Está en la página 1de 5

Piensa de manera optimista

¡Recuerda tus logros!

Ten presente tus valores y tu propósito

No dependas de otras personas

¡Sal de tu zona de confort!

Resuelve tus dudas

Piensa en tu legado

Conoce tus debilidades

No te compares con los demás

No dejes de aprender
6

 Cuando te pasas el día lamentando lo que pasó, lo que hiciste o


lo que no hiciste, automáticamente vienen pensamientos como
“Siempre me pasa todo  mi”, “Que desgraciado soy” , “Tengo
mala suerte”… son pensamientos autodestructivos y más que
de autocompasión , te hablo de autolástima.  Estos pensamientos
nos llevan a un  “run run”  continuo que hace que no nos
responsabilicemos de la situación y no aprendamos del error,
porque es algo que creemos merecer y no que creemos poder
cambiar.

 No permitas que otros te definan: algunas personas ven en ti lo


que es conveniente para ellas.

 Sal, conoce y habla: Si solo escuchas y aprendes de un grupo de


personas, estás limitando tu forma de pensar, por eso es importante
que salgas, conozcas y hables con distintos tipos de personas para
sentir distintas respuestas.

 Conoce todo de ti… ¡Hasta tus límites! Se razonable con lo que


esperas de ti, si no tienes buena voz nunca podrás ser una estrella
de la música, aprovéchate de tus conocimientos y habilidades.

 Rodéate de personas que te acepten y te quieran como eres .


Suena a tópico pero precisamente te servirá para ser tu mism@, y
vivir de tu potencial real.

 Conquista tus miedos, todos tenemos miedos : tiene que ver con
nuestro desarrollo y nuestra supervivencia, diferencia los que sean
irracionales y ¡enfréntalos!

 Perdona a tu falso yo: tu ego, es ahí donde se esconden tus miedos


y construyes una máscara alejada de lo que realmente eres, quítate
la máscara y reconcíliate contigo mismo.

 Avanza siempre hacia lo que quieras: incluso cuando carezcas de


la confianza para hacerlo.

 Es injusto juzgar quien eres con el conocimiento que tienes hoy :


Hiciste lo mejor que sabias. Punto.
 Menos comparativas: Si te digo que dejes de compararte con los
demás no lo harás porque es casi una característica humana, tus
características físicas y psicológicas siempre serán diferentes a los
demás, eres único e independiente, ¿de verdad tienes la necesidad
de compararte?, si lo vas a hacer hazlo con competitividad,
sabiendo perder y sobre todo, compárate contigo mismo.

 Si no descubres quien eres, otros lo harán por ti.

 Deja la autocrítica: la autocrítica  destructiva nos paraliza y nos


anula, por tanto los juicios que te haces acaban aumentando el
problema y haciendo que se prolongue en el tiempo.

 Agradar a todo el mundo: Si intentas agradar a todo el mundo, se


pierden los límites, no existe respeto y nos dejamos invadir, para
ello, establece normas claras que permitan generar mejores
relaciones, tanto en el ámbito profesional como en personal.

 Observa y comprende tus emociones: cuando sientas


envidia, celos,   o tristeza no dejes pasarlo,  atención porque esas
emociones pueden estar ocultando un sentimiento de inferioridad.
Cómo dejar de sentirte inferior a los demás: 5 recomendaciones para mejorar tu
autoestima

1# Identifica y reconoce tus logros


A lo largo de nuestra vida vamos atravesando por múltiples etapas y
circunstancias. Y a lo largo de ellas vamos cosechando logros y alcanzando metas
por nuestros propios méritos, ya sea en el ámbito laboral, académico, deportivo…
Si te fijas, nos cuesta muy poco reconocer los logros ajenos y restamos
importancia a los que atañen a nosotros mismos. Por este motivo, me parece
necesario recordarte la importancia de identificar y reconocer los propios logros.
Dicho de otro modo, prestar la atención que merece a aquellos reconocimientos o
metas que hemos alcanzado gracias a nuestro buen hacer, constancia o
capacidades personales. Desde aquí te animo a no subestimar tus logros y a
reflexionar acerca de lo que has conseguido de forma periódica, ya sea cada
día o una vez al mes. Lo importante es que te lo plantees, seas consciente de
ellos y no caigas en la costumbre de restarles importancia.

2# Sé consciente de tus virtudes


Una de las acciones más necesarias para dejar de sentirte inferior es conocer tus
sombras, pero también tus luces. Muy a menudo, en mi escuela de crecimiento
personal compruebo una y otra vez que todos estamos de acuerdo en
que somos nuestro principal autosaboteador, el alien de nuestra propia
película. Tenemos la mala costumbre de machacarnos por todo lo que no nos
gusta de nosotros mismos en lugar de tratarnos con amabilidad y reconocer
también todas nuestras virtudes. Porque seguro que las tienes, tal vez olvidadas y
escondidas en algún cajón de tu interior, pero te aseguro que ahí están.
Sólo falta que te animes a descubrirlas y formen parte del discurso que te
autodedicas.

3# Recuerda que tú también eres especial


Otra de mis recomendaciones para dejar de sentirte inferior es recordar que,
aunque a veces lo olvides, tú también eres especial. Una persona única e
irrepetible. Posiblemente, si piensas en todas las veces que has utilizado la
palabra «especial» para dirigirte a alguien, muy pocas la has utilizado para hablar
de ti. Y cuidado, que no quiero sugerir que sea imprescindible. Lo que te quiero
contar es que la palabra «especial» suele ir casi siempre acompañada de un «te lo
mereces» cuando estamos hablando de alguien importante para nosotros. Y es
justo a ese punto al que quería llegar: ¿cuántas veces te dices a ti mismo a ti
misma «me lo merezco»? Poquitas, ¿verdad? Por eso hoy quiero recordarte que,
aunque tal vez en el pasado hayas cometido errores como todo el mundo, tú
también mereces disfrutar de grandes oportunidades en tu vida. Mereces
cruzarte con otras personas tan increíbles como tú que te recuerden lo bonito que
es compartir el camino y también mereces quererte y honrarte por lo especial que
eres. Porque tú también lo vales.
4# Deja de compararte con los demás
Si reflexionas sobre ello, probablemente comprobarás que en alguna ocasión te
has comparado con los demás para medir tu propia valía. Focalizar este
sentimiento en factores y elementos ajenos nos aleja del verdadero origen del
conflicto, de la pregunta correcta que puede encauzarnos en la buena dirección:

¿Qué necesito sentir en mi interior para dejar de sentirme inferior?


¿Qué factores son relevantes para mí a la hora de medir mi propia satisfacción?
Lo verdaderamente importante a la hora de aceptarte es que tú definas tu
propio concepto de éxito porque tú eres quien mejor conoces tus aspiraciones y
el contexto en el que te encuentras. Como hemos comentado antes, cada persona
es distinta y vive sus propias circunstancias. La clave reside en conseguir
encontrar nuestro propio equilibrio conociendo y aceptando nuestras propias
circunstancias.

5# Conecta con lo que te diferencia


Déjame que te cuente un secreto. Cuando tomé la decisión de crear este proyecto,
no era demasiado consciente acerca del valor que podía aportar a personas en
procesos de cambio. Mi voz interior y mi corazón me decían que crear este
proyecto era una buena idea, pero en ese momento no tenía idea de qué era lo
que me diferenciaba de otros profesionales del sector. Y no lo supe hasta que mi
amiga María Mikhailova me ayudó a descubrirlo gracias a su programa de
mentoría. Ahora creo que no tomamos consciencia acerca de cuál es nuestro
verdadero valor diferencial hasta que no tenemos en cuenta cómo nos ven los
demás. Ojo, no estoy diciendo que la opinión externa deba interferir en nuestro
autoconocimiento ni que sea lo único que cuente. Lo que quiero decir es
que conocer cómo nos ven los demás nos ayuda a identificar rasgos
importantes de nosotros mismos que, por nuestra propia cuenta, hubiésemos
pasado por alto durante más tiempo. Reservarnos tiempo para mirar hacia adentro
y saber qué destaca de nosotros nuestro entorno familiar y profesional me parece
una muy buena forma de forjar tu valor diferencial y, en definitiva, tu propia
identidad. Por último, decirte que casi todo depende de tu actitud. Depende del
modo en que te miras a ti mismo/a y de las palabras que utilices para dirigirte a ti.
Hay algo que quiero que no olvides: en tus manos está dejar de sentirte inferior.
Por una pequeña gran razón: sencillamente porque no lo eres.

También podría gustarte