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El documento describe los beneficios de realizar actividad física regular durante la pandemia de COVID-19, ya que el confinamiento ha llevado a muchas personas a ser más sedentarias. La actividad física mejora la salud física y mental, reduce el riesgo de enfermedades crónicas y fortalece los huesos y músculos. Se recomienda hacer ejercicio de forma progresiva, especialmente para aquellos que tuvieron COVID-19 o están desentrenados.
El documento describe los beneficios de realizar actividad física regular durante la pandemia de COVID-19, ya que el confinamiento ha llevado a muchas personas a ser más sedentarias. La actividad física mejora la salud física y mental, reduce el riesgo de enfermedades crónicas y fortalece los huesos y músculos. Se recomienda hacer ejercicio de forma progresiva, especialmente para aquellos que tuvieron COVID-19 o están desentrenados.
El documento describe los beneficios de realizar actividad física regular durante la pandemia de COVID-19, ya que el confinamiento ha llevado a muchas personas a ser más sedentarias. La actividad física mejora la salud física y mental, reduce el riesgo de enfermedades crónicas y fortalece los huesos y músculos. Se recomienda hacer ejercicio de forma progresiva, especialmente para aquellos que tuvieron COVID-19 o están desentrenados.
Las medidas adoptadas frente a la pandemia del COVID-19 hicieron que
muchas personas tengan que trabajar de manera remota y que los/as
estudiantes continúen con sus bligaciones académicas a través de la educación virtual, permaneciendo sentados frente a la computadora durante largos periodos de tiempo. Teniendo en cuenta que este tipo de actividades trae aparejados ciertos inconvenientes para la salud como el sedentarismo, las contracturas musculares y la mala circulación sanguínea, entre otras, es importante definir rutinas de trabajo y/o estudio con recesos para realizar cualquier tipo de actividad física. La actividad física, sin importar de cuál se trate, genera múltiples beneficios para la salud de las personas, cualquiera sea su edad o sexo. Cuando se habla de actividad física, muchas veces se remite a la práctica de un deporte o la realización de ejercicios físicos, pero es importante tener en cuenta que se considera actividad física a cualquier movimiento del cuerpo producido por la acción muscular voluntaria y que supone un gasto de energía.
LA IMPORTANCIA DE LA ACTIVIDAD FISICA EN TIEMPOS DE
PANDEMIA Desde el punto de vista físico, el confinamiento nos ha obligado a tener una actividad sedentaria o a reducir de manera significativa la actividad, con la consiguiente repercusión negativa en la condición física, en la composición corporal o en la pérdida de capacidades físicas, como la fuerza o la resistencia. Esto ha tenido consecuencias en la salud y en la capacidad para hacer frente a las actividades cotidianas, que ha sido aún más evidente en personas mayores o con enfermedades crónicas. En el caso de personas sanas que practican ejercicio de forma habitual, sea de forma aficionada o federada, el confinamiento ha provocado una situación de desentrenamiento.
Para las personas que han tenido la enfermedad del COVID-19 la
situación es muy diferente. Se sabe que el espectro de la infección va desde pacientes asintomáticos a personas que han ingresado en unidades de cuidados intensivos y han requerido soporte ventilatorio. Aunque los principales síntomas de la infección tienen lugar en el sistema respiratorio, el virus tiene una afectación multisistémica.
EJERCICIO POST COVID
Todas aquellas personas que deseen retomar sus actividades deportivas habituales deben hacerlo de forma progresiva, pues realizar una actividad física expone al cuerpo a una exigencia elevada a la que es necesario adaptarse. Esta exigencia en una persona desentrenada, que tiene algún tipo de enfermedad o que se ha visto afectada por la infección COVID-19 puede suponer un riesgo aún mayor, principalmente desde el punto de vista cardiorrespiratorio y musculoesquelético. Así pues, es muy recomendable consultar con profesionales antes de retomar la actividad, tanto en personas sanas como en aquellas que tienen enfermedades crónicas. Beneficios de la actividad física: El ejercicio físico regular es beneficioso para el cuerpo y la mente. Puede reducir la hipertensión, ayuda a controlar el peso y disminuir el riesgo de enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo 2 y distintas formas de cáncer, enfermedades todas ellas que pueden aumentar la vulnerabilidad al COVID-19. El ejercicio también fortalece los huesos y músculos y aumenta el equilibrio, la flexibilidad y la forma física. En las personas mayores, las actividades que mejoran el equilibrio ayudan a prevenir caídas y traumatismos. La actividad física regular puede ayudar a establecer rutinas cotidianas y ser un modo de mantenerse en contacto con la familia y los amigos. También es buena para nuestra salud mental, ya que reduce el riesgo de depresión y deterioro cognitivo, retrasa la aparición de la demencia y mejora nuestro estado de ánimo general. Con el objetivo de fomentar la vida activa de las personas en este contexto de aislamiento, desde diferentes instituciones relacionadas a la salud, la educación física, la actividad física y el deporte, se generaron estrategias de comunicación enfocadas en promover la realización de actividad física en la casa.