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Psicología de los rasgos

Henry Murray

Principio de la personología

El primer principio de la personología, término utilizado por Murray para designar el estudio de
la personalidad, es que ésta tiene sus raíces en el cerebro. La fisiología de este órgano guía y
dirige todos sus aspectos. Un ejemplo simple de lo anterior es que algunas drogas alteran el
funcionamiento del cerebro al mismo tiempo que el de la personalidad. Todo cuanto hace y tiene
la personalidad está en el cerebro, inclusive los estados afectivos, los recuerdos conscientes e
inconscientes, las creencias, las actitudes, los miedos y los valores. El segundo principio implica
la idea de la reducción de la tensión. Murray coincide con Freud y con otros teóricos en que
obramos para atenuar la tensión fisiológica personología Sistema de la personalidad propuesto
por Murray. Las teorías neopsicoanalíticas y psicológica, pero esto no significa que luchemos
por alcanzar un estado sin tensiones. Según Murray, el proceso de actuar para disminuirla es
precisamente lo que produce satisfacción, y no la consecución de un estado sin tensión. Estaba
convencido de que una existencia sin tensiones es una fuente de aflicción. Necesitamos la
emoción, la actividad y el movimiento, y todos ellos no aminoran la tensión, sino que la
acrecientan. Generamos tensión porque queremos la satisfacción que obtenemos al reducirla.
Según Murray, el estado ideal del ser humano siempre incluye cierto grado de tensión. El tercer
principio de la personología establece que la personalidad se sigue desarrollando con el
transcurso del tiempo y que se construye en razón de todo lo que nos sucede a lo largo de la vida.
Por lo tanto, es muy importante estudiar el pasado de los individuos. El cuarto principio es el
supuesto de que la personalidad cambia y progresa, que no está fi ja ni es estática. El quinto
principio resalta la singularidad de cada persona y, al mismo tiempo, reconoce las semejanzas
entre toda la gente. Murray creía que un individuo no se parece a ningún otro, que es igual a
otras personas y que es similar a todos los demás.

Gordon Allport

Uno de los primeros teóricos que se acercaron al estudio del comportamiento humano desde la
perspectiva del rasgo fue Gordon Allport. Para Allport, la conducta humana responde a la
necesidad de conducirse de acuerdo a lo que denomina un funcionamiento propio o proprium; es
decir, de una forma coherente con el modo en que el individuo se percibe a sí mismo.

Así, el proprium se formaría mediante el desarrollo de una serie de rasgos o disposiciones


personales. Allport (1966, p. 404) definió esta disposición como «una estructura neuropsíquica
generalizada (peculiar del individuo), que posee la capacidad de convertir a muchos estímulos en
funcionalmente equivalentes, y de iniciar y guiar formas consistentes (equivalentes) de conducta
adaptativa y estilística».

Dentro del proprium, Allport distinguió tres tipos de rasgos o disposiciones, en función de su


grado de penetración e influencia en el comportamiento del individuo. Así, los rasgos
cardinales serían aquellos que están presentes en prácticamente todos los comportamientos. Por
lo general, es difícil que en la práctica pueda encontrarse este tipo de rasgo que gobierne la
conducta en todas sus manifestaciones. En segundo lugar, los rasgos centrales serían los rasgos
generales que caracterizan la personalidad, y suelen oscilar entre un número de cinco a diez por
cada persona. Por último, los rasgos secundarios serían aquellas disposiciones menos generales o
más periféricas, pero que se manifiestan esporádicamente en determinados comportamientos
concretos.

Raymond B. Cattell

Raymond Cattell elaboró una teoría factorial de la personalidad fundamentada sobre el concepto
del rasgo, entendido como una tendencia, relativamente permanente y amplia, a reaccionar de
una forma determinada.20 Cattell entiende el concepto de rasgo desde un punto de vista
nomotético, es decir, considerando que existen unos rasgos comunes a todos los individuos, a
diferencia de otros autores como Allport, para quien los verdaderos rasgos eran individuales.

A la hora de definir el número y características de los principales rasgos de la personalidad,


Cattell recurrió a la metodología estadística del análisis factorial, partiendo de la suposición de
que todas las conductas relevantes para la comprensión de la personalidad de los individuos ya se
encuentran recogidas en el lenguaje. Por eso, el modelo de Cattell se encuadra dentro del grupo
de modelos factoriales léxicos. Cattell clasifica una amplia muestra de individuos dentro de estos
171 rasgos diferentes. Luego, utilizando una técnica estadística conocida como análisis factorial,
identificó términos estrechamente relacionados y, finalmente, redujo su lista a sólo 16 rasgos de
personalidad. Según Cattell, estas 16 características son la fuente de toda la personalidad
humana.

Hans Eysenck

Se trata de una teoría biologicista que pretende analizar la personalidad de las personas, en la que
tiene más influencia la biología que los aspectos sociales del ser humano.

Es un modelo de personalidad coherente y capaz de asumir hallazgos que surgen en otras


disciplinas. Este modelo es descriptivo, pero no solo describe cómo es la personalidad, también
establece una categorización, es decir, clasifica, y esta clasificación la hace a través de un
modelo experimental. No solo describe la personalidad, sino que también aplica el método
científico, es decir, la psicometría.

Tiene como objetivo el identificar los constructos fundamentales de la personalidad humana,


cuáles son los elementos que, desde el punto de vista científico configuran la personalidad.

El psicólogo británico desarrolló un modelo de la personalidad basado en sólo tres dimensiones o


factores:

Introversión / extraversión: la introversión consiste en dirigir la atención en las experiencias


internas, mientras que la extraversión se refiere a centrar la atención hacia el exterior sobre otras
personas y el medio ambiente. Así, una persona que puntúe alto en introversión, podría ser
tranquila y reservada, mientras que puntúa más en extraversión sería sociable y expansivo.

Neuroticismo / Estabilidad emocional: Esta dimensión de la teoría de los rasgos de Eysenck se


relaciona con la inestabilidad emocional frente a la templanza. El Neuroticismo se refiere a la
tendencia de un individuo sufrir inestabilidad a nivel emocional, mientras que la estabilidad se
refiere a la tendencia a permanecer emocionalmente constante o estable.

Psicoticismo: Posteriormente, tras estudiar a las personas que sufren de enfermedades mentales,
Eysenck añadió una dimensión de la personalidad llamada psicoticismo. Las personas que tienen
un alto contenido de este rasgo tienden a tener dificultades para hacer frente a la realidad y
pueden ser antisociales, hostiles, poco empáticos y manipuladores.

Enfoque de la teoría de la personalidad según los teóricos de los rasgos.


La teoría de los rasgos establece que la personalidad está formada por una serie de características
o rasgos estables, que determinan, explican y, hasta cierto punto, permiten predecir el
comportamiento de cada persona.

El temperamento es la naturaleza general de la personalidad que posee un individuo de manera


innata.

El carácter es una característica de la personalidad que controla el temperamento y determina la


manera de responder o reaccionar de una persona frente a una situación o circunstancia, según su
educación, cultura, entorno…

Los rasgos de la personalidad son:

Responsabilidad. Controla los impulsos y deseos inmediatos, es decir, nuestro temperamento.


Llevado al extremo conduce a la obsesión (trastorno obsesivo – compulsivo).

Sociabilidad. Amigabilidad. Es el gusto por estar con otras personas y abrirse a ellas (expresar
los sentimientos): personas extrovertidas o introvertidas. Como rasgo extremo, tenemos el
autismo, debido a la incapacidad de sociabilidad.

Amabilidad. Sensibilidad. Capacidad para cooperar, empatizar y apoyar a los demás.

Apertura. Creatividad, imaginación, flexibilidad y capacidad de adaptación.

Neuroticismo. Estabilidad emocional, capacidad de responder a los estímulos de manera


proporcionada. La respuesta desproporcionada es característica de los hipocondríacos.

El desarrollo de la personalidad de los niños

El desarrollo de la personalidad de los niños comienza a forjarse en torno a los dos años, cuando
el niño toma conciencia de sí mismo como entidad diferente a todas las demás realidades que le
rodean. Para el desarrollo de esta identidad, el niño engloba diferentes informaciones:

1.  La imagen de él mismo que tienen los demás. Los otros le sirven de espejo al niño. Empieza
a definirse basándose en las definiciones de los demás.
2.   Las ideas que tiene el niño sobre sí mismo.

3.  Las interpretaciones de las opiniones de los demás y de las propias y la mezcla de ambas. 4. 
Las diferentes experiencias que le aportan información sobre su persona. (Si la gente me trata
bien es que soy digno de cariño, si no lo hacen es que no lo soy. Si acierto una pregunta es que
soy listo, si no lo hago soy torpe, etc.).

5.   Los sentimientos que acompañan a todas estas opiniones propias y ajenas.

Teorías analítico-factoriales de los rasgos

Se propone un modelo de rasgos con base empírica que pudiera tomar todo lo respecto a la
personalidad (los cinco grandes) en los cuales se encuentran cinco rasgos básicos de la
personalidad originalmente del análisis factorial.

Los cinco grandes factores de la personalidad. 

La teoría que conforma el “Modelo de los cinco grandes” nace a raíz de diversos estudios que
trataban de averiguar cuáles son los factores y desencadenantes para explicar la personalidad de
las personas. Este modelo nace en el año 1933 pero no se consolidará como teoría hasta el año
1993, de hecho, es esta teoría la que ha desembocado en distintos test que sirven para evaluar y
medir los rasgos y características de la personalidad.

Según Goldberg, los cinco grandes rasgos de personalidad, también llamados factores
principales, reciben los siguientes nombres: 

O: Apertura a la experiencia

El primer rasgo que identificamos en este modelo es la apertura a la experiencia, acuñado como
el Factor O. Este rasgo está totalmente relacionado con la capacidad humana de buscar nuevas
experiencias en nuestra vida, así mismo también tiene que ver con la habilidad de visualizar un
futuro de forma creativa.

C: La responsabilidad

El rasgo de la responsabilidad tiene que ver con la habilidad del autocontrol y la capacidad de
diseñar métodos de acción eficaces. Las personas que tiene un alto grado de responsabilidad
son grandes planificadores y organizadores además de tener un fuerte compromiso con los
objetivos y metas.

E: Extraversión

La extraversión tiene que ver con el grado en el que el sujeto esta abierto con los demás, es decir,
el factor E analiza cuánto le agrada a un sujeto estar rodeado de los demás.

A: Amabilidad

La amabilidad es el rasgo que muestra el grado de tolerancia y respeto de una persona. Una


persona amable será aquella que confía en la honestidad de la palabra, su vocación es prestar la
ayuda a aquellos que lo necesiten.

N: Estabilidad emocional

La estabilidad emocional es la resiliencia con la que una persona afronta las situaciones
problemáticas en la vida, los individuos tranquilos no suelen sentir rabia y huyen del enfado, su
estado es animado y saben gestionar correctamente las crisis personales.

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