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Licenciada en Psicología

Psicología general: procesos y teorías.


06 – 03 – 2022 Monterrey Nuevo León, México

Reporte de lectura 6.
Personalidad.

Wolman, en su diccionario de ciencias de la conducta, dice que la personalidad “es el patrón


de rasgos que caracterizan a una persona individual”; un rasgo es cualquier característica
psicológica del individuo, incluyendo las disposiciones para percibir situaciones diferentes de
manera semejante y para reaccionar con consistencia a pesar de la diversidad de situaciones.
Por otra parte, que Maisto y Morris (2009) definen a la personalidad como un “patrón único
de pensamientos, sentimientos y conductas del individuo que persisten a través del tiempo y de
las situaciones”.
La personalidad debe ser tomada en cuenta como una descripción, más que como la causa de
las consistencias conductuales observables, es decir, no debemos confundirnos y decir que una
persona se comporta de tal manera porque tiene tal o cual personalidad, más bien podemos decir
que una persona manifiesta un determinado tipo de personalidad.
Hay diferentes corrientes y escuelas de psicología tienen su propia definición y teoría de la
personalidad. Corrientes, psicodinámicas, humanistas y del aprendizaje social:
 Determinismo psíquico: todos los sucesos psicológicos tienen una causa.
 Significado simbólico: toda la conducta tiene una interpretación.
 Motivación inconsciente: la mayoría de las veces no se entiende por qué se lleva a cabo
determinada conducta.
Sigmund Freud (1856-1939), médico Vienés (cabe aclarar que no era psicólogo ni psiquiatra),
sus teorías, aunque controvertidas y cuestionadas, han sido muy influyentes. La teoría
psicoanalítica la podríamos definir en tres postulados que la diferencian de otras (Maisto y
Morris, 2009):
Freud planteó la hipótesis de que la personalidad está estructurada por tres componentes básicos
(Maisto y Morris, 2009):
 Ello: pasiones, deseos e impulsos más básicos o primitivos.
 Yo: interactúa con la realidad, mediando los deseos del ello y el control del superyó.
 Superyó: el sentido del bien y el mal.
Teoría del aprendizaje social: el aprendizaje por observación.
Albert Bandura hizo hincapié en el pensamiento como causa de la personalidad, ya que la
manera de responder a un acontecimiento depende de la interpretación que se le dé al evento
(Maisto y Morris, 2009). La conducta es el producto de la interacción de lo que pensamos
(acerca de las situaciones y de nosotros mismos ante ese hecho), aprendizajes, experiencias
(historia de reforzamientos y castigos), y el ambiente que nos rodea en el momento actual.
Personalidad y las teorías del aprendizaje social (Maisto y Morris, 2009):
 Aprendizaje
 Experiencias previas
 Ambiente
 Cogniciones

Entonces podemos decir que las personas organizan internamente sus expectativas y valores para
guiar su conducta.

Teorías humanistas de la personalidad: La mayoría de los psicólogos humanistas afirman que la


fuerza que promueve la personalidad es la autorrealización.
Carl R. Rogers (1902-1987) afirma que la personalidad está constituida por tres elementos
(Maisto y Morris, 2009):
El organismo: abarca patrones genéticos innatos, es inherentemente positivo y útil a los otros dos
componentes.
El self (yo): es la noción de uno mismo sobre quién se es.
Las condiciones de valía: son las expectativas que nos planteamos de nosotros mismos sobre
conductas adecuadas e inadecuadas, se construyen mediante la interiorización de las
percepciones de los padres, madres y la sociedad en general. Se acepta incondicional o
condicionalmente, dependiendo de nuestras conductas.
Para Rogers, las diferencias de la personalidad dependen de las condiciones de valía que los
demás imponen y pueden ocasionar incongruencias entre el yo y el organismo (Maisto y Morris,
2009).

Abraham Maslow (1908-1970) se interesó en las personas autorrealizadas conocidas, como


Martin Luther King, Helen Keller, Mahatma Gandhi, etc., y a partir de eso definió las
características que ellos tenían en común (Maisto y Morris, 2009):

Creativas.
Seguras de sí mismas.
Espontáneas.
Les gusta la intimidad.
Se centran en el mundo real y en los problemas intelectuales.
Aceptan a los demás y a sí mismos.
Prefieren tener pocos buenos amigos, en lugar de muchos superficiales.
No son egocéntricas.
Han vivido experiencias trascendentes de emoción intensa y tranquilidad, marcadas por una
conexión especial con el mundo.
Han superado la necesidad de ser populares, por lo que no les importa expresar opiniones
“impopulares”.

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