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Resúmenes de Selectividad de HªEspaña. Opción B.

3. EL REFORMISMO BORBÓNICO DEL SIGLO XVIII.


1. INTRODUCCIÓN.
En 1700 se instala en España una nueva dinastía, la de los Borbones. El proceso
no fue fácil al generar una Guerra de Sucesión, perdiendo sus posesiones en Europa pero
avanzó hacia la unidad de España, al eliminar los fueros de Valencia, Aragón y Cataluña.
El siglo XVIII es expansivo. Aumenta la demografía y crece la economía. España se
sumó a la política de reformas que caracteriza al despotismo ilustrado y sus monarcas
tuvieron el acierto de rodearse de ministros inteligentes y laboriosos. Así Felipe V
comienza las reformas al establecerse la nueva dinastía, prosiguiendo Fernando VI y
Carlos III es el monarca más representativo. El centralismo tiene una directa relación con
la configuración del actual estado español, creado en torno al reino de Castilla.
Para España, cuando se estaba viviendo en una etapa expansiva y de reformas, el
estallido de la Revolución francesa complicó su desarrollo político.
2. DESARROLLO.
Felipe V(1700-1746).
Felipe V al igual que su padre decide establecer una Monarquía absolutista centralizadora y
uniformista. De esta forma consigue un poder ilimitado para el rey. Los “Decretos de Nueva
Planta” van a ser un primer paso provocando que la organización política-administrativa de
Castilla se impusiese en la Corona de Aragón.
Estos decretos es la primer reforma que elimina los fueros (leyes tradicionales e
instituciones políticas) de los reinos de la Corona de Aragón (Valencia y Aragón en1707 y
Cataluña en 1716) por los de la legislación e instituciones castellanas.
De esta manera desaparecen las Cortes, los Consejos, las diputaciones, incluida la
Generalitat, el sistema fiscal y monetario de cada reino de la Corona de Aragón, al frente
de cada uno de estos territorios se nombra un capitán general (sustituto del virrey) y se
introduce la figura del corregidor y además se prohíbe la lengua catalana. De esta forma,
se consiguió la monarquía unitaria, excepto en las Vascongadas y Navarra por su fidelidad.
Felipe V buscaba crear el absolutismo, estableciendo que el Estado y la persona del
rey debían ir unidas, concentrando todo el poder político en su persona, actuando en
defensa de los intereses del pueblo pero sin contar con el pueblo.
El rey es el que legisla, provocando la pérdida de importancia de los Consejos; a
nivel gubernativo tenía el control del gobierno y de la administración, nombrando a todos
los funcionarios; a nivel judicial, él era el juez supremo y encargado de todas las causas
(civiles y criminales) delegando esta función en el Real y Supremo Consejo Castilla y a
nivel legislativo está concentrado en su persona cuando reduce a las Cortes a servidoras
como veremos más adelante. Apareció otro nuevo cargo que serán los intendentes que
controlaban una circunscripción (precedente de la provincia).
FERNANDO VI (1.796-1.759)
Si las reformas de Felipe V iban encaminadas a un reforzamiento del Estado,
Fernando VI iría más allá y sus medidas se basarían en cauces culturales y económicos.
La labor reformista tuvo una gran importancia y fue desarrollada en mayor parte por sus
ministros destacando Ensenada y Carvajal. Ensenada exponía la necesidad de reformar los
tribunales y de promulgar un nuevo código de justicia para clarificar la situación. La labor
del ministro fue especialmente relevante en la modernización del ejército, la hacienda…
Ensenada es considerado el primer promotor de las obras públicas pretendiendo
fomentar el comercio y la industria mejorando los transportes y la comunicación de la
periferia con el interior de Castilla creando canales (Castilla), carreteras y caminos.

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Ensenada desarrolla una reforma hacendística donde las rentas serán sustituidas
por una contribución única. Para establecer la cuantía se realiza el catastro de Ensenada
pero las protestas y reclamaciones frustraron el proyecto y fue un fracaso
Las relaciones con la Santa Sede eran difíciles y se resolvió con el Concordato de 1753,
por el que Papa reconocía a la monarquía un patronato casi universal donde el rey
presentaba al Papa sus candidatos a casi todos los altos cargos eclesiásticos el Papa
elegía a uno de ellos.
CARLOS III.
La llegada al trono de Carlos III (1759-1788) fue decisiva para el desarrollo de las
políticas reformistas. El reinado de Carlos III supuso la instauración en España del sistema
conocido como Despotismo Ilustrado, es decir, una política absolutista encaminada a
producir riqueza en el reino para mejorar el bienestar de los súbditos y, sobre todo, para
aumentar el poder y los recursos del monarca. Estaba dirigido por equipos de reformistas.
La política eclesiástica de Carlos III dio un gran impulso al Patronato regio o
derecho real a controlar los altos cargos eclesiásticos. Las reformas urbanísticas llevadas
a cabo en Madrid unido a la libertad de comercio de granos provoca el motín de Esquilache
teniendo el rey que destituir a Esquilache y decide expulsar a los jesuitas porque consideró
que habían sido los instigadores.
Las Reformas Económicas. Se intenta solucionar algunas cuestiones económicas
y sociales. En el sector primario se plantearán los primeros proyectos de reforma agraria,
que eran necesarios para el desarrollo económico del país pero no consiguen cambios
sustanciales. El principal obstáculo era el régimen de propiedad de la tierra, puesto que
la mayor parte de las tierras cultivables no podían venderse ya que eran tierras
amortizadas o en manos muertas (sus titulares podían disponer libremente de sus frutos o
de las rentas que generasen, pero no podían desprenderse de ellas) como eran las tierras
eclesiásticas (donaciones, riquezas…); las municipales (tierras de aprovechamiento común,
tierras comunales, o tierras cedidas para su explotación a particulares); las tierras de los
mayorazgos. Por eso, la mayoría de tierras eran arrendadas a campesinos por una renta.
Así Campomanes, defendió la necesidad de “liberar” estas tierras mediante la
desamortización mediante la expropiación, sin embargo, no se llevó a cabo hasta el reinado
de Carlos IV. Se adoptan medidas que no afecten a los privilegiados como la liberalización
del comercio, colonizaciones de nuevas tierras, el proyecto de Ley Agraria con un informe
de Jovellanos para aumentar los beneficios y los ingresos de los campesinos pero fracasó.
Se crean las manufacturas reales de artículos de lujo en las Reales Fábricas (tapices,
porcelanas, cristal, etc.), fábricas fundadas por el Estado y se establece el proteccionismo
beneficiando a los gremios, artesanos, industriales.
Las medidas reformistas de los Borbones fueron de corte mercantilista hasta Carlos III. A
partir de su reinado, estas medidas serán fisiócratas y liberales, promovidas desde las
Sociedades Económicas de Amigos del País con el fin de superar problemas como las
malas infraestructuras y medios de transporte como la red de carreteras, canales y obras
públicas; la construcción naval en astilleros reales (Cádiz, Cartagena); la libre
circulación de mercancías con la desaparición de aduanas internas.
Respecto al comercio exterior existía un déficit en la balanza comercial, que intentó
arreglarse mediante la liberalización del comercio con América con el fin del monopolio
colonial de Cádiz (1765) y su progresiva liberalización.
La reforma fiscal y la banca. Se intentan varias medidas como un impuesto único llevado
a cabo por el marqués de la Ensenada, pero otra vez los intereses de los privilegiados
frustrarían el intento; se lanzará al mercado la primera emisión de papel moneda, y se
crea el primer banco nacional de España (1782), el Banco de San Carlos.

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3. CONCLUSIÓN.
La España del siglo XVIII estuvo gobernada por una nueva casa dinástica de origen
francés, la casa de Borbón, de la que Felipe V será su primer representante como monarca
español.
Esta nueva dinastía se introdujo tras una guerra de sucesión, que enfrentó a las
principales potencias europeas en un conflicto que debía decidir la supremacía de Francia
o del Imperio Austríaco en el continente, perdiendo sus posesiones europeas.
España quedará, así, relegada a sus territorios hispánicos en el continente europeo. La
nueva dinastía, siguiendo el modelo absolutista francés, llevará a cabo una serie de reformas de
tipo centralista, eliminando los fueros de la Corona de Aragón, y reformando las instituciones para
que la monarquía pudiera ejercer un mayor control. Se establecen, así, las secretarías reales,
similares a los ministerios actuales y controladas directamente por el rey. Además, se iniciarán una
serie de reformas que culminarán en la monarquía de Carlos III, que desarrollará un amplio
programa de reformas en la línea del Despotismo Ilustrado.

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