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TEMA 1. LA POESÍA DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX.

MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98. RUBÉN DARÍO


Y ANTONIO MACHADO.

1. INTRODUCCIÓN. LA POESÍA DE PRINCIPIOS DE SIGLO:

El siglo XX se abre con un fuerte rechazo del Realismo decimonónico a través del
Modernismo y la Generación del 98.

Así, a finales del siglo XIX se producen en toda Europa una serie de discrepancias
respecto a las convicciones existentes, que afectan no solo al arte, sino a la moral, el
sentimiento religioso y la ideología política. En el arte, se tiende a liberar las formas, a
hacer que el lenguaje no sirva solo para comunicarse sino que él mismo sea seductor;
el sonido y la palabra deben seducir por sí mismos, por su brillante combinación, por
las emociones estéticas que sugieren.

En España, la renovación poética se ve favorecida por una situación de crisis social,


política e ideológica que se agudiza con el célebre desastre del 98. De este modo, se
produce un doble movimiento de cambio: por un lado tenemos una preocupación por
cambiar el lenguaje literario; por otra parte nos encontramos con nuevos temas,
nuevas preocupaciones y enfoques ideológicos que se reflejan en las obras escritas.
Cada uno a su manera, el Modernismo y la Generación del 98 van a llevar a cabo
esta decisiva renovación de nuestras letras.

Poco después, cuando el reinado de la poesía modernista aún no se ha extinguido,


siguiendo el frenético ritmo de los cambios políticos, sociales, culturales y económicos
de las primeras décadas del siglo XX, el espíritu innovador llevado al extremo por los
herederos del Modernismo desembocará en la búsqueda de la poesía pura y una
expresión poética liberada de todo condicionamiento externo, como juego y ruptura: es
la poesía de Vanguardia.

2. EL MODERNISMO:

A. ORÍGENES, DEFINICIÓN E INFLUENCIAS.

El Modernismo es un movimiento literario que llega a España procedente de


Hispanoamérica en la última década del siglo XIX de la mano del escritor
nicaragüense Rubén Darío, que propone una completa renovación del lenguaje
poético, tomando como objetivo fundamental la búsqueda de la belleza, oponiéndose
para ello al arte utilitario, realista y burgués que predominaba en la época.

El Modernismo plasma su deseo de cambio y su oposición a un mundo industrial,


mecanizado, vulgar y cientificista que no le agrada, en una original forma poética que
tiene sus fuentes en el Romanticismo, el Simbolismo y el Parnasianismo.
Los simbolistas pensaban que la poesía era un medio de conocimiento que permitía
alcanzar el alma de las cosas, esa verdad trascendente luego es expresada con un
lenguaje musical y simbólico. Los símbolos más característicos del Modernismo:
cisnes, piedras preciosas, lujo, plantas exóticas…, son tomados de la poesía
simbolista.
El Parnasianismo busca una expresión poética que alcance la perfección formal a
través de una literatura descriptiva, serena y preciosista que se recrea en los
ambientes exóticos y defiende su máxima: “el Arte por el Arte”.
B. CARACTERÍSTICAS DEL MODERNISMO:

- Esteticismo y escapismo espacio-temporal. La poesía se convierte en un


espacio autónomo de la realidad que le rodea. Rechaza el progreso, la
tecnología, la cruda realidad; para refugiarse en el arte, lo exótico, lo medieval,
en la “torre de marfil” del poeta.
- Exaltación de lo irracional, lo sentimental, lo misterioso. En el mundo
moderno el hombre siente un gran vacío al perder su fe religiosa y busca
respuestas a su tristeza y su angustia en lo esotérico y lo mitológico.
- La sensualidad y el erotismo son un tema constante. El personaje de la
mujer fatal, bella y perversa, que conduce al hombre a la perdición, es uno de
los tópicos modernistas.
- Empleo de símbolos que intentan revelar una realidad oculta: el jardín, el
cisne, el crepúsculo, el otoño…
- Crítica a la sociedad, rebeldía. El artista no encaja en una sociedad
materialista que no le satisface y adopta posturas marginales y malditas. El
autor se convierte en un bohemio que vive en los límites de la sociedad.
- Renovación lingüística y rítmica: la música pasa a ser el modelo de la
poesía, se persiguen efectos rítmicos sorprendentes, una sonoridad rotunda o
una musicalidad sutil, a través de repeticiones de sonidos, encabalgamientos
muy pronunciados y nuevas formas métricas. Se introducen neologismos,
nuevas metáforas y símbolos para configurar un mundo poético original y lleno
de belleza que entra por los sentidos.

C. TEMAS DEL MODERNISMO:

- Necesidad de evasión hacia escenarios ideales, lejanos en el tiempo y el


espacio.
- Personajes mitológicos y religiosos.
- La crisis espiritual de los poetas desemboca en el gusto por lo irracional, lo
misterioso y lo fantástico.
- La sensualidad y el erotismo.
- Cosmopolitismo (admiración por París, Londres, Viena); dandismo
(refinamiento y estilo); vida bohemia (al margen de las convenciones
sociales).

D. RASGOS ESTILÍSTICOS:

- Empleo de símbolos para expresar ideas trascendentes: jardín, cisne, la


tarde…
- Exaltación de lo sensorial mediante: adjetivación muy rica, aliteraciones,
anáforas, términos sonoros y sorprendentes (neologismos, cultismos).
- Metáforas sorprendentes que realizan asociaciones novedosas.

E. RUBÉN DARÍO:

Félix Rubén García Sarmiento, nació en 1867 en Nicaragua. Vivió en varios países
latinoamericanos, en España, en Francia. Ejerció como corresponsal, embajador y
director de varias publicaciones.

Es la figura clave del Modernismo. Fue considerado el líder del movimiento en España,
a raíz de su viaje en 1892, en el que trabó amistad con jóvenes escritores. Cuando
regresó en 1898 fue recibido como un ídolo que supo integrar en un estilo original y
deslumbrante las más diversas influencias y dar un aire totalmente nuevo a la poesía
en castellano.
Azul es el ejemplo completo de la estética modernista: una poesía sonora, colorista y
preciosista que huye de la realidad para crear un mundo paralelo de fantasía
desbordada. El azul era para Darío el color del ensueño, del arte, del océano y del
firmamento. En esta obra hay cuentos en prosa, estampas narrativo-descriptivas,
poemas dedicados a las estaciones, sonetos y retratos de personajes célebres en
verso.

Prosas profanas representa la plenitud del modernismo formal: suntuosidad


expresiva, neologismos, innovaciones métricas. Si bien se intuye una tendencia hacia
lo íntimo.

Cantos de vida y esperanza es un libro más reflexivo, de simbolismo más profundo y


mayor tono filosófico. Se incorporan nuevos temas como la defensa de los valores
culturales de la hispanidad, la nostalgia por la niñez y la juventud, la naturaleza o el
destino del hombre. El lenguaje es más sobrio y contenido, menos efectista.

F. EL MODERNISMO EN ESPAÑA:

En 1892, Darío visita España y planta la semilla del primer modernismo, el más
esteticista y parnasiano, que cuajará en Salvador Rueda y en las primeras obras de
Manuel Machado.

Sin embargo, el modernismo español se caracterizará sobre todo por su carácter


simbolista, más intimista e introspectivo, que se reflejará en las primeras obras de
Antonio Machado (Soledades) o Juan Ramón Jiménez (Arias tristes).
MANUEL MACHADO, siempre a la sombra de su hermano Antonio, fue un original
poeta modernista que logró alternar la poesía de tono más ligero y castizo, con
poemas melancólicos o de asunto íntimo y hasta religioso.
. En Alma, encontramos un conjunto de recreaciones de la copla andaluza con
influencias del Simbolismo y el Parnasianismo, y con la sensualidad y la melancolía
del Modernismo.

3. LA GENERACIÓN DEL 98:

La Generación del 98 la forman un grupo de escritores e intelectuales preocupados


por la regeneración de España, que en aquella época estaba sumida en una profunda
crisis acentuada por la pérdida de las últimas colonias.

Comparte con el Modernismo el rechazo contra el atraso del país, así como un anhelo
de renovación estética en la literatura. Pero los escritores noventayochistas optaron
por creaciones más reflexivas en las que, con estilo sobrio, dan salida a sus
inquietudes sociales e individuales.

Los integrantes de la Generación abordan con espíritu analítico temas históricos,


morales y sociopolíticos, con el propósito de remover la conciencia nacional. En sus
artículos y ensayos predominan dos asuntos: el problema de España, y las
angustias existenciales sobre el sentido y el destino de la vida del hombre.

Los autores del 98 conocen las corrientes filosóficas de su tiempo y se nutren también
del regeneracionismo y del krausismo, los movimientos ideológicos más avanzados a
finales del siglo XIX en España. Así se diagnostican los males del país: corrupción,
caciquismo, atraso social y económico; y se proponen soluciones políticas: mejora de
la educación, reforma agraria, cambio en el sistema político.
Se conocía como Grupo de los Tres a: Pío Baroja, Ramiro de Maeztu y Azorín. Más
tarde, este último acuñó el término de Generación del 98, para incluir a Miguel de
Unamuno, Ángel Ganivet, y algunas obras de Antonio Machado y Valle-Inclán.
Pese a la heterogeneidad de estos autores, se pueden apreciar una serie de rasgos en
común que justifican su consideración de “generación”:
- Sus circunstancias vitales:
. Tienen una edad aproximada y se relacionan entre sí con frecuencia, comparten
publicaciones.
. Comparten una ideología crítica con el atraso nacional aunque su ideología fue
evolucionando.

- Temas y preocupaciones:
. La regeneración de España. Entendida como la necesidad de un cambio para
modernizar el país con ideas prácticas. Más tarde buscan recuperar los valores
espirituales y éticos de nuestro país indagando en los mejor de nuestra tradición y
nuestra historia.
. El existencialismo. Las teorías filosóficas de Nietzsche y Schopenhauer calan en
ellos. El enfrentamiento entre la fe y la razón, o la búsqueda del sentido de la vida son
temas que angustian y ocupan las obras de estos autores.
. La influencia del paisaje en el carácter. La sobriedad despojada de los campos de
Castilla, que imprimen carácter.

- Lenguaje y estilo:
. Natural y sobrio, con escaso adorno. Beben en los clásicos españoles y el habla
tradicional castellana, de la que rescatan términos y expresiones cargados de
significado.
. Buscan la precisión pero manteniendo una expresión rica y viva.
. Se alejan del realismo y están al tanto de las nuevas corrientes literarias de la
modernidad internacional.

ANTONIO MACHADO. (1875-1939). EL POETA DEL 98:

Vida:
Nació en Sevilla, a los ocho años se trasladó a Madrid y se educó en la Institución
Libre de Enseñanza. En 1907, obtuvo la cátedra de francés en el Instituto de Soria. Se
casó con Leonor Izquierdo en 1909, pero ella murió en 1912. En 1927 fue elegido
miembro de la Real Academia Española. En 1928 conoce a Pilar Valderrama, con la
que tuvo amores que se reflejaron en sus poemas con el nombre de Guiomar.
Partidario de la República, tras la Guerra Civil se ve obligado a huir del país. Se
establece en el pueblo francés de Colliure, conde murió el 22 de febrero de 1939.

Ideas poéticas y temas:


Machado dice que la poesía es “la palabra esencial en el tiempo”, es decir, quiere
captar la esencia de las cosas, indagar en lo más íntimo; y a la vez retratar su fluir
temporal, el paso del tiempo, las transformaciones que este provoca y el recuerdo
melancólico de lo que fue y no es.
También afirma que “la poesía es el diálogo del hombre, de un hombre, con su
tiempo”. Así el poeta dialoga con la mañana, con la tarde, con la noche, el agua, la
fuente, que son símbolos de temporalidad. Su poesía nace de un sentimiento de
angustia ante el paso del tiempo, ante el desvanecimiento de las cosas, ante la nada.

El sueño es para Machado la única forma posible de conocimiento. En los sueños, el


hastío es la nota predominante.
En su obra hay poco amor. La figura femenina aparece en los poemas de manera
etérea, surgida como una ensoñación. En su poesía hay alusiones a la falta de amor
como causa de su tristeza, se asocia a la idea de la juventud perdida.

Machado parte de un Modernismo y un Simbolismo asimilados de manera muy


personal, para ir depurando su estilo hasta llevar su lenguaje poético a un nivel de una
sobriedad, densidad y emoción, excepcionales.

Obra poética:
La obra de Machado se asocia en torno a tres grandes libros:
. Soledades (1903), ampliado y reimpreso en 1707 con el título de Soledades,
galerías y otros poemas. El joven Machado queda deslumbrado por la arrolladora
personalidad de Rubén Darío pero, a pesar de verse influido por el nicaragüense,
sigue un camino bien distinto, no quiere quedarse en las palabras brillantes, sonoras y
coloridas, sino ahondar en las galerías de su propio ser y ponerse en íntimo diálogo
con el mundo. Utilizará un lenguaje simbólico muy sencillo (fuentes, caminos, puestas
de sol, niños…) para reflexionar sobre las preocupaciones fundamentales del ser
humano: el paso del tiempo, la soledad, los recuerdos, el sentido de la vida… Así, sus
temas son recuerdos infantiles, presagios de muerte, melancólicos sentimientos de
amor… Impresiones y emociones inolvidables, expresadas con emotiva sencillez.

. Campos de Castilla (1912), es la obra maestra de Antonio Machado. En este libro


conserva su lenguaje sencillo, que ahora se aprovecha de la poesía popular y su
capacidad de evocar lo más profundo, pero el poeta se abre ahora al exterior, se
desensimisma y pone los ojos sobre su entorno para crear un “arte del pueblo”,
inspirado en el campo castellano, la preocupación por la situación del país y el amor
por la Naturaleza. Así, lanza enérgicas críticas contra los vicios de nuestro país y
proclama su fe en una España renovada y poderosa. Los poemas más característicos
del libro son aquellos en los que evoca el campo castellano con una simplicidad de
medios y una hondura incomparables.

. Nuevas canciones (1925). Tras sus dos primeros libros de poemas, Machado no
aporta grandes novedades a su poesía. En su última etapa, se ve influido, por un lado,
por la moda de rescatar la poesía folklórica y, por otro, por la búsqueda de una poesía
más compleja formalmente que, sin embargo, no alcanza las cotas de emoción de sus
primeras producciones.

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