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LAS REFORMAS BORBÓNICAS

DESDE LOS PRIMEROS AÑOS DEL SIGLO XVIII la corona española emprendió cambios en la manera
de administrar sus vastas posesiones americanas. En la primera mitad del siglo las reformas fueron
más bien tímidas, después se aplicaron innovaciones de gran vigor que comúnmente se conocen
como “reformas borbónicas”. Tímidas y audaces, todas respondieron al deseo de la dinastía
borbónica en España de retomar los hilos del poder en América –particularmente en Nueva
España, la posesión más rica– iniciando así un proceso de modernización que duraría
prácticamente todo el siglo.

La modernización borbónica tuvo sus bases en una forma de pensamiento y sistema de valores
que se conoce como Ilustración. Las características principales del movimiento ilustrado son la
confianza en la razón humana, el descrédito de las tradiciones, la oposición a la ignorancia, la
defensa del conocimiento científico y tecnológico como medio para transformar el mundo, y la
búsqueda, mediante la razón y no tanto la religión, de una solución a los problemas sociales. En
pocas palabras, la Ilustración siguió un ideal reformista. Su aplicación fue un proceso de
modernización adoptado en el siglo XVIII por prácticamente todos los monarcas europeos, de ahí
la forma de gobierno conocida como “despotismo ilustrado”.

En América las nuevas ideas se aplicaron dentro del molde de una forma de gobierno ilustrada con
un monarca absoluto cuya autoridad no se cuestionaba. Por este motivo en el transcurso de los
años se aplicaron cambios modernizadores sobre las formas de gobierno virreinal; los más
destacados ocurrieron entre 1760 y 1808 y se conocen como las “reformas borbónicas”. Éstas
fueron una estrategia del gobierno imperial para lograr el desarrollo de los intereses materiales y
el aumento de la riqueza de la monarquía mediante cambios importantes en aspectos fiscales,
militares y comerciales, así como el fomento a diversas actividades productivas. En el ámbito de
las reformas también se diluyeron privilegios, se mejoró en algo la condición del indio y se
extendió la cultura. En este último caso la corona tuvo mucho que ver, pues envió desde Europa a
personajes Ilustrados para desarrollar las ciencias, las artes y la industria.

Pero también los americanos tuvieron que ver en la adopción de nuevas ideas, toda vez que, de
manera disimulada, lograron acceder a ideas ilustradas emancipadoras y hasta revolucionarias.

LAS PRIMERAS REFORMAS DE LA DINASTÍA BORBÓNICA

Para el gobierno imperial en España era insostenible la situación de su posesión más rica en
América. Tres accidentadas visitas parciales (1710-1715, 1716 y 1729-1733) habían mostrado la
necesidad de modificar el estado de las cosas: por ejemplo, desde 1711 se venía haciendo notar a
las autoridades metropolitanas que la renta de alcabalas (impuestos internos cobrados por el
tránsito de una mercancía por un suelo alcabalatorio) proporcionaría más dinero si fuera
administrada por un funcionario de la corona que si se arrendaba a alguna corporación
(comerciantes o cabildos civiles). El problema era que, casi siempre, los virreyes decidían otorgar
la renta a una corporación en lugar de que quedara en manos de la corona.
Para el caso de las alcabalas, como para muchas otras rentas (casa de moneda, tributos, pólvora,
tabaco, naipes, derecho de ensaye, bulas, pulque, etc.), la situación comienza a cambiar en 1732
con la incorporación a la corona de los cargos más importantes de la Casa de Moneda de la ciudad
de México; esto significaba que los mismos dejaban de venderse al mejor postor. El proceso de
centralización de rentas continuó durante casi todo el siglo; el ejemplo más importante de este
proceso fue la incorporación de las alcabalas a la administración fiscal novohispana, un cambio
que llevó varios años (1754-1776) y que se vio temporalmente suspendido por decisión del
visitador Gálvez. El proceso de centralización consistía en ya no “vender” por un monto fijo la
función del cobro de impuestos a entidades particulares, lo que obligaba a la corona a asumir esa
tarea y le brindaba la posibilidad de incrementar la recaudación y reducir gastos.

Las Reformas borbónicas fueron los cambios introducidos a partir del siglo XVIII (desde Felipe V y
especialmente Carlos III) por la Corona española, en lo referente a la forma de administrar sus
amplias posesiones en América, con el claro objetivo de retomar el poder, de manera particular,
en el territorio de Nueva España.

Estas reformas de la dinastía borbónica tiene su base en la Ilustración. Dichas reformas se fueron
aplicando dentro del margen del gobierno ilustrado, bajo todo el poder de un monarca absoluto.
Entre 1760 y 1808 se fueron implementado cambios en materia fiscal, en la producción de bienes,
en el ámbito del comercio y en cuestiones militares. Estos cambios, de alguna manera también se
reflejaron en un mejoramiento, aunque mínimo, de la condición del indígena, a la vez, que una
cierta merma de los privilegios de los peninsulares. Todo ello se vio reflejado en un crecimiento
económico de la Colonia. Se denomina así al conjunto de grandes cambios económicos, políticos y
administrativos que impulsaron los reyes borbones de España, durante el siglo XVIII, para la
metrópoli y sus colonias.

Estas reformas fueron iniciadas por Felipe V (1700-1746), continuadas por Fernando VI (1746-
1759) y desarrolladas principalmente por Carlos III (1759-1788). Los objetivos fueron,
básicamente, recuperar la hegemonía comercial y militar de España, y explotar y defender mejor
los ingentes recursos coloniales.

Las Reformas Borbónicas y las colonias en América

El fuerte incremento de la población colonial durante el siglo XVII creó nuevas necesidades y
problemas que los monarcas habsburgos no pudieron resolver. La lentitud y la corrupción
administrativa caracterizaban la administración colonial. Las potencias rivales, Inglaterra y
Portugal, se expandían impunemente e inundaban Sudamérica con mercancías de contrabando. A
todo esto hay que añadir el excesivo poder que habían adquirido la aristocracia criolla y el clero,
quienes se atrevían a desafiar las disposiciones reales que llegaban al Virreinato del Perú. Los
reyes borbones, principalmente Felipe V y Carlos III, emprendieron la colosal tarea de renovar la
vieja estructural colonial que habían dejado los habsburgos. Apoyados por ministros y asesores
ilustrados llevaron adelante las famosas Reformas Borbónicas.
Los borbones implementaron nuevas unidades administrativas en América. Crearon virreinatos,
como Nueva Granada y Río de la Plata; capitanías, como Venezuela y Chile; y comandancias como
Maynas. En 1784 se suprimieron los corregimientos y se implantó el sistema de intendencias,
buscando mayor eficiencia en los gobiernos locales. De esta manera se consiguió mejorar la
explotación de las riquezas coloniales y la recaudación tributaria.

Los borbones hicieron grandes esfuerzos por contrarrestar la hegemonía comercial y marítima de
potencias rivales como Inglaterra y Holanda, prósperos países impulsados por la Primera
Revolución Industrial. El proyecto borbón contempló la renovación del sistema mercantil para que
sus colonias sean proveedoras eficientes de materias primas y consumidoras de las manufacturas
españolas. La Corona apoyó a la burguesía penínsular favoreciendo la industria y protegiendo sus
mercados. En este contexto se fue liberalizando el comercio entre los puertos españoles y
americanos, lo que se consagró cuando Carlos III dio el decreto de Libre Comercio en 1778. Esta
política debía complementarse combatiendo el contrabando y mejorando la recaudación fiscal a
favor de la metrópoli española. Esto provocó fuertes tensiones y guerras principalmente contra los
poderosos ingleses y lusitanos.

El reformismo borbónico privilegió a los españoles europeos, “los chapetones”, en el acceso a los
principales puestos de confianza en el aparato burocrático. Esto fue un duro golpe para la
aristocracia criolla, pero el despotismo de los borbones reprimió duramente todo intento de
resistencia. Una de los instituciones afectadas por el despotismo ilustrado español fue la Iglesia
Católica. La Corona pretendió afirmar el poder secular sobre el religioso. Esto incluía la restricción
de los privilegios y exoneraciones fiscales que gozaban las ordenes católicas. Fueron los jesuitas los
que más se opusieron al proyecto centralizador de los borbones, es por ello que fueron expulsados
de España y sus colonias en 1767.

Desde el siglo XVI, la casa reinante en España era de la familia Habsburgo, de origen austriaco,
pero en 1700 falleció el último rey de la dinastía, Carlos II, sin dejar descendencia directa. Después
de no pocos conflictos, la sucesión recayó en el príncipe francés Felipe de Anjou, sobrino nieto del
difunto rey, quien asumió el trono de España con el nombre de Felipe V e inició una nueva
dinastía, la de los Borbón, por el apellido de la familia a la que pertenecía, y que era la misma que
reinaba en Francia. Los reyes de la casa de Borbón comenzaron una profunda reforma en España
porque consideraban que el país estaba muy atrasado en comparación con los demás países
europeos. Efectivamente, los cambios modernizadores que transformaban a Europa no habían
tenido cabida en España, y en el siglo XVIII estaba en desventaja económica y tecnológica respecto
del mundo occidental. Cuando las reformas borbónicas quedaron consolidadas en la península
ibérica, los monarcas decidieron extenderlas también a las colonias del imperio, lo que ocurrió en
la segunda mitad del siglo XVIII por iniciativa del rey Carlos III quien gobernó el imperio español de
1759 a 1788. En este capítulo nos ocuparemos de las reformas borbónicas que afectaron a la
Nueva España, y en especial de las consecuencias que tuvieron en las provincias del noroeste.
Las reformas aplicadas en la Nueva España y en otras colonias del imperio tenían por principal
objetivo recuperar para la corona el poder que los reyes de la familia Habsburgo habían ido
delegando en algunas corporaciones de las colonias, como la iglesia católica y los consulados de
comerciantes, así como al menos moderar la creciente corrupción de todas las esferas del
gobierno. Ejercer el poder sin la interferencia de estas corporaciones también significaba canalizar
hacia la corona los beneficios económicos que éstas acaparaban. La batalla fue muy reñida porque
se afectaron muchos y muy fuertes intereses creados desde tiempo atrás.

Para ejemplificar la situación que Carlos III quería reformar, examinemos lo que ocurría en el
noroeste novohispano, según lo hemos descrito. Las funciones de gobierno que debían ejercer el
gobernador y los alcaldes mayores estaban orientadas a proteger intereses que no eran los del
rey. Así, los alcaldes mayores, que al mismo tiempo eran mercaderes, estaban muy
comprometidos con los comerciantes almaceneros de la ciudad de México, de modo que dichos
alcaldes anteponían los intereses de los almaceneros —que también coincidían con sus propios
intereses— al provecho del rey y de sus súbditos. Con su fuerza política, la Compañía de Jesús
intervenía en los asuntos de gobierno y en defensa de sus propias ventajas. La riqueza producida
en el noroeste beneficiaba a los comerciantes, a los locales, pero sobre todo a los almaceneros, y
la Compañía de Jesús se llevaba también una buena porción. La Real Hacienda era la menos
beneficiada por las riquezas del noroeste, pues sólo recibía lo recaudado en impuestos. Para el
gobierno imperial, pues, era muy conveniente eliminar a quienes interferían en los asuntos de
gobierno y se llevaban la mayor parte de los rendimientos económicos.

¿Qué fueron las Reformas borbónicas?

Las Reformas borbónicas fueron un conjunto de medidas políticas, administrativas, religiosas,


culturales y económicas implementadas por los Borbones españoles durante el siglo XVIII. Estas se
aplicaron en España y especialmente en los dominios americanos.

La puesta en marcha de estas reformas estuvo influenciada por algunas de las ideas de la
Ilustración. Su objetivo consistía en reforzar el poder real, centralizar la administración,
incrementar la recaudación impositiva y asegurar la dominación sobre las colonias americanas,
amenazadas por la expansión de Portugal y los ataques de piratas ingleses y franceses.
¿Cuáles fueron las Reformas borbónicas?

Las Reformas borbónicas pueden ser clasificadas en político-administrativas, religiosas, culturales y


económicas.

Político-administrativas

Las principales reformas político-administrativas tuvieron relación con las colonias americanas.
Entre ellas se pueden mencionar las siguientes: Se crearon los virreinatos de Nueva Granada
(1717) y del Río de la Plata (1776), que se separaron del Virreinato del Perú.

Se crearon las Capitanías Generales de Cuba (1777), Venezuela (1777) y Chile (1778). Estas
divisiones administrativas estaban ubicadas en regiones expuestas a los ataques de potencias
extranjeras.

Se dividió cada virreinato en intendencias gobernadas por un gobernador intendente. Estos


funcionarios, que reemplazaron a los antiguos gobernadores, tenían atribuciones financieras,
militares y administrativas, y eran nombrados directamente por el rey.

La Corona prefirió a los peninsulares por sobre los criollos en los nombramientos para los cargos
más importantes de la administración colonial.

Religiosas

Las principales reformas religiosas fueron las siguientes: Se afirmó el regalismo, es decir, el
conjunto de principios que afirmaban que la autoridad del rey era superior a la de Papa en
cuestiones que tenían que ver con la soberanía del Estado, como el nombramiento de obispos y la
revisión de los fallos de los tribunales eclesiásticos. En 1767 se expulsó a la Compañía de Jesús
tanto de España como de sus dominios coloniales.

Culturales

Las principales reformas culturales fueron las siguientes: Se crearon escuelas de Artes y Oficios
tanto en España como en América.

Se organizaron expediciones científicas a los territorios de ultramar, tal como la de Alejandro


Malaspina, quien entre 1788 y 1794 recorrió las costas de América del Sur, América Central,
California, Filipinas y varias islas de Oceanía.

Económicas

Las principales reformas económicas fueron las siguientes: Se flexibilizó el monopolio de puerto
único, al habilitar que 24 puertos americanos comerciaran directamente con 13 puertos
peninsulares. Esta disposición, contenida en el «Reglamento para el comercio libre de España a
Indias» de 1778, no eliminó el monopolio ya que siguió vigente la prohibición de comerciar con
potencias extranjeras.
Se abolió el sistema de flotas y galones y se lo reemplazó por el de los navíos de registro, que con
previa autorización de la Casa de Contratación podían viajar entre los nuevos puertos habilitados
para el comercio entre España y América.

Se estimuló el desarrollo de la agricultura y la creación de colonias agrícolas. Se impulsó la


construcción de obras públicas, como carreteras y canales.

Se crearon nuevos impuestos y se aumentaron las alícuotas de otros ya existentes, como ocurrió
con de las alcabalas, que pasaron del 2 al 4%.

Causas y consecuencias de las Reformas borbónicas

Causas

Las principales causas de la implementación de las Reformas borbónicas fueron las siguientes: La
influencia de algunas de las ideas de la Ilustración, en especial las que señalaban la necesidad de
estimular la agricultura, el comercio y la educación del pueblo, al igual que cierto espíritu
anticlerical.

La preocupación de la Corona española por la excesiva independencia con la que se manejaba la


Compañía de Jesús y su insistencia en reconocer la autoridad del papa por sobre la del rey de
España. La necesidad de combatir el contrabando (comercio ilegal) en América y de aumentar la
recaudación impositiva. La independencia con la que se manejaban muchos funcionarios
coloniales en los dominios americanos, los abusos de poder que cometían y los actos de
corrupción que se sospechaba que llevaban a cabo.

La amenaza que representaba para España los ataques de piratas ingleses y franceses en las costas
del Caribe y los intentos expansionistas de los portugueses sobre la Banda Oriental.

Consecuencias

Las consecuencias más importantes de las Reformas borbónicas fueron las siguientes:

El incremento de los flujos comerciales entre España y América, como consecuencia de la


flexibilización del monopolio. El desarrollo de algunas actividades económicas beneficiadas por el
comercio atlántico, como la ganadería rioplatense.

La reorientación de los circuitos comerciales de la región del Alto Perú (la actual Bolivia) del
océano Pacífico al océano Atlántico, a través del puerto de Buenos Aires, que se abrió al comercio
directo con España.

El ascenso de ciudades que habían quedado relegadas por el sistema anterior, por ejemplo Buenos
Aires, que de ser una ciudad marginal del Imperio colonial español pasó a ser una capital virreinal
en la que residían el virrey, su corte, una audiencia, un consulado y una guarnición militar.

La decadencia de las reducciones, pueblos de indios, los cuales habían sido administradas por los
jesuitas en distintas regiones americanas, especialmente las de la gobernación del Paraguay, que
habían tenido una enorme expansión.
La intensificación de los conflictos entre España y Portugal por el dominio de la Banda Oriental,
que tuvieron lugar antes, durante y después de la guerra de los 7 Años.

El descontento de los indígenas ante el aumento de la presión impositiva. Este malestar se tradujo
en el estallido de una gran rebelión que entre 1780 y 1782 encabezó Túpac Amaru y que fue
duramente reprimida por las autoridades coloniales.

El recelo de muchos criollos ante la preferencia de la Corona por los peninsulares para ocupar los
cargos más importantes de la administración colonial (virreyes, oidores, intendentes). Esto llevó a
algunos criollos a desarrollar ideas independentistas, tomando como modelo la Independencia de
los Estados Unidos (1776) e influenciados por las ideas de libertad e igualdad difundidas por la
Revolución francesa (1789).

Bibliografía:

 Anes, Gonzalo. El Antiguo


Régimen: Los Borbones. Madrid,
Alianza. 1981.
 Halperín Donghi,
Tulio. Reforma y disolución de
los imperios ibéricos, 1750-
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 Pérez Vejo, Tomás. «Criollos
contra peninsulares: la bella
leyenda» En: Amérique Latine
Histoire et Mémoire. Les
Cahiers ALHIM, 19. 2010.
 http://
www.historiadehonduras.hn
 Las reformas borbónicas Luis
Bibliografía:

Jáuregui

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