Está en la página 1de 2

LA TÉCNICA DEL ESPEJO

El primer paso  es que te sientes y hagas una lista de todas las cosas positivas que tengas. 

Por ejemplo: tus virtudes, habilidades, cualidades, tus aptitudes. . . etc. Después escribirás todo
aquello por lo que das gracias a la vida.
Es importante que seas lo más sincero que puedas.
No te sientas mal de mencionar todas tus cualidades, eso no es autosuficiencia, es saber reconocer
tus virtudes.
No te preocupes si tu lista es larga o es corta. Con el tiempo podrás ir agregando otros puntos si es
que lo deseas.
Aquí te dejo un ejemplo de lista que puedes hacer adecuada a ti, por supuesto. . .
 Soy honesta, trabajadora, persistente
 Me gusta ayudar a las personas
 Doy gracias por mis hijos, por mi salud y la de ellos
 Doy gracias por mi esposo que me complementa y por mi trabajo que me apasiona

Segundo paso : frente al espejo y mirándote a los ojos. Es importante que busques un tiempo de
tranquilidad, de soledad, sin prisa y ya frente al espejo mirarás a tus ojos directamente. No estarás
ahí para mirar tu cabello, tu cuerpo. . . no. Solo mirarás a tus ojos. Recuerda que los ojos son el
reflejo del alma. Y así mirando fija y profundamente a tus ojos hablas contigo mismo, y te
dirás cada punto de tu lista.
Trátate con cariño, que tu voz sea suave, habla despacio y pronunciando bien cada palabra. No
hagas esto como rutina para salir de ella, así no verás el resultado.
Búscate en la mirada, entra a tu alma y háblale, encuéntrate y si estás pasando por algún momento
difícil, rescátate.
Es importante verse a uno mismo, es importante estar ahí cara a cara con tu persona y enfrentarte a
ti mismo. Es un recurso de autoanálisis, de autorreflexión y de ordenar las ideas.
 ¿Quién mejor que tú para decirte quién eres?
 ¿Quién mejor que tú para recordarte lo valiente que eres y lo que has sido capaz de lograr?
 ¿Quién mejor que tú para decirte todo lo que vales y todo lo que las personas te quieren?
 También, ¿quién mejor que tú para mirarte y decirte que levantes la cabeza y dejes de
lamentarte si tienes tanto por agradecer. 
Que te seques las lágrimas y continúes el camino con la fuerza que tienes.
Usa tu espejo y conversa, ríe y llora contigo. Mírate a los ojos y cada día descubrirás en tu mirada
un brillo que nunca antes habías visto.
Para finalizar, me gustaría decirte que este es un recurso muy valioso para cualquier persona, no es
algo que debamos hacer solo en momentos de depresión o de problemas. Es recomendable hacerlo a
diario por dos o tres minutos, o al menos tres veces por semana.
Si hacemos esta técnica con frecuencia nos ayudará a mantener siempre en primer plano todas
aquellas cosas por la que nuestra vida vale la pena y así nos ayudará a enfrentar los tiempos difíciles
de mejor manera.

También podría gustarte