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Tema 10

EL OBJETO, LA CAUSA

DERECHO CIVIL II
CARLOS VALCARCEL SISO

Grado de Derecho
Índice de contenidos

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TEMA X EL OBJETO, LA CAUSA

10.1. Requisitos del objeto


10.2. Clases de causa

10.1.- REQUISITOS DEL OBJETO.-


Siguiendo el art. 1.261 del Código Civil, existe contrato cuando concurren en el
mismo, el consentimiento de los contratantes, un objeto cierto que sea materia de
contratación y una causa de la obligación que se establezca. Por lo que, a contrario sensu,
la ausencia de cualquiera de estos tres elementos da lugar a la inexistencia del contrato.
La carencia absoluta o inexistencia de cualquiera de estos elementos esenciales
provocarán la nulidad radical del contrato, en tanto que, se entraría en contrariedad con
el Derecho imperativo. Cualquier acto contrario a las normas imperativas o prohibitivas no
debe tener existencia y validez jurídica.
Si analizamos el art. 1.261 CC, en concordancia con los arts. 1.271 a 1.273 CC,
entre otros, el objeto del contrato son los bienes o servicios en los que consiste el
intercambio que subyace en todo contrato.
Objeto cierto que sea materia del contrato (artículo 1261 del Código civil) pueden
serlo tanto cosas como servicios que no estén fuera del comercio de los hombres (artículo
1271.I y III del Código civil). En verdad esas cosas y servicios son objeto de las
prestaciones u obligaciones pactadas por las partes.
Las cosas pueden ser tanto presentes como futuras (artículo 1271.I, in fine). No
existe dificultad en aceptar como objeto del contrato algo inexistente, pero que se espera
que pueda existir en el momento del cumplimiento de aquél (cosecha futura, máquina
pendiente de fabricación, edificio en construcción o meramente proyectado).
El objeto habrá de ser cierto o determinado (artículos 1261.2º y 1273 del Código
civil). Basta que la determinación de una cosa exista en cuanto a su especie o género. Si
su calidad y circunstancias no se han expresado, deberá cumplirse entregando una cosa
de calidad media (artículo 1167 del Código civil).
También se entiende determinada la cantidad para la existencia del contrato,
"siempre que sea posible determinarla, sin necesidad de nuevo convenio entre los
contratantes". Basta pues con que la cantidad sea determinable, esto es, determinada de
forma indirecta (como ocurre en el artículo 1448 del Código civil). Incluso cabe la
determinación de la cosa mediante su atribución contractual al arbitrio de un tercero
(artículos 1447 -RDGR 25.9.2003- BOE 21.10- y 1690 del Código civil), que vinculará a
las partes, salvo cuando haya faltado evidentemente a la equidad.
El objeto del contrato ha de ser posible (artículo 1272 del Código civil). La
imposibilidad del mismo puede proceder tanto de causas legales (ilicitud) como de causas
materiales. Por otra parte, la imposibilidad puede ser originaria o sobrevenida, absoluta o
Asignatura

relativa, total o parcial. La imposibilidad originaria, absoluta y total da lugar en principioa


la nulidad del contrato por falta de uno de sus requisitos esenciales (artículos 6.3, 1261.2º
y 1460 del Código civil). La imposibilidad sobrevenida plantea el problema de determinar
cuál de las partes del contrato habrá de soportar (económicamente) dicho riesgo. La
imposibilidad parcial plantea el problema de determinar la posible validez o subsistencia
parcial del contrato. Imposibilidad relativa es aquélla que afecta a algunas personas
(concretamente al deudor de la obligación contractual), pero no a todas. Planteapues el
problema de si deberá equipararse o no, según los casos, a una imposibilidad absoluta.
No es preciso que el objeto del contrato tenga un valor económico, ni de cambio,
ni de uso (patrimonialidad del objeto), aunque eso es lo que ocurre en la mayoría de los
contratos. Basta que la parte que se beneficia de la cosa o servicio, o que pretende que
se beneficie un tercero como consecuencia del contrato, tenga un interés legítimo al
respecto, y que el daño derivado del incumplimiento del contrato (no obtención de la cosa
o servicio objeto del mismo) pueda ser económicamente valorado (normalmente a través
de una indemnización monetaria). Esa valoración económica es indispensable para poder
aplicar la responsabilidad patrimonial derivada del incumplimiento de una obligación
contractual (artículo 1911 del Código civil).

10.2.- CLASES DE CAUSA.-


Se trata, sin duda, de la materia más discutida dentro de la teoría del negocio
jurídico; ya que, para unos -causalistas- la causa es un elemento del negocio jurídico;
mientras que, para otros -los anticausalistas- ésta es un elemento totalmente inútil o
inservible.
1.-Concepción causalista.-A su vez, dentro de la doctrina causalista, se discute
en cuanto a qué sea, y en cuanto a cuál es su ámbito. Así, ALBALADEJO, distingue tres
concepciones causalistas: la objetiva, la subjetiva y la unitaria:
a) Para la concepción «objetiva», la causa es el fin práctico del negocio; la
razóneconómico-jurídica del mismo; la función que caracteriza a cada tipo de negocio
reconocida por el Derecho; o la síntesis de la voluntad de las partes y del objeto del
negocio, objetivados por la Ley. Así entendida, la causa es invariable para cada tipo
de negocio.
Por ejemplo, en la compraventa el fin del contrato es el de cambiar cosa por precio.
Además, para esta concepción, la causa es algo perfectamente diferente de los motivos
yde los fines subjetivos concretos que éstas persigan en cada supuesto.
b) Para la concepción «subjetiva», la causa es la razón o motivo decisivo
que induce a negociar- el fin particular cuya consecución impulsa a realizar el negocio.
Para la misma, la causa no consiste en el fin abstracto y permanente, siempre igual
en cada tipo de negocio, sino en la finalidad concreta perseguida por cada una de las
partes al negociar.
c) Para la concepción «unitaria», tanto la consideración exclusivamente
objetivade la causa, como la meramente subjetiva son parciales, porque sólo toman
en cuenta unaspecto de la cuestión. Por ello se entiende que, es preciso elevarse
sobre ellas, aunándolas, porque no son realmente contradictorias ni incompatibles
entre sí. Junto al fin que el negocio persigue en abstracto, hay que dar relevancia

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Asignatura

causal al propósito que indujo al sujeto a alcanzar.


Esta es la teoría seguida por el T.S. que considera la causa en su aspecto objetivo
como el fin que se persigue en cada contrato, sin que este motivo pueda ser identificado
con los motivos individuales o psicológicos de las partes. Sin embargo, en determinados
supuestos estos motivos personales deberán ser tenidos en cuenta, sobre todo para
poderapreciar la ilicitud de la causa; sobre todo cuando aquellos motivos se incorporan
a la declaración de voluntad en forma de condición, modo, etc...y sobre todo cuando
dichos motivos han sido reconocidos por ambas partes y pueden considerarse
incorporados a lasituación inspiradora del negocio (AMORÓS GUARDIOLA).
La causa que el CC cita es la de la obligación: «no hay contrato sino cuando
concurren los requisitos siguientes: 1. ) consentimiento de los dos tratantes; 2. ) objeto
cierto que sea materia del contrato; 3.) causa de la obligación que se establezca» (art.
1.261 del CC). En sustancia, es patente, que para dicho Cuerpo legal, requisito del
contrato es que haya causa de la obligación.
El art. 1.274 no se da una verdadera definición de causa del contrato, simplemente
se dice lo que se entiende por causa en cada uno de los tipos contractuales que en él se
especifican.: «en los contratos onerosos se entiende por causa, para cada parte
contratante, la prestación o promesa de una cosa o servicio por la otra parte; en los
remuneratorios, el servicio o beneficio que se remunera; y en los de pura beneficencia la
mera liberalidad del bienhechor».

2.- Concepción anticausalista.-Según dicha orientación, la causa es algo


totalmente inútil, y los códigos que la acogen, podían haber prescindido de la misma, sin
que nada cambiase por ello. Refiriéndose, en concreto, a la causa de las obligaciones
contractuales,se entiende que, en los contratos onerosos, la causa se confunde con el
objeto, y en los gratuitos con el consentimiento del que hace la liberalidad.

Bibliografia

Jose Manuel Lete del Río y Javier Lete Achirica. Derecho de Obligaciones, Volumen 1º.
Editorial Thomson Aranzadi. 1ª edición 2005

Luis Díaz-Picazo y Antonio Gullón. Sistema de Derecho Civil, Volumen 2º, tomo I. 11ª
edición 2016

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