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Derecho procesal civil

El derecho procesal civil es la disciplina que estudia el conjunto de normas que


regulan el proceso a través del cual se solucionan los litigios que versan sobre la
interpretación o aplicación de normas sustantivas civiles.

Entre los litigios más frecuentes en esta materia podemos mencionar los
concernientes a la validez o nulidad y cumplimiento o rescisión de contratos civiles
particularmente de arrendamiento, compraventa, fianza, hipoteca, prestación de
servicios, etc.-; la validez, el cumplimiento o la extinción de las obligaciones derivadas
de las demás fuentes de las mismas; la posesión, la propiedad y demás derechos
reales; las sucesiones o transmisiones del patrimonio de personas fallecidas y a los
concursos o las liquidaciones del patrimonio de personas no comerciantes declaradas
insolventes, etcétera.

El art. 124 consigna como regla fundamental para la distribución de competencias


entre los poderes federales y locales, la de que las facultades que no estén otorgadas
por la Constitución a los órganos federales se deben considerar reservadas a los
estados. Como la Ley Suprema no atribuye al Congreso de la Unión la facultad para
legislar en materia procesal civil, ha correspondido a los órganos legislativos de los
estados y del Distrito Federal la expedición tanto de los códigos procesales civiles
como de las leyes orgánicas de los tribunales locales.

Como consecuencia de esta distribución de competencias legislativas existen en la


República Mexicana 33 códigos de procedimientos civiles; uno para cada uno de los
31 estados, uno para el Distrito Federal y otro para la Federación (aplicable, entre
otros casos, a los juicios en que aquélla sea parte).

¿Cuál es el papel de la acción y excepción en el derecho procesal en general?

La palabra acción proviene del latín actio onis y significa la posibilidad de hacer
alguna cosa. en términos jurídicos es el derecho público subjetivo para provocar la
actividad jurisdiccional a fin de subordinar el interés ajeno al propio, lo anterior a
través de un proceso judicial.

Es un derecho público subjetivo por que le pertenece a todo individuo, a todo sujeto
de derechos y obligaciones. Tiene la finalidad de subordinar el interés ajeno al propio
en virtud de que se ejercita una pretensión en contra de un sujeto con quien se tiene
un conflicto.

En México, este derecho se encuentra contenido en el artículo 17 Constitucional, que


establece que todo individuo tiene derecho a que se le administre justicia por los
tribunales que están expeditos para impartirla

La pretensión es justamente la intención que se persigue al acudir a un órgano


judicial, por ejemplo, ante el incumplimiento de un contrato lo que se persigue es el
cumplimiento del mismo o bien la rescisión, dependiendo el caso y la voluntad de
quien tiene interés en el negocio.
Los elementos de la acción son los siguientes:

Sujetos. - Que son dos, el actor (se llama así porque ejercita la acción, aunque
coloquialmente se le conoce como demandante, y es quien pone en movimiento al
órgano judicial en primer lugar) y el demandado, quien resiste la acción ejercitada en
su contra. Cabe hacer mención que existen juicios en donde las dos partes ejercitan
los dos papeles, por lo que se puede ser actor y demandado a la vez.

Objeto. - La finalidad con que se ejercitó la acción, es decir, la pretensión que se


persigue en el negocio.

Causa o invocación de derecho presunto. - La existencia de un derecho o la idea de


que se tiene un derecho favorable. Es importante que se entienda el principio romano
que establecía "denme el hecho y yo les daré el derecho". El Juez es perito en
derecho, sin embargo, siempre es importante conocer el derecho que se aplica a
efecto de que, en caso de que el juez lo aplique inexactamente, ello pueda ser materia
de alguna revisión.

Clases de Acciones

Existen varias clases de acciones, dependiendo el derecho que se reclame, y se


clasifican así

Reales y personales. - Atienden a lo reclamado en el juicio si se ejercita para reclamar


un derecho real o un derecho personal, es decir, si la demanda persigue una cosa o el
cumplimiento de una obligación con una persona.

Declarativas. - Persiguen la declaración de un derecho ya existente, como lo sería la


prescripción por posesión de un bien.

Constitutivas. - Las que crean una nueva situación jurídica, como lo sería la rescisión
de un contrato.

Ejecutivas. - Las que buscan el cumplimiento efectivo de una obligación, por ejemplo,
el cumplimiento de un título de crédito.

Excepción.

Como todo, la acción también tiene un némesis, es decir, un punto contrario que
busca destruirla. A esto llamamos excepción. En sentido general es el derecho
subjetivo de defenderse en juicio, para neutralizar la acción intentada por el actor.

En sentido más estricto existen dos clases:

Excepciones en sentido estricto, que son las que buscan paralizar el proceso o
retardar el ejercicio de la acción.
Defensas. - Que son las que atacan el derecho sustantivo que genera la acción
intentada.
Las excepciones en sentido estricto se clasifican como perentorias y dilatorias, las
primeras evitan que se pueda volver a ejercitar la acción, y un ejemplo sería la Cosa
Juzgada, es decir, cuando ya se dictó una sentencia sobre los mismos hechos.
Por su parte las excepciones dilatorias son las que sólo retardan el ejercicio de la
acción que se intenta, por ejemplo, la incompetencia, la conexidad (cuando hay un
juicio diverso con idénticas pretensiones o partes y ambos juicios deben acumularse),
litispendencia (que ocurre cuando existe un juicio pendiente de resolver sin el cual no
será procedente el juicio que se intenta).

¿Cuál es la diferencia entre jurisdicción y competencia?

La jurisdicción: que es la actividad que se realiza por el juez, como un tercero


imparcial, para los efectos de dirimir a través del proceso, el conflicto que las partes
han sometido a su decisión.

La función jurisdiccional concebida como la facultad de administrar justicia, obedece a


un resabio histórico. Durante mucho tiempo se concibió la función jurisdiccional como
una parte de la administración del Estado y, por tanto, regida por el Derecho
Administrativo. Por consiguiente, la facultad judicial se ejercía a través de una función
administrativa, la administrar justicia.

La competencia, es una determinación de los poderes jurisdiccionales de cada uno de


los jueces, que se manifiesta prácticamente en una limitación de las causas sobre las
cuales pueden ejercer según ley, su fracción de jurisdicción”.

Frecuentemente se confunden estos dos conceptos, pero debe entenderse que la


jurisdicción es la potestad de que se hallan revestidos los Jueces para administrar
justicia, y la competencia, la facultad que tienen para conocer de ciertos negocios, ya
por la naturaleza misma de las cosas, o bien por razón de las personas. La
jurisdicción es el género, y la competencia la especie. Un Juez puede tener
jurisdicción y no competencia, pero no al contrario. Para que tenga competencia, se
requiere que el conocimiento del pelito le esté atribuido por la ley. La Jurisdicción y la
Competencia emanan de la ley, más la competencia algunas veces también se deriva
de la voluntad de las partes, lo que no sucede con la jurisdicción.

Los conflictos verdaderos de competencia son los que existen entre jueces y
tribunales que pertenecen a una misma jurisdicción de fuero o materia. En cambio, los
conflictos de jurisdicción tienen lugar entre órganos jurisdiccionales que pertenecen a
jurisdicciones de fuero o materia diferentes. De acuerdo con este criterio, la
jurisdicción no puede prorrogarse, ni ser materia de convenio, ni renunciarse, porque
la jurisdicción es un atributo de la soberanía y se determina por motivos de orden
constitucional, políticos, internaciones o económicos de gran importancia; por tanto,
nunca es producto de la voluntad de los particulares, sino que dimana directamente
de la ley por ser un atributo de la soberanía y, por ello, los particulares no están
facultados para dar jurisdicción a un Juez Civil del Fuero Común, a fin de que conozca
de una controversia que cae dentro de una jurisdicción de diferente fuero o materia.
La controversia de jurisdicción no puede sostenerse sino con los elementos que proporciona
el litigio que la motiva, y no por elementos nuevos, pues entonces se recurriría en el grave
error de tratar cuestiones ajenas al conflicto de jurisdicción. eros.

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