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Park Jimin... ¡Park Jimin!

946
Jimin levantó su cabeza de golpe mirando a ambos lados confundido mientras limpiaba su boca con restos de
su saliva.194

A los segundos notó como todos sus compañeros le miraban atentamente, frunció el ceño y giró su rostro
hasta ver a su profesor con cara de pocos amigos y una ceja levantada.61

— ¿Me hablaba? —preguntó haciendo inconscientemente una mueca de desagrado, aquél hombre le caía tan
mal.77

— Sí, joven Park, le hice una pregunta pero usted estaba muy concentrado fusionándose con el pupitre.566

Al instante se escucharon pequeñas risas de parte de toda la clase. Cómo si hubiera sido un gran chiste,
aquél viejo no sabía lo que decía. Se tragó el si fin de insultos que deseaba decirle y se dispuso a mantener la
calma. No valía la pena imponerse ante aquél estúpido profesor.61

— ¿Cuál era la pregunta? —dijo con calma, la cuál le había costado conseguir.17

— ¿En que año inició la revolución francesa? —preguntó con una pequeña sonrisa de satisfacción, pues
sabía que su alumno no contestaría correctamente.515

En ese momento sonó la campana de receso, los estudiantes hubieron ademán de levantarse y recoger sus
cosas pero el profesor levantó una mano, deteniéndoles y llamando su atención.

— Nadie sale de esta aula hasta que Park responda a la pregunta —ordenó.429

Todos soltaron quejas las cuáles fueron detenidas en cuánto el profesor les lanzó una mirada asesina,
provocando el callar de todos.17

Jimin luchó por no entonar sus ojos, detestaba a ese profesor, de verdad que lo hacía. Siempre intentaba
hacerlo quedar mal y humillarle.
Y para mala suerte suya, no la sabía.
¿Cómo mierda se iba a acordar de eso? Y más si se había dormido en la explicación, pero el sueño que tenía
más la aburrida clase del profesor, no siempre eran buena combinación.39

Suspiró, dedicándole una mirada fría al mayor frente suyo.

— ¿1889? —bateó.138

— Incorrecto, es 1789 —le corrigió con arrogancia el profesor— Veo que le tengo que bajar puntos por su
falta de atención y conocimiento en mi clase, Park.150

— ¿Qué? —exclamó sobresaltado— ¡Pero si estuve casi cerca, profesor!178

— Tiene razón Joven, sin embargo no fue la respuesta correcta.56

Jimin le miró confundido y antes de poder decir algo el mayor habló.

— Muy bien, pueden salir —dijo en voz alta y al instante todos salieron sin dudar.

— Maldita sea... —maldijo en voz baja Jimin mientras guardaba rápidamente sus cosas y caminaba a pasos
pesados hasta la salida.

Una vez afuera, estaba tan concentrado pensando furiosamente en todas las formas en que le gustaría que su
profesor sufriera cuando repentinamente chocó contra algo, o mejor dicho, contra alguien.143
Sólo sintió como impactó con esa persona provocando que cayesen de espaldas al suelo, tanto él como el
desconocido.32

— ¡Joder! —exclamó al saber que seguro había llamado la atención y por el dolor de sus manos lastimadas
por el piso.50

Antes de levantar la vista, acomodó algunos de sus desordenados cabellos naranjas que lastimaban sus ojos,
dispuesto a levantarse e insultar fuertemente al estúpido que se le había atravesado. Hasta que de improvisto
una mano apareció en su campo de visión.98

— ¿Estás bien? Déjame ayudarte.178

Miró finalmente hacía arriba, con los ojos y boca totalmente abiertos al observar a la persona quién le tendía
una mano y le sonreía.99

Mierda.19

Era el chico más atractivo que había visto en su puta vida.515

Para empezar su cabello era completamente negro y corto, pero brillaba mucho más que su futuro. Un
agradable flequillo caía sobre su frente dándole una apariencia más juvenil y rebelde. Sus ojos eran grandes,
brillantes y oscuros, sentías que podías hundirme y nadar en ellos. Jamás había visto uno ojos tan lindos y
llenos de vida. Sus facciones eran ligeramente fuertes y destacables, al igual que sus labios, los cuáles eran
finos y delgados más con una apariencia delicada y atractiva a la vista. Y por último estaba sonriendo, sus
dientes eran de una apariencia peculiar y distinta a lo que alguna vez vió, eran blancos y relucientes, pero sus
dientes delanteros eran un poco más grandes lo que ocasionaba que se pareciese a un tierno y esponjoso
conejito.340

¿Quién diablos era?335

Jimin en ese momento se quedó estático en su sitio sin saber que hacer o decir, estaba impactado por lo que
aquél simple chico le había provocado, y era algo que casi nunca nadie lograba: ponerle nervioso.18

Y el sentimiento aumentó cuando aquél chico se agachó a su altura y le miró fijamente.22

— ¿Sabes hablar al menos? —preguntó con una voz divertida.370

El pequeño y frágil corazón de Jimin latió más rápido de lo acustumbrado, estaba muy cerca, muy
jodidamente cerca. Y se veía tan bien, ¡maldita sea!7

— Oh, ¿Te lastimaste? —el extraño miró su herida— Lo siento mucho, creo que no me fijé bien en donde iba.
Déjame ver... —murmuró y seguidamente tomó su mano.169

El simple hecho de sentir la piel de aquel muchacho hizo que Jimin se sobresaltara y alejara bruscamente su
mano de la suya, retrocedió con torpeza desde su lugar hasta que finalmente logró levantarse y correr lejos de
ahí sin querer mirar más a aquél desconocido.335

Entró a los baños los cuáles se encontraban vacíos y miró con la respiración agitada su reflejo en el gran
espejo.

— Mierda... —comentó al notar sus mejillas rojas como un tomate, en un intento de apaciguar ese color, abrió
el grifo y restregó su rostro con el agua.23

Pero no dió resultado, el rubor no se iba y más bien aumentaba cuando pensaba en ese chico. ¿Qué le
pasaba?18
— ¡Te odio, maldita sea! —exclamó a la nada completamente sobrellevado.65

Sin ser totalmente consciente de que había sido escuchado por aquél desconocido.

— ¿A quién le hablas?185

Aquella voz le hizo pegar un brinco y mirar al recién llegado con ojos totalmente abiertos.

Mierda, era él otra vez.13

— A-ah, yo... —cerró de golpe sus ojos ante su estúpido tartamudeo— Con nadie —terminó sin titubear.84

El chico se adentró más a los baños, acercándose más hacia él por inercia.
Jimin miró hacia el lavado en cuánto en azabache se posicionó a su lado y le miró con atención.

— Vaya, al parecer si sabes hablar...


—espetó con un eje de diversión en su voz.181

El cuál Jimin lo confundió como burla y levantó su mirada fría hacia el desconocido, el nerviosismo lléndose
de golpe y volviendo el verdadero él.83

— ¿Qué te importa si sé hablar o no?


—preguntó a la defensiva y con voz tosca.289

El azabache levantó las cejas, demostrando sus sorpresa ante el repentino cambio del pelinaranja para
finalmente sonreír con tranquilidad.29

— Me importa, pues así me daré cuenta de tu respuesta si te invito a salir.910

Jimin sintió que se ahogaba con su saliva, ¿escuchó bien?8

— ¿Q-qué has dicho? —cuestionó con total incertidumbre. Debía confirmar que no estaba pensando cosas
equivocadas.11

— ¿Quieres salir conmigo? Vamos yo invito, —agrandó su sonrisa— así podré recompensar el que te haya
hecho caer.283

El más bajo parpadeó, totalmente fuera de si y sin comprender una puta mierda lo que estaba pasando.31

— ¿Es una broma? —formuló levantando una ceja.90

Debía de serlo, nadie invitaba a cualquier persona solo por eso, aquél tipo debía de estar viéndole la cara de
estúpido.64

Aunque la reacción del azabache no fue la esperada, en su lugar, el chico fue el que ahora le miraba
confundido.

— Por supuesto que no —rió— Sólo estoy intentando remediar mi error, ¿acaso eso es malo?140

Jimin abrió la boca y luego la cerró, sin saber exactamente qué decir.
Deseó poder insultarle o mandar a ese chico a la mierda por estar poniéndole en esta situación, pero no pudo.
Aquél extraño derrochaba un aura tan tranquila y amable que le hizo desconfiar, nadie era así de... lindo.29

— No, no es malo pero... ¿cómo saldría con un total desconocido? —dijo, tragando saliva.54

— Oh, lo olvidaba qué tonto soy, ¿dónde están mis modales? —se auto regañó— Mi nombre es Jeon
Jungkook, un placer en conocerte, no fue en las mejores formas pero siempre es un placer conocer a un chico
bonito.476
¿Bonito? ¿Le había dicho bonito? ¿Acaso le estaba coqueteando? ¿Qué demonios?121

El azabache le tendió educadamente una mano y Jimin dudó en tomarla.


¿Si la aceptaba significaría que aceptará su propuesta? ¿O simplemente era un gesto de saludo?7

Confío en la última opción así que cuidadosamente tomó su mano y sintió a los segundos como el chico la
apretó dulcemente mientras le sonreía.7

— ¿Y tu nombre es...? —inquirió el más alto.55

— Jimin, soy Park Jimin... —completó para finalmente soltar a su mano, pues ya comenzaba a hacerle
cosquillas y a estremecerle, ya que la sensación de sentir la piel de aquél azabache contra la suya le
incomodaba muchísimo.46

— Listo. —el azabache se acercó dos pasos— ¿Ahora sí saldrías conmigo?156

Jimin al instante los retrocedió, su corazón comenzando a latir muy fuerte ante la cercanía y comenzando a
odiar cada sensación que sentía.

— N-no lo creo...

— ¿Qué? ¿Porqué? —el rostro del más alto se contrajo en un mueca dolida.90

Jimin sintió algo removerse en su interior al ver aquella expresión, se veía tan tierno... Esperen, ¿qué estaba
pensado? No, no se ve tierno, para nada. ¿Porqué pensaba y sentía ese tipo de cosas?11

Aquellos pensamientos sólo le hicieron enojar.14

— He dicho que no, ahora apártate


—pidió con voz severa.410

Grande fue su sorpresa cuándo el azabache obedeció lo que dijo y se hizo a un lado, dejándole el camino
para pasar y mirándole sin expresión alguna, a diferencia de hace unos segundos.8

Jimin tragó saliva y decidido caminó pasando por su lado, lo cuál en ese pequeño lapso de tiempo le hizo
estremecer.

Hasta que finalmente llegó a la puerta de salida, pero antes de continuar, escuchó de nuevo aquella voz que
le hizo voltear a mirar al azabache.

— Aún la propuesta sigue en pie, para cuando gustes —le guiñó un ojo junto a una sonrisa.249

Jimin abrió los ojos, sorprendido ante aquél atrevido gesto para que en cuestión de segundos su rostro
cambiará a una mueca molesta.27

— Jódete.428

Y dicho esto, salió prácticamente echando humos de allí e intentando detener los acelerados latidos de su
corazón.

Jimin pegó un brinco desde su asiento cuando la puerta del aula fue azotada por un golpe, mirando al mismo
tiempo a la persona responsable de su casi paro cardíaco.40

— Buenos días, profesora. No me ponga ausente porque ya llegué.305

Resopló y entornó sus lindos ojos, era más ni menos que Taehyung, su mejor amigo.108
— Joven Kim, ¿cómo se atreve a llegar a mi clase media hora después? —preguntó molesta la mujer dejando
de escribir en el pizarrón y colocar sus brazos en jarra.87

— Tuve unos inconvenientes ahí, profe. Pero no se preocupe, lo importante esque ya estoy aquí ¿no?172

Sí, aquél idiota incompetente era su mejor amigo. Kim Taehyung, mejor conocido como el chico más
problemático de su clase y el que siempre llega tarde. También un completo ícono de la moda y uno de los
más cotizados chicos entre las mujeres y hombres de aquella escuela. Pero a pesar de ser un idiota, era
buena persona y por eso Jimin le quería. Aunque claro, cosas cómo el asustarlo de esta manera hacía que
tuviera ganas de asesinarlo.50

— Dios mío, eres un caso perdido Kim. Vaya y tome asiento. —ordenó la profesora.26

Taehyung esbozó una sonrisa con avaricia y caminó hasta su asiento el cuál estaba al lado de Jimin. Se dejó
caer como si de un sillón se tratase y volteó a ver al pelinaranja quién le miraba con una ceja levantada.1

— ¿Qué? —soltó.1

— ¿Qué mierda te hiciste en el pelo? —interrogó Jimin mirándole raro al notar los rayos verdes que el chico
tenía en su cabello castaño.184

Taehyung sonrió y toqueteó su cabello elegantemente, presumiendo.

— Se ve genial, ¿verdad? —levantó ambas cejas.198

Jimin bufó antes de estirar una mano hasta el cabello de su amigo y desordenarlo como si de un niño se
tratase. Taehyung en ese momento se sobresaltó y apartó su mano de un golpe.

— ¡Qué haces! —intentó ordenarlo—Lo arruinas idiota, ¡esto me tomó dos horas, sabías? —exclamó
señalando su cabeza.54

— ¿Es por eso que llegaste tarde? —insinuó Park entre risas.

— No, no fue por eso. Fue por algo mucho mejor... —hizo una cara perversa.121

Jimin chasqueó su lengua y lo empujó.

— Eres un cerdo.37

Taehyung rió.

— ¿Qué? ¿Demasiado para tú alma virgen, Jimin? Sabes que puedo ayudarte con eso, bebé... —se acercó
peligrosamente con una sonrisa pícara.610

Al instante Jimin lo apartó de un golpe.

— ¡Dios, no Taehyung! ¡Deja de ser tan raro, ahg! —volvió su vista a su cuaderno, molesto.7

— Sólo bromeaba, Jimin. —rió—Aunque la propuesta sigue en pie cuando desees...255

— ¡Taehyung!

— ¡Joven Park y Kim, a detención! —ordenó en voz alta la profesora quién hace minutos estaba pidiéndoles
que guardarán silencio sin embargo no habían escuchado, desobedeciendo y hartando a la mujer.42

— ¿Qué? ¡Pero qué hicimos? —cuestionó al instante Jimin con los ojos totalmente abiertos.13

— Hablar durante mi clase, eso hicieron. ¡Ahora guarden sus cosas y salgan de mi aula!86
— Oh vamos, profe. No sea así... —intentó el castaño haciéndole ojitos a la mayor.

La mujer se quedó callada y sólo extendió dos papeles hacia los chicos, papel el cuál obtenías cuando eras
enviado allí y servía para entregarlo al encargado de vigilarlos como evidencia del respectivo castigo.

Los chicos suspiraron y rendidos guardaron sus cosas para proseguir a salir del aula con caras largas.

— Ah, y antes de que se vaya Kim... —le detuvo la profesora al castaño, el cuál volteó a verla— Una llegada
tardía más a mi clase y reprobará matemáticas joven, a no ser que apruebe el próximo examen, el cuál la
materia estoy explicándola hoy. Pero por su rebeldía, no podrá saberla, así que espero que encuentre la
manera de verla.155

Taehyung abrió su boca con los ojos abiertos, anonadado.

— Pe-pero...20

— Pero nada, ahora porfavor salgan.

Jimin tomó el brazo de Taehyung quién estaba en shock desde su posición para arrastrarlo hasta la salida.
Una vez afuera comenzaron a caminar hasta el aula de detención en un silencio molesto, el cuál el pelinaranja
no dudó en romper.6

— Todo esto es tu culpa, idiota


—soltó con rabia.6

Taehyung le miró sorprendido.

— ¿Mi culpa? —se autoseñaló— ¡Tu me hablaste primero!

— Oh vamos si no te hubieras teñido el pelo así ni te hubiera hablado, claramente es tú culpa.193

— ¡Eso no tiene ningún sentido, Jimin!


—reclamó— Pero el problema no es el que vayamos a detención sino que estoy por reprobar matemáticas,
¡joder!26

— Já, ese es tú problema no el mío y si al menos hubieras venido al 60% de las clases en todo este año te
habrías salvado pero no, eres un imbécil y ahora reprobarás. Yo te lo dije pero tú como siempre no me haces
caso. Ahora ve a ver quién buscas que te explique porque por tu culpa me perderé la clase de hoy y no
entenderé ni puta idea de nada, gracias mejor amigo.97

Siguió caminando a pasos pesados y con el ceño fruncido pero se detuvo en el momento en que dejó de notar
la presencia de Taehyung a su lado y seguidamente escucharle sollozar.356

Giró sobre sus talones para encontrarse con el castaño hecho un mar de lágrimas mientras miraba al piso.148

Mierda.

Inmediatamente se acercó a él y lo abrazó.

— Joder, lo siento... —murmuró sintiéndose mal.53

Jimin era consciente de que Taehyung no era el mejor promedio de su clase, él menos, pero aún así no le
costaba tanto como a su amigo. También sabía lo sensible que era el castaño y lo muy grosero que podía
llegar a ser él mismo cuándo estaba enojado, juntos esos sentimientos no eran una buena combinación y era
cuando pasaba situaciones como estas.49
— No, tienes razón. Soy un imbécil
—musitó Taehyung sobre su hombro.126

Jimin chasqueó la lengua y sobó su espalda.

— Eso es mentira, no me hagas caso. No eres imbécil, amigo mío. Lo lamento pero sabes que a veces puedo
llegar a ser muy grosero en estas situaciones, sin embargo no dejaré pasar de largo en haberte dicho que te
lo dije.14

Taehyung rompió el abrazo de a pocos.

— Lo sé, lo sé... —dijo limpiando sus ojos— No se qué haré ahora Jimin, si repruebo no podré graduarme y
no quiero repetir un año mientras te veo en la universidad estudiando lo que anhelas mientras yo sigo aquí
estancado, sería una pesadilla...87

El pelinaranja suspiró y acarició el hombro de su amigo mientras le obligaba a mirarle levantando su mentón
con cariño.

— La profesora dijo que si apruebas este examen podrás pasar, aún no está todo perdido. Sólo debemos
encontrar un tutor que nos enseñe a los dos la materia pérdida, o mejor que me explique a mí y que luego yo
te explique, pues no creo que le entiendas a otra persona... —rió.123

Taehyung también soltó unas risitas hasta de hacer una mueca.

— ¿Pero dónde encontraremos uno?3

Jimin bufó mientras pasaba un brazo sobre sus hombros y le acercaba a él, retomando su caminar.17

— Será fácil, tengo mis contactos —sonrió confiado.

— ¿Contactos o pretendientes? —preguntó el castaño mirándole y enarcando una ceja.119

Jimin detuvo su caminar y le miró confundido.

— ¿Qué pretendientes de qué hablas?28

— Oh, vamos. Tienes muchas personas detrás de tí que mueren por tener algo contigo y lo sabes, ¡hay hasta
nerds! Podrías tomar algo de provecho con ello... —guiño un ojo.45

— No lo creo. Son todos unos ineptos y buenos para nada —bufó.30

— Mhm, no todos Jimin. Hay alguien más... —dijo el castaño con una mirada pícara.

— ¿Quién?3

Jimin no entendía nada, todos su pretendientes eran de bajos promedios en matemáticas, hasta las chicas.
Sin ofender, pero los nerds no podrían siquiera explicarle, se pondrían nervioso y tartamudearían hasta más
no poder, teniendo el resultado de él no entendiendo nada.
Así que no tenía ni idea de a quién se refería el castaño.4

— Jeon Jungkook, duh —respondió su amigo con una gran sonrisa.354

Ah, él...

Esperen, ¡¿qué?!

Jimin sintió cómo su corazón se detuvo para comenzar a latir en un ritmo poco normal al entender ese
nombre.18
— ¿Qué? ¡No! Es un rotundo no y no, además yo no le gusto, no sé de qué hablas entonces... —suspiró
negando con la cabeza, intentando alejar su alteración.41

Taehyung soltó una carcajada.

— Dios, esque eres un ciego, está claro que Jeon babea por tí. ¿Qué no haz visto cómo te ve en educación
física? Joder, te come con la mirada amigo...295

— ¡¿Cómo dices?! ¿A que te refieres con que él me ve? ¿En qué momento? ¡No somos siquiera compañeros!
—exclamó asustado.88

— Pero recuerda que él es jugador del equipo de fútbol de la escuela, así que entrena en la misma hora que
recibimos la clase y termina antes por lo que ocupa las duchas del gimnasio y en ese lapso te ve —explicó
con paciencia su amigo.155

Jimin parpadeó, incrédulo. ¿Joder, Jeon le miraba mientras se ejercitaba?


Que puta vergüenza, lo odiaba definitivamente lo hacía. Maldito acosador.176

— Ahg, lo odio... —tapó su rostro derrotado.36

— Bueno pues tendrás que dejar tu odio de lado ya que lo necesitamos y tú vas a hablar con él.

— ¿Para qué demonios le voy a hablar, Taehyung? —reprochó.

El nombrado entornó sus ojos.

— Dios, Jimin. De verdad que ni siquiera lo estás intentando... ¡Jungkook es promedio en matemáticas! ¡Es un
puto genio en ellas, todo el mundo lo sabe! ¡Él puede ayudarnos! —explicó emocionado.
— Sólo tienes que hablar con él y pedirle que te explique el último tema de matemáticas y–64

— Wow, wow, espera, espera... —Jimin le detuvo— ¿Estás insinuando que yo hable con él? ¿Y que me
explique él a mí? —seguidamente comenzó a reír negando con la cabeza— No, no, Taehyung,
definitivamente te haz pasado por hoy, muy buena esa. Encontraremos a un chico más inteligente que él, pero
no...38

Habían pasado dos meses de que conoció a Jungkook y sinceramente se arrepentía de haber chocando con
él.
Pues desde ese entonces el pelinegro no había dejado de molestarle, lo encontraba a cualquier lugar al que
iba en el instituto y cuando lo hacía el chico no dejaba de mirarle y sonreírle con aquella estúpida y linda
sonrisa que tenía, además de que siempre tomaba cualquier oportunidad para invitarlo a salir la cuál Jimin
siempre se negaba rotundamente y lo odiaba pues siempre le ponía en situaciones incómodas y difíciles de
reaccionar, además de que le ponía nervioso y odiaba sentirse así.99

— Jimin, no bromeo. Él es nuestra única opción —insistió su amigo.

— Taehyung, ¿estás loco? —le miró fijamente, enrealidad el que más loco parecía era Jimin con aquella
mirada de miedo que le otorgaba al castaño — ¡Yo no voy a hablar con él, hazlo tú entonces!10

— Me va a decir que no —dijo seguro.


— Jeon rechaza a las personas que no le agradan y estoy totalmente seguro de que yo no le agrado ni un
poco.

— ¿Porqué no le agradarías? —frunció el ceño.

— No lo sé. —se encogió de hombros— Quizás por celos...205


— ¿Celos? ¿De qué?76

— De mí por supuesto, por ser tu mejor amigo y prácticamente ser cercano a ti. Obteniendo fácilmente lo que
él no tiene. ¡Porfavor, es muy evidente!51

— No tiene sentido —se excusó el pelinaranja— Ni siquiera le gusto, es sólo por molestarme...140

Taehyung comenzó a reír a carcajadas.

— Sí claro y yo voy a pasar matemáticas por teñirme el cabello.116

Jimin le miró mal.

— En fin, es muy obvio que él está loco por ti así que mi plan es que te aproveches de eso. Jamás se va a
negar a ti, sólo tienes que aceptar la cita que siempre te ha pedido, pedirle ayuda, que él te explique y que
luego me enseñes a mí y ya. Puedes dejar de hablarle sin más si eso quieres y que todo siga normal.
Sencillo.202

— N-no lo haré, Taehyung


—negó varias veces con la cabeza.
— Hay más chicos promedios en matemáticas, sólo es de buscar más y luego–

— Él te gusta —afirmó el castaño con una extraña sonrisa formándose en su rostro.288

— ¿¡Qué!? ¡Jamás! ¿Qué cosas dices?


¿Cómo puedes creer qué–...?69

— ¡Oh por dios, si te gusta! —exclamó Taehyung sonriente.59

— ¡Taehyung, mierda no! —gruñó molesto— Yo lo odio, es un idiota.

— Ajá, bueno. Como digas... entonces, si no gusta... no debe de ser tan difícil hablarle y pedirle ese
importante favor... —sonrió ladino.32

— Taehyung, ¿qué parte de que lo odio y no quiero ni siquiera verle ni compartir el mismo aire que él, no
entiendes? —preguntó intentando conservar la calma.36

— Jimin, porfavor... hablo enserio.


—le miró serio, Jimin también lo hizo cuando chocaron miradas— Si no me ayudas en esto, no podré
graduarme.20

El pelinaranja suspiró.

— Taehyung, yo no...

— Porfavor, hazlo por mí... —le miró con aquellos ojos y un puchero.93

¿Quién le diría que no a esa carita?


Joder, ¿porqué su amigo era así de tierno cuando se lo proponía?78

— Dios mío... —suspiró pasando una mano por su rostro exhausto— ¡Está bien, está bien!

— ¡Sii! —Taehyung se abalanzó a abrazarlo fuertemente— Demonios qué buen amigo tengo yo.32

Jimin bufó intentando ocultar una sonrisa. — Pff, lo intentaré ¿ok? ¡Pero no prometo nada! Joder, me
arrepentiré de esto, sé que lo haré...7

— Yo no lo creo...348
— ¿Qué dices? —ladeó su cabeza.

— Nada, nada mi Jimin —sonrió con amabilidad— Oh mirá, ya llegamos a detención... —señaló la puerta
intentado cambiar de tema.80

Jimin miró la entrada y suspiró mientras era arrastrado por Taehyung hasta aquél odioso y aburrido lugar.
Mientras que en su pequeña cabeza pensaba en qué demonios iba a hacer ahora y el cómo diablos le iba a
hablar a Jungkook.+

Esto saldría mal, estaba convencido de ello.

Una de las razones por la cuál odiaba a Jeon Jungkook era por aquellos grandes y brillantes ojos que poseía
y joder, el que le estuviera viendo con ellos ahora mismo junto a su sonrisa de conejo sólo lograba querer
golpearle en la cara. ¿Porqué tenía que ser tan malditamente lindo?170

— Hola Jimin —le respondió a su reciente saludo con aquella irritable expresión en su rostro que al
pelinaranja le molestaba. — ¿Se te ofrece algo?

— Ahm... —mordió su labio inferior comenzando a sentir nervioso, miró de reojo a Taehyung quién estaba a
largos metros de él y enseñaba sus dos pulgares en apoyo. Suspiró.
— Necesito tu ayuda.140

Jungkook levantó las cejas y le miró con una tierna expresión en su rostro.155

— ¿De verás? ¿Y en qué? —preguntó con una emoción en sus ojos.314

— Ayer me mandaron a detención en la clase de la profesora Kang, y ella estaba explicando nueva materia la
cuál no pude ver y ahora no entiendo nada. Necesito que alguien me explique porque ella no repetirá el tema,
sé que eres bueno en matemáticas así que, podrías... —tragó saliva, sintiendo un nerviosismo extraño—...
¿Podrías explicarme?77

Jungkook parpadeó varias veces, sorprendido.

— ¿Quieres que te explique matemáticas?104

— Exacto.

El más alto se cruzó de brazos y levantó una ceja.

— ¿Y a cambio de qué?450

Jimin abrió sus ojos, ¿enserio él quería algo a cambio? ¡Puta mierda!
Resopló antes de hablar:

— No sé, dime tú que quieres...294

Dios se estaba arriesgando pero horrible, literalmente estaba metiéndose en la boca del lobo. Todo por
Taehyung se repetía, todo por Taehyung...12

— ¿Lo que yo quiera?

— Sí, lo que tú quieras.194

Taehyung, te odio.84

Jungkook esbozó una sonrisa que podría deducirse entre vanidosa, pícara y que gritaba por todos lados que
ya se tenía algo en mente. Jimin al instante se cuestionó qué había hecho.6
— Acepta salir conmigo —responde finalmente.211

Jimin suspiró de alivio, madre mía, pensaba que aquél pelinegro le iba a proponer algo fuera de sus casillas
pero esto era al menos lo que se esperaba.8

— Y... —agregó el más alto, llevando una mano a su barbilla y pensando.94

Su alivio se esfumó.41

¿Y? ¿cómo que y? ¿Qué más iba a pedir este imbécil?156

— Y quiero que andes conmigo por los pasillos durante una semana —finalizó con una tierna sonrisa.541

Jimin abrió su boca hasta más no poder, ¿qué carajos?

— Espera, ¿qué? —se apresuró a decir— Yo no–11

— Eso o nada, Park —sentenció Jeon.91

— Pero... —su vista se volteó para mirar a su mejor amigo desde lejos y negarle mientras formulaba un
silencioso "no lo haré, está loco". A contrario de su amigo que sólo asentía varias veces con la cabeza en
aprobación.119

— Al parecer no te queda de otra, Jimin... —habló Jungkook muy cerca suyo y efectivamente era así, cuando
volvió su mirada al pelinegro este ya había invadido su espacio personal.
— Por fin pasaremos tiempo juntos.
—sonrió, acercándose más.431

Jimin sintió su garganta secarse y tragó saliva con dificultad mientras inconscientemente retrocedía sin apartar
sus ojos de los contrarios.
En ese momento siento algo duro y metálico tocar su espalda y se da cuenta que había chocado con un
casillero. Mordió su labio al verse apresado ahora por Jeon, quién no dudo en aprovechar esto y levantó un
brazo para posarlo a un lado de la mejilla del pelinaranja, dejándole sin salida.111

— ¿Qué dices, Park? —se acercó más, y Jimin pudo jurar sentir su cálida respiración tocar sus labios—
¿Aceptas mi propuesta?232

— Y-yo... —presionó sus labios sin poder apartar su vista de Jungkook y sin siquiera moverse, con su
respiración alterada.

Mierda, ¿quién era aquél chico para ponerle así? ¿Porqué estaba actuando de esa manera, primero que
nada? Él era Park Jimin, él no se dejaba intimidar por nadie. Y Jungkook no sería la excepción.17

Jungkook estaba a punto de inclinarse con intenciones de besarle cuando sin pensarlo dos veces pisó
fuertemente al chico con uno de sus pies.95

— ¡Joder! ¿Qué cojones? —exclamó el pelinegro apartándose al instante y tocando su pie malherido.104

— Métete tu propuesta por el culo, Jeon.540

Y dicho esto se alejó a pasos pesados y presisos de aquél chico quién no dejaba de cogear y gruñir del dolor,
mientras que Taehyung llevaba una mano directa a su frente.205

Esto sería más difícil de lo que pretendía.

— ¿Qué carajos fue eso, Jimin?45


Taehyung no dudó en reclamarle una vez se encontraron.

— Defensa personal.85

— ¿Es enserio? ¿Defensa de qué? —siguió cuestionando.22

— ¡Estaba a punto de besarme! ¿Acaso no viste? —le miró alterado.

— Si lo note, pero pensé que lo querías... —se encogió de hombros.24

— ¿Cómo voy a querer que–...? ¡Ah, olvídalo! El plan se cancela.


—sentenció, sentándose en una banca de la zona verde en la cuál se encontraban.5

Taehyung al instante obstruyó su visión colocándose al frente suyo con los brazos en jarra.

— ¿Y ahora cuál es el plan B, Jimin? ¡Maldición, casi lo conseguías! Sólo tenías que aceptar y ya.22

Jimin frunció sus labios, molesto.

— ¡Me pidió que anduviera con él en los recesos durante una semana! ¿Cómo mierda voy a aceptar eso,
Tae? ¿Y mi dignidad dónde quedaría? ¡Parecerá cómo si fuésemos pareja y- ahg! —se cubrió el rostro para
luego suspirar— Lo lamento, yo... debe de haber otra opción.43

— No la hay. Como dijo Jeon, es eso o nada —se sentó a su lado— Si lo ves desde otra perspectiva no es tan
malo después de todo...33

Jimin volteó a mirarle.

— ¿Qué le ves tú de bueno que yo no?134

El castaño se acomodó en su sitio antes de comenzar a explicar.

— Mira, si te pones a pensar no es tan difícil su propuesta. Número uno: salir con él, ¿qué tan difícil sería?
Solo debes de aguantar un día y ya está, hasta te estará invitando a comer, eso no lo puedes dejar pasar... —
levantó con sugerencia sus cejas— Segundo, talvéz si se pasó con eso pero no necesariamente tienen que
hablarse o algo, solo es caminar juntos y ya, sin toqueteos ni nada. Tú solo lo tienes que ignorar hasta que
pase una semana. De seguro se llegará a cansar de tu rechazo y terminará el trato.39

— No lo sé, Tae... —formó una mueca, reconsiderándolo.

— Jimin, es nuestra única oportunidad y la más factible. Debemos comenzar a actuar rápido antes de que el
tiempo pase y lleguen los exámenes —siguió convenciendo el más alto.44

Jimin lo pensó muy fuertemente hasta que finalmente no tuvo de otra.

— Está bien —aceptó— ¿pero cómo le voy a decir de la nada que acepto cuando le negué hace unos
minutos?24

— No lo sé, sinceramente estás jodido en eso. —rió el castaño y el pelinaranja le miró con cara de pocos
amigos.1

— Estoy hablando en serio.

— ¡Ay, Jimin! —se quejó— Encontrarás el momento para volver a hablarle, por ahora... —miró su estómago y
después le dedicó una tierna mirada a su amigo— Tengo hambre, ¿podrías traerme algo de comer?81

Jimin rodó sus ojos.


— No, ve tú.

— ¡Porfavoooor! —su amigo le zarandeó hasta que se hartó.2

— ¡Bien! —se levantó de su asiento y suspiró— ¿Qué quieres?46

Taehyung arrugó su nariz, pensativo.

— Tráeme un helado.

— ¿Un helado, enserio? —enarcó una ceja.

— ¡Sí, en cono! —le tendió el dinero y Jimin lo tomó de mala gana— ¿Qué sabor?6

— Vainilla con chocolate, por supuesto —respondió con obviedad.75

Jimin bufó y se dió media vuelta mientras escuchaba la voz de su mejor amigo agradeciéndole.

Entró a la cafetería donde se encontraba medio instituto comiendo y charlando. Comenzó a hacer fila en la
heladería del lugar mientras bostezaba y observaba con pesar todo el lugar. Dios, detestaba aquél ambiente
tan hipócrita. Todo estaba dividido por categorías, dependiendo del tipo de persona que fueras podrías
sentarte con los populares o con los nerds, o con los emo, hippie, músicos, guapos, etc... Y si no encajabas
en ninguno, pues valías un cero a al izquierda. Sí, así de horrible era su instituto. Gracias que él y Taehyung
compartían el mismo pensamiento de ese lugar y preferían almorzar en las zonas verdes, era más tranquilo y
menos ruidoso.128

Su vista siguió vagando en cada mesa hasta pasar por la gran mesa de los deportistas en la cuál no era de
extrañar que estuviera Jungkook, y sí, allí estaba.

Un momento.

Jimin abrió mucho sus ojos al captar que allí estaba Jungkook y recordar lo que anteriormente le había dicho y
hecho, además se veía que aún se quejaba del dolor en su pie. Bueno, talvéz Jimin si se pasó un poco pero
era necesario, ¡él chico era un idiota!
Dejó de mirarle antes de que aquél deportista notará su presencia en ese lugar y se apresuró a ordenar el
helado de Taehyung con su corazón latiendo apresuradamente.15

— Muchas gracias —dijo apenas tuvo el cono entre una de sus manos.

Se giró sobre sus talones con intención de devolverse y por impulso miró de reojo la mesa de Jeon, notando
que este le estaba viendo y no de una buena manera.156

¡Mierda!

Jimin apartó rápidamente la mirada y comenzó a caminar hasta la salida con el único pensamiento de huir.
Hasta que alguien se atraviesa en su camino.

— ¿A dónde vas, Park?77

Se detuvo abruptamente al tener a Jung Hoseok al frente suyo.242

— A ningún lado que te importe, Jung.


—soltó con molestia.8

Para dejar algo en claro, aquel chico alto y de cabello negro era su ex.
Anduvieron juntos hace un año como por seis meses y se podría decir que las cosas no terminaron muy
bien.106
Pues, Hoseok le engañó.425

— Quítate de mi camino —pidió el pelinaranja haciendo una mueca de asco.

— No lo haré pues tengo algo de que hablar contigo, Park —se cruzó de brazos el azabache con una
arrogante sonrisa.

— Sea lo que sea, no me interesa. Joder, ¡esto se me va a derretir si no te quitas! —exclamó refiriéndose al
helado en su mano.5

— Qué grosero eres, Jimin. No recuerdo que fueras tan agresivo, déjame ayudarte con eso —chasqueó sus
dedos y al instante apareció un tipo desconocido que le arrebató el helado a Jimin.63

— ¡Hey! —se quejó al instante.

— Tranquilo cariño, ¿no ves que te estoy ayudando a sostenerlo? Ahora sí podemos hablar —sonrió
inocentemente.

— No me llames así, ¡y devuélveme eso! —exigió al chico desconocido quién era más alto que él y le ignoró
olímpicamente.

— Esta es mi condición, tú y yo volvemos y hacemos cómo si nada hubiera pasado, se que aún me deseas
Jimin... —le guiñó un ojo— ¿Qué dices?503

Jimin le miró con total confusión y quiso reír. ¿Qué demonios estaba diciendo este tipo? Meses después de
que terminaron su relación, Hoseok había comenzado a insistir en que volvieran, aprovechando cada
situación en la que se encontrasen para hacerlo. Sin embargo, Jimin no iba a volver con el por nada del
mundo.3

— ¿Yo? ¿Deseándote? ¡Porfavor, Hoseok! No me hagas reír... —rodó sus ojos.

— ¿Estás seguro que no extrañas esto?

Hoseok invadió su espacio personal y le tomó de la cintura atrayéndole íntimamente hacia él, todo en un abrir
y cerrar de ojos.77

Jimin reaccionó al instante.

— ¿Qué mierda haces? ¡Suéltame!


— exclamó empujándole y captando la atención de gran parte de las personas en la cafetería.14

Pero Hoseok no cedió, en vez de hizo deslizó una de sus manos sobre su trasero sin pudor. Jimin se hartó al
instante y estuvo a punto de golpear a Hoseok de no ser que alguien más le había ganado.202

Sin darse cuenta, el azabache ya estaba tirado en el suelo, quejándose mientras sangre salía de su nariz.
Arrastró su mirada hasta al lado del chico donde se encontraba nada más ni menos que Jungkook con una de
sus manos en un puño mientras respiraba agitadamente.17

— No vuelvas a tocarlo, imbécil


—escupió Jeon hacia Jung.462

Jimin parpadeó más que impactado.


¿Jungkook le había defendido?
¿Qué mierda?84

El pelinegro caminó hasta donde él mientras ladeaba su cabeza.


— ¿Estás bien? —le preguntó con una suave voz que Jimin no supo cómo identificarla.5

— ¿Qué carajos? —soltó Jimin aún sorprendido— ¿Cómo...?56

— ¡Te voy a asesinar, Jeon! —la voz de Hoseok en el fondo le interrumpió.35

Jungkook formó mala cara y se volteó para encarar al azabache quién estaba a punto de propinarle un golpe
el cuál detuvo colocando rápidamente una mano en su puño. Hoseok gruñó y quiso utilizar otra mano pero
Jungkook también la detuvo, quedando totalmente inmóvil. A continuación el pelinegro impuso fuerza y lo
empujó lejos de él.131

El chico mejor conocido por ser uno de los más populares de instituto y por tener la más bella sonrisa, frunció
su ceño viéndose completamente serio y amenazante al haber sido prácticamente humillado en frente de toda
la cafetería.35

Pensó el atacar a Jungkook físicamente, pero era consiente de los sentimientos de él futbolista hacia el
pelinaranja, así que con una sonrisa comenzó a emplear su jugada.

— Já, muy divertido Jeon. Pero te guste o no, yo ya he tocado lo que tú nunca vas a poder... —habló,
señalando a Jimin.444

Se escucharon varios sonidos de exclamación de todo el lugar y Hoseok sonrió victorioso al ver cómo la cara
de Jungkook se deformaba para luego tensar fuertemente su mandíbula y dedicarle una mirada asesina.

El azabache se preparó mentalmente pues sabía que Jeon iba a querer golpearle y estaba dispuesto a no
perder otra vez.

Pero quién diría que de improvisto recibió otro golpe y que no fue de parte de Jungkook.

Si no de Jimin.353

— ¡Imbécil! —le gritó el pelinaranja totalmente enojado.35

Hoseok llevó una mano a su boca, la cuál comenzaba a sangrar y completamente impactado. Aquello no se lo
esperaba y antes de poder decir algo. Jimin impactaba un cono de helado contra su cabeza, ensuciando su
preciada cabellera negra.264

— Vete a la mierda —soltó su ex para seguidamente pasar a su lado y salir de la cafetería tirando la puerta.

Las risas y exclamaciones de sorpresa no tardaron en llegar y el azabache no pido sentirse más humillado.

— Te lo merecías.

La voz de Jungkook le hizo voltear a verlo, y grave error. Pues recibió otro golpe que fue directo a su
mandíbula y que provocó que cayera de cruces al piso. Antes de poder reaccionar o quejarse, el más alto le
había tomado del cuello por la ropa y se acercó a su oreja de modo que sólo quedase entre ellos dos lo que le
iba a decir:26

— La próxima vez que intentes algo con Jimin, yo me encargaré de matarte con mis propias manos.
¿Quedó claro, hijo de puta?358

Hoseok, asustado, sólo atinó a asentir varias veces con la cabeza. Al instante, Jungkook lo soltó cómo si de la
peste se tratara y salió también del lugar.31

Dispuesto a buscar a Park Jimin.

Jimin caminaba sobre el césped verde mientras las lágrimas bajaban sin control sobre sus mejillas.141
Observó la banca en la cuál anteriormente estaba junto a Taehyung, suponiendo que el castaño había ido a
buscarle debido a que ya no se encontraba allí. De todos modos, avanzó vagamente hasta el asiento y se
dejó caer mientras soltaba un sollozo.36

Se sentía humillado pero sobre todo molesto, molesto consigo mismo por haber caído tan bajo el año pasado
al aceptar salir con Jung Hoseok sólo por su gran popularidad y llamativa apariencia. Él había estado tan
desesperado en tener una pareja y sentir lo que tantas veces su mejor amigo le contaba, sentir amor aunque
sea por alguna vez en su vida.96

¡Pero qué va! Al principio todo había sido flores, luces y arcoiris. Jimin pensaba que por fin había encontrado
al que sería su pareja por siempre, el amor de su vida, la persona con la quién se casaría y el padre de sus
hijos... bueno, se había ilusionado demasiado. Había sido muy ingenuo y se dejó llevar por los encantos del
azabache que sólo estaba interesado en él por su físico. Hoseok era atento, amable y cariñoso al principio,
pero claro, todo eso cambió una noche cuándo le hizo insinuaciones a Jimin de querer tener sexo con él. El
chico menor al instante se negó, amaba a Hoseok pero simplemente no se sentía listo y pidió comprensión a
su pareja la cuál obtuvo a puras secas.
Pues al Jimin no satisfacerle como él quería, se buscó a otra persona que lo pudiese hacer.95

Y aquello provocó que el corazón de Jimin se destrozara.32

Se sintió mal, terriblemente mal pues sentía que todo había sido culpa suya por su inexperiencia e ingenuidad.
Inmediatamente cortó con el azabache gritándole todo tipo de barbaridades, las cuáles fueron contestadas
con una mirada seria y un "Me equivoqué contigo, Park. No fuiste lo que yo pensaba que serías."132

Esas fueron las palabras que provocaron el odio de Jimin hacia Hoseok. ¿Y cómo no iba a hacerlo? ¡Se le
había engañado, joder! ¡Y había sido su primer amor! Aquello había dolido como una navaja en su pecho y
esque se había ilusionado tanto que simplemente fue difícil de asimilar que todas su anhelaciones e ilusiones,
ya no se cumplirían o ahora eran pura mentira y basura barata. Hoseok lo era, una total basura.48

Sin embargo, a pesar de todo el proceso de superarlo no fue tan largo cómo se pensaba. Jimin estaba dolido,
pero el amor que sentía por el azabache no había sido tan fuerte ni significativo. En fin, creció y maduró,
utilizando esta experiencia como enseñanza de no dejarse llevar siempre por sus instintos y no caer
nuevamente por el amor hasta que se sintiese listo. Desgraciadamente, su concepto de el amor había
cambiado radicalmente desde ese entonces y ya no lo veía como algo posible en su vida.60

Intentó limpiar sus lágrimas con su antebrazo mientras su mirada no abandonaba el suelo. Se sentía tan
arrepentido y humillado, no era fan de llamar la atención y los acontecimientos recientes no habían sido la
excepción. Pero no pudo evitarlo, detestaba que le tratase como un objeto al cuál desear o presumir.
Taehyung tenía razón al decir que el tenía muchos pretendientes y el no había mentido cuando dijo que todos
eran unos idiotas, porque lo eran. Se intentaban sobrepasar con él y o le acosaban, aquello lo asustaba
muchísimo. Pero con el tiempo aprendió a hacerse fuerte y valerse por si mismo, así que comenzó a
defenderse y si era necesario golpear a alguien.52

Y estuvo a punto de antes golpear a Hoseok de no ser por Jungkook.6

Jungkook.

¿Porqué le había defendido?114

Ósea, el podía entender que a Jeon le gustase. Pero no al punto de golpear a otra persona. Gracias que
Jungkook había llegado al instituto este año y no el pasado, si no Hoseok no estaría aquí presente.19

— Jimin.
Aquello hizo que levantará su cabeza de golpe para mirar a la persona proveniente de esa voz.1

Jungkook estaba al frente suyo mirándole de una manera que Jimin no pudo descifrar.

— Vete —pidió, apartando su rostro y sorbiendo su nariz.13

No quería a nadie, solo quería estar solo y poder hundirse en su miseria.4

— ¿Te encuentras bien? —insistió Jungkook y Jimin resopló.

— Sí lo estoy, ahora largo.159

— Mientes, has llorado... —se acercó lentamente unos pasos más y el pelinaranja explotó.4

— ¡Te dije que estoy bien, maldita sea!


—gritó— Estoy... perfectamente... bien —comenzó a quebrarse de a poco hasta que no pudo más y cubrió su
rostro sin poder detener su llanto ahora.153

Dios, no sabía exactamente porqué estaba llorando. Sólo sabía que no podía parar de hacerlo, pues se sentía
tan inútil y todos sus miedos y tormentos se unían, jugándole una mala pasada. Su cuerpo daba pequeños
espasmos, comenzando a ser poco atento a su alrededor y enfocándose en las malas memorias.21

Aunque no se esperaba sentir una presentarse a su lado y seguidamente unos brazos rodearle con cariño.66

Se sobresaltó y miró con ojos llorosos a su acompañante, sorprendiéndose al ver que era Jungkook, quién le
dedicaba una mirada cálida y de compresión. Jimin quiso apartarlo de un golpe, quiso gritarle que se alejara y
no le tocara pero cuando quiso hacerlo, su cuerpo no respondió por él. No pudo, y mucho menos sentir el
pulgar del pelinegro pasando gentilmente sobre sus mejillas, borrando sus lágrimas.69

— ¿Qué haces? —fue lo único que salió de su boca.

Jungkook dejó de hacer lo que hacía para mirarle fijamente a los ojos.

— Intentó hacerte sentir bien.211

Jimin se sorprendió de aquellas palabras y fue en ese entonces que se dió cuenta de lo muy cerca que se
encontraban, literalmente pues podía sentir el calor del cuerpo de Jungkook abrazarle como si de amigos se
tratasen. Su corazón comenzó a latir muy rápido al ver al pelinegro a sus bonitos ojos. Y aunque una parte de
él gritaba que lo apartase de él, la otra exigía aceptar su calor y cariño.5

Pero su mente ganó esta vez.

— Gracias, pero me siento incómodo ahora... —murmuró.

— Oh, perdona —en ese momento Jungkook alejó sus brazos de Jimin y este sintió ganas de llorar al haber
dicho aquello pues ya los quería devuelta.

¿Pero que diablos le sucedía?58

— No fue mi intención hacerte incomodar —continuó el más alto.

— Lo sé, sólo... —no supo que más decir pues se quedó si habla en cuánto conectó miradas nuevamente con
Jungkook. Estaban muy cerca, aún si el chico había dejado de abrazarle.7

Jungkook dejó pasar eso de largo y continuó hablando.

— No me gusta verte llorar, Jimin.


—confesó.90
Jimin no supo que decir ante eso.

— Un chico lindo como tú no tiene porque llorar por un idiota.56

Estuvo a punto de decir algo al respecto pero Jungkook habló antes.

— Así que, intenta sonreír más seguido, pues así luces más hermoso. Y no dejes que esa bella sonrisa la
borre alguien que no vale la pena... Te prometo que él no volverá a tocarte.273

— No soy una damisela en peligro a la cuál quieras proteger, Jungkook. Puedo cuidarme solo, de todas
formas gracias... por defenderme... —admitió con un leve sonrojo.136

— No fue nada.

— Y... lo siento por lo de hace una hora —Jimin se sentía cohibido y fuera de sí, en parte no sabía que estaba
haciendo, pero lo estaba haciendo.

Jungkook se incorporó y le miró con un semblante sorprendido para luego pasar a aquella sonrisa que a Jimin
tanto le molestaba.5

— Estás perdonado.

Jimin rodó disimuladamente sus ojos.

— Sabes que mi propuesta sigue en pie si aún la necesitas...6

Ahora los abrió en sorpresa.

— ¿Es enserio?3

¿Jungkook no se rendía verdad?94

— Muy enserio —sonrió tiernamente.


— ¿Y ahora qué dices?

Jimin suspiró y apartó su mirada de Jungkook.

—Está-está bien —refunfuñó en voz baja.

— ¿Disculpa que dijiste? No te oí.188

Jimin volteó a ver a Jungkook con un semblante amenazante y este sólo le dedicó una sonrisa. Estaba claro
que si le había escuchado, pero quería molestarlo. Dios, lo odiaba tanto...11

— Sí, Jungkook. Acepto tu estúpida propuesta de mierda, ¿feliz?153

El pelinegro sonrió emocionado y le tendió una mano.

— ¿Entonces es un trato? —preguntó con una ceja levantada.4

Jimin soltó el suspiro más largo de su vida antes de mandar todo a la mierda y tomar la mano de aquél chico.

— Trato.

Ahora ya no había vuelta atrás

Jimin repasaba mentalmente el número de la casa de Jungkook mientras caminaba por un tranquilo y
espacioso barrio, buscándola.82
Habían quedado en que él iría a la casa del menor pues no era muy fan de tener visitas en su casa, sobretodo
teniendo a su madre allí las 24/7. Lo más seguro es que hubiese interrogado sin parar a Jungkook y les
estuviera espiando mientras estudiaba. ¡Hasta sería capaz de pensar que Jungkook y él eran pareja! ¡Dios no!
Así que obtó por la casa de Jeon, pues según él, estaba disponible, sola y silenciosa, ya que sus padres
trabajaban prácticamente todo el día.147

Así que, genial.

Estaría en una casa sola, con Jungkook, el loco.291

Okay, debía de admitir que tenía miedo. Pues conociendo al pelinegro y este podría aprovechar esta
oportunidad para intentar hacer algún movimiento que fuese peligroso para el pelinaranja. Así que debía de
estar alerta en todo momento si quería salir de esta.41

Se detuvo al frente de una gran casa de color blanco y tejado rojo ceniza.
Entrecerró sus ojos intentando leer el número de esta, a ver si coincidía con la de Jeon y efectivamente así
fue. Era el mismo número. Así que ahora estaba en la casa de Jungkook, madre mía...40

Tomó aire y avanzó con pasos decididos hasta la puerta.

— Aquí vamos.12

Finalmente tocó el timbre.

Esperó y esperó, pasaron los minutos y nadie abría. Entonces comenzó a preguntarse si de verdad era la
casa correcta y si lo era, ¿porqué no habría nadie en ella?

Formando inconscientemente un puchero, se dió media vuelta y se alejó dispuesto a marcarle a Jungkook e
interrogarlo por darle un número de casa equivocado. Hasta que escucha como la puerta es abierta de golpe y
alguien le llama por detrás.

— ¡Jimin!

Se voltea con una mueca en su rostro y los brazos cruzados.32

— Perdóname, estaba dormido —se excusó el chico.195

Jimin bufó y negando con la cabeza recorrió nuevamente el camino hasta la puerta, quedando al frente de
Jungkook.

— Adelante —el chico se hizo a un lado dándole la entrada a su hogar.

El más bajo tragó saliva y se introduce en la casa con algo de timidez a pesar de no haber nadie más a
excepción de Jungkook. Justo en ese momento se tomó la libertad de observar al nombrado de pies a cabeza.
Pues su vestimenta de hoy, era algo inusual.
Llevaba unos pantalones cortos a juego con una camisa blanca que le quedaba casi holgada, pero lo que más
le sorprendió fue el que estuviera usando lentes.213

— ¿Terminaste tu escaneo? —preguntó Jeon con una sonrisa traviesa.138

— ¿Desde cuándo usas lentes? —le interrogó curioso, evadiendo su estúpida pregunta.

Jungkook se encogió de hombros y sonrió.

— Desde siempre, pero sólo los utilizo en casa. Cuando estoy afuera uso lentes de contacto —explicó.99

— Interesante —murmuró comenzando a repasar su mirada por toda la casa— Te ves lindo con ellos...339
Segundos después detuvo su mirar quedándose completamente inmóvil.3

¿Qué carajos acababa de decir?


Mierda, había hablado sin pensar.24

— ¿De verdad lo crees? —la voz de Jungkook detrás suyo le hizo tensarse.154

Inhaló y exhaló, intentando calmarse, pretendiendo parecer como si su corazón no estuviese a punto de
explotar y sin voltear a ver a Jungkook continuó viendo la casa, ahora los cuadros.

— Sí —respondió cortamente.

— Pues gracias, es extraño que me digas halagos...

— Si quieres no lo hago.180

— ¡No! —se apresuró a decir el menor— Me gustan, deberías hacerlo más seguido.2

Jimin soltó una pequeña risa.

— Tampoco te ilusiones —esta vez le miró.21

— Ups, tarde... —soltó con una tierna sonrisa el pelinegro.220

Antes de que Jimin le interrogará a que se refería el chico se le adelantó y habló.

— ¿Quieres algo de tomar o comer?34

Jimin negó con la cabeza.

— Por ahora quiero comenzar con la clase.28

— De acuerdo —Jeon presionó sus labios— Sígueme, entonces...

Pasó al lado de Jimin y se adentró en una habitación, el pelinaranja no tardó en seguirle y al entrar enterarse
de que se trataba del comedor donde había una gran mesa con centros muy bonitos y bien acomodados.

Seguidamente se acercó a Jimin y sacó una silla, invitándole a sentarse con caballerosidad. El pelinaranja
sonrió algo enternecido y se sentó sintiendo su corazón latir en un ritmo extraño y con un pequeño y lindo
rubor en sus mejillas.93

— Gracias...

Jungkook asintió para tomar asiento al lado suyo y sacar su libro de matemáticas junto a un cuaderno
mientras que Jimin hizo lo mismo.

— Uhm... —el pelinegro rebuscaba entre su cartuchera y seguidamente resopló para mirar a Jimin con una
mueca adorable— ¿De casualidad no tienes un lápiz que te sobre?103

Jimin le miró con los ojos totalmente abiertos.

— ¿Cómo es posible que no tengas un lápiz? —preguntó.

— ¡Si tengo uno! ... Pero lo perdí —rió tímidamente.388

Jimin entornó sus ojos y negó con la cabeza buscando un lápiz de sobre para Jungkook.

— Toma —dijo entregándoselo de mala gana.1


— Graciaaaas~ —respondió con una juguetona voz Jeon.165

Jimin se preguntó el porqué estaba actuando tan... ¿lindo? hoy.


No sabía cómo describirlo, pero sea lo que sea. Pedía a gritos que se detuviera pues su corazón aunque no
quisiera era débil a la ternura y el que Jungkook hiciese latirlo de esa manera le comenzaba a molestar.16

Joder esque aquellos lentes no ayudaban mucho...66

— Entonces... ¿comenzamos? —Jungkook le miró, atento.

— Claro —contestó.1

A continuación la tarde transcurrió normal y sin ningún tipo de inconveniente como Jimin se imaginaba que
ocurriría. Jungkook le explicó con paciencia y calma los problemas y ejercicios al pelinaranja quién entendió
rápidamente debido a que el menor era un buen profesor aunque fuera difícil de creer. Explicaba muy bien de
forma clara y precisa, escribía ejercicios para que Jimin los resolviera solo y si este los hacía mal le regaña a
sutilmente y le ayudaba a corregirlos, de modo que Jimin pudo entender por fin el tema a la perfección. Claro
que durante todo ese lapso de tiempo, hubieron momentos en los que Jungkook se quedaba observando más
de lo necesario a Jimin mientras hacía un problema, observando el cómo fruncía adorablemente su ceño y el
como mordía su labio inferior al no hallar la respuesta. Jungkook se desconcentró muchas veces por eso.87

— ¿Está bien?2

Jimin movió su cuaderno en dirección a Jungkook para que pudiese ver su resultado y revisarlo. Jungkook
acomodó sus lentes y acercó más el cuaderno hacia él comenzando a concentrarse. Jimin miraba a la hoja y
luego al pelinegro, expectante a su reacción. Hubo un momento en que Jungkook se relamió los labios y
frunció su ceño mientras sus ojos se movían de un lado a otro. Jimin dejó de mirar la hoja en ese instante, sus
ojos puestos en los delgados, finos y rosados labios del menor y sus pupilas se dilataron.112

Demonios, ¿Jungkook siempre había tenido unos labios tan bonitos? ¿Porqué hasta ahora los ve?
¿Cómo se sentiría besarlos?203

— ¿Jimin? ¡Jimin!

Parpadeó varias veces enfocando el confundido rostro del menor.

— ¿Estás bien? —preguntó preocupado el chico.

— Sí-sí, yo... —miró sus labios de reojo y finalmente le miró a los ojos. Aquella acción no había pasado
desapercibida por Jeon— Sólo me desconcentré...43

Jungkook le miró extrañado y algo travieso antes de empezar a hablar.5

— Pues, está correcto. Hiciste todo bien, te felicito —sonrió.23

— ¿Enserio? —le miró ilusionado y este asintió— Al fin... —resopló, cerrando sus ojos.

El castaño soltó una risa mientras cerraba el libro de matemáticas.3

— Creo que es todo por hoy, Jimin.

En ese momento, el pelinaranja abrió sus ojos.

— ¿A que te refieres con hoy? Pensé que sólo era un tema... —le miró asustado.17

Jungkook hizo una mueca.


—Mhm, me temo que no. Hay uno más, eran dos.98

— Joder... —suspiró pasando una mano por su rostro y pensando en que tendría que pasar otro día más con
el menor, dios, no sabe si podrá sobrevivir.3

— Debemos de continuarlo otro día, ya es tarde y debes de irte antes de que anochezca, es peligroso
después de eso —comentó el menor con un semblante serio.

— Lo sé, lo sé... —musitó y se dispuso a guardar lentamente sus cosas.

Una vez acomodado todo, se levantó de su asiento seguido de Jungkook quién le guío amablemente hacia la
salida.

Se detuvieron en la puerta y antes de salir Jimin se volteó mordiendo su labio inferior sin saber exactamente
qué decir.

— Gracias por tomarte la molestia de explicarme, Jungkook —sonrió levemente— Eres buen profesor.42

Jungkook esbozó una hermosa sonrisa de conejo y sus ojos tomaron un particular brillo.2

— De nada...

En ese momento estira una de sus manos y la posa en el mentón de Jimin levantándolo y conectando sus
miradas.8

— Estaré anticipando nuestra cita —susurra y se acerca, Jimin siente cómo la respiración se le corta en
cuando Jungkook besa su mejilla con delicadeza. Seguidamente le suelta y se aleja— Buenas noches, Jimin.
—Y dicho esto cierra la puerta con una traviesa sonrisa en su rostro.248

Jimin ve el pedazo de madera en frente suyo y parpadea varias veces, su corazón late muy fuerte y su
respiración está pronunciada. En ese momento capta la situación y la ira se apodera de él.45

— ¡JEON JUNGKOOK!

— Y luego bajas el resultado sobrante para multiplicarlo con la apotema del ángulo y luego colocarlo en la
raíz, después en la calculadora, darle igual y que de el resultado final. Y listo.680

Jimin terminó de explicar y miró a Taehyung quién tenía su ceño fruncido y la boca entreabierta.69

— ¿Entendiste? —preguntó levantando una ceja.5

— Eso creo... —murmuró antes de comenzar a realizar el mismo el ejercicio, minutos después le dió el
resultado correcto y sonrió feliz al poder al fin resolverlo— No es tan difícil cómo creí.37

— Lo sé, yo también pensé lo mismo al ver todo ese montón de números y letras, pero Jungkook tenía una
técnica que lo hacía ver más fácil y me la enseñó.78

Taehyung terminó de escribir para voltear a mirar a Jimin con una sonrisa pícara.58

— ¿Qué? —preguntó el pelinaranja al mirarle también.

— ¿Disfrutaste estar en la casa de Jungkook?

— Mhm... algo así, no fue tan malo como pensé que sería —ladeó su cabeza pensativo.

Taehyung esbozó una sonrisa.

— ¿Hizo algo indebido? —cuestionó curioso por la respuesta.6


Al instante Jimin abrió sus ojos y sus mejillas comenzaron a sonrojarse. Taehyung le miró anonadado ante su
reacción.

— ¡Oh dios, te besó! —exclamó emocionado.58

— ¿Qué? ¡No! —se alteró— Bue-bueno... fue algo parecido... —tragó saliva— Fue en la mejilla...4

— ¡No jodas! ¿Enserio? —llevó una mano a su boca.76

— Sí pero lo hizo tan rápido que ni siquiera pude detenerle ¡ahg! —cubrió su rostro— Lo detesto.64

Taehyung comenzó a reír.

— Pues tendrás que sobrevivir un par de días más, Jimin... Aún nos falta un tema, por cierto, gracias por tu
sacrificio —acarició su hombro—, aunque creo que en el fondo lo estás disfrutando.48

Jimin descubrió su rostro y apartó su mano comenzando a molestarse.

— ¡No lo disfruto, joder!8

— Sí claro, yo no se tú, pero desde aquí visualizo una nueva pareja... —insinuó con una sonrisa.169

El más bajo palideció ante la idea y tragó con dificultad.

— No quiero nada con él, Taehyung. No quiero nada con nadie sinceramente... —suspiró— No estoy listo y
creo que nunca lo estaré.106

El ambiente pasó a uno melancólico en cuánto Jimin apartó la mirada y limpió una lágrima que comenzaba a
bajar sobre su mejilla.
Taehyung se acercó a su mejor amigo y le abrazó por detrás, mientras reposaba su mentón en el hombro
derecho del contrario.66

— Jimin... —intentó al escucharlo soltar un suspiro tembloroso— Ya olvídalo, no es tú culpa... Porfavor no


pienses cosas malas de tí, eres maravilloso y sé que encontrarás a alguien que te haga verdaderamente feliz.
Olvida los malos recuerdos del pasado y piensa en el presente, en que ahora eres una mariposa libre sin
ataduras.109

Jimin rió levemente ante las referencias y ocurrencias de su amigo.1

— No soy una mariposa... —sorbió su nariz.140

— Eres un hada —corrigió el castaño.143

— Un hada está bien, son bonitas.24

— Y tú también lo eres... —murmuró Taehyung abrazándole más fuerte mientras besaba sonoramente su
mejilla.226

— ¡Aish, Tae! —chilló Jimin comenzando a reír al sentir cosquillas.7

Taehyung rió con su voz grave y acomodó levemente los cabellos naranjas de su mejor amigo antes de mirar
de reojo al frente y encontrarse con la figura de Jungkook viéndoles desde lejos, luciendo molesto.
Sonrió arrogante, dios, Jeon si que podía exagerar. Aunque le parecía muy divertido ya que le hacía sentirse
superior. ¿Debería de aprovecharse de eso?323

La respuesta en su cerebro fue un gran "¡sí, joder!, Amaba molestar a las personas y Jungkook no sería la
excepción. Comenzando su jugada, se acomodó en su asiento, abriendo sus piernas y dejando que la espalda
de Jimin se apoyará en su pecho, seguidamente le abrazó fuertemente y con posesividad. Jimin se dejó hacer
cerrando sus ojos y relajándose ante la compañía del castaño, quién no dudó en mirar nuevamente a
Jungkook.383

Quiso soltar una carcajada al ver su rostro serio y su mandíbula fuertemente tensada, formando un pequeño
bulto en su mejilla con su lengua. Parecía querer matarlo con la mirada.107

Já, sin embargo Jungkook no podía hacerle nada porque él era el mejor amigo de la persona a la cuál le
gustaba. Un pequeño roce hacia su persona y perdería toda oportunidad con el pelinaranja.63

Sí, a veces se le salía lo hijo de puta a Taehyung.196

Pero en cierta forma, si era algo posesivo con su amigo. Desde su desastrosa ruptura con Hoseok, Taehyung
se prometió a si mismo proteger a Jimin de cualquier imbécil que se atreviese a intentar algo con él. Primero
tenía que pasar su aprobación ante todo, pues no quería que su mejor amigo sufriera nuevamente. Y
Jungkook no había completado todos sus requisitos, aún.77

Le da un pequeño beso al sedoso cabello de Jimin que tiene cerca y en ese momento Jungkook parece
hartarse y comienza a caminar decidido hasta su dirección.110

Taehyung sonríe al lograr su objetivo.

— Hey, Jimin... —le susurró.50

— ¿Mhm...? —respondió el pelinaranja sin abrir aún sus ojos.

— ¿Qué pasaría si te dijera que Jungkook viene hacia nosotros?34

— ¡¿Qué Jungkook qué?! —se levanta de golpe y comienza a mirar a todos lados. Sus ojos caen en la silueta
del pelinegro acercándose y parpadea una vez llega hacia ellos con un semblante serio.113

Jimin se preguntó el porqué.5

— Hey —saludó secamente Jeon mirándole fijamente.1

— Hola —respondió— ¿Qué haces aquí? —le miró extrañado.

Jungkook abrió la boca para responder pero en ese momento Taehyung le interrumpe.

— Hola Jungkook —le saluda con inocencia— ¿Como estás?235

Jungkook le dedica una mirada de odio y Taehyung sonríe arrogante.12

— Estoy bien, gracias... —presionó sus labios.

— Oh, genial —Taehyung ladea su cabeza y toma una bolsa gomitas que anteriormente comía para sacar
una y llevarla hasta los labios de Jimin quién automáticamente abrió su boca y la comió. Levantó su mirada y
sonrió al ver la expresión furiosa de Jungkook.483

— ¿Jimin, podemos hablar a solas?


—dijo con voz suave y forzada el pelinegro.2

— ¿Porqué? Sea lo que sea puedes decirlo aquí, me da pereza levantarme —se encogió de hombros.155

— Porfavor... —le miró suplicante.

Jimin resopló y entornó sus lindos ojos.


— De acuerdo.

Se levantó y limpio sus prendas.

— Vuelvo enseguida —avisó a Taehyung quién respondió con una asentimiento de cabeza.

Comenzó a alejarse con Jungkook a su lado, sin nunca haberse dando cuenta que el pelinegro se había
volteado para enseñarle el dedo del centro a Taehyung y que este le había sacado fastidiosamente la lengua
en respuesta.617

[🧡]22

Jungkook guió a Jimin detrás de uno de los edificios hasta finalmente detenerse. Aquella específica ubicación
le hizo a Jimin comenzar a sospechar de qué podría hacer el pelinegro en ese lugar, así que activó todos sus
sentidos por cualquier movimiento del más alto.38

— ¿Y bien? ¿Qué querías decirme? —preguntó cruzándose de brazos.

Jungkook sonrió sintiéndose aliviado al estar por fin en un lugar privado y sin tener que soportar la presencia
de Taehyung cerca suyo.7

— Bueno, quería avisarte que estés listo mañana pues pasaré por ti a las 3:00 pm.

Jimin casi se atraganta con su propia saliva.13

— ¿Espera, qué? ¿Mañana? —preguntó asustado.

— Sí, ¿algún problema? —levantó una ceja mirándole serio.

— N-no sólo que... —tragó saliva— No esperaba que fuera tan pronto...

Jungkook se encogió de hombros.

— Entre antes mejor, sabes que he querido que salieras conmigo desde que nos conocimos... ¿recuerdas?
—sonrió divertido.

Jimin bufó.

— Por supuesto que sí, el día en que cometí el peor error de mi vida al chocar con un idiota —espetó.71

— Ja, ja —soltó sarcásticamente Jeon.


— Cómo sea, no puedes negarte ahora Park. Y no te disgustes demasiado, lo vas a disfrutar —guiñó un
ojo.113

La respiración de Jimin se cortó, ¿cómo se atrevía este imbécil a decirle eso y guiñarle?12

— Eres un sinvergüenza —habló con una mueca molesta en su rostro.20

— Pero este sinvergüenza te está enseñando matemáticas así que no aprovechalo —vaciló y se acercó unos
dos pasos a Jimin, quién al instante se asustó y le empujó queriendo alejarle.
Pero no se esperaba que Jungkook le detuviera tomándole desde las muñecas.66

Se miraron fijamente sin decir nada, contemplando el rostro del contrario.

Hasta que Jimin salió de su trance y miró con enojo a Jungkook, antes de hablar.

— Está bien, te esperaré a esa hora —afirmó y los labios del pelinegro se movieron en una sonrisa— Pero
con una condición —agregó rápidamente y aquella sonrisa desapareció al instante.2
— ¿Cuál? —preguntó el más alto frunciendo el ceño.

En ese momento Jimin impone la mayor fuerza que puede sobre Jungkook y logra zafarse de su agarre con
brusquedad. Este último intenta acercarse pero Jimin lo empuja, y esta vez no le detiene como antes.+

— Qué no vuelvas a tocarme. —escupió molesto y seguidamente se fue.261

Jungkook papardeó sorprendido y pensando en que talvéz la había cagado.

Tira los dos conjuntos de ropa sobre su cama mientras suelta un largo suspiro sin saber cuál de los dos
vestuarios elegir para hoy. Fijó su vista en el reloj de pared que colgaba de su habitación, faltaba una hora
para que Jungkook llegase a recogerle y ni siquiera se había arreglado.33

Pues dos horas antes se había resignado negándose a ir, pues no tenía ganas de salir ni mucho menos de
ver a Jungkook.

— ¡Mueve tu enorme trasero y comienza a alistarte, Park Jimin! —le había dicho Taehyung desde el teléfono
con la excusa de que había hecho un trato y ya no había vuelta atrás. Hasta que finalmente cedió.36

Tenía que ir.

Sin dejarse de rodeos eligió un conjunto al azar. La verdad no tenía intenciones de impresionar a Jungkook o
algo parecido, debía de dejar de actuar como si de una cita se tratase.

— Es una cita, idiota —habló su subconsciente.2

Negando con la cabeza comenzó a mudarse de pies a cabeza. Una vez con las prendas puestas se miró al
espejo de cuerpo entero que tenía.
Su outfit no era algo fuera de lo común, estaba utilizando un simple hoddie color blanco el cuál era unas tallas
más grande que él y que hacía combinaba con su cabello naranja a conjunto con unos pantalones negros y
unos zapatos brillantes del mismo color.70

Según Taehyung se veía tierno pero el pensaba que no era la gran cosa, estaba normal.11

Aplanchó su cabello el cuál estaba un poco largo, pensando en que tendría que retocarlo algún día. También
se maquilló un poco, su mirada quedando más difuminada y felina mientras que sus labios destacaban por su
brillo rosado claro.40

Mientras retocaba más su cabello con la plancha de pelo, el timbre fue tocado sobresaltándole y quemándose
el dedo con el electrodoméstico caliente.94

— ¡Mierda! —alejó el aparato y llevó su dedo lastimado hasta sus labios intentando apaciguar el ardor.14

El timbre sonó otra vez y la voz de su madre en el primer piso indicando que ella abriría le hizo entrar en
pánico y comenzando a correr hacia las escaleras para evitar aquello.
Lo único que quería ahora era que su madre viera a Jungkook o siquiera le hablase. Pero la vida lo odiaba,
pues estaba a punto de bajar las escaleras cuando escuchó la voz de Jungkook en la entrada, saludando a su
madre quién no dudó en invitarlo a pasar.68

— ¡Joder! —susurró bufando y girando rápidamente sobre sus talones de vuelta a su habitación para
encerrarse en ella.33

Una vez dentro se apegó a la puerta con la respiración agitada y cerró de golpe sus ojos cuando su madre
comenzó a interrogar al pelinegro sobre a dónde irían y qué harían.
Demonios, debía de actuar rápido antes de que comenzase a preguntar de más e insinuar cosas sin sentido.
Así que tomó su bolso en el cuál llevaba lo fundamental y normal en una salida y se miró por última vez en el
espejo, revisando si no se había desordenado su peinado. No quería verse mal.

Esperen. ¿Para qué se preocupaba? Su intención no era a impresionar a nadie, ni mucho menos a Jungkook,
qué va. Bufó y caminó hasta la puerta saliendo por fin de su habitación y comenzando a bajar las escaleras
con lentitud. No quería llamar la atención aún, agudizó su oído para poder escuchar la conversación entre su
madre y el menor.7

— ¿Y cuántos años tienes, Jungkook?


—la voz de su progenitora sonaba amable.

— Tengo 19, señora —respondió con educación el pelinegro.33

— Y dime, ¿qué aspiraciones tienes? ¿qué deseas estudiar?104

— Pues me encanta el arte visual y escénico, también me gusta cantar.


Y respecto a lo segundo, he pensado en adentrarme más al mundo de las matemáticas y estudiar alguna
ingeniería, no tengo aún exacto cuál, estoy investigándolo.27

— Vaya, que chico más interesante eres. Ya era hora de que Jimin se consiguiera a una pareja... —rió.211

Esa fue la señal que Jimin necesito para activarse y terminar de bajar las escaleras con rápidez antes de que
su mamá dijese algo vergonzoso.

— Oh, disculpe pero nosotros no somos... —comenzó Jungkook pero se detuvo ante el sonido de fuertes
pisadas bajar apresuradamente las escaleras para pasar a un Jimin entrando al instante a la sala con la
respiración agitada.27

Un pequeño "wow" se escapó de su boca al examinarle de pies a cabeza, quedando con la boca ligeramente
abierta sorprendido ante lo hermoso que aquél pelinaranja se veía.80

Por el otro lado, Jimin parpadeó varias veces al mirar a Jungkook vistiendo una chaqueta de cuero, con el
resto de su ropa negra y el cabello algo ondulado y rebelde. Se quedó sin hablar, se veía jodidamente bien.
Maldición.213

— Jimin, por fin bajaste. Ya te estabas tardando.

La voz de la madre hizo que ambos chicos salieran de sus trances momentáneos.

— Lo siento, me quemé el dedo con la plancha —se excusó utilizando una realidad como mentira de su
tardía.2

— Ay, este niño... —le señora negó con la cabeza— Bueno, les dejo solos. Por cierto —se acercó al oído de
su hijo para susurrarle —Está muy guapo
—Y después guiñarle un ojo.168

— ¡Mamá! —se quejó al instante Jimin sintiendo sus orejas arder.

La mujer rió para finalmente abandonar la habitación.

Jimin suspiró y caminó a pasos rápidos hasta la puerta.

— Vámonos, antes de que vuelva —susurró y tomó el pomo.14

— Espera —Jungkook le detuvo.

Jimin se volteó con exasperación.


— ¿Qué?

En ese momento el pelinegro saca un ramo individual de un clavel naranja envuelto en un plástico tornasol y
lo apunta a su dirección.441

Jimin jadeó en sorpresa.

— Te traje esto —sonrió enseñando sus dientes— Es naranja a juego con tu cabello...168

El corazón de Jimin dejó de funcionar adecuadamente desde ese momento y su respiración se tornó
irregular.10

Oh dios mío, ¿Jungkook acaba de darle una flor? ¿Se permitía llorar?
Porque eso era lo que tenía ganas de hacer.58

— ¿Por-porqué...? —murmuró totalmente conmovido pero sin entender nada a la vez.

— Es mi forma de pedir disculpas por mi comportamiento, sé que puedo llegar a ser muy molesto y
aprovechado, me disculpo por eso...257

Jimin tenía la boca ligeramente abierta sin poder creérselo pero aún así levantó lentamente su mano para
tomar la flor y mirarla como si de un tesoro se tratase.

— Gracias —sonrió emocionado sin poder apartar la mirada del clavel.

Jungkook también sonrió al haber acertado en su decisión de la flor, pues Jimin se veía encantado y mejor
aún, ¡había sonreído! Aquello provocó que el corazón de Jungkook brincara de alegría.28

— Entonces... ¿nos vamos? —sugerió sacando al pelinaranja de su mundo.6

— S-sí, claro —respondió Jimin y guardó la flor dentro de su bolso e intentando que no se dañara.148

A continuación se giró y abrió la puerta donde salió junto a Jungkook, ambos con unas pequeñas sonrisas en
sus rostros.

Talvéz no sería un día tan malo...

Jimin se quedó inmóvil en cuanto sus ojos enfocaron una moto negra al frente de su casa. Aunque sus
pensamientos sobre de quién era el transporte fueron acertados al ver a Jungkook caminar hasta ella.97

— Espera, no iremos en eso ¿verdad?


—preguntó asustado.

El pelinegro volteó a mirarle, está vez ya tenía dos cascos en sus manos, uno blanco y el otro negro.70

— Sí, ¿porqué? —le miró confundido y le tendió el casco blanco a Jimin pero este retrocedió.3

— No voy a subir a esa cosa, Jungkook —se negó.80

— ¿Qué, porqué no? —preguntó el pelinegro con el ceño fruncido.4

Jimin tragó saliva observando la moto con miedo, porque efectivamente eso tenía, miedo. Pues desde niño
había desarrollado un miedo hacia las motos cuando un día se subió a una sin permiso y poco después se
cayó, golpeándose fuertemente la cabeza lo que provocó que sangrara y tuvieran que llevarle al hospital
urgentemente. Si, no muy linda experiencia para un niño de ocho años y menos un agradable recuerdo para él
ahora.111

— Me dan miedo —confesó sin rodeos.25


Jungkook parpadeó, sorprendido.

— ¿Enserio?

— Sí, no me gustan —hizo una mueca— ¿No podemos ir en taxi o algo?

— Jimin, no puedo dejar mi moto aquí. Tenemos que ir en ella —explicó pacientemente.

— ¿Tenemos? —rió— No, no. Yo tomaré un taxi, ya te dije que no subiré a esa cosa.

— ¡Jimin! —se quejó el menor.1

— ¡Jungkook! —insistió el mayor.219

Se miraron fijamente, esperando a que el otro cediera pero ninguno lo iba a hacer.

— Ahg, déjate de tonterías y sube.


—dijo finalmente el pelinegro fastidiado.55

— No lo haré —negó cruzándose de brazos y apartando su rostro.13

Jungkook suspiró pesadamente y se obligó a mantener la calma. Debía de ser compresivo con Jimin, él tenía
miedo y debía de demostrarle que podía confiar en él.10

— Mira... —comenzó— No es la gran cosa, ¿sabes? Llevo conduciendo desde hace dos años, ya tengo cierta
experiencia en manejarla, no nos pasará nada. Además, es divertido si te lo propones ya que tienes una mejor
visión de tu alrededor. Y si de verdad te asusta mucho puedes abrazarme más fuerte si es necesario, todo
saldrá bien sólo... confía en mí.152

Jungkook le dedicó una cálida mirada a Jimin junto a una linda sonrisa.
Este último, sintió algo removerse en su interior ante las palabras del chico y lo pensó unos segundos hasta
que finalmente se dejó influenciar y respondió.

— Está bien —aceptó suspirando.5

Jungkook sonrió mientras decía "¡yes!" silenciosamente formando un puño con su mano y a continuación le
entregó el casco color blanco a Jimin.
Este lo tomó con cuidado y se lo colocó con dificultad, fallando al intentar abrocharlo.36

El más alto terminaba de colocar el suyo cuando observó el cómo Jimin luchaba contra el suyo. Rió y se
acercó a él.

— Déjame ayudarte —murmuró tomando sus cuerdas.44

El pelinaranja se dejó hacer soltando un suspiro cansando pero luego sintió su respiración detenerse al notar
la cercanía repentina de Jeon hacia su persona. Por la mierda, estaba muy cerca. No detuvo a sus ojos de
mirar cada parte del rostro del pelinegro al frente suyo, comprobando que era prácticamente perfecto, madre
mía.12

El sonido de "click" le sacó de su observación.11

— Listo —musitó el menor.

— Gracias... —murmuró llevando ambas manos a su cabeza— Se siente extraño —rió.20

— Te acostumbras —dijo Jeon.


Seguidamente se dirigió hasta la moto y su subió en ella, llevando ambas manos a él volante para voltear y
dedicarle una emocionada sonrisa al pelinaranja.3

— ¡Ven, sube! —ladeó su cabeza detrás suyo.4

Jimin presionó sus labios y se acercó lentamente, tocó el asiento con sus manos y suspiró. Finalmente se
impulsó con ayuda del hombro del pelinegro y se sentó.

— Bien, ¿ahora qué? —preguntó buscando a su alrededor algo con qué agarrarse.43

— ¿Nunca habías viajado en moto, verdad? —contestó con otra pregunta el menor, mirándole por el hombro
divertido.

— Mhm, sólo una vez y salió mal.


—hizo una mueca.

— Ya veo —asintió, volviendo a su posición— Abrázame —ordenó.32

Jimin se quedó estático.

— ¿Qué? ¡Claro que no! —exclamó confundido.

Jungkook soltó un quejido de angustia.

— ¡Ay Jimin, así funciona! ¿Qué parte de "puedes abrazarme más fuerte" no entendiste?44

El mayor tragó saliva, comenzando a ponerse nervioso.

Joder, ¿enserio tenía que abrazarlo? ¿no había otra alternativa? ¿algo...? Miró a su alrededor pero era inútil,
Jungkook tenía razón.58

A la mierda Jimin, puedes hacerlo.17

Soltó un suspiro y levantó sus brazos rodeando el torso del pelinegro, abrazándolo por la cintura y sintiendo
como se tensaba hacia su tacto.9

Jungkook carraspeó y presionó sus labios en una línea antes de acomodarse en posición para arrancar.

— ¿Listo? —avisó a Park, mirándole de reojo.

Jimin apoyó su mejilla en la espalda de Jeon y ajustó su agarre.128

— Sí —murmuró finalmente.

Esa fue la señal para que Jungkook se pusiese en marcha, encendió la moto provocando un fuerte sonido que
asustó a Jimin, lo supo pues le agarró más fuerte. Sonrió levemente, arrancó una vez más y comenzó a
conducir.16

Se dirigió a la autopista aumentando la velocidad por inercia. Si se concentraba bien, podía sentir como el
corazón del pelinaranja latía rápidamente. Así que cuando se detuvo en un semáforo no dudó en girar su
cabeza para hablarle.

— ¿Estás bien? —preguntó preocupado.

— Me quiero bajar —contestó al instante el chico detrás suyo— Tengo miedo, Jungkook —agregó.132

Jeon iba a responder pero en ese momento el semáforo cambió a luz verde, indicando que ya debía
avanzar.3
— Sólo sostente fuerte, ¿sí? —pidió en antes de arrancar.

Jimin asintió con la cabeza y lo hizo, sintiendo su corazón latir más rápido por la adrenalina y velocidad.
Dios, era muy rápido, demasiado rápido. Quería que parara o al menos fuera más lento pero sabía que no se
podía pues estaban en una pista.22

— ¡Recuerda, todo está en la mente! —le dijo Jungkook en voz alta debido al ruido.106

Asintió con la cabeza y se dispuso a levantar lentamente su rostro el cuál estaba escondido y mirar a su
alrededor. Lo que vió realmente le impresionó, autos, edificios y luces pasaban rápidamente sobre sus ojos,
difuminándose como si de pintura se tratase. Dios, verdaderamente la pista se veía hermosa. Miró a lo lejos
quedándose hipnotizado ante la vista del precioso atardecer que comenzaba a formarse, teñido de colores
rosas, púrpuras y naranjas. Una obra de arte. El viento chocaba en su cara con fuerza pero comenzó a
tomarle el gusto poco a poco al atraerle aquél sentimiento de adrenalina y velocidad. Con el paso de los
minutos se relajó y sonrió.
Jungkook tenía razón, todo estaba en la mente. Además si era divertido.55

Hasta que el pelinegro dobló hacia la izquierda en un rápido movimiento que le hizo ponerse alerta y abrazarlo
más fuerte, siendo el calor que el cuerpo del menor emitía. Al estar tan cerca de él, su nariz no pasó
desapercibida al oler el exquisito aroma a colonia de hombre que provenía de la chaqueta de Jungkook y no
pudo evitar el pegar sutilmente su nariz y respirar aquél agradable olor, cerrando sus ojos.101

Se detuvieron en otro semáforo y está vez Jungkook le habló.

— ¿Te sientes mejor? —interrogó mirándole de reojo.

— Sí... —murmuró reposando su mentón en el hombro derecho de Jungkook y cerrando sus ojos.72

Aquello al menor le hizo detener su respiración, pues no se lo esperaba ni siquiera en broma aquél tipo de
cercanía de parte del pelinaranja. Pero estaba pasando y no pudo estar más feliz y a gusto. Esos sentimientos
los demostró al esbozar una sonrisa que achinó sus ojos y seguidamente arrancar al ver la luz verde.32

Faltaba poco para llegar y hubo un momento en el viaje en que Jimin inconscientemente movió sus manos
sobre el abdomen de Jungkook para acomodarse mejor y sintió de inmediato algo que le hizo sonrojar.

Dios mío, Jungkook tenía abdominales.609

Se quedó inmóvil con el corazón acelerado y mordiendo su labio inferior en nerviosismo, demonios quería
dejar de tocarlo, pero no podía aún. Rezaba para que llegaran rápido a donde sea que fueran porque sentía
que ya no aguantaba más con tanto sentimiento mezclado.

Por su lado Jungkook se sintió a desmayar pues no podía evitar estremecerse cada vez que Jimin movía sus
manos. Y esque el que estuvieran específicamente en aquella comprometedora posición no ayudaba mucho
en sus pensamientos indebidos.54

¡Dios mío Jeon, cálmate!62

Pensó intentando borrar esas imaginaciones de su mente.+

Ignóralo, concéntrate en la pista, ignóralo, concéntrate en la pista, ignóralo, concéntrate en la pista...61

Se auto-ordenó, no debía distrerse o podrían sufrir algún accidente y le había prometido a Jimin que todo
estaría bien. No debía fallarle.7

Pues tenía que quedar bien con él hoy. Dar una buena imagen y no dejarse llevar nuevamente por sus
impulsos que tantos problemas le habían traído.
Tenía solo una oportunidad y esta vez no debía arruinarla.

Se recomienda escuchar la música para mejor experiencia.135

Aviso: Busquen comida, algo de picar y de tomar porque es capítulo largo <3
——————————————————141

Jungkook estacionó la moto en un parqueo específico para seguidamente apagarla y quitarse el casco.

— ¿Y qué tal? —preguntó volteando hacia Jimin quién estaba desabrochando el suyo.

— Fue interesante —respondió quitándose finalmente el casco, quedando su cabello naranja algo
desordenado.11

— Me alegro que lo hayas disfrutado al menos, te dije que no era tan malo.

— Si bueno, sólo hice caso a tus palabras por una vez en la vida y funcionó, gracias Jungkook —le sonrió.

— De nada —murmuró Jeon mirando divertidamente su cabello.23

— ¿Se ve mal? —preguntó intentando arreglarlo, cepillándolo con sus dedos.

— Sólo... Un poquito aquí... —Jungkook estiró una mano hasta el cabello de Jimin y este por inercia cerró sus
ojos al sentir la mano del menor acomodándole el cabello.31

— Listo —dijo al finalizar, alejándose con una particular sonrisa.

Jimin sonrió y Jungkook notó con un pequeño rubor aparecía en sus mejillas.

— Gracias, otra vez —dijo el pelinaranja.

Jungkook le guiño un ojo en respuesta, y antes de que el mayor pudiese quejarse de eso, el más alto ya
estaba bajando de la moto ágilmente y tendiéndole una mano.32

— Creo que puedo bajar solo —se apresuró a decir para evitar el tacto de Jeon una vez más.

— Si tu le dices... —Jeon se hizo a un lado, dándole espacio para bajar con aquella irritante sonrisa.

Jimin le miró con una mueca y rodó sus ojos antes de impulsarse y levantar su pierna para poder salir, aunque
no se esperaba que no se tambaleara y se fuera de espaldas.
Aunque eso último no pasó, gracias a que unos fuertes brazos le sostuvieron al instante.70

— Ten más cuidado —avisó Jungkook muy cerca de su oído, sin soltarle aún.31

Jimin se estremeció al sentir el cálido cuerpo de Jeon detrás suyo y sintió sus piernas temblar sin razón
alguna.
¿Mierda que le pasaba?

— Ya-Ya puedes soltarme... —musitó cuando estuvo más seguro y confiando en bajar. Además de que las
manos de Jungkook sobre su cintura no le hacían concentrarse mucho.

Segundos después sintió aquellas manos alejarse de su cuerpo y suspiró de alivio para finalmente bajar de la
moto.

— Tierra al fin —bromeó.12


Jungkook rió y dejó ambos cascos posados en las manivelas de la moto.
A continuación hizo ademán de caminar pero se detuvo para tenderle una mano a Jimin, invitándola a
tomarla.64

Este se congeló en su sitio y después frunció el ceño para bufar y pasar al lado de Jeon, rechazando su
invitación. El menor sonrió negando con su cabeza, sin poder creérselo.148

— Auch —dijo en voz alta para que el pelinaranja le escuchase.1

Jimin se volteó para mirarle y encogerse de hombros con una sonrisa.

— ¿Por dónde es? —preguntó.

Jungkook caminó hasta posarse a su lado y meter las manos en su chaqueta.

— Por allá —señaló con su mentón un lugar al frente de ellos que se encontraba al otro lado de la calle.

Jimin siguió su mirada topándose con un local grande y completamente iluminado. No entendía el porque no
lo había visto al llegar.

— ¿Me trajiste a un bar? —cuestionó con indignación al ver el letrero.

— No es cualquier bar, Jimin. Es el mejor que hay en la ciudad y apuesto a que nunca has entrado en él.53

— Por supuesto que no, yo no voy a bares, Jungkook. Además, no quiero tomar, quiero comer —se cruzó de
brazos dedicándole una mirada furiosa— ¿Acaso quieres que quede ebrio? —preguntó pensando en que el
menor sólo quería aprovecharse de él.21

Jungkook al suponer lo que el pelinaranja estaba pensando se apresuró a desmentir sus falsas intenciones.

— ¡No, no! —le miró alarmado— Lee mejor, es un bar restaurante, ósea venden comida allí. No te traje a
tomar, además, ¿enserio crees que soy el tipo de persona que se aprovecharía de alguien ebrio? —preguntó
ofendido.191

Jimin mordió adentro de su mejilla mientras apartaba la vista. Sintiéndose un poco arrepentido de pensar
aquello sobre Jeon, pero no lo admitiría en voz alta.4

— Perdón, pero hoy en día ya no se puede confiar en nadie... —hizo una mueca sin mirarle.158

— ¿Confías en mí? —preguntó Jungkook, irritándose al no obtener la atención que quería del mayor— Jimin,
mírame —pidió con voz suave.121

Jimin resopló y volteó su mirada de mala gana. Sus ojos suavizándose inconscientemente al ver los del
pelinegro.

— ¿Confías en mí? —repitió el menor, mirándole fijamente con su rostro serio.77

Jimin se lo cuestionó profundamente.


¿De verdad confiaba en Jungkook?
Los acontecimientos recientes más las acciones atrevidas y continúas del menor sólo hacían confundir su
respuesta, pero... Jungkook no era tan molesto como él había imaginado. Al contrario, era atento, bueno y
compresivo. Hasta le había defendido. Si a Jimin no le hubiese parecido alguien agradable de tratar o al
contrario, una persona a la cuál sabía que era peligrosa. No hubiera aceptado la loca idea de Taehyung sobre
salir con él. Ni mucho menos aceptar ir a su casa, que en el caso de otros sujetos, Jungkook hubiese
aprovechado que tenía a Jimin sólo con él para intentar algo o acercarse de algún modo comprometedor.
Pero no lo hizo, enrealidad fue todo un caballero. A excepción al final del día, pero fue algo inocente y
travieso. Algo que a pesar de enfadarse, Jimin no lo tomó tan mal, pues había sido agradable.71

Sin embargo, el menor había tenido actitudes en el pasado que hacían a Jimin desconfiar de él. Como intentar
besarle, acorralarle en los pasillos, observarlo en las clases deportivas...
Pero hace una hora el chico se disculpó exactamente por eso.
Ya no sabía que pensar.6

Sin embargo, Jimin finalmente se atrevió a decir la respuesta que repetía cientos de veces su cabeza.

— Sí, confío en ti —respondió.63

Jungkook sonrió tan preciosamente entonces, que a Jimin le dieron ganas de conservar ese momento en su
memoria como un gif para repetirlo todas las veces que quisiera.44

¿Esperen, qué?22

— Pues en ese caso... —Jungkook llevó una mano a su espalda insitándole a avanzar— ¡Entremos! —dijo
alegre.52

Jimin despejó los pensamientos extraños de su mente y sonrió tímidamente para comenzar a cruzar la calle
junto a Jungkook hasta llegar la entrada del lugar, donde se encontraron a una mujer bien arreglada en la
recepción.9

— ¿Tienen reservación? —preguntó después de saludar.

— Sí, soy Jeon Jungkook —respondió el pelinegro con una sonrisa hacia la mujer.1

Jimin mordió su mejilla mientras apartaba la mirada.94

— Oh claro, llega a tiempo. Porfavor, síganme —dijo mirando a ambos jóvenes con una sonrisa y
seguidamente guiarles dentro del lugar.

La mirada de Jimin no dudó en observar atentamente todo el lugar, enterándose en ese instante que el bar no
era como él pensó que sería.
Las mesas eran de vidrio acompañadas de sillones cómo asientos, mientras que a lo lejos había una gran
barra donde estaban varias personas sentadas, conversando y divirtiéndose mientras tomaban. Aunque se
esperó de todo, menos ver un escenario al frente de todo aquello en el cuál deslumbraba un hermoso piano
de cola negro siendo tocado por un hombre mientras que era acompañado por más músicos tocando
instrumentos cómo la batería, el bango, el violín, el saxofón y la trompeta.100

Fue allí cuando captó el cómo aquellos instrumentos complementados, creaban un magnífico género de
música: El Jazz.
¡Dios, el amaba el jazz! ¡Era su música preferida! ¿Pero cómo...? Volteó a ver a Jungkook quién le había
estado observando todo el tiempo con una divertida sonrisa.53

— ¿Te gusta, verdad? —le dijo sin quitar aquella sonrisa.65

Jimin parpadeó, sorprendido.

— ¿Cómo supiste que era mi género favorito?

— Nah, tengo mis contactos —guiñó.286

Jimin iba a decir algo más, pero la mujer ya les había asignado un lugar el cuál específicamente estaba muy
cerca del escenario. Se sentaron y seguidamente se les fueron entregados el menú a cada uno.1
— Que disfruten —se despidió la mujer con una amable sonrisa.

— Wow, son realmente cómodos —alagó el mayor refiriéndose a los sillones.8

— ¿Verdad? —concordó y señaló el menú— ¿Qué quieres comer? Pide lo que quieras —avisó.135

Jimin mordió su labio algo apenado y abrió el menú para observar el sinfín de platillos que pedían a gritos ser
elegidos.

— Dios, ¡hay mucha variedad y quiero de todo! —murmuró impresionado mientras leía la descripción de cada
comida.33

— Oye tampoco me dejes en la ruina —bromeó el menor mientras veía su propio menú.187

Jimin rió.

— Por supuesto que no, ya con sólo el que estés invitándome a comer me hace sentír avergonzado... —
suspiró—No se qué pedir, no me quiero aprovechar, ¿entiendes?90

Jungkook chasqueó la lengua y negó con la cabeza.

— Sólo estaba bromeando, de verdad, pide lo que quieras.

— Jungkook...

— No enserio, será un gusto gastar dinero en ti —volvió a mirar el menú— Siempre lo será... —murmuró.443

Jimin sintió que se sonrojaría si Jungkook seguía diciendo aquellas cosas. Ah, demonios. Porque era tan...
amable...7

— ¿Ya decidieron que comer, caballeros? —preguntó repentinamente un mesero.13

— Yo sí —dijo Jungkook— Una lasaña de pollo y un jugo de mora para tomar, gracias —pidió entregando el
menú— ¿Y tú, Jimin? —le preguntó.140

— Ahm, yo... —miró indeciso la hoja con los patillos principales— Me gustaría carne a la leña con
acompañamientos, y de tomar un té de durazno, porfavor...382

El mesero tomó su menú mientras apuntaba sus órdenes.

— ¿Algo más? —preguntó.21

Jungkook miró a Jimin y este negó con la cabeza.

— Nada, gracias —avisó al mesero y seguidamente este se fue.6

Una vez solos, Jungkook hizo ademán de hablar con Jimin, pero se detuvo al ver como este miraba
enternecido el escenario mientras movía su cabeza al ritmo de la música.34

— Jimin —le llamó y este le miró segundos después— Después de comer, harán un show especial. Te va a
encantar lo sé —sonrió confiado.50

Jimin también lo hizo y acomodó su cuerpo en dirección a Jungkook para reposar su mejilla en una de sus
manos y mirarle fijamente con diversión.

— ¿Porqué me miras así? —preguntó el menor con una sonrisa divertida y algo asustada.
— ¿Cómo supiste qué me gustaba el jazz? —preguntó Jimin sin cambiar su posición y entrecerrando sus
ojos.15

Jungkook se tranquilizó y ladeó con la cabeza, la mirada de Jimin sobre él le ponía nervioso, diablos.2

— Por contactos, ya te dije —arrugó su nariz, tiernamente hacia él.6

— Hablo enserio —frunció el ceño.

Jungkook suspiró y rió suavemente.

— Lo de los contactos era en broma.


Lo descubrí por mi mismo —sonrió con orgullo.8

— ¿Cómo?

— Una vez lo mencionaste en clase de música, Jimin.30

— Espera —se incorporó para mirarle sorprendido— Pero no compartimos clase de música... —le miró con
desconfianza.9

— ¿Estás seguro de eso? —levantó una ceja.198

Jimin iba a responder que sí, pero se detuvo al recordar algo. Un día en clase de música, llegó un alumno al
salón con una sudadera negra con gorro y cubrebocas que le cubría prácticamente todo el rostro, justificando
que había tenido que faltar a su clase y que el profesor le había dicho que tomará la de otro grupo para
retomar materia.

Jimin no le había prestado atención del todo, sinceramente no le interesaba aquél sujeto. Estaba más
concentrado en lo que estaba hablando con Taehyung como para prestar atención.16

En un momento de la clase, el profesor le preguntó a sus alumnos cuál era su género favorito de música. La
mayoría de las respuestas de todos repetían o eran similares, a excepción la de Jimin. El respondió que el
Jazz, el profesor le halagó por el inusual gusto y continuó la clase.6

— Eso es música de abuelos, Jimin —se burló Taehyung.172

Jimin le golpeó.

— Cierra la boca, imbécil. No pedí tu opinión.137

Prosiguió en concentrarse en su cuardeno, pensando seriamente si aquella música de verdad era para
ancianos y él talvéz había nacido en otra época o algo parecido, cuando la voz de un chico le desconcentró.24

— Yo creo que el jazz es genial.129

Volteó a mirarle y pensó que nunca antes había visto a aquél chico. ¿Sería nuevo?

— Gracias —sonrió.

El chico asintió con una sonrisa la cuál no se había podido ver por su cubrebocas y ambos continuaron en lo
suyo.

— ¡Eras tú! —exclamó Jimin sonriendo, sorprendido.

— Wow, cómo tardaste en captarlo —se burló Jeon— Aunque mi pregunta existencial es, ¿porqué si ya antes
me habías visto, no le reconociste aquél día que chocamos? —preguntó.26
Jimin se encogió de hombros.

— No lo sé, suelo ser muy olvidadizo.


—rió.174

Jungkook negó con la cabeza y en ese entonces sus platos fueron puesto en la mesa, viéndose totalmente
deliciosos y listos para ser comidos.

— Bon appetite, bébé —dijo Jeon tomando sus cubiertos.407

— ¿Disculpa? —Jimin le miró con una ceja levantada. ¿Cómo fue que le dijo?49

Jungkook se encogió de hombros, fingiendo inocencia.

— Sólo dije, bon appetite.80

Jimin presionó sus labios y prefirió dejarlo pasar mientras se concentraba en su comida y comenzaba a
comer.

La cena transcurrió tranquila y con un ambiente extrañamente agradable para dos personas tan diferentes
como Jimin y Jungkook. Esa noche lograron completarse de una manera único como nunca lo habían hecho,
hablaron de cosas triviales y se contaron experiencias pasadas cómo si se conocieran de toda la vida.54

Cuando terminaron de comer y sus platos fueron recogidos. Jungkook posicionó su asiento más cerca de
Jimin para poder contemplar y disfrutar juntos del show que iban a realizar los músicos. Y expectante por ver
la reacción del pelinaranja.

Cuando la música comenzó a sonar, Jimin llevó una mano a su boca y giró su rostro para mirar a Jeon,
totalmente sorprendido.

— Es mi canción favorita —murmuró.13

Jungkook asintió con una sonrisa y le dijo que continuará viendo. Pero Jimin le ignoró y su cuerpo se relajó al
imaginarse la razón de todo aquello. Él le había dicho al menor cuando estudiaban que esa era la canción que
más le gustaba en la vida.

— ¿Fuiste tú? —preguntó.

Jungkook le miró y asintió con la cabeza. En eso Jimin le sonrió y Jeon pensó que le gustaría ver esa sonrisa
por siempre.100

Cuando Jimin se volteó hacia el escenario y comenzaba a tararear la canción. Jungkook aprovechó el que
estuviera muy cerca para observarlo.
Dios, era verdaderamente hermoso.
El rostro de Park estaba realmente cupido por los mismísimos ángeles, y joder su sonrisa, era vida eterna
sinceramente. Los ojos de Jeon cayeron sobre los labios de Jimin que se movían sin parar e
instantáneamente se relamió los suyos propios mientras un deseo en su interior le carcomía de a pocos.95

Contrólate, no lo beses.
Contrólate, no lo beses.
Contrólate, no lo beses.
Contrólate, no lo beses.
Contrólate, no lo beses.293

Se decía constantemente.
Finalmente el show terminó y tanto Jimin como Jungkook se levantaron de sus asientos para aplaudir a los
músicos por el perfecto trabajo que habían hecho. Pues había sido espectacular.

Cuando salieron del restaurante, Jimin no podía para de hablar de lo hermoso que estaba el lugar, además de
la comida y la música. De regreso a su casa, se subió con más seguridad a la moto de Jungkook y se abrazó
a él con más confianza. Y cuando llegaron, el menor apagó el motor mientras se bajaba y ayudaba a Jimin a
quitar su casco blanco. Cuando lo guardó en la parte trasera de la moto, se acercó al pelinaranja mientras
escondía sus manos en sus bolsillos.

— Así que, aquí acaba... —habló sacándole una pequeña mueca al mayor.

— Al parecer sí... Gracias por todo.


—levantó su mirada para sonreírle con sinceridad.

Jungkook se acercó más, sutilmente.8

— Fue un placer, Jimin. ¿A poco que fue tan mala idea aceptar salir conmigo? —vaciló.36

Jimin rió y suspiró.

— Debo admitir que no estuvo tan mal...

— No inventes, te encantó —insistió Jeon, su voz con un eje de diversión. Aunque su mirada sobre Jimin no
reflejaba lo mismo.26

Jimin soltó una carcajada, moviéndose en su lugar.

— ¡Cállate! —le golpeó en el pecho sin lastimarle.2

Jungkook también rió mientras sentía como aquél pequeño tacto de Jimin le quemaba.4

— Bueno, fue una linda noche y una gran elección —admitió el mayor.112

— ¿Deberíamos repetirlo otro día? —preguntó con voz profunda el menor mientras impulsaba su cuerpo más
cerca de Jimin.9

Jimin quién miraba hacia otro lado, levantó su mirada al escuchar aquello con los ojos ligeramente abiertos y
su corazón latiendo rápidamente al tener el rostro de Jungkook tan cerca suyo.14

Mierda.

— Eh-eh, yo... —mordió nerviosamente su labio inferior, sin saber que aquella acción había alterado el auto
control de Jeon.

— ¿Es un no? —preguntó el pelinegro haciendo un pequeño puchero.

A Jimin le pareció la cosa más adorable. Su respuesta iba a ser un no, pero después de eso, lo que salió de
su boca fue sin pensar.

— Es un no lo sé.

Jungkook levantó las cejas en impresión.

— ¿Entonces puede haber una segunda vez? —cuestionó con una voz más ronca de lo normal mientras se
inclinaba poco a poco hacia Jimin.
Jimin sintió su corazón latir tan rápido que se sentía a desmayar.
Jungkook estaba tan cerca y sabía que le iba a besar, pues sus ojos no paraban de mirar su boca y
comenzaba a sentirse nervioso por eso.45

Porque en el fondo, lo quería.5

¡Mierda no, no no!25

— Ta-Talvéz... —respondió en voz baja y en ese momento Jungkook le miró a los ojos. Jimin sintió que
desaparecía en ellos, eran tan únicos y hermosos.2

— Jimin —Jeon le miraba fijamente con un brillo en sus ojos.22

— ¿Jungkook? —murmuró.108

— Antes de hacer esto, quiero saber si de verdad lo quieres.182

— ¿Hacer qué? —preguntó, asustado por la respuesta.

A continuación Jungkook acercó su rostro más al de Jimin, de modo que ahora sus respiraciones se
mezclaban y sentían el calor del otro. Miró los labios del chico pelinaranja antes de preguntar.8

— ¿Puedo besarte?643

Ay, joder...40

La respiración de Jimin se detuvo y sus ojos se abrieron por un segundo.


Sentimientos como el miedo y el deseo se apoderaron de él. No, no quería caer otra vez, esto no estaba bien.
Quiso alejarse y negarse, de verdad que intentó mover su cuerpo pero no cedía, estaba inmóvil. Quedándose
congelado en su sitio, miró de reojo los labios entreabiertos de Jungkook que tan cerca los tenía, y quiso
morir.1

Mierda Jimin, resiste. ¡No lo hagas, no lo hagas!74

En ese momento Jimin dejó de pensar con el cerebro y pensó con el corazón, el cuál le exigía a gritos una
cosa en específico.

¡Bésalo!82

— Sí, sí puedes... —respondió finalmente.767

Jungkook sonrió lentamente y a continuación se acercó más a Jimin, una mano la posó en su cintura mientras
que la otra tomaba delicadamente su mentón, levantándolo para mejor accesibilidad a aquella boquita desde
hace horas pedía ser besada.187

Acercó su boca hasta la contraria y unió sus labios con lentitud, tanteando cuidadosamente el terreno hasta
que finalmente cedió y le besó.104

Sus labios atraparon los de Jimin perfectamente mientras un sonido de satisfacción se escapaba de su
garganta. Había deseado hacer esto desde hace tanto tiempo. Ajustó más su agarre en la cintura del más
bajo, llevando ambas manos y atrayéndole hacia él, pegando sus cuerpos mientras comenzaba a mover sus
labios lentamente. Quería saborear cada parte de estos y disfrutar este momento.65

Sintió las manos de Jimin subir sobre su pecho hasta terminar en su cuello donde lo atrajo más hacia él,
queriendo tener más profundidad del beso. Aquella acción logró dos cosas en Jungkook: sorprenderle y
emocionarle. Así que, obedeciendo al pelinaranja, alejó sus manos de la cintura de Jimin para tomar
delicadamente su rostro entre sus manos y acercar más sus bocas, metiendo su lengua y así profundizando
más aquél beso, haciéndolo más intenso.411

Jimin soltó un silencioso gemido de placer y le correspondió de la misma manera, bajando sus manos hasta el
fornido pecho del pelinegro, sintiendo sus piernas temblar y su alma tocar el mismísimo cielo.

Demonios, Jungkook besaba tan bien.326

Permanecieron así por varios minutos, besándose. Sus bocas queriendo explorar y conocer cada parte de la
contraria, intentando ignorar los latidos de sus acelerados corazones. Intentando no pensar demasiado en lo
que estaban haciendo. Intentando disfrutar el momento lo más que podían.35

Pues ambos sabían, que pasaría mucho tiempo para que se volviera a repetir.127

Jungkook dejó de besar a Jimin de a pocos y lamió su labio inferior antes de darle fin a aquél intenso beso, su
pulgar acariciando la suave mejilla del contrario. Intentando encontrar la mirada del pelinaranja la cuál estaba
apuntando al suelo. Park estaba tratando de parar su corazón el cuál latía como loco cuando levantó la vista y
miró a Jeon. Ambos se quedaron mirándose fijamente con sus pechos latiendo agitados y sus corazones
bombeando en sincronía.4

— Eso fue increíble —habló Jungkook con una hermosa sonrisa en su rostro.105

Jimin relamió sus labios y tragó saliva mientras la culpa, el miedo y la inseguridad se apoderaban al instante
de él. Aquellas sensaciones que tiempo atrás había experimentado las volvió a sentir. Y no, no debió haberlo
hecho. La había cagado a mil. Él no podía, otra vez.60

— Fue-fue un error... —murmuró hacia Jungkook con ojos asustados.528

— Jimin, está bien —acarició su mejilla— No hicimos nada malo...

Jimin quiso creerlo por un segundo, pero su mente le gritaba lo contrario y que era un estúpido. Y esta vez le
hizo caso.80

— No... —apartó lentamente a Jungkook de él— De-debo irme...

— Jimin... —Jungkook quiso acercarle a él, tomando nuevamente su cintura pero el pelinaranja le apartó
negándose.

— Buenas noches, Jungkook —dijo antes de dar media vuelta y caminar rápidamente hasta su casa.66

— Jimin... —le llamó, confundido— ¡Jimin! —intentó, pero este ya se había metido en su casa y cerrado la
puerta.30

Y mientras que Jungkook se cuestionaba si había hecho algo mal.


Jimin reposaba su espalda contra la puerta mientras se dejaba caer lentamente en ella y comenzaba a llorar.

Desgraciadamente Jimin aún vivía que monstruos que le atormentaban cada día, impidiéndole continuar.
Si embargo, Jungkook iba a ayudarle a combatirlos.

Había olvidado olímpicamente a Jungkook durante todo el fin de semana. No respondiendo sus mensajes y
llamadas, uno de los mensajes preguntaba sobre cuando se reunirían otra vez para enseñarle el tema que
quedaba, pues eso había sido parte del trato.65

Lo que pasa esque Jimin ya no puede seguir más el trato. Porque había cometido un terrible error y fue
comenzar a enamorarse de Jungkook.114
Sí, como se lee. Jimin ahora siente cosas por Jungkook las cuáles no había sentido con nadie más desde...
Desde Hoseok. Y tenía tanto miedo de que pasase lo mismo de aquella vez, temía no ser lo suficiente de
nuevo, temía que le engañasen otra vez o inclusive que le rompieran el corazón.
Y conocía a Jungkook, y sabía cómo era él, pero no del todo, un sentimiento que odiaba llamado
desconfianza le carcomía.45

"¿Confías en mí?"

La voz de Jungkook preguntale aquello resonó varias veces en su cabeza. ¡Mierda sí! Si confiaba en él,
justamente en ese momento le dijo, entonces porqué... ¿Tenía tanto miedo?28

Al principio pensó que jamás podía pasar algo como que él se enamorara de alguien como Jungkook.
De lindo, amable, compresivo, atractivo y con un bello corazón... Oh, joder. Estaba perdido. ¡Esque no! No
podía caer por él tan fácil, no tan rápido, ¡no ahora! Si tan sólo no hubiese aceptado salir con él o si tan sólo
no hubiese aceptado que le besara. ¿¡Dios, porqué lo hizo!? Ósea, si sabía el porqué. Porque quería, joder
quería besar a Jungkook. Y valió muchísimo la pena porque fue el mejor beso de su vida, sin exagerar.
Nadie le había besado con tanto... amor.76

Y sólo de recordarlo quería repetirlo, ¡pero no, no y no! Él se prometió a si mismo que no se volviera a
enamorar, que no saldría con nadie más o estaría con alguien hasta que esté listo. Y la pregunta es, ¿lo
estaba? No lo sabe, es que ya no sabe cómo se siente.76

¿Y ahora que iba a hacer? ¿Qué va a pasar ahora? Jungkook quería que se volviesen a ver para estudiar
pero, ¿acaso estaba loco? ¿cómo es que seguiría como si nada hubiese pasado? ¿Ese era su plan o qué?
Porque si era, Jimin no podría completarlo. Porque él no olvidaba nada, y por él, preferiría no ver a Jeon
nunca más, pues se sentía avergonzado, apenado y todo lo demás.1

Si tan sólo no hubiese ido a detención, no estaría pasando por esto.

¡Maldito Taehyung!44

Bien, debía de controlarse. Okay, efectivamente todo se salió de control.


Lo que haría ahora es hablar con Taehyung y decirle que no puede continuar con el trato y que lo siente.
Podrán conseguirse a otra persona quién les explique el último tema.
Y después debía decírselo a Jungkook, lo cuál era la parte fea, pues era obvio que no se lo tomaría bien.
Pues había hecho un trato y cada uno debía seguirlo al pie de la letra. Pero si Jimin continuaba
encontrándose con Jungkook, no pasarían cosas buenas.16

Así que debía de alejarse de él, antes de que se enamorase y luego fuera demasiado tarde.66

[🧡]

— ¡¿TE BESASTE CON JEON?!


—exclamó Taehyung abriendo sus ojos de par en par.37

— ¡Shh! —llevó sus manos a la boca del castaño— ¡Cierra la boca! ¿Acaso quieres que todo el mundo lo
sepa?
—susurró.4

Taehyung apartó sus manos y prosiguió a mirarle anonadado.

— No puedo creer que lo hayas hecho, Jimin.

— Sí, yo tampoco... —suspiró escondiendo su rostro con sus manos para que su amigo no notará el rubor en
sus mejillas.2
— ¿Y ahora qué? ¿Para cuándo la boda? —preguntó el castaño abriendo una bolsa de frituras.258

Jimin bajo las manos de su rostro mirando a Taehyung con horror.

— ¿De qué mierda hablas? ¡Ni siquiera somos novios!

— Eso es verdad, yo digo que ya te estás tardando, amigo... —le miró pícaro.21

— ¿Acaso te estás escuchando, Tae? —se cruzó de brazos— Yo y Jungkook somos polos opuestos,
totalmente diferentes, jamás podríamos–119

— Nunca digas jamás, Jimin —interrumpió su amigo— Nunca sabes que te reparará el futuro, por ejemplo el
viernes, quién diría que solo necesitarías una cita para caer a sus pies... —habló refiriéndose a Jungkook.51

El rostro de Jimin palideció.

— No me gusta... —mintió sigilosamente— Pero creo que no pasará mucho para que lo-lo haga...
—tragó saliva.1

— Jimin, si no te gustara no lo hubieses besado.70

Al escuchar aquello, abrió su boca para reprochar pero la cerró al percatarse segundos después que
Taehyung tenía razón.

— Mierda... —maldijo al ser descubierto.2

— Jimin, creo que lo que quisiste decir es que no tardarías mucho en enamorarte de él —dijo Taehyung— Y
por lo que veo, tienes miedo de eso...20

Jimin miró a su amigo con ojos abiertos, era de entender, Taehyung había sido su amigo desde hace
muchísimo tiempo, le conocía como la palma de su mano y sabía sus sentimientos con sólo una mirada. Sin
embargo siempre era impactante el cómo el castaño podía descifrarlo tan fácilmente.5

— Me quiero morir —resopló escondiendo nuevamente su rostro con sus pequeñas manos.189

Taehyung rió un poco y después se acercó a su amigo para frotar cariñosamente su espalda.

— Jimin, tranquilo... —murmuró— Todo saldrá bien, simplemente déjate llevar.11

— ¿Cómo que me deje llevar? —volteó a verle— ¿Estás loco? ¿Quieres que-que...? —mordió nerviosamente
su labio inferior al imaginarse besando a Jungkook otra vez— No, no, no... no puedo —bajó la cabeza y soltó
un fuerte suspiro— Creo que no puedo seguir con el trato...

Taehyung casi se atraganta con el contenido de sus frituras pero se recomposo para reclamarle a su mejor
amigo.

— No escuché lo que acabo de escuchar, ¿verdad Jimin? —tosió.11

— Tae, yo...

— No, Jimin —le señaló— ¡Hiciste un trato y ahora tienes que cumplirlo, no puedes romperlo como si
nada!113

— Pero–6

El timbre que finalizaba el receso sonó, interrumpiendo la queja de Jimin. Taehyung arrugó su bolsa y la tiró al
basurero antes de tomar su bulto y levantarse de su asiento.82
— No hagas una locura, Park —le advirtió antes de despedirse e irse a su próxima clase.51

Jimin por su parte suspiró, y seguidamente se levantó de la mesa.


Según el horario tenía clase de Biología pero si profesor hoy se había ausentado por problemas de salud así
que tenía libre dos horas.73

Los pasillos estaban casi vacíos debido que a la gran mayoría de los estudiantes estaban en sus respectivas
aulas recibiendo sus clases. Al menos era una ventaja pues se sentía más tranquilo y pacífico el ambiente.
Jimin bostezó mientras caminaba vagamente, se sentía exhausto y con sueño. No había podido dormir bien
todo el finde semana por pensar en sus sentimientos hacia Jeon.7

Pasaba cerca de los baños cuando justamente sintió como alguien le tomaba del brazo y lo adentraba de un
tirón al interior de estos.56

Estuvo a punto de reclamar pero al percatarse de quién había sido el hablar se le olvidó y ahora estaba más
que despierto.

Jungkook.

Apenas hizo contacto con aquellos ojos oscuros y brillantes su corazón se aceleró y sus piernas temblaron.61

— ¿Qué-qué haces aquí? —fue lo único que salió de su boca.8

— ¿Acaso olvidas que también estudio aquí, Jimin? —preguntó con sorna Jungkook esbozando una traviesa
sonrisa.57

Jimin apretó sus labios y frunció el ceño sintiéndose algo idiota por preguntar aquello y en ese momento
recordó que Jungkook no le había soltado aún el brazo. Tragó saliva y lo apartó bruscamente, pues sentía que
el tacto le quemaba.

— ¿Qué es lo que quieres? —preguntó alejándose discretamente.

— ¿Porqué ignorabas mis mensajes y llamabas? —cuestionó alzando una ceja y acercándose.16

Jimin retrocedió y se volteó para comenzar a caminar hasta los lavados del baño en un vago intento de
alejarse de él.

— Ehm... el Internet se descompuso en mi casa —justificó abriendo el grifo.54

— Ajá... —Jungkook se cruzó de brazos mirándole de pies a cabeza.


— ¿Durante un fin de semana completo?137

— Sí... —murmuró lavando sus manos y concentrándose únicamente en eso y no en el que Jungkook le
miraba fijamente desde el espejo.

— El Internet por lo mínimo tarda un día en volver si se cae, Jimin —siguió.291

— Pues en mi caso tardó más, no todo funciona igual en esta vida, Jeon.31

— Al igual que no se puede huir de todo en esta vida, Park.324

Jimin alza la cabeza al sentir a Jungkook más cerca y lo mira desde el espejo afirmando su sospecha,
Jungkook estaba detrás suyo y también le miraba desde el cristal.
Tragó saliva y cerró el grifo, dirigiéndose ahora a tomar un papel para secar sus manos. Mientras lo hacía sus
manos no dejaban de temblar ligeramente al sentir la mirada del pelinegro seguir cada uno de sus
movimientos.
— Deja de mirarme —dijo botando el papel en el basurero.56

— No hasta que me respondas con la verdad —sentenció.

Jimin suspiró y se giró a verle. Inconsientemente un deseo desconocido e inexplicable se apoderó de él al ver
a Jungkook detalladamente, un deseo que le gritaba que dejara su orgullo de lado y se lanzará a besarlo
como tantas ganas había tenido en los últimos días.28

Pero no podía, no iba a caer, no se iba a enamorar otra vez.6

— Ya te dije la verdad —respondió cortante.

— Sé que me mientes, Jimin. Te conozco.

— Pff —bufó— ¿Qué sabes de mí? Si


apenas me conoces...

— No es necesario conocer a una persona para saber mucho sobre ella, soy una persona muy observadora.
Con eso es mi respuesta —se encogió de hombros.81

Jimin arrugó el ceño y retrocedió dos pasos.

— Maldito acosador... —habló entredientes.

— No te acoso —negó— Ya te lo dije, soy muy observador. Tanto, que hasta sé que te mueres de ganas por
volver a besarme...478

En ese momento cortó cualquier distancia que tenían, abrumando a Jimin por su repentina cercanía,
dejándole estático en su posición y sin habla.3

Jungkook levantó una mano y acarició la mejilla del pelinaranja con delicadeza y admiración, acercando su
rostro.

— Al igual que yo... —susurró, llevando su otra mano a la cintura del más bajo y acercándose a sus labios,
dispuesto totalmente a besarlos.45

— Jungkook... —murmuró Jimin en voz baja en un débil intento de detenerle, pero la realidad es que estaba
completamente sobrellevado y fuera de sí, anticipando silenciosamente que el pelinegro le besara, pues lo
que había dicho no era para nada mentira.

Y justamente cuando decidió hacerle caso a su mejor amigo y dejarse llevar, cuando estuvieron a punto de
volverse a besar.

La puerta de los baños se abre ruidosamente.273

— ¡Lo sabía!120

La voz de Hoseok hizo que ambos chicos se separaran de golpe, sorprendidos y confundidos al observar
como el azabache les miraba con rabia.196

— ¿Qué no te enseñaron a tocar, Jung? —protestó con sorna y desagrado el pelinegro, cruzándose de
brazos.5

— ¡Cierra la boca, Jeon! —exclamó el azabache— ¡Te dije que no tocaras lo que es mío!317

Jungkook apretó su mandíbula con fuerza reflejándose su enojo y se acercó a pasos pesados hasta el
azabache con una mirada amenazante.
— ¿Qué acabas de decir, imbécil? —preguntó apenas quedó centímetros de él.25

— Dije que Jimin es mío y que no tienes derecho a tocarlo.69

Jungkook le tomó del cuello desde la ropa, levantándolo del suelo.

— ¿Acaso quieres morir? —dijo conteniéndose a no matarlo allí mismo.222

Hoseok sintió miedo por dentro pero no lo demostraría ante Jeon.

— ¡Te arrepentirás de-!

— ¡CIERREN LA PUTA BOCA! —gritó Jimin interviniendo por primera vez en la conversación.112

Tanto Hoseok como Jungkook voltearon a ver al pelinaranja quién estaba con el rostro totalmente rojo y las
lágrimas bajaban sin control de sus mejillas.

Jungkook sintió su corazón estrujarse en ese momento.22

— Jimin...

— ¡No, cállate Jeon! —exclamó— ¡No soy de nadie! ¡¿Escucharon?! ¡De ninguno de los dos, me tienen harto!
—caminó a pasos pesados hasta la puerta.284

Jungkook soltó rápidamente a Hoseok y avanzó hasta Jimin para intentar detenerlo, tomando su mano pero
Jimin reaccionó apartándole con brusquedad.

— ¡No me toques! —le dijo— No te me vuelvas a acercar —miró a ambos— ninguno de los dos... —sentenció
antes de dar media vuelta y salir finalmente de los baños hecho un mar de lágrimas.150

— Esto es tu culpa —dijo Hoseok rompiendo el silencio.125

Jungkook reaccionó segundos después, saliendo de su trance doloroso por las palabras de Jimin y
prosiguiendo a mirar al azabache con rabia.

— ¿Estas jodiéndome, verdad? —soltó— ¡Tú empezaste a molestarlo desde un principio! ¡Déjalo en paz,
idiota!

Y dicho esto, se dispuso a irse en busca de Park pero la voz de Hoseok le detuvo.

— ¿No conoces nuestra historia al menos, cierto? —dijo el azabache.38

Jungkook volteó a verle.

— ¿De qué mierda estás hablando? —preguntó confundido.

— Cierto, que eres nuevo... —habló con sorna el más mayor, cruzándose de brazos.

— Ve al punto —espetó Jeon sintiendo que en cualquier momento lo golpearía.

Hoseok rió y después suspiró antes de hablar.

— Él y yo fuimos novios, durante ocho meses —soltó.161

Jungkook sintió que palidecía, aquello no podía ser cierto.

— Estás mintiendo —dijo siguiendo sus pensamientos.


— ¿Ah sí? —levantó una ceja—Piénsalo mejor, Jeon... ¿Porqué crees que me conoce? ¿No ves que no me
soporta como un ex lo hace con el otro? ¿Estás ciego acaso?34

Jungkook presionó sus labios, pensándolo mejor. Mierda, ahora todo tenía sentido...

— ¿Porqué terminaron? —fue lo único que preguntó al respecto.4

Hoseok hizo un mohín y resopló mientras negaba con la cabeza.

— Él me engañó —mintió.632

Los ojos de Jungkook se abrieron de par en par. ¿Qué mierda estaba diciendo?

— Eso no es posible —dijo— Jimin no lo haría, él no es así. Lo conozco.13

— Pues lo conoces mal —hizo una mueca de desagrado— El chico le abrió las piernas a otro cuando no le di
lo que él quería... —suspiró—Deberías de saber con quién te estás juntando, Jeon. Jimin no es más que una
perra necesitada.387

En ese momento un golpe fue impactando en su mejilla, tan fuerte que provocó que cayera al piso.66

— ¡Atrévete otra vez a llamarlo así y te rompo la cara, imbécil! —gritó Jungkook a su dirección con los nudillos
rojos debido a la intensidad del golpe que dió.56

Hoseok se quejaba sin parar mientras sentía la sangre bajar de su boca.+

— Maldito... —murmuró con voz agitada y amortiguada por la sangre—


Te arrepentirás de estar con él, no sabe como complacer a un hombre... —finalizó, aunque aquellas palabras
le salieron caro pues en ese momento Jungkook pateó directamente su estómago, dejándole sin aire.49

— ¡Cierra la puta boca y déjalo en paz! —dijo el pelinegro.16

En ese momento el timbre suena y Jungkook se da media vuelta para salir de los baños con la respiración
agitada.2

Y con mil dudas recorrer su cabeza.

Taehyung se dirigía justamente hacia los baños cuando divisó una cabellera naranja que conocía bastante
bien salir de estos. Y se detuvo de golpe al ver su rostro empapado de lágrimas y nariz roja.2

Instantáneamente el chico levantó la vista y chocaron miradas con distintos sentimientos. Jimin se quedó
inmóvil comenzando a llorar al verlo y Taehyung no dudó en correr hacia él. Y cuando lo hizo, el más bajo lo
abrazó fuertemente.14

— ¿Jimin...? —murmuró sorprendido y asustado el castaño mientras correspondía a su agarre— ¿Qué mierda
pasó? ¿Estás bien?1

El contrario negó con la cabeza, su rostro totalmente amortiguado por el pecho de su mejor amigo y
sollozando sin parar.

— J-Jungkook... —comenzó entrecortadamente— Y-y Hoseok, ellos... —se quebró y se alejó de Taehyung,
girando sobre sus talones y caminando hacia otra dirección.1

— ¿A dónde vas? ¡Vuelve! —Taehyung le siguió.

— ¡Déjame Tae, quiero estar solo! —sentenció perdiéndose en el pasillo mientras limpiaba sus lágrimas.154
El castaño detuvo lentamente su caminar soltando un suspiro angustiado y con su corazón doliendo
fuertemente al ver a su mejor amigo así y peor aún, alejándose de él.

El sonido de unos gritos provenir de los baños captó rápidamente su atención y volteó su cabeza hacia estos
donde perfectamente observó como Jungkook salía con el rostro totalmente molesto y confundido.

A Taehyung le valió mierda en que estaba pensando el pelinegro en esos momentos, simplemente caminó
rápidamente hacia él y le agarró de la camisa, deteniendo abruptamente su caminar para después estampar
su espalda contra los casilleros, provocando un fuerte sonido al hacerlo.49

Jungkook no entendía nada.

— ¿Qué cara–?25

— ¡¿Qué mierda le hiciste a Jimin?!


—le interrumpió fuertemente el castaño con la mirada en puro enfado y tomándolo del cuello por la camisa.9

Jungkook frunció el ceño y tensó su mandíbula comenzando también a molestarse.

— No le hice nada. Ahora suéltame, idiota.

— ¡Mientes! ¡Lo vi salir de los baños llorando y sé claramente que es tu maldita culpa! —lo zarandeó
bruscamente, golpeando su espalda y haciendo que soltase un quejido de dolor— ¡Sabía que eras malo para
él, Jeon Jungkook y te advierto que te alejes o te partiré la cara!173

Dicho esto lo soltó bruscamente dándose media vuelta y alejándose.

Jungkook tosió unos segundos y se incorporó lentamente para mirar amenazante a Taehyung.

— Oblígame —fue lo que dijo.271

El castaño se detuvo en seco y se giró cortando la poca distancia que tenía con Jeon para estampar sin previo
aviso un puño en su mejilla.

— Dije que te alejes —ordenó entredientes.

Jungkook sintió como el dolor recorría su rostro terriblemente y jadeó, algo sorprendido por la repentina acción
pero después sonrió de forma socorrona mientras limpiaba la sangre de su labio inferior y se enderezaba para
justamente caminar hacia Taehyung, quién ya se estaba alejando nuevamente y tomarle por detrás desde el
cuello para estamparle contra los casilleros y rápidamente hacerle una llave en las manos.81

Taehyung gimió de dolor.5

—Maldito imbécil —insultó removiéndose en su lugar.

Jungkook acercó su boca hacia su oído para que le escuchara claramente.74

— Tú no me mandas, Kim. ¿Oíste?


—levantó una ceja— A la persona que tienes que golpear es a ese imbécil de Jung Hoseok, a ese sí. No a
mí.22

— A los dos los voy a matar, par de inútiles que sólo quieren meterse en las piernas de alguien y ya. Pero te
digo de antemano que Jimin no lo será.142

Inmediatamente impulsó su cabeza hacia atrás, golpeando la nariz de Jungkook en el proceso y soltando su
agarre al instante. Y aprovechando que que el pelinegro se sumía momentáneamente en el dolor, le dió un
certero golpe en su mandíbula provocando que cayese al suelo por el impacto.91
Varios alumnos que salieron de sus clases por el escándalo, se quedaron espectantes y viendo incrédulos la
escena mientras dos profesores se hacían paso entre ellos.11

— ¡Hey ustedes, paren ahora mismo! —ordenó uno de ellos deteniendo a Taehyung que estaba a punto de
seguir golpeando a Jungkook.23

Mientras que el otro profesor sostenía a este último quién no había dudado en levantarse y enfrentarse al
castaño. Ambos chicos se removían como desquiciados entre los brazos de sus tutores, cegados por el
enfado y sentimientos ajenos.9

Hasta que el director de la secundaria llegó y no era sorpresa que Hoseok viniese con él. El azabache señaló
acusatoriamente al pelinegro y el mayor asintió con la cabeza.64

— ¡Jeon Jungkook y Kim Taehyung a mi oficina, ahora! —ordenó con voz firme.9

Los jóvenes rebeldes detuvieron de a poco sus acciones y miraron con cara de pocos amigos al director quién
no mostró expresión alguna y abandonó el lugar. Jungkook alzó su mirada hacia Hoseok y frunció el ceño
completamente enfadado.

— ¡Eres un cobarde! —le gritó desde su posición.

Hoseok sólo se cruzó de brazos y alzó su mentón con superioridad mientras sonreía burlonamente.17

— Silencio, señor Jeon. Aumentarán su sanción si no guarda silencio y camina —espetó el profesor que le
sostenía.

Jungkook bufó y caminó de mala gana sin embargo al mirar de reojo a Taehyung, notó que su vista apuntaba
hacia al frente con una expresión arrepentida. Inconscientemente siguió su mirada hasta terminar en los ojos
llorosos de Jimin quién los observaba de lejos y con total decepción. No pudo evitar sentir su corazón
romperse cuando este sus miradas se mezclaron y Jimin simplemente le dedicó una mirada de enojo para
después dar media vuelta y salir de allí.96

Jungkook no podía sentirse más confundido ante todo.277

[🧡]18

El silencio gobernaba en la recepción de la dirección. Jungkook y Taehyung permanecían sentados en unas


sillas negras, uno al lado del otro con los rostros neutros y la tensión al tope. La secretaria les informó que el
director estaba hablando con sus respectivos padres de familia y ambos maldijeron al mismo tiempo. Sólo eso
faltaba, que los enviaran a casa temporalmente y que después fueran castigados por sus progenitores.5

Después de unos minutos en los que sólo se escuchaba el teclado de la recepcionista escribir, Jungkook,
ahora más tranquilo, decidió romper su orgullo.

— Taehyung —le llamó en un suspiro.45

— ¿Qué quieres, Jeon? —respondió sin mirarle.

Jungkook estuvo a punto de insultarle sin embargo se contuvo.

— Yo... no lastimé a Jimin. Fue Hoseok, él entró a los baños cuando estábamos sólo los dos y comenzó a
decir estupideces, como siempre. Yo no le aguanté más y me interpuse ante él, dispuesto a golpearle. Sin
embargo Jimin me lo impidió y cuando quise detenerlo ya había salido de los baños, hecho un mar de
lágrimas...50

Taehyung permaneció callado, sin expresión alguna y con su vista intacta a la nada.
— Te mentí hace unos minutos —comenzó con su particular tono grave de voz— Sí creía que eras bueno
para Jimin, pero ahora veo que no.33

— Pero si yo no–

— No me refiero a lo que sucedió. Respecto a eso, sé que Jung haría algo como eso, siempre se la ha
pasado insinuándose a Jimin desde que terminaron. Son incontables las veces en las que lo amenazé y
golpeé. No es la primera vez que estoy aquí, enrealidad.37

— No sabía que fueron pareja hasta hace unos minutos que Hoseok me lo contó...

Taehyung le miró con extrañeza y sorpresa.

— Podría jurar que Jimin ya te lo había dicho —dijo.

Jungkook se encogió de hombros con una débil mueca.

— Pues... no lo hizo —mordió el interior de su mejilla, tenía demasiadas dudas en la cabeza y si la vida le
enseñó algo es a no sacar conclusiones apresuradas. Así que decidió resolverlas— ¿Cómo fue que
terminaron realmente?9

— No te incumbe, Jeon.

— Me incumbe más de lo que piensas, Taehyung —le miró— Hoseok me dijo su versión de la historia y sé
que no es verdad... quiero confirmar que no lo es.61

— ¿Qué te dijo? —frunció sus cejas.

Jungkook suspiró y negó con la cabeza.

— No, prefiero escuchar la verdadera versión primero. De verdad es algo insano y–

— Hoseok engañó a Jimin —espetó el castaño— Si te dijo algo contrario a eso, entonces es una completa
mentira. De las tantas que siempre hace, es un idiota...42

Jungkook tensó fuertemente su mandíbula y llevó sus manos a su cabeza en total frustración.

— Sí, un grandísimo idiota... —habló entredientes al saber la verdad e intentando concentrarse en otra cosa
que no sea buscar al azabache y matarlo por haber dicho semejantes mentiras— Lo mataré.

Taehyung se removió en su lugar y miró seriamente a Jungkook, viendo como tenía un debate mental con él
mismo. Se veía bastante molesto. ¿Qué tanto le importaba Jimin para que terminase así? ¿Serían verdaderas
sus suposiciones anteriores sobre ese chico? Debía averiguarlo. Debía saber con quién carajos obligó a su
amigo a juntarse.

— Jungkook, ¿porqué te interesa Jimin? —preguntó con voz neutra.34

El pelinegro dejó de revolver nerviosamente su cabello y levantó la mirada hacia el castaño, buscando la burla
en su voz. Sin embargo se escuchaba totalmente clara y sincera. Era un verdadera pregunta. Y la más difícil
de responder que tuvo.

— No sabría como explicarlo —musitó.

— Inténtalo.

Chasqueó la lengua y suspiró.


— Jimin es... —miró hacia al frente pensando en él—... es el chico más lindo y tierno que hay en la faz de la
tierra. Lo juro.103

— Y terco —agregó Taehyung sonriendo ligeramente.64

— Claro que sí —Jeon le imitó— Y antes era un gusto físico, la primera vez que lo ví fue como... wow... —
sonrió ante el recuerdo— Es realmente hermoso y perfecto. Pero conforme pasó el tiempo, me interesé más
en él, y no sólo ahora por su gran físico, si no porque algo dentro de mí, me exigió que lo hiciera. Que me...
que me enamorara de él... —tragó saliva— Yo no le busqué porque quería un revolcón, Taehyung... Quería
algo real con él, quería ser parte de su vida. Cuidarlo y amarlo cómo se merece, pero...112

— ¿Pero? —levantó una ceja al ver el rostro decaído del menor.

— Pero ahora él me odia —resopló cubriendo su rostro con una mano— Y ya no sé qué hacer al respecto,
soy un imbécil...191

Taehyung miró a Jungkook y supo que sus suposiciones pasadas no eran mentira.

Ese chico era bueno y amaba a Jimin, como la persona que él buscaba para su mejor amigo.4

Sin siquiera nadie saberlo, aprobó a Jungkook.39

— Yo te ayudaré —dijo con voz suave.76

Jeon le miró de reojo y frunció el ceño extrañado.

— ¿Enserio?1

— Sí —suspiró.

— ¿Porqué?

— Porque Jimin merece tener a su lado a alguien como tú.

Jungkook parpadeó varias veces completamente sorprendido.

— Taehyung, yo...

— No digas nada. No hagas que me arrepienta, por cierto, lo siento por aquella golpiza que te dí —hizo una
mueca.

— Oh, descuida. Ya no duele. Me recupero fácilmente del dolor...160

Taehyung asintió y ladeó su cabeza, comenzando a pensar.

— Bien, lo que debemos hacer ahora es declararnos inocentes ante el director y culpar a Hoseok de todo.
Talvéz sí recibamos uno que otro castigo pero debemos exponer las estupideces que hace ese imbécil porque
ya es demasiado. Jimin no merece seguir soportándolo y tampoco toda la secundaria, solo porque es un niño
de papá y mamá. Alguien debe ponerlo en su lugar.6

— Estoy de acuerdo.58

Ambos acabarían con quién inició todo esto, ambos con la misma intención de proteger a la persona
que más amaban.

Jungkook y Taehyung fueron expulsados temporalmente durante una semana.67

Hoseok un mes.371
Una vez que Kim y Jeon sacaron a la luz sus insanas acciones y comportamientos verdaderos al director,
muchos más estudiantes se les unieron, acusando a Jung de todo lo que les había hecho. Especialmente por
acoso, así que finalmente fue sentenciado.29

Tres alumnos quedaron ausentes en la secundaria.10

Y Jimin quedó solo.139

Hundiéndose en su propia miseria y soledad. Se sentía tan inservible como inútil. Detestaba que las personas
pasasen sobre de él como si no tuviese sentimientos. Después de la pelea de su amigo y de Jungkook, se
corrió el rumor de que ambos chicos estaban enamorados de Jimin y peleaban por ganar su amor. Incluyendo
también a Hoseok, tres contra uno. La gente a veces era estúpida.126

Jimin no quería a ninguno de los tres ahora mismo, no podía creer que su mejor amigo había golpeado a
Jungkook. Ni tampoco que este se defendió también, aquello le dolió mucho. Llegó cuando los estaban
deteniendo, pero fue suficiente para dejar la cereza en el pastel y que decídase alejarse de Jungkook
completamente.297

Fue una idea estúpida pensar que ellos podrían tener algo.55

Estaba harto de sentirse como un objeto al cuál obtener o vender. O simplemente que se peleasen por él. Si
él no era la gran cosa, sólo un simple chico con un carácter terco.94

Ni siquiera era tan bonito.352

Bueno... Sí era consiente de su envidiable físico pero igual no es como si presumiese de ello.59

En fin, Jimin se sentía mal por todo.35

Ahora mismo estaba saliendo del instituto y sólo quería llegar a su casa y encerrarse en su cuarto hasta
morir.76

Al llegar a su hogar, notó que su madre aún no había llegado del trabajo. Tenía turno doble así que por ende
llegaría tarde, se tendría que preparar su cena solo o pedir a domicilio. Aquella idea le llamaba más la
atención. Tiró la mochila en el sillón de la sala y después se dejó caer en él, soltando un largo suspiro. El
silencio de la casa era casi perturbador, talvéz si encendía la televisión sería menos tétrico. Así que lo hizo, la
encendió y se entretuvo al ver un programa sobre comedia.27

Horas después, cuando el sol ya se había ocultado entre las montañas y la luna comenzaba a nacer. Jimin
sintió hambre, su estómago reclamando por la tercera comida del día. Sin embargo, no quería cocinar así que
tomó su celular y marcó a la pizzería más cercana.

Pidió una pizza suprema, estaba antojado.78

Mientras esperaba, continuó observando la televisión sin ninguna expresión en el rostro. La verdad ya se
estaba tornando aburrido, así que la apagó concentrándose en sus pensamientos.

Mierda.

Extrañaba a Jungkook.27

¿Porqué? No tenía ni la más mínima idea.32

Recordó aquella noche cuando salieron, fue realmente mágica en todo momento. Jungkook había sido tan
lindo y cálido. Aún recuerda el calor en sus mejillas cuando le obsequió aquella flor. Sus pensamientos ahora
se tornaron oscuros cuando recordó todo lo malo, se estaba enamorando de Jungkook y él no quería hacerlo,
no quería volver a estar lastimado. Tenía miedo de fracasar nuevamente. Lo mejor sería rechazar al chico a
toda costa. Además, se había peleado con su mejor amigo. No podía creerlo.121

El timbre de la casa le saca abruptamente de su cabeza.

Inmediatamente se levanta y camina con tranquilidad hasta la puerta, y cuando la abre, se queda en shock.7

Jungkook.68

Está allí, parado. Literalmente con una bella sonrisa de conejo en sus labios. Y llevaba una caja de pizza en
sus manos.165

¿Qué carajos?4

Jimin contempló todo con ojos totalmente abiertos y asustados.1

—¡Mierda! —soltó, cerrando la puerta de golpe, apoyándose contra la madera y con la respiración agitada.119

El timbre volvió a sonar y los latidos acelerados de su corazón aumentaron.1

¿Qué demonios hacía Jungkook allí?14

El sonido fastidioso del timbre siguió insistiendo.1

Jimin rodó sus ojos y tomó aire para voltearse y abrir la puerta, donde rápidamente tomó la caja de pizza y
pegó al pecho del pelinegro dos billetes para después cerrarle la puerta en la cara, sin dejarle si quiera
hablar.124

Hizo ademán de caminar hacia la cocina pero entonces se escucharon golpes en su puerta.

— ¡Jimiin!25

Era Jungkook, maldita sea, era él. ¿Qué estaba haciendo en su casa? ¿Qué quería?6

Park dejó la caja de pizza en la mesa de la cocina y se acercó hasta la puerta, la cuál no dejaba de sonar.

— ¿Qué quieres, Jungkook? —preguntó del otro lado en voz alta.

— Quiero hablar.

— ¿De qué?1

— De todo, Jimin. Porfavor, déjame pasar.3

El pelinaranja hizo una mueca pensativo pero después recordó algo.

— ¿Cómo diablos trajiste mi pizza? ¿Te volviste repartidor o qué?85

La risa del pelinegro se escuchó del otro lado.

— Se la arrebaté al repartidor cuando estuvo a punto de tocar.506

Jimin chasqueó la lengua.

— Eres increíble...

— Gracias, bebé.276

Jimin abrió sus ojos y se sonrojó inmediatamente.


— ¡No me llames así! —exclamó molesto— ¡Y no era un halago!2

— Bueno, ¿Me dejarás entrar?

El chico pelinaranja presionó sus labios y después negó con la cabeza.1

— No, vete —dicho esto se dió media vuelta y tomó la caja de pizza y un plato para subir hasta su
habitación.1

Su corazón latía fuertemente ante el hecho de que Jungkook hubiese estado afuera de su casa, y más que le
quisiese hablar. Jimin no quería hablar. No se sentía siquiera listo mentalmente para ver y ni hablar con
Jungkook. Ahora no, mejor luego.49

Pero al parecer Jungkook era igual de terco que él.13

Llevaba una rebana de pizza a su boca cuando escuchó un ruido seco impactar contra su ventana. Se
sobresaltó y miró confundido hacia esa dirección. Hubo un silencio, así que se encogió de hombros dejándolo
pasar. Pero justamente cuando quiso volver a comer, el mismo golpe llegó, seguido de otro, otro y otro.88

Jimin dejó el plato en la cama y confundido caminó hasta su ventana.1

Encontrándose nada más y nada menos que Jungkook afuera de su casa lanzando piedras hacia su
ventana.171

Jimin palideció ante lo irreal que era todo y después presionó furiosamente sus labios para acercarse y abrir
los cristales.

— ¿Qué crees que ha- ¡wow! —esquivó una roca que casi impacta con él, la cuál cayó en el suelo de su
habitación.155

— ¡Uy, lo siento! ¿Te lastimé? —preguntó Jeon desde abajo.60

Jimin bufó y se dió media vuelta para recoger la pequeña roca que había lanzado el pelinegro.2

— ¡Idiota! —exclamó lanzándola hacia Jungkook con fuerza.5

Desgraciadamente Jungkook la esquivó.8

— ¡Hey! —reclamó el pelinegro con el ceño fruncido— ¡El que lanza piedras aquí soy yo!238

— ¡Estoy a nada de tirarte un mueble! ¿¡Acaso quieres quebrar mi ventana!?134

Jungkook comenzó a reír y Jimin entornó sus ojos.

— Si la ventana se hubiese roto sería tu culpa por no abrirla a tiempo.40

— ¡Eso no tiene ningún sentido, Jeon! —negó con la cabeza— ¡La tendrías que pagar!

— Si, claro —hizo ademán de lanzar la piedra que tenía en su mano.

— ¡No espera! —gritó el pelinaranja— ¡Ya, ya salí! ¿Qué quieres?

Jungkook bajó la piedra.

— Ya sabes lo que quiero —sonrió coquetamente.80

Jimin soltó una carcajada, sus ojos entrecerrándose al reír mientras se apoyaba al borde de la ventana,
colocando su cabeza en sus dos manos. Mirando a un Jungkook diminuto con diversión.42
— Mi mamá dice que no puedo abrirle la puerta a extraños... —hizo un puchero, fingiendo inocencia.236

Jungkook enseñó su sonrisa de conejo y acomodó su cabello negro.

— No soy un extraño, cariño. Los extraños no se besan —le guiñó un ojo.498

Jimin abrió sus ojos como platos y sus mejillas ardieron.

— ¿Te odio, sabías? —refunfuñó cruzándose de brazos.

— ¿Naa, enserio? Si no me dices no me doy cuenta...198

— ¡Ahg! —bufó— No te abriré Jungkook, ahora menos. No quiero hablar, vuelve cuando dejes de ser un idiota
—hizo ademán de cerrar la ventana.39

— ¡Un momento! —gritó el pelinegro desde su posición, deteniendo a Jimin— ¿Y si te convenzo?14

Parece que eso sirvió pues Park se detuvo y le miró con arrogancia fingida, cruzándose de brazos.

—Uhm, está bien. Inténtalo.

Jungkook sonrió y se aclaró la garganta antes de colocarse en una pose presumida y algo exagerada.

— Oh, rapunzel, rapunzel. Deja caer tu cabe– ¡Auch!826

Lleva una mano a su cabeza pues Jimin le había tirado un libro.61

— ¡Tiempo desperdiciado, Jeon!25

Jungkook jadeó de dolor y sacudió su cabello, mirando hacia arriba.1

— ¿Y si me quito la camisa? ¿Talvéz así? —intentó.412

El rostro de Jimin palideció y se sonrojo por quinta vez en la noche.

— ¡Eso no servirá conmigo!18

— ¿Estás seguro? Hay mucho que tengo por enseñarte... —levantó sus cejas con sugerencia.53

— ¡Atrevido! —Jimin cubrió su rostro, soltando un largo suspiro— Tienes una última oportunidad.42

Jungkook sonrió pícaro y llevó sus manos a la orilla de su camisa.

— ¡No, no, no me refiero a eso! —le detuvo rápidamente el pelinaranja.71

Jeon bufó.3

— ¿Entonces qué?

— Haz otra cosa, pero eso no...

— ¿Y si traigo una serenata? ¿Y me visto de mariachi?301

— Adiós, Jungkook.

Jimin quiso cerrar la ventana de una vez por todas.

— ¡Subiré entonces desde el árbol! —ahora se detuvo y miró a Jungkook con sorpresa.51
— ¿Qué? —pensó que no lo haría pero todo pensamiento fue en vano cuando en verdad el chico comenzó a
trepar del árbol— ¡Estás loco! ¡Te vas a caer!28

Jungkook subía con agilidad, apoyando sus pies en el tronco y sosteniendo las ramas, habían muchas lo cuál
le hacía más fácil subir.28

— No caeré, esto lo he visto en películas y siempre funciona —explica con dificultad mientras sube otra rama
más.187

Jimin casi se desmaya cuando una de las ramas en las que se apoyaba Jeon se quebró, provocando que casi
cayese.4

Okay, ahora estaba preocupado.

— ¡Jungkook! —le llamó, asustado— ¡Está bien, está bien! ¡Te dejaré entrar pero bájate de ahí!56

El chico hizo caso omiso a sus palabras y se impulsó una vez más hasta finalmente llegar al tronco ancho que
estaba al lado de la habitación de Jimin y descansar momentáneamente allí.

— ¡Ven aquí, ahora! —le ordenó Jimin teniendo los nervios de punta al ver como Jungkook estaba allí como si
nada y él preocupado de que se cayera.35

Jeon asintió y se acercó al borde de la ventana donde colocó primero sus pies, sin soltarse aún de la rama.
Jimin extendió sus manos, indicando que se apoyase en ellas. Entonces Jungkook se soltó de a pocos,
finalmente siendo totalmente sostenido por Jimin. Y hubieran bajado con éxito de no ser que perdió el
equilibrio al Park atraerlo mucho hacia él, provocando que cayese dentro de la habitación.29

Cuando Jimin se dió cuenta, estaba tirando en el piso con Jungkook encima suyo.

Jimin sintió como un cuerpo más grande que el suyo le cubría completamente, más un fuerte dolor en su
espalda.26

— Sabes, Jimin. Siempre supe que terminaríamos en esta posición...422

La voz divertida y ronca de Jungkook le hizo estremecerse y abrir sus ojos al instante. Captando la situación.

— ¿Qué cosas dices? ¡Quítate de encima! —chilló empujándolo inmediatamente.10

Jungkook carcajeó y aunque quiso quedarse en esa posición, sabía que Jimin le metería una patada donde
más le duele si no se alejaba. Y no quería eso. Así que se levantó del suelo mientras sacudía sus prendas
sucias de hojas y telarañas que obtuvo al subir del árbol.

Jimin intentó imitar su acción pero su cuerpo cedió al dolor, específicamente su espalda.

— Joder, no puedo —se rindió en un suspiro.23

Jungkook le miró divertido por unos segundos pero después se preocupó.

— Vamos —le tendió una mano.

Park no dudó en tomarla e impulsarse en ella con ayuda del fuerte brazo de Jeon. Cuando finalmente se
encontró de pie se giró ante el chico y le golpeó fuertemente en el pecho.

— ¡Auch! ¿Y eso porqué? — exclamó, llevando una mano a la zona herida.

— ¡¿Cómo te atreves a trepar de un jodido árbol como si nada?! ¿Acaso te crees mono? ¡Pudiste haberte
caído! —le regaño furiosamente el mayor.236
Jungkook no pudo evitar reprimir una risita.1

— ¡No te rías! —Jimin estaba furioso— Eres un idiota... —se cruzó de brazos, dándole la espalda.

El pelinegro se acercó sonriente y no dudó en rodear la cintura del pelinaranja con sus brazos, apoyando su
mentón en su hombro derecho.149

— Perdón pero te ves tierno y lindo cuando te enojas... —dijo cerca de su oído.62

Sintió a Jimin tensarse inmediatamente.

— ¿Sabes que es tierno y lindo, también? —comenzó irónicamente el mayor— Mi puño en tu cara si no te
apartas de una jodida vez.186

Entonces Jungkook lo hizo, alzando ambas manos en señal de rendimiento mientras hacía un puchero.5

— ¿Porqué la agresividad? —preguntó con ojos tristones.9

Jimin resopló, rodando los ojos.

— Creo que no entendiste que estoy enojado contigo.

— Si lo sé, y por eso vengo a hablar.

— Ah, ¿sobre qué golpeaste a mi mejor amigo? —enarcó una ceja.24

Jungkook suspiró.

— Eso no fue así, Jimin.

— ¿Ah no? —bufó— Los dos se comportaron como dos inmaduros y cabezas huecas...49

— Lo sabemos, y lo sentimos... Pero ya estamos bien, ¿sabías? Ambos estamos en paz, así que no tienes
nada de que preocuparte.

Jimin le miró con ligera sorpresa en sus ojos.

— ¿De verás?36

— Sí.

— Uhm, esto es raro... ¿Qué están tramando?4

Jungkook solo se encogió de hombros y fijó su vista en el plato con la pizza.

— ¿Puedo agarrar? Tengo hambre.35

— No me cambies de tema, Jungkook.3

El menor hizo un puchero y Jimin se rindió.4

— Está bien, está bien, sí puedes...

Jeon ahora sonrió y caminó hasta sentarse en la cama de Park, donde comenzó a comer tranquilamente el
pedazo de pizza.22

Sinceramente a Jimin le irritaba el verlo tan relajado y confianzudo en su entorno. El ambiente era algo tenso,
en sí, el que Jungkook estuviera en su habitación, ya era irritante. Se suponía que estaba enfadado con él,
pero era demasiado difícil cuando este era de lo más bueno. Joder.1
—... ¿Entonces que fue exactamente lo que pasó? —preguntó al pelinegro— ¿Porqué pelearon?9

Jungkook masticaba mientras miraba al suelo pensativo.

— Taehyung... —tragó la comida— Taehyung creyó que aquél día, todo había sido mi culpa y pues me
amenazó y así...

— Este idiota... —Jimin llevó una mano a su frente.46

Inmediatamente Jungkook negó fugaz con la cabeza.

— No pienses eso, enrealidad, fue un acto de amistad. Es lindo que se preocupe tanto por ti...57

Jimin levantó levemente sus cejas y sonrió de la misma forma.

— Oh, no lo había visto de esa manera...44

Jungkook sonrió y se levantó de la cama para caminar hacia el pelinaranja.

— Entonces... ¿Ya estamos bien?

Cuando Jimin levantó la mirada, dió un pequeño salto al percatarse de la repentina cercanía que tenía ahora
con Jeon.

Y tragó saliva, perdiendose en el color negro de sus ojos.6

— Creo que sí... —respondió suave.

Jungkook entonces se alejó, dejando a un Jimin abrumado por aquella improvista lejanía y confundido. Miró
como el chico metía las manos en sus bolsillos mientras arrastraba su mirada por toda su habitación.12

— Bien, entonces podemos retomar nuestras clases —dijo con una leve sonrisa en su rostro.

Jimin parpadeó, neutro.

— ¿Qué clases?6

— Pues las de matemáticas, duh. El examen será dentro de tres días y aún nos quedó pendiente un tema por
ver.61

— Oh, lo había olvidado... —miró al suelo.

— Pero si no quieres, está bien, puedo irme si deseas... —se movió un poco.

— ¡No! —Jimin le detuvo del brazo y Jungkook arqueó una ceja, entonces el primero le soltó— Mhmm, quiero
decir. Si quiero, digo, está bien que te quedes a continuar la clase...

Park se quiso pegar la cabeza contra una pared por su estúpido balbuceo y nerviosismo. ¿Qué le pasaba?6

Jungkook sonrió.

— Genial, ¿entonces vamos abajo o...?

— Quedémonos aquí —sugerió el pelinaranja.92

— Bueno.21

Sacaron los libros, cuadernos y materiales para ponerse a estudiar. A los minutos estaban ambos sentados en
la cama de Jimin, el menor le explicaba lo más fácil posible al mayor. Y aunque la tensión fuera demasiado
fuerte, ninguno se había atrevido a romperla. Parecía como si quisieran conservarse aún en ese estado y
relación, pero en el fondo, ambos querían más.18

— ¿Entendiste? —preguntó Jungkook a Jimin después de una hora y media de práctica.

Jimin mordía su lápiz amarillo, movimiento sus ojos de un lado a otro, re haciendo el ejercicio mentalmente.

— Sí —dijo cuando ya estuvo totalmente convencido— Es muy fácil...

— Lo es.

Jimin le miró divertido.

— Para ti todo es fácil porque eres un cerebrito en esto —le golpeó en el hombro.38

Jungkook rió.

— Bah, sólo me resulta más fácil los números que memorizar párrafos. Además, este cerebrito es el que te
está ayudando en matemáticas así que cierra la boca —le sacó la lengua.33

Jimin apoyo su mejilla en una de sus mano mientras se acostaba totalmente en el cama.

— Cerebrito —insistió con una traviesa sonrisa en su rostro.

Jungkook detuvo lo que hacía y soltó un largo suspiro para después sonreír como un idiota.

— Cállate...40

— Cállame.670

Inmediatamente Jungkook volteó a ver a Jimin, encontrando sus ojos mirándole también fijamente.
Permanecieron así unos segundos, hasta que finalmente el pelinegro se rindió y se inclinó para atrapar los
labios del pelinaranja.166

Sus pechos subieron al mismo tiempo que sus bocas hicieron contacto, Jimin suspiró cuando Jungkook llevó
una mano a su mejilla y movió dulcemente sus labios.

Mierda, desde hace rato se moría de ganas por esto.96

El beso fue tranquilo, al principio. Pero debido a la posición en la que se encontraban, específicamente en una
cama y solos. Provocó que inconscientemente aumentarán la velocidad de su contacto, sus respiraciones se
tornaron más fuertes y pesadas al igual que los chasquidos de sus bocas se hicieron más ruidosos.7

Jungkook comenzó a subirse encima de Jimin, sin dejar de besarle. Aprisionándole con su cuerpo, dejándole
sin escapatoria. Ambos absortos a la cercanía y contacto del otro, se gustaban, era obvio, pero hasta ahora
estaban demostrando que también se deseaban.100

Aunque, fue cuando en un impulso del momento, Jungkook comenzó a deshacerse del cinturón de Jimin que
algo hizo click en la cabeza del mayor y abrió sus ojos asustado. Captando abruptamente toda la situación y
apartando a Jungkook al instante de él.155

Jungkook parpadeó confundido cuando Jimin se alejó de él y se levantó de la cama, pareciendo tener un
debate mental consigo mismo.

— Jimin, ¿estás-...?

— No, es mejor que te vayas —sentenció dándole la espalda.129


Jungkook frunció el ceño y se levantó también.

— ¿Qué sucede? ¿Hice algo mal? —caminó hacia él— Hey, está bien... —tocó su hombro— Yo-

— Si hiciste algo malo —le interrumpió Jimin, volteándose, enseñando sus ojos más brillantes de los
normal.41

Jeon se asustó, pensando lo peor.

— Jimin, lo siento. ¿Qué fue? Sea lo que sea, lo lamento —le miró suplicante, el sólo pensar en haber hecho
daño a la persona de sus sueños le lastimaba.33

— ¿Entonces lamentas el que me haya enamorado de ti?391

Jungkook se quedó completamente estático, inmóvil. Podría decir que sintió como su corazón se detuvo por
un milisegundo.

— ¿Qué? —soltó en un hilo de voz, sorprendido.

Jimin sonrió débilmente y después soltó un suspiro tembloroso mientras se abrazaba a sí mismo.

— Así es —le miró fijamente— Creo que me enamoré de ti, Jungkook...107

¿Conocen el sentimiento de felicidad combinado con el otro de no poder demostrarlo porque se vería muy
inapropiado o no era el momento?116

Bueno pues algo así sintió Jungkook, algo dentro de él estalló en alegría. Ósea, él había tenido un crush con
Jimin desde hace un año, era claramente shockeante que le correspondiera. Sin embargo, el rostro de Park
no reflejaba nada de eso, era serio, casi triste. Como si hubiera hecho algo incorrecto.1

— ¿Y... eso es malo? —preguntó lentamente el menor, alzando una ceja. Ignorando el fuerte latido de su
corazón.

Jimin abrió su boca para responder, sin embargo no encontró una respuesta concreta a ello.

—Yo... No lo sé —suspiró, apartando la mirada— Sólo... No quería que pasara porque... —se detuvo,
mordiendo su labio al sentirlo temblar.

—Porque no quieres que te pase lo mismo que con tu ex —completó con voz suave el menor.93

Jimin le miró sorprendido, unas dos lágrimas se escaparon de sus cuencas.

—¿C-Cómo lo sabes...?3

—Taehyung me lo dijo...

—Lo siento —sollozó de repente, con la cabeza gacha—... Lo siento por no darte el amor que mereces.
Mereces a alguien mejor que yo, alguien que no esté roto...283

El corazón de Jimin dolía mucho ahora, quería abrirse a amarle libremente. Pero tenía miedo, así de sencillo.
Para él, Jungkook era el chico ideal, el que siempre buscó. Era demasiado perfecto para ser real, para ser
suyo. Estaba ilusionado con él aunque no quería, y tenía miedo de que si iniciaba algo con él, que al tiempo
se rompiera. O peor, le dejase de gustar. Eran demasiadas inseguridades.18

Amaba a Jungkook y tenía miedo de perderlo, de cualquier manera o forma, no quería que se alejara de él.18

Ese chico merecía a alguien que no tuviera miedo de amarlo.24


—Lo siento por todo... —continuó, mirando al suelo— Tú has sido tan bueno y paciente conmigo y yo te he
tratado tan mal... Ni siquiera sé que estas haciendo aquí, deberías irte, sabes perfectamente que yo no valgo
la pena...84

Jimin sintió a Jungkook movese de su posición y por un momento pensó que se iría. Por un momento su
corazón latió angustiado, sin embargo no fue así. Se dió cuenta cuando unos brazos le rodearon
completamente, dándole un agradable calor.3

Jungkook le había abrazado.

Entonces se aferró a él y lloró.

—Jimin... —comenzó Jeon acariciando su cabello—No necesito, ni quiero a nadie más que a ti.103

Park se alejó un poco para encontrar sus ojos.

—¿Y porqué yo? ¿Porqué no otra persona? ¿Porqué me elegiste a mí? —preguntó angustiado.24

Jungkook sonrió levemente y acarició su mejilla con su dedo índice, limpiando de paso una lágrima.

—¿No es obvio? —ahora sonrió enseñando sus dientes de conejo— Me encantas... Todo tú, tu personalidad
terca, tus caras raras y molestas, tu carácter orgulloso, tus sonrojos, tu sonrisa... —suspiró— ¿Quieres que
continue?105

Jimin le miraba fascinado, una sonrisa junto con lágrimas se formó sobre su rostro de a pocos, soltando una
pequeña risa.

—¿Enserio te gusta todo eso de mí? —le miró ilusionado— ¿No estás jugando?19

—¿Porqué lo haría? —arrugó su nariz— Y sí, me gustas todo tú, es más, estoy enamorado. Joder, Jimin,
¿como no puedes ver que eres jodidamente perfecto para mí? ¡Mírate! —exclamó— Te juro que la primera
vez que te vi, tuve que aguantarme las ganas de decirte que te veías como el amor de mi vida. ¡De seguro me
habrías golpeado!245

Jimin soltó una carcajada y golpeó el pecho de Jungkook sin fuerza, sus ojos completamente achinados, sin
poder dejar de sonreír.4

—¡¿Ves?! —exclamó el menor haciendo una expresión divertida.

— Joder, Kook. Y tú eres jodidamente perfecto... Por eso no te merezco.10

Jeon inmediatamente tomó el rostro de Park entre sus manos, mirándole fijamente a los ojos.

—Mírame, Jimin. Y escucha perfectamente todo lo que voy a decirte —hablo serio— Tú mereces cualquier
cosa buena de este jodido mundo, ¿por qué? Porque eres valioso sólo por existir, eres importante y especial.
Deja de pensar que no me mereces, porque no es así, si estoy aquí, contigo ahora mismo, es por algo, porque
te lo mereces. Yo te elegí a ti. A nadie más, y no me arrepiento de todo lo que hice para poder llegar a ti, pues
valió la pena cada puto segundo.219

A continuación prosiguió a limpiar una de las muchas lágrimas que bajaban de las mejillas del pelinaranja y
finalmente dejó libre su rostro.

—Dame un oportunidad —le susurró, acercándose a sus labios— Jimin, dame una oportunidad para hacerte
cambiar de opinión, para enseñarte que soy diferente y que no te lastimaré. Sólo confía en mí —suspiró— Y
sino quieres... dímelo y me iré, prometo que me alejaré de ti y jamás volveré a molestarte...7
Fueron cuestión de segundos, cuando sintió los labios esponjosos de Jimin besarle de golpe mientras sus
brazos rodeaban su cuerpo.58

— ¿Eso es un sí? —susurró sobre sus labios— ¿Te quedas conmigo?1

Jimin conectó con su mirada y sonrió.

—Sí.

Finalmente llegó la temerosa y anticipada semana de exámenes, específicamente la prueba de la materia más
odiada por los estudiantes: matemáticas.159

Jimin se sentía nervioso, mucho. Había repasado todo lo que Jungkook le había enseñado, incontables veces
pero aún así se sentía inseguro por cómo le iría. En este tipo de cosas nunca se sabe que pensar. Taehyung
a su lado estaba igual, incluso peor, comiéndose las uñas mientras mantenía su vista fija en el suelo. Ambos
esperando a que llegase el tutor encargado de hacerles la prueba.3

— Hey —se sobresaltó al escuchar la voz de Jungkook detrás suyo.10

— Hola —saludó volteándose con una media sonrisa.

— ¿Cómo te sientes para el examen? —preguntó alzando una ceja.

Jimin suspiró e intentó no hacer una mueca.

— Creo que bien —sonrió.

Jungkook soltó una risa seca.

— ¿Nervioso, cierto?

— Joder, sí —confesó cubriendo su rostro.4

Inmediatamente siente como sus manos son apartadas con delicadeza y cuando se da cuenta tiene el rostro
de Jungkook a centímetro del suyo. Traga saliva.

— Te irá de maravilla, ya verás —dijo observando con cariño todo su rostro— Si fui yo el que te enseñé —se
encogió de hombros, mostrando una sonrisa socorrona.

Jimin rió y le golpeó.

— Idiota... Gracias —le miró a los ojos, más serio.

Jungkook levantó una de sus manos y acarició la suave mejilla del pelinaranja.

— De nada, Jimin...

A continuación, estuvo a punto de besarle pero la voz de Taehyung les detuvo de golpe.

— ¡Wow, me descuido un segundo y ya están procreando! —exclama divertido.412

Jimin se sonroja, alejándose mientras rueda sus ojos.12

— Eres un exagerado, Tae.

Taehyung se acerca a Jungkook y lo mira serio de pies a cabeza.

— Jungkook —saluda con voz monótona.


— Taehyung —le imita el menor.101

Jimin les mira confundido pero antes de que pudiese decir algo, ambos chicos habían roto aquella actuación y
se habían saludado como si fuesen amigos de toda la vida.128

— Okay, ¿ahora de qué me perdí? —preguntó mirándolos.

— Nos llevamos bien ahora —explicó el castaño, pasando un brazo por los hombros de Jimin cariñosamente.

— Bueno, masomenos... —murmuró el pelinegro observando la escena con el rostro serio.86

Taehyung le miró con diversión y arrogancia.

— ¿Nos sentamos juntos, Jimin? —preguntó al más bajo mirándole con una sonrisa.

— Claro, siempre lo hacemos ¿no?2

— Sí, así es —miró a Jungkook quién pasaba su lengua por el interior de su mejilla mientras le miraba con
una cara de pocos amigos.57

En ese preciso momento, llega el tutor y le indica a todos los estudiantes que entren al salón de clases para
realizar finalmente la prueba.

— ¡Bueno, adiós Jungkook y gracias! —se despide Taehyung fingiendo inocencia.

Jimin queda solo con Jungkook. El primero siente su corazón latir desenfrenado cuando el contrario se acercó
mucho a él de repente y tragó grueso.

— Mhm, ya debo... —en ese momento su boca es invadida por los suaves y delgados labios del pelinegro.41

— Buena suerte —susurra Jeon sobre sus labios, guiñándole un ojo.52

Park muerde levemente su labio y asiente varias veces con la cabeza antes de voltearse y entrar al aula.

[🧡]

Jungkook estaba esperando afuera del aula, con los manos metidas en los bolsillos de su pantalón, checando
levemente su uniforme para cerciorarse de que estuviera impecable. No quería verse mal para Jimin, ni
mucho menos hoy.

Pues sería un día especial si todo salía de acuerdo a su plan.70

La alarma de la institución sonó fuertemente y sólo fueron cuestión de segundos para que los estudiantes
comenzasen a salir del aula. Entre ellos estaba Jimin quién se acercó a Jungkook con una pequeña mueca en
su rostro.2

— ¿Qué pasó? —preguntó preocupado el pelinegro cuando estuvo cerca suyo.

— Nada malo, solo es que... Lo sentí tan fácil que me dió miedo... Es preocupante, nunca sentí un examen
tan sencillo... ¿Y si hice todo mal?295

Jungkook rió y le abrazó por el hombro.

— Ay, Jimin. Lo más probable es que te haya ido bien, si así lo sentiste. ¿Y que tal le fue a Taehyung?

Jimin hizo otra mueca.

— No lo sé, no ha terminado.
Jungkook levantó las cejas y miró de reojo al aula, observando como Taehyung parecía tener un debate
mental desde su posición en el pupitre.47

— ¡Taehyung, fighting! —le gritó desde lejos con su sonrisa de conejo.84

El castaño sonrió levemente e hizo un pequeño puño al aire. Segundos después, el tutor se asomó a la puerta
y regañó a Jungkook por hacer tanto ruido, este al instante se disculpó haciendo una reverencia.

— Ni modo... —suspiró hacia Jimin— ¿Qué tal si vamos a un lugar? —le preguntó indirectamente.22

El pelinaranja le miró con sospecha.

— ¿A donde sería?

— Ahh, no te lo diré. Sólo es cuestión de que confíes y me sigas... —sonrió pícaro.6

Jimin rió.

— ¿Debería de temer?

— Talvéz... —murmuró Jungkook comenzando a caminar.27

Park siseó y le siguió, ambos caminando por los pasillo uno al lado del otro, muy cerca. Sin embargo, era en
cierta parte incómodo, había una barrera. La cuál Jungkook estaba dispuesto a romper y reclamar. Miró hacia
abajo, sus manos estaban muy cerca de las de Jimin, y sintiendo su corazón latir ansioso, comenzó a
entrelazar sus largos dedos con los pequeños del pelinaranja, quien al instante se tensó y le miró sorprendido
con un claro rubor en sus mejillas.

— Parte del trato era que anduvieras conmigo en los pasillos, ¿recuerdas? —dijo Jungkook con una sonrisa
socorrona.28

Jimin sonrió y apartó la mirada con sus labios presionados intentando no soltar algún chillido de felicidad o no
sonreír como un estúpido.24

— Mhm, no había nada relacionado con contacto físico... —recalcó vacilante.

— ¿Ah no? —levantó sus cejas.

— No...

Jungkook formó con sus labios una sonrisa ladina.2

— Pues, renuevo el trato. ¡O si no manipularé tú examen para que repruebes!11

Park se giró a verle con la boca abierta.

— ¡Oye! —reclamó dándole un golpe en el pecho— ¡Eso es trampa, no se vale!

— Sí, vale. Aunque, veo que ya no es tan necesario, cariño. Ya que no haz soltado mi mano... —levantó el
brazo, enseñando sus manos entrelazadas con una sonrisa.18

Jimin soltó una carcajada y se sonrojó.

— ¿Quieres que lo haga? —insinuó divertido.2

— Si lo haces te mato —Jeon le miró serio.77

— A que no eres capaz... —le siguió.


En ese momento Jungkook acorrala a Jimin hacia un casillero, dejándole sin salida y cortándole la respiración
cuando se acercó a su rostro y tomó su barbilla.37

— No especifiqué. Te mataré a besos... —susurró sobre sus labios.198

Jimin jadeó y asintió varias veces con la cabeza.1

— Entonces hazlo, bobo.

— Si no me das razones no lo haré...

Jimin entonces soltó de golpe sus manos unidas y tomó el rostro de Jungkook entre sus manos para hacer
ademán de besarlo pero la voz de su mejor amigo al fondo le detuvo:140

— ¡Lo logré! —exclamó Taehyung emocionado para después percatarse de la situación— Oh... ¿Interrumpí
algo? Lo siento... —rió.140

Jimin suspiró y soltó a Jungkook, rodando sus ojos.

— Descuida... —dijo entredientes al ver la cara divertida de su amigo.

— Bueno... ¿Nos vamos? —preguntó Jungkook a Jimin, entrelazando de nuevo sus manos.

Taehyung desde su posición miró esto último impresionado y después le dedicó una sonrisa de orgullo al
pelinaranja, quién bajó la cabeza con una sonrisa avergonzada. Eran consientes que el hacer eso, en media
institución, significaba que había algo entre ellos, estaban saliendo o eran pareja. Así que las miradas
curiosas hacia Jungkook y Jimin no tardaron en aparecer, al igual que murmullos de los estudiantes que
pasaban a su lado.1

Era un gran paso para Jungkook, pero él quería más.51

— Vamos —contestó Jimin con una sonrisa.

Finalmente se despidieron de Taehyung y aún tomados de las manos, salieron del lugar mientras
conversaban entre sí. Pasados unos largos minutos en los que Jungkook condujo a Jimin hasta una hermosa
y solitaria zona verde de un parque, que el pelinaranja nunca había visitado.

— ¿Qué hacemos aquí? —preguntó Jimin cuando se sentaron en el esponjoso suelo verde.36

Jungkook soltó un largo suspiro y se acercó mucho a su rostro.

— Ahora sí puedo besarte con tranquilidad... —dicho esto unió suavemente sus labios.48

Era curioso como sus bocas y labios se acomplejaban tan perfectamente entre ellos dos, como los labios
gruesos de Jimin junto a los delgados de Jungkook se amoldeaban sin incomodez alguna. Era como si
estuviesen destinados a ser besados por el otro, no parecía una simple coincidencia. Después de unos
minutos de besarse con paciencia y delicadeza, queriendo sentir cada centímetro de sus labios en cámara
lenta, se separaron e unieron sus frentes.58

Jimin miró a Jungkook, y sintió una gran calidez invadir su cuerpo completamente pero a la vez una pequeña
inseguridad pues... ¿Ellos que eran ahora? Se estaban tratando como una pareja, pero Y sabiendo que se
había prometido no guardarse nada más ante Jeon, tragó saliva antes de decírselo.

— Jungkook... ¿Qué somos?217

El pelinegro abrió sus ojos y le miró con aquella intensa mirada que poseía, llena de cariño y seguridad la cuál
Jimin en secreto, envidiaba.1
— ¿A que te refieres? —preguntó frunciendo el ceño.

— Sabes a qué me refiero... No somos amigos... ni tampoco una pareja... ¿Entonces qué somos? —insistió
con angustia reflejada en sus ojos.68

Jungkook le miró sorprendido por unos segundos, para después soltar una pequeña risa negando con la
cabeza. Jimin no entendía cuál era lo gracioso al asunto hasta que Jungkook habló.

— Si hubieras esperado exactamente cinco minutos, ahora mismo te estaría proponiendo ser mi novio —dijo
sacando una pequeña cajita morada de terciopelo y abriendola, enseñando un hermoso anillo plateado.279

Jimin jadeó sorprendido al instante y se incorporó mirando el objeto con la boca y ojos abiertos.

— Oh dios mío... Jungkook... —balbuceó sin saber que decir, a continuación le miró con los ojos asustados.

Jeon suspiró antes de hablar.

— Sé que te da miedo iniciar una nueva relación, sé lo difícil que fue para ti y también sé que te da miedo que
esto acabe mal... Lo sé, porque te conozco. Eres una persona tan fácil de leer, Jimin... Sabía que tendrías
esta duda, así que aquí estoy para responderla... Somos jóvenes, tenemos tanto por vivir y experimentar, sé
que no será fácil, nada es fácil en esta vida pero si vivimos con el miedo de que algo malo nos va a pasar...
¿De que tiene sentido la vida entonces? Es de tomar riesgos, tomemos nuestro propio riesgo, intentemos...
Jimin... —acercó más la cajita— Seamos algo oficial... Quiero hacerlo oficial, quiero pertenecerte y tú a mí, se
que es demasiado pronto pero ya no puedo esperar... Lo que encontré en ti es tan real que... me hace querer
tener todo contigo, y que mejor paso para iniciar que esto... Ahora si... —tragó saliva— ¿Quieres ser mi novio,
Park Jimin?323

El nombrado estaba que se desmayaría, todo era demasiado, Jungkook era demasiado para él. Y lo amaba,
con cada centímetro de su corazón lo amaba, anhelaba estar con él siempre... Y pensó sus palabras, las
pensó detalladamente, tenía razón. Debían correr riesgos, no podía vivir con miedo toda su vida, debía dejar
de temer.

Él debía continuar.1

— Sí... —dijo en un hilo de voz— Sí quiero, si quiero ser tu novio... —le miró con los ojos llenos de lágrimas y
una radiante sonrisa.49

Jungkook levantó sus cejas, enseñando sus dientes delanteros y soltó una sonido de felicidad antes de
abalanzarse a abrazar a Jimin, casi al mismo instante que el pelinaranja iba a hacerlo. Se abrazaron
fuertemente, ambos derramando unas cuántas lágrimas. Y cuándo se alejaron Jungkook se dispuso a tomar
el anillo de la caja y colocárselo con emoción a en el dedo anular al mayor.46

— ¿D-donde está el tuyo? —preguntó sobrellevado el pelinaranja.

Jungkook sonrió levantando su mano y enseñando como todo este tiempo llevaba un anillo igual puesto.116

Jimin abrió su boca asombrado.

— ¿Cómo sabías que-?

— Shh —colocó un dedo sobre sus empojosos labios— Sólo lo supe.10

Park asintió y a continuación comenzaron a acercarse lentamente, con sus corazones latiendo acelerados por
los sentimientos encontrados y sus respiraciones pesadas por la emoción del momento. Finalmente se
besaron, en un beso lleno de amor y cariño, demostrando el gran amor que se tenían por el otro en ese
momento. Sintiéndose completamente felices pues ahora eran una pareja oficial.1
Ahora estarían juntos para siempre.

Dos semanas después.

Jimin, hecho una bola de nervios, finalmente recibió el examen y al leer la calificación sus ojos y boca se
abrieron como platos.1

— No puede ser... —susurró para si mismo observando toda la hoja anonadado.

— ¿Qué pasó? ¿Cómo te fue? —preguntó Taehyung al frente suyo con una expresión preocupada.

— Aprobé... —murmuró impactado y después levantó su mirada emocionada hacia su amigo— ¡Saque un 10!
¡Lo aprobé!189

Taehyung sonrió con su particular sonrisa demostrando la misma emoción y abrazó a Jimin de lado
felicitandolo alegremente.

— ¡Así se hace! —exclamó dándole los cinco.

— ¿Qué calificación obtuviste? —preguntó curioso Jimin al acordarse.

Taehyung entonces volvió a sonreír emocionado.

— ¡También lo aprobé, saqué 9!132

— ¡Genial! —le felicitó también el pelinaranja.

Ambos no daban más de la felicidad y enterándose poco después de que fueron las dos calificaciones más
altas de la clase.20

— Joder, sí que le debo una grande a Jeon... —musitó el castaño observando su examen.

Inmediatamente Jimin abrió sus ojos como platos.

— ¡Jungkook! —soltó al acordarse de él, e inmediatamente giró sobre sus talones y aprovechando que era
receso salió del aula comenzando a correr despavorido por los pasillos del instituto y con el examen en mano.

La gente se le quedaba mirando raro pero a él poco le importaba, bajó rápidamente las escaleras del segundo
piso hasta llegar a la cancha del instituto, especialmente la cancha de fútbol donde sabía que allí estaría el
castaño entrenando.

Cuando finalmente llegó lo divisó en medio del inicio de un descanso, apenas sonó el silbato y respirando
agitadamente. Las gotas de sudor bajando por su rostro y mojando su cabello y ropa deportiva. Viéndose
realmente sexy.70

Jimin se detuvo a la orilla de la cancha y cuando comprobó que el chico se había dado la vuelta para irse con
la respiración acelerada le llamó:

— ¡Jungkook!

Inmediatamente el pelinegro se detuvo al reconocer esa voz y se giró rápidamente buscando al propietario.
Esbozando una hermosa sonrisa al observarle a lo lejos y saludándole con la mano en alto.

Jimin rodó sus ojos con una sonrisa y dejándose de rodeos comenzó a correr hacia Jungkook. Este al verle
avanzar rápidamente hacia él, también comenzó a hacerlo.7

— Hola, bebé —Jungkook le saludó con la respiración agitada, dándole un casto beso en los labios— ¿Qué
pasó?166
Jimin se alejó un poco para mirarle a los ojos con una sonrisa emocionada mientras escondía el examen
detrás suyo.

— Adivina qué... —dijo sin quitar su expresión.

Jungkook le observó divertido y con el ceño fruncido.

— ¿Qué?

— ¡Mira!52

En ese momento Jimin saca su examen y prácticamente se lo enseña en la cara a Jungkook, la nota 10 en
grande siendo lo primero que el pelinegro divisó.14

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Jeon parpadeó varias veces, abriendo su boca sorprendido y tomando el examen para observarlo mejor.2

— ¡Oh por dios! ¡Lo pasaste! —exclamó emocionado hacia Jimin con una bella sonrisa en su rostro.1

— ¡Sii! —chilló el pelinaranja antes de lanzarse hacia el menor y abrazarle fuertemente por el cuello.74

Jungkook de inmediato rodeó su cintura y besó incontables veces su cabeza y mejilla con cariño.37

— ¡Dios, te felicito, ese es mi novio! —presumió alegre.166

Park se alejó solo para tomar el rostro de Jeon y acercarlo al suyo.

— Todo fue gracias a ti... —juntó sus narices— Gracias, Jungkook.38

En ese instante el pelinegro atrapó de improvisto sus labios y le besó con ternura y suavidad.

— De nada, Jimin... —dijo mirándole a los ojos— Haría cualquier cosa por ti.18

Park sonrió y le dió un pequeño beso.

— ¿Puedo ir a tu casa hoy?390

— Claro —respondió ajustando el agarre de su cintura, acercándole más a él— ¿Te espero en la salida
entonces?

— Allí estaré —sonrió mirándole completamente embobado.

Estuvieron a punto de besarse de nuevo pero el fuerte y agudo sonido del silbato les detuvo y asustó
abruptamente.2

— ¡Jeon, deje de jugar al romeo y vuelva al entrenamiento! —le ordenó su entrenador desde lejos.335

Jungkook bufó rodando sus ojos y soltó de mala gana a Jimin.

— Te veo luego —le guiñó un ojo mientras se alejaba.3

El pelinaranja le correspondió tirándole un beso antes de salir de la cancha.86

[🧡]

Horas más tarde, Jungkook ajustaba el agarre que tenía con la pequeña mano de Jimin mientras caminaban a
pasos tranquilos hacia su casa, compartiendo risas, besos y charlas.5
Cuando finalmente llegaron, Jungkook sacó las llaves y abrió la puerta. Como era costumbre sus padres
estaban trabajando, así que la casa estaba sola. Por eso frecuentaban ir mucho allí, ya que tenían privacidad
y prácticamente la casa para ellos.172

Cuando Jungkook cerró la puerta al girarse sintió la mano de Jimin golpear rápidamente su pecho, llamando
su atención.1

— ¡A qué no me atrapas! —exclamó el pelinaranja echándose a correr al instante.207

Jungkook sonrió y de inmediato comenzó a seguirle. Jimin reía y chillaba mientras recorría toda la casa y
esquivaba muebles. En el fondo estaba asustado pues el pelinegro era demasiado rápido y ágil. A
continuación comenzó a subir rápidamente las escaleras, casi resbalándose en el proceso con Jungkook
detrás suyo siguiéndole los talones. Finalmente cuando llegó al segundo piso se dispuso a entrar a la
habitación del menor pero justamente en ese momento unos fuertes brazos lo detienen de golpe, rodeándole
la cintura con posesividad.85

— ¡Te tengo! —exclamó entredientes el pelinegro.6

Jimin pegó un grito de la impresión y comenzó a reír mientras se removía inútilmente del agarre de Jungkook.
En eso este último comienza a mordisquear juguetonamente su cuello, provocando que el pelinaranja
reaccionase con risas.77

— ¡Ah, Jungkook, ya! —chilló sonriente mientras intentaba caminar con dificultad cuando Jeon los guió a su
habitación, sin soltarle.7

Entonces de improvisto, el pelinegro lo suelta y lo voltea para empujarlo a la cama, subiéndose


inmediatamente encima de de su cuerpo.101

A Jimin se le cortó la respiración.

— Soy un tigre y te voy a comer, grr —gruñó mientras atacaba todo su cuerpo con mordidas.899

Mordió su cuello, su oreja, su mejilla, su hombro... Jimin sólo podía reír y removerse mientras se quejaba
cuando el menor presionaba de más sus dientes, sintiendo en esos lapsos su corazón detenerse
momentáneamente y volver a lo acelerado que estaba debido a la posición en la que se encontraban. Sin
embargo aquél "inocente" juego, pasó de largo cuando en vez de morder, Jungkook comenzó a besar de
manera húmeda y ansiosa su cuello.225

Jimin se removió, cerrando sus ojos ante lo bien que se sentía mientras suspiraba.3

— Mhg, Jungkook... —susurró cuando sintió las grandes manos del menor tocar sus muslos y cintura.
Entonces este metió de improvisto sus manos debajo de su camisa tocando su espalda. Jimin la arqueó ante
la impresión y Jungkook aprovechó para finalmente reclamar su boca de manera hambrienta.131

Se besaron por unos largos segundos hasta que Jimin empezó a sentir que aquello iba demasiado lejos. Y
sintió miedo e inseguridad, entonces, comenzó levemente a detener al menor.

— Jungkook... no... —musitó suavemente, alejándole.10

El pelinegro se alejó un poco para mirarle jadeante y sorprendido hasta que captó lo que había hecho y soltó
una maldición.3

— Lo siento... —se disculpó negándose a si mismo con la cabeza y apartándose de encima, acostándose al
lado mientras cubría su rostro con una de sus manos— De verdad lo siento, yo no-
— Tranquilo, no te disculpes, no es tu culpa —Jimin, apenado, le abrazó la cintura— Es mía... Perdóname a
mí... —susurró escondiendo su rostro en su firme pecho.153

Durante las últimas semanas, había sido muy frecuente esto: Jungkook perdiendo el control y Jimin
deteniéndole. Pues, el pelinaranja era virgen, nunca había tenido relaciones sexuales en su vida y aquello le
ponía los pelos de punta. No es que no quisiera, realmente deseaba a Jungkook pero en el fondo se sentía
demasiado inseguro al respecto y hasta tenía un poco de miedo en hacerlo. La primera vez se lo comentó al
pelinegro quién le comprendió cariñosamente y dijo que le esperaría hasta que estuviese listo y que no le
metería presión.68

En cierta parte, a Jimin le tranquilizaba el que Jungkook tuviese experiencia. Sin embargo, eso no quitaba su
inseguridad. Y a veces se sentía mal por no poder complacer a su novio en ese aspecto, pero es que no
podía. Y todo esto, va mucho en la relación pasada que había tenido con Hoseok. Pues justamente por eso le
había engañado, por no querer acostarse con él. Y Aunque sabía que Jungkook no era así, aún se le quedaba
ese miedo de que la historia se repitiese.2

— No, Jimin. No te disculpes, amor —susurró Jungkook, levantando su mentón y dándole un casto beso— No
te preocupes, esperaré todo lo posible por ti...132

Jimin asintió con la cabeza y se acurrucó más al cuerpo de Jungkook, intentando fundirse ambos en uno solo,
acompañados del calor del otro y siendo vencidos finalmente por el sueño.

[🧡]

Tres meses después.198

Cómo todos los viernes, Jimin caminaba junto a Jungkook con las manos entrelazadas hasta su casa. El día
de hoy cumplían tres meses de relación y estaban muy felices y alegres. Jeon había propuesto salir para
celebrarlo pero el contrario le había insistido en pasar el día en su casa.144

Jungkook no lo entendió al principio pero de igual forma aceptó. Aunque lo que no sabía es que Jimin le tenía
una sorpresa. Y esa sorpresa era, ese mismo día, entregarse completamente a él. Era algo que lo había
estado pensando mucho, dándose fuerzas mentalmente las últimas semanas para tener el valor de hacerlo,
porque quería y sentía que estaba listo.212

Así que, cuando finalmente llegaron, inmediatamente una ola de nervios atacó su cuerpo apenas entró a la
casa. Subieron a la habitación de Jungkook, como acostumbraban a hacer, este último le contaba sobre su
último partido el cuál Jimin no había podido asistir, sin embargo ahora no le estaba poniendo atención debido
a que sus pensamientos le estaban torturando.

— ¿Porqué tan callado, bebé? —preguntó Jungkook cuando entraron a la habitación, mirándole
preocupado— ¿Te aburrí mucho? —hizo un puchero.64

— No, para nada sólo... Estaba pensando —sonrió leve.

Jungkook le miró extrañado y después suspiró mirando la televisión de su cuarto.

— Pensaba en qué podríamos ver algo tipo romántico como la películas de Hollywood que te hacen llorar
cómo bebé.43

Entonces levantó la mirada hasta el pelinaranja, quién estaba mirándole fijamente mientras se desabotonaba
lentamente su uniforme y mordía su labio inferior con nerviosismo.236

Literalmente la garganta de Jungkook se secó de la impresión.76


— Yo tengo otros planes... —dijo Jimin con voz suave mientras terminaba de deshacerse de su camisa y la
dejaba caer por sus hombros desnudos, enseñando su piel lechosa y suave junto a su marcado y plano
abdomen.265

Sintiendo su corazón latir fuertemente al ser la primera vez que se desvestía frente a alguien. Y más cuando
ese alguien era Jungkook quién nunca había visto su cuerpo completamente.

Jungkook casi se atraganta con su propia saliva, contemplando al pelinaranja con asombro y deseo que
intentaba disimilar.13

—J-jimin... ¿Q-qué haces? —balbuceó cuando el chico caminó lento y con decisión hasta él, mientras
desabrochaba su propio cinturón.138

El más bajo quedó a centímetros de su cuerpo, mirándole fijamente a los ojos. Jungkook estaba con la
respiración agitada, no sabía cómo reaccionar. A continuación, Jimin levanta sus manos temblorosas y las
guía hasta el inicio de la camisa de Jeon, haciendo ademán de desabotonarla. Sin embargo este le detiene de
las muñecas al instante.

Jimin jadea ante la impresión y le mira con ojos asustados e interrogantes.

— No tienes que hacerlo si no quieres —dice Jungkook con voz seria— Amor, de verdad puedo esperarte, no
tengo prisa... No te estoy obligando... —terminó soltándole con suavidad.118

Park mordió su labio y bajó la mirada.

— ¿Y si realmente quiero? —murmura levantando el rostro— Me siento listo, quiero hacerlo —dijo con
decisión— Es sólo que estoy nervioso...68

Jungkook sonríe con cariño.

— ¿De verdad es lo que quieres?46

Jimin no respondió, sólo llevó nuevamente sus manos a la camisa del menor y acercó su rostro, mezclando
sus respiraciones, casi rozando sus labios. Comenzó a besarlo cortamente mientras se deshacía de su
camisa y cuando terminó, no pudo evitar dejar escapar un jadeo al ver el cuerpo marcado y trabajado de su
novio. Sin pudor, llevó sus manos al abdomen, sintiendo el cuerpo de Jungkook tensarse antes su toque y las
subió lentamente hasta terminar en su fornido pecho.62

Sus respiraciones estaban terriblemente agitadas y eso que con sólo unos simples roces, mientras se miraban
con emoción. Entonces Jimin, sin dejar de mirarle, tomó las manos de Jungkook y las posó sobre su cintura.5

— Sí —respondió a la pregunta pasada del pelinegro— Quiero que me hagas completamente tuyo, Jungkook.
Aquí, ahora...190

La respiración del menor se cortó y presionó su agarre de la cintura de Jimin con posesión mientras unía más
sus cuerpos y sus pupilas se dilataban.

—Como ordenes, bebé... —susurró sobre sus labios antes de lanzarse cómo una fiera a devorarlos.36

Jimin gimió al instante, llevando sus manos rápidamente al cuello de Jungkook e intentando seguir su ritmo
completamente extasiado. Las manos de Jungkook recorrieron su espalda con vehemencia, acariciando su
piel sin pudor alguno, sacándole suspiros y escalofríos al mayor. A los segundos, Jungkook le empujó a la
cama y lo recostó lentamente sobre esta mientras se subía encima suyo, reclamando su boca y dejándole sin
escapatoria. Entonces sintió unas manos queriendo bajar su pantalón e inmediatamente la respiración se le
cortó, tensándose completamente.2
Jungkook se detuvo, quedando un silencio entre ambos.

— ¿Confías en mí? —preguntó suavemente el pelinegro, mirándole con cariño.61

Jimin le tomó unos dos segundos antes de asentir varias veces con la cabeza.

— Sí, confío plenamente en ti.

Jungkook sonrió y le besó tiernamente antes de comenzar a bajar sus pantalones, exponiendo de a pocos al
pelinaranja completamente. Cuando lo hizo, dejó la prenda en cualquier lugar y se detuvo unos segundos para
contemplar el cuerpo desnudo de su novio quién mantenía su rostro cubierto con sus manos, notando sus
mejillas sonrojadas.153

El pelinegro se inclinó hacia él y apartó sus manos, dándole un pequeño beso.

— Eres precioso, Jimin —susurró.6

Este jadeó, sorprendido y antes de poder decir algo más, su boca fue llenada por los labios de su novio. Las
manos de Jungkook recorrían literalmente todo su cuerpo en un toque estremecedor, hasta que finalmente
una se detuvo en su miembro y lo tomó. Jimin ahogó un gemido antes de que Jeon comenzara a masturbarle.

Park se sintió en el paraíso.52

— A-ah, dios... —murmuró agitado y con las mejillas sonrojadas— Kook...92

Jungkook le tocó por unos segundos antes de detenerse y comenzar a repartir besos húmedos en su cuello.

— Voy a prepararte, ¿de acuerdo? —susurró sobre su oído y Jimin asintió.

El menor se enderezó para sacar de su gaveta de al lado un pequeño frasco de lubricante, el cuál el
pelinaranja observó con fascinación y nerviosismo. El más alto lo abrió y lubricó sus dedos. Cuando terminó,
lo dejó nuevamente en su lugar y se aproximó a Jimin, observando cómo este respiraba agitadamente.17

— ¿Me va doler? —preguntó entrecortadamente a su novio.173

— Te mentiría si te digo que no...47

El mayor estaba a nada de reclamar cuando Jungkook le besó y de inmediato intrudujo un dedo en su interior.
Jimin gritó de la impresión y el dolor.45

— Mierda —soltó, cerrando fuertemente sus ojos.1

Jungkook depositó un pequeño beso sobre su mejilla.

— Lo vas a disfrutar, te lo prometo. Sólo relájate...48

Jimin asintió y se aferró a los hombros de Jungkook, dejándose hacer. Pasaron los minutos sintiendo el
movimiento del dedo en su apretado interior, lo podía descifrar cómo incómodo. No entendía en qué momento
decía su novio que lo iba a disfrutar. Sin embargo, cuando Jungkook metió un segundo dedo y lo movió firme,
provocando que el pelinaranja gimiera de placer, todo fue diferente. Más tarde ajustó su agarre del chico
mientras no dejaba de soltar pequeños gemidos al sentir un tercer dedo.66

— Mhg, ah, ah, joder... —balbuceaba con los ojos cerrados.

— ¿Te gusta? —preguntó con voz ronca el menor, besando su cuerpo.71

— S-sí...
Jungkook mordió su labio inferior.

— Qué bueno, pues lo que vendrá ahora es mejor. Oh, eso sí lo vas a disfrutar, bebé... —guiñó un ojo.95

— Lo quiero ya... —jadeó— Jungkook, te necesito ahora...30

A los segundos, lo dedos salieron de su interior y el vacío que sintió fue horrible, necesitaba eso de vuelta, o
incluso mejor. Así que se gimoteó ante la nueva necesidad. Observa cómo Jungkook se levanta para quitarse
los pantalones y cuando libera su erección, a Jimin se le corta la respiración.81

No sabía si sentir fascinación por el gran tamaño del miembro de su novio o miedo.278

Jungkook le miró intensamente y se subió de nuevo a la cama. Cuando Jimin vió que abría sus piernas y se
metía entre ellas, sintió su corazón latir fuertemente y un nerviosismo se apoderó de él.1

— Porfavor, sé suave conmigo... —pidió abrazando al pelinegro quién soltó una pequeña risa y le besó.88

— Te haré el amor más suave del mundo.275

A continuación, se acomodó correctamente y tomó su miembro alineándolo contra la entrada del mayor quién
de inmediato se tensó. Jungkook se acercó a su oído y le besó detrás de este para distraerle.5

— Rejálate... Sólo, relájate... —susurró.90

Jimin asintió, comenzando a hacerlo. Y cuando finalmente Jungkook lo sintió lo suficiente relajado, hizo
presión y comenzó a introducirse lentamente. De inmediato Jimin soltó un quejido y le agarró fuertemente,
casi clavando sus uñas.

— Espera, espera, detente, porfavor... —pidió con los ojos fuertemente cerrados por el dolor.76

Jungkook obedeció.

— Amor, si entro lento dolerá más... ¿Duele mucho ahora?32

— Mierda, muchísimo —jadeó.268

— Está bien, relájate... —ordenó con voz suave antes de inclinarse y besar los labios de Jimin con
vehemencia y pasión.

Y cuando el mayor estuvo totalmente distraído en eso, Jungkook aprovechó y le penetró sin piedad de una
sola estocada. Jimin inmediatamente rompió el beso y dejó salir un grito ahogado de su garganta, encorvando
la espalda.143

— ¡Joder! —exclamó con los ojos cerrados y abrazando fuertemente a Jungkook, intentando acostumbrarse a
la gran y nueva intromisión a su interior— ¡Eso dolió como la mierda, Jeon!134

— Lo siento, amor. Tenía que hacerlo.4

— Cierra la boca.1

Jungkook intentó reprimir una risa ante la expresión del rostro de Jimin. Pues era una combinación de dolor
con enojo y un poco de extrañeza. Pasaron los minutos y las caderas del mayor comenzaron a moverse
inconsientemente, pidiéndole también movimiento. Entonces Jungkook se incorporó y sacó un poco su
miembro.

— Ahora sí te voy a poseer, mi amor.277


Y dicho esto se introdujo de una embestida, sacándole a Jimin el primer grito de placer. Comenzó con unas
acometidas reguladores pero profundas. Jimin mantenía su boca abierta mientras se aferraba a la espalda de
Jeon, sin dejar de gemir en cada empuje en su interior.14

— ¡A-ah... Jungkook! —gemía sobrellevado ante las nuevas sensaciones.

El pelinegro atacó su cuello mientras aumentaba la rapidez de sus embestidas, Jimin le rodeó la cintura con
las piernas mientras se dejaba hacer y no paraba de gemir su nombre. Con sólo eso Jungkook sentía que se
podría correr en cualquier momento.26

— ¡M-más, porfavor! —gimió al pelinegro quién no dudó en cumplir su petición y cambio el ritmo, esta vez
penetrándole más duro y rápido.110

Llevando poco a poco a Jimin al borde del placer.

— ¿Lo disfrutas, bebé? —preguntó entrecortadamenre sin dejar de golpear firme en su interior.28

— ¡Ahh! ¡Sí, sí! ¡M-me fascina!145

— Tú me fascinas... —gruñó Jeon inclinándose para poseer apasionamente su boca mientras le tomaba de
las caderas y le embestía más rápido.1

Los gemidos de Jimin comenzaron a ser más agudos de a pocos, aumentando su volumen indicando que
estaba cerca del máximo placer.

— Oh, mierda... J-Jungkook... —intentó avisar con dificultad.76

Este último también sentía su clímax aproximarse así que empujó más rápido en su interior y antes de sentir
que ambos llegaban unió su boca con la de Jimin en un suave y cariñoso beso antes de finalmente correrse
los dos al mismo tiempo. El pelinaranja se vino gimiendo el nombre de Jungkook ruidosamente y este último lo
hizo con un gemido ronco.49

Se quedaron inmóviles por unos segundos hasta que finalmente se rindieron y cayeron exhaustos. Sintiendo
literalmente sus cuerpos totalmente relajados y vacíos. Sus respiraciones ridículamente aceleradas y con una
delgada capa de sudor sobre sus cuerpos. Después de unos minutos Jungkook fue el primero en moverse,
saliendo del interior y jadeando sonriente mientras le daba un pequeño beso al hombro de Jimin quién aún
tenía sus ojos cerrados.

— ¿Estás bien, bebé? —preguntó el pelinegro acomodando con cariño sus cabellos naranjas.2

— Sí... —respondió débilmente en un susurro— Fue genial...35

— Mjm, y seguirá siendo así de genial a partir de ahora —dijo Jeon con una sonrisa socorrona en su rostro.12

Aquella la cuál Jimin detestaba pero a la vez se enamoró.

— Idiota...

— Gruñón.

— Estúpido...

— Grosero.

— Bobo...60

— Por ti.253
Jimin estalló en risas y Jungkook le siguió. Ambos abrazándose cariñosamente mientras se cobijaban con las
calientes sábanas.

— ¿Cómo es que me terminé enamorando de ti? —preguntó Jimin sonriente.

— No lo sé, porque soy matemático talvéz —se encogió de hombros.113

Jimin rió y golpeó débilmente su pecho.

— A veces me pregunto que hubiera pasado si no hubiese ido a detención aquél día, sin haber perdido
lecciones de matemáticas...

— Uhm —hizo una mueca, pensativa— Talvéz seguirías virgen...307

Jimin le propinó a Jungkook otro golpe.

— Serás idiota —rió Park— Hablo enserio...

— Bueno, pues probablemente seguiría insistiéndote en salir conmigo hasta que te cansaras de mí.

— ¿Crees que lo hubiera hecho?

— Nos gustamos desde el primer momento en qué nos vimos. Ya estaba destinado —sonrió con
arrogancia.49

Jimin suspiró y le miró fijamente a los ojos.

— Gracias por todo... Sinceramente eres lo más hermoso que tengo en mi vida.50

Jungkook le imitó.

— De nada... Y el sentimiento es mutuo...

— Te amo, Jungkook... —susurró, abrazándole.

— Te amo más, Jimin... —le siguió besando sus labios con cariño.72

Se amaban, se amaban demasiado y en tan poco tiempo, con acciones tan simples lograron caer enamorados
uno del otro y ahora nadie los separaría. Permanecerían juntos para toda la vida.7

Pues eran el uno para el otro. Cómo dijo Jungkook, habían estaban destinados a estar juntos desde la primera
vez que sus ojos conectaron e hicieron click.68

Y quién diría que aquella extraña relación empezaría por medio de una materia tan odiada con la misma
intensidad de su amor.33

Matemáticas.

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