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El teorema de Beer-Lambert se utiliza frecuentemente para relacionar el color de un material

con la cantidad presente de éste: nos dice que la absorbancia de un material es proporcional
a la concentración de éste y a su espesor. Cuanto más material haya (mayor concentración)
más luz se absorberá, e igualmente cuanto mayor distancia tenga que atravesar esa luz. (Esta
ley, aunque no en esa forma matemática, es la misma que rige la atenuación de una onda
cuando atraviesa un material) Normalmente se expresa así:

A = 𝜀Cl

Con A la absorbancia, C la concentración, l el espesor y ε una constante de absorción propia


de cada material. Experimentalmente se suele utilizar para medir concentraciones de un
material, disolviéndolo dentro de un recipiente de longitud conocida l y conociendo el
parámetro ε, o viceversa, determinar el parámetro ε, conociendo la concentración de la
sustancia, y midiendo en ambos casos la absorbancia A, por medio de un espectrofotómetro.

La ley indica que hay una dependencia logarítmica entre la transmisión, de la luz a través de
una sustancia y del producto del coeficiente de absorción de la sustancia, y la distancia que
la luz viaja a través del material.

Esta ley une las leyes de Beer, por un lado, que dice que la cantidad de luz absorbida por una
sustancia disuelta es proporcional a la concentración en la disolución, y la ley de Lambert,
que afirma que la cantidad de luz absorbida por una sustancia es proporcional a la distancia
recorrida por la luz. La proporcionalidad viene determinada por un coeficiente, propio de cada
material que denominamos coeficiente de absorción molar.

Beer-Lambert suele utilizarse para determinar concentraciones, ya que se trata de una


técnica sencilla para utilizar espectrofotómetros.
La disminución de las reservas de petróleo y los diferentes problemas ambientales

generados por los combustibles fósiles, entre otras causas, ha generado la búsqueda de

nuevas fuentes de energía; destacando el biodiesel.

Actualmente se está produciendo el biodiesel a partir de diversas materias primas como

soya, girasol, palma entre otras, las cuales son también utilizadas industrialmente para la

extracción y comercialización de aceites comestibles, representando una gran limitante para

la producción de este combustible.

Las investigaciones en este respecto se están centrando en producir alternativas al

combustible. Una de ellas consiste en los residuos de aceite de cocina usado en frituras, una

fuente que ha demostrado ser económicamente viable para la producción del biodiesel.

El biodiesel es el mejor sustituto del diésel, el cual puede ser utilizado en estado puro o en

mezclas biodiesel/diésel. Algunos parámetros de calidad pueden determinarse con la técnica

del infrarrojo. En comparación con otras técnicas, esta es la de más fácil acceso.

Un estudio elaboró biodiesel a partir de aceite de cocina usado a distintas concentraciones

que luego fueron analizadas por espectroscopía infrarroja.

Los espectros infrarrojos se iniciaron con las muestras puras de biodiesel y diésel para

establecer las diferencias entre ellos; luego se continuó con las dieciocho mezclas a las

diferentes concentraciones; todos los espectros fueron realizados con un espectrofotómetro

infrarrojo con transformada de Fourier, marca Perkin Elmer, modelo Spectrum BX, en el

intervalo de longitudes de onda de 450cm-1 a 4000cm-1.

A medida que aumenta el porcentaje de metanol, la producción de biodiesel se mejora

significativamente. En otros estudios realizados con diversos tipos de aceites, se encontró la


proporción 1:6 como la más adecuada para obtener altos rendimientos de producción,

condición que no presentó el aceite de cocina usado que requirió un exceso de metanol para

alcanzar altos rendimientos.

La proporción molar 1:8 etanol/aceite presentó mayor rendimiento en la preparación del

biodiesel a partir de aceite de cocina usado; los espectros de infrarrojo del biodiesel

presentaron grandes diferencias con respecto al diésel. La espectroscopía infrarroja además

de ser una técnica accesible demostró ser una metodología adecuada, para cuantificar los

porcentajes de mezcla biodiesel de aceite de cocina usado/diésel en el rango de

concentración del (5-70) %, tomando como patrón el incremento en la absorbancia del grupo

carbonilo a medida que aumenta la concentración del biodiesel en las mezclas; se puede

decir que en este rango de concentración cumple con la Ley de Beer Lambert.

La ley de Beer-Lambert es de gran utilidad en numerosas aplicaciones del análisis


instrumental, específicamente enfocada en el análisis por espectrometría infrarroja.

La ley tiende a no ser válida para concentraciones muy elevadas, especialmente si el


material dispersa mucho la luz.

La relación de la ley entre concentración y absorción de luz está basada en el uso de


espectroscopía para identificar sustancias.

Asimismo, existe una versión de la misma ecuación para utilizarse en la atmósfera, ya que los
gases presentes en el aire causan interferencias.

PADILLA MARTÍNEZ, Javier y TRILLO MOYA, Juan Carlos. Electrocromismo en el aula: una
aplicación práctica para física, química y matemáticas en primeros cursos
universitarios. En: II Jornadas sobre nuevas tendencias en la enseñanza de las ciencias
y las ingenierías (2ª: 2010: Murcia). II Jornadas sobre nuevas tendencias en la
enseñanza de las ciencias y las ingenierías del 18 al 20 de noviembre de 2010

Lafont, Jennifer J, Páez, Manuel S, & Torres, Yudi C. (2011). Análisis Químico de Mezclas
Biodiesel de Aceite de Cocina Usado y Diesel por Espectroscopia Infrarroja.
Información tecnológica, 22(4), 35-42. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-
07642011000400005

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