Está en la página 1de 2

Ansiedad

CASO
Aurora de 43 años, casada, tiene 2 hijos, diagnosticada con obesidad grado 2. Acude a
consulta por recomendación de un médico, el cual le realizó estudios y le dijo que no tiene
ningún problema físicamente. A pesar de su peso y complexión, los niveles de azúcar, la
presión, y el corazón están bajo control y que todos sus síntomas son causados por pura
ansiedad. Aurora relata que en los últimos meses ha aumentado su malestar, por lo menos 3
veces al día siente las sensaciones físicas, entre ellas taquicardia, falta de respiración,
temblor en las piernas, sudoración, acompañados de un miedo intenso que la hacen creer
que le va a pasar algo y va a morir.
Aurora comenta que la ansiedad comenzó hace 8 años, los síntomas físicos han ido
aumentando con el tiempo, en dónde el común denominador es “me va a dar un paro
cardiaco” o “me voy a morir” La intensidad ha variado con el tiempo desde 5 ataques por
día hasta días sin sentir nada. El último año fue muy tranquilo, logró controlar la ansiedad
por un tiempo, pero en los pasados 3 meses comenzaron a incrementar en intensidad y
frecuencia. Eso ha generado mucho miedo y varias conductas para evitarlo.
Aurora relató varias situaciones en los que tuvo ataques, un ejemplo fue: “hace unos días
tenía que ir al súper para preparar la comida de mi negocio de antojitos; cuando iba a salir
de mi casa empecé a sentir una presión en mi pecho, como un vacío y cuando puse las
manos en mi corazón, me di cuenta que estaba latiendo mucho más rápido de lo normal. En
ese momento sentí que ya no podía respirar y que mis piernas empezaron a temblar,
empezaron a llegar muchas ideas a mi cabeza de que me estaba dando un paro cardiaco y
que me iba a morir, lo peor de todo es que no había nadie en la casa que pudiera ayudarme,
y terminé no saliendo de la casa y no pude hacer las compras” Otro ejemplo que le ha
pasado en varias ocasiones: “Hace unos días me desperté agitada, con palpitaciones algo
rápidas, no sé si sea por lo que estaba soñando, pero al abrir los ojos, lo primero que me
llegó a la mente fue que tengo una enfermedad grave, por lo que me la pasé midiendo mis
palpitaciones y verificando mi respiración sin pararme de la cama durante horas. Siempre
con el vacío en el pecho y sintiendo que me voy a morir” Un último ejemplo fue “Ayer,
mientras estaba en la fila del Oxxo, me desesperé de inmediato, habían como 3 clientes
delante de mí y no avanzaba la fila, esos 10 minutos se me hicieron eternos, empecé a sentir
que las piernas me temblaban, las manos me comenzaron a sudar, la respiración comenzó a
agitarse y mucha taquicardia, por mi cabeza empezaron a llegar ideas de que me iba a dar
un infarto en la fila y cuando me puse a observar quién podría ayudarme me dio mucho más
miedo, porque nadie me conoce, no podrían cargarme ni llevarme al hospital por mi peso y
me iba a terminar muriendo en el Oxxo”
Aurora menciona que la ansiedad está afectando su vida, el miedo al infarto la ha llevado a
evitar todo esfuerzo físico, no realiza ninguna actividad ni ejercicio, ha dejado de ir a su
negocio por lo que económicamente también le ha ido mal. No mantiene ninguna relación

sexual con su pareja por lo que también ha distanciado a su esposo de ella. Se ha vuelto
impaciente con los hijos ya que “no hacen las cosas como ella quiere ni cuando ella quiere”
La última semana ha optado por ni siquiera levantarse de su cama ya que desde que abre los
ojos la invaden los pensamientos de muerte.
Ella dice que por un lado ve que todos los doctores a los que ha acudido, le dicen que no
tiene nada, ningún problema físico, todos sus exámenes han salido bien, pero ella cree
firmemente que en algo se debieron de equivocar, que las maquinas han fallado o que
incluso se confundieron de muestras de sangre, lo que la ha llevado a acudir a diferentes
doctores y hospitales.
El terapeuta le pregunta en qué nivel cree que tiene un problema físico que la pueda llevar a
dejar de respirar o a tener un infarto; Aurora responde que un 85%, pero que durante los
ataques lo cree 100% “no puedo dejar de pensar que me voy a morir y que me va a dar un
paro cardiaco, no puedo evitar medir mis palpitaciones y meterme en mi cama sin moverme
hasta que paren, he comenzado a no querer hacer nada, tengo mucho miedo de salir e
incluso de moverme dentro de mi propia casa.
Al indagar en su historia médica, el terapeuta no encuentra intervenciones o alteraciones
físicas además de la obesidad. El incremento en el peso comenzó hace 8 años al igual que
los ataques de ansiedad y con el tiempo han seguido aumentado. Otro punto que se
encontró en el historial fue la muerte de su madre. Ella estaba presente cuando su mamá
sufrió un infarto, y recuerda muy bien que ella era muy aprensiva, todo el tiempo estaba
diciendo que había algo mal en ella y se preocupaba por cualquier síntoma de enfermedad,
haciendo que toda la familia tomara medicamentos y medicinas yendo al doctor de manera
recurrente.

También podría gustarte