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Equipo:
Burgos Gómez Narda M.
Dominguez Sainz Mario G.
Frial Vergara Mariel
Ruiz Romero Aranza del C.
Trinker Sánchez Juan E.
Valencia Hernández Hugo A.
Grupo: 3010
Asignatura: Cardiología
En 1856, Virchow describió una tríada de factores que predisponen a la trombosis venosa:
La estasis interrumpe el flujo laminar y pone a las plaquetas en contacto con el endotelio.
Esto permite que los factores de la coagulación se acumulen y retrasa el ingreso de
inhibidores de la coagulación. Los factores que disminuyen la velocidad del flujo venoso e
inducen estasis incluyen la inmovilización (p. ej., reposo en cama prolongado tras la cirugía o
permanecer sentado durante un viaje largo en automóvil o avión), la insuficiencia cardiaca y
los síndromes de hiperviscosidad.
El daño vascular, ya sea por lesión externa o con catéteres intravenosos, puede denudar al
endotelio y exponer a la colágena subendotelial. La colágena expuesta actúa como sustrato
para la unión del factor de von Willebrand y las plaquetas, y activa la cascada de la
coagulación, lo que conduce a la formación del coágulo. Un daño menos grave puede causar
disfunción endotelial, que contribuye a la trombosis al comprometer la producción de
sustancias vasodilatadoras y antiagregantes (p.ej., óxido nítrico y prostaciclina) y moléculas
que inhiben la trombosis, como la trombomodulina y el heparán sulfato. Evidencia reciente
indica que los factores de riesgo ateroesclerosos, como la hiperlipidemia y la diabetes,
también se relacionan con el desarrollo de TVP.
El riesgo de trombosis venosa es en particular alto tras las fracturas de la columna, la pelvis
y los huesos de las extremidades inferiores. El riesgo tras una fractura ósea puede
relacionarse con la estasis del flujo sanguíneo, el incremento de la coagulabilidad y la
posibilidad de daño endotelial traumático. Además, la trombosis venosa puede ocurrir en
pacientes sometidos a procedimientos. quirúrgicos, en particular tras las cirugías ortopédicas
mayores.
Las mujeres tienen un riesgo varias veces mayor de formación de trombos venosos durante
el embarazo avanzado y el periodo puerperal temprano. En el tercer trimestre el feto
comprime la vena cava inferior y puede inducir estasis del flujo sanguíneo, y las
concentraciones altas de estrógenos. circulantes pueden generar un estado de
hipercoagulabilidad. Los anticonceptivos orales y otros productos estrogénicos
farmacológicos también predisponen a la formación de trombos.
ESTADOS DE HIPERCOAGULABILIDAD
Deficiencia de antitrombina
Deficiencia de proteínas C o S
Enfermedades mieloproliferativas
Tabaquismo
DAÑO VASCULAR
Traumatismo
Los pacientes con TVP pueden mantenerse asintomáticos, describir malestar en la pantorrilla
o el muslo al mantenerse de pie o caminar, o referir aumento de volumen en una sola pierna.
Los signos físicos de TVP proximal incluyen el edema de la pierna afectada y, en ocasiones,
calor y eritema localizados. Puede identificarse hipersensibilidad a la palpación en el trayecto
de la vena flebítica, y en ocasiones puede palparse un cordón venoso profundo (induración a
lo largo del vaso trombo sado). El dolor que se produce en la pantorrilla con la dorsiflexión del
pie (signo de Homan) es un signo inespecífico de TVP y no es confiable.
En pacientes con TVP proximal la elevación de la extremidad afectada por encima del nivel
del corazón ayuda a reducir el edema y la hipersensibilidad a la palpación, mientras que la
anticoagulación previene la extensión del trombo y la TEP.
Anticoagulantes orales más recientes, como los inhibidores del factor Xa rivaroxabán y
apixabán, permiten un mayor número de opciones para el manejo agudo y a largo plazo de
la TVP. La trombólisis mediante cateterismo puede ser útil para pacientes específicos con
trombosis venosa profunda iliofemoral.
El tratamiento de los pacientes con TVP de la pantorrilla (es decir, trombo sólo por debajo de
la rodilla) resulta más controversial, debido a que los tromboémbolos pulmonares que derivan
de ese sitio son poco frecuentes.
Puesto que el dímero D también puede encontrarse elevado en muchos otros trastornos, un
resultado positivo en la prueba no es específico de TVP, por lo tanto un valor normal de esta
prueba, se puede excluir TVP y un valor alto tampoco lo confirma.
La ecografía dúplex con compresión venosa tiene gran disponibilidad como técnica no
invasiva, con sensibilidad del 95% para el diagnóstico de la TVP o TEP aguda.
Se han descrito (por Virchow) tres factores principales predisponentes para la formación de
un trombo y señaló: estasis, hipercoagulabilidad y lesión de la pared vascular.
Teniendo esto como referencia, encontramos que en las primeras décadas de la vida
destacan problemas de hipercoagulabilidad o déficit en los factores del sistema de
anticoagulación. Se han descrito diversas trombofilias que se relacionan con la aparición de
trombosis venosa, entre ellas la deficiencia de antitrombina III, la deficiencia de proteína C y
la mutación del factor V de Leiden.
Por otra parte sin considerar las enfermedades hereditarias o adquiridas que provocan
hipercoagulabilidad, existen diversos trastornos que predisponen a la enfermedad.
-Una cirugía reciente mayor, en particular la cirugía ortopédica, es un factor observado con
frecuencia en clínica.
-Los estados de inmovilización frecuente, ya sea por traumatismos o por un episodio vascular,
son otro factor constante.
-La obesidad por sí sola puede triplicar la posibilidad de una trombosis venosa.
-Una alteración predisponente muy frecuente es la mujer embarazada y el consumo de
anticonceptivos orales o el tratamiento de reemplazo hormonal.
Un hallazgo común es la hipoxemia y esta aparece cuando la oclusión embólica es mayor del
13 % del área de corte seccional del árbol arterial pulmonar y se debe a dos mecanismos
fundamentales que producen desequilibrio en la relación V/Q (ventilación/perfusión):
1. Áreas ventiladas no perfundidas, secundarias a la
oclusión vascular (ventilación desperdiciada).
Los pacientes con TEP pueden experimentar disnea, dolor torácico pleurítico (por irritación
pleural), hemoptisis, tos o síncope (por la disminución del gasto cardiaco). Sus signos pueden
incluir taquipnea, broncoespasmo y evidencia de elevación de la presión en la arteria
pulmonar, lo que incluye la acentuación del componente pulmonar del segundo ruido cardiaco
y la ingurgitación yugular.
En pacientes con TVP proximal o TEP confirmada que no pueden manejarse con
anticoagulantes (p.ej., como consecuencia de algún trastorno hemorrágico) es posible
insertar por vía percutánea un filtro intravascular en la vena cava inferior, para evitar que los
tromboémbolos lleguen a los pulmones. En ocasiones se recurre a la terapia trombolítica
sistémica o a la trombectomía pulmonar quirúrgica en personas con TEP masiva.