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La práctica religiosa en la 

Europa medieval (entre alrededor del 476 y el 1500) estuvo


dominada e inspirada por la Iglesia católica. La mayoría de la población era cristiana, lo
que en aquel momento era sinónimo de católica, ya que inicialmente no existía ninguna
otra forma de dicha religión. La rampante corrupción de la Iglesia medieval, sin
embargo, dio origen a reformadores como John Wycliffe (1330-1384) y Jan Hus (c.
1369-1415) y sectas religiosas, condenadas como heréticas por la Iglesia, como los
bogomilos y los cátaros, entre muchas otras. Aún así, la Iglesia mantuvo su poder y
ejerció una enorme influencia sobre la vida cotidiana de la gente, desde el rey en su
trono hasta el campesino en el campo.

La Iglesia regulaba y definía, literalmente, la vida de los individuos desde el nacimiento


hasta la muerte, y se pensaba que mantenía el control sobre el alma de las personas
incluso después de aquella. La Iglesia era la manifestación de la voluntad de Dios y su
presencia en la Tierra, y sus dictados no eran cuestionados, incluso aunque fuera
evidente que buena parte del clero trabajaba mucho más por sus propios intereses que
por los de su dios.

La Edad Media fue un periodo de tiempo muy largo (10 siglos)


en el que tuvieron lugar numerosos avances sociales, pero
también hubo una serie de creencias que hoy en día aún
nos sorprenden. En esta etapa, la religión se abrió paso y
hubo una gran preocupación por el diablo y por la vida tras la
muerte.
El conocimiento científico y médico todavía era muy
limitado, por lo que no era sorprendente que una buena cura
para la epilepsia fuera la sangre de un gladiador… La llegada
de la Edad Moderna dio un nuevo impulso al comercio y al
contacto entre los continentes facilitando las relaciones.

Hace varios siglos, el asfalto de las calles no solo no existía, sino que ni
siquiera se planteaba. La tierra o las calles empedradas tampoco eran el
elemento que cubría la capa superficial del suelo como hubieras podido
intuir, ya que la base de las carreteras de la época estaban conformadas por
los excrementos. Animales y personas solían hacer sus necesidades en
cualquier esquina o incluso en plena vía principal. Como te puedes
imaginar… el olor era terrorífico.
Comer como primitivos

Comer con las manos era algo habitual

La existencia de los cuchillos y las cucharas era completamente habitual en las


comidas elegantes de la época pero la mayoría de personas no los utilizaba de
forma directa para comer. Los tenedores surgieron en los años posteriores por
lo que las enfermedades eran cada vez más comunes debido a la falta de
higiene de los instrumentos utilizados para comer: las
manos.Dentadura cuidada
Mantener la dentadura limpia era fundamental

La falta de higiene en los demás aspectos de la vida nada tenía que ver con
el cuidado de la dentadura. En la Edad Media, incluso se inventado pastas
de dientes tradicionales elaboradas con romero chamuscado. Cabe destacar
que este tipo de técnicas no daban muy buenos resultados pero ayudaban a
que la pérdida de muelles fuera menor.
Pan alucinógeno

Los hongos en el pan aparecían durante el verano

En la época estival venía casi siempre con una enorme escasez en cuanto a
alimentos se refiere. Las reservas de trigo solían agotarse muy pronto por lo
que los granjeros usaban el centeno que tenían almacenado de anteriores
cosechas. El principal problema de todo esto es que en muchas ocasiones se
contaminaba con ergot, una especie de hongo que producía alucinaciones a
todo aquel que lo degustaba. Los efectos eran similares a los que puede
producir el consumo de LSD en la actualidad.
La nobleza es el principio de la cortesía. Y los caballeros debían así ser
corteses, honrados, estimables, generosos e ilustres equitativos a todos
mientras que desarrollaron y mantuvieran un carácter noble con los ideales de
la caballería.

En la antiguedad los hombres se centraban principalmente en los valores,como el amor, la


dignidad, el origen, entre otros. En la actualidad estos valores se han perdido con el paso
del tiempo, ya casi no queda lugar para los sentimientos, ni el dialogo entre los hombres.

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