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TEMA 4.

EMOCIONES DISCRETAS (2): ANSIEDAD, HOSTILIDAD,


HUMOR, FELICIDAD, AMOR, CULPA, VERGÜENZA Y ORGULLO
1. LA ANSIEDAD

1.1. DEFINICIÓN

Aunque es de los fenómenos afectivos más conocidos y estudiados, a menudo se confunde


con: el miedo (este último se da reactivamente ante amenazas concretas y presentes, en lugar
de anticipadamente ante amenazas generalmente difusas, subjetivas y futuras) o el estrés (a
pesar de compartir elementos funcionales, este último no es una emoción sino un proceso
psicológico adaptativo vinculado a la activación).

La ansiedad normal es un fenómeno emocional normal, adaptativo e imprescindible para la


vida; mientras que la ansiedad patológica (vinculada a diversos trastornos) dificulta la
superación de obstáculos y genera síntomas diversos que afectan al funcionamiento de la
persona. Conceptos diferentes no diferenciados semánticamente.

 ANSIEDAD: actitud cognitiva emocional desarrollada a partir de la emoción primaria de


miedo, que permite extender las capacidades de ésta ante nuevas condiciones y
situaciones del entorno de la persona; permitiéndole movilizarse, anticiparse y dar una
respuesta preventiva eficaz a las situaciones de amenaza.

Según Fernández‐Abascal (2010), es un fenómeno emocional básico (forma parte de la


dotación básica de las personas y no se necesita aprenderla culturalmente, se adquiere a lo
largo del desarrollo temprano consecuencia de su proceso de maduración cerebral) pero no
una emoción primaria (como el miedo, del que surge ésta). No es una emoción primaria,
porque no es una emoción “pura” sino una ACE, no posee desencadenantes específicos,
procesamiento cognitivo propio, experiencia subjetiva característica y única, comunicación no
verbal distintiva o activación fisiológica característica.

Aportación evolutiva que eleva los procesos emocionales: pasan de ser reactivos a proactivos,
condicionando los procesos preceptivos, atencionales y de procesamiento de información
(requiere mayor esfuerzo cognitivo). Esta ACE, establece una serie de sesgos cognitivos que
actúa sobre el sistema de evaluación y valoración del evento/situación, permitiendo
anticiparse y preparar los medios psicológicos necesarios. Aunque su aparición no depende de
lo sociocultural, la manera y situaciones en que se expresa diferencialmente en cada individuo
depende de sus vivencias previas (infancia…).

1.2. CARACTERÍSTICAS
SESGOS VINCULADOS A LA PRIORIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN AMENAZANTE:

1) Sesgos atencionales: en comparación con los E’s neutros, se focaliza la atención hacia
los E’s indicadores de amenaza. Se produce de manera automatizada (baja conciencia):
inicialmente se da hipervigilancia (atención a todo E, por si pudiera ser peligroso) y
después al identificarse un E amenazante, se focaliza toda la atención en él, ignorando
el resto.
2) Sesgos de memoria: para verificar si un estímulo es o no peligroso, es necesario
compararlo con experiencias previas en situaciones similares y esto debe hacerse de
manera muy rápida. La ansiedad estimula la recuperación de información con
significación amenazante, donde las expectativas de recuerdo parecen tener un papel
también importante.
3) Sesgos de interpretación en los juicios: los eventos ambiguos se interpretan como
amenazantes en lugar de neutros.

COMPENSACIÓN DE LA SOBRECARGA AL PRIORIZAR LA INFORMACIÓN AMENAZANTE:

Para que esta priorización no sobrepase los recursos cognitivos y de la memoria operativa, se
recurre a recursos auxiliares, movilizando otros sistemas, como el conductual (ej: estoy muy
ansioso y sobresaturado mentalmente, me tapo los oídos, cierro mi foco visual con las manos,
etc.). Esto favorecerá también el afrontamiento futuro.

1.3. ACTIVIDAD FISIOLÓGICA, COGNITIVA Y MOTORA

 Efectos subjetivos: angustia, tensión, nerviosismo, malestar, preocupación, pavor.


 Efectos fisiológicos: aumenta el tono muscular, aumenta el ritmo respiratorio
(disminuye la amplitud respiratoria), aumenta la tasa cardiaca, aumenta la presión
sanguínea sistólica y diastólica, aumenta la resistencia vascular periférica, disminuye el
volumen sanguíneo, disminuye la temperatura periférica, aumenta la conductancia de
la piel y aumenta la adrenalina en sangre.
 Afrontamiento: sensibilización, represión, baja defensa, uso de recursos adicionales.
 Motor: carece de comunicación no verbal universal (muy diversa). Manifestaciones c
onductuales que tienden a las conductas de evitación (formas muy variadas).
 Tradicionalmente 2 modos de Afrontamiento extremos:
 Sensibilización o vigilancia: orientación a lo amenazante del entorno.
 Represión o evitación cognitiva: redirección de la atención fuera de lo amena
zante.
1.4. CONSECUENTES

Papel de la ansiedad rasgo (tendencia de personalidad a reaccionar de forma ansiosa en a las


situaciones) y la ansiedad estado (proceso o reacción de ansiedad ante un estímulo en una
situación concreta): El rasgo determinará principalmente el tipo de interpretación o valoración
(amenazante o no) que se hace de un evento; mientras que el estado determinará
básicamente la reacción ansiosa y las respuestas para hacerle frente en una situación concreta.
La ansiedad se vuelve patológica no tanto por un mal funcionamiento del propio proceso
emocional, sino por un afrontamiento inadecuado del mismo o por activarse bajo condiciones
que no son verdaderamente amenazantes. Principales trastornos: trastorno de pánico sin
agorafobia o con agorafobia, fobias específicas, fobia social, trastorno obsesivo-compulsivo,
trastorno de ansiedad generalizada y trastorno de estrés post-traumático.

2. LA HOSTILIDAD

2.1. DEFINICIÓN

Es un fenómeno difícil de definir, debido a que tradicionalmente se ha investigado y evaluado


de manera muy solapada con la agresión y la ira. Algunos autores incluso hablan del síndrome
AHI, donde la ira sería el componente central. Spielberger, Jacobs, Russell y Crane (1983)
proponen que: la ira sería un estado emocional que comprende sensaciones que varían en
intensidad (desde ligera irritación a furia/rabia); la hostilidad sería una actitud que motiva
conductas agresivas dirigidas a destrozar objetos o injuriar a otros; la agresión comprendería
destrucción o conductas punitivas dirigidas hacia otros.

 HOSTILIDAD: actitud cognitiva emocional que implica la evaluación negativa y aversiva


de los otros (Buss, 1961); actitud negativa hacia una o más personas que es reflejada
en un juicio decididamente desfavorable del evaluado (Berkowitz, 1993); La hostilidad
funciona como un sistema de procesamiento de información aversiva sobre otros que
permite movilizar acciones preventivas anticipadamente.

2.2. CARACTERÍSTICAS

 Desencadenantes: no tiene unos desencadenantes concretos Situaciones que


provocan directamente hostilidad (en las que se produce violencia física o en las que
se atribuye a otras personas actitudes de irritabilidad, negativismo, resentimiento,
recelo o sospecha. Dolor interno. Temperatura displacentera.
 Procesamiento cognitivo: evaluación afectiva (novedad baja y agradabilidad abierta) y
valoración de la situación (significación y afrontamiento abiertos y normas abiertas
moduladas por el contexto sociocultural.
 Funciones: inhibir las conductas indeseables de otras personas, evitar situaciones de
enfrentamiento e impulso por hacer algo que elimine o dañe al agente que provocó el
sentimiento displacentero.

2.3. ACTIVIDAD FISIOLÓGICA, COGNITIVA Y MOTORA

 Efectos subjetivos: sentimientos de ira, sensaciones airadas y rumiaciones.


 Correlatos neurobiológicos: disminución en la función serotoninérgica, básicamente
similar a los de la ira pero más moderados en intensidad, más mantenidos en el
tiempo, y resistententes en la habituación, aumenta la tensión muscular general y
aumenta la frecuencia respiratoria.
 Expresión facial: se reconoce la expresión facial de la ira que se manifiesta cuando la
actitud hostil provoca la emoción de ira.
 Expresión vocal: elevar la voz cuando se discute, utilización de un lenguaje fuerte y
hacer amenazas verbales.
 Afrontamiento: el afrontamiento va dirigido a inhibir las conductas indeseables de
otras personas e incluso a evitar una situación de enfrentamiento y la agresión es un
aspecto del componente conductual, la agresión verbal y otras formas de conducta
opuesta se expresan muy sutilmente y no violan las normas sociales.

2.4. CONSECUENTES

Se asocia estrechamente con la enfermedad coronaria, varios motivos: Se considera que la


hostilidad es el componente más patógeno del llamado “patrón de conducta tipo A”:
tendencia de las personas a mostrar ambición, competitividad e implicación laboral muy
elevadas, así como impaciencia, urgencia temporal y actitudes hostiles (especialmente en
situaciones estresantes o retadoras): uno de los factores de riesgo más relevantes en estas
enfermedades (como tabaco, colesterol, presión sistólica…).

La hostilidad promueve la ausencia de apoyo social (capaz de amortiguar los efectos negativos
de algunos comportamientos perjudiciales de estos individuos), pues suelen rechazar a los
demás al interpretar sus comportamientos como amenazantes o malévolos, actitud de rechazo
que refuerza un menor acercamiento por parte de los demás. También se ha vinculado a
menores conductas saludables, debido a menor autocontrol y disciplina.

Numerosos estudios encuentran una mayor hiperreactividad cardiovascular en personas


hostiles (mayor activación cardiovascular y endocrina) en situaciones de estrés,
experimentándose estos episodios de manera más frecuente, prolongada y que requieren un
mayor tiempo de recuperación.

3. EL HUMOR

3.1. DEFINICIÓN

El sentido del humor es un fenómeno emocional subjetivo que refleja madurez emocional. El
HUMOR o la “emoción hilarante” (del latín, hilaris, alegre) puede definirse como el proceso
producido por la valoración de haberse cometido un error/fallo que no resulta malo o dañino,
lo que produce risas y buenos sentimientos (actitud cognitiva emocional que refleja una
disposición positiva y relajada).

Lo más habitual es estudiar la “respuesta de humor”o“respuesta hilarante”: reacción que


denota que un evento resulta divertido, incluyendo a menudo respuestas como risas, sonrisas
o carcajadas.

3.2. CARACTERÍSTICAS
3.3. CONSECUENTES

Aunque no se ha estudiado de manera sistemática, es evidente que produce un estado


placentero, caracterizado por la relajación. La aparición de “respuestas hilarantes” puede
ayudar a mitigar, suprimir o interrumpir una amplia variedad de estados emocionales
negativos (ej: se ha usado para contracondicionar estados de miedo e ira; o en la
desensibilización sistemática para eliminar el miedo en una fobia). También se ha vinculado a
una reducción del estrés, el malestar y el dolor.

Su consecuencia más evidente es el desarrollo de una actitud general de afiliación,


pertenencia, cooperación y comunicación, es decir, se trata de un fenómeno emocional
eminentemente prosocial. A nivel grupal, potencia una atmósfera relajada.

4. LA FELICIDAD

4.1. DEFINICIÓN

Es la actitud cognitiva emocional positiva que más reflexión ha generado y la que más
buscamos las personas. Aunque científicamente es común operativizar su estudio utilizando
términos como bienestar (subjetivo: valoración hedónica de la vida / o psicológico: felicidad
resultado de conseguir desarrollar al máximo nuestros potenciales) o satisfacción vital,
cualquiera de estos términos implica un elemento afectivo común que habitualmente
denominamos felicidad.

 FELICIDAD: Estado emocional positivo que se acompaña de sentimientos de plenitud,


bienestar y satisfacción que se desencadena tras la consecución de metas globales o
específicas, resultando cualquiera de ellas de especial relevancia para la vida de la
persona.

En este apartado será concebida de un modo ecléctico, es decir, entendiendo que ésta
depende tanto de la experimentación de situaciones placenteras/agradables (perspectiva
teórica hedónica) como del desarrollo de las capacidades personales y de la autorrealización
(perspectiva t. eudaimónica).
4.2. CARACTERÍSTICAS

4.3. ACTIVIDAD FISIOLÓGICA, COGNITIVA Y MOTORA

 Efectos subjetivos: vivencia placentera y reforzante, sensaciones de bienestar,


seguridad y tranquilidad, emociones negativas efímeras y mejora procesos cognitivos.
 Correlatos neuroanatómicos: prefrontal izquierdo dominante, ganglios de la base,
córtex prefrontal medial, córtex parietal
 Correlatos neurofisiológicos: dopamina y fármacos psicoactivos.
 Correlatos psicofisiológicos: aumenta tono muscular, aumenta ritmo respiratorio,
aumenta tasa cardiaca, aumenta presión sanguínea diastólica y sistólica, disminuye el
volumen sanguíneo, disminuye la temperatura superficial y aumenta la conductancia
de la piel.
 Expresión facial: pómulos elevados, elevación y retraimento de las comisuras labiales
y leve plegamiento de la piel del párpado inferior.
 Expresión vocal: aumenta el tono y la sonoridad de la voz, y aumentan las variaciones
tonales.
 Afrontamiento: bajo nivel de demanda, sensación de energía, optimismo y
satisfacción, mejora el rendimiento cognitivo y facilita la interacción social y la
vinculación afectiva.

4.4. CONSECUENTES

 A nivel cognitivo:
MEMORIA: el afecto positivo (uno de los componentes de la felicidad), promueve la
evocación de recuerdos agradables.
CATEGORIZACIÓN: cuando se experimenta felicidad se tiende a organizar los estímulos
del entorno en categorías más amplias y de manera más flexible (disminuiría la rigidez
mental para categorizar). Ello se ve además modulado por el tipo de información a
categorizar: muy patente ante estímulos neutros, ligeramente ante estímulos positivos
y no varía ante estímulos negativos.
RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS Y CREATIVIDAD: favorece ambas (ej: Problema de la vela
(Duncker, 1945; Test de asociaciones remotas (Mednick, Mednick & Mednick, 1964).
 A nivel social: Estimula la sociabilidad; reduce el conflicto interpersonal; en situaciones
de negociación promueve soluciones ventajosas para ambas partes; y fomenta la
conducta altruista (siempre que la acción no implique una pérdida del estado de
bienestar afectivo).

5. EL AMOR

5.1. DEFINICIÓN

Es la actitud cognitiva emocional positiva que es capaz de generar una mayor cantidad de
sentimientos agradables e intensos. Cuenta también con una elevada capacidad para movilizar
energía y diferentes conductas. En psicología se entiende de una forma más restringida que en
el lenguaje coloquial. Se considera un estado emocional con una clara utilidad evolutiva
(fundamentalmente para asegurar la reproducción y el cuidado de la prole, al menos en
mamíferos).

 AMOR: actitud cognitiva emocional que implica el deseo o la propia participación en


una experiencia afectiva positiva con otro individuo (no necesariamente recíproca).

Se encuentra vinculado al concepto de APEGO: estilo de comportamiento que muestra la


persona a la hora de vincularse afectivamente con otros individuos por los que muestra
preferencia (especialmente familiares y parejas). Algunos autores proponen que el “amor
compañero” y el “amor romántico” se encuentran condicionados por el tipo de apego que el
niño/a desarrolla con su madre en la infancia.

Sternberg (1986) distingue entre 7 formas diferentes de amor:

5.2. CARACTERÍSTICAS

Los estímulos que lo desencadenan son básicamente la observación o la evocación de un


individuo cuyas características nos hacen querer aproximarnos y permanecer junto a él.

El amor romántico o pasional se ha estudiado en mayor medida que los otros “tipos” de amor,
encontrándose evidencia de que parece darse en mayor medida en personas con las siguientes
características: baja autoestima (Reik, 1949; Hartfield, 1965) y elevada ansiedad, dependencia
e inseguridad (1974). No obstante, la cultura y la sociedad condicionan fuertemente a las
manera de experimentar el amor, por lo que es posible que en la actualidad no se observen
estas diferencias tan marcadas.

5.3. ACTIVIDAD FISIOLÓGICA, COGNITIVA Y MOTORA

5.4. CONSECUENTES

Según Hatfield y Rapson (2000), las principales consecuencias del amor, son: Momentos de
gran satisfacción y regocijo. Sentirse aceptado y entendido. Sensación de seguridad.
Transcendencia: algunos sienten que evolucionan como persona y superan anteriores
limitaciones, convirtiéndose en mejores versiones de sí mismos. Beneficios en el sistema
inmune si el amor es correspondido, si no, más vulnerabilidad.

El amor a menudo aparece junto a otros estados emocionales: alegría, celos, miedo, soledad,
tristeza, etc. Cuando se confirma que un amor no es correspondido (o deja de serlo tras un
tiempo): baja autoestima y sentimientos de soledad y miseria. Cuando termina una relación
amorosa----mayor vulnerabilidad a una amplia variedad de enfermedades físicas y psíquicas.

6. LAS EMOCIONES AUTOCONSCIENTES

6.1. LAS EMOCIONES AUTOCONSCIENTES (o AUTOEVALUATIVAS o SOCIOMORALES)

Se identifican porque reflejan algún tipo de juicio evaluativo al propio yo, en referencia a una
serie de criterios acerca de lo que se considera una acción apropiada en diversos ámbitos. Su
papel en el control, la dirección y la modulación de la propia conducta resulta fundamental.

Tradicionalmente ha existido más énfasis en la elaboración de una teoría general de la


emoción que en explorar las diferentes emociones por separado. Aunque en los últimos años
su estudio se ha incrementado (especialmente culpa y vergüenza), todavía existe poca
evidencia, básicamente por 3 motivos: 1) Su estudio es más complejo, al no poseer una
expresión facial identificativa e inconfundible; 2) Algunas de ellas se confunden fácilmente (ej:
culpa y vergüenza), a menudo por diferencias semánticas entre culturas y lenguas; 3) Sus
implicaciones para la moralidad del individuo hace más reticentes a los investigadores.
6.2. CARACTERÍSTICAS GENERALES

Son emociones secundarias que surgen como resultado de transformaciones de otras


emociones más básicas (ej: la alegría es la raíz del orgullo).

Son emociones complejas que requieren que previamente se desarrollen ciertas habilidades
cognitivas, especialmente de una noción del yo o autoconciencia.

Son emociones sociales que implican importantes aspectos interpersonales, ayudan a regular
nuestra conducta en situaciones sociales. En concreto, son fruto de la interiorización de los
valores y normas de la cultura (nos señalan lo correcto y lo incorrecto), además, suelen tener
lugar en contextos interpersonales. Modelo de Lewis (2000) de la elicitación de emociones
autoevaluativas:

6.3. LA CULPA

Es una emoción secundaria que surge de una evaluación negativa del yo relativamente
específica, focalizando la persona la atención en la acción concreta. Así, se origina un proceso
cognitivo‐atribucional centrado en la conducta (manifiesta o incluso imaginada) y no en la
globalidad del yo. Esta emoción conlleva la puesta en marcha de esfuerzos y conductas
orientados a reparar la acción negativa. Es por ello que se considera una emoción con gran
utilidad y valor moral.

Tiene un efecto displacentero moderado y variable (cuando la acción puede


corregirse/repararse la persona puede liberarse de ella con facilidad; cuando esto no es
posible, genera malestar intenso). Respecto a su vivencia o experiencia fenomenológica,
quienes la sienten suelen experimentar dolor y remordimiento. Provoca deseos de confesar,
pedir perdón, reparar el daño y actuar de otro modo en el futuro.

Aunque a nivel interpersonal (y en comparación con la vergüenza) se trata de una emoción


que resulta positiva para la persona, ¿qué sucede en el plano individual? Diversos estudios
(Harder, 1995; Tangney, Burggraf & Wagner, 1995) muestran que la culpa cuando está libre de
vergüenza, no se asocia a síntomas psíquicos; sin embargo, cuando va unida o fusionada con
ésta (en su acepción de “shame”) entonces suele vincularse con el autocastigo, la rumiación
obsesiva y patologías psíquicas diversas. Por otro lado, la culpa suele asociarse con la empatía,
pues a menudo implica la conciencia de ser el “agente causal” del sufrimiento o perjuicio a
otros.

6.4. LA VERGÜENZA

Es una emoción secundaria que surge de una evaluación negativa del yo de carácter global,
focalizando la persona la atención en sí misma. Esta emoción conlleva la interrupción de la
acción, una cierta confusión mental y dificultad/torpeza para expresarse. La persona, con el fin
de librarse de la vergüenza, recurre a mecanismos como la reinterpretación de los eventos, la
disociación del yo y el olvido de la situación. Tiene un efecto displacentero intenso (como
supone un ataque o una puesta en evidencia del yo, la persona intenta liberarse de él con
rapidez). Respecto a su vivencia o experiencia fenomenológica, se produce un deseo de
esconderse o de desaparecer (“tierra trágame"). Físicamente, se manifiesta en una especie de
encogimiento del cuerpo (se encorva corno si quisiera desaparecer de la mirada ajena), en
apartar la mirada o taparse los ojos, etc.

En español, utilizamos el término vergüenza para referirnos a 2 conceptos diferentes (Pascual,


Pérez, Etxebarría & Isasi, 2003):
 Vergüenza en el sentido de bochorno o apuro (embarrassment en inglés): cuando la
persona se siente expuesta a la mirada ajena y comete una falta/error leve o mínimo
(puede ser visto como algo divertido). Acompañado de sorpresa y rubor (sonrojo)
 Vergüenza moral (shame en inglés): cuando la persona se siente expuesta ante los
demás o ante sus propios valores y comete una falta/error más grave que
normalmente implica transgredir una norma moral. Comparte bastantes semejanzas
con la culpa (guilt en inglés). Mayor sensación de responsabilidad, pesar y enfado con
uno mismo.

6.5. DIFERENCIAS ENTRE LA CULPA Y LA VERGÜENZA

En general, existen diferencias entre países que condicionan estas diferencias:

 En países anglosajones (y de ética protestante) ambas emociones se podrían


diferenciar por el modo en que la persona interpreta sus transgresiones o fallos: en la
vergüenza la persona se enfoca en sí misma (YO hice esa cosa horrible); en la culpa se
enfoca en la conducta (yo hice esa COSA horrible). Por eso muchos autores defienden
que la vergüenza es más desagradable y más dolorosa para el individuo (me
ataco/critico a mí mismo). Visión dominante hoy día.
 En países hispanohablantes ambas emociones se podrían diferenciar más por el
carácter público/privado de la emoción y por el tipo de transgresión o fallo: la
vergüenza es más pública (infiero evaluación negativa por parte de los demás) y se da
cuando no se alcanzan ciertos estándares o rendimientos; la culpa es más privada
(evaluación negativa de uno mismo) y se da cuando se transgreden ciertas normas o
reglas. En cuanto a las tendencias de acción las diferencias están bastante más claras:
Vergüenza: predisposición al escape/evitación (desaparecer de la situación). Culpa:
predisposición a mantenerse ligado a la situación para tratar de repararl a (o también
confesar o pedir perdón).

6.6. EL ORGULLO

Es una emoción secundaria que surge de una evaluación positiva (en relación a unos
estándares, normas o metas) de una acción propia. La persona, con el fin de volver a
experimentar esa sensación agradable (muy reforzante), tiende a repetir las acciones que lo
suscitan o conductas similares. Promueve la autoestima. Respecto a su vivencia o experiencia
fenomenológica, se produce satisfacción y alegría por algo realizado por uno mismo (acción,
pensamiento o sentimiento que se consideran dignos de ser admirados), así como sentirse
absorto por la acción realizada. Escasamente estudiada. Físicamente, se manifiesta a menudo
con expansión del cuerpo (pecho hinchado, extremidades separadas…) y la cabeza erguida (a
veces fosas nasales más abiertas y leve sonrisa).
Algunos autores (Lewis, 2000) estudian un tipo de “orgullo exagerado”, al cual denomina
hubris (similar a la arrogancia) y que considera una emoción secundaria diferenciada del
orgullo. Se produciría ante una evaluación positiva del yo de carácter global (no circunscrita
exclusivamente e situaciones específicas). Si atendemos a la conceptualización de Lewis, el
hubris podría considerarse más bien un rasgo de personalidad. En general, el hubris o
arrogancia se trata de un fenómeno afectivo muy poco adaptativo (genera rechazo en los
demás, que se pueden sentir despreciados o humillados).

En casos extremos se vincularía al narcisismo. Hay autores que ponen en duda que el hubris
puede considerarse diferente del orgullo, pues aunque el orgullo surja vinculado a una
situación concreta (ej: un logro), casi siempre implica acabar focalizándose en el yo
responsable de la misma.

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