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HERMENEUTICA B101-08

“El proceso de Leer, Estudiar y Aplicar


la Palabra de Dios en la Vida
Los Salmos”
29 de Junio 2010

PRIMERA EDICIÓN 01.07.10

Prof. José Mendoza

Vamos a entrar a nuestra octava sesión, ya entramos a la segunda mitad de nuestra


materia y siguiendo con “El Proceso de Leer, Estudiar y Aplicar la Palabra de Dios
en Nuestra Vida”, vamos a desarrollar algunos principios que tienen que ver con los
salmos, básicamente vamos a ver toda la literatura poética y sapiencial en las
próximas clases, y hoy día vamos a estar hablando especialmente acerca de los
salmos, estos cánticos espirituales que seguramente cada uno de nosotros lleva de
manera particular en el corazón.

Los salmos que en hebreo son el Tehillim, y en el griego el Psalmoi, Tehillim es


alabanza y Psalmoi viene de salterio, los cánticos, son específicamente cantos o
poemas sagrados interrelacionados que eran usados durante el culto público en
Israel. ¿Por qué es fácilmente identificable la idea de cánticos o poemas?, porque es
evidente, lo descubrimos a través de la lectura.

Sin embargo, algo que quizás no descubrimos de una manera específica es que los
salmos están interrelacionados uno detrás de otro, o sea hay una intención en
cuanto a la presentación de los salmos, los salmos están divididos en cinco libros
que supuestamente están relacionados con los cinco primeros libros del Antiguo
Testamento aunque no existe una relación directa por llamarlo de alguna manera,
sin embargo, algunos señalan que cada libro está relacionado con uno de los libros
mosaicos.

La idea principal es que estamos hablando de cánticos o poemas sagrados, estos


cánticos o poemas sagrados tienen más de 3000 años de antigüedad, por lo tanto
no estamos hablando de una poesía o un cántico que sea muy parecido a los
nuestros.

Lo que debemos saber en primer lugar es que las características de la poesía


moderna no tienen relación con las de la poesía antigua, cuando hablamos de un
poema de la antigüedad, la rima, el ritmo, lo que caracteriza un poema
contemporáneo no es muy parecido a las características de sonido o de intención de
una poesía antigua.

Vamos a dar algunos ejemplos, seguramente ustedes han escuchado este poema
de Antonio Machado, “Dice la monotonía del agua clara al caer: un día es como otro

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día; hoy es lo mismo que ayer”, definitivamente nosotros podemos entender el
significado y descubrir la belleza de las palabras por su ritmo y por su rima.

Este juego de palabras no solamente tiene la intención de tener finales parecidos,


monotonía con día y caer con ayer, sino que aún, si nosotros contamos las sílabas
nos vamos a dar cuenta que tienen una determinada cadencia que permiten que
tengan un sonido musical en nuestros oídos, no necesariamente acompañada de
instrumentos, pero ya el pronunciarlo genera en nosotros una cadencia que es
diferente a la prosa.

Permítanme ponerles otro ejemplo, hay un poeta peruano que se llama Nicomedes
Santa Cruz, ya fallecido, él era un decimista, él hacía décimas, y una de sus
décimas más conocidas es esta “A cocachos aprendí mi labor de colegial en el
Colegio Fiscal del barrio donde nací ”.

¿Ustedes saben lo que es un cocacho verdad?, un cocacho es el golpe que le dan


con los dedos en la cabeza, en peruano se dice cocacho, entonces “A cocachos
aprendí mi labor de colegial en el Colegio Fiscal del barrio donde nací ”, y el poema
continúa, “no tener primaria completa era raro en mi niñez, nos sentabamos de a
tres en una misma carpeta”, y continúa la historia.

Sin embargo, la belleza de la creación literaria de estas décimas tiene que ver con el
hecho de que si nosotros lo dividimos en sílabas vamos a contar y cada frase tiene
exactamente el mismo número de sílabas, eso significa que el autor no solamente se
preocupó, como yo les he mencionado, por los finales, sino por toda la creación, de
tal manera que suena musicalmente, tiene ritmo y tiene rima.

Ahora, cuando nosotros estamos hablando de la poesía hebrea, ¿vamos a encontrar


esta misma rima y este mismo ritmo conocido de la poesía contemporánea?, pues
en realidad no; pero, ¿vamos a encontrar algo musical?, sí, de todas maneras.

Debido a su carácter temático y didáctico es que la poesía hebrea estaba diseñada


para facilitar la memorización mediante el énfasis insistente en los conceptos
básicos comprendidos en el poema, o sea, ¿cuál era la intención de la poesía
hebrea?, la intención de la poesía hebrea era celebrar adoración a Dios pero tenía
también un contenido temático y didáctico, era la intención de educar a los creyentes
hebreos, no solamente tenía la intención de que se gocen musicalmente, sino que la
música hebrea, la poesía hebrea, era básicamente instructiva, tenía un carácter
didáctico.

Entonces, en lugar de un ritmo y una rima sonora lo que nosotros vamos a encontrar
son énfasis insistentes en los conceptos básicos comprendidos en el poema. Vamos
a poner un ejemplo, el Salmo 27: 1 “El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿a quién
temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿de quién tendré temor?”

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O sea la intención del cántico era resaltar la ausencia de temor en los creyentes por
la presencia de Dios, “El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré?
El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿de quién tendré temor?”, entonces es el énfasis
didáctico lo que le genera la potencia poética a la poesía hebrea.

Ahora, ya que el carácter poético de los salmos del Antiguo Testamento son
básicamente educativos, nosotros nos vamos a dar cuenta que algunos salmos son
presentados con alguna clara referencia histórica que justifica su declamación como
es el caso de los que se refieren específicamente a la vida de David, no solamente a
la vida personal de David, porque seguramente vamos a recordar el Salmo 51, pero
también a otros momentos que tienen que ver con la exaltación de David como rey o
la victoria de David sobre algunas batallas en contra de sus enemigos. Algunos otros
salmos tienen instrucciones en cuanto al tono de sus canciones, cómo deben ser
cantados, sin embargo, toda esta tonalidad musical se ha perdido en la historia.

Nosotros hemos señalado que los salmos y toda expresión del Antiguo Testamento
tenía el carácter de ser una lectura básicamente comunitaria, la Biblia no era para
ser leída de manera personal, sino que tenía que ser leída en forma comunitaria
para ser leída y compartida, los salmos no son la excepción, aunque debemos hacer
una aclaración.

Aunque se piensa que los salmos son básicamente creados para fines litúrgicos, lo
cierto es que una buena cantidad de ellos no tiene indicaciones litúrgicas o rituales
específicas, y deben ser catalogados dentro de la poesía devocional, en donde la
primera persona singular y no plural ocupa un lugar preponderante.

Si ustedes abren de manera casual el libro de los Salmos, van a encontrar muchos
de los salmos en donde se habla del pueblo de Dios, Señor rescátanos, Señor ten
misericordia de nosotros, acuérdate que hemos sido juzgados por nuestros
enemigos, etc., en donde los cánticos tenían que ver con una expresión grupal de
adoración.

Sin embargo, vamos a encontrar también muchos otros en donde se habla en


primera persona, Señor ayúdame, Señor sostenme, a dónde voy a mirar por auxilio,
voy a mirar al Señor que viene desde los montes, muchos de estos salmos entonces
están diseñados para que sean poemas devocionales en donde uno pueda usarlos
como una instrucción para encontrarse con el Señor.

Por ejemplo, el Salmo 40 que es un salmo muy famoso que seguramente nosotros
hemos usado como una oración en múltiples oportunidades, "Al Señor esperé
pacientemente, y Él se inclinó a mí y oyó mi clamor. Me sacó del hoyo de la
destrucción, del lodo cenagoso; asentó mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos".
(Salmo 40:1-2)

Muchos de estos cánticos son cánticos personales y también podríamos llamarlos


cánticos existenciales, porque tienen una expresión de dolor, una expresión de
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quebranto personal, la manifestación de una profunda búsqueda del Señor, el deseo
de encontrarse con Él, el deseo de no mostrar vergüenza ante la realidad de su
condición caída buscando que el Señor los sostenga y los levante.

Esas manifestaciones se dan una y otra vez en el libro de los Salmos y quizás esa
es la razón porque los salmos se vuelven tan personales, porque uno lo siente de
manera personal y uno adopta muchos salmos como personales y los toma para
momentos muy específicos de su vida.

Ahora, nosotros hemos dicho que los salmos están divididos en cinco libros, el libro I
del Salmo 1 al 41, libro II del 42 al 72, el libro III del 73 al 89, el libro IV del 90 al 106
y el libro V del 107 al 150.

Ahora, ustedes notan que en este cuadro yo he puesto al final de cada libro algo que
dice la doxología que es como la bendición final, la declaración final de quien es
Dios, si nosotros miramos por ejemplo abriendo nuestras biblias en el Salmo 41:13,
nosotros nos vamos a dar cuenta que el libro está terminando por que dice el 41:13
“Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, desde la eternidad hasta la eternidad. Amén y
amén.”, es una declaración final del primer libro.

Entonces, lo que quiero darles a entender para su disfrute hermenéutico es que no


solamente debemos ver los salmos uno a uno, sino, que el libro uno tiene una
connotación que nosotros debemos descubrir porque aparentemente con el 41:13
está terminando todo un proceso.

El capítulo 72:18- 19 nos guía también en el mismo proceso, “Bendito sea


el SEÑOR Dios, el Dios de Israel, el único que hace maravillas. Bendito sea su
glorioso nombre para siempre, sea llena de su gloria toda la tierra. Amén y amén.”,
se dan cuenta, nuevamente, y ahí inmediatamente el salmo 73 empieza el libro
tercero. Veámoslo todos, el 89:52, también aunque de una manera más corta
“¡Bendito sea el SEÑOR para siempre! Amén y amén.”, como dando por terminado
ese bloque de adoración al Señor.

El 106: 48, “Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, desde la eternidad y hasta la
eternidad. Y todo el pueblo diga: Amén. ¡Aleluya!”, ahora el libro quinto no tiene este
mismo final aunque algunos consideran que es completamente todo el Salmo 150,
en realidad la última adoración de todo el libro de los Salmos, de los cinco libros, por
lo tanto empieza alabando al Señor, “¡Aleluya! Alabad a Dios en su santuario;
alabadle en su majestuoso firmamento. Alabadle por sus hechos poderosos;
alabadle según la excelencia de su grandeza. Alabadle con sonido de trompeta;
alabadle con arpa y lira. Alabadle con pandero y danza; alabadle con instrumentos
de cuerda y flauta. Alabadle con címbalos sonoros; alabadle con címbalos
resonantes. Todo lo que respira alabe al SEÑOR. ¡Aleluya!”

Entonces, nosotros nos encontramos con cinco libros o cinco divisiones del libro de
los Salmos y cada división termina con una expresión de adoración al Señor, bendito

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sea el Señor, pero eso nos debe dar una clave hermenéutica, como lo hemos
mencionado hace un momento, en donde cada libro nos debe guiar de manera
específica a descubrir algo especial de parte del Señor.

Ahora, ¿qué clase de himnos?, ¿qué clase de poemas nosotros tenemos en el libro
de los Salmos?, vamos a dividirlos de una manera sencilla, hay himnos para
alabanza a Dios que pueden ser cantados por coros o por solistas, o sea hay
alabanzas de reconocimiento al Señor por toda su grandeza, por su presencia, por
su soberanía, por su providencia, por la manifestación de su amor para con nosotros
como el Salmo 8:1, “¡Oh SEÑOR, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda
la tierra, que has desplegado tu gloria sobre los cielos!”, el verso 3 y 4, “Cuando veo
tus cielos, obra de tus dedos la luna y las estrellas que tú has establecido, digo:
¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y el hijo del hombre para que lo
cuides?”, el salmo 8 es una expresión entonces de reconocimiento y de alabanza a
nuestro Señor.

Pero junto con estos himnos de alabanza también hay lo que se llama los lamentos
comunitarios, y los lamentos comunitarios se basan en alguna calamidad nacional
que se presenta delante de Dios para pedir su intervención, entonces se refieren,
por un lado pueden referirse a un momento histórico en donde la nación de Israel
vivió un momento difícil y este cántico es el símbolo de petición de todo el pueblo por
la misericordia de Dios, como el Salmo 74 por ejemplo, los primeros dos versículos.

“Oh Dios, ¿por qué nos has rechazado para siempre? ¿Por qué se enciende tu ira
contra las ovejas de tu prado? Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste
desde los tiempos antiguos, la que redimiste para que sea la tribu de tu heredad,
y de este monte Sion donde has habitado.”

Este es un lamento comunitario, pero interesantemente este lamento comunitario


encierra completamente la necesidad de Israel por encontrar la gracia de Dios, y de
manera específica están invocando al Señor para que se acuerde, para qué el Señor
tenga memoria o los recuerde nuevamente.

Nosotros vamos a ver que es un salmo bastante largo en donde las peticiones
finales en los versos 22 y 23 del salmo 74 dice: “Levántate, oh Dios, defiende tu
causa; acuérdate de cómo el necio te injuria todo el día. No te olvides del vocerío de
tus adversarios, del tumulto de los que se levantan contra ti, que sube
continuamente", es un lamento comunitario.

Entonces tenemos expresiones de adoración, tenemos los lamentos comunitarios,


tenemos también salmos reales, como los mencionamos hace un momento, que
están relacionados con hechos sobresalientes en la vida de los reyes hebreos.

Vamos a ver por ejemplo el salmo 18, el verso uno dice en su introducción, no en el
salmo propiamente tal, en el verso uno, nosotros vamos a encontrar en el salmo 18

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una nota introductoria que nos va a dar cuenta del momento histórico al cual este
salmo se refiere.

“Para el director del coro. Salmo de David, siervo del SEÑOR, el cual dirigió
al SEÑOR las palabras de este cántico el día que el SEÑOR lo libró de la mano de
todos sus enemigos, y de la mano de Saúl. Y dijo: Yo te amo, SEÑOR, fortaleza
mía…”

O sea, éste es un salmo real, tiene que ver entonces con un momento histórico
determinado para la nación de Israel, en donde se celebra las victorias de David y
David de manera personal le rinde este tributo al Señor.

Pero juntamente con estos salmos reales, con los himnos de alabanza y adoración
a Dios y con lamentos comunitarios, también nosotros encontramos una gran
cantidad de salmos a los que denominamos lamentos individuales, y estos lamentos
individuales son la contrapartida de los lamentos comunitarios.

Como hemos señalado, hay muchos salmos que tienen que ver con una vida
devocional personal, que están relacionados con mi vida de relación con Dios, con
mis altas y mis bajas, con mis tiempos de deterioro espiritual, con mis búsquedas de
gracia y misericordia, entonces, estos lamentos individuales son este llamado
personal de búsqueda del Señor que también se encuentran entre los salmos
públicos de adoración a Dios, el más conocido es el Salmo 51.

Nosotros conocemos aún la razón por la que fue escrita, el momento en el que fue
escrito, “Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a lo
inmenso de tu compasión, borra mis transgresiones. Lávame por completo de mi
maldad, y límpiame de mi pecado". (Salmo 51:1-2)

Un salmo que seguramente todos nosotros conocemos y que tiene que ver con este
lamento personal, y es muy interesante hermanos, que estos cánticos o estos
poemas no solamente sean poemas para grandes momentos de felicidad, sino
también, para momentos en donde había que reconocer delante de Dios un
sentimiento de quebranto, un sentimiento de arrepentimiento, el reconocimiento de
una caída.

¿Y por qué se da esto?, básicamente porque la naturaleza del hombre requiere que
muchas veces, sus momentos de alta y sus momentos de baja no sean
representados solamente por conceptos intelectuales, sino también por
manifestaciones del alma, porque las manifestaciones del alma muchas veces
traducen toda la realidad de lo que está bullendo en el corazón.

Entonces, no se trata solamente de una definición doctrinal basada en la ley del


hombre que ha caído, sino que se traduce en una expresión, una expresión emotiva,
un cántico emotivo en donde uno puede derramar el corazón, y yo creo que todas
las culturas entienden lo que la música y la poesía pueden expresar para interpretar
las grandes sensaciones del alma y del corazón.
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Por eso es que tenemos adoración, tenemos lamento, tenemos historia, tenemos
también un llamado personal de la conciencia, pero hay más en los salmos. Los
salmos también son acciones de gracias personales ofrecidas o cantadas en
relación con ceremonias en el templo, a fin de permitir la participación de los
creyentes en forma más significativa en la gracia divina.

O sea, son salmos de expresión grupal, de acción de gracias, es personal pero se


expresa grupalmente, estamos ahí en la congregación de Israel, estamos dispuestos
a cerrar un año delante de Dios y queremos dar gracias, pero no queremos hacerlo
simplemente de manera grupal sino que queremos que esta expresión grupal sea
también una manifestación personal.

Por ejemplo, el salmo 103, por favor abrámoslo porque aquí tenemos la primera
parte, pero nosotros vamos a descubrirlo también de una manera más gloriosa. El
salmo 103 es un famoso salmo de alabanza, que seguramente también todos
nosotros hemos cantado, dice:

"1Bendice, alma mía, al SEÑOR, y bendiga todo mi ser su santo nombre. 2Bendice,
alma mía, al SEÑOR, y no olvides ninguno de sus beneficios.3Él es el que perdona
todas tus iniquidades, el que sana todas tus enfermedades; 4el que rescata de la
fosa tu vida, el que te corona de bondad y compasión; 5el que colma de bienes tus
años, para que tu juventud se renueve como el águila”.

Entonces a través de esta expresión de gratitud, el salmista, en este caso dice:


“Salmo de David”, intenta expresar de manera particular todos los beneficios que el
pueblo ha recibido de Dios, de tal manera que a través de estas expresiones,
diferentes expresiones de gratitud que el pueblo de Dios está elevando, cada uno de
los miembros de la comunidad puedan sentirse parte, pueda sentir que su gratitud
para con Dios también está representada de tal forma que a través de este cántico
de reconocimiento personal, también se convierta en una expresión de gratitud
delante del Señor.

Entonces tenemos lamentos, tenemos adoración, tenemos historia, tenemos


acciones de gracias y también tenemos salmos que son didácticos o sapienciales,
que tienen una enseñanza que brindarle al adorador, o sea que son salmos de
instrucción, son salmos que tenían que ser memorizados y que formaban parte de la
instrucción al pueblo de Israel, no solamente tenían un carácter emocional, sino que
tenían un carácter didáctico e instructivo.

Quizás el más famoso es el Salmo 119, en donde se expresa de diferentes maneras,


el valor de la palabra de Dios y la posición del creyente en diferentes momentos con
respecto a la palabra de Dios. Entonces, muchos de nosotros seguramente hemos
aprendido de memoria, “con qué limpiará el joven su camino, con guardar tu
palabra”, Salmos 119:9. Y verso 11, "en mi corazón he escondido tus dichos para no
pecar contra ti". No tiene solamente un carácter iluminador emotivo de una realidad
espiritual, sino que tiene un carácter instructivo, “Tus manos me hicieron y me

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formaron; dame entendimiento para que aprenda tus mandamientos. Que los que te
temen, me vean y se alegren, porque espero en tu palabra”, (Salmo 119:73-74)
o sea, es un salmo didáctico, una invitación a aprender más del Señor, a conocerle a
Él de una manera más profunda.

Entonces, como ustedes pueden ver, nuestra tarea hermenéutica es descubrir en el


momento en que leemos los salmos; entonces, nuestra visión panorámica nos debe
llevar a descubrir hacia dónde nos lleva cada uno de los pequeños cinco libros en
que está dividido el libro de los Salmos.

Y de manera particular, la tarea hermenéutica me lleva a descubrir qué tipo de salmo


es el que yo estoy leyendo, ¿es un lamento comunitario o un lamento individual?,
¿es una demostración de alabanza a Dios o de acción de gracias?, ¿es el
reconocimiento de un momento histórico, o es una expresión didáctica de instrucción
personal, que el pueblo de Dios debía usar para conocer más al Señor?

Esas son las preguntas básicas que yo debo hacerme, descubriendo la conexión
que existen entre los salmos en su orden, y en segundo lugar descubriendo qué tipo
de salmo es aquel al cual yo estoy entrando en un determinado momento.

Una cosa preciosa del libro de los Salmos es que son palabra de Dios, nosotros
creemos que los salmos son palabra de Dios, sin embargo, como lo leíamos en el
Salmo 51, el Salmo 51 dice “Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia,
conforme a lo inmenso de tu compasión, borra mis transgresiones”, y el título del
salmo dice: “Para el director del coro. Salmo de David, cuando después que se llegó
a Betsabé, el profeta Natán lo visitó.”

Conocemos entonces la circunstancia histórica, conocemos que es en cierta manera


es un salmo real, que tiene que ver con la historia de David, pero esta vez no es su
historia política, ni como gobernante, sino que tiene que ver con su historia personal,
es una declaración de contrición de parte de David, después de que Natán fue
donde él y le hizo descubrir de una vez por todas la realidad de su pecado.

Sin embargo, este salmo que es tan personal, también es palabra de Dios, entonces,
hay algunas consideraciones especiales. Los salmos son palabras habladas a Dios
que son palabra de Dios para nosotros, son palabras habladas a Dios que son
palabras de Dios para nosotros.

Por eso es necesario verificar si el salmo es una alabanza, una súplica, una acción
de gracias o una lamentación ¿por qué?, porque aunque el Señor Jesucristo nos
enseña que no debemos usar de vanas repeticiones, sin embargo los salmos
encierran la forma en que el Señor diseña nuestro corazón para expresarnos delante
de Él, es el modelo de cómo el Señor espera que nosotros nos acerquemos delante
de Él, en toda la realidad de nuestro corazón.

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Y hay salmos que son verdaderamente chocantes, “Señor parte a mis enemigos por
la mitad y que no quede ninguno de ellos vivo desde el más pequeño hasta el más
grande,” “acaba con esta cosa”, o demostrar el lamento de la condición de pecado y
la realidad del sentimiento de lejanía de Dios, “Señor, ¿por qué nos has rechazado?,
¿por qué nos has abandonado?, ¿por qué te has ido tan lejos?”. Cosas que nosotros
quizás no nos atreveríamos a decir delante de Dios, pero que los salmos nos
proveen la valentía para hacerlo, porque sentimos que podemos tomar estas
palabras que son palabras dirigidas a Dios, pero que son palabras de Dios para
nosotros, por lo tanto nos ayudan a expresarnos.

El Salmo 73 por ejemplo dice: “¿A quién tengo en los cielos, sino a ti? Y fuera de ti,
nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón pueden desfallecer, pero Dios es la
fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre". (Salmo 73:25-26)

Es como si Dios nos soplara y nos dice, ¿quieres saber cómo me gustaría que tú te
expreses?, ¿cómo me gustaría que fuera la realidad de tu corazón?, yo te lo voy a
decir, mira, “¿A quién tengo en los cielos, sino a ti? Y fuera de ti, nada deseo en la
tierra. Mi carne y mi corazón pueden desfallecer, pero Dios es la fortaleza de mi
corazón y mi porción para siempre”, entonces, esa es la realidad de Salmos que son
palabras habladas a Dios, pero que son palabras de Dios para nosotros, acuérdense
de esa frase, a buen entendedor pocas palabras.

Una segunda consideración, no tienen como primera intención el mostrarnos


doctrina o moral, sino ayudarnos a expresar nuestras alegrías y tristezas, éxitos y
fracasos, esperanzas y pesares. Calvino decía que los salmos son una “anatomía de
todas las partes del alma”.

Es como una gran radiografía del corazón humano, por lo tanto, yo no voy a tratar de
hacer simplemente una exégesis para descubrir ciertos patrones doctrinales
referidos en los salmos, sino que los salmos están en el centro de la Escritura, como
así en el centro de nuestro corazón están nuestros sentimientos, nuestras
emociones, nuestras luchas, nuestros pesares, nuestras alegrías.

Y cuando abrimos los Salmos, nosotros podemos encontrar de una manera sencilla,
pero de una manera profunda aún mis más íntimos sentimientos, encuentro un punto
de identificación en la palabra de Dios aún de mis lugares más obscuros, encuentro
que cuando estoy en el pozo cenagoso, en el lodo, hundido en el lodo, voy encontrar
un salmo que me va a representar, y por lo tanto es palabra de Dios para mis
circunstancias, para salir de allí, no importa en la condición que yo esté.

Yo recuerdo hace muchos años, y esto siempre lo tengo como testimonio, porque
me parece importante en este momento, yo había conocido, hará más de 20 años
atrás, dando una clase para nuevos creyentes, conocí a un hombre que en el
momento en que yo lo conocí era un gran banquero.

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Un hombre pero sumamente arrogante, impecablemente vestido, que me hablaba
así como, “Yo sé de lo que tú me estás hablando, porque yo he leído mucho, te
entiendo…”, él estaba yendo a la clase porque la novia lo traía, casi a la fuerza pero
él venía para agradarla y él me hablaba así, siempre se me acercaba, yo era
muchacho en ese tiempo, y él mayor que yo, me hablaba como mirándome y me
daba cuenta de lo mucho que sabía.

Yo no lo volví a ver después de esas clases y me lo volví a encontrar otra vez en la


Iglesia, probablemente un año después, cuando lo volví a ver, tengo que reconocer,
que cuando lo vi no lo reconocí físicamente, no estaba vestido impecablemente,
había adelgazado muchísimo, lo único que pude reconocer es su tono de voz,
porque ni siquiera el brillo de sus ojos, su apariencia de hombre poderoso.

En ese año, él las había pasado todas, todas, y ahora como dando una vuelta en
arrepentimiento, él había vuelto a la Iglesia solo, ya no tenía novia, no tenía nada, lo
había perdido todo, y el llega y me habla en otro tono, de su búsqueda de Dios y de
lo sólo que se encontraba y de lo lejos que se encontraba de Dios.

En ese momento en mi mente sólo hubo una cosa que decirle, yo me acordé del
Salmo 139 que dice: “ ¿A dónde me iré de tu Espíritu?”, y yo en ese momento casi
se lo recité, “si subiere a los montes allí estás tú, si en el infierno hiciere mi estrado,
aún allí me alcanzará tu diestra”, y yo se lo dije y no nos volvimos a ver, lo cierto es
que ese salmo repitiéndose en su mente con mi voz, fue lo que le ayudó a descubrir,
que a pesar de que ya él había caído en lo más bajo, el Señor no lo había dejado
solo y a través de esas palabras el pudo volver a levantarse.

Entonces, los salmos expresan nuestras alegrías y tristezas, nuestros éxitos y


fracasos, nuestras esperanzas y pesares, nosotros nos podemos sentir identificados
en los salmos y ver qué es palabra de Dios, esos sentimientos de pesar, pero al
mismo tiempo sentimientos de esperanza, de búsqueda de Dios, ése es el llamado.

Y quizás el salmo más precioso es el Salmo 23 ¿verdad?, y eso que ni lo puse, pero
el Salmo 23 encierra justamente todo lo que nosotros hemos mencionado y por eso
quizás es el salmo más memorizado, o el texto bíblico más memorizado en toda la
historia, "El SEÑOR es mi pastor, nada me faltará. En lugares de verdes pastos me
hace descansar, junto a aguas de reposo me conduce. El restaura mi alma; me guía
por senderos de justicia por amor de su nombre”.

Pero en el verso cuatro cambia la escenografía y dice, “Aunque pase por el valle de
sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu
callado me infunden aliento”. Entonces, esa es la consideración especial que
tenemos que tener con respecto a los salmos, los salmos expresan el lugar de
nuestro corazón sin importar en donde nosotros estemos.

Por eso, basado en estas dos primeras premisas, dos primeras consideraciones que
hemos manifestado, debemos pensar que los salmos tampoco se deben sobre
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interpretar porque mucho de su significado es producto de los paralelismos de sus
palabras en donde se intenta recalcar y acentuar el significado, no mostrar uno
nuevo o diferente en cada verso.

Los salmos intentan cautivar mi alma, mi corazón, encontrase conmigo en ese


momento de tensión emocional en la que yo me encuentro, por lo tanto las palabras
vibran, pero las palabras vibran no para tomarlas en el laboratorio y tratar de sacar
una por una, sino entenderlas en su contexto.

Por ejemplo, el Salmo 19:1-2, un salmo muy conocido: “Los cielos proclaman la
gloria de Dios, y la expansión anuncia la obra de sus manos. Un día transmite el
mensaje al otro día, y una noche a la otra noche revela sabiduría.”

Nosotros encontramos doble paralelismo en los dos párrafos, porque no está


diciendo cosas distintas, sino que está enfocándose en la misma idea diciéndola de
dos maneras distintas, “Los cielos proclaman la gloria de Dios, y la
expansión anuncia la obra de sus manos”, las dos son la misma idea, expresada de
dos maneras distintas.

Si yo me pongo a interpretar, ¿qué significa que los cielos proclamen la gloria de


Dios y qué significa que la expansión anuncia la obra de sus manos?, y me pongo
ahí a dilucidar interpretaciones, me estoy perdiendo, porque en realidad está
hablando de lo mismo, y lo mismo sucede con el día y la noche, ¿cuál es el mensaje
de día de Dios y cuál es el mensaje de noche de Dios?, ¿será distinto el de día que
el de la noche? No, son expresiones poéticas que nos tratan de mostrar de manera
distinta la realidad de su gloria.

Otra consideración especial, vamos avanzando hacia su característica musical, los


salmos son poemas musicales, están diseñados para ser escuchados con el sonido
de instrumentos y para apelar a las emociones; no están buscando una respuesta en
término de definición intelectual, sino una que vaya más allá del mero conocimiento,
esto ya lo hemos dicho, queremos simplemente recalcarlo.

Son cánticos, el arpa, el címbalo, nosotros vimos todo lo que decía el Salmo 150,
entonces descubrimos cuál es la intención, la intención es cautivar mi alma, es que
abra mi corazón y me derrame en llanto delante del Señor o simplemente disfrute
danzando con gozo la presencia maravillosa de la gracia de Dios en medio de mi
vida, el reconocimiento de su grandeza o el temor de nuestra separación de Él; pero
todo como una expresión musical muy emocional de parte del Señor en medio de
nuestras vidas.

Entonces, esto que venimos diciendo va acompañado de un lenguaje poético, y un


lenguaje poético es un lenguaje que muchas veces es metafórico, cuando hablamos
de que es metafórico, es que trata de expresar una realidad a través de ideas
distintas.

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Lo que debe quedar claro, y a buen entendedor pocas palabras, es que el
vocabulario de los salmos es metafórico con propósito, o sea no es solamente tratar
de decir cosas bellas con las palabras, sino que esa metáfora me lleve hacia algún
lugar en el corazón de Dios, a descubrir una verdad espiritual.

Por eso, esto significa que nosotros también debemos encontrar la intención del
autor y no dejarnos llevar simplemente por la imaginación, hay muchos salmos que
tienen una intención metafórica, veamos un par de ellos; el más conocido.

"El SEÑOR es mi pastor, nada me faltará", entonces hay una metáfora, la metáfora
del pastor con sus ovejas, que está relacionada y que intenta interpretar la realidad
de Dios con su pueblo, ¿qué es lo que debo saber del pastor y el nada me faltará?,
o sea, ¿qué es lo que hace el pastor conmigo?

Esta metáfora para el pueblo hebreo era muy clara y finalmente era muy entendible
porque era una sociedad pastoril, sin embargo, para nosotros es un poco más difícil
porque nosotros tendemos a idealizar el trabajo pastoral, pero el trabajo pastoral era
un trabajo difícil, un trabajo solitario, un trabajo en donde se pasaba frío, se pasaba
hambre, un trabajo que no era de los más remunerados, recuerden que David era el
pastor en su clan y cuando su padre, cuando Samuel fue a conocer los hijos de Isaí:
“¡Ah!, y ¿no tienes otro hijo?, ¡ah! ¿Verdad que sí?, es David el que cuida las
ovejas.”

Cuando los ángeles se aparecen después del nacimiento de Jesús a los pastores,
es una clara representación de la aparición de Dios con los personajes más
humildes del pueblo porque en realidad los pastores en los tiempos de Jesús ni
siquiera tenían el valor para ser testigos en un juicio, eran considerados personajes
de última categoría, pero que en el cuidado pastoral de sus ovejas es fundamental.

Y eso lo descubrimos en el carácter de David cuando dice: “yo puedo vencer a


Goliat porque el Señor sabe que cuando venía un león o un oso ahí estaba yo…”, y
por eso cuando el Señor usa la figura del buen pastor, “el buen pastor da su vida por
sus ovejas”, nosotros debemos entender del carácter peligroso y sacrificado de la
vida pastoral.

Jesucristo no la estaba idealizando, Jesucristo estaba mostrando una realidad, hace


algunos años atrás yo vi de manera casual un especial en estos canales culturales
acerca de la vida pastoral en Turquía, y yo nunca me había dado cuenta cuán
sacrificado y cuán peligroso es llevar a las ovejas a buenos pastos.

A veces los pastores mueren en su búsqueda de terrenos donde haya pastos para
poder alimentar a sus ovejas, llevar a las ovejas no es como: “¡qué bonito!”, va
caminando como las figuras que nosotros tenemos, los cuadros; era en realidad un
trabajo peligroso en donde hay bestias, en donde a veces tenían que cruzar ríos.

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Yo recuerdo mucho en ese especial de televisión que vi, vi a un pastor que tenía que
cruzar una por una sus ovejas en una gran corriente y llevando una simplemente el
hombre se ahogó, el pastor se ahogó con la cámara filmando; y yo me quedé
sorprendido porque siempre había tenido la visión romántica del pastor, pero no la
visión de sacrificio del trabajo pastoral al cual el salmo está mencionando, “El SEÑOR
es mi pastor, nada me faltará”.

Otro salmo precioso: “El alma de tu tórtola no entregues a la fiera; no olvides para
siempre la vida de tus afligidos”, (Salmo 74:19) tengo que reconocer y tengo que
confesar hermanos que este es uno de los salmos que yo más recito, “el alma de tu
tórtola no entregues a la fiera”, porque vivimos en un mundo repleto de tigres, de
fieras, y yo no quiero “afierarme”, yo quiero seguir siendo tórtola; yo no quiero tener
dientes afilados, ni garras, ni andar por el mundo arañando y rugiendo, pero yo por
eso le pido al Señor: “el alma de tu tórtola no entregues a la fiera”, y cada vez que
hay una situación complicada en donde “el alma de tu tórtola no entregues a la
fiera”, sabiendo que es una metáfora con propósito analizamos ¿qué es una tórtola y
cuáles son las fieras” entenderemos la naturaleza de lo que el salmista está tratando
de expresar. La belleza de muchas de estas metáforas con propósito que nosotros
tenemos que analizar para poder descubrir la belleza de aquello que el Señor quiere
enseñarnos.

Ahora, esta es una regla general hermanos que tiene que ver con el hecho de que
nosotros hemos desmenuzado, hemos cortado la Biblia en pedazos, la hemos
dividido en versículos y ahora nosotros somos consumidores de versos pero no
consumidores de contenido bíblico.

Los salmos tienen un proceso de desarrollo que no debe perderse de vista al


momento de interpretarlos. Un verso de un salmo fuera de contexto puede
convertirse en un grave pretexto; y ya vamos terminando en esta visión general del
libro de los Salmos. En el Salmo 51:16-17, seguramente nosotros lo hemos repetido
muchas veces. “Porque no te deleitas en sacrificio, de lo contrario yo lo ofrecería; no
te agrada el holocausto. Los sacrificios de Dios son el espíritu contrito; al corazón
contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás”. Señores, “no sacrificios”, la Biblia lo
dice, Salmo 51, no más sacrificios por favor levitas detengámonos, no más
sacrificios, podría sonarnos eso. Sin embargo, el verso 19 dice, el final dice:
“Entonces te agradaran los sacrificios de justicia, el holocausto y sacrificio perfecto;
entonces se ofrecerán novillos sobre tu altar”.

¿Los sacrificios son innecesarios?, ¿me está diciendo el Salmo 51:16 que los
sacrificios son innecesarios?, no, me está diciendo que hay algo más importante
que es el corazón del que ofrece el sacrificio.

Cuando el orden de prioridades se hace correcto entonces ahora sí podemos ofrecer


sacrificios, este es un ejemplo de lo que puede suceder con otros salmos, en donde
nosotros, con sabida tijera vesicular vivimos de retacitos, el salmito de aquí, el

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salmito de allá, este me gusta este no, y perdemos de vista la riqueza del salmo
entero.

Así como las epístolas tienen que leerse todas para poder entender su significado,
así también los salmos, cada salmo es una idea completa que nosotros debemos
llevar de principio a fin en un esfuerzo por entender a donde nos está llevando el
corazón de Dios.

Vamos a terminar con tres beneficios que vienen a nuestro corazón al leer los
Salmos. Los salmos sirven para guiarnos en adoración al Señor. Nos ayudan a
expresar en palabras nuestra alabanza a Dios o nuestro deseo de que Dios nos
preste atención, esa es la belleza de los salmos.

Yo tengo en mi mente siempre muchos salmos; de esos que uno aprende en la


adolescencia, y que uno canta por el resto de su vida, como una expresión de
búsqueda del Señor, yo siento que en mis momentos más difíciles siempre han
venido estos pequeños salmos, con ese ritmito que antes teníamos que no era tan
sofisticado, en otras épocas allá en antaño, en los tiempos de Jurassic Park, ya
extinguidos, pero que eran muy sencillos y unos salmos que uno iba repitiendo.

Pero yo recuerdo siempre en momentos difíciles un salmo de esos de mi


adolescencia que vuelve a mi mente y empiezo a cantarlo y renueva mi alma y es
como un lubricante que calma mi corazón y que me hace buscar al Señor con ese
ritmo tan sencillo pero con esa letra tan profunda que va cautivando mi alma, los
salmos nos guían en adoración, nos ayudan a expresar en palabras nuestra
alabanza a Dios o nuestro deseo de que Dios nos preste atención.

“Alzaré mis ojos a los montes, de donde vendrá mi socorro, mi socorro viene del
Señor que hizo los cielos y la tierra”, en cuantas situaciones yo he estado en donde
percibo y me siento solo, o me siento temeroso y digo “alzaré mis ojos a los montes”
y empiezo a cantar esa cancioncita antigua y toda mi fe se renueva en toda mi
búsqueda de que mi socorro no viene de los hombres sino que viene de lo alto,
viene del Señor y su presencia.

En segundo lugar, los salmos nos demuestran cómo podemos relacionarnos


correcta y sinceramente con Dios. Porque los salmos son las oraciones aprobadas
por Dios, en donde descubrimos hasta dónde podemos llegar a decirle a Dios todo lo
que sentimos y básicamente me parece que los salmos, nos muestran que podemos
decirle al Señor todo lo que sentimos, si es que le abrimos nuestro corazón a Él. Nos
demuestran cómo podemos relacionarnos correcta y sinceramente con Dios.

En tercer lugar, y finalmente, los salmos nos demuestran acerca de la necesidad de


meditar en las cosas que el Señor ha hecho por nosotros. Pero no esa meditación
intelectual, sino la meditación emocional, el reconocimiento de que Él tiene cuidado
de nosotros, de que Él está allí, de que a pesar de nuestra pequeñez el Señor nos

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sostiene, el Señor nos cuida, el Señor nos protege, el Señor está con nosotros no
importa el lugar en donde estemos, el Señor permanece con nosotros.

Por eso es que finalmente quiero dejarles con este salmo, Salmo 56:10-13, no está
en el ranking de nuestros salmos preferidos, por eso quise traer uno de esos que no
están en el top ten, pero este Salmo 56:10 -13 habla mucho de la expresión de
nuestro corazón, nosotros que somos estudiosos de su palabra dice:

“10En Dios, cuya palabra alabo, en el SEÑOR, cuya palabra honro; 11en Dios he
confiado, no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre? 12Están sobre mí, oh Dios,
los votos que te hice; ofrendas de acción de gracias te ofreceré. 13Pues tú has
librado mi alma de la muerte, y mis pies de tropiezo, para que yo pueda andar
delante de Dios en la luz de la vida”.

“En Dios, cuya palabra alabo, en el Señor cuya palabra honro, en ese Dios he
confiado, no temeré”, y yo creo que eso es justamente el poder de los salmos, tienen
la capacidad de expresar la realidad de nuestro corazón con una certeza tal que
nosotros la apropiamos inmediatamente porque es como esa canción popular de
amor que dice todo aquello que yo siento pero que nunca pude decirlo, pero aquí es
más glorioso porque es palabra de Dios.

El Señor nos dice éstas son palabras hacia Dios, que Dios aprueba y las trae de
vuelta y se convierten en poder en nuestras propias vidas; para transformación de
nuestra alma, ese es el poder de los salmos, cautivar nuestro corazón, así que
hermanos estudiémoslos con detenimiento, pero más que estudiarlos,
disfrutémoslos, porque ellos expresan todos los estados y los procesos de nuestra
vida.

Prohibida la reproducción total o parcial de este documento sin la autorización


escrita del Ministerio Integridad & Sabiduría

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