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REFORMISMO BORBÓNICO

1. Introducción
En 1700, tras la muerte de Carlos II, sin descendencia, se inició en España una dura guerra
por la sucesión que finalizó con la instauración en el poder de una nueva dinastía,
Los Borbones, de la mano de Felipe d' Anjou, que será proclamado rey como Felipe V.
Esta dinastía, iniciará un proceso importante de reformas políticas, económica y sociales que
provocarán el paso de una sociedad agraria y estamental a una nueva más moderna,
marcada por el desarrollo industrial y la apertura a nuevos modelos más liberales que se
pondrán de manifiesto a lo largo del siglo XIX en España. Los monarcas, desde el punto de
vista reformista, del siglo XVIII español serán Felipe V y Carlos III.

2. Desarrollo
2.1 Felipe V
Felipe V trató de imponer el modelo de absolutismo monárquico implantado en Francia en el
siglo XVII con Luis XIV. Con esta nueva concepción, los monarcas españoles asumieron la
tarea de organizar y unificar, a su criterio, los diferentes reinos peninsulares.
Felipe V (1700-1746), mediante los Decretos de Nueva Planta impuso la organización político-
administrativa de Castilla a los territorios de la antigua Corona de Aragón. Así, con la
excepción de Navarra y el País Vasco, todo el territorio constituyó una única estructura de
carácter uniforme. La Nueva Planta abolió las Cortes de los diferentes reinos de la Corona de
Aragón, integrándose en las de Castilla.
Pero por encima de todo poder se situaba el poder del monarca. Su labor era auxiliada por
las Secretarías. Las principales fueron: Estado y Asuntos Extranjeros, Asuntos Eclesiásticos y
Justicia, Guerra y Marina, Hacienda.
Los Borbones intentaron organizar de forma uniforme para todo el territorio la administración
y crearon demarcaciones provinciales. Al frente de cada una nombraron a un capitán general
con atribuciones militares y administrativas. Por último, se extendió a todo el territorio la
institución de los corregidores castellanos, para el control de las principales ciudades.
Además, los Borbones implantaron una nueva figura de origen francés, los intendentes.
Estos funcionarios dependían directamente del rey, gozaban de amplios poderes, y tenían
como misión la recaudación de impuestos y la dinamización económica del país.
También se hicieron intentos de reorganización de la Hacienda, procurando que todos los
habitantes pagaran en relación a su riqueza. Se trataba en todos los casos del
establecimiento de una cuota fija.
El reinado de los Borbones se inició con una importante pérdida de poder e influencia de la
Corona española en el contexto internacional; el tratado de Utrecht permitió a Felipe V salvar
el trono, pero a cambio de ceder todas las posesiones en Europa. Los Borbones pudieron
volver sus ojos al interior del país y concentrar sus energías en mejorar la situación de
España.

2.2 Carlos III


Con Carlos III, que llegó al poder en 1759 se instauró en España una nueva forma de
gobierno, el despotismo ilustrado, que combinó el absolutismo monárquico con el espíritu
reformista de la Ilustración. Entre las principales premisas ilustradas sumidas por el
nuevo monarca en España destacan las siguientes:
+ La preocupación por mejorar la economía de sus reinos y el bienestar de sus súbditos.
Se consideraba que el aumento de la potencialidad económica engrandece al reino.
+ La conveniencia de mejorar la organización y la racionalización del Estado. Se tendía
a la centralización administrativa y a la profesionalización de los servidores del mismo.
+ La aceptación del modelo del rey como “hombre ideal” ilustrado. Para ello recurre al
apoyo de filósofos y políticos ilustrados.

En los primeros años de su reinado, Carlos III se apoyó en ministros italianos, como el
marqués de Esquilache y Grimaldi, que vinieron con él desde Nápoles. Estos ministros
representaban una opción reformista más radical, que se enfrentó a los privilegiados con sus
políticas. Pero este modelo despertó profundas oposiciones que terminaron estallando en el
motín de Esquilache de 1766, cuyas causas principales fueron:
+ La existencia de un gran malestar popular por el hambre y la elevación de los precios
del pan, causados por las malas cosechas de 1765 y la política liberalizadora de precios.
+ La oposición a la presencia de extranjeros en el gobierno.
+ La oposición de los privilegios a las medidas reformistas del ministro.
A todas estas razones se unió el detonante de la promulgación de un decreto que prohibía el
uso de algunas vestimentas masculinas tradicionales en España, como los sombreros de ala
ancha y las capas largas. Como resultado estalló una violenta revuelta que significó el cese
de Esquilache y la paralización del reformismo más avanzado.

Principales reformas:
+ Las reformas religiosas. Se intentó disminuir el poder de la Iglesia. Carlos III reforzó
el regalismo, con medidas como la supresión de tradiciones religiosas populares.
+ Las reformas económicas:
-Aumentar la recaudación fiscal: creación de la Lotería Nacional (1763) o creación del Banco
de San Carlos (1782), precedente del futuro Banco de España.
-Mejorar las actividades productivas: en este campo fue manifestándose una creciente
influencia del liberalismo económico y un progresivo abandono del mercantilismo.
-Respecto a la industria nacieron en este siglo algunas fábricas relativamente modernas
(Reales Fábricas) como los arsenales de El Ferrol o Cartagena.
-El comercio, sobre todo exterior con América, fue el sector que más creció en España
durante el siglo XVIII. En ese crecimiento influyeron en gran medida los Decretos de
Libertad de Comercio que permitieron a todos los puertos españoles comerciar con América,
acabando así con el monopolio que había tenido Sevilla primero, y Cádiz después.
-En el sector agrario, no se hicieron grandes reformas referentes a la estructura de la
propiedad agraria. Solo se tomaron algunas medidas para favorecer el desarrollo agrícola
como la limitación de privilegios de la Mesta, colonización de tierras despobladas o la
desamortización de bienes comunales.
+ Las reformas militares. Se estableció el servicio militar obligatorio , se organizó la
estructura del ejército y se creó un cuerpo de oficiales profesionales.
+ Las reformas sociales. Las actuaciones ilustradas fueron muy dispares: desde la
dignificación del trabajo industrial o comercial (1783) hasta las regulaciones de las
corridas de toros o el control de los grupos marginales como los vagabundos o los
gitanos. También podemos mencionar el apoyo al desarrollo educativo y científico, así
como la creación de las Sociedades Económicas de Amigos del País.
+ Las reformas institucionales. Se limitaron al poder municipal. Para controlar a las
oligarquías locales, Carlos III introdujo en los gobiernos municipales cargos elegidos por
la población: los síndicos y los diputados del común. Esta medida contó con la hostilidad
de los privilegiados.
3. Conclusión
A pesar de la pervivencia del Antiguo Régimen durante este siglo, si podemos observar como
se producen una serie de cambios que comenzaron a transformar progresivamente las bases
sobre la organización de esa sociedad. Podemos destacar:
- La importancia que fue cobrando la propiedad privada libre.
- La paulatina liberalización de las actividades económicas en muchos sectores
favoreció la implantación del sistema económico capitalista.
- El ascenso de la burguesía, impulsada por el desarrollo comercial y manufacturero.
- Las críticas del pensamiento ilustrado fueron destruyendo la legitimidad de la
monarquía absoluta y los principios religiosos y políticos que justificaban el viejo
orden socioeconómico

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