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MIRADAS DESDE EL MIRADOR

Por la Defensa de los Medios de Comunicación Social pero No Comercial


J. Gunnar Zapata Zurita*
El mandatario se define como la “persona que recibe del mandante, en el
contrato de mandato, el encargo de ejecutar actos jurídicos por cuenta del
segundo”. De acuerdo a la Real Academia Española, el mandatario es la
“persona que, en virtud del contrato consensual llamado mandato, acepta del
demandante representarlo personalmente, o la gestión o desempeño de uno o más negocios”.
La ciudadanía boliviana -al momento de elegir a sus autoridades y asumir éstos la posesión de
sus cargos- delega en ellos un mandato de representarlos y gobernarlos durante un
determinado tiempo. La ciudadanía emerge como el mandante y no puede renunciar a sus
derechos de vigilar, el mandato conferido a sus gobernantes. Esto es democracia.
Para el control de las actividades administrativas del Estado ha sido instituida la Contraloría
General de la República, el único ente estatal que determina indicios de responsabilidad
administrativa, ejecutiva, civil o penal en la administración pública. El mandante, sin embargo,
tiene toda la potestad de acceder a los medios que considere necesarios para vigilar el
cumplimiento del mandato correspondiente. Bajo este aspecto, los medios de comunicación son
los canales factibles para que todo ciudadano pueda acceder a la información, respecto a la
gestión o actividades sociales desarrolladas por los mandatarios, en este caso, sus autoridades.
Los medios de comunicación no se constituyen en jueces ni interpeladores de persona alguna o
autoridad vigente. Los medios tampoco tienen a su cargo la responsabilidad de fiscalizar la
gestión de las instituciones, su rol se limita a investigar y difundir la información necesaria, rol
delegado por el ciudadano conforme su derecho a la información. Por esta razón, el sistema
democrático se apoya en el derecho a la información para su sostenibilidad, el mandante
necesita ser informado respecto al cumplimiento del mandato encargado a sus mandatarios y
son los medios de comunicación, la fuente vital para responder a esta necesidad.
Bajo estas premisas, todo medio de comunicación tiene la obligación de informar con la mayor
veracidad posible. Para ello, es indispensable que los informantes, en este caso los periodistas,
puedan acceder a todas las fuentes de información, sin discriminación alguna. Negar el acceso
a la información a los periodistas desemboca en la negación de la facultad de vigilancia de todo
mandante, por tanto negar el acceso a la información representa negar las bases de la
democracia, en contra del mandato conferido por los ciudadanos.
Toda libertad genera responsabilidad. El libre acceso a la información por parte de los
informantes establece un firme compromiso con el desarrollo de un periodismo serio y
responsable.
Es menester no perder de vista que los medios de comunicación, en una gran mayoría, se
constituyen en empresas comerciales, cuya constitución está normada por la Ley de
Telecomunicaciones y el Código de Comercio, principalmente. La Asamblea Plurinacional
recibió observaciones sobre el anteproyecto de ley de telecomunicaciones hasta el pasado jueves
9 de junio. Por la vigencia de nuestro derecho a la información, francamente esperamos que
este proyecto de ley amplíe el universo de potenciales propietarios de las empresas, para que la
concesión de la licencia para el uso de frecuencia no esté restringida sólo a las personas que
tengan el dinero exigido para participar en una licitación.
Si bien, una sociedad comercial establecida como una emisora de radio o televisión persigue la
generación de beneficios para sus propietarios y accionistas, la naturaleza social de la
información, principal recurso provisto por los medios de comunicación social, pondera la
priorización de los derechos de la audiencia a los beneficios individuales; es decir, en su labor
de informadores los medios de comunicación deben priorizar el ejercicio derecho a la

*
Director de la Carrera de Comunicación Social Universidad Mayor de San Simón.

Gunnar Zapata Zurita Cel. 70344214 Email: g.zapata@umss.edu.bo


información de la población sobre los intereses de lucro de los anunciantes, de los propietarios
y accionistas.
La información como un bien social, contribuye a la formación de saberes, valores y actitudes
de la población. Por tanto, los anunciantes ni los propietarios pueden ser reguladores de la
información. Los intereses del trabajo periodístico en pos de investigar, recibir y difundir la
información para beneficio de la sociedad, mandante de los gobernantes, entonces se sobrepone
a los intereses lucrativos.

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