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Mutaciones
Los cambios en la codificación del ADN se denominan mutaciones. Desde el punto de vista de la evolución, estos
cambios constituyen el principal factor de la variabilidad genética y pueden determinar la aparición de nuevas
formas de vida. Analicemos estos tres escenarios:
a) Adaptación: La selección natural preserva los genes que ayudan a los organismos a desarrollarse en su
ambiente (Audesirk, 2008:10).Cuando ocurre un cambio ambiental y existen mutaciones que incrementan la
capacidad de adaptación de un organismo, estas se trasmitirán de generación en generación. Los más aptos
sobreviven y heredan a los hijos las características que les permitieron sobrevivir.
b) Evolución: Las poblaciones de una misma especie que viven en ambientes diferentes están sujetas a distintos
tipos de selección natural (Audesirk, 2008:10). Si a lo largo del tiempo las mutaciones hacen que esas
poblaciones sean tan diferentes que ya no puedan reproducirse entre sí, se habrá originado una especie
nueva.
c) Extinción: Si el ambiente cambia y no existen mutaciones que permitan a los organismos adaptarse, algunas
especies se extinguirán.
Las mutaciones ocurren de manera espontánea por errores durante la duplicación, reparación o recombinación
normal del ADN, pero también se sabe que existen diversos factores, llamados mutágenos, que pueden inducirlas.
Un agente mutágeno es un factor físico, químico o biológico que puede modificar de forma directa o indirecta la
estructura del ADN de los seres vivos. Entre estos tenemos:
2. Tipos de mutaciones
Con fines didácticos, analizaremos las mutaciones por su magnitud, aunque es importante aclarar que esta es
una clasificación arbitraria, puesto que “cualquier mutación de un gen es a su vez una mutación del cromosoma
o genoma” (Oliva, 2004: 25).
Inversión: Un segmento de
un cromosoma se separa, da
un giro de 180° y se vuelve a
unir en sentido inverso.
Translocación: Movimiento
de un segmento de ADN
entre cromosomas no
homólogos o en el mismo
cromosoma. Pueden ser
recíprocas (intercambio de
material genético entre dos
cromosomas) o no
recíprocas. También existe la
translocación robertsoniana,
que es la fusión de los brazos
largos de dos cromosomas
acrocéntricos a un
centrómero común, lo que
genera un cromosoma de
brazos largos y otro de
brazos muy cortos; este
último usualmente se
pierde, pues no se segrega y,
con ello, provoca una
reducción en el número
global de cromosomas.
En el proceso de división celular, en ocasiones ocurren errores de no disminución (un par de cromosomas
homólogos no se separan durante la meiosis I o las cromátides hermanas no se separan durante la meiosis II).
Esto produce gametos desequilibrados: unos con dos copias del mismo tipo de cromosoma y otros con ninguna
(Campbell, 2007: 285). Estos dos escenarios conducen en la descendencia a una aneuploidía, es decir, el aumento
o la disminución en el número de cromosomas.
Monosomía (2n – 1): Ausencia de un cromosoma. En los seres humanos, las monosomías generalmente son
letales y se pierden en abortos espontáneos. La monosomía viable es la del par sexual femenino, que produce
el síndrome de Turner (mujer: 45 cromosomas, X = ausencia de un cromosoma X).
Trisomías (2n+ 1): Exceso de un cromosoma. Los humanos con trisomía poseen 47 cromosomas.
Afectan a:
Cromosomas somáticos
Cromosomas sexuales