Tesis Final

Cornisa: EXPERIENCIA EN PSICOTERAPIA Y CONFINAMIENTO
La experiencia del consultante que ha tomado psicoterapia presencial y en medios alternos.
Lesly Alejandra Chávez Saucedo
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez
Nota de autor
Esta investigación se realiza en el marco de la materia de seminario de
investigación, dentro del programa de psicología con la asesoría del maestro Francisco
Javier Ramírez Arballo, en Ciudad Juárez, Chihuahua, diciembre del 2021.
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Índice
Agradecimientos
Resumen
Capítulo 1: Introducción
Planteamiento del problema
Justificación
Antecedentes
Objetivo
Capítulo 2: Marco teórico
Psicoterapia
Telepsicoterapia
Experiencia psicoterapia
Experiencia telepsicoterapia
Capítulo 3: Metodología
Diseño de investigación
Variables
Población
Muestra
Instrumento
Procedimiento
Capítulo 4: resultados
Capítulo 5: discusión
Conclusiones
Referencias
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Agradecimientos
Gracias a los profesores que me brindaron su conocimiento a lo largo de los semestres y,
pese a que tomé mi clase de tesis en modalidad online, se buscó la manera de tener una
experiencia fructífera a lo largo de mi trabajo de tesis. Por otro lado, gracias a mi familia
por siempre apoyarme en mis decisiones y, sobre todo, ser un apoyo emocional que me
ayudó a continuar con estos últimos semestres. Gracias a mí, por el esfuerzo emocional tan
grande al realizar tareas durante la pandemia porque, yo mejor que nadie, sé lo difícil que
fue para mí ser persistente en estos últimos semestres; los obstáculos fueron muy grandes y
muchas veces no tenía fuerzas para levantarme a hacer una simple tarea. Hoy día puedo
decir que mi tesis está finalizada y eso me llena de orgullo.
Resumen
El presente trabajo se realizó con el objetivo de explorar la experiencia de pacientes
que consultaban psicoterapia de manera presencial y que, por la contingencia del COVID,
tuvieron que continuar su proceso de manera remota. Para esta investigación se trabajó con
26 pacientes que cumplieran con el requisito de haber llevado un proceso terapéutico
presencial y tuvieron que continuarlo en modalidad de telepsicoterapia. Se aplicó un
Cuestionario de Alianza de Ayuda Revisado 2, versión paciente. Como resultado la
experiencia de la mitad de las personas al llevar psicoterapia en línea fue satisfactoria,
mientras que en su gran mayoría preferirían continuar su proceso de manera presencial, así
como gran parte de los entrevistados encontraron diferencia entre la psicoterapia en línea y
presencial. Para esto, se discute la importancia de la evaluación de la psicoterapia a esta
modalidad para brindar un servicio más eficaz.
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Planteamiento del problema
La necesidad del cuidado sanitario por el COVID-19, llevó a la toma de medidas
drásticas que ha mantenido en contingencia a la población a partir del 11 de marzo del 2020
(Organización Mundial de la Salud, OMS, como se citó en Casari y Stefanini, 2020) y bajo
esas circunstancias, muchas acciones que implicaban la interacción social en formato
presencial se intercambiaron por el uso de medios digitales.
La práctica de profesionales fue reducida a lo esencialmente necesario. Sin
embargo, cualquiera atención externa a esto fue suplantada por otras alternativas: entre
ellas, la psicoterapia presencial, que comenzó a trabajarse de manera remota. El
confinamiento trajo consigo un cambio, afectando la perspectiva de las situaciones en
general, incluyendo en este sentido a la psicoterapia presencial que se vio empujada a hacer
uso de medios alternativos para evitar el contacto persona a persona.
La eficacia de la telepsicoterapia no está en duda, ya que ¨un estudio reciente
demuestra que está asociada positivamente con el número elevado de sesiones y un manejo
adecuado de las expectativas, y que el escaso conocimiento de aspectos tecnológicos puede
afectar la eficacia de esta¨ (Poleti et al., como se citó en Casari y Stefanini, 2020). Es
importante considerar la perspectiva de las personas ante esta situación, donde muy
probablemente la experiencia distintiva efectúa dentro de la variabilidad de cada individuo.
Justificación
Apartir del 11 de marzo del 2020 se decretó el confinamiento por el COVID-19, por
lo tanto, se tomaron medidas preventivas que redujeran la posibilidad de trasmisión, dentro
de ellas: cerrar los espacios públicos para evitar la interacción social. Desde este punto, la
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inmovilización, más allá de traer repercusiones físicas, llevó al deterioro de la salud mental
en las personas y, pese a que los trastornos ya se presentaban antes de cualquier pandemia,
esto aumentó la necesidad de continuar con atención psicológica ya que la ansiedad, la
depresión y el estrés han agudizado a partir de la contingencia (Kaiser Family Foundation,
KFF, como se citó en Argüero, Cervantes, Martínez, Santos, Aguirre, Espinosa y López.
2021).
De esta forma, la adherencia de los medios tecnológicos ha sido una alternativa que
brinda soluciones y continuidad a esta problemática. Para esto se requieren tratamientos
adecuados que no reduzcan la eficacia de la intervención psicoterapéutica, por eso, la
importancia de un uso adecuado y capacitado de los medios alternos. De acuerdo con la
Asosiación Americana de Psicología, 2013, la telepsicología se trata de ¨La provisión de
servicios psicológicos utilizando tecnologías de telecomunicaciones¨. Por eso, la
importancia de estudiar la perspectiva de las personas ante dicha intervención (como se citó
en Argüero, Cervantes, Martínez, Santos, Aguirre, Espinosa y López. 2021).
Las circunstancias actuales han dejado un aprendizaje y es necesaria la preparación
preventiva para posibles pandemias futuras, por esto el cuidado mental debe de ser tomado
muy en cuenta en cuanto a la actualización y mejora del uso de los medios. Por ello, se
buscan los datos que brinden información necesaria de la variada perspectiva que tienen los
consultantes a la hora de cambiar su proceso presencial a una intervención de manera
remota. Estos datos ampliarían la visualización ante los diferentes puntos y podrían brindar
ideas más fructíferas de cómo los pacientes perciben una atención de esta forma.
La presente investigación surge de la necesidad de estudiar la experiencia del
consultante que ha tomado psicoterapia presencial y en medios alternos, con el propósito de
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identificar la forma que tienen de vivenciar esta modalidad y enriquecer el conocimiento
ante las alternativas que se tomaron, para aumentar la adecuación de los medios alternos.
La investigación busca proporcionar información que será útil a la comunidad de
psicólogos profesionales que deseen ampliar su conocimiento ante la forma de vivir una
intervención terapéutica de manera remota y muy posiblemente se efectuará una
perspectiva más enriquecida, que podrían llevar a la necesidad de realizar más
investigaciones al respecto para ir modificando la adecuación a la hora de atender la amplia
gama de trastornos en cada uno de los pacientes entrevistados dentro de la investigación.
Debido a que no se cuentan con suficientes estudios de alcance nacional acerca de la
perspectiva ante la atención de la telepsicología, el presente trabajo es conveniente para
afianzar un mayor conocimiento sobre la forma de vivir la atención psicológica por medios
alternos, y los cambios significativos que ha tenido usar la psicoterapia en línea por el
confinamiento. Así como la amplitud que caracteriza las diferentes formas de vivir esta
atención y las necesidades de intervención ante el COVID-19.
Por otra parte, la investigación contribuye a ampliar los datos sobre la mejora de la
telepsicoterapia para contrastarlo con otros estudios similares, analizar las posibles
variantes dentro de la adecuación que tenga el paciente ante la telepsicología y el contexto
en que se desarrolla su perspectiva, para observar si hay algún factor que reduzca la eficacia
de estos medios.
Antecedentes
Ávalos, Valdés, Lanzagorta y Nicolini (2020) realizaron una investigación titulada:
- Efecto de la tele psicoterapia de apoyo en un grupo de pacientes psiquiátricos con
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secuelas emocionales por el confinamiento a raíz de la pandemia COVID-19 en México-,
con el objetivo de evidenciar la experiencia de pacientes psiquiátricos, así como encontrar
la efectividad de la continuación en su tratamiento por la telepsicoterapia durante el
confinamiento. Los resultados obtenidos fueron los siguientes: el promedio de la escala de
satisfacción en los participantes fue de 189.5 (Buena satisfacción). Así como, las sesiones
fueron atendidas y guiadas por 3 profesionales de la salud mental, de manera semanal,
quienes aplicaron la escala de impresión global clínica al inicio (CGI-I) y al término del
tratamiento (CGI-F). El promedio del CGI- I fue de 4 (moderadamente enfermo) y el del
CGI-F fue de 1 (mucho mejor). Durante el proceso no se presentaron recaídas, abandonos
de tratamiento farmacológico o intentos suicidas, aunque se reportaron 3 ideaciones
suicidas.
Otro estudio -Alianza Terapéutica en tiempos de COVID-19: Perspectiva de
Pacientes de Argentina- a diferencia de la anterior, se centra la alianza terapeútica en
cuanto a la perspectiva de los pacientes y arrojaron resultados satisfactorios, empleando una
muestra de consultantes que llevaban más de tres sesiones de psicoterapia. Los resultados
arrojaron que los pacientes perciben diferencias en sentido general a consecuencia del
nuevo formato de psicoterapia; así como se inclinarían por no continuar en telepsicología
una vez que concluya la pandemia. A través de esta investigación, se puede constatar que
hubo una satisfacción en el formato de la telepsicología, sin embargo, se encontró mayor
valoración de la alianza en pacientes que: no percibían diferencias entre psicoterapia
presencial y no presencial, entre quienes si continuarían con quienes no continuarían, y una
relación positiva entre alianza terapeútica con el grado de satisfacción en el nuevo formato
online de psicoterapia.
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Otro elemento que es importante tomar en cuenta a la hora de investigar la
perspectiva de la telepsicoterapia es la experiencia del terapeuta: -Psicoterapia online en
tiempos de Covid-19: adaptación, beneficios, dificultades- realizada en Argentina, con el
propósito de investigar la adaptación de los profesionales de la salud mental a la atención
online. Dentro de los resultados que el 50% indicó una adaptación muy alta o alta, y solo el
11% baja adaptación. El 92,87% realizaba atención online y el 91,45% trabajaba desde su
hogar, total o parcialmente. Las dificultades principales se dieron en torno a aspectos
tecnológicos y a interrupciones domésticas, mientras que las ventajas principales fueron
ahorro de tiempo y gastos, más allá de los aspectos preventivos.
Para finalizar, una investigación realizada en Chile: -Telepsicoterapia sincrónica en
tiempos de COVID-19: un estudio exploratorio en el contexto chileno- donde el objetivo
trata de conocer la experiencia de las/os psicoterapeutas con la Telepsicoterapia Sincrónica
en contexto de distanciamiento físico por el COVID-19. Esta perspectiva, desde la
experiencia de los psicoterapeutas, también posibilita la expansión del conocimiento en
respecto a la telepsicoterapia. Dentro de los resultados, los psicoterapeutas exponen que han
vivenciado malestares físicos y emocionales debido a la modalidad, sin embargo, el hecho
de que estén viviendo una experiencia en común con sus pacientes beneficia, en el sentido
de que puede haber una mayor conexión y fluidez entre el terapeuta y paciente, debido a
que los malestares son similares por la situación, se humaniza más la intervención y esto
ayuda a la mejora de su relación terapeútica.
Marco Teórico
Psicoterapia
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La psicoterapia es la atención en la psicología clínica, donde se ramifican diferentes
teorías de aplicación y depende de cada especialista el enfoque que trabaje dentro de su
atención terapéutica. La psicoterapia es la forma más común de intervención en la
psicología clínica, se trata de un proceso donde se tratan diferentes trastornos psicológicos
(Compas & Gotlib, 2002, como se citó en Gómez, Maricelly).
Según López Piñero (2002) y Feixas (1993), la psicoterapia apareció antes de que la
psicología se considerara ciencia y la psicología clínica como una aplicación psicológica.
En ese entonces se conceptualizaba a la psicoterapia como un tratamiento psíquico o del
alma; esto daba hincapié a la explicación de las psicopatologías y el tratamiento de las
enfermedades mentales (Gómez, Maricelly, 2020).
Por otro lado, Bernardi Defey, Gabarino, Tutté y Villalba, (2004), afirman que la
psicoterapia es un conjunto de procedimientos técnicos sustentados por conocimientos
teóricos con relación a un orden etiológico, psicopatológico y terapéutico sobre los
problemas a los que se dirigen.
La psicoterapia, no tiene una relación exclusiva con la psicología clínica. Es por
esto que, para la práctica, se enfatiza en la claridad del objeto de estudio en función al
concepto psicopatológico de la escuela teórica del terapeuta. Partiendo de esto, es necesario
aclarar que las funciones en cuanto a la aplicación de las teorías van de la mano con la
especialización y actualización del psicoterapeuta (Gómez, Maricelly, 2020).
Dentro de las teorías de intervención psicoterapéutica, se identifica una concepción
de la psicopatología que se entiende como el énfasis en las causas de los problemas
psíquicos, lo más apegados a la realidad. Para eso se establecen diferentes perspectivas
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teóricas, que cada una, a su modo, brindan para la intervención y el trabajo dentro de cada
psicopatología. La psicoterapia, exige la existencia de una relación que ayude al paciente
para encontrar la cura a su padecimiento, por lo tanto, lo comprometen como un ser
sufriente y ponen en manos del terapeuta su realidad psíquica para que este intervenga
(Gómez, Maricelly, 2020).
En vez de indagar cuál teórico (sistémico, cognitivo-conductal, humanista, etc.)
ofrece una mayor eficacia, es más importante obtener la efectividad a partir de la adhesión
de nuevas técnicas, encontrar el uso de cada técnica que funcione acorde a las necesidades
del paciente (Gómez, Maricelly, 2020).
Para hablar de psicoterapia, es fundamental conocer las propuestas teóricas que se
han formado dentro de la práctica. Las teorías de la actualidad no son las mismas que hace
años, porque cada una de las teorías lo que buscan es mejorar la eficacia de la psicoterapia
y ver desde diferentes puntos la aplicación de esta. Probablemente, cada una de ellas van
mejorando para tener un mejor resultado, sin embargo, cada una de ellas tienen el fin de
ampliar el panorama para resolver los problemas de cada teórico (Arias, 2013).
Según Buge (1988), existen tres categorías de corrientes psicológicas:
Tenemos así que la filosofía idealista nutre la psicología mentalista propia del
psicoanalista y la psicología fenomenológica; mientras que la filosofía positivista
desemboca en el conductismo y la psicología cognitiva; en tanto que la filosofía
materialista, da pie a la neuropsicología y la reflexología. En el primer grupo, el
objeto de estudio ha sido la mente (Arias, 2013).
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En el grupo de la filosofía idealista, el objeto de estudio es la mente consciente o
inconsciente; en el de la filosofía positivista, la conducta observable o los procesos
cognitivos operacionalizados y, en el de la filosofía materialista, estudia el cerebro y sus
mecanismos filosóficos. A través de todas estas corrientes, para llegar a todos los
fenómenos psicológicos se necesita la inferencia de la conducta refleja, la conducta
condicionada, decisiones, actitudes, etc. (Arias, 2013).
Cada corriente se focaliza en diferentes puntos del estudio psicológico: algunos se
centran en el inconsciente (psicoanálisis), otros en los reflejos condicionados (reflexología),
también la conducta molecular (conductismo), la conducta molar (neoconductismo), la
percepción (Gestalt), la manera de procesar la información (psicología cognitiva) y la
autorrealización (humanismo) (Arias, 2013).
Dentro de las competencias necesarias para que un psicoterapeuta lleve su
intervención es necesario los fundamentos científicos que abalen su conocimiento, también
es importante tomar en cuenta las diferencias individuales y culturales, la ética y el
pensamiento crítico. Para la planificación de intervención los terapeutas deben tener el plan
de tratamiento, el manejo de situaciones especiales, las habilidades para el término, así
como el trabajo con otros sistemas de salud y auto-cuidado. Por último, pero no menos
importante, a la hora de intervenir es necesaria la capacidad de autoevaluación y el uso de
supervisión (Loubat, 2005).
Dentro de la psicoterapia se abordan diferentes núcleos conceptuales: corpus
teórico, se basa en el conocimiento científico y el estudio epistemológico de la conducta la
psicopatología. El corpus técnico, quiere decir que la técnica usada en la psicoterapia esté
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bien organizada, de procedimientos protocolizados para entender la aplicación de las
técnicas en las intervenciones (Ávila, 2002).
Parte de las habilidades necesarias para la intervención psicoterapéutica, la claridad
y la especialización del terapeuta es uno de los puntos a destacar ya que las formaciones de
los planes terapéuticas están arraigados a los límites éticos del profesional, así como el
compromiso de conseguir un bien social (Ávila, 2002).
La psicoterapia varía en referencia a la sociedad en la que el individuo está
sumergido, ya que esto delimita significativamente el modo de intervención y las
diferencias de necesidades en cada individuo. Por esto, es importante la formación,
delimitación y contextualización para que la psicoterapia brinde una mayor eficacia, el
compromiso ético, el establecimiento de vínculos basados en la profesionalidad y la
integración de todos estos puntos fomentan un trabajo eficaz (Ávila, 2002)
La forma del ser humano de relacionarse con el mundo es a través del aprendizaje.
Dichos aprendizajes se entrelazan con un proceso constructivista desde la persona que
percibe la realidad, por lo que cada vivencia fenomenológica es construida por el sujeto que
la vive. Este proceso de ir conociendo el entorno a través del aprendizaje es un movimiento
evolutivo, que va avanzando conforme a la comprensión de la complejidad del entorno y la
complejidad del self (Soler, 2016).
Por esto, la importancia de la alianza terapéutica. Según Bordin (1976), esta se
conforma por una relación integrada que se conforman de tres componentes constitutivos:
el vínculo, tareas y metas, donde el vínculo está entre la forma en la que el paciente y
terapeuta negocian un acuerdo acerca de las tareas y las metas de la terapia, esto media la
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calidad del vínculo entre ellos (Safran y Muran, 2000; como se citó en Santibáñez, Román,
Lucero, Espinoza, Irribarra y Müller, 2008).
Dentro de la intervención psicoterapéutica, es común encontrarse con sujetos que su
adaptación a ciertas circunstancias ha sido difícil, ya que existe la posibilidad de que ciertas
áreas de sus contextos o del self se encuentran en niveles de desarrollo más bajos y, por
tanto, su proceso de acomodación epistémica se ve bloqueado. Por eso, lo importante de la
intervención psicoterapéutico, es que el terapeuta acompañe al paciente por dichas
transformaciones y dificultades, considerando las posibilidades y potenciales particulares
del paciente. Una de las principales consideraciones en no enfatizar en una sola teoría sino,
en la compresión de la persona como un ser diferente; focalizándose en emplear las ideas
para acercarse a la experiencia del consultante y así crear una apertura a los cambios en la
forma de vincularse con el mundo. (Soler, 2016).
Telepsicoterapia
El punto anterior, nos da hincapié a indagar cómo se vive la psicoterapia desde la
tele psicología, identificándola como el encuentro comunicacional entre paciente y
terapeuta, desde una modalidad que implica un distanciamiento físico, pero permite la
presencia por algún medio digital. Esta forma de intervención lleva a cuestionar cómo se
vive cada uno de los aspectos que conciernen la psicoterapia, desde la experiencia que hay
al verse a través de una pantalla, o incluso simplemente escuchar sin la presencia física
(Chanez, Jélvez, Rivas y Wong, 2020).
La telepsicoterapia es una intervención psicoterapéutica a través de un medio
tecnológico y puede llevarse a cabo por varias plataformas, ya sea de forma sincrónica o
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asincrónica. La primera, es todo aquello que permite la comunicación en tiempo real, ya sea
alguna videollamada o llamada; la segunda, son aquellas que implican la comunicación en
tiempo diferido, como el correo electrónico, audios grabados, mensajes de texto, etc. (de la
Torre Marti & Pardo Cebrián, 2018; Varker et al., 2018, como se citó en Chanez, Jélvez,
Rivas y Wong, 2020).
Por otro lado, la telepsicología se denomina como una provisión de intervención y
servicios psicológicos a través de una videollamada bidireccional, para que el terapeuta y el
paciente interactúen en tiempo real. Esta intervención se llevará a cabo por medios
tecnológicos para la captura de información (cámara), transporte (ancho de banda de
computadora, codificadores y decodificadores audiovisuales) y visualización (pantalla o
monitor). (Yellowlees et al., 2003; Richardson y Simpson, 2015; como se citó en Durao,
2017).
Lo que Campbell, Millán y Martin (2018) y Campbell & Norcross (2018) llaman
telepsicología, es una extensión de la práctica de la psicología, y su equipamiento técnico
abarca desde el simple teléfono hasta el uso de la webcam y la aplicación técnica. Es parte
complementaria de lo que se llama Telesalud y cuenta con un conjunto de normas con la
finalidad de ayudar al terapeuta en la atención psicológica a través de las tecnologías
(Traverso y Salem, 2020)
Dentro de los diferentes modelos, el cognitivo conductual es de los que más
investigación hay acerca de su alianza terapéutica con la intervención online, y se ha
comprobado su efectividad en situaciones traumáticas, trastornos de alimentación,
ansiedad, pánico, adicciones, problemas familiares, depresión, estrés, etc. Sin embargo, los
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estudios con respecto a la ética profesional dentro de la intervención online son escasos
(Martínez, como se citó en Delfín, 2020).
El impacto de las videollamadas mantiene un problema con respecto a la
exploración para el diseño de los tratamientos a usar en este caso; principalmente por la
escasa investigación con respecto a las dinámicas dentro de un tratamiento online (Holtom,
2005, como se citó en Durao, 2017); por otro lado, se trata de una práctica que pocos
trabajan en forma sistémica y con base de una investigación clínica.
Las tecnologías han sido de gran ayuda como uso alternativo ante las restricciones
sanitarias y su efectividad se ha puesto a prueba, pasando cada punto sin problemas. Dentro
de las ventajas del uso de la telepsicoterapia o psicoterapia online, señalan la alianza
terapéutica y la adherencia al tratamiento, otra ventaja es el rápido acceso y el bajo costo.
Por otro lado, su efectividad se observa en las intervenciones de autoayuda, prevención y
promoción de la salud. Uno de los temores principales de esta modalidad, es la
deshumanización de la terapia por el uso tecnológico. Otra de las ventajas de la psicoterapia
online es la disponibilidad, lo que permite prevenir patologías en etapas tempranas y leves
(Delfín, 2020).
Para el uso de algún modelo se necesita la capacitación apropiada de la psicoterapia
online- Según un estudio, los más jóvenes tienen mayor conocimiento y apertura, sin
embargo, durante su carrera universitaria nunca llevaron alguna materia que los capacitara
para el uso de este medio; el 78% usaba la práctica como medio de comunicación, el 42%
como medio de evaluación y 26% como complemento de terapia (Delfín, 2020).
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Macías y Valero (2018), descubrieron que el modelo psicoterapéutico más aplicado
en la modalidad online, es la terapia cognitivo conductual ya que es la que cuenta con más
investigaciones especializadas de manera internacional. Por otro lado, destacan que los
trastornos clínicos más tratados son los traumáticos, de alimentación, del estado de ánimo,
ansiedad, pánico, los obsesivos compulsivos, adicciones, el dolor crónico, los problemas
familiares, el estrés en el cuidador y la depresión. (Macias y Valero, 2018; como se citó en
Gutiérrez, 2020)
Es necesario considerar todos los aspectos como requisitos para la telepsicoterapia,
tales como los requisitos legales, estándares éticos, formación de nuevas tecnologías,
políticas intra/interinstitucionales. Es deber del psicológo equilibrar cada aspecto dentro de
la práctica, para que no se vea afectada la intervención y para lograrlo, se necesita la
capacitación adecuada ante su ética y la aplicación de ella (Macías y Valero, 2018).
Según APA (2010), existen ocho directrices para la práctica de la telepsicología: los
psicólogos que ofrecen el servicio deberán optimizar su competencia con las tecnologías
utilizadas como con el impacto de las tecnologías en sus clientes/pacientes; debe de
garantizarse el cumplimiento de los estándares éticos durante el proceso y la duración de
los servicios de la tele psicología ofrecidos; los psicólogos ofrecerán y documentarán el
consentimiento informado que aborde las inquietudes relacionadas con el servicio de
telepsicología; los psicólogos deben proteger los datos e información relacionada con sus
pacientes e informales sobre los riesgos sobre la confidencialidad dentro de las tecnologías
en caso de que los haya; deben tomar medidas preventivas que aseguren la protección de
los datos y se deberá valorar los riesgos que existen en cada caso para así evitar la
divulgación de los datos; también, deberán deshacerse de los datos de una forma segura;
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por otro lado, los instrumentos deberán de ser adaptados a la modalidad on-line sin perder
la fiabilidad y validez; por último, los psicólogos han de familiarizarse y cumplir con todas
las leyes del servicio de telepsicología y las variaciones según el lugar (Macías y Valero,
2018).
La experiencia vivida dentro de la telepsicoterapia se relaciona con la eficacia de la
intervención del profesional, aunque, según los datos obtenidos de una investigación por
Fernández, Otero, Vizcaíno, Rodríguez y Rodríguez (2021), descubrieron que la
intervención de la telepsicoterapia permite mantener una ejecución ya que una de las
principales ventajas destaca en el amplio acceso a diversas poblaciones y los niveles de
satisfacción son amplios. Por otro lado, no todos los países cuentan con las fuentes
tecnológicas ni el acceso a estos servicios; esto sugiere la evaluación de su efectividad e
impacto, así como valorar su aplicación en diferentes contextos.
Aunque ya se han utilizado diferentes herramientas terapéuticas en varios contextos
socioculturales, y la satisfacción ha sido adecuada a la persona que recibe el tratamiento, es
importante indagar en la contención del tratamiento y la experiencia de los participantes
para una visualización amplia de este (Agüero, Cervantes, Martínez, Santos, Aguirre,
Espinosa y López, 2021).
Dentro de cada uno de los requerimientos para formar una intervención eficaz se
debe tomar en cuenta lo fundamental de encontrar un equilibrio entre la intervención, la
ética y el uso eficaz de las tecnologías. La mayoría de los escritos arrojan una muy buena
opinión sobre dicha modalidad, las ventajas son mayores que las desventajas y, aunque los
estudios al respecto aún sean escasos, es importante ver la adaptación de las diferentes
corrientes psicológicas y encontrar la más conveniente para esta modalidad. La única
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preocupación es el cuidado de la información compartida en los medios digitales, sin
embargo, si existe una previa capacitación al respecto, los riesgos reducirían.
Experiencia psicoterapia
Para continuar con el concepto de la psicoterapia y sus elementos, es necesario
mencionar los puntos que integran la experiencia de esta intervención: el encuadre, el
setting y la relación psicoterapéutica. Dentro de lo que concierne, en el encuadre
psicoterapéutico se habla de la formación entre psicoterapeuta y paciente, donde se
establecen los horarios, costos o todo aquello que ilustran la forma de llevar el proceso que
se trabajará. (Chanez, Jélvez, Rivas y Wong, 2020).
El setting psicoterapeútico, es otro elemento que se enfoca en el lugar donde se
llevará a cabo la intervención, ya que este es un punto muy importante donde el paciente
llevará su proceso y es necesario que dentro de este encuentre todos los puntos para sentirse
cómodo y con la libertad de expresarse; influyen varios aspectos como el color de la
luminosidad, el espacio que hay, la distribución del mobiliario, entre otras cosas. (Chanez,
Jélvez, Rivas y Wong, 2020).
La relación que hay entre el psicoterapeuta y paciente, ya que esta definirá en gran
medida la eficacia del proceso, por esto debe trabajarse y tomarse muy en cuenta que la
formación del vínculo paciente-terapeuta tiene que ser plenamente profesional y con un fin
en específico, para que se llegue a un consenso que brinde el beneficio a la persona que
busca la atención. (Chanez, Jélvez, Rivas y Wong, 2020).
El vínculo que se crea entre el terapeuta y paciente, propicia el cambio en el
paciente, ese vínculo crea una base segura para que el paciente tome el riesgo de sentir lo
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que supuestamente no debe sentir y a saber lo que se supone no debería saber. El papel del
terapeuta tiene el efecto de generar nuevos modelos de regulación afectiva y dicho vínculo
es un crisol del desarrollo, dentro del cual puede cambiar la realidad interna y externa del
paciente. (Bowlby, 1988; como se citó en Wallin, 2012).
No debe pasarse por alto las necesidades de cada participante, porque esto también
establecerá el trabajo que irán construyendo para encontrar una solución: por un lado, el
paciente brindará su experiencia personal y el terapeuta se encargará de intervenir lo más
apegado a la ética profesional, pero sin olvidar la conexión que ayudará a una intervención
fluida. (Chanez, Jélvez, Rivas y Wong, 2020).
La experiencia de psicoterapia trata de un espacio donde interactúan paciente y
terapeuta en el que influyen diferentes puntos como la historia personal, los conocimientos
previos, las habilidades que tiene el paciente para interactuar, los marcos referenciales que
constituyen la psicoterapia, entre otros (Ramírez, 2011).
Las diversas modalidades de la psicoterapia integran los procesos dentro de las
construcciones sensorio-motóricas y emotivas, como las más abstractas: ya sea las
categorías o los juicios. Dichas modalidades son el resultado de focalizar la intervención
psicológica sobre cada nivel de construcción. Los niveles de construcción no son
homogéneos ni equivalentes, se hayan jerarquizados a una organización cognitiva que va
aumentando la complejidad; esto se reduce a las impresiones sensoriales en relación con las
emociones y pueden relacionarse de forma aleatoria (Villegas, 2013).
Por otro lado, la supervisión se considera un proceso que debe ser analizado. Es un
tiempo y espacio en el que se establece una conexión entre el terapeuta y sus pacientes para
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que la supervisión por un tercero logre observar, desde fuera, la intervención por parte del
psicoterapeuta y que la experiencia, por parte del consultante, sea efectiva. El seguimiento
también debe considerar el momento del paciente y del terapeuta, en este caso, se abrirá el
circuito de explicación y análisis de la enfermedad.
Lo importante es poder recoger y describir en la medida de lo posible los elementos
constitutivos de esta relación, la naturaleza de la experiencia de la interacción entre
subjetividad individual e intersubjetividad. La realidad subjetiva del paciente y la realidad
subjetiva en sí es algo inevitable y tenerlo en cuenta le permite al terapeuta corregir
cualquier inconveniente en el proceso de tratamiento. Este es el mecanismo básico para
mantener la alianza y que el tratamiento pueda ser terminado (Molina, Ben-Dov, Diez,
Farrán, Rapaport y Tomicic, 2013).
Riera (2001) planteó la necesidad de comprender que la relación terapéutica es una
relación interpersonal, por lo que ser un terapeuta neutral podría ser un ataque feroz a la
naturaleza de la relación. El reconocimiento de las dos subjetividades provocará una
conciencia intersubjetiva reflexiva en el paciente. La autenticidad dentro de esta relación,
promueven la resignificación del sí mismo del paciente y un cambio en el espacio
intersubjetivo (Szmulewicz, 2013).
Finalmente, el objetivo del terapeuta es facilitar el cambio de relatos específicos o la
forma en que se relacionan dentro del paciente. Los terapeutas deberán intentar crear una
conversación que facilite cambios manteniendo una actitud de empatía, su actitud deberá
ser una postura optimista y contribuirá en guiar la conversación terapéutica hacia los
cambios. (Sluzki, 1922).
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Experiencia telepsicoterapia
Parte de la experiencia de la telepsicoterapia, es importante la garantía de que el
paciente reciba un tratamiento basado en evidencia de forma ética y profesional, para esto,
el intercambio de los mensajes entre terapeuta y paciente debe estar estandarizado para un
tratamiento adecuado. Dentro de las intervenciones apoyadas por la tecnología, se
encuentran: la que es guiada por el terapeuta (sincrónica) y la autoaplicada (asincrónica),
donde no necesariamente hay una interacción en espacio y tiempo entre paciente y
terapeuta (Glasgow y Rosen, 1982; como se citó en Carrascoza, Echeverría, et al., 2020).
Internet tiene una influencia amplia en las relaciones humanas, y esto implica que
haya una influencia dentro de la práctica psicológica en su principio de intervención y la
relación terapéutica. Entonces, al cambiar los modos de relación del ser humano consigo
mismo y su entorno, las características varían en las dificultades expresadas por cada
paciente que acude a una atención psicológica (Vásquez, 2012).
Tacone (1983) menciona que la psicología online se vive dentro de un consultorio
online y esto facilita la posibilidad de un contacto ágil directo para la consulta de dudas o
problemas; también, está indicada para cualquier persona y esto facilita su accesibilidad
inmediata para alguien que no puede salir de casa, personas con dificultades de locomoción
o los que se intimidan por la presencia del psicólogo (Guevara, 2008; como se citó en
Ramírez, 2015).
La categoría de apoyos en formato online se divide en: el chat, una atención directa
que se reduce a una respuesta breve y así el usuario encuentre alternativas para lograr la
tranquilidad a través de esta comunicación; el email, donde el paciente describe sus
21
dificultades y se responde de manera personal; el foro, se trata de una comunicación abierta
ya que el paciente externa su problema y hay una respuesta general, ya que se toma en
cuenta la participación de otros participantes (Guevara, 2008; como se citó en Ramírez,
2015).
Una de las limitaciones dentro de la intervención de video psicoterapia es el espacio
del terapeuta en su intervención; aunque este busque la manera de crear un buen espacio
para la atención, el paciente tomará su terapia en el lugar que quiera. Esto, da una apertura a
la vida diaria del paciente, a su contexto cotidiano y, de alguna manera, el terapeuta se
introduce al mundo total del consultante (Russel, 2018; Vicent et al., 2017; Cole, Kitzman,
Olds y Sidora, 1998; como se citó en MacMullin, Jerry y Cook, 2020).
Sharff (2011) menciona lo importante de analizar las resistencias, la regresión en los
pacientes a través de la transferencia y la contratransferencia. La capacidad del
psicoterapeuta de mantener la atención flotante es importante, así como la observación de
los gestos, comentarios y evocaciones que consultante manifiesta (Acquarone, 2021).
Pese a las diversas investigaciones, el efecto o la experiencia de las consultas
electrónicas sigue siendo un enigma. Junto con la implementación tecnológica, es
importante que se acompañe con un sistema que evalúe su funcionamiento en los diferentes
aspectos, para así entender que tan apropiadas son en los diversos contextos (Ávalos,
Valdés, Lanzagorta y Nicolini, 2020).
Se destaca que el psicólogo clínico es el especialista con la capacidad de evaluación,
diagnóstico y conocimiento de tratamientos psicológicos para los trastornos mentales
22
(adicciones, trastornos de ansiedad y del estado de ánimo, trastornos de la conducta
alimentaria, etc.). (Echeburúa, Salaberría, Corral y Cruz, 2012).
La experiencia de una intervención psicoterapéutica a través de las tecnologías
abarca diversos aspectos en cuanto a cómo la vive el paciente, sin embargo, es importante
destacar que gran parte de lo que abarca la experiencia de una comunicación a través de
estos medios, es que la persona sea habilitada como un sujeto con sus significantes, es
decir, que existe la posibilidad de convertirse en un escenario de su fantasmática (Passerini,
2018).
De este modo, la teoría histórico-cultural de la actividad, vincula la relación entre
microcontexto y macrocontexto en la interacción entre diversos sistemas de actividad, a
través de la cual se forman nuevos sujetos interpsicológicos y contextos mentales
compartidos. La primera interacción con el consultante es importante ya que se resignifica
su propia experiencia del aprendizaje y a la vez, el psicoterapeuta, construye estrategias
cognitivas, actitudinales, pedagógicas que influyen en su trayectoria futura (Ramos, 2017).
Objetivo
Identificar la perspectiva de los consultantes que tomaron psicoterapia presencial y
que, por la contingencia, tuvieron que continuar su proceso de manera remota.
Método
Diseño de investigación
El diseño de la presente investigación es de carácter cualitativo, exploratorio,
transversal y con un muestreo por conveniencia.
23
Variables
La variable que se investigará es la experiencia del consultante que ha tomado
psicoterapia presencial y en medios alternos con una entrevista abordada por el
investigador.
La psicoterapia presencial, según Compas y Gotlib, es la atención en la psicología
clínica, donde depende del enfoque de cada especialista su manera de intervención. La
psicoterapia es un proceso donde se tratan diferentes trastornos psicológicos (Compas y
Gotlib, 2002, como se citó en Gómez, Maricelly).
Dentro de esta investigación, se enfocará en la telepsicoterapia referente al medio
alterno. La telepsicoterapia es una intervención psicoterapéutica a través de un medio
tecnológico y puede llevarse a cabo por varias plataformas, ya sea de forma sincrónica o
asincrónica. La primera, es todo aquello que permite la comunicación en tiempo real, ya sea
alguna videollamada o llamada; la segunda, son aquellas que implican la comunicación en
tiempo diferido, como el correo electrónico, audios grabados, mensajes de texto, etc. (de la
Torre Marti y Pardo Cebrián, 2018; Varker et al., 2018, como se citó en Chanez, Jélvez,
Rivas y Wong, 2020).
Población
La población que será objeto de investigación, serán las personas que tomaban
psicoterapia presencial y tuvieron que cambiar su proceso de manera remota en Ciudad
Juárez Chihuahua.
Muestra
24
La muestra se constituirá por un grupo de diez personas, quienes hayan tomado
psicoterapia presencial y tuvieron que continuarla de manera remota. El muestreo va a ser
por conveniencia.
Instrumentos
Cuestionario de Alianza de Ayuda Revisado 2, versión paciente
Helping Alliance Questionnarie II – P. (Cuestionario de Alianza de Ayuda Revisado
2, versión paciente). Se creó por un cuestionario revisado en una investigación que, a través
del Cuestionario de Alianza de Ayuda creó dicho cuestionario (Helping Alliance
Questionnarie-HAq) de Alexander y Luborsky (1986, citado en Casari y Stefanini, 2020).
La adaptación loca, realizada por Conn et al. (1993), cuenta con 12 items que se responden
en una escala Likert del 1 al 6 según el grado de acuerdo.
Consentimiento informado
Al momento de la aplicación de la entrevista, se hará entrega a cada uno de los
participantes el consentimiento informado con el fin de proteger sus datos y mantener la
confidencialidad de la información proporcionada.
Cuestionario sociodemográfico
El cuestionario sociodemográfico se trata de un diseño propio, que fue elaborado a
partir de datos sobre la psicoterapia, para conocer el grado de satisfacción de la misma.
Procedimiento
25
1. Se buscará a los posibles participantes consultando a diferentes profesores o
profesionales que hayan tenido pacientes en presencial y tuvieron que continuar
el proceso de forma virtual. 2 – 13 agosto 2021.
2. Se aplicará la entrevista. 16 agosto – 17 septiembre 2021.
3. Se registrarán los datos obtenidos. 20 septiembre – 01 octubre 2021.
4. Se analizarán los datos obtenidos. 4 – 8 octubre 2021.
5. Se generarán los resultados. 11 – 22 octubre 2021.
6. Se generarán las conclusiones. 25 – 5 noviembre 2021.
Resultados
La muestra fue de carácter no probabilístico intencional (Henández Sampieri y Mendoza
Torres; así como se citó en Casari y Stefanini, 2020) compuesta por 26 pacientes que
llevaban atención psicoterapéutica presencial, y por la contingencia continuaron su proceso
vía online. Con una muestra de 26 pacientes, se obtuvieron modelos de dos factores que
evalúan el vínculo positivo y acuerdo en metas y objetivos.
Se consultó cuántas sesiones de telepsicología que habían realizado antes de la contingencia
por COVID. Las principales características de la experiencia en tele-psicología se muestran
a continuación:
Tabla 1.
Modalidad de contratación del servicio de psicoterapia
Frecuencia Porcentaje Porcentaje Porcentaje acumulado

válido
Válidos Seguro 1 3.8 3.8 3.8
Médico
26
Particular 25 96.2 96.2 100.0

Total 26 100.0 100.0
Tabla 2.
Tiempo que lleva asistiendo a psicoterapia
Frecuencia Porcentaje Porcentaje Porcentaje acumulado

válido
Menos de seis meses 12 46.2 46.2 46.2
Más de seis meses 5 19.2 19.2 65.4
Válidos Más de un año 7 26.9 26.9 92.3

Más de dos años 2 7.7 7.7 100.0
Total 26 100.0 100.0
Tabla 3
¿Es su primera experiencia e telepsicología?
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado

Sí 18 69.2 69.2 69.2
Válidos No 8 30.8 30.8 100.0

Total 26 100.0 100.0
Como se observa, la mayoría de las personas encuentran una diferencia entre la psicoterapia
presencial y la telepsicología. Por consiguiente, en cuanto a la pregunta de si continuarían
su proceso terapéutico en línea al finalizar la contingencia por COVID-19, más de la mitad
se negaron. En la última pregunta, que es ¿Qué tan satisfecho se siente con una experiencia
en telepsicología? la mitad de las personas percibieron una experiencia satisfactoria: 50%
27
Tabla 4
¿Encuentra alguna diferencia entre la psicoterapia presencial y la experiencia de la

telepsicología?

Sí 20 76.9 76.9 76.9
Válidos No 6 23.1 23.1 100.0
Total 26 100.0 100.0
Tabla 5.
Una vez finalizada la contingencia por COVID, ¿optaría por continuar en telepsicología
con su terapeuta?

Sí 4 15.4 15.4 15.4
No 15 57.7 57.7 73.1
Válidos
Tal vez 7 26.9 26.9 100.0
Total 26 100.0 100.0
28
Tabla 6.
¿Qué tan satisfecho se siente con su experiencia con telepsicología?
Frecuencia Porcentaje Porcentaje Porcentaje

válido acumulado
3 11.5 11.5 11.5
Muy satisfecho
Satisfecho 13 50.0 50.0 61.5

6 23.1 23.1 84.6
Válidos Poco satisfecho
4 15.4 15.4 100.0
Nada satisfecho
26 100.0 100.0
Total
29
Gráfica 3.
Tabla 7.
Estadísticos
Modalidad Tiempo que ¿Es su ¿Encuentra Una vez ¿Qué tan ExpeTotal
de lleva primera alguna finalizada la satisfecho se
contratación asistiendo a experienci diferencia entre contingencia siente con su
del servicio psicoterapia a en la psicoterapia por COVID, experiencia con
de telepsicol presencial y la ¿optaría por telepsicología?
psicoterapia ogía? experiencia de continuar en
la telepsicología
telepsicología? con su
terapeuta?
Válidos 26 26 26 26 26 26 26
NPerdido 0 0 0 0 0 0 0
s
Media 1.9615 1.9615 1.3077 1.2308 2.1154 2.4231 7.0769
Mediana 2.0000 2.0000 1.0000 1.0000 2.0000 2.0000 7.0000
30
Moda 2.00 1.00 1.00 1.00 2.00 2.00 6.00

Desv. .19612 1.03849 .47068 .42967 .65280 .90213 1.32433
típ.
Varianza .038 1.078 .222 .185 .426 .814 1.754
Discusión
Dentro de la evidencia científica investigada según Holtom (2005), citado en Durao
(2017), la telepsicología es un formato poco eficiente debido a los escasos estudios respecto
al uso de la tecnología durante los procesos psicoterapéuticos, así como también hay muy
poco uso de este medio para las intervenciones. Como se plantea por medio de los
participantes dentro de la investigación, la experiencia por estos medios es diferente en su
mayoría y, por ende, existe una tendencia por la preferencia en modalidad presencial.
Por otro lado, según Molina, Ben-Dov, Diez, Farrán, Rapaport y Tomicic, 2013, la
experiencia de la psicoterapia se lleva a través de la subjetividad individual y la
intersubjetividad, estos puntos son necesarios tomarlos en cuenta a la hora de intervención
ya que la subjetividad que está viviendo el paciente y el entorno conducen a una realidad en
la que el terapeuta debe estar atento para cualquier inconveniente a la hora del tratamiento.
Por esto, desde los datos recopilados a lo largo de la investigación, se observó que parte de
la modalidad en que se llevaron a cabo las intervenciones fue una adaptación al cambio que
estaba viviendo el mundo, aunque se percibieron las notorias diferencias, la experiencia fue
considerablemente satisfactoria.
Conclusiones
Con base a los resultados obtenidos, esta investigación concluye que, en medidas
generales, la experiencia de psicoterapia en línea se percibe, en su mayoría, una diferencia a
31
la psicoterapia presencial. Por otro lado, la consideración de continuar el proceso
psicoterapéutica en modalidad online es en su mayoría descartada; mientras tanto, la mitad
considera satisfactoria la experiencia de telepsicoterapia.
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Cornisa: EXPERIENCIA EN PSICOTERAPIA Y CONFINAMIENTO

La experiencia del consultante que ha tomado psicoterapia presencial y en medios alternos.

Lesly Alejandra Chávez Saucedo

Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

Esta investigación se realiza en el marco de la materia de seminario de

Javier Ramírez Arballo, en Ciudad Juárez, Chihuahua, diciembre del 2021.

Gracias a los profesores que me brindaron su conocimiento a lo largo de los semestres y,

decir que mi tesis está finalizada y eso me llena de orgullo.

El presente trabajo se realizó con el objetivo de explorar la experiencia de pacientes

26 pacientes que cumplieran con el requisito de haber llevado un proceso terapéutico

presencial y tuvieron que continuarlo en modalidad de telepsicoterapia. Se aplicó un

Cuestionario de Alianza de Ayuda Revisado 2, versión paciente. Como resultado la

experiencia de la mitad de las personas al llevar psicoterapia en línea fue satisfactoria,

presencial. Para esto, se discute la importancia de la evaluación de la psicoterapia a esta

modalidad para brindar un servicio más eficaz.

Planteamiento del problema

La necesidad del cuidado sanitario por el COVID-19, llevó a la toma de medidas

esas circunstancias, muchas acciones que implicaban la interacción social en formato

presencial se intercambiaron por el uso de medios digitales.

La práctica de profesionales fue reducida a lo esencialmente necesario. Sin

ellas, la psicoterapia presencial, que comenzó a trabajarse de manera remota. El

confinamiento trajo consigo un cambio, afectando la perspectiva de las situaciones en

uso de medios alternativos para evitar el contacto persona a persona.

La eficacia de la telepsicoterapia no está en duda, ya que ¨un estudio reciente

adecuado de las expectativas, y que el escaso conocimiento de aspectos tecnológicos puede

probablemente la experiencia distintiva efectúa dentro de la variabilidad de cada individuo.

lo tanto, se tomaron medidas preventivas que redujeran la posibilidad de trasmisión, dentro

esto aumentó la necesidad de continuar con atención psicológica ya que la ansiedad, la

depresión y el estrés han agudizado a partir de la contingencia (Kaiser Family Foundation,

brinda soluciones y continuidad a esta problemática. Para esto se requieren tratamientos

adecuados que no reduzcan la eficacia de la intervención psicoterapéutica, por eso, la

importancia de un uso adecuado y capacitado de los medios alternos. De acuerdo con la

Asosiación Americana de Psicología, 2013, la telepsicología se trata de ¨La provisión de

servicios psicológicos utilizando tecnologías de telecomunicaciones¨. Por eso, la

en Argüero, Cervantes, Martínez, Santos, Aguirre, Espinosa y López. 2021).

Las circunstancias actuales han dejado un aprendizaje y es necesaria la preparación

consultantes a la hora de cambiar su proceso presencial a una intervención de manera

La presente investigación surge de la necesidad de estudiar la experiencia del

consultante que ha tomado psicoterapia presencial y en medios alternos, con el propósito de

identificar la forma que tienen de vivenciar esta modalidad y enriquecer el conocimiento

La investigación busca proporcionar información que será útil a la comunidad de

intervención terapéutica de manera remota y muy posiblemente se efectuará una

perspectiva más enriquecida, que podrían llevar a la necesidad de realizar más

investigaciones al respecto para ir modificando la adecuación a la hora de atender la amplia

gama de trastornos en cada uno de los pacientes entrevistados dentro de la investigación.

Debido a que no se cuentan con suficientes estudios de alcance nacional acerca de la

perspectiva ante la atención de la telepsicología, el presente trabajo es conveniente para

atención y las necesidades de intervención ante el COVID-19.

variantes dentro de la adecuación que tenga el paciente ante la telepsicología y el contexto

Ávalos, Valdés, Lanzagorta y Nicolini (2020) realizaron una investigación titulada:

- Efecto de la tele psicoterapia de apoyo en un grupo de pacientes psiquiátricos con

secuelas emocionales por el confinamiento a raíz de la pandemia COVID-19 en México-,

con el objetivo de evidenciar la experiencia de pacientes psiquiátricos, así como encontrar

la efectividad de la continuación en su tratamiento por la telepsicoterapia durante el

confinamiento. Los resultados obtenidos fueron los siguientes: el promedio de la escala de

fueron atendidas y guiadas por 3 profesionales de la salud mental, de manera semanal,

tratamiento (CGI-F). El promedio del CGI- I fue de 4 (moderadamente enfermo) y el del

CGI-F fue de 1 (mucho mejor). Durante el proceso no se presentaron recaídas, abandonos

de tratamiento farmacológico o intentos suicidas, aunque se reportaron 3 ideaciones

Otro estudio -Alianza Terapéutica en tiempos de COVID-19: Perspectiva de

Pacientes de Argentina- a diferencia de la anterior, se centra la alianza terapeútica en

cuanto a la perspectiva de los pacientes y arrojaron resultados satisfactorios, empleando una

nuevo formato de psicoterapia; así como se inclinarían por no continuar en telepsicología

hubo una satisfacción en el formato de la telepsicología, sin embargo, se encontró mayor