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6. LA MOTIVACIÓN EN EL CONTROL DE LA ACCIÓN:
MOTIVACIÓN INTRÍNSECA Y EXTRÍNSECA
1. INTRODUCCIÓN
Exploraremos cómo ciertos elementos externos al propio individuo son capaces de motivarle
para actuar de un modo concreto, también se verá cómo a través de la modificación de las
características y propiedades de esos elementos se pueden provocar cambios en la conducta.
En este tema, se considerará la MOTIVACIÓN como una disposición del individuo para actuar
que, en lugar de simplemente activar una conducta determinada, le lleva a localizar una meta
u objetivo en la que focalizarse.
2. MOTIVACIÓN EXTRÍNSECA
Así, la simple idea de que una determinada conducta nos llevará a conseguir un premio o
reforzador es capaz de hacer que una conducta se realice con un mayor grado de motivación.
Sin embargo, el valor de un objeto o evento no se encuentra en sí mismo, sino en la
percepción e interpretación que hace el sujeto de éste (expectativas creadas). La motivación
extrínseca suele explicarse habitualmente desde el paradigma conductual (condicionamiento
clásico y operante).
2.1. ASPECTOS QUE AFECTAN A LA ME
En los de razón se emite mayor número de R’s (depende del sujeto el recibir el reforzador); en
los de intervalo se producen pausas tras recibir los premios (se crea rápidamente la
expectativa de que hasta que no transcurra un tiempo determinado no obtendrá el premio).
2. Cantidad y calidad del premio: a mayor cantidad y calidad del reforzador, mayor emisión de
la conducta motivada. OJO: para determinar qué nivel y calidad del premio son los adecuados,
hay que conocer la experiencia previa de éste (pues nos orientará sobre sus expectativas).
3. MOTIVACIÓN INTRÍNSECA
La MI se refiere a la motivación para implicarse en una actividad por su propio valor. Supone
una necesidad psicológica por implicarse en alguna acción sin que exista recompensa externa
(la realización de la propia actividad actuaría a modo de recompensa). Implica creatividad y
curiosidad (los estímulos novedosos, imprevisibles y complejos despiertan nuestra curiosidad).
Este tipo de motivación está movida por el deseo de descubrir y aprender, algo que es
inherente al ser humano.
La mayoría de los estudios sobre la MI hacen hincapié sobre los aspectos subjetivos que
inciden en el ser humano, utilizando principalmente conceptos como: autocompetencia
(White), causación personal (De Charms), autodeterminación (Deci y Ryan) o autoeficacia
(Bandura).
White (1959) es uno de los pioneros. Defiende que las personas tienen la necesidad de
sentirse competentes y de actuar eficazmente en el entorno (autocompetencia).
Pensó, que las conductas intrínsecas motivadas eran aquellas en la que la persona
participa para auto‐evaluarse como componente y auto‐determinante en relación con
su entorno.
De Charms (1968) habla de las conductas que inicia una persona con la intención de
producir cambios en el ambiente. El ser humano se esfuerza por ser el agente causal y
origen de su conducta El individuo considerado como “origen” o como “peón de su
actividad”: Como origen, la conducta se encuentra determinada por elecciones
personales, como peón, su conducta depende de estímulos ajenos y pasa a ser una
marioneta. Introduce el concepto de causación personal, que es un principio guía
sobre el que se construye el resto de motivos. A partir de los trabajos de causación
personal se introduce el concepto de la “paradoja del incentivo”, demostrando que
aquellos incentivos externos incorporados a actividades intrínsecamente motivadas
llegaban a disminuirla.
Teoría de la Sobrejustificación (Lepper, 1973): defiende que la percepción que tiene
uno mismo de las causas que provocan su conducta determina e influye en su
motivación. Esta teoría establece que el interés por la actividad disminuirá si la acción
se convierte en un instrumento para conseguir una meta extrínseca---Si se percibe que
los incentivos externos controlan la conducta, la MI descenderá porque se encontrará
“sobrejustificada”. La conducta pasa de depender de factores internos a hacerlo de
factores externos.
Experimento de Lepper, Greene y Nisbett, 1973: los niños fueron recompensados
generosamente por dibujar con rotuladores, una actividad que habían disfrutado
anteriormente haciéndola por su cuenta durante el tiempo de juego. Cuando
posteriormente se dio a los niños la oportunidad de jugar de nuevo con los rotuladores
(ya sin recompensa), los que habían sido premiados previamente mostraron un interés
bastante menor que los no recompensados.
COSTO OCULTO DE RECOMPENSA: resultado negativo (menos interés y dedicación)
que produce el incentivo externo sobre una conducta ya motivada intrínsecamente
(ahora sobrejustificada).
Teoría de la Autoeficacia (Bandura, 1987): plantea que la percepción que tenga la
persona de su dominio sobre la tarea determinará sus expectativas de éxito, su
persistencia en la ejecución y la cantidad de esfuerzo invertido en la tarea. Según esta
teoría, los 2 elementos centrales que inciden sobre la motivación y el
comportamiento, son:
La autoeficacia percibida: evaluación de la capacidad de uno para organizar y
llevar a cabo un tipo concreto de actuación.
La expectativa de resultados: valoración acerca de la probabilidad de que se
den las consecuencias esperadas tras una determinada acción.
Para Bandura, saberse capaz de lograr algo (percepción de autoeficacia) y esperar un
resultado positivo (expectativa de resultado), hace que aumente la MI y se faciliten
los aprendizajes posteriores. La motivación depende de recompensas externas y,
también y sobre todo, de recompensas internas y auto‐generadas, que regulan el
comportamiento.