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DECLARACIÓN DE FE

DE LAS
IGLESIAS QUE INTEGRAN LA
ASOCIACIÓN BAUTISTA
MISIONERA MEXICANA

ARTÍCULO DÉCIMO SEXTO


DOCTRINA DE

“EL DOMINGO, EL DÍA DEL SEÑOR”


MAESTRO

VERSÍCULO CLAVE:
22“La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser
cabeza del ángulo. 23De parte de Jehová es esto, y es cosa
maravillosa a nuestros ojos. 24Este es el día que hizo Jehová;
nos gozaremos y nos alegraremos en él”. Salmo 118:22-24

OBJETIVO:

Que el alumno comprenda lo que las Escrituras enseñan


respecto del día de descanso cristiano y el propósito de Dios al
instituirlo.
ARTICULO DÉCIMO SEXTO

Creemos que las Escrituras enseñan que el Día del Señor es el


primero de la semana (Marcos 16:1-2, 9; Juan 20:1, 19, 26; Hechos
20:7; 1ª a los Corintios 16:1,2) y que este día ha de consagrarse
para los fines religiosos (Hebreos 10:24-25), absteniéndose el
cristiano de todo trabajo que no sea obra de misericordia o de
absoluta necesidad (Éxodo 20:10; Isaías 58:13-14; Mateo 12:8-12;
Lucas 13:10-16; 14:1-6).

NOTA: Para los cristianos el primer día de la semana perpetúa,


en la dispensación de la gracia, el principio de que una séptima
parte del tiempo es especialmente sagrada; pero en todo lo demás
el primer día se halla en contraste con el sábado. El uno es el día
séptimo, el otro es el día primero. El séptimo día conmemora el
descanso que Dios tuvo después de la obra de la Creación; el
primer día conmemora la resurrección de Cristo. En el día séptimo
Dios descansó; en el primer día, Cristo estaba incesantemente
activo. El sábado es simbólico de una creación concluida; el
primer día de la semana, de una redención consumada. El sábado
era obligatorio según la ley; el primer día es un día de adoración y
servicio voluntarios.

En el libro de los Hechos de los Apóstoles el sábado se menciona


únicamente en relación con los judíos, en el resto del Nuevo
Testamento hay sólo dos versículos que se refieren a él
(Colosenses 2:16; Hebreos 4:4). En estos pasajes se explica que el
sábado, o sea el séptimo día, no es para el cristiano un día que
deba observarse, sino un tipo de descanso que al presente disfruta
el redimido cuando él también reposa “de todas sus obras” y
confía en Cristo. (Comentario del Dr. C. I. Scofield.)

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INTRODUCCIÓN
Ha llegado el tiempo de que la iglesia cristiana vuelva a
examinar los fundamentos de su manera de guardar el día del
Señor.

Hasta ahora, la semana de siete días, con su ritmo de seis días


laborables y un día de reposo y adoración, ha obtenido una
casi absoluta aceptación en todo el mundo. Es claro que ha
habido diferencias en el hecho de que, mientras que para los
cristianos el día de reposo y adoración ha sido el domingo,
para los judíos ha sido el sábado y para los musulmanes el
viernes. Es cierto que a lo largo de la historia ha habido
rupturas aisladas causadas por diferentes factores sociales,
económicos y políticos, pero esas rupturas sólo han tenido un
efecto limitado y temporal. La semana de siete días, y dentro
de éstos el día de reposo semanal, siempre lograron de nuevo
imponerse. Esta práctica probablemente considera no solo la
afirmación bíblica de que en el principio Dios creó los cielos y
la tierra en seis días y descansó el séptimo sino también el
hecho de que, respondiendo la semana de siete días en todos
los órdenes al habitual ritmo de trabajo y vida de la
humanidad, el formato terminaba por imponerse como lo ha
venido haciendo durante siglos.

Independientemente de la controversia de que si los cristianos


debemos guardar el sábado o el primer día de la semana, que
nos llevaría a los orígenes de la práctica de judíos y cristianos,
lo urgente hoy en día es que examinemos y le demos la
importancia y seriedad que demanda el requerimiento bíblico
de “guardar el día de reposo”.

En el plan de Dios, el día de reposo está establecido para el


culto y la adoración que debemos al Señor, como hijos Suyos
que somos. Dar al Señor la séptima parte de nuestro tiempo
semanal es tan requerido como darle la décima parte de todo
lo que ingresamos como resultado de nuestro trabajo. Ambas

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prácticas requieren de convicción real, consistencia y
oportunidad para ejercitar nuestra vida cristiana de una
manera concreta y práctica.

Algunos comentaristas, de manera superficial, explican la


práctica cristiana de guardar El Día del Señor1 como el deseo
del cristianismo de tener un día exclusivo de culto, a la manera
de otros pueblos que lo practican en otro día. Sin embargo,
para el creyente sincero, el día de reposo le provee de la
oportunidad de adorar al Señor, aprender de Su Palabra,
convivir con otros creyentes y testificar cada semana del
glorioso evento de la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo.

I. EL ORIGEN DEL DÍA DEL SEÑOR

El Artículo de Fe que ahora estudiamos es muy claro al


expresar que “… las Escrituras enseñan que el Día del
Señor es el primero de la semana, y que este día ha de
consagrarse para los fines religiosos…”. Debemos tomar
dicha expresión como “el día de descanso”; es decir, el
domingo para los cristianos.

1. ¿Cuál es la razón por la que el séptimo día fue


santificado, según Génesis 2:1-3?

RESPUESTA: Lo que es posible derivar del texto es que


Dios santificó ese día, es decir, lo hizo especial porque
en él reposó. Su descanso ya había tenido lugar antes de
que bendijera el día.

1La expresión “El Día del Señor” no se refiere a un período de veinticuatro


horas sino que tiene un significado de carácter escatológico. Esa expresión
designa a un programa de eventos que incluyen el período de la
Tribulación, la Segunda Venida de Jesucristo a la tierra y toda la Era
Milenaria.
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Los primeros tres versículos de Génesis 2 forman parte de
la narración anterior y contienen en sí mismos el propósito
Divino, es decir, la santificación del séptimo día. Del texto
bíblico no podemos desprender que el día sea santo de por
sí; tampoco podemos inferir que ese día vino a ser santo
porque Dios descansó en ese día. El séptimo día vino a ser
santo porque Dios lo santificó, “… porque en él reposó2 de
toda la obra que había hecho en la creación” (vs. 3). No
cabe la menor duda de que el “trabajo” en sí es ennoblecido
al describir el escritor sagrado la obra realizada por Dios en
la Creación como “obra”3. Por otra parte, no deja de ser
paradójico el atribuir el descanso a quien no se cansa. Sin
embargo, todo parece indicar que el propósito mayor de
este pasaje es el de ennoblecer el descanso semanal del
hombre, a lo cual se llama en el Cuarto Mandamiento.

Si bien la observancia del descanso del séptimo día es muy


antigua como institución, no existe ninguna declaración
precisa acerca de cuándo bendijo Dios al día séptimo.
Algunos afirman que tal cosa ocurrió en el mismo Edén.
Otros arguyen que no fue sino hasta el tiempo del Éxodo.
Entendemos también que en el texto examinado no hay
orden alguna para que el séptimo día sea observado.

2 La expresión “y descansó él” viene del término “ - way·yiš·bōṯ,


integrado por la conjunción “y”, unida a la inflexión del verbo “ –
sabath”, que significa “cesar, desistir, descansar” (en Qal-Consecutiva,
Tiempo Imperfecto, 3ª persona del singular).
3 La palabra traducida como “obra” viene del término - mə·laḵ·tōw
(derivado del verbo – melakah), que es un sustantivo, femenino, 3ª
persona, que significa “ocupación, trabajo”.

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2. Lea usted Éxodo 16:23-30, y responda. ¿Cuándo se ordenó
por primera vez la observancia del día de reposo?

RESPUESTA: La liberación de los israelitas del dominio de


Egipto marcó una nueva época en la historia de Israel. Así
fue que, ya estando en el desierto, el Señor les ordenó
observar el día de reposo por primera vez, lo que muestra
que no era práctica entre ellos.

Como se indicó en la Nota 2, al pié de la página 5, la palabra


hebrea para “reposo” o “descanso” es “sabath”, de donde se
deriva la palabra “sábado”, y significa también “cesación del
trabajo”. De aquí que Dios ordenó el séptimo día como
”sabath” cuando el pueblo de Israel viajaba en el desierto.

3. ¿Cuál es el propósito de la observancia del día de reposo


según Éxodo 20:8-11?

RESPUESTA: Este mandamiento exhorta al hombre a no


dejar pasar ociosamente el tiempo en cualquiera de los
seis días y a no trabajar el día de reposo; es decir, no ha de
hacerse -- en el día de reposo -- ningún trabajo que
pudiera haberse hecho en los días anteriores, o que pueda
ser postergado para los días siguientes. Solamente se
eximen obras de absoluta necesidad y de misericordia.
Dios establece ese día como día de descanso y adoración.

4. ¿Cómo debemos entender el pasaje de Éxodo 31:16-17 con


referencia a la observancia del día de descanso?

RESPUESTA: Las expresiones “Por sus generaciones”,


“pacto perpetuo” y “para siempre” se refieren a la
observancia del día de descanso. Este pasaje asegura que
la observancia del “día de reposo” es para siempre pero
debemos entender perfectamente a quién se exhorta a
obedecerlo. El verso 16 dice, literalmente, “Guardarán,
pues, el día de reposo los hijos de Israel”, lo que no es
extensible a toda la humanidad.

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5. Examine cuidadosamente y responda: ¿Qué enseñanza
nos da el escritor sagrado en el trozo de su poema
inspirado, contenido en Salmos 118:21-24?

RESPUESTA: En el contexto del Salmo, “la piedra que


desecharon los edificadores” es, por supuesto, Israel,
una nación rechazada en aquellos tiempos por no tener
importancia alguna en los planes políticos de quienes
estaban tratando de moldear el destino de las naciones
orientales a su puro gusto. Sin embargo, la historia ha
demostrado que, en los planes de Dios, esa piedra
rechazada por los edificadores, Israel, estaba destinada a
jugar un papel determinante en la historia universal. La
metáfora es desarrollada en Isaías 28:16-17, y preparada
mediante la esperanza mesiánica en ella vertida, para
ser usada por Jesucristo mismo, y por las múltiples
aplicaciones de ella a la persona de Jesucristo por parte
de los apóstoles (Mateo 21:42-44; Hechos 4:11: 1ª de Pedro
2:7; Efesios 2:20)...

Éste es un pasaje mesiánico. La expresión “ha venido a ser


cabeza del ángulo” se refiere, sin duda alguna, al Señor
Jesucristo. Este rechazo se manifestó al llevar al Señor hasta
la muerte. La cosa “maravillosa a nuestros ojos” se refiere,
sin duda, a la resurrección. “Éste es el día que hizo Jehová
nos gozaremos y alegraremos en él”. Ese día que hizo el
Señor se refiere al día de la resurrección, el domingo,
primer día de la semana.

II. EL SÁBADO Y EL DÍA DEL SEÑOR

6. ¿Cuál es la enseñanza del Señor Jesús respecto a “la


Ley”, según Mateo 5:17-19?

RESPUESTA: Jesús dijo que no había venido para abrogar


la ley, sino para cumplirla. Cualquiera que infringiere
uno de estos mandamientos es culpable

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La referencia a “la Ley” incluye no sólo El Decálogo sino
todo lo ordenado por el Señor desde el tiempo de Moisés.
La enseñanza es que Jesús cumplió “la Ley” pero que
cumplido el propósito para el cual ésta fue dada, fue
abolida por la Ley de Cristo.

7. En su conversación con el joven rico, en Mateo 19:16-22,


el Señor Jesucristo mencionó seis mandamientos que
aquel joven debía haber guardado. ¿Incluyó el día de
descanso judío?

RESPUESTA: Los seis mandamientos mencionados


fueron: No matarás, no adulterarás, no robarás, no dirás
falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre; y
amarás a tu prójimo como a ti mismo. Notamos que el
sábado es parte de esta Ley, pero el Señor Jesucristo no
lo menciona como para obtener la vida.

Del pasaje anterior encontramos lo siguiente:


a) Es notable que Jesús omitió el Sábado no sólo aquí,
sino en todas las ocasiones semejantes
b) En un hecho que nadie podría tener vida eterna y
quebrantar algunos de los mandamientos
mencionados por Jesús.
c) Es manifiesto que no mencionó aquí todos los
mandamientos que deben guardarse.
d) Si se nos dijese que al citar Jesús una parte del
Decálogo lo implicó todo y lo sancionó como
obligatorio (incluyendo el día de descanso judío),
responderíamos que entonces, al mencionar una
parte de la Ley de Moisés, sancionó la obligación que
habríamos de tener de observarla toda. El
mandamiento de amar al prójimo no está en el
Decálogo, sino en el “libro de la ley” (Son múltiples
las referencias al “Libro de la Ley”. Véanse, por ejemplo,

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Deuteronomio 31:26; Josué 1:8, 8:31; 2º de Reyes 22:8;
Nehemías 8:1, etc. Véase también como en Marcos 10:19
Jesús cita el mandamiento “No defraudes”4 de Levítico
19:13). Aquí la pregunta fundamental con relación a
la Ley de Moisés sería: ¿Es obligatoria para nosotros
– los cristianos - toda la ley levítica tan sólo porque
Jesús citó una parte de ella? ¡Por supuesto que no!
Luego no se puede concluir que por haber citado
Jesús una parte de ella al joven que estaba todavía
bajo la ley, pese ésta en su totalidad sobre nosotros
los cristianos gentiles, quienes jamás hemos estado
sujetos al Antiguo Pacto. La mayoría de nosotros nos
opondríamos a comernos todo un pollo, si alguien
tratara de obligarnos, tan sólo porque se asegura
que un pedazo de él es bueno.

8. ¿Cuál es la enseñanza respecto del Sábado en la profecía


contenida en Mateo 24:20?

RESPUESTA: El Señor Jesús estaba previniendo a los


judíos lo que sucedería durante La Tribulación. En ese
caso, les advierte que deberían huir con mucho más
cuidado si es invierno o sábado; esto último porque se
solían cerrar todas las puertas de la ciudad en Sábado, lo
cual les estorbaría para huir, si no es que los detendrían
en lo absoluto. Lo que menos enseña este pasaje es que
por guardar el Sábado no huyeran.

9. ¿Qué significa que el “el día de reposo fue hecho por


causa del hombre. . .”, según Marcos 2:27-28?

RESPUESTA: Esto es así, para que pudiera tener la


séptima parte de su tiempo con el fin de dedicarlo al
descanso y la adoración. Es de lo más normal que donde
no se observa el día de reposo semanal prevalezcan las

4Μὴ ἀποστερήσῃς - Mē aposterēsēs. Μὴ, partícula negativa, y ἀποστερήσῃς,


defraudar, robar, despojar, en forma absoluta; ver 1ª a los Corintios 6:8.

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enfermedades, la pobreza y el cansancio. El día de
reposo promueve el bienestar de la humanidad, en
términos generales, y aparta el tiempo para la adoración
y el servicio.

III. EL CRISTIANO Y EL DÍA DEL SEÑOR

Después de la resurrección de Cristo no existe ninguna


evidencia en el Nuevo Testamento de que un cristiano haya
guardado el Sábado según la ley. Es posible, y aun
probable, que algunos judíos que creyeron, guardaran el
sábado, siendo aún celosos de la ley, pero es importante
notar que el Espíritu Santo no permitió que tal falta de
entendimiento de la gracia fuese registrada en las Escrituras
para confusión nuestra. Después de la resurrección de
Cristo no hay ni una sola mención, y mucho menos un
mandamiento, acerca de la necesidad de guardar el Sábado
ni a cristianos, ni a gentiles, ¡ni siquiera a judíos! Al
contrario, hay advertencias en contra de guardar el Sábado
para los cristianos (Véase Gálatas 4:9, 11; Colosenses 2:14-
17). Después de Su resurrección, Cristo no se reunió con sus
discípulos el día de reposo (aunque antes lo había hecho),
sino que se reunió con ellos el primer día de la semana, lo
cual se menciona dos veces (Juan 20:19, 26). El primer día
de la semana tiene un significado especial para la iglesia, el
pueblo de Dios en esta época de gracia. Veamos por qué:

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10. Frente a los siguientes pasajes escriba su enseñanza:
a. Marcos 16:9 Fue el primer día de la semana
cuando el Señor Jesucristo resucitó de
entre los muertos.
b. Lucas 24:1 Fue muy de mañana, el primer día de
la semana, que algunas mujeres
fueron a la tumba, llevando especias
aromáticas para ungir el cuerpo del
Señor Jesús, pero ya había resucitado.
c. Lucas 24:13 Fue el mismo primer día de la
semana que Jesús resucitado aparece a
los dos discípulos que iban a Emaús.
d. Lucas Fue el primer día de la semana que
24:36 - 49. Jesús resucitado, apareció a los once
discípulos, recordándoles lo que Él
mismo les había anunciado respecto a
Su crucifixión y muerte.
e. Lucas Fue el primer día de la semana que el
24:50-53. Señor, delante de Sus discípulos
ascendió a los cielos para ser
glorificado.
f. Hechos 2:1 El día de Pentecostés, cuando
descendió el Espíritu en forma
corporativa sobre la iglesia, que es el
cuerpo de Cristo, fue el primer día de
la semana.
g. Hechos 20:7 La iglesia primitiva celebraba la Cena
del Señor en el primer día de la
semana.
h. 1ª a los Las ofrendas se relacionaban con el
Corintios 16:2 primer día de la semana.

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Por lo anterior, el primer día de la semana es llamado “el
día del Señor” y la iglesia lo observa voluntariamente.
Notemos bien que no hay mandamiento alguno en el
Nuevo Testamento acerca de que el cristiano guarde el
primer día de la semana, y esto es completamente lógico
porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia (Romanos
6:14). Los cristianos no guardamos el primer día para ganar
méritos, ni tampoco lo cumplimos por temor a un castigo,
sino que lo celebramos en espíritu de devoción hacia Aquel
que nos amó y se entregó a Sí mismo por nosotros. El
Séptimo día, “sabath”, conmemoró el reposo de la creación;
el primer día conmemora el reposo en la nueva creación
efectuada por la obra de Cristo. No queremos ocuparnos en
guardar un día sino de agradar a una Persona. “De modo
que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” 2ª a los
Corintios 5:17.

IV. EL PROPÓSITO DEL DÍA DEL SEÑOR

11. ¿Qué significa para el cristiano el día de reposo? Éxodo


20:8-11

RESPUESTA: Significa que uno debe cesar en su trabajo


ordinario de la semana, y descansar. Dios descansó, y
nosotros debemos descansar también. Por supuesto,
algunos trabajos deben continuar, como los que
atienden los servicios generales de la ciudad, las
enfermeras, los médicos, etc.

El dejar de hacer uno lo que hace durante la semana para


ganarse la vida es un descanso para el cuerpo y para la
mente; este descanso renueva las energías gastadas y nos
capacita para la nueva jornada de trabajo en la semana
siguiente.

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12. ¿Cómo debe el creyente observar el día de descanso?
Éxodo 20:10a.

RESPUESTA: La capacidad de adorar es innata en el ser


humano y una inmensa bendición en el creyente. Una
vida en la que no hay adoración es una vida sin
significado. La adoración es la actitud apropiada con la
que los creyentes agradecidos nos acercamos al Señor
para rendirle alabanza. El cristiano regenerado siente el
impulso de rendirle culto a Dios. El cuarto
mandamiento dice que el día de descanso es “día de
reposo para Jehová tu Dios. . .”, es decir el día de reposo
debe ser dedicado al Señor puesto que es para Él.

13. ¿Cuál es el testimonio del salmista respecto al uso del


día de descanso, según Salmos 118:24 y 122:1?

RESPUESTA: El domingo debe ser un día precioso,


porque hay un cambio completo en la rutina de la
semana. El testimonio del salmista es muy elocuente en
los pasajes citados. Por tanto el domingo es, entonces,
un día de alegría y no de tristeza. ¡Cuán hermoso y útil
nos es el acudir a la Casa de Dios a entregar nuestra
adoración y nuestra alabanza a quien nos redimió!

Cuando expresamos que el domingo es el día de descanso


aparentemente entramos en una contradicción porque,
¿cómo puede ser el domingo día de descanso y trabajo al
mismo tiempo? Observemos que el Señor Jesús efectuó
milagros aún en el día de descanso, haciendo la obra de Su
Padre celestial. Asimismo, el cristiano disfruta su descanso
haciendo la obra de Dios. Hay una observación interesante
en el siguiente contraste: Dios descansó el séptimo día
después de que había trabajado; pero el creyente en Cristo
Jesús primero descansa para después trabajar.

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ALGUNAS CITAS HISTÓRICAS IMPORTANTES.

1. El respetado Philip Schaff, autor de una serie de 8 volúmenes


sobre el tema de “HISTORIA DE LA IGLESIA CRISTIANA”, en el
volumen 1 de su serie afirmó que la designación del primer día
de la semana como “El día del Señor” está conectada con “los
hechos fundamentales a la fundación de la iglesia” (página
478).

Él escribió: “La observancia universal y no contradicha


observancia del Domingo durante el Siglo II de la Era Cristiana
sólo puede ser explicada por el hecho de que tenía sus raíces en
la práctica apostólica.”

2. Los escritos de los llamados “padres de la iglesia” testifican


de la prioridad concedida al “día del Señor”. “La Didache” (un
breve tratado anónimo cuyo origen es ubicado por la mayoría
de los expertos en el Siglo I), también conocida como “Las
Enseñanzas de los Doce”, dice: “Pero cada día del Señor …
congréguense ustedes para partir el pan y dar gracias, después
de haber confesado vuestras transgresiones, a fin de que
vuestro sacrificio sea puro.”

3. En el año 110 d. C., Ignacio de Antioquía escribió: “Por tanto,


si aquellos que vivían conforme a las prácticas antiguas (i.e
Judíos) disfrutan ahora de una nueva esperanza y no guardan
ya el Sábado sino que ahora guardan el día del Señor…
observen ahora el día del Señor como una fiesta, el día de Su
resurrección, el día más importante de la semana.” (Epístola de
Ignacio a los Magnesianos.)

4. Justino Mártir escribió, en su “Primera Apología” (140 d. C.),


“Y en el día llamado Domingo se reúnen en un mismo lugar
todos los que viven en una misma ciudad o distrito rural …
pero el Domingo es el día en que todos celebramos nuestras
asamblea general, porque es el día en el que nuestro Señor y
Salvador Jesucristo se levantó de entre los muertos.”

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