MIRADAS DESDE EL MIRADOR

La (In)Cultura de la Excelencia I
J. Gunnar Zapata Zurita*

La excelencia es definida por la Real Academia de la Lengua Española como

“Superior calidad o bondad que hace digno de singular aprecio y estimación
algo”. Ser excelente por tanto está referido a la condición para demostrar un
comportamiento sobresaliente del promedio, digno de apreciar y estimar. Las preguntas que me
nacen al referirme a esta señalización van desde ¿Qué comportamientos son dignos de
apreciar? ¿Qué comportamientos valoramos y qué comportamientos no?, hasta el singular
¿Cuándo y Por qué se los valora?.
En Diciembre del año 2009, el Banco Industrial S.A realizó una premiación a los periodistas y
comunicadores bolivianos de Cochabamba, Santa Cruz y La Paz, sobre la base de los resultados
presentados por las consultoras CIES Internacional y Andean Business que se adjudicaron el
Estudio de Preferencias de Medios de Comunicación Escritos, de Televisión y Radio. Fueron
señaladas distintas categorías con la clasificación de “los mejores”: la Mejor Revista Matinal,
Mejor Presentador de Noticias, etc. Previamente, se realizó la Décima Versión de la Entrega de
Premios Maya que incluyó a medios de comunicación.
Llego a valorar de sobre manera el trabajo tesonero realizado por el Banco BISA, una
institución seria y sólida, en el ámbito financiero de la nación. Reconozco la seriedad de las
consultoras contratadas aunque desconozco los criterios utilizados para determinar a los
mejores de cada categoría en su premiación, como también desconozco los criterios señalados
para seleccionar a los ganadores en diversas categorías, de la entrega anual de los Premios
Maya.
Los criterios indispensables para determinar la excelencia en el manejo periodístico parten de la
realización de un seguimiento de la información presentada por cada periodista; en este estudio
se podrá determinar la confiabilidad de las fuentes, la cobertura de noticias, el nivel de
conocimiento del periodista sobre las temáticas que aborda, la existencia de contraparte en las
noticias, entre otros.
Si no se consideraron tales criterios y el único utilizado fue la frecuencia en las respuestas de
una encuesta, entonces no es adecuado atribuir características de excelencia a los medios en
una premiación, sino señalar las categorías en función una mayor audiencia, es decir, premiar
a las categorías de los Programas Más Vistos o Más Escuchados y los Periodistas Más
Reconocidos por la población. El nivel de audiencia puede NO ser un indicador adecuado para
determinar la excelencia en el manejo de los medios.
El nivel de audiencia puede emerger del sensacionalismo. El sensacionalismo es una tendencia
en el manejo de los recursos informativos y presentación de noticias, con la que se busca influir
en las percepciones y sentimientos del público, radioescucha, internauta, lector o televidente,
generando reacciones de asombro, sorpresa, e inclusive temor; la curiosidad por conocer estos
datos genera un comportamiento de consumo o audiencia. El programa más visto o la fotografía
más comentada no, necesariamente, es la mejor sino la que más impactó. Por ello quizás no se
esté premiando a lo mejor sino a lo adverso.
¿Quién puede superar el sensacionalismo?: Una audiencia adecuadamente informada. A la
población no le gusta ser engañada y si reconoce las exageraciones o falsedades en la
información recibida, sencillamente resta credibilidad a este medio y prefiere otro. Si se piensa
en excelencia en el trabajo periodístico, es necesario informar a la población respecto a los
elementos que permiten distinguir entre una información de los datos sensacionalistas, además
de reconocer a los medios de comunicación que se distinguen por buscar la información
fidedigna antes que el nivel de audiencia.

*
Investigador Social y Docente Universitario.

Gunnar Zapata Zurita Cel. 70344214 Email: g.zapata@umss.edu.bo

La excelencia en periodismo, al igual que la excelencia en los bancos y cooperativas, no se
puede medir con una frecuencia de respuestas a una encuesta. Imagínense si una institución
seria, premiara como mejor banco a la entidad bancaria cuyo nombre ha sido señalado
repetidas veces en una encuesta, obviando otro tipo de datos como la cartera de mora, la
gestión de la relación con clientes, seguridad y privacidad, gama de servicios de asesoramiento,
gestión de carteras de rentas variable y fija, asesoramiento fiscal y corporativo para clientes de
banca privada, entre otros.
Habrá que pensar y repensar sobre los criterios adecuados para reconocer la excelencia en el
manejo periodístico, que no pasa necesariamente por los estudios de opinión. Sin embargo, las
universidades y centros formadores de comunicación quizás tengamos una responsabilidad
sobre esta temática, por no reconocer la excelencia como tal. De esto, distinguido lector, le
comentaré la siguiente semana.