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1. La creación de dinero bancario.

La gente suele depositar sus ahorros en los bancos. La función básica de la banca
consiste en captar estos depósitos pagando un interés y conceder préstamos cobrando un
interés superior al que pagaron por los depósitos.
Pero los bancos saben que los ahorradores no retiran sus depósitos de una sola vez ni
todo su dinero al mismo tiempo. Por ello, para hacer frente a las posibles peticiones de
dinero por parte de sus clientes, los bancos solo necesitan mantener una pequeña parte
de sus depósitos en forma de reservas.
Para nuestra seguridad, el Banco Central obliga a los bancos a mantener un porcentaje
mínimo de reservas, llamado coeficiente de caja (porcentaje de los depósitos que los
bancos deben tener legalmente como reservas para atender las peticiones de dinero que
pueden realizar sus clientes). El banco presta el resto del dinero a familias y empresas,
creando así el llamado dinero bancario.
1.1. El multiplicador del dinero.
El proceso de creación de dinero bancario continúa mientras pasa por diferentes bancos
en forma de depósitos y préstamos sucesivos. De este modo, aumenta el dinero existente
en la economía. Para calcular el valor total del dinero creado se emplea la siguiente
fórmula:
Dinero total creado = depósito inicial · (1 / coeficiente de caja)
El que se pueda crear más o menos dinero bancario depende, del dinero que deben
mantener los bancos como reservas, es decir, del coeficiente de caja. Cuanto mayor sea
este, menos dinero se creará. En segundo lugar, depende de la confianza de los
ahorradores en el sistema bancario y en la seguridad de sus depósitos.
1.2. ¿Están garantizados nuestros ahorros?
Los Gobiernos harán cuanto sea necesario para garantizar que los bancos no quiebren,
ya sea creando fondos de garantía para asegurar que los ahorradores recuperen su dinero
en caso de quiebra bancaria.
En España, el Fondo de Garantía de Depósitos cubre las cuentas corrientes o de ahorro y
depósitos a plazo fijo hasta 100.000 euros por titular.
2. El precio del dinero: tipo de interés.

Cuando depositamos nuestros ahorros en una entidad financiera, esta nos paga una
cantidad por el derecho a usar nuestro dinero que se denomina tipo de interés.

Y cuando solicitamos un préstamo, somos nosotros quienes pagamos al banco ese tipo
de interés.

Por tanto, el tipo de interés supone un coste para quien pide dinero y un ingreso para
quien lo presta.
Quien presta dinero, exige una compensación en forma de intereses, por tres razones:
- Por renunciar a su uso durante el período del préstamo.
- Por asumir un riesgo, ya que siempre existe la posibilidad de no recuperar el
dinero prestado.
- Por una posible pérdida de valor del dinero producida por la subida de los
precios durante el período de duración del préstamo.
El tipo de interés suele expresarse en el tanto por ciento anual sobre la cantidad
prestada.
El tipo de interés se define como el precio de un préstamo expresado en
porcentajes. Es, por tanto, el precio del dinero.
2.1. ¿De qué dependen los tipos de interés?
En la zona del euro, el tipo básico de interés lo fija el Banco Central Europeo; y
es el tipo que aplica a los préstamos que concede a las entidades bancarias que
están bajo su autoridad, cuando estas necesitan dinero.
Cuando las entidades bancarias prestan a familias y empresas, cobran un tipo de
interés superior al tipo oficial y, además, le añaden un plus en función de tres
variables:
- Plazo: cuanto más largo sea el período en el que se devolverá el dinero, mayor
tipo de interés se aplicará.
- Riesgo: en la medida en que haya más riesgo de que el dinero prestado no se
recupere por impago o retraso, se exigirá un tipo de interés más alto.
- Liquidez: cuanto más fácil sea recuperar el dinero prestado, menor tipo de
interés se exigirá.
De la misma forma, cuando depositamos nuestros ahorros a plazo fijo, el banco nos
ofrecerá un tipo de interés más alto cuanto mayor sea el plazo.
3. El valor del dinero y la inflación.
La inflación se define como una subida continuada y generalizada de los precios de una
economía. Su consecuencia es que el valor del dinero baja, ya podemos comprar menos
bienes con el mismo dinero. El proceso contrario es la deflación, o descenso del nivel
general de precios.
La inflación es moderada si el aumento de los precios es leve (inferior al 2 % o 3 %
anual); galopante, si sobrepasan el 10 % anual; o hiperinflación, cuando suben más del
100 % en un año, lo que supone el descontrol de precios y la quiebra de la confianza en
la moneda nacional. En este último caso, la población se refugia en el trueque o en la
utilización de una moneda extranjera.
3.1. Causas de la inflación.
-Inflación de demanda. Si la demanda de bienes crece a un ritmo superior al que las
empresas pueden producir esos bienes, se ocasiona una situación de escasez o exceso de
demanda, que provoca un aumento de los precios. 
-Inflación de costes. Si se produce un aumento de los costes de producción de las
empresas (salarios, materias primas, energía, etc.), se suelen trasladar esas subidas al
precio de venta de los productos, generando de esta forma la inflación. Estos aumentos
implican incrementos de los costes de producción, que vuelven a generar subidas de
precios.
3.2¿Cómo se mide la inflación?
Para medir la inflación, se utilizan índices de precios al consumo, que expresan el
crecimiento medio de los precios de los bienes durante un periodo de tiempo.
En España, el IPC lo elabora el INE siguiendo los siguientes pasos:
1. Para averiguar en qué gastan las familias, el INE realiza la encuesta de presupuestos
familiares. Con esta información, se elabora una cesta de la compra de bienes y
servicios representativa.
2. Se pondera cada uno de los bienes según la proporción de la renta familiar gastada
en cada bien.
3. Después, se observan los precios de los bienes de la cesta de la compra en un
momento del tiempo y se les atribuye el valor 100.
4. Transcurrido un período, se vuelven a observar los precios y se calcula su variación
en el tiempo.
5. Una vez calculados los índices de dos fechas diferentes, podemos conocer la
evolución de los precios a través de la tasa de variación o tasa de inflación.
4. Los efectos de la inflación.
Cuando los precios cambian continuamente, se genera incertidumbre sobre el futuro
de la economía. Si los precios de nuestros productos suben más que los de los países
con los que comerciamos, disminuyen nuestras exportaciones y empeora nuestra
competitividad internacional. La inflación no afecta a todos los colectivos del mismo
modo. Beneficia a quienes deben préstamos o poseen bienes patrimoniales, y perjudica
a los ahorradores, los prestamistas y a los grupos más débiles.
Colectivos perjudicados por la inflación.
-Ahorradores y prestamistas: los ahorradores ven cómo su dinero pierde valor a
medida que los precios suben.
-Colectivos más débiles: pensionistas, funcionarios, etc., suelen salir perjudicados,
cuando no logran que sus salarios o pensiones aumenten en la misma proporción que los
precios.
Colectivos beneficiados por la inflación.
-Deudores de préstamos: se benefician debido a que, al devolverlos, tendrán que
pagar, una cantidad menor que la recibida.
-Poseedores beneficiados de bienes patrimoniales: los propietarios de terrenos,
viviendas, obras de arte, joyas, etc., se benefician, ya que sus bienes se revalorizan con
la inflación.

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