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Por otra parte, como el color es una característica que se evalúa al elegir o consumir un
alimento, es conveniente saber que los colorantes son sustancias de procedencia química
elaboradas en un laboratorio que se usan en la industria alimentaria para aumentar o dar color
a los alimentos.
Los jugos en polvo que son elaborados artificialmente o sintéticamente de forma industrial
contienen : Azúcar industrial, ácido cítrico, fosfato de calcio, sabor artificial, ácido ascórbico,
nitrato de potasio, Xantato, goma celulosa, color artificial incluyendo amarillo 5 y 6, vitamina A
y palmitate.
El azúcar Industrial eleva la presión en que viven los líquidos de los tejidos centrales de la boca,
produciendo el desarrollo de caries.
Los Colorantes artificiales Amarillo 5 y 6 se asocian con la hiperactividad en los niños, alergias,
tumores carcinógenos, mortalidad en animales, y problemas hereditarios en los humanos. Por
ser del grupo de los Azocolorantes, le crean problemas a las personas de tendencia asmática y
a personas sensibles a la aspirina.
El E951: es el aditivo más destructivo del mundo y no es, en ningún caso, un producto
dietético.
E 320 (BHA y BHT). Butilhidroxianisol (BHA) y hydrozyttoluene butilado (BHT): Causa graves
efectos en el sistema neurológico del cerebro, altera el comportamiento y es un agente
potencialmente cancerígeno.
Los colorantes azoicos de origen sintético, rojo allura (E-129, C.I. 16035) y amarillo anaranjado
(E-110, C.I.15985) son ampliamente usados en la industria de alimentos (Scotter y Castle,
Marmion) y se pueden encontrar en postres, gelatinas, jugos de frutas comerciales, aperitivos,
entre otros (Ustun, 2004).
A la mayoría de estos productos, se les agrega el conservante bisulfito de sodio con el fin de
garantizar su durabilidad, pero se ha observado que en algunos jugos de frutas comerciales
conforme transcurre el tiempo la tonalidad inicial va desapareciendo ocasionando con ello que
el consumidor pierda interés en adquirir el producto, ya que el color crea expectativas del
sabor y la calidad en los alimentos.
Según los especialistas en nutrición, gran parte de las enfermedades degenerativas tienen su
origen en la alimentación. Ante esto, no queda más que comenzar a observar con mayor
detenimiento que sustancias se utilizan en los alimentos que consumimos y considerar en
mayor medida alimentos de producción ecológica que nos aseguran una dieta más saludable.
Existe una gran cantidad de mitos y estigmas con respecto a los colorantes artificiales,
los cuales han sido alimentados sin ningún tipo de sustento teórico o fundamentado.
Decenas de estudios han puesto al descubierto que los colorantes son considerados por
los expertos como aditivos alimenticios, es decir que el color es un elemento que
contribuye a que los consumidores finales adquieran un producto alimenticio, puesto
que se trata de un elemento muy importante y, hasta cierto punto, es bastante lógico que
esto ocurra, pues, como dice el dicho popular: “De la vista nace el amor”. Básicamente,
el color es el elemento por el cual un consumidor adquiere un producto, dejando en
segundo término otros elementos como el olor, el sabor y la textura. Esto significa
que si un producto no cuenta con la presencia suficiente para cautivar
a los consumidores finales, estará destinado al fracaso. Es
desafortunado decir que sin importar si el sabor, el olor y la textura son
sumamente deliciosos e incomparables, el consumidor juzgará por la
mala apariencia del producto y jamás le dará una oportunidad. Esto
significa que los consumidores finales nunca conocerán las demás
virtudes del producto; el uso de colorantes artificiales y colorantes
naturales es muy importante en la industria de los alimentos, puesto
que la mayoría de los productos alimenticios tienen a perder su color
natural durante los procesos de industrialización, por lo que es
necesario echar mano de la química para lograr que recuperen esos
colores tan naturales (dependiendo de la fórmula utilizada por la
industria) y vivos que la naturaleza regala a los seres humanos y a
todas las especies animales que habitan en el planeta; básicamente,
los colorantes ofrecen a los consumidores productos coloridos y muy
atractivos.
Actualmente, los colorantes artificiales no son utilizados en todos los
productos, sólo son utilizados en productos que la naturaleza no
puede crear, es decir aquellos productos que requieren de la mano del
hombre, conocimientos científicos y procesos industriales para que su
creación sea posible. Existen muchos productos que echan mano de
los colorantes artificiales, aunque las cantidades que utilizan no son,
en lo más mínimo, tóxicas para los organismos de los seres humanos.
Productos como las gelatinas, las golosinas (paletas, caramelos,
chicles, chochitos, etc.), sopas, pastas, quesos, margarinas, bebidas
(refrescos, jugos “naturales”, aguas de sabor, leche con sabor, yogurt,
etc.), helados, frituras y muchos otros son sólo algunos de los
alimentos que echan mano de los colorantes para hacer que estos
luzcan mucho más deliciosos y que los consumidores busquen
probarlos; muchas personas no saben que este tipo de productos
contienen colorantes dentro de su fórmula química para que tenga esa
presencia que les gusta.
Según los especialistas en nutrición, gran parte de las enfermedades degenerativas
tienen su origen en la alimentación. Ante esto, no queda más que comenzar a observar
con mayor detenimiento que sustancias se utilizan en los alimentos que consumimos
y considerar en mayor medida alimentos de producción ecológica que nos aseguran
una dieta más saludable. Los Colorantes artificiales Amarillo 5 y 6 se asocian con la
hiperactividad en los niños, alergias, tumores carcinógenos, mortalidad en animales, y
problemas hereditarios en los humanos. Por ser del grupo de los Azocolorantes, le
crean problemas a las personas de tendencia asmática y a personas sensibles a la
aspirina.