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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTA ANA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


ESCUELA DE ENFERMERIA

DOCENTE:
DR. OSCAR MAURICIO CABALLERO

ASIGNATURA:
EPIDEMIOLOGIA

INTEGRANTES:
ZULMA EZPERANZA PORTILLO DE ROSALES
MARÍA DEL ROSARIO GONZÁLEZ GALICIA

ACTIVIDAD:
INVESTIGACION DE ENFERMEDADES TRANSMISIBLES Y NO TRASMISIBLES

FECHA DE ENTREGA:
04 DE OCTUBRE DE 2021
INTRODUCIÓN
La hipertensión es una enfermedad crónica no transmisible, su prevalencia es
mas en los adultos, por su estilo de vida se ven muy afectados con esta
enfermedad como la mala alimentación, la falta de ejercicio físico y consumo de
alcohol. Motivo por el cual ocasiona la muerte de muchas personas en el mundo
debido a que es una enfermedad que avanza silenciosamente en las personas
que lo padecen.
La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual, que se transmite por contacto
directo durante las relaciones sexuales, esta enfermedad también la puede
transmitir la madre a hijo o por transfusiones sanguíneas.
ENFERMEDAD NO INFECCIOSA HIPERTENSIÓN ARTERIAL
La tensión arterial es la fuerza que ejerce la
sangre contra las paredes de las arterias, que
son grandes vasos por los que circula la
sangre en el organismo. Se considera que la
persona presenta hipertensión cuando su
tensión arterial es demasiado elevada.
De la tensión arterial se dan dos valores: el
primero es la tensión sistólica y corresponde
al momento en que el corazón se contrae o
late, mientras que el segundo, la tensión
diastólica, representa la presión ejercida
sobre los vasos cuando el corazón se relaja entre un latido y otro.
Para establecer el diagnóstico de hipertensión se han de tomar mediciones dos
días distintos y en ambas lecturas la tensión sistólica ha de ser superior o igual a
140 mmHg y la diastólica superior o igual a 90 mmHg.
La hipertensión es un trastorno grave que incrementa de manera significativa el
riesgo de sufrir cardiopatías, encefalopatías, nefropatías y otras enfermedades.
Se estima que en el mundo hay 1130 millones de personas con hipertensión, y la
mayoría de ellas (cerca de dos tercios) vive en países de ingresos bajos y
medianos.
Apenas una de cada cinco personas hipertensas tiene controlado el problema.
La hipertensión es una de las causas principales de muerte prematura en el
mundo.
Una de las metas mundiales para las enfermedades no transmisibles es reducir la
prevalencia de la hipertensión en un 25% en 2025 (con respecto a los valores de
referencia de 2010).
Factores de riesgo de presentar hipertensión
Entre los factores de riesgo modificables figuran las
dietas malsanas (consumo excesivo de sal, dietas
ricas en grasas saturadas y grasas tras e ingesta
insuficiente de frutas y verduras), la inactividad
física, el consumo de tabaco y alcohol y el
sobrepeso o la obesidad.
Por otro lado, existen factores de riesgo no
modificables, como los antecedentes familiares de
hipertensión, la edad superior a los 65 años y la concurrencia de otras
enfermedades, como diabetes o nefropatías.
Edad. El riesgo de tener presión arterial alta aumenta a medida que envejeces.
Hasta aproximadamente los 64 años, la presión arterial alta es más frecuente en
los hombres. Las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar presión arterial
alta después de los 65 años.
Raza. La presión arterial alta es particularmente frecuente en las personas de
ascendencia africana y, a menudo, aparece a una edad más temprana en relación
con las personas de raza blanca. Las complicaciones graves, como los accidentes
cerebrovasculares, los ataques cardíacos y las insuficiencias renales, también son
más frecuentes en las personas de ascendencia africana.
Antecedentes familiares. La presión arterial alta suele ser hereditaria.
Sobrepeso u obesidad. Cuanto más pesas, más sangre necesitas para
suministrarles oxígeno y nutrientes a los tejidos. A medida que la cantidad de
sangre que fluye a través de los vasos sanguíneos aumenta, también lo hace la
presión en las paredes de las arterias.
Falta de actividad física. Las personas que no están físicamente activas tienden
a tener una mayor frecuencia cardíaca. Cuanto mayor es la frecuencia cardíaca,
más deberá trabajar el corazón con cada contracción, y mayor será la fuerza
sobre las arterias. La falta de actividad física también aumenta el riesgo de tener
sobrepeso.
Consumo de tabaco. Fumar o mascar tabaco no solo aumenta de inmediato la
presión arterial en forma temporal, sino que las sustancias químicas que contiene
el tabaco pueden dañar el recubrimiento de las paredes de las arterias. Esto
puede provocar el estrechamiento de las arterias y aumentar el riesgo de sufrir
enfermedades cardíacas. El tabaquismo pasivo también puede aumentar el riesgo
de padecer estas enfermedades.
Alto contenido de sal (sodio) en tu dieta. Demasiado sodio en tu dieta puede
hacer que tu cuerpo retenga líquido, lo que aumenta la presión arterial.
Cantidad insuficiente de potasio en tu dieta. El potasio ayuda a equilibrar la
cantidad de sodio en las células. Un equilibrio adecuado de potasio es
fundamental para mantener una buena salud del corazón. Si no obtienes
suficiente potasio con tu dieta o pierdes demasiado potasio debido a la
deshidratación u otras afecciones, el sodio puede acumularse en la sangre.
Consumo excesivo de alcohol. Con el tiempo, beber en exceso puede dañar el
corazón. Beber más de una copa al día para las mujeres y más de dos al día para
los hombres puede afectar la presión arterial.
Si consumes alcohol, hazlo con moderación. Para los adultos sanos, beber
con moderación significa una copa al día para las mujeres y dos al día para los
hombres. Una copa equivale a 12 onzas (350 ML) de cerveza, 5 onzas (147 ML)
de vino o 1,5 onzas (44 ML) de licor con graduación de 80 grados.
Estrés. Los niveles altos de estrés pueden provocar un aumento temporal de la
presión arterial. Los hábitos relacionados con el estrés, como comer en exceso,
fumar o beber alcohol, pueden provocar un mayor aumento de la presión arterial.
Ciertas enfermedades crónicas. Ciertas enfermedades crónicas también pueden
aumentar el riesgo de tener presión arterial alta, incluidas la enfermedad renal, la
diabetes y la apnea del sueño.
¿Cuáles son los síntomas frecuentes de la hipertensión?
La mayoría de personas hipertensas ignoran que
lo son, pues la enfermedad no siempre va
acompañada de síntomas o signos de alerta, por
lo que se dice que mata silenciosamente. Por
tanto, es muy importante medir la tensión arterial
periódicamente.
Pueden presentarse síntomas como cefaleas
matutinas, hemorragias nasales, ritmo cardiaco irregular, alteraciones visuales y
acúfenos. La hipertensión grave puede provocar cansancio, náuseas, vómitos,
confusión, ansiedad, dolor torácico y temblores musculares.
La única manera de detectar la hipertensión es recurrir a un profesional sanitario
para que mida nuestra tensión arterial. Se trata de un proceso rápido e indoloro
que también podemos hacer nosotros mismos con un aparato automático, si bien
es importante que un profesional valore el riesgo existente y los trastornos
asociados.
¿Cuáles son las complicaciones de la hipertensión no controlada?
Entre otras complicaciones, la hipertensión puede producir daños cardiacos
graves. El exceso de presión puede endurecer las arterias, con lo que se reducirá
el flujo de sangre y oxígeno que llega al corazón. El aumento de la presión y la
reducción del flujo sanguíneo pueden causar:
Dolor torácico (angina de pecho).
Infarto de miocardio, que se produce cuando se obstruye el flujo de sangre que
llega al corazón y las células del músculo cardiaco mueren debido a la falta de
oxígeno. Cuanto mayor sea la duración de la obstrucción, más importantes serán
los daños que sufra el corazón.
Insuficiencia cardiaca, que se produce cuando el corazón no puede bombear
suficiente sangre y oxígeno a otros órganos vitales.
Ritmo cardiaco irregular, que puede conllevar la muerte súbita.
La hipertensión puede también causar la obstrucción o la rotura de las arterias
que llevan la sangre y el oxígeno al cerebro, lo que provocaría un accidente
cerebrovascular.
Asimismo, puede causar daños renales que generen una insuficiencia renal.
¿Por qué la hipertensión es un problema importante en los países de
ingresos bajos y medianos?
La prevalencia de la hipertensión es distinta en función de la región y de la
categoría del país, según su nivel de ingresos. La prevalencia más elevada
corresponde a la Región de África de la OMS (27%), mientras que la más baja es
la de la Región de las Américas (18%).
El número de adultos con hipertensión pasó de 594 millones en 1975 a 1130
millones en 2015. El incremento se observó especialmente en los países de
ingresos bajos y medianos, lo que se explica principalmente por el aumento de los
factores de riesgo en esas poblaciones.
Prevención
a) Reducir la ingesta de sal (a menos de 5 g
diarios)
b) Consumir más frutas y verduras
c) Realizar actividad física con regularidad
d) No consumir tabaco
e) Reducir el consumo de alcohol
f) Limitar la ingesta de alimentos ricos en
grasas saturadas
g) Eliminar/reducir las grasas de la dieta.
Control
a) Reducir y gestionar el estrés
b) Medir periódicamente la tensión arterial
c) Tratar la hipertensión
d) Tratar otros trastornos que pueda presentar la persona.
ENFERMEDAD TRANSMISIBLES LA SIFILIS
La sífilis es una infección bacteriana causada
por Treponema pallidum que da lugar a una
morbilidad y mortalidad sustanciales. Se trata de
una infección de transmisión sexual (ITS) que
generalmente se transmite por el contacto con
úlceras infecciosas presentes en los genitales, el
ano, el recto, los labios o la boca; por medio de
las transfusiones de sangre, o mediante la
transmisión materna infantil durante el
embarazo.
La sífilis se divide en cuatro etapas. La sífilis temprana consta de la sífilis primaria,
la sífilis secundaria y la sífilis temprana latente, mientras que la sífilis tardía consta
de la sífilis latente tardía y la sífilis terciaria.
Como se transmite
La sífilis se puede contraer a través del contacto sexual directo con una úlcera
infecciosa (chancro) existente en los genitales, el ano, el recto, los labios o la
boca, mediante relaciones sexuales vaginales, anales u orales sin protección con
una persona que tenga sífilis. Se puede contraer de nuevo aunque ya se la haya
tenido en el pasado y se haya recibido tratamiento. La transmisión sexual se
produce generalmente durante las infecciones primaria, secundaria o latente
temprana. La sífilis también se puede contagiar a través de transfusiones de
sangre. Alrededor de un 50% de las embarazadas con sífilis no tratada transmiten
la infección al hijo antes del nacimiento.
El uso correcto y uniforme de preservativos
reduce significativamente el riesgo de
infección. Si las úlceras se encuentran en
una zona no cubierta por el preservativo
puede producirse la transmisión. La sífilis
congénita es prevenible mediante la
detección temprana y el tratamiento
inmediato para la sífilis en las
embarazadas.
Los síntomas varían en las diferentes etapas. Generalmente empiezan 21 días
después de la infección, pero pueden aparecer en un plazo de entre 9 y 90 días.
La sífilis primaria se manifiesta generalmente por una única úlcera (chancro) en el
lugar de la inoculación. El chancro primario puede pasar desapercibido.
Determinados grupos de población clave se ven afectados de manera
desproporcionadamente alta y continúan presentando una carga elevada de sífilis,
que oscila entre el 1% y el 27% en el caso de los hombres homosexuales y otros
hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH), y entre el 0,5% y el
14% en las trabajadoras sexuales (datos de 2017).
Si no se la trata, la enfermedad progresa a la etapa secundaria que puede causar
erupciones cutáneas, fiebre y ganglios linfáticos hinchados. La erupción cutánea
de la sífilis secundaria puede ser muy diversa y puede imitar otros trastornos
infecciosos o no infecciosos, pero afecta de manera característica a las palmas de
las manos y las plantas de los pies. La erupción cutánea es con frecuencia
simétrica y no causa escozor, pero puede tener varias manifestaciones y puede
ser lo bastante pequeña como para pasar desapercibida. En las áreas del cuerpo
calientes y húmedas, como el ano y los labios bulbares, aparecen lesiones
blancas o grises sobre elevadas como consecuencia de la diseminación de las
treponemas procedentes de la lesión primaria. Los signos y síntomas de la sífilis
secundaria se resuelven espontáneamente, incluso sin tratamiento, pero si no se
trata al paciente este pasa a la etapa latente.
En la etapa latente, que puede durar años, las bacterias continúan estando
presentes en el organismo, pero no hay ningún signo ni síntoma. La mayoría de
los pacientes continúan en la etapa latente si no reciben tratamiento, pero
alrededor de un 25% presentan una sífilis terciaria. Las manifestaciones
principales de la sífilis terciaria son la enfermedad neurológica (neurosífilis), las
enfermedades cardiovasculares (cardiosífilis) y los granulomas (lesiones gomosas
o goma sifilítica). La sífilis terciaria puede afectar a cualquier órgano del cuerpo
hasta 30 años o más después de la infección y puede resultar mortal.
La neurosífilis puede aparecer en cualquier etapa de la infección sifilítica, incluso
en los primeros meses. Las manifestaciones neurológicas iniciales consisten en
alteraciones agudas del estado mental, meningitis (inflamación de las membranas
que rodean el cerebro y la médula espinal), accidente cerebrovascular, disfunción
de pares craneales, y anomalías auditivas u oftálmicas y oculares.
Si una mujer embarazada tiene sífilis puede producirse una transmisión materno
infantil. La transmisión materno infantil de la sífilis (sífilis congénita) suele ser
devastadora para el feto en los casos en los que la infección materna no se
detecta y trata de manera suficientemente temprana en el embarazo.
Si la sífilis no se trata durante el embarazo puede conducir a una prematuridad,
peso bajo al nacer, mortinatalidad, muerte poco después del nacimiento u otras
secuelas en el recién nacido, incluidas las manifestaciones inflamatorias que
afectan a los ojos, oídos y articulaciones, así como malformaciones esqueléticas
debidas al daño durante el desarrollo en las etapas tempranas de la sífilis.
Es importante tener presente que muchos recién nacidos con infección sifilítica
pueden no mostrar síntomas ni signos clínicos evidentes. La transmisión materno
infantil de la sífilis puede prevenirse mediante la detección y el tratamiento
tempranos con el antibiótico apropiado (penicilina).
El diagnóstico de la sífilis se basa generalmente en la anamnesis, la exploración
física y las pruebas de laboratorio. Las pruebas diagnósticas rápidas (PDR) en el
lugar de atención para el tamizaje de las infecciones de sífilis pueden proporcionar
los resultados en 10 a 15 minutos y pueden realizarse en cualquier entorno ya que
no requieren una conservación refrigerada ni equipos de laboratorio. La OMS
recomienda el uso, en embarazadas, de una PDR doble para detectar infecciones
para el VIH y la sífilis. Sin embargo, un resultado positivo de una PDR de sífilis no
permite diferenciar entre la infección activa y las infecciones tratadas
anteriormente, aunque es un recurso importante para el inicio del tratamiento,
sobre todo en las embarazadas y en los grupos poblacionales a los que es difícil
llegar. Sin embargo, ahora se encuentran disponibles PDR que pueden detectar
tanto la infección activa de sífilis como la pasada.
CONCLUSIÓN
Es muy importante tomar en cuenta muchas medidas de prevención para evitar
las diferentes enfermedades tanto trasmisibles y no transmisibles. En la
hipertensión debemos de mantener una buena alimentación, hacer ejercicio, evitar
el consumo de alcohol, tabaco evitar el sedentarismo entre otros.
En el caso de la sífilis debemos concientizar que es una enfermedad que es
transmitida por relaciones sexuales, pero la podemos evitar a través de diferentes
medidas de protección como el uso correcto del condón.

BIBLIOGRAFIA

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/hypertension
https://www.paho.org/es/temas/sifilis

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