisitos generales

a) Debe encabezarse con el lugar y la fecha escrita en letras.


b) Debe concluir con la firma del juez que la dictó.
c) Debe ser autorizada por el secretario.

Requisitos especiales

En las sentencias definitivas se distinguen tres partes: expositiva, considerativa y resolutiva.

A estas partes se refiere el artículo 170 al eludir a los requisitos de las sentencias
definitivas:

1) La designación precisa de las partes litigantes, su domicilio y profesión u oficio.

2) La enunciación breve de las peticiones o acciones deducidas por el demandante y de sus


fundamentos.

3) Igual enunciación de las excepciones o defensas alegadas por el procesado.

4) Las consideraciones de hecho o de derecho que sirven de fundamento a la sentencia.

5) La enunciación de las leyes, y en su defecto de los principios de equidad, con arreglo a


los cuales se pronuncia el fallo.

6) La decisión del asunto controvertido. Esta decisión deberá comprender todas las
acciones y excepciones que se hayan hecho valer en juicio; pero podrá omitirse la
resolución de aquellas que sean incompatibles con las aceptadas.

Los tres primeros requisitos integran la parte expositiva; los requisitos de los Nº4 y 5
forman la parte considerativa; y el Nº6, la parte resolutiva.

Cabe señalar que si a la sentencia definitiva le faltan algunos de estos requisitos especiales,
ella es susceptible del recurso de casación en la forma, con arreglo al artículo 768 del
C.P.C.

Esta sentencia definitiva que debe dictar el juez en este plazo, según el artículo 162 inciso
5, el secretario debe anotar en el estado diario el hecho de haberse dictado ella, pero esa
anotación no significa notificación de sentencia definitiva, por eso es que el artículo 162
inciso 5 dice nada más que anotar en el estado diario el hecho de haberse dictado sentencia;
la notificación de sentencia definitiva se hará por cédula.

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A esta forma normal de poner término al juicio ordinario de mayor cuantía existen otras
formas anormales de poner término a este juicio en primera instancia. Es posible que
suceda que el juicio termine en esta primera instancia sin necesidad que el juez emita un
pronunciamiento sobre el asunto controvertido, ello puede deberse a actitudes positivas o
negativas de las partes.

Son formas anormales:

- Desistimiento de la demanda (artículo 148).


- Abandono del procedimiento (artículo 152).
- La celebración de un contrato de transacción (artículo 2456 del C.C).
- La celebración de un contrato de compromiso (artículo 234 del C.O.T).
- La conciliación (artículo 262).
- El avenimiento.
- Aceptación de la excepción dilatoria de incompetencia (artículo 303 Nº1).
- Aceptación de las excepciones perentorias de transacción o cosa juzgada, cuando éstas
han sido opuestas como excepciones dilatorias en cuyo caso se les llama excepciones
mixtas o anómalas.

90
PROCEDIMIENTO ORDINARIO DE MENOR CUANTÍA

Este procedimiento se encuentra reglamentado en el Libro III del C.P.C, artículos 698 a
702.

Tiene aplicación respecto de todas aquellas acciones declarativas, constitutivas y de


condena en las cuales concurran los siguientes requisitos:

 No tengan señalado en la ley un procedimiento especial para su tramitación.


 La cuantía del juicio debe ser superior a 10 UTM, pero igual o inferior a 500 UTM.

Características

1. Es un procedimiento más breve y concentrado.


2. Es un procedimiento ordinario (artículo 2 del C.P.C).
3. Es un procedimiento de aplicación general.
4. La sentencia puede ser declarativa, constitutiva o de condena.
5. Es un procedimiento que se conoce siempre en primera instancia.

Tramitación

Para su tramitación se aplican las normas del juicio ordinario de mayor cuantía con las
siguientes modificaciones:

 El plazo para contestar la demanda es de 8 días más el aumento de la tabla de


emplazamiento, según corresponda, no pudiendo exceder de 20 días (no rige el aumento
de tres días del artículo 258 inciso 2).

 El plazo para contestar la demanda, si se acogieron las excepciones dilatorias y fue


subsanada la demanda, es de 6 días.

 Se omiten los escritos de réplica y dúplica (en la causa principal y en reconvención).

 El plazo para llamar a conciliación es no anterior a tercero día ni posterior al décimo


día.

91
 El término probatorio es de 15 días, el extraordinario no puede exceder de 20 días.

 El plazo para presentar los escritos de observaciones a la prueba es de 6 días.

 El plazo para dictar sentencia definitiva es de 15 días (mismo plazo se aplica para
decretar medidas para mejor resolver, pero en este caso es fatal).

PROCEDIMIENTO ORDINARIO DE MÍNIMA CUANTÍA

Este procedimiento se encuentra reglamentado en el Libro III del C.P.C, artículos 703 a
726.

Aplicación

Tiene aplicación respecto de todas aquellas acciones declarativas, constitutivas y de


condena en las cuales concurran los siguientes requisitos:

 No tengan señalado en la ley un procedimiento especial para su tramitación.


 La cuantía del juicio NO debe exceder a 10 UTM.

Características

a) Es un procedimiento breve y concentrado.


b) Es un procedimiento ordinario (artículo 2 C.P.C).
c) Es un procedimiento de aplicación general.
d) La sentencia puede ser declarativa, constitutiva o de condena.
e) La sentencia definitiva que se dicte, por ser de única instancia, no puede ser impugnada
por el recurso de apelación (artículo 703 en concordancia con el artículo 45 Nº1 del
C.O.T).

Tramitación

Su tramitación se sujeta a las normas establecidas en los artículos 704 a 726.

El procedimiento es verbal, pero las partes podrán presentar minutas escritas. La demanda
se puede interponer verbalmente o por escrito. Si se interpone en forma verbal, se dejará
constancia en un acta que servirá de cabeza al proceso, la cual debe individualizar al
demandante, al demandado, los fundamentos de hecho y de derecho, de las peticiones que
formule y de los documentos que acompaña. El acta que se levante deberá contener una
resolución judicial que citará a las partes a un comparendo de contestación y de

92
conciliación, que se verificará el día que señale el juez, el cual no podrá ser anterior al
tercer día hábil desde la fecha de la resolución.

La demanda y la primera resolución deben ser notificadas personalmente al demandado: se


realiza por un vecino de la confianza del tribunal que sea mayor de edad y sepa leer y
escribir, o por un miembro de Carabineros. Estas mismas personas están habilitadas para
practicar la notificación del artículo 44 del C.P.C. Son días hábiles para practicar las
notificaciones: todos los días del año. Son horas hábiles para practicar las notificaciones:
las que medien entre las 6 y las 20 horas.

La audiencia de contestación se celebrará con la parte que asista. Puede el tribunal


suspender el comparendo si el demandado no concurre, si a juicio del tribunal estima que la
demanda no fue notificada mediando el tiempo prudencial que establece el artículo 704
inciso 3 o haya motivo para creer que la copia que establece el artículo 44 del C.P.C no ha
llegado con oportunidad a su poder. En la audiencia deberá el demandado oponer todas las
excepciones dilatorias y perentorias que pueda hacer valer en contra de la demanda. Todas
las excepciones se tramitarán en forma conjunta y se fallará en la sentencia definitiva. Pero
puede el tribunal tramitar en forma separada las excepciones de incompetencia, falta de
capacidad o personería o aquella en que se reclame el procedimiento, siempre que
aparezcan manifiestamente admisibles. Puede el demandado también reducir reconvención
(artículo 713).

Luego de opuestas las defensas del demandado el tribunal llamará a las partes a
conciliación (avenimiento dice el Código), si hay conciliación se pone fin al juicio y tendrá
la autoridad de cosa juzgada. Si no hay conciliación, el tribunal resolverá si debe o no
recibir la causa a prueba. En caso afirmativo fijará los puntos y señalará una audiencia
próxima para recibirla. Esta resolución es inapelable. Si no recibe la causa a prueba citará a
las partes a oír sentencia definitiva, la que se dictará, en este caso, dentro de un plazo de 8
días (artículo 715).

La prueba

Respecto a la prueba toda diligencia probatoria debe solicitarse dentro de la audiencia de


contestación so pena de no ser admitida después. Todo esto es sin perjuicio de las medidas
para mejor resolver que pueda decretar el tribunal en cualquier estado del juicio (artículo
714).

a) La prueba instrumental. Se debe acompañar en la demanda, en la audiencia de


contestación o en la audiencia de prueba.

b) La prueba testimonial. Se debe presentar la lista de testigos en la audiencia de


contestación o dentro de los 3 días siguientes a la notificación por cédula de la
resolución que recibe la causa a prueba. Sólo pueden declarar hasta 4 testigos por cada
parte.

c) La confesión judicial. Sólo puede pedirse una sola vez por cada parte y debe solicitarse
en la audiencia de contestación. Puede también pedirse en la audiencia de prueba
93
siempre que se encuentre presente la persona que deba declarar (artículo 718). Si no
comparece el absolvente en la audiencia respectiva se le tendrá por confeso en todos los
hechos que estén categóricamente afirmados en el pliego de posiciones y que a juicio
del tribunal sean verosímiles.

d) La prueba de peritos. Si el tribunal decreta informe de peritos designará


preferentemente para el cargo al empleado público o municipal que estime competente,
quienes desempeñarán gratuitamente el cargo.

Sentencia definitiva

Finalizada la audiencia de prueba, el tribunal citará a las partes para oír sentencia definitiva.
En este caso la sentencia se debe dictar dentro de un plazo de 60 días contados desde la
celebración de la audiencia de contestación.

Son aplicables todas las normas relativas a los incidentes establecidas en el Libro I,
artículos 79, 80, 81, 92 a 157 (respecto al abandono del procedimiento se puede declarar
cuando todas las partes del juicio hayan cesado en su prosecución durante 3 meses contados
desde la fecha de la última resolución recaída en alguna gestión útil); y las normas de las
medidas cautelares contenidas en el Libro II, Títulos IV y V. Respecto a la tramitación de
los incidentes éstos se deben formular en las audiencias de contestación y prueba y se
fallarán en la sentencia definitiva. Las resoluciones judiciales que se dicten en todo
procedimiento incidental serán inapelables.

Requisitos de la sentencia definitiva (artículo 725):

1. La individualización de los litigantes.


2. La enunciación brevísima de las peticiones del demandante y de las defensas del
demandado y de sus fundamentos respectivos.
3. Un análisis somero de la prueba producida.
4. Las razones de hecho y de derecho, que sirven de fundamento al fallo.
5. La decisión del asunto.

Si en la sentencia se da lugar a una excepción dilatoria, se abstendrá el tribunal de


pronunciarse sobre la cuestión principal.

Deberá dejarse copia íntegra de la sentencia definitiva y de todo avenimiento o transacción


que ponga término al juicio en el Libro de Sentencias que se llevará con este objeto.

Medios de impugnación

Respecto a los medios de impugnación, la sentencia definitiva es susceptible del recurso de


casación en la forma (artículos 764, 766, 768 y 788 a 794).

No proceden los recursos de apelación ni el de casación en el fondo.

94
PROCEDIMIENTO SUMARIO

El legislador en el Título XI, artículos 680 a 692, reglamentó el procedimiento sumario.

Concepto

Este es un procedimiento contencioso extraordinario, de aplicación general o especial, por


el cual una persona ejerce una pretensión declarativa, constitutiva o de condena en contra
de otra, en un juicio con una tramitación rápida.

Ámbito de aplicación

Existen dos ámbitos de aplicación de este procedimiento, según se desprende del propio
artículo 680. Un ámbito de aplicación general, establecido en el inciso primero del artículo
mencionado y que se aplica a todos aquellos casos en que la acción deducida requiera, por
su naturaleza, tramitación rápida para que sea eficaz. Por ejemplo, cuando el deudor en una
gestión preparatoria para la vía ejecutiva niega la duda, el solicitante (acreedor) podrá
ejercer la acción de cobro de pesos por la vía sumaria.

El otro ámbito es de aplicación especial; y se encuentra contemplado en el inciso segundo


del artículo 680: deberá aplicarse, además, a los siguientes casos:

1. A los casos en que la ley ordene proceder sumariamente, o breve y sumariamente, o en


otra forma análoga: por ejemplo, Código de Minería, Código de Aguas, Ley Nº 19.300,
DL Nº 993, DL Nº 2.695, Ley General de Urbanismo y Construcciones (artículo 19),
artículo 1792-26 del C.C, acción de liquidación de los gananciales, entre otros casos.

2. A las cuestiones que se susciten sobre constitución, ejercicio, modificación o extinción


de servidumbres naturales o legales y sobre las prestaciones a que ellas se den lugar.
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3. A los juicios sobre cobro de honorarios, excepto el caso del artículo 697 del C.P.C.

4. A los juicios sobre remoción de guardadores y a los que se susciten entre los
representantes legales y sus representados.

5. A los juicios sobre depósito necesario y comodato precario.

6. A los juicios en que se deduzcan acciones ordinarias a que se hayan convertido las
ejecutivas a virtud de lo dispuesto en el artículo 2515 del C.C.

7. A los juicios en que se persiga únicamente la declaración impuesta por la ley o el


contrato, de rendir una cuenta, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 696 del C.P.C.

8. A los juicios en que se ejercite el derecho que concede el artículo 945 del C.C para
hacer cegar un pozo. Debe entenderse hecha la referencia al artículo 65 del Código de
Aguas.

9. A los juicios en que se deduzcan las acciones civiles derivadas de un delito o


cuasidelito, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 59 del C.P.P y siempre que
exista sentencia penal condenatoria ejecutoriada. Las acciones civiles que deriven de un
delito o cuasidelito y siempre y cuando exista sentencia condenatoria firme o
ejecutoriada, y no se hayan hecho valer en el proceso penal se deben ejercer ante un
juez civil a través del procedimiento sumario.

Características

a) Es por su naturaleza un procedimiento declarativo, sin perjuicio de ser constitutivo o de


condena.

b) Es de aplicación general en conformidad al artículo 680 inciso 1.

c) De conformidad al artículo 2 es un procedimiento extraordinario, reglamentado en el


Libro III sobre juicios especiales.

d) Tiene instituciones particulares: acceder provisionalmente a la demanda y la sustitución


del procedimiento.

e) Es un procedimiento verbal (no oral).

f) Es un procedimiento concentrado.

g) El recurso de apelación tiene un grado de competencia mayor que en el procedimiento


ordinario (artículo 692).

Tramitación

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Este procedimiento se puede iniciar por medida prejudicial o por demanda. La demanda
debe cumplir con todos los requisitos ya señalados en el procedimiento ordinario de mayor
cuantía. Una vez que se ha hecho el estudio de admisibilidad, y el tribunal así lo declara,
debe dictar una resolución judicial citando a las partes a un comparendo de contestación y
conciliación para el quinto día contados desde la última notificación.

Esta audiencia no necesariamente se realizará al quinto día, pues si el o los demandados


tienen su domicilio fuera del territorio jurisdiccional del tribunal se aumentará en
conformidad a la tabla de emplazamiento.

Una vez presentada la demanda y debidamente proveída, debe notificarse en conformidad a


las reglas señaladas al demandado y al demandante. Efectuada la notificación, habrá que
esperar el día de la audiencia de contestación y conciliación.

Si no concurre ninguna de las partes no hay comparendo (audiencia) y, por lo tanto, si el


demandante no quiere que el proceso sea declarado abandonado deberá antes de los 6
meses solicitar un nuevo comparendo al Juez, el cual, a nuestro juicio, debe ordenarse su
notificación al demandado por cédula para evitar cualquier indefensión.
Si concurren ambas partes, el demandante deberá ratificar su demanda. Luego el
demandado deberá ejercer su derecho de oposición: puede oponer excepciones dilatorias,
contestar la demanda (excepciones perentorias o alegaciones o defensas). No puede
reconvenir, pues el legislador no ha establecido este trámite. Y no podemos aplicar
supletoriamente las normas del procedimiento ordinario de mayor cuantía, porque la
estructura (carácter breve y concentrado) del procedimiento sumario no lo permite. La
defensa del demandado se puede hacer verbal o por escrito. Una vez efectuada la defensa
del demandado, el tribunal debe llamar a las partes a conciliación, si ésta se produce, se
levantará un acta poniendo fin al juicio. Si no hay conciliación, el tribunal determinará si
recibe la causa a prueba o si cita a las partes a oír sentencia. Esta diligencia puede
efectuarse en la misma audiencia o en un acto posterior.

Si concurre a la audiencia solo el demandante, se estimará que el demandado esta rebelde:


en este caso de acuerdo al artículo 684 debe el tribunal recibir la causa a prueba y el
demandante puede solicitar que se acceda provisionalmente a su demanda. Esta solicitud
debe efectuarse con fundamento plausible. De la solicitud deberá notificarse al demandado
por cédula, el cual tiene un plazo de 5 días para oponerse. De esta oposición el tribunal
fijará una nueva audiencia. La resolución judicial que accede a lo solicitado
provisionalmente, por ser una resolución judicial que recae sobre una cuestión accesoria,
tiene la naturaleza jurídica de una sentencia interlocutoria. Por lo tanto, el demandado
también podría ejercer un recurso de apelación en contra de dicha resolución judicial,
dentro del plazo de 5 días. Si el demandado no ejerce oposición el tribunal recibirá la causa
a prueba o bien citará a las partes a oír sentencia (artículo 685).

Si concurre solo el demandado, se llevará a efecto el comparendo en rebeldía del


demandante. Una vez oído el demandado, podrá recibir la causa a prueba (de acuerdo al
artículo 684 sólo en rebeldía del demandado el tribunal está obligado a recibir la causa a
prueba y siempre y cuando no se pida acceder provisionalmente a la demanda).

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Las excepciones que haga valer el demandado pueden ser dilatorias o perentorias. Todas
deben oponerse en la misma audiencia, y su interposición no paraliza la tramitación del
juicio. Estas excepciones deben fallarse en la sentencia definitiva, si acoge alguna
excepción dilatoria deberá pronunciarse sólo sobre ellas. Y pondrá término al juicio. No
puede el demandante subsanar la demanda, pues el procedimiento ya se tramitó en forma
completa. Si no acoge las excepciones dilatorias opuestas, deberá pronunciarse sobre las
perentorias hechas valer en el juicio.

Si el tribunal recibe la causa a prueba dictará la resolución judicial respectiva, la que deberá
ser notificada por cédula a las partes. Una vez notificada o habiéndose pronunciado el
tribunal sobre la última reposición, empieza a correr el término probatorio que se rige por
las reglas de los incidentes (artículo 686): 8 días dura el término probatorio ampliable a un
máximo de 30 días. Las partes tienen el plazo de 2 días para presentar la lista de testigos.
Aquí puede producirse un problema: que no se presente la lista de testigos al segundo día y
se ejerza la reposición en contra de la resolución que recibió la causa a prueba al tercer día.

Vencido el término probatorio, el tribunal deberá citar a las partes a oír sentencia4 (artículo
687).

El tribunal tiene un plazo de 10 días para dictar sentencia definitiva. Dentro de este plazo
podrá decretar medidas para mejor resolver contempladas en el artículo 159 del C.P.C.

Una vez dictada la sentencia definitiva deberá notificarse por cédula a las partes.

En contra de esta sentencia se pueden ejercer los medios de impugnación contemplados por
la ley. En lo que dice relación con el recurso de apelación, éste debe concederse en ambos
efectos, salvo que concedida en esta forma hayan de eludirse sus resultados.

En segunda instancia, la Corte de Apelaciones, a solicitud de parte, puede pronunciarse


sobre todas las cuestiones que se hayan debatido en primera instancia para ser falladas en
definitiva, aun cuando no hayan sido resueltas en el fallo apelado (artículo 692).

Respecto a los incidentes que se promuevan el procedimiento sumario deben promoverse y


tramitarse en la audiencia de contestación sin paralizar el asunto principal. Los incidentes
serán resueltos en la sentencia definitiva.

En este procedimiento el legislador reglamento la institución de la sustitución del


procedimiento. Este es un incidente especial, por el cual, en conformidad al artículo 681,
iniciado el procedimiento sumario puede decretarse su continuación conforme a las reglas
del procedimiento ordinario, si existen motivos fundados para ello. Esta sustitución solo
procede en el caso del artículo 680 inciso 1, es decir cuando estamos frente al ámbito de
aplicación general.

Pero también el legislador permite que se pueda decretar la sustitución del procedimiento
de ordinario a sumario cuando aparezca la necesidad de aplicarlo.

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No hay trámite de observaciones a la prueba.

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El legislador ha establecido que pueda concurrir el defensor público a la audiencia de
contestación, cuando deba intervenir conforme a la ley o bien cuando el tribunal lo juzgue
necesario (artículo 683 inciso 2).

Oír a los parientes de alguna de las partes: artículo 689, “Cuando haya de oírse a los
parientes, se citará en términos generales a los que designa el artículo 42 del C.C, para que
asistan a la primera audiencia o a otra posterior, notificándose personalmente a los que
puedan ser habidos. Los demás podrán concurrir aun cuando sólo tengan conocimiento
privado del acto.

Compareciendo los parientes el tribunal les pedirá informe verbal sobre los hechos que
considere conducentes.

Si el tribunal nota que no han concurrido algunos parientes cuyo dictamen estime de
influencia y que residan en el lugar del juicio, podrá suspender la audiencia y ordenar que
se les cite determinadamente.

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