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PRESIÓN ARTERIAL ALTA (HIPERTENSIÓN)

Descripción general
La presión arterial alta (hipertensión) es una afección frecuente en la que la fuerza
que ejerce la sangre contra las paredes de tus arterias con el transcurso del
tiempo es lo suficientemente alta como para poder causarte problemas de salud,
como una enfermedad cardíaca.
La presión arterial está determinada tanto por la cantidad de sangre que el
corazón bombea como por el grado de resistencia al flujo de la sangre en las
arterias. Cuanta más sangre tu corazón bombee y cuanto más estrechas estén tus
arterias, mayor será tu presión arterial. La lectura de la presión arterial se
determina en milímetros de mercurio (mm Hg). Tiene dos números.
Valor superior (presión sistólica). El primero, o superior, mide la presión en las
arterias cuando el corazón late.
Valor inferior (presión diastólica). El segundo, o inferior, mide la presión en las
arterias entre los latidos.
Se puede tener presión arterial alta durante años sin presentar ningún síntoma. La
presión arterial alta no controlada aumenta el riesgo de padecer graves problemas
de salud, como el ataque cardíaco y el accidente cerebrovascular.
Afortunadamente, la presión arterial alta se puede detectar fácilmente. Y, una vez
que sabes que tienes presión arterial alta, puedes trabajar con tu médico para
controlarla.

Síntomas
La mayoría de las personas con presión arterial alta no tienen signos ni síntomas,
incluso si las lecturas de presión arterial alcanzan niveles peligrosamente
elevados.
Algunas personas con presión arterial alta pueden tener dolor de cabeza, dificultad
para respirar o sangrado nasal, pero estos signos y síntomas no son específicos y,
por lo general, no se presentan hasta que dicho trastorno alcanza una etapa grave
o potencialmente fatal.
Cuando debes consultar con un médico
Probablemente te midan la presión arterial como parte de tu cita de rutina con el
médico.
Pídele a tu médico que te mida la presión arterial, al menos, cada dos años a partir
de los 18 años. Si tienes 40 años o más, o si tienes entre 18 y 39 años y presentas
un riesgo elevado de presión arterial alta, pídele a tu médico que te mida la
presión arterial todos los años.
Por lo general, la presión arterial se debe medir en ambos brazos para determinar
si hay alguna diferencia. Es importante usar un brazalete del tamaño adecuado.
Tu médico probablemente te recomendará medirte la presión con más frecuencia
si ya te han diagnosticado presión arterial alta o si tienes otros factores de riesgo
de enfermedad cardiovascular. A los niños de 3 años y mayores generalmente se
les medirá la presión arterial como parte de su examen anual de rutina.
Si no visitas a tu médico con regularidad, es posible que puedas medirte la presión
arterial gratis en una feria de salud u otros lugares en tu comunidad. También
puedes encontrar máquinas en algunas tiendas que te medirán la presión arterial
gratis.
Las máquinas públicas para medir la presión arterial, como las que encuentras en
las farmacias, pueden brindar información útil acerca de la presión arterial, pero
también pueden tener algunas limitaciones. La precisión depende de varios
factores, como el tamaño adecuado del brazalete y el uso correcto de las
máquinas. Pídeles a tu médico consejos sobre el uso de las máquinas públicas
para medir la presión arterial.

Causas

Existen dos tipos de presión arterial alta.

Hipertensión primaria (esencial)

En la mayoría de los adultos, no hay una causa identificable de presión arterial


alta. Este tipo de presión arterial alta, denominada hipertensión primaria (esencial),
suele desarrollarse gradualmente en el transcurso de muchos años.

Hipertensión secundaria

Algunas personas tienen presión arterial alta causada por una enfermedad
subyacente. Este tipo de presión arterial alta, llamada hipertensión arterial
secundaria, tiende a aparecer repentinamente y causa una presión arterial más
alta que la hipertensión primaria. Diversos trastornos y medicamentos pueden
producir hipertensión arterial secundaria, entre ellos:
 Apnea obstructiva del sueño
 Enfermedad renal
 Tumores de la glándula suprarrenal
 Problemas de tiroides
 Ciertos defectos de nacimiento (congénitos) en los vasos sanguíneos
 Ciertos medicamentos, como las píldoras anticonceptivas, los antigripales, los
descongestionantes, los analgésicos de venta libre y algunos medicamentos
con receta médica
 Drogas ilícitas, como la cocaína y las anfetaminas

Factores de riesgo
La presión arterial alta tiene muchos factores de riesgo, tales como:
 Edad. El riesgo de tener presión arterial alta aumenta a medida que envejeces.
Hasta aproximadamente los 64 años, la presión arterial alta es más frecuente
en los hombres. Las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar presión
arterial alta después de los 65 años.
 Raza. La presión arterial alta es particularmente frecuente en las personas de
ascendencia africana y, a menudo, aparece a una edad más temprana en
relación con las personas de raza blanca. Las complicaciones graves, como los
accidentes cerebrovasculares, los ataques cardíacos y las insuficiencias
renales, también son más frecuentes en las personas de ascendencia africana.
 Antecedentes familiares. La presión arterial alta suele ser hereditaria.
 Sobrepeso u obesidad. Cuantas más pesas, más sangre necesitas para
suministrarles oxígeno y nutrientes a los tejidos. A medida que la cantidad de
sangre que fluye a través de los vasos sanguíneos aumenta, también lo hace
la presión en las paredes de las arterias.
 Falta de actividad física. Las personas que no están físicamente activas
tienden a tener una mayor frecuencia cardíaca. Cuanto mayor es la frecuencia
cardíaca, más deberá trabajar el corazón con cada contracción, y mayor será
la fuerza sobre las arterias. La falta de actividad física también aumenta el
riesgo de tener sobrepeso.
 Consumo de tabaco. Fumar o mascar tabaco no solo aumenta de inmediato la
presión arterial en forma temporal, sino que las sustancias químicas que
contiene el tabaco pueden dañar el recubrimiento de las paredes de las
arterias. Esto puede provocar el estrechamiento de las arterias y aumentar el
riesgo de sufrir enfermedades cardíacas. El tabaquismo pasivo también puede
aumentar el riesgo de padecer estas enfermedades.
 Alto contenido de sal (sodio) en tu dieta. Demasiado sodio en tu dieta puede
hacer que tu cuerpo retenga líquido, lo que aumenta la presión arterial.
 Cantidad insuficiente de potasio en tu dieta. El potasio ayuda a equilibrar la
cantidad de sodio en las células. Un equilibrio adecuado de potasio es
fundamental para mantener una buena salud del corazón. Si no obtienes
suficiente potasio con tu dieta o pierdes demasiado potasio debido a la
deshidratación u otras afecciones, el sodio puede acumularse en la sangre.
 Consumo excesivo de alcohol. Con el tiempo, beber en exceso puede dañar el
corazón. Beber más de una copa al día para las mujeres y más de dos al día
para los hombres puede afectar la presión arterial.
 Si consumes alcohol, hazlo con moderación. Para los adultos sanos, beber con
moderación significa una copa al día para las mujeres y dos al día para los
hombres. Una copa equivale a 12 onzas (350 mL) de cerveza, 5 onzas (147
mL) de vino o 1,5 onzas (44 mL) de licor con graduación de 80 grados.
 Estrés. Los niveles altos de estrés pueden provocar un aumento temporal de la
presión arterial. Los hábitos relacionados con el estrés, como comer en
exceso, fumar o beber alcohol, pueden provocar un mayor aumento de la
presión arterial.
 Ciertas enfermedades crónicas. Ciertas enfermedades crónicas también
pueden aumentar el riesgo de tener presión arterial alta, incluidas la
enfermedad renal, la diabetes y la apnea del sueño.
A veces, el embarazo también contribuye a que se produzca la presión arterial
alta.
Aunque la presión arterial alta es más frecuente en los adultos, los niños también
pueden estar en riesgo. En algunos niños, la presión arterial alta se debe a
problemas en los riñones o en el corazón. Sin embargo, para una cantidad cada
vez mayor de niños, los malos hábitos del estilo de vida, como una alimentación
poco saludable y la falta de ejercicio, contribuyen a que tengan la presión arterial
alta.

Complicaciones
El exceso de presión en las paredes de las arterias que provoca la presión arterial
alta puede dañar los vasos sanguíneos y los órganos. Mientras más alta sea la
presión arterial y más tiempo pase sin controlarse, mayor será el daño.
La presión arterial alta no controlada puede ocasionar complicaciones como las
siguientes:
 Ataque cardíaco o accidente cerebrovascular. La presión arterial alta puede
endurecer y engrosar las arterias (ateroesclerosis), lo cual puede ocasionar un
ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular u otras complicaciones.
 Aneurisma. El aumento de la presión arterial puede causar el debilitamiento de
los vasos sanguíneos y la aparición de protuberancias en ellos, lo que provoca
la formación de un aneurisma. Si se rompe un aneurisma, puede ser mortal.
 Insuficiencia cardíaca. Para bombear sangre con mayor presión en los vasos
sanguíneos, el corazón debe realizar mayores esfuerzos. Esto hace que las
paredes de la cámara de bombeo del corazón se engrosen (hipertrofia
ventricular izquierda). Con el tiempo, el músculo engrosado tiene más
dificultades para bombear la cantidad suficiente de sangre para cubrir las
necesidades del cuerpo, lo que puede ocasionar insuficiencia cardíaca.
 Vasos sanguíneos debilitados y estrechos en los riñones. Esto puede provocar
el funcionamiento anormal de estos órganos.
 Vasos sanguíneos engrosados, estrechos o rotos en los ojos. Esto puede
ocasionar la pérdida de la vista.
 Síndrome metabólico. Este síndrome es un grupo de trastornos del
metabolismo del cuerpo que incluye un aumento del tamaño de la cintura,
niveles altos de triglicéridos, niveles bajos de colesterol de lipoproteína de alta
densidad (HDL) (el colesterol "bueno"), presión arterial alta y niveles altos de
insulina. Estos trastornos pueden incrementar las posibilidades de que tengas
diabetes, una enfermedad cardíaca y un accidente cerebrovascular.
 Problemas de memoria o comprensión. La presión arterial alta no controlada
también puede afectar tu capacidad para pensar, recordar y aprender. Los
problemas con la memoria o con la comprensión de conceptos son más
comunes en personas con presión arterial alta.
 Demencia. El estrechamiento o bloqueo de las arterias puede limitar el flujo
sanguíneo al cerebro y generar un cierto tipo de demencia (demencia
vascular). Un accidente cerebrovascular que interrumpe el flujo sanguíneo
hacia el cerebro también puede causar demencia vascular.
PRESIÓN ARTERIAL ALTA (HIPERTENSIÓN)
Diagnóstico
El médico te preguntará acerca de tus antecedentes médicos y te realizará una
exploración física. El médico, el enfermero u otro asistente médico colocará un
brazalete inflable alrededor del brazo y medirá la presión arterial con un
tensiómetro.
La presión arterial en general debe medirse en ambos brazos para determinar si
hay alguna diferencia. Es importante usar un brazalete del tamaño adecuado.
Medición de la presión arterial
Para medir tu presión arterial, un
especialista coloca un brazalete
inflable alrededor del brazo y mide
tu presión arterial mediante un
medidor de presión. Una lectura de
presión arterial, como se observa
en el tensiómetro de la imagen,
mide la presión en tus arterias
cuando el corazón late (presión
sistólica) en el primer número y la
presión en las arterias entre cada
latido (presión diastólica) en el
segundo número.
Las mediciones de la presión arterial se clasifican en varias categorías:
 Presión arterial normal. Tu presión arterial es normal si se encuentra por
debajo de 120/80 mm Hg.
 Presión arterial elevada. La presión arterial elevada es una presión sistólica
de 120 a 129 mm Hg y una presión diastólica por debajo (no por encima) de
80 mm Hg. La presión arterial elevada tiende a empeorar con el tiempo, a
menos que se tomen medidas para controlarla. La presión arterial elevada
también puede llamarse prehipertensión.
 Hipertensión de etapa 1. La hipertensión de etapa 1 es una presión sistólica
que oscila entre 130 y 139 mm Hg o una presión diastólica que oscila entre 80
y 89 mm Hg.
 Hipertensión de etapa 2. La hipertensión de etapa 2, que es una hipertensión
más grave, es una presión sistólica de 140 mm Hg o superior, o una presión
diastólica de 90 mm Hg o superior.
 Crisis hipertensiva. Una presión arterial superior a los 180/120 mm Hg es una
situación de emergencia que requiere atención médica de urgencia. Si tienes
este resultado cuando tomas tus medicamentos para la presión arterial en
casa, espera algunos minutos y vuelve a hacer la prueba. Si tu presión arterial
todavía sigue alta, comunícate con tu médico de inmediato. Si también tienes
dolor en el pecho, problemas de visión, entumecimiento o debilidad, problemas
para respirar o algún signo o síntoma de un accidente cerebrovascular o
ataque cardíaco, llama al 911 o al número médico de emergencia local.
Ambos números en una lectura de presión arterial son importantes. Pero después
de los 50 años de edad, la medición sistólica es incluso más importante. La
hipertensión sistólica aislada es un trastorno en que la presión diastólica es normal
(menor de 80 mm Hg), pero la presión sistólica es alta (mayor de o igual a
130 mm Hg). Este es un tipo frecuente de presión arterial alta entre personas
mayores de 65 años.
Debido a que la presión arterial alta normalmente varía durante el día y puede
aumentar durante una consulta con el médico (hipertensión de bata blanca), el
médico probablemente te tomará varias lecturas de presión arterial en tres o más
citas médicas individuales antes de diagnosticarte presión arterial alta.
Pruebas
Si tienes presión arterial alta, el médico puede recomendar pruebas para confirmar
el diagnóstico y comprobar si existen afecciones subyacentes que puedan causar
la hipertensión.
 Monitoreo ambulatorio. Esta prueba de control de la presión arterial durante
24 horas se utiliza para confirmar si tienes la presión arterial alta. El dispositivo
utilizado para esta prueba mide tu presión arterial a intervalos regulares
durante un período de 24 horas y brinda un panorama más preciso de los
cambios en la presión arterial en el transcurso de un día y noche promedios.
Sin embargo, esos dispositivos no están disponibles en todos los centros
médicos y es posible que no se reembolsen.
 Análisis de laboratorio. El médico puede recomendarte una prueba de orina
(análisis de orina) y análisis de sangre, incluida una prueba de colesterol.
 Electrocardiograma (ECG). Esta prueba rápida e indolora mide la actividad
eléctrica del corazón.
 Ecocardiograma. En función de los signos y síntomas y de los resultados de
las pruebas, tu médico puede solicitar un ecocardiograma para verificar si hay
más signos de enfermedad cardíaca. Un ecocardiograma utiliza ondas de
sonido para producir imágenes del corazón.
Control de la presión arterial en el hogar
El médico puede pedirte que registres tu presión arterial en tu casa para obtener
más información y confirmar si tienes presión arterial alta.
El control de la presión arterial en casa es una forma importante de verificar si
tienes presión arterial, corroborar si el tratamiento para la presión arterial alta
funciona o diagnosticar el empeoramiento de la presión arterial alta.
Los monitores caseros de presión arterial son fáciles de conseguir, de un bajo
precio y no se necesita receta médica para comprarlos. El control de la presión
arterial en el hogar no reemplaza las visitas al médico, y los tensiómetros para el
hogar pueden tener algunas limitaciones.
Asegúrate de usar un dispositivo validado y de que el mango tenga buen calce.
Una vez al año, lleva el medidor contigo a la consulta médica para verificar su
precisión. Pregunta al médico acerca de cómo empezar a controlarte la presión
arterial en casa.
La American Heart Association (Asociación Estadounidense del Corazón) no
recomienda aquellos dispositivos que midan la presión arterial en la muñeca o en
el dedo porque pueden arrojar resultados menos fiables.

Tratamiento
Cambiar el estilo de vida puede ayudar a controlar la presión arterial alta. Es
posible que el médico te recomiende hacer cambios en el estilo de vida, que
incluyen:
 Seguir una dieta saludable para el corazón con menos sal
 Hacer actividad física con regularidad
 Mantener un peso saludable o bajar de peso, si tienes sobrepeso u obesidad
 Limitar la cantidad de alcohol que bebes
No obstante, a veces, los cambios en el estilo de vida no son suficientes. Si la
dieta y el ejercicio no ayudan, tu médico puede recomendarte medicamentos para
bajar la presión arterial.
Medicamentos
El tipo de medicamento que tu médico te recete para la presión arterial alta
depende de tus rangos de presión arterial y de tu salud general. Dos o más
medicamentos para la presión arterial suelen funcionar mejor que uno solo. A
veces, hallar el medicamento o la combinación más eficaz es una cuestión de
prueba y error.
El objetivo del tratamiento de la presión arterial debería ser menos de
130/80 mm Hg en los siguientes casos:
 Eres un adulto sano de 65 años o más.
 Eres un adulto sano menor de 65 años con un riesgo del 10 por ciento o más
de padecer una enfermedad cardiovascular en los próximos 10 años.
 Padeces una enfermedad renal crónica, diabetes o una enfermedad de las
arterias coronarias.
Pregúntale al médico cuál debe ser tu objetivo de tratamiento de la presión arterial.
Además, el objetivo ideal del tratamiento de la presión arterial puede variar en
función de la edad y de las afecciones de salud, sobre todo si eres mayor de 65
años.
Los medicamentos que se utilizan para tratar la presión arterial alta incluyen los
siguientes:
 Diuréticos. Los diuréticos son medicamentos que ayudan a los riñones a
eliminar el sodio y el agua del cuerpo. Estos medicamentos suelen ser los
primeros que se prueban para tratar la presión arterial alta.
Existen diferentes tipos de diuréticos, como tiazídicos, de asa y ahorradores de
potasio. El que te recomiende el médico depende de las mediciones de tu presión
arterial y de otras afecciones de la salud, como una enfermedad renal o una
insuficiencia cardíaca. Los diuréticos utilizados comúnmente para tratar la presión
arterial incluyen la clortalidona, la hidroclorotiazida (Microzide), entre otros.
Un efecto secundario común de los diuréticos es el aumento de la orina, que
podría reducir los niveles de potasio. Si tienes un nivel bajo de potasio, tu médico
puede incorporar a tu tratamiento un diurético ahorrador de potasio, como el
triamtereno (Dyazide y Maxide) o la espironolactona (Aldactone).
 Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA). Estos
medicamentos, como el lisinopril (Prinivil y Zestril), el benazepril (Lotensin), el
captopril y otros, ayudan a relajar los vasos sanguíneos al bloquear la
formación de una sustancia química natural que los estrecha.
 Antagonistas de receptores de la angiotensina II. Estos medicamentos
relajan los vasos sanguíneos al bloquear la acción, y no la formación, de una
sustancia química natural que los estrecha. Los antagonistas de receptores de
la angiotensina II incluyen el candesartán (Atacand), el losartán (Cozaar) y
otros.
 Bloqueadores de los canales de calcio. Estos medicamentos, incluidos la
amlodipina (Norvasc), el diltiazem (Cardizem, Tiazac y otros), entre otros,
ayudan a relajar los músculos de los vasos sanguíneos. Algunos disminuyen la
frecuencia cardíaca. Los bloqueadores de los canales de calcio quizás
funcionen mejor que los inhibidores de la enzima convertidora de
angiotensina por sí solos para las personas con ascendencia africana y las de
mayor edad.
No comas ni bebas productos de pomelo cuando tomes bloqueadores de los
canales de calcio. El pomelo aumenta los niveles en sangre de ciertos
bloqueadores de los canales de calcio, lo que puede ser peligroso. Habla con el
médico o con el farmacéutico si tienes inquietudes acerca de las interacciones.
Otros medicamentos que se suelen administrar para tratar la presión arterial
alta
Si tienes problemas para alcanzar tu objetivo de presión arterial con las
combinaciones de los medicamentos mencionadas anteriormente, es posible que
el médico indique lo siguiente:
 Alfabloqueadores. Estos medicamentos reducen las señales nerviosas hacia
los vasos sanguíneos, lo que disminuye los efectos de las sustancias químicas
naturales que estrechan los vasos sanguíneos. Los alfabloqueadores incluyen
la doxazosina (Cardura), la prazosina (Minipress) y otros.
 Alfabetabloqueadores. Los alfabetabloqueadores bloquean las señales
nerviosas y disminuyen los latidos del corazón para reducir la cantidad de
sangre que se bombea a través de los vasos sanguíneos. Los
alfabetabloqueadores incluyen el carvedilol (Coreg) y el labetalol (Trandate).
 Betabloqueadores. Estos medicamentos reducen la carga sobre el corazón y
ensanchan los vasos sanguíneos para que el corazón lata con menor
frecuencia y sin hacer tanto esfuerzo. Los betabloqueadores incluyen el
acebutolol, el atenolol (Tenormin) y otros.
Por lo general, no se recomiendan los betabloqueadores como medicamento
único, pero pueden ser eficaces en combinación con otros medicamentos para la
presión arterial.
 Antagonistas de la aldosterona. Estos medicamentos también se consideran
diuréticos. Algunos ejemplos son la espironolactona y la eplerenona (Inspra).
Estos medicamentos bloquean el efecto de un químico natural que puede
ocasionar la acumulación de sal y líquidos, lo cual contribuye a la aparición de
presión arterial alta. Se pueden utilizar para tratar la hipertensión resistente.
 Inhibidores de la renina. El medicamento aliskiren (Tekturna) disminuye la
producción de la renina, una enzima producida por los riñones y que comienza
una cadena de etapas químicas que aumentan la presión arterial.
Debido a que existe un riesgo de que se presenten complicaciones graves, que
incluyen el accidente cerebrovascular, no se debe tomar aliskiren con inhibidores
de la enzima convertidora de angiotensina o antagonistas de receptores de
angiotensina II.
 Vasodilatadores. Estos medicamentos incluyen la hidralazina y el minoxidil.
Actúan directamente sobre los músculos de las paredes arteriales, y evitan que
se tensen tales músculos y se estrechen las arterias.
 Agentes de acción central. Estos medicamentos evitan que el cerebro emita
señales al sistema nervioso para aumentar la frecuencia cardíaca y estrechar
los vasos sanguíneos. Algunos ejemplos son la clonidina (Catapres y Kapvay),
la guanfacina (Intuniv) y la metildopa.
Tratamiento de la hipertensión resistente
Si tu presión arterial sigue siendo excesivamente alta a pesar de haber tomado al
menos tres tipos diferentes de medicamentos para la presión arterial alta, de los
cuales uno generalmente debe ser un diurético, es posible que tengas
hipertensión resistente.
Tienes hipertensión resistente si tienes presión arterial alta controlada, pero tomas
cuatro tipos diferentes de medicamentos al mismo tiempo para lograr ese control.
Si este es el caso, el médico debe investigar la posibilidad de una causa
secundaria de la presión arterial alta.
Tener hipertensión resistente no significa que la presión arterial nunca bajará. Si tú
y tu médico pueden determinar la causa, se puede elaborar un plan de tratamiento
más eficaz para ayudarte a alcanzar tu objetivo de presión arterial.
El tratamiento de la hipertensión resistente puede incluir muchas medidas, como
las siguientes:
 Cambiar los medicamentos para la presión arterial alta para determinar las
combinaciones y dosis más adecuadas
 Revisar todos los medicamentos que tomas, incluyendo aquellos que tomas
para otras afecciones o compras sin receta médica
 Controlar la presión arterial en casa para determinar si acudir al médico
aumenta la presión arterial (hipertensión de bata blanca)
 Hacer cambios saludables en el estilo de vida, como llevar una alimentación
sana que incluya menos sal, mantener un peso saludable y limitar el consumo
de alcohol
Siempre debes tomar los medicamentos para la presión arterial según la
indicación médica. Nunca omitas una dosis ni interrumpas de manera abrupta la
toma de los medicamentos para la presión arterial. La interrupción repentina de
ciertos medicamentos para la presión arterial, como los betabloqueadores, puede
causar un aumento marcado en la presión arterial (hipertensión por rebote).
Si te salteas dosis porque no puedes pagar los medicamentos, porque tienes
efectos secundarios o simplemente porque te olvidas de tomar tus medicamentos,
habla con tu médico acerca de las soluciones. No modifiques tu tratamiento sin la
indicación del médico.
High blood pressure during pregnancy
If you have high blood pressure and are pregnant, discuss with your care providers
how to control blood pressure during your pregnancy.
Posibles tratamientos futuros
Los investigadores continúan estudiando la ecografía basada en catéter y la
ablación por radiofrecuencia de los nervios simpáticos del riñón (denervación
renal) como tratamiento para la hipertensión resistente. Estudios anteriores
mostraron algunos beneficios, pero estudios más sólidos mostraron que la terapia
no necesariamente baja la presión arterial en personas con hipertensión
resistente. Se están llevando a cabo más investigaciones para determinar la
posible función de la terapia en el tratamiento de la hipertensión, si la tuviese.

Estilo de vida y remedios caseros


Los cambios en el estilo de vida pueden ayudarte a controlar y prevenir la presión
arterial alta, incluso si tomas medicamentos para la presión arterial. Esto es lo que
puedes hacer:
 Comer alimentos saludables. Sigue una dieta saludable. Intenta con los
enfoques dietéticos para detener la hipertensión (la dieta DASH), que se centra
en frutas, verduras, granos integrales, carne de ave de corral, pescado y
alimentos lácteos con bajo contenido graso. Consume mucho potasio, que
puede ayudar a prevenir y controlar la presión arterial alta. Consume menos
grasas saturadas y grasas trans.
 Disminuye la cantidad de sal en tu dieta. Ten como meta limitar el consumo
de sodio a menos de 2300 miligramos (mg) por día, o aún menos. Pero un
consumo más bajo de sodio (1500 mg por día, o menos) es ideal para la
mayoría de los adultos.
Además de reducir la cantidad de sal que consumes al dejar de lado el salero,
también deberás prestar atención a la cantidad de sal en los alimentos procesados
que consumes, como sopas enlatadas o comidas congeladas.
 Mantener un peso saludable. Mantener un peso saludable o perder peso si
tienes sobrepeso u obesidad, puede ayudarte a controlar tu presión arterial alta
y disminuir el riesgo de tener problemas de salud relacionados. En general,
puedes reducir tu presión arterial en aproximadamente 1 mm Hg con cada
kilogramo de peso que pierdas (alrededor de 2,2 libras).
 Incrementa la actividad física. La actividad física regular puede ayudarte a
bajar la presión arterial, controlar el estrés, mantener tu peso bajo control y
reducir el riesgo de tener varios problemas de salud. Si tienes la presión
arterial alta, hacer ejercicio de intensidad moderada a alta con regularidad
puede disminuir tu lectura máxima de presión arterial en alrededor de
11 mm Hg y la lectura mínima en alrededor de 5 mm Hg.
Intenta realizar al menos 150 minutos por semana de actividad aeróbica moderada
o 75 minutos por semana de actividad aeróbica intensa, o bien una combinación
de actividad moderada e intensa. Por ejemplo, trata de caminar a paso ligero
durante 30 minutos la mayoría de los días de la semana. También puedes probar
con el entrenamiento por intervalos, en el cual se alternan períodos breves de
actividad intensa con períodos cortos de recuperación de actividad más ligera.
Trata de hacer ejercicios para fortalecer los músculos al menos dos días a la
semana.
 Limita el consumo de alcohol. Incluso si estás sano, el alcohol puede
aumentar la presión arterial. Si eliges beber alcohol, hazlo con mesura. Para
los adultos saludables, beber con moderación significa una copa al día para las
mujeres y hasta dos copas al día para los hombres. Una copa equivale a
12 onzas (350 mL) de cerveza, 5 onzas (147 mL) de vino o 1,5 onzas (44 mL)
de licor con graduación de 80 grados.
 No fumes. El tabaco puede dañar las paredes de los vasos sanguíneos y
acelerar el proceso de acumulación de placa en las arterias. Si fumas, pídele al
médico que te ayude a dejar de fumar.
 Controla el estrés. Reduce el estrés lo más que puedas. Practica técnicas de
afrontamiento saludables, como relajación muscular, respiración profunda o
atención plena. También puede ayudar hacer actividad física de manera
regular y dormir lo suficiente.
 Contrólate la presión arterial en tu hogar. Tomarte la presión arterial en el
hogar te permite mantener un registro diario de las medidas de presión arterial.
El médico puede revisar la información para determinar si tus medicamentos
están haciendo efecto o si tienes complicaciones. Medir la presión arterial en
casa no sustituye a las consultas médicas. Incluso si obtienes lecturas
normales, no dejes ni cambies tus medicamentos ni tampoco alteres tu
alimentación sin hablar primero con el médico.
Si tu presión arterial está controlada, consulta con el médico acerca de con qué
frecuencia debes medirla.
 Practica la relajación o la respiración lenta y profunda. Practica respirando
lento y hondo para relajarte. Se ha demostrado con algunos estudios que la
respiración lenta (de cinco a siete respiraciones por minuto) combinada con
técnicas de atención plena puede reducir la presión arterial. También hay
algunos dispositivos disponibles que estimulan la respiración lenta y profunda.
De acuerdo con la American Heart Association, la respiración guiada con
dispositivo puede ser una opción no medicamentosa razonable para disminuir
la presión arterial, en especial si padeces ansiedad con presión arterial alta o si
los tratamientos tradicionales no se toleran bien.
 Controla tu presión arterial durante el embarazo. Las mujeres con presión
arterial alta deben consultar con el médico sobre cómo controlar la presión
arterial durante el embarazo.

Medicina alternativa
Aunque la dieta y el ejercicio son las formas más adecuadas de bajar la presión
arterial, algunos suplementos también pueden ayudar a bajarla. No obstante, se
requiere más investigación para determinar los beneficios potenciales. Entre los
suplementos, se incluyen los siguientes:
 Fibra, como psilio rubio y salvado de trigo
 Minerales, como magnesio, calcio y potasio
 Ácido fólico
 Suplementos o productos que aumenten el óxido nítrico o que ensanchen los
vasos sanguíneos (vasodilatadores), como el cacao, la coenzima Q10, la L-
arginina y el ajo
 Ácidos grasos omega-3, que se encuentran en pescado graso, suplementos de
aceite de pescado y linaza
Los investigadores también están estudiando si la vitamina D puede reducir la
presión arterial, pero la evidencia es contradictoria. Se necesitan más
investigaciones.
Si bien es mejor incluir en tu dieta estos suplementos como alimentos, también
puedes tomarlos en pastillas o cápsulas. Consulta con el médico antes de agregar
cualquiera de estos suplementos a tu tratamiento para la presión arterial. Algunos
suplementos pueden interactuar con los medicamentos y causar efectos
secundarios peligrosos, como un riesgo de sangrado que podría ser mortal.
También puedes practicar técnicas de relajamiento, como respiración profunda o
atención plena, para ayudarte a relajarte y reducir el nivel de estrés. Estas
prácticas pueden reducir temporalmente la presión arterial.

Estrategias de afrontamiento y apoyo


La presión arterial alta no es un problema que puedes tratar y luego ignorar. Es
una afección que debes controlar durante toda la vida. Para mantener la presión
arterial bajo control, debes realizar lo siguiente:
 Toma los medicamentos de forma adecuada. Si los efectos secundarios o
los costos representan un problema para ti, no debes suspender la toma de los
medicamentos. Consulta a tu médico acerca de otras opciones.
 Programa consultas regulares con el médico. Se necesita un esfuerzo de
equipo para tratar la presión arterial alta con éxito. Tu médico no puede hacerlo
solo, y tú tampoco. Trabaja con tu médico para que tu presión arterial baje a un
nivel seguro y para mantenerla allí.
 Adopta hábitos saludables. Consume alimentos saludables, baja el exceso
de peso que tienes y realiza actividad física con regularidad. Limita el consumo
de alcohol. Si fumas, deja de hacerlo.
 Controla el estrés. Rechaza las tareas adicionales, libérate de los
pensamientos negativos, mantén buenas relaciones, y continúa siendo
paciente y optimista.
Ajustarse a cambios en el estilo de vida puede ser difícil, en especial si no ves o
no sientes los síntomas de la presión arterial alta. Si necesitas motivación,
recuerda los riesgos asociados a la presión arterial alta no controlada. Tal vez,
también te ayude contar con el apoyo de tu familia y de tus amigos.
Preparación para la consulta
Si piensas que puedes tener presión arterial alta, solicita una cita con tu médico
para que controle tu presión arterial.
No necesitas una preparación especial para controlar tu presión arterial. Puedes
usar una camiseta de manga corta para tu cita médica para que el brazalete del
tensiómetro se pueda colocar alrededor de tu brazo cómodamente. Evita comer,
tomar bebidas con cafeína y fumar antes de la prueba. Te recomendamos ir al
baño antes de que te midan la presión arterial.
Dado que algunos medicamentos, como los antigripales de venta libre, los
analgésicos, los antidepresivos, las píldoras anticonceptivas, entre otros, pueden
aumentar tu presión arterial, puede ser una buena idea llevar a la cita con el
médico una lista de los medicamentos y suplementos que tomas. No dejes de
tomar ningún medicamento con receta médica que pienses que pueda afectar tu
presión arterial sin el asesoramiento de tu médico.
Debido a que la cita médica puede ser breve, y por lo general hay muchos temas
que analizar, es una buena idea prepararte para ir a la consulta. La siguiente
información te ayudará a prepararte para la cita y saber qué esperar del médico.
Lo que puedes hacer
 Anota los síntomas que tengas. La presión arterial alta en pocas ocasiones
presenta síntomas, pero es un factor de riesgo para la enfermedad cardíaca.
Informarle al médico que tienes síntomas, como dolor en el pecho o falta de
aire, puede ayudarlo a decidir la intensidad del tratamiento de la presión
arterial alta.
 Anota la información personal esencial, como antecedentes familiares de
presión arterial alta, colesterol alto, enfermedad cardíaca, accidente
cerebrovascular, enfermedad renal o diabetes, y cualquier episodio de estrés
importante o cambios recientes en tu vida.
 Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas o los suplementos
que tomes.
 Si es posible, pide a un familiar o a un amigo que te acompañe. A veces
puede ser difícil recordar toda la información que se te proporciona durante
una cita médica. La persona que te acompañe puede recordar algún detalle
que hayas pasado por alto u olvidado.
 Prepárate para hablar sobre tus hábitos alimenticios y de actividad física. Si
no sigues una dieta o no tienes una rutina de ejercicio, prepárate para hablar
con tu médico sobre los desafíos que podrías enfrentar para comenzar a
hacerlo.
 Escribe preguntas para hacerle al médico.
Tu tiempo con el médico es limitado; por eso, preparar una lista de preguntas te
ayudará a aprovechar ese tiempo al máximo. Organiza tus preguntas de la más a
la menos importante en caso de que se acabe el tiempo. Para la presión arterial
alta, estas son algunas preguntas básicas que puedes hacerle al médico:
 ¿Qué clase de pruebas necesito hacerme?
 ¿Necesito tomar algún medicamento?
 ¿Qué alimentos debería comer o evitar?
 ¿Cuál es el nivel adecuado de actividad física?
 ¿Con qué frecuencia debo programar las citas para controlar mi presión
arterial?
 ¿Debo controlarme la presión arterial en casa?
 ¿Cuáles son las alternativas al enfoque principal que sugieres?
 Tengo otras afecciones médicas. ¿Cómo puedo controlarlas de la mejor
manera?
 ¿Debo respetar alguna restricción?
 ¿Debería consultar con un especialista?
 ¿Existe una alternativa genérica al medicamento que me está recetando?
 ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme?
 ¿Qué sitios web recomiendas visitar?
Además de las preguntas que preparaste para hacerle a tu médico, no dudes en
hacer preguntas cada vez que no entiendas algo durante la cita.
Qué esperar de tu médico
Es probable que tu médico te haga varias preguntas. Estar preparado para
responderlas te permitirá reservar tiempo para repasar los puntos en los que
quieras detenerte. El médico puede preguntarte lo siguiente:
 ¿Tienes antecedentes familiares de colesterol alto, presión arterial alta o
enfermedad cardíaca?
 ¿Cómo son tus hábitos alimenticios y de actividad física?
 ¿Bebes alcohol? ¿Cuántas bebidas alcohólicas consumes a la semana?
 ¿Fumas?
 ¿Cuándo fue la última vez que te controlaste la presión arterial? ¿Cuál fue la
medición de tu presión arterial en ese momento?
Qué puedes hacer mientras tanto
Nunca es demasiado pronto para hacer cambios saludables en el estilo de vida,
como dejar de fumar, consumir alimentos saludables y realizar más actividad
física. Estas son las primeras formas de protegerte contra la presión arterial alta y
sus complicaciones, incluidos los ataques cardíacos y los accidentes
cerebrovasculares.

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