Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La conciencia de las propias emociones. Una vez que el estudiante logra tener cierto dominio en su atención, puede dirigirla hacia un mundo interno y tomar conciencia
de las motivaciones, pensamientos, preferencias y emociones que experimenta, Este proceso requiere de la capacidad de observar y reflexionar sobre la influencia que
ejercen los diferentes estados mentales y emocionales en la manera de experimentar lo que sucede y percibe, así como sus decisiones y conductas. Tomar conciencia de
sí mismo implica también reconocer el impacto de las acciones propias y en el medioambiente, así como identificar el impacto de otras personas y del entorno en uno
mismo.
2. Revisa, una por una, las siguientes emociones y anota qué pasa cuando experimentas cada una de ellas, en qué parte del cuerpo las sientes y cómo se siente tu
mente. enojo, feliz, triste, miedo, desagrado, angustia, amor, envidia, celos, ansias, alegría y cualquier otra que quieras agregar.
Las emociones no son buenas ni malas, lo importante es reconocer que si no somos capaces de identificarlas, expresarlas adecuadamente y regularlas, esto nos puede
llevar a actuar de manera destructiva para nosotros y los que están a nuestro alrededor
Cierre
3. Realiza la práctica de entrenamiento mental: ¿Cómo está el clima dentro de ti?
Piensa los tipos de clima que conoces y como varia cada uno, ¿te has dado cuenta que lo mismo pasa con las emociones?, tanto por su variedad
como por lo rápido que pueden cambiar.
- Siéntate en la postura de cuerpo de montaña.
- Presta atención a tu respiración.
- Pon atención a como se infla y desinfla tu estómago.
- Haz un pequeño recorrido mental por tu cuerpo (pausando de diez segundos entre cada uno), empieza por los pies, las piernas, los muslos, la pelvis,
la espalda baja, la espalda alta, los hombros, los brazos, las manos, el cuello, la cabeza y la cara.
- Poco a poco lleva tu atención a ¿cómo te sientes en este momento?
- Tómate el tiempo que necesites para descubrir qué emociones surgen en este momento.
- Imagina que eres un meteorólogo.
- Pregúntate nuevamente, ¿qué emoción sientes en este momento?
- Imagina que observas las nubes, la luz brillante del cielo o los colores obscuros de la tormenta que se avecina.
- Para terminar, realiza tres respiraciones profundas abre los ojos lentamente y estira el cuerpo si es necesario.
El clima no lo podemos cambiar así porque sí, igual pasa con nuestras emociones, en otro momento del día el clima cambiará, pero ahora es como es.
Y así está bien.
Las emociones cambian. Pasan solas. No tienes que hacer nada con ellas. Y esto, ¡hace las cosas más fáciles!