POESÍA FIN DE SIGLO MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98”

Recibe el nombre de fin de siglo un periodo de límites difusos (las últimas décadas del siglo XIX y
la primera del siglo XX), marcado por el cuestionamiento de los valores sobre los que se había
asentado la sociedad burguesa: la confianza en la razón, la ciencia y el progreso.
 
El rechazo del mundo burgués se traduce en la aparición de dos nuevos tipos sociales: el
bohemio y el dandi. La literatura busca nuevos cauces expresivos que la alejen del Realismo y el
Naturalismo precedentes. En este contexto se enmarca el nacimiento de dos movimientos que
cambiaron el panorama literario: el Modernismo y la generación del 98. 

El Modernismo recibe la influencia del parnasianismo (defienden “el arte por el arte”) y el
simbolismo (analizan la realidad como un conjunto de símbolos que el poeta debe descubrir).
Surge en Hispanoamérica y tiene como representante más destacado al poeta nicaragüense
Rubén Darío. Su obra Azul (1888) se considera el punto de partida del movimiento. 

El Modernismo busca la renovación del lenguaje mediante el empleo de símbolos, la exaltación de

lo sensorial y la musicalidad en los versos. En cuanto a la temática, la necesidad de evasión
introduce escenarios ideales (considerados paraísos por su lejanía en el tiempo: Edad Media,
Oriente, etc.) y se incorporan personajes mitológicos. Fantasía, misterio y sensualidad configuran
las composiciones de esta corriente literaria.
Posiblemente el símbolo sea la principal innovación de Rubén Darío. Imitando a sus admirados
simbolistas franceses, el nicaragüense repite en todos sus poemas distintos elementos a los
que asocia una idea o un sentimiento con los que habitualmente no están relacionados. Por
ejemplo, para él el color azul significaba el ensueño y el infinito, lo inalcanzable; los cisnes
blancos (su símbolo más famoso), el erotismo y la elegancia; los pavos reales, la belleza. Su obra
Prosas profanas (1896) representa la plenitud del modernismo formal: suntuosidad expresiva,
neologismos e innovaciones métricas (verso blanco, verso libre);  En Cantos de vida y esperanza
(1905), en cambio, se observa un autor más reflexivos, simbolismos más profundos y de mayor
tono filosófico. Se incorporan nuevos temas como la defensa de los valores culturales de la
Hispanidad frente al empuje estadounidense.

AQUÍ VIENE LA RELACIÓN ENTRE AMBOS MOVIMIENTOS. TE LO PONGO:

Aunque el Modernismo y la generación del 98 son dos movimientos distintos entre sí, sin embargo,
se encuentran estrechamente relacionados:
 
·      Voluntad de renovación del lenguaje. Ambos movimientos expresan su anhelo de
renovación estética en la literatura. el modernismo prefiere el exotismo y la sensorialidad.
Dotan los textos de fantasía y simbolismo mediante sinestesias y doble adjetivación. Busca
un efecto sensorial. La generación del 98, por su parte, se preocupa por la precisión, la
depuración verbal y la recuperación del léxico arcaico.
 
·      Insatisfacción ante la realidad que los rodea. el modernismo busca la evasión, prefiere la
descripción de entornos lejanos y exóticos (interés por El Mundo oriental) o de tiempos
pasados (idealización de la Edad Media o la antigüedad clásica). la generación del 98
plantea una reflexión crítica que permita la regeneración de España. se prefiere la
sobriedad, pues las ideas son más importantes que la acción. el paisaje de Castilla se
convierte en símbolo y se toma como punto de partida para la reflexión, pues se
condensan en él los rasgos identitarios del país.
 
·      Influencias de otras literaturas. los autores modernistas se inspiran en la poesía francesa
simbolista para transmitir ideas subjetivas sobre la realidad, y en la cultura
hispanoamericana como modo de auto afirmación (mundonovismo).  La generación del 98
se interesa por la tradición clásica española (Gustavo Adolfo Bécquer, Rosalía de Castro,
Gonzalo de Berceo, Jorge Manrique, Miguel de Cervantes…), y por la filosofía alemana
(existencialismo de Schopenhauer y Nietzsche).
 
La obra de Antonio Machado es un claro ejemplo de las íntimas conexiones existentes entre
Modernismo y generación del 98. En su trayectoria evoluciona desde el Modernismo en sus
Soledades (1903) hacia la estética noventayochista de Campos de Castilla (1912).
Por lo tanto, podemos distinguir varias etapas en su producción literaria:
  Primera etapa (1889-1907). Se define por el tono íntimo y el simbolismo, como se aprecia en
el subjetivismo de Soledades.
 
·      Segunda etapa (1907-1917). Aparecen sus meditaciones regeneracionistas sobre la
situación, el carácter y el paisaje castellanos, como en Campos de Castilla.
 
·      Etapa final (1917-1939). Se desarrolla un tono más filosófico y reflexivo, en ocasiones con
breves aforismos, como los contenidos en Nuevas canciones.

Antonio Machado fue un defensor convencido de la libertad intelectual y los valores éticos y
humanos fundamentales. Mantuvo una actitud crítica ante el problema de España. Aprovecha el
paisaje de Castilla para reflejar las tradiciones, la situación de España y su futuro y el carácter de
gente anónima, íntimamente vinculado en el paisaje. Además, el inevitable fluir del tiempo es otro
de los temas recurrentes en sus composiciones que desarrolla a través de símbolos y poemas de
tono melancólico.

Machado desnudó la poesía de los artificios estéticos predominantes en su época. Prescindió

pronto del lenguaje modernista y utilizó un estilo sobrio y claro. El poeta acuñó como “adjetivo
definidor” su preferencia por los adjetivos precisos, pues las metáforas las consideraba muy
conceptuales y desprovistas de emoción. En su obra Soledades aparecen temas como la pérdida
de la juventud, el amor y la fe en la existencia. Todo junto a los símbolos recurrentes de su
poesía: el sueño (la consecuencia), el camino (la vida) y la tarde (cansancio, muerte). El paisaje y
el sentimiento se influyen recíprocamente. En Campos de Castilla, la presencia de su amada
Leonor se funde con reflexiones sobre España: su presente y futuro. El paisaje de Castilla,
enfocado en Soria, se convierte en cauce para expresar emociones y símbolo de carácter español.