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HISTORIA DE

ESPAÑA
2º DE BACHILLERATO

IES BEN AL JATIB


La Cala del Moral. Málaga
[Título del documento]

CONTENIDOS DE LA ASIGNATURA HISTORIA DE ESPAÑA


SIGLOS XIX Y XX:

1ªEVALUACIÓN

2ª EVALUACIÓN

3ª EVALUACIÓN

TEMA 1. Características políticas, económicas y sociales del Antiguo Régimen.


La política centralizadora de los Borbones

TEMA 2. La Guerra de la Independencia y los comienzos de la revolución


liberal. La Constitución de 1812

TEMA 3. Revolución Liberal en el reinado de Isabel II. Carlismo y guerra civil.


Construcción y evolución del Estado liberal

TEMA 4.  Proceso de desamortización y cambios agrarios

TEMA 5. El Sexenio Revolucionario (1868-1874): intentos democratizadores.


De la revolución al ensayo republicano

TEMA 6. El régimen de la Restauración. Características y funcionamiento del


sistema canovista

TEMA 7. Guerra colonial y crisis de 1898

TEMA 8. La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

TEMA 9. La Segunda República. LA Constitución de 1931. Política de reformas


y realizaciones culturales. Reacciones anti-democráticas

TEMA 10. Sublevación militar y Guerra Civil (1936-1939). Dimensión política e


internacional del conflicto. Evolución de las dos zonas. Consecuencias de la
guerra

TEMA 11. La creación del estado franquista. Fundamentos ideológicos y


apoyos sociales (1939-1975)

TEMA 12. El proceso de transición a la democracia y la Constitución de 1978

TEMA 13. Los gobiernos democráticos (1979-2000) 

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TEMA 1: CARACTERÍSTICAS POLÍTICAS, ECONÓMICAS Y SOCIALES


DEL ANTIGUO RÉGIMEN. LA POLÍTICA CENTRALIZADORA DE LOS
BORBONES

1. CARACTERÍSTICAS POLÍTICAS, ECONÓMICAS Y SOCIALES DEL ANTIGUO


RÉGIMEN.

2. LA POLÍTICA CENTRALIZADORA DE LOS BORBONES

A. La monarquía absoluta de los Borbones


- La Guerra de Sucesión
- El absolutismo monárquico
- La organización del Estado
- La política exterior

B. El reformismo borbónico
- Las nuevas ideas: la Ilustración
- El despotismo ilustrado: Carlos III
- Reforma económica

C. Las transformaciones económicas


- Crecimiento demográfico
- Tensiones del sector agrario
- Manufacturas
- Impulso al comercio colonial
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1. CARACTERÍSTICAS POLÍTICAS, ECONÓMICAS Y SOCIALES DEL ANTIGUO


RÉGIMEN

El Antiguo Régimen era el sistema de organización social económico y político,


que existente en Europa anterior a la Revolución Francesa y que se caracterizó
por la existencia de una sociedad estamental, una economía de base rural y
señorial y un régimen político absolutista. Este sistema caerá a partir de las
revoluciones liberales de finales del siglo XVIII y principios del XIX.

En el caso de España, los reinados de Felipe V (1713-1746), Fernando VI (1746-


1759) y Carlos III (1759-1788) se caracterizarían por la existencia de este modelo
llamado de Antiguo Régimen y por la implantación de una serie de reformas que
buscaban, por una parte, la centralización del Estado y la reorganización y
racionalización de la administración y por otra, reformas económicas y sociales en
línea con las ideas ilustradas.

El modelo político de la España del Antiguo Régimen era, por tanto, absolutista:
el monarca detentaba el poder absoluto, un poder de origen divino (los reyes
habían sido elegidos por Dios) y hereditario. La cultura y todo el sistema de
creencias era teocéntrico (Dios es el eje central de la existencia)
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- La sociedad derivaba directamente del mundo medieval. Estaba marcada por el


inmovilismo vertical y la desigual. Se caracterizaba por:
Estar dividida en estamentos, esto es, grupos sociales cerrados a los que se
pertenecía por nacimiento: nobleza, clero y “tercer estado” o “estado llano”.

 Los dos primeros se consideraban grupos privilegiados (Nobleza y Clero): eran


propietarios de tierras, no pagaban impuestos, y ocupaban cargos políticos,
administrativos y militares. Gozaban de privilegios y derechos señoriales. P.e.
La nobleza impartía justicia en sus dominios, cobraba una gran diversidad de
impuestos señoriales y la Iglesia recibía el diezmo, un impuesto que los
campesinos pagaban que suponía el 10% de la cosecha.
 El grupo no privilegiado o “tercer estado”, estaba formado por campesinos,
artesanos, comerciantes, hombres de negocios, etc.; pagaba impuestos a la
Corona, a la Iglesia y a la nobleza; y carecían de peso político. Representaban
el 80% de la población y tan sólo un 10% o menos eran propietarios de las
tierras que trabajaban.

- La economía presentaba las siguientes características:

- La posesión de la tierra era un elemento clave y fuente de toda riqueza . Los


“señoríos” eran propiedades enormes de tierra pertenecientes a la Iglesia
(clero regular y secular), la Nobleza o la Corona en la que todos ejercían una
jurisdicción propia.
- También existían las llamadas “tierras amortizadas” (en manos muertas),
tierras sin cultivar que no podían ser vendidas ni compradas.
- Destacó la institución del mayorazgo (de origen medieval), por la que los
bienes familiares de la nobleza pasaban al primogénito, de ahí que las familias
nobles jamás perdieran su inmenso poder, al no dividirse nunca las tierras.
- El 80% de la población era campesina y solo una pequeña parte era
propietaria de las tierras que cultivaban. Los campesinos se dividían en
jornaleros (recibían un sueldo por su trabajo) y arrendatarios (pagaban al
propietario de la tierra una suma por cultivar y vivir en sus posesiones).
- Por último, hay que destacar el gran poder económico que concentró el
Concejo de la Mesta, nombre que tenía la asociación castellana de nobles
ganaderos (ovejas merinas) que controló todo el comercio de la lana.

Otros sectores económicos de la época fueron los gremios, asociación de


artesanos de un mismo oficio y asentados en las ciudades. Sin embargo, debido
al poco peso del mercado interior y la pésima red de comunicaciones existente en
España no alcanzaron la misma importancia que en otros países europeos.

2. LA POLÍTICA CENTRALIZADORA DE LOS BORBONES

A. La monarquía absoluta de los Borbones

Francia fue el origen del modelo absolutista de Estado, país en el que la


monarquía autoritaria acabó convirtiéndose en absoluta; y fueron los Borbones
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franceses los que al reinar en España trajeron consigo esta concepción


monárquica.

La Guerra de Sucesión
En 1700 murió Carlos II sin sucesión, llegando a su fin la dinastía de la Casa de
Austria o Habsburgo que reinaba en España. En su testamento nombró heredero
al nieto del rey Luis XIV, Felipe de Anjou perteneciente a la dinastía Borbón lo que
desencadenó el inicio de una guerra dinástica que enfrentó a los Borbones y a los
Austrias, quienes defendían los derechos al trono del archiduque Carlos de
Austria, hijo del emperador austriaco.

Fue un conflicto civil, ya que la Corona de Castilla respetó el testamento y se


decantó por Felipe, mientras que la Corona de Aragón apoyó a Carlos por miedo
a perder sus fueros propios con la llegada de la monarquía centralizadora
borbónica. Pero también fue un conflicto europeo: Francia se alineó con Castilla,
bando borbónico; mientras que Gran Bretaña, Holanda y Portugal lo hizo con el
archiduque Carlos de Austria, bando austracista.

En 1711 murió el emperador austríaco José I, pasando la corona imperial al


archiduque Carlos, por lo que Gran Bretaña y Holanda le retiraron su apoyo al
trono español al considerar que iba a detentar demasiado poder.
Las negociaciones de paz se celebraron en la ciudad holandesa de Utrecht y
dieron lugar a la firma del Tratado de Utrecht (1713) que puso fin a la guerra
europea.

La gran triunfadora fue Gran Bretaña, quien a cambio de reconocer como rey de
España a Felipe de Anjou (quien a su vez renunció a sus derechos al trono
francés) recibió la isla de Menorca, Gibraltar, el derecho a comerciar con las
colonias hispanas de América, así como el “derecho de asiento” que le permitió
controlar el tráfico de esclavos. El emperador austriaco, Carlos VI recibió el
Milanesado, Flandes (Países Bajos españoles), Nápoles y Sicilia.

El absolutismo monárquico
Los principales rasgos del triunfo del absolutismo monárquico en España se
centraron en:

 Considerar al monarca (rey) el dueño absoluto del territorio.


 Del monarca (rey) emanaban todas las instituciones del Estado y poseía el
control de la Justicia, las Cortes (Parlamento) y el resto de los órganos de
gobierno.
 La concepción de un Estado centralizado que dio lugar a la desaparición de
los fueros (leyes propias de carácter histórico) de la Corona de Aragón (y
Cataluña).

Aunque con la dinastía de los Habsburgo o Austrias, previa a los Borbones


aparecieron los primeros síntomas de esta corriente centralizadora surgida en
Francia, aún regían los fueros de los diferentes reinos peninsulares y las Cortes
conservaban cierto poder al margen del monarca debido al poder de las grandes
familias nobiliarias.

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La organización del Estado


Con Felipe V, el Estado se organizó de forma plenamente centralizada a través de
los llamados Decretos de Nueva Planta.
La primera medida fue el fin de fueros de la Corona de Aragón (Aragón y
Cataluña). Las Cortes de España se organizaron tomando como modelo las de
Castilla (recompensa por su apoyo en la guerra de Sucesión) y surgió la figura del
Secretario, esto es, ministro que aconsejaba al rey en una materia determinada,
destacando las secretarías de Estado, Justicia, Guerra y Marina, Hacienda,
Asuntos Extranjeros y Asuntos Eclesiásticos.
Los secretarios eran nombrados y depuestos por el monarca.

Los Decretos de Nueva Planta también modernizaron la administración:

- Desaparecieron los Virreinatos en los territorios de ultramar y se procedió a la


división administrativa del país en provincias.
- Surgieron las Capitanías Generales. Los capitanes generales gobernaban las
provincias e impartían justicia en ellas a través de las Reales Audiencias.
- Se creó la figura de los Corregidores (“alcaldes”), que controlaban las grandes
ciudades.
- Aparecieron los Intendentes (de influencia francesa), que recaudaban impuestos y
procedían a la mejora de la economía del país (agricultura, elaboración de
mapas…).
- Y se creó una nueva Hacienda por la que se tributaría en función de los ingresos,
algo que no acabó llevándose a la práctica por las reticencias de la nobleza.

La política exterior
Por el tratado de Utrecht, España desapareció como potencia hegemónica
europea, algo que indirectamente provocó la disminución del gasto militar, un
período de paz con el resto de las potencias y la posibilidad de concentrar los
esfuerzos dentro del país.

Se llevaron a cabo los llamados Pactos de Familia, alianza entre los Borbones
franceses y españoles, destacando los de 1733, 1743 y 1761 (Guerra de los Siete
Años).

Bajo el reinado de Fernando VI (1713-1759) España se mostró neutral ante los


conflictos europeos y se reforzó el comercio con América gracias a la labor de
ilustrados como José de Carbajal o el marqués de la Ensenada.

Con Carlos III (1716-1788), el llamado “rey-alcalde”, pues a él se debió la


modernización urbanística de Madrid, España entró en la Guerra de los Siete
Años apoyando a Francia contra Gran Bretaña. Esta guerra supuso para España
la pérdida de la Florida americana.

B. El reformismo borbónico.

Las nuevas ideas: la Ilustración


La Ilustración fue una corriente ideológica surgida en Francia y extendida por toda
Europa a finales del siglo XVIII, llamado Siglo de las Luces, que se caracterizó
por:
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- Pensadores como Voltaire, Rousseau y Montesquieu que criticaron el


Antiguo Régimen, rechazaron la desigualdad jurídica de la sociedad
estamental y defendieron la igualdad ante la ley, la separación de poderes
y la soberanía nacional.
- Los ilustrados consideraban la razón como fuente de progreso, educación y
felicidad y eran contrarios el poder absoluto del rey

En España la Ilustración llegó con retraso debido al poco peso de la burguesía, al


poder de la Iglesia, a la escasa formación de las clases medias y al
conservadurismo social. Sin embargo, entre 1750-60 destacó la labor de
ilustrados como Jovellanos, Aranda, Campomanes, Feijóo, Floridablanca u
Olavide, todos ellos miembros de la baja nobleza, y que trataron de llevar a la
práctica sus ideas con grandes dificultades a causa de una nobleza contraria a
perder sus privilegios y un pueblo ignorante.

Las preocupaciones fundamentales de estos ilustrados españoles se centraban


en reformar la economía, en especial lograr la libertad de comercio y la
desaparición de privilegios, así como en la educación.

El despotismo ilustrado: Carlos III


Carlos III, sucesor de Fernando VI y siendo aún rey de Nápoles entró en contacto
con las ideas ilustradas. Como rey de España puso en práctica una forma de
gobernar extendida en otros estados europeos denominada Despotismo Ilustrado,
cuyo lema era “todo para el pueblo, pero sin el pueblo”, es decir, aplicación de los
preceptos ilustrados, pero sin poner en duda la autoridad absoluta del rey.

Sin embargo, a pesar de las ideas reformistas y ciertos avances económicos,


durante el reinado de Carlos III se produjeron revueltas populares y se adoptaron
medidas que traban de reforzar el poder real frente a la iglesia.

- En 1766 tuvo lugar el llamado Motín de Esquilache, revuelta popular en Madrid


bajo la excusa de las medidas de orden público dadas por el ministro
Esquilache (prohibición de llevar capa larga y sombrero y de los juegos de
azar entre otras). Sin embargo, tras todo ello se escondía el malestar popular
con los ministros extranjeros del rey y la carestía y el alto precio de los
alimentos debido a las malas cosechas. Como consecuencia de las revueltas
el rey destituyó a Esquilache y se bajó el precio del trigo.

- También surgió bajo el reinado de Carlos III el “regalismo”, práctica que


reforzaba la autoridad real frente a la Iglesia. Así, el rey tenía la prerrogativa
de nombrar obispos y controlaba la Inquisición. En 1766 se procedió a la
expulsión de los jesuitas del país, ya que era una orden religiosa que dependía
directamente del Papado y fue además acusada de estar detrás del motín de
Esquilache.

Reforma económica
Las reformas económicas (libertad de comercio, modernización del campo,
propiedad privada…) fueron llevadas a cabo por ilustrados como Campomanes, el
conde de Floridablanca, Jovellanos y Olavide, todos ellos ilustrados.
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C. Las transformaciones económicas

Estas transformaciones dieron lugar a una incipiente revolución agraria e


industrial, aunque a España no llegaron plenamente hasta un siglo después y con
un evidente retraso respecto a el resto de países de nuestro entorno.

Se produjo un claro crecimiento demográfico. Las causas fueron:

- Fin de las epidemias.


- Período de paz.
- Aparición de nuevas técnicas agrarias que aumentaron las cosechas.
- Mejora de la higiene y la sanidad.

Las características demográficas de España en este momento histórico se


podrían sintetizar en las siguientes:

- Tasas de natalidad del 40‰ frente a tasas de mortalidad del 30‰.


- Población: de 7 a 10 millones de habitantes.
- Mayor crecimiento demográfico en la periferia del país.
- Y la política poblacionista (repoblación) llevada a cabo por los Borbones
tendente a aumentar la población de ciertas áreas rurales.

Tensiones del sector agrario


Los aspectos negativos relacionados con el sector agrario de este periodo
fueron:
- Las malas condiciones climáticas de España (escasez de lluvias) impidieron la
aplicación de nuevas técnicas agrarias que se pusieron en marcha en el norte de
Europa.
- Las tierras amortizadas impedían la ampliación de las tierras de cultivo.
- La población creció más que los alimentos con la consiguiente subida de precios
de los alimentos.

Entre los aspectos positivos se pueden mencionar:


- La extensión por la zona cantábrica de nuevos cultivos como el maíz o la patata.
- El aumento del regadío en la zona valenciana, especializada en la producción de
seda y vinícola.

Desarrollo de las manufacturas


Destacaron las manufacturas reales en las llamadas Reales Fábricas, creadas por
influencia francesa y centradas en artículos de lujo que hasta ese momento se
importaban como la elaboración de tapices y cristal en La Granja (Segovia) o la
de tabaco en Sevilla. Sin embargo, la escasa rentabilidad de estas fábricas reales
como consecuencia del escaso mercado interior hizo que se abriera paso la
iniciativa privada.

Por otro lado, la exportación a las colonias americanas hizo que se expandieran
sectores como el de la seda (Valencia), el hierro (País Vasco) o los tejidos y la vid
(Cataluña).
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Impulso al comercio colonial


Con los Austrias los puertos de Sevilla y luego Cádiz monopolizaron el comercio
con América. Sin embargo, con los Borbones (Carlos III) se crearon Compañías
Comerciales y se liberalizó el comercio con las colonias permitiendo a todos los
puertos españoles comerciar con América. Prosperó así la burguesía mercantil en
Cádiz, que trajo (comerciantes extranjeros) las ideas ilustradas, convirtiendo a la
ciudad andaluza en el mayor foco liberal de todo el país.

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TEMA 2: CRISIS DE LA MONARQUÍA BORBÓNICA. GUERRA DE


INDEPENDENCIA Y COMIENZOS DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL.
CONSTITUCIÓN DE 1812

1. CRISIS DE LA MONARQUÍA BORBÓNICA

2. GUERRA DE INDEPENDENCIA (1808-14)


A. Inicios: motín de Aranjuez
B. La resistencia popular
C. Las fuerzas políticas
D. Evolución de la guerra

3. CONSTITUCIÓN DE 1812
A. Formación de las Cortes
B. Constitución de 1812

4. COMIENZOS DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL (REINADO DE FERNANDO


VII: 1814-33)
A. El golpe absolutista (1814-20)
B. El trienio liberal (1820-23)
C. La década ominosa (1823-33)
D. El problema de la sucesión al trono
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1. CRISIS DE LA MONARQUÍA BORBÓNICA

A la muerte de Carlos III (1788), parecía que el modelo del Antiguo Régimen,
aunque influido por algunas reformas ilustradas, permanecía intacto. Sin
embargo, un año después, el inicio de la Revolución Francesa (1789) supuso un
cambio radical. Las ideas revolucionarias de Francia fueron extendidas en Europa
por los ejércitos de Napoleón desde 1799.

En un momento crítico para las monarquías europeos a causa de la radicalización


de la Revolución Francesa, el rey Carlos IV se desentendió de los asuntos de
gobierno y se dejó manejar por la reina, María Luisa de Parma, quién encumbró a
la Secretaría de Estado a un militar con escasa experiencia de gobierno, Manuel
Godoy. Con Godoy reapareció la figura del valido, y fue quien tomó las principales
decisiones en política exterior: primero contra Francia y luego convirtiendo a
España en un “satélite” de Francia permitiendo la ocupación por las tropas
francesas y posterior Guerra de la independencia

El gobierno de Godoy se caracterizó por:

- Su fidelidad absoluta al rey, aunque era odiado por la nobleza, el clero y por el
príncipe Fernando.
- La puesta en práctica una serie de reformas: desamortización, reducción del
poder de la Inquisición, creación de Sociedades Económicas de Amigos del
País y protección de intelectuales ilustrados.
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- La materialización de una alianza militar con Francia contra Gran Bretaña (y


Portugal) que culminó con la derrota española en la batalla de Trafalgar (costa
de Cádiz) frente a los navíos ingleses del almirante Nelson.
- Y por último la Firma del Tratado de Fontainebleau (1807) por el que Carlos IV
permitió a las tropas napoleónicas pasar por España para invadir Portugal
(aliada de los ingleses). A cambio, España (en concreto, Godoy) recibiría la
parte sur del territorio luso.

Durante el reinado de Carlos IV también hubo que hacer frente a:


- Graves problemas en la Hacienda Real, el país estaba al borde de la
bancarrota.
- El malestar creciente de las clases populares debido a la constante subida de
precios.
- Y el aumento de la oposición política: la nobleza y el clero deseaban la
pervivencia del Antiguo Régimen y de todos sus privilegios, mientras que los
ilustrados aspiran a instaurar un régimen liberal.

2. GUERRA DE INDEPENDENCIA (1808-14)

A. Inicios: el Motín de Aranjuez

Al inicio de la Revolución Francesa (1789) un año después de la llegada al trono


de Carlos IV, España formó parte de una coalición de países absolutistas que se
enfrentaron a la Francia revolucionaria, sin embargo, acabaron siendo derrotados
(1793-95). A partir de ese momento, España se acercó a Francia (Tratado de
Fontainebleau) mientras que en la Corte comenzó a librarse una dura batalla
entre Godoy, que contaba con el apoyo de los reyes y Fernando, príncipe de
Asturias, que contaba con importantes apoyos para destronar a su padre,

La presencia de tropas francesas en España en virtud del Tratado de


Fontainebleau se había ido haciendo amenazante a medida que iban ocupando
(sin ningún respaldo del tratado) diversos puntos estratégicos de la península. El
total de soldados franceses acantonados en España ascendía a unos 65.000. La
presencia de estas tropas terminó por alarmar a Godoy. En marzo de 1808,
temiéndose lo peor, la familia real se retiró al Palacio Real  de Aranjuez para, en
caso de necesidad, seguir camino hacia el sur y embarcarse para América.
El 17-18 de marzo de 1808, tras correr por las calles de Aranjuez el rumor del
viaje de los reyes, la multitud, dirigida por miembros del partido fernandino, nobles
cercanos al príncipe de Asturias, se agolpó frente al Palacio Real y asaltó el
palacio de Godoy, quemando todos sus enseres. Ante esta situación y el temor de
un linchamiento, intervino el príncipe Fernando, verdadero dueño de la situación
para calmar la situación. Carlos IV se vio obligado a abdicar en su hijo, Fernando,
quien se convirtió en el rey Fernando VII. Pocos días después entraba en Madrid
el general Murat al frente de las tropas francesas.

Napoleón, decidido a controlar la corona española convocó a padre e hijo (Carlos


IV y Fernando VII), a Bayona y logró que ambos abdicasen de sus derechos al
trono a favor de su hermano, José Bonaparte, quien se convirtió en el rey José I
(las Abdicaciones de Bayona).
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Se promulgó el Estatuto de Bayona (es una carta otorgada no una constitución)


para dar legitimidad a la monarquía de José I en el que se recogía:

- La igualdad legal entre todos los españoles


- El fin de los privilegios señoriales.
- La abolición Inquisición
- La reforma la administración
- La legalización de la desamortización de bienes

B. La resistencia popular

El 2 de mayo de 1808, el pueblo de Madrid se echó a la calle y se enfrentó a las


tropas francesas al mando del general Murat con el apoyo de los capitanes, Daoiz
y Velarde, que se negaron a someterse a la ocupación francesa. La dura
represión por parte de los franceses provocó el levantamiento en todo el país y el
inicio de la guerra.
El levantamiento contra los franceses partió de las clases populares y de los
notables locales. Comenzó como una serie de motines espontáneos, pero su
reiteración y su rápida expansión por todo el país permiten entrever cierto grado
de inducción o, cuando menos, de coordinación.

Se crearon Juntas de Armamento y Defensa, primero locales, luego provinciales y


finalmente coordinadas todas ellas por una Junta Central. Clérigos, ilustrados,
nobles y militares españoles dirigirán estas juntas.

Los españoles utilizaron dos tácticas de guerra frente a un ejército más poderoso:

- Los sitios. Resistir en ciudades (Zaragoza, Gerona…) el ataque francés para


así ganar tiempo y esperar ayuda de las juntas que se están organizando por
todo el país.
- La guerrilla, compuesta por campesinos, burgueses, nobles y parte del clero
que aprovechando un mejor conocimiento del terreno atacan mediante
emboscadas y por sorpresa a las tropas francesas para proceder a
continuación a la huida.

C. Las fuerzas políticas


El rey José I Bonaparte no tuvo el rechazo de todos los españoles y desde el
inicio hubo un grupo que aceptó al nuevo monarca, eran los afrancesados. Frente
a ellos se encontraban los patriotas.

- Los afrancesados estaban integrados por intelectuales, miembros de la baja


nobleza y funcionarios quienes aceptaron la monarquía de José I y sus ideas,
ya fuese por interés personal o por la creencia en que el cambio de dinastía
redundaría en la modernización de España
- El llamado Frente Patriótico estuvo compuesto por la mayoría de la población:
el clero y la nobleza (que esperaban la vuelta del absolutismo con Fernando
VII), intelectuales como Jovellanos o Floridablanca (ansiaban la vuelta de
Fernando VII como monarca reformista), burgueses e intelectuales liberales
(querían la instauración de un sistema parlamentario) y el pueblo (luchaba por

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la expulsión del invasor y por la permanencia de la monarquía tradicional con


Fernando VII).

D. Evolución de la guerra
Podemos destacar cuatro fases:

 Primera fase. Napoleón estaba convencido de una victoria fácil y acantonó


tropas en Madrid, Barcelona y Vitoria.
 Segunda fase. Sobresale la batalla de Bailén (1808) en la que la victoria de
las tropas españolas al mando del general Castaño con el apoyo inglés
sobre las tropas napoleónicas, supone que los franceses no consiguieran
tomar Andalucía y abandonaran Madrid replegándose hasta el Ebro.
 Tercera fase. Los franceses endurecieron la guerra con 250.000 soldados y
consiguieron hacerse con casi todo el país.
 Cuarta fase. El año 1812 será clave por el estrepitoso fracaso de las tropas
francesas en Rusia y la ayuda a los españoles de las tropas británicas al
mando del duque de Wellington. Finalmente, en 1813 se pondrá fin a la
guerra con la firma del tratado de Valençay.

3. CONSTITUCIÓN DE 1812

A. Formación de las Cortes


El proceso de formación fue el siguiente:

- En el verano de 1808 representantes de las Juntas locales y provinciales


formarán la Junta Central Suprema que se reunieron en Aranjuez (Madrid) el
25 de septiembre, aprovechando la derrota francesa en Bailén. En Aranjuez se
reunieron ilustrados como Jovellanos o Floridablanca, se reconoció como rey
legítimo de España a Fernando VII. La Junta asumió la autoridad en el bando
patriota hasta la vuelta del rey, pero el avance francés provocó el traslado de
la misma, primero a Sevilla y en 1810 a Cádiz, el único territorio hispano no
controlado por los franceses gracias a la ayuda de la marina inglesa.
- La Junta Central convocó Cortes en Cádiz para elegir a sus representantes y
tomar las decisiones oportunas.
- Las elecciones de diputados a Cortes eran muy complicadas en un país en
guerra, por lo que muchas provincias eligieron representantes a paisanos
suyos establecidos en Cádiz, generalmente comerciantes, es decir, burgueses
de talante liberal. Ese ambiente liberal que se respiraba en la ciudad gaditana
(comercio marítimo, influencia de comerciantes europeos, mayor apertura…)
hizo que la mayoría de los representantes de la Junta fueran “gentes
liberales”.
- Las Cortes abrieron sesión en septiembre de 1810 en una única cámara, sin
división por estamentos aprobando el principio de soberanía nacional, esto es,
el poder reside en los ciudadanos que eligen a sus representantes.

B. Constitución de 1812
Fue promulgada el 19 de marzo de 1812, día de San José, de ahí que fuese
popularmente conocida como la Pepa. Se trata de un texto con un marcado
espíritu liberal, pero con concesiones al absolutismo. P.e. prevalecerá el
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catolicismo como religión oficial. En todo caso estamos ante la primera


constitución promulgada en España por las Cortes, además de ser una de las
más liberales de su tiempo.

Las características que definen las Constitución de 1812 son:

 Estaba influida por la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano


de 1789 y por la Constitución francesa de 1791.
 Recogía una amplia declaración de derechos ciudadanos: libertad de
imprenta, igualdad de todos ante la ley, derecho a la propiedad…
 Declaraba la igualdad entre españoles (de España y de las colonias). Todos
forman parte de la nación.
 Consideraba la monarquía como forma de gobierno, pero limitada por la
separación de poderes (las cortes unicamerales detentan el poder legislativo,
el rey el ejecutivo y jueces y tribunales el judicial).
 Entre los poderes y competencias atribuidas a las Cortes se encontraban: la
elaboración de las leyes, de los presupuestos, de tratados internacionales, el
mando sobre los ejércitos y establece un sistema electoral basado en el
sufragio universal masculino, eligiéndose los diputados por un período de dos
años…
 En otros artículos se recogía: el servicio militar obligatorio, la creación de un
ejército nacional, la reorganización provincial y de la Hacienda, la enseñanza
primaria pública y obligatoria, la inviolabilidad del domicilio, garantías en los
procesos judiciales, la abolición de gremios y señoríos, la abolición de la
Inquisición, una reforma agraria y las bases de la desamortización.

Con la Constitución de Cádiz de 1812 quedaron sentadas las bases para acabar
con el Antiguo Régimen gracias al ambiente liberal que se respira en Cádiz. Sin
embargo, la sociedad española de la época, en condiciones normales, no hubiera
posibilitado una constitución tan liberal y adelantada a su tiempo.

La Pepa fue la tercera constitución en promulgarse, tras la estadounidense de


1789 y la francesa de 1791, aunque en algunos aspectos será más liberal que las
dos anteriores. En todo caso fue una constitución que apenas estuvo en vigor dos
años (hasta la vuelta de Fernando VII) y que no pudo llevarse a la práctica en un
país en guerra.

4. COMIENZOS DE LA REVOLUCIÓN LIBERAL (REINADO DE FERNANDO VII:


1814-33)

Tras el Tratado de Valençay que puso fin a la guerra, Napoleón retiró las tropas
francesas de España y se reconoció como rey legítimo del país a Fernando VII,
quién hizo una entrada triunfal en Madrid entre el clamor popular. Comenzaba un
reinado que se divide en tres periodos: Sexenio Absolutista (1814-1820), Trienio
Liberal (1820.1823) y Década Ominosa (1823-1833), definidos por el
enfrentamiento entre los partidarios del liberalismo y los del Antiguo Régimen.

A. El golpe absolutista (1814-20)

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Tras el regreso del “Deseado” del exilio (Valençay), el rey juró la Constitución
española de 1812, aunque los sectores absolutistas (nobleza y clero) presentaron
al monarca un documento donde lo animaban a reinstaurar el absolutismo. Es el
llamado Manifiesto de persas de abril de 1814.
Fernando VII sintiéndose seguro anuló la Pepa mediante un Real Decreto el 4 de
mayo de 1814, dando el llamado “golpe absolutista” y mandó al exilio,
encarcelando o asesinando a los principales líderes liberales y volviendo así al
Antiguo Régimen (reinstauración de la Inquisición, del régimen señorial, de la
Mesta…).
Además, la coyuntura internacional era favorable al rey ya que tras la caída de
Napoleón gran parte de Europa volvió al Antiguo Régimen (Congreso de Viena)
creando la Santa Alianza (alianza militar entre los países absolutistas que se
comprometían a ayudarse mutuamente en caso de necesidad).
Fernando VII se encontró con un país destrozado por la guerra y dividido entre
absolutistas (nobleza y clero) y liberales (burguesía liberal, clases medias urbanas
y sectores liberales del ejército). Entre ambos, un pueblo analfabeto que vivía en
la miseria.
A lo largo d estos seis años fueron numerosos los pronunciamientos llevados a
cabo por los sectores liberales. Un pronunciamiento es una forma de rebelión
militar o levantamiento, peculiar de España y el mundo hispanohablante,
característico del siglo XIX. En un pronunciamiento, un grupo de oficiales militares
declara públicamente su oposición al gobierno de turno. Los rebeldes esperan
entonces que el resto de las fuerzas armadas se declaren a favor o en contra del
gobierno.
No hay lucha armada; si la rebelión carece de apoyo, los organizadores pierden, y
deberán abandonar el país, retirarse de las fuerzas armadas o sufrir arresto. Pero
si la mayor parte de las fuerzas armadas se declaran a favor del pronunciamiento,
entonces el gobierno de turno renuncia.
Destacaron los pronunciamientos fracasados de los generales Lacy o Porlier en
Cataluña y Galicia, respectivamente. Sin embargo, el final del Sexenio se produjo
con el triunfo del pronunciamiento del general Riego.

B. El Trienio Liberal (1820-23)

El 1 de enero de 1820 el coronel Rafael del Riego se sublevó en Las Cabezas de


San Juan (Cádiz) con las tropas a su mando que se encontraban a la espera de
embarcar para combatir la rebelión en las colonias americanas.
Riego proclamó la Pepa en Andalucía y su pronunciamiento triunfó por la
pasividad del ejército, la neutralidad de los campesinos y el apoyo de los liberales
urbanos. El rey aceptó la Constitución de 1812 en marzo, convocándose
elecciones a Cortes, en las que los liberales obtuvieron la mayoría. Volvió a
abolirse la Inquisición, se derogaron los privilegios estamentales (señoríos y
mayorazgos) y se restablecieron las libertades.

Otras medidas adoptadas por el nuevo gobierno fueron:


- Libertad de industria, que benefició a la burguesía industrial y comercial.
- Abolición de los gremios.
- Reforma del sistema penal y fiscal buscando mayor igualdad.
- Aparición del concepto de la tierra como una mercancía sujeta a la
compraventa.
14
[Título del documento]

- Y la creación de la Milicia Nacional, grupo de voluntarios salidos de las clases


medias liberales que formarán una especie de “policía urbana” afín al
liberalismo.

Sin embargo, el nuevo gobierno tuvo que hacer frente a numerosos problemas:
- Conspiraciones monárquicas y el uso del derecho de veto por parte del rey
que hacía imposible la aprobación de medidas reformistas.
- Creciente frustración campesina, ya que los impuestos seguían siendo
elevados y el régimen señorial no acababa de desaparecer. En este contexto,
la nobleza y la iglesia animaron al campesinado, analfabeto y fácil de
manipular, a rebelarse contra los liberales.
- Por último, el enfrentamiento entre liberales más moderados (“doceañistas”)
partidarios de mantener la Constitución de Cádiz y los liberales más exaltados
(“veinteañistas) que deseaban un nuevo texto.

C. La Década Ominosa o Década Absolutista (1823-33)

En 1823 entraron en España los Cien Mil Hijos de San Luis, contingente de
soldados franceses mandados por la Santa Alianza junto a voluntarios
absolutistas españoles al mando del duque de Angulema con el objetivo de
restaurar el absolutismo en el país y devolver al rey Fernando VII todo el poder.
Tras conseguir sus propósitos se volvió a desatar en España una feroz represión
contra los liberales. Se cerraron las universidades y los centros de enseñanza y
muchos profesores e intelectuales sospechosos fueron depurados. Los que
pudieron se exiliaron.
No obstante, el descontento del sector más conservador era palpable debido a
que el rey no volvió a instaurar el Tribunal de la Inquisición y pactó con la
burguesía liberal e industrial para mejorar la economía del país. Así, se fue
formando un núcleo duro absolutista en torno a la figura de Carlos María Isidro,
hermano del rey, los llamados “carlistas”.
Por otra parte, los liberales buscaron, de nuevo, en la conspiración y el
pronunciamiento restablecer las libertades y proclamar una constitución con
escasos resultados (ejecución de Mariana Pineda en Granada o del general
Torrijos y sus hombres en las playas de Málaga)

D. El problema de la sucesión al trono

En 1830 nació Isabel, hija de Fernando VII. El rey, en su lecho de muerte, aprobó
la Pragmática Sanción que derogó la Ley sálica de Felipe V, que prohibía reinar a
las mujeres. A partir de ese momento se crearán dos bandos políticos:

 Los carlistas, partidarios del hermano del rey. Grupo formado por absolutistas,
miembros del Antiguo Régimen, artesanos, “fueristas” vascos, navarros y
catalanes, la nobleza y el clero.

 Los isabelinos o cristinos, partidarios de la niña Isabel y de su madre, María


Cristina de Borbón. Grupo formado por liberales, miembros del ejército, parte
de la nobleza y del clero y la burguesía comercial urbana.

15
[Título del documento]

Con la muerte del rey, Isabel se convirtió en reina (Isabel II) a la edad de 3 años,
siendo regente su madre. A su vez, Carlos fue proclamado rey en la zona norte
dando lugar al inicio de la Primera Guerra Carlista.

16
[Título del documento]

TEMA 3: REVOLUCIÓN LIBERAL EN EL REINADO DE ISABEL II.


CARLISMO Y GUERRA CIVIL. CONSTRUCCIÓN Y EVOLUCIÓN DEL
ESTADO LIBERAL

1. CARLISMO Y GUERRA CIVIL


A. Los dos bandos
B. La Primera Guerra Carlista (1833-40)
C. La Segunda Guerra Carlista (1846-49)
D. La Tercera Guerra Carlista (1872-76)

2. REVOLUCIÓN LIBERAL EN EL REINADO DE ISABEL II: CONSTRUCCIÓN Y


EVOLUCIÓN DEL ESTADO LIBERAL
A. Implantación del liberalismo (1833-43)
- Estatuto Real de 1834
- Progresistas al poder
- Reformas progresistas (1835-37)
- Constitución de 1837
- Crisis del progresismo: regencia de Espartero (1841-43)

B. Articulación del liberalismo español


- Partidos políticos: moderados y progresistas
- El peso del ejército
- Juntas y Milicias

C. Moderados al poder (1843-68)


- El régimen moderado (1843-54)
- El Estado liberal
- Alternativas al moderantismo
- El bienio progresista (1854-56)
- Crisis del moderantismo (1856-68)

_________________________________________________________________

En el periodo que transcurrió entre 1833 y 1868 se produjo en España, al igual


que en gran parte de Europa Occidental, la implantación del liberalismo. Durante
esta etapa se produjo el paso a una monarquía constitucional y parlamentaria,
aunque con muchas limitaciones. y se asentaron muchas de las ideas liberales
que aparecieron en la Constitución de Cádiz. Además, se transformó la
propiedad feudal en propiedad privada a través de las desamortizaciones.
Si embargo, el camino no fue fácil y el enfrentamiento ideológico y militar fue una
constante. Comenzamos por las guerras carlistas.

1. CARLISMO Y GUERRA CIVIL

Antes de morir en 1833, Fernando VII abolió la Ley Sálica, por lo que su hija
Isabel fue proclamada nueva reina de España cuando tenía 3 años. Sin embargo,
los absolutistas reclamaron que Carlos María Isidro, hermano del rey fallecido, era
el verdadero rey del país. Este enfrentamiento desembocó en una serie de
conflictos bélicos conocidos como guerras carlistas.
17
[Título del documento]

A. Los dos bandos.


El bando isabelino o cristino llamado así por la reina Isabel II y su madre, la
regente María Cristina de Borbón estaba formado por liberales progresistas
(clases medias), liberales moderados (clases más acomodadas), clases populares
urbanas, el ejército y absolutistas leales a Fernando VII (alta nobleza y la Iglesia).
Sus ideas políticas se caracterizaban, en líneas generales por:

 La defensa de las ideas liberales, siendo partidarios de ciertas libertades


políticas, económicas, sociales y culturales como base del nuevo Estado. Por
tanto, eran contrarios al Antiguo Régimen y al absolutismo y estaban influido
por las ideas de la Ilustración.
 Y eran partidarios de un estado/país centralizado.

En cambio, el sector carlista, defensores de los derechos al trono de Carlos Mª


Isidro estaba formado por campesinos (pequeños propietarios), miembros de la
baja nobleza, los sectores más conservadores de la Iglesia, artesanos y las zonas
rurales de Navarra, País Vasco, Cataluña y el Maestrazgo (comarca valenciana).
Sus ideas políticas se caracterizaban por los siguientes rasgos:

 La defensa del absolutismo y del Antiguo Régimen.


 Eran partidarios del “fuerismo”, esto es, el mantenimiento de los fueros o leyes
propias de las diferentes regiones históricas (País Vasco, Navarra,
Cataluña…) existente desde el periodo de los Austrias. En la práctica, estos
fueros suponían ciertos privilegios fiscales y jurídicos frente al resto del país.
 Dentro de este bando, la Iglesia católica tenía mucho peso y su lema era
“Dios, Patria, Rey y Fueros”.
 Por último, eran partidarios de una sociedad rural frente a la naciente sociedad
urbana, por tanto, eran tradicionalistas

B. La Primera Guerra Carlista (1833-40)


Podemos diferenciar cuatro fases:
 Primera fase: los carlistas mediante una guerra de guerrillas controlaron las
zonas rurales del País Vasco y de Navarra. Sin embargo, no consiguieron
tomar las grandes ciudades, como Bilbao, Vitoria, San Sebastián y
Pamplona.

 Segunda fase: Se caracterizó por el avance del ejército carlista. Por una
parte, el general Zumalacárregui tomó el mando de un ejército regular
carlista de 25.000 hombres en la zona vasca; mientras que el general
Cabrera, por otro lado, logró controlar las zonas rurales de Aragón y
Cataluña. Por último, Don Carlos al frente de un ejército que avanzó
rápidamente hacia Madrid, se quedó a las puertas de la ciudad.

 Tercera fase: Se caracterizó por la internacionalización del conflicto. Los


carlistas recibieron el apoyo económico de Rusia, Prusia y Austria
(potencias con monarcas absolutos), mientras que los liberales recibieron
el apoyo de Francia, Portugal y Gran Bretaña.

18
[Título del documento]

El hecho más destacado fue la liberación por parte del general liberal
Espartero de la ciudad de Bilbao cercada por el ejército carlista; y la muerte
del general Zumalacárregui defendiendo el cerco de Bilbao,

 Cuarta fase: Se caracterizó por la división del carlismo en dos ramas,


intransigentes, partidarios de seguir la guerra; y los transaccionalistas,
partidarios de pactar con el Estado liberal.
Finalmente se firmó la paz con el Convenio de Vergara de 1839 con el
famoso abrazo entre el carlista Maroto y el liberal Espartero. En dicho
acuerdo el Estado se comprometía a integrar a los oficiales carlistas en el
ejército español, así como mantener los fueros vascos y navarros. A
cambio, los carlistas aceptarían como reina a Isabel II.

C. La Segunda Guerra Carlista (1846-49)


La Segunda Guerra Carlista (1846-49) se centró en Cataluña debido, al menos
teóricamente, al fracaso de los intentos de casar a Isabel II con el pretendiente
carlista Carlos Luis de Borbón, hijo de Carlos María Isidro). Esta guerra fue otro
fracaso del sector carlista.

D. La Tercera Guerra Carlista (1872-76)


La Tercera Guerra Carlista (1872-76) estuvo unida al naciente nacionalismo vasco
y catalán, y supuso una nueva lucha contra el liberalismo, contra la monarquía de
Amadeo de Saboya y, posteriormente, contra la Primera República. También
supuso otro fracaso del bando carlista.

2. REVOLUCIÓN LIBERAL EN EL REINADO DE ISABEL II: CONSTRUCCIÓN Y


EVOLUCIÓN DEL ESTADO LIBERAL

A. Implantación del liberalismo (1833-43)

Durante la década de 1833 a 1843 asistimos a la caída total del Antiguo Régimen
en España bajo la regencia de Mª Cristina, madre de la reina Isabel II. Durante
este periodo se fue fraguando lentamente la construcción de una monarquía
constitucional con el apoyo de los liberales y de los absolutistas moderados. Pero
no fue un camino fácil puesto que los años de la regencia coincidieron con la
Primera Guerra Carlista, graves dificultades de la Hacienda Pública tras la
independencia de Hispanoamérica y diferencias dentro de las filas liberales entre
los moderados y los progresistas que defendían reformas más radicales.

Estatuto Real de 1834


Fue durante el gobierno del liberal moderado Martínez de la Rosa cuando se
promulgó el Estatuto Real de 1834. No era una constitución sino una carta
otorgada), y a él se opusieron desde el principio una parte importante de los
liberales por considerarlo totalmente insuficiente.
El texto se caracterizaba por:

- El reconocimiento de derechos y libertades políticas, aunque solo afectará y


beneficiará a las clases acomodadas.

19
[Título del documento]

- Pero, no se enunciaba claramente ni el concepto de soberanía nacional ni el


de la división de poderes.

Progresistas al poder
Los progresistas, descontentos con el gobierno buscaron el apoyo de las clases
populares, las Juntas y la Milicia Nacional y dando lugar a revueltas urbanas en
Andalucía, Barcelona (marcado anticlericalismo con la “quema de conventos”) y
Madrid.
Tras esto, la regente se vio obligada a poner al frente del gobierno al progresista
Mendizábal, que decretó la desamortización de los bienes de las órdenes
religiosas para así poder sufragar los gastos de la guerra contra los carlistas.

Sin embargo, los problemas financieros y el desarrollo de la guerra provocaron la


caída del gobierno de Mendizábal, y su sustitución, lo que desencadenó el
pronunciamiento de los sargentos en la guarnición militar del Palacio de La Granja
(Segovia), residencia de verano de la regente y la reina, lo que hizo que se
volviera a instaurar la Constitución de 1812 y se nombrara a un nuevo presidente
del nuevo gobierno progresista (Calatrava) del que Mendizábal sería ministro de
Hacienda.

Reformas progresistas (1835-37)


Mendizábal, primero como Jefe de Gobierno (1835) y luego como ministro de
Hacienda (1936) consolidó el régimen liberal y constitucional, así como la
monarquía parlamentaria y llevó a cabo una intensa reforma agraria para acabar
con los restos del Antiguo Régimen en el país.

La reforma agraria se caracterizó por:


 Poner fin del régimen señorial (los señores dejarán de impartir justicia en sus
tierras, pero conservarán la propiedad de las que no puedan ser acreditadas
documentalmente como suyas por el campesinado).
 La desvinculación de las tierras al hijo mayor, esto es, fin del mayorazgo. Así,
enormes lotes de tierras salieron a la venta y fueron adquiridas por la
aristocracia y la burguesía.
 La desamortización y disolución de órdenes religiosas, salvo las dedicadas a
la enseñanza y al cuidado de enfermos. El fin de la desamortización era
vender en subasta pública los bienes desamortizados por el Estado para
sufragar la guerra carlista y crear una base de compradores, básicamente la
alta burguesía comprometidos con la causa isabelina y liberal.
 La liberalización de la economía: abolición de los privilegios de la Mesta, libre
explotación de montes, libertad de precios y de comercio interior, abolición del
diezmo y fin de los privilegios gremiales, con la consiguiente libertad de la
industria y el comercio.

Constitución de 1837
Tras la convocatoria de Cortes, éstas con mayoría progresista aprobaron en junio
de 1837 una nueva Constitución.

Su contenido se caracteriza por:


 La Corona aparece como un poder moderador y se establece el principio de
soberanía nacional. Sin embargo, aumenta, de hecho, el poder de la Corona:
20
[Título del documento]

derecho de veto de leyes, poder de disolver el Parlamento, nombrar y destituir


ministros…
 Aparece la división de poderes: Corona, el ejecutivo. Las Cortes, el legislativo.
Jueces y los Tribunales, el poder judicial.
 Recoge una amplia declaración de derechos ciudadanos (libertad de prensa,
de asociación, de opinión…).
 No aparece la religión católica como confesión del Estado.
 Se crea una segunda cámara, el Senado, de carácter más conservador.
 El sistema electoral es censitario y restringido. En realidad, votaban entre el
2% y el 4% de la población: hombres mayores de edad y de rentas elevadas.

Crisis del progresismo: regencia de Espartero (1841-43)


En las elecciones de 1837 vencieron los moderados, quienes intentarán desvirtuar
los aspectos más progresistas de la nueva constitución con la aprobación de una
serie de leyes que limitaba libertades y derechos:

- Ley Electoral aún más restrictiva.


- Limitación de la libertad de imprenta.
- Ley de Devolución de bienes al clero.
- Proyecto de reimplantación del diezmo.
- Ley de Ayuntamientos por la que la Corona elegía a los alcaldes de las
capitales de provincias.

Mientras decrecía la popularidad de la regente, crecía la del general Espartero,


progresista y considerado el “pacificador” de España tras el fin de la Primera
Guerra Carlista y la firma del Convenio de Vergara.
En octubre de 1840, tras una serie de levantamientos e insurrecciones, Mª
Cristina acabó abdicando y el general Espartero asumió la regencia y convocó
elecciones a Cortes en las que vencieron los progresistas.

Su gobierno se caracterizó por un mayor autoritarismo y tuvo que hacer frente a


un pronunciamiento al inicio de su regencia (generales Narváez y O`Donnell). Una
de las medidas adoptadas por su gobierno más controvertidas fue la supresión de
aranceles a los tejidos británicos lo que provocó una revuelta entre la alta
burguesía industrial de Barcelona, y, por ende, de la clase obrera de las fábricas
textiles. La insurrección culminó con el bombardeo de la ciudad y el desprestigio
del general.

El rechazo de Espartero al último gobierno propuesto por las Cortes desencadenó


la rebelión de los más importantes generales moderados del país (generales
Narváez, Prim…) provocando su dimisión y exilio a Londres. Las Cortes
adelantaron la mayoría de edad de Isabel II para evitar una tercera regencia,
aunque solo tenía con 13 años.

B. Articulación del liberalismo español

Partidos políticos: moderados y progresistas


La instauración paulatina del liberalismo trajo al país:
- Órganos representativos (Cortes, Ayuntamientos, Diputaciones…).
- Partidos políticos agrupados en torno a la figura de un “notable”.
21
[Título del documento]

- El derecho de voto (muy restringido).


- Y la construcción del sistema monárquico constitucional en torno a la figura de
Isabel II.

Este sistema descansará en dos partidos fundamentales: moderados y


progresistas.
Características del Partido Moderado:
- Era un grupo heterogéneo en el que se incluían terratenientes, comerciantes,
intelectuales conservadores, altos mandos militares y restos de la alta nobleza
y del clero.
- Era defensor del catolicismo.
- Partidario del sufragio censitario para preservar los intereses de las clases
altas.
- Defendía la soberanía compartida Cortes-Corona.
- Partidario de restringir los derechos individuales (prensa, opinión, imprenta…).

Características del Partido Progresista:


- Estaba compuesto por la pequeña y mediana burguesía, la alta burguesía
industrial, comercial y financiera, artesanos y militares de grado medio e
inferior (oficiales).
- Defendía la soberanía nacional y un mayor poder de las Cortes sobre la
Corona.
- Partidario de robustecer los poderes locales (ayuntamientos y diputaciones).
- Defensa de los derechos colectivos e individuales.
- Partidario de ampliar el sistema electoral.
- Menor peso social de la Iglesia.

Surgirán también dos nuevos partidos políticos: Partido Demócrata (1849) y Unión
Liberal (1854).
Partido Demócrata:
- Escisión del Partido Progresista.
- Primer germen puramente democrático en España.
- Piden el sufragio universal, el aumento de las libertades, enseñanza pública,
asistencia social a los más desfavorecidos y paliar las diferencias sociales.

Unión Liberal:
- Escisión del Partido Moderado liderada por los generales O´Donnell y Serrano.
- Atrajo a los grupos menos conservadores de los moderados y a los más
conservadores de los progresistas.

El peso del ejército


La victoria sobre el carlismo dio al ejército un peso específico en la política
española del siglo XIX. Los grandes generales fueron clave a la hora de apoyar a
uno u otro partido político. De hecho, era frecuente que algunos de estos
generales se convirtieran en los líderes de dichos partidos (Narváez, Espartero, O
´Donnell…). La sociedad se acostumbró a que los problemas políticos se
resolvieran a través de las armas y de la intervención de estos generales,
comúnmente conocidos como “espadones”.

Juntas y Milicias
22
[Título del documento]

Tras la guerra de Independencia, las Juntas surgirán cada cierto tiempo


atribuyéndose la defensa de los derechos del pueblo, e influirán en los cambios
políticos.

Las Milicias surgirán en 1808 como una especie de alternativa al ejército regular y
a favor de la causa liberal. Su estructura era igualitaria (entre altos mandos y
oficiales), sus cargos eran electos y dependían del alcalde de cada localidad. Las
Milicias solían estar detrás de los diferentes golpes de estado contra el
absolutismo y serán un arma usada por los progresistas.

C. Moderados al poder (1843-68)


Durante el reinado de Isabel II es posible distinguir varias etapas: Régimen o
Década moderada (1843-1854), Bienio Progresista (1854-1856) y Segunda Etapa
Moderada (1856-1868).

El Régimen o Década moderada (1843-54)


Tras la dimisión como regente de Espartero, el partido conservador acabó
gobernando. En 1844 los moderados ganaron las elecciones, y el general
Narváez se hizo cargo del gobierno contando con el apoyo total y absoluto de la
Corona y del Ejército.

Las consecuencias fueron:


- La burguesía terrateniente, fusión de los antiguos señores y de los nuevos
propietarios rurales), aumenta su poder.
- En política se estableció un liberalismo conservador que recorto privilegios a
los miembros del Antiguo Régimen (de ahí que sea liberal), pero que al mismo
tiempo mantuvo fuera del juego político a las clases populares (de ahí que sea
conservador).

- En 1845, las cortes aprobaron una nueva Constitución de ideología


moderada cuyas características principales eran:

 Soberanía compartida Corona-Cortes.


 La religión católica era la oficial en el país. En 1851 se firmó un
Concordato con la Santa Sede por el que el Estado español se
comprometía a paralizar las desamortizaciones y financiaba el culto
religioso.
 Modelo de Estado centralizado, tanto los ayuntamientos y como las
diputaciones estaban sujetos al control estatal.
 Mayor restricción del derecho al sufragio.
 El Senado pasó a ser no electivo y los senadores eran nombrados por
la Corona.
 Se restringieron derechos individuales.
 Y, sobre todo, la Corona alcanza mucho poder al nombrar a los
senadores y ministros, tener la capacidad de disolver las Cortes,
nombrar a los alcaldes de las grandes localidades…).

El Estado liberal
A lo largo de estos diez años se acabó construyendo en España un estado liberal
de corte conservador marcado por:
23
[Título del documento]

- El dominio de determinadas clases sociales: alta burguesía industrial,


comercial y terrateniente, altos mandos del ejército….
- El centralismo: cada provincia dependía del poder central, sobre todo, del
Ministerio de Gobernación con sede en Madrid. Entre ambos se situaba la
figura del gobernador civil.
- Una reforma fiscal, pasando la recaudación de impuestos a manos del Estado.
- Se aprobó un único Código Penal para todo el país (1851).
- Se aprobó la Ley de Administración Local, por la que los alcaldes de las
localidades de más de 2.000 habitantes eran nombrados por la Corona.
- Se puso fin de la Milicia Nacional (ligadas a las ciudades y provincias) y se
creó el Cuerpo de la Guardia Civil en 1844 con el fin de mantener el orden
público, sobre todo en las zonas rurales.

Alternativas al moderantismo
Los diez años de gobierno moderado se caracterizaron por unas Cortes (poder
legislativo) “decorativas”, por el gobierno de la “camarilla” en torno a la reina, un
sistema electoral en el que apenas votaba el 2% de la población y la constante
manipulación electoral por parte del gobierno.

A dicho gobierno se oponían los carlistas, partidarios de una monarquía


tradicional de corte absolutista y el Partido Demócrata, muy crítico con la
monarquía isabelina.

Finalmente, estalló un nuevo pronunciamiento y posterior levantamiento popular,


la “Vicalvarada” en 1854. Su origen estuvo en el intento del gobierno de reformar
la Constitución para aumentar el poder ejecutivo a costa del legislativo, lo que
provocó el levantamiento de los progresistas y parte de los moderados en
Vicálvaro (Madrid) al mando del general O´Donnell.

En ese mismo año de 1854 un joven Cánovas redactaría el Manifiesto de


Manzanares, firmado en la localidad del mismo nombre por Leopoldo O´Donnell,
en el que se pedía el fin del gobierno moderado, el cumplimiento de la
constitución, una reforma de la Ley electoral, reducción de impuestos y
restauración de la Milicia.

En el mes de julio se produjo el levantamiento definitivo, obligando a la reina a


pedir a Espartero y O´Donnell que formaran nuevo gobierno, iniciándose así el
llamado Bienio Progresista.

El Bienio Progresista (1854-56)


El nuevo gobierno en el poder adoptó las siguientes medidas:
- Restaurar los principios de la Constitución de 1837.
- Restaurar la Milicia Nacional.
- Elaborar una nueva constitución (1856) que finalmente no fue promulgada
(“non nata”).
- Llevar a cabo reformas económicas a favor de la burguesía urbana y de las
clases medias.
- Desamortización del ministro Madoz (1855) con el fin de recaudar dinero para
la construcción del ferrocarril y la modernización del país.
24
[Título del documento]

- Aprobación de la Ley General de Ferrocarriles que regulaba la construcción de


este, así como incentivar la entrada de empresas privadas en dicha
construcción.

No obstante, el nuevo gobierno tuvo que hacer frente a una serie de problemas:
- Elevada conflictividad social ya que no fueron tenidas en cuenta las demandas
populares en un momento de crisis económica marcada por el aumento de los
precios consecuencia de sucesivas malas cosechas.
- En 1855 se produjo un levantamiento obrero en Barcelona que reclamaba la
reducción de impuestos, la eliminación de las Quintas (servicio militar), un
aumento salarial y la reducción de la jornada laboral.

Espartero acabó dimitiendo y la reina mandaría formar gobierno a O´Donnell, que


llevaría a cabo una dura represión contra toda protesta.

Segunda Etapa Moderada o Crisis del moderantismo (1856-68)


Este periodo presenta las siguientes características:

- Se trata de un periodo de estabilidad política y conservadurismo en el que se


restablece la Constitución de 1845.
- O´Donnell restaurará los principios del moderantismo y en el gobierno se
turnarán moderados y unionistas. Entre 1856 y 19863 gobernará la Unión
Liberal con O´Donnell y Narváez.
- Se pusieron en práctica medidas conservadoras: se anuló la legislación del
Bienio Progresista, se puso fin a la desamortización y no se permitió la libertad
de imprenta.
- En política exterior, España actuó de forma agresiva con el fin de aumentar el
patriotismo para así hacer olvidar a la sociedad los problemas reales del país.
Entre 1859-60 se llevó a cabo una expedición militar expansiva en Marruecos
con las victorias de Wad-Ras y la incorporación de la región del Sidi Ifni.

Finalmente, tras una nueva crisis de gobierno, O´Donnell dimitió pasando el


gobierno a los moderados de forma autoritaria. Sin embargo, las protestas de
progresistas, demócratas y republicanos hicieron al nuevo gobierno plantearse la
idea de un giro político que implicara a la Corona y que no fuese un simple
cambio de gobierno.

25
[Título del documento]

TEMA 4: PROCESO DE DESAMORTIZACIÓN Y CAMBIOS AGRARIOS

1. PROCESO DE DESAMORTIZACIÓN

2. CAMBIOS AGRARIOS

3. CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO

4. LA INDUSTRIA MODERNA
A. La industria textil
B. El ferrocarril
C. La minería
D. La industria siderúrgica
E. La electricidad y el petróleo

5. EL COMERCIO

6. LAS TRANSFORMACIONES CULTURALES


_________________________________________________________________

1. PROCESO DE DESAMORTIZACIÓN

La desamortización fue un proceso mediante el cual el Estado procedió a


expropiar bienes (tierras e inmuebles) eclesiásticos y municipales para su
posterior venta a particulares en subasta pública. La mayoría de estos bienes
estaban en “manos muertas”, es decir, no se ponían en cultivo ni se les sacaba
rendimiento además de que no podían ser comprados ni vendidos.

La cronología de la desamortización en España fue la siguiente:

 1834. Disolución de órdenes religiosas del clero regular (órdenes religiosas


que siguen una “regla” y viven en conventos o monasterios).
 1836-37. Desamortización de Mendizábal, ministro de Hacienda del
gobierno progresista. Expropiación del clero regular amparada por la
Constitución progresista del 37 que buscaba cuatro objetivos: sanear la
Hacienda pública, financiar las guerras carlistas, castigar a parte de la
Iglesia por su apoyo a la causa carlista y crear una red de nuevos
propietarios adeptos a la causa liberal.
 1841-44. Desamortización bajo el gobierno progresista de Espartero,
regente tras la marcha de María Cristina de Borbón. Expropiación del clero
secular (clero que vive en el “mundo”, es decir, iglesias y catedrales de las
ciudades comandadas por sacerdotes y obispos). El proyecto de esta
expropiación fue de Pedro de Surra.
 1844-54. Con los moderados en el poder, se suprime o se atenúa la
desamortización (Constitución de 1845).
 1851. Concordato con la Santa Sede. Acuerdos entre el gobierno
moderado de Bravo Murillo y la Santa Sede: se paralizan las
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desamortizaciones, se reconoce la confesionalidad católica del Estado y se


permite la enseñanza a las órdenes religiosas.
 1854. Se vuelve a desamortizar bajo los gobiernos de O´Donnell y
Espartero (“Vicalvarada”).
 1855. Desamortización de Madoz, ministro de Hacienda en el Bienio
Progresista. Fueron desamortizadas tierras del clero y del Estado. Esta
desamortización fue más voluminosa y efectiva que la de Mendizábal, a
pesar de ser menos conocida, y se llevó a cabo para financiar la
construcción del ferrocarril en España.
 1856. Parón de la desamortización.
 1857. Acuerdos Estado-Iglesia.
 1858. Se reanuda la desamortización bajo el gobierno de O´Donnell como
presidente del Consejo de Ministros.
 1855-67. Desamortización civil (70%) y de tierras del clero secular (30%),
lo que supone un expolio a los campesinos (al perder tierras comunales) y
se ven obligados a emigrar a las ciudades y a “proletarizarse”. Con dicha
desamortización se busca disminuir el déficit público, la deuda del Estado,
aumentar la construcción del ferrocarril y reedificar y repara iglesias por
todo el país.

Consecuencias sociales de la desamortización:

- Se mantuvo la estructura de la propiedad: latifundios en el sur, con


campesinos que no pudieron acceder a la compra de los lotes de tierras
desamortizadas, y minifundios en el norte, con pequeños propietarios de
tierras escasamente rentables y productivas.
- En todo caso, la desamortización hizo que las tierras cambiaran de mano, ya
que pasaron a la alta burguesía urbana.
- Expolio a los campesinos, ya que el 90% de las tierras desamortizadas eran
comunales (bosques de los que se obtenía la caza, pesca, leña, pastos…). Al
privatizarse, el campesino perdió una fuente de ingresos vital. Muchos tuvieron
que emigrar a las ciudades, perdiéndose un modo de vida y una organización
cooperativa centenaria.
- Exclaustración (salida de la vida religiosa) forzosa de miles de religiosos. Tras
la desamortización de Mendizábal, solo quedaron en activo ocho monasterios
en todo el país. Decreto de Mendizábal en 1836 por el que se suprimían los
conventos religiosos salvo el de los escolapios (dedicados a la enseñanza),
hospitalarios (dedicados al cuidado de enfermos) y hermanas de la caridad
(dedicadas a la atención a los marginados). Muchos de estos jóvenes
religiosos exclaustrados acabaron integrándose en las filas del carlismo.

Consecuencias económicas de la desamortización:

- Sanear la Hacienda pública (se llegaron a recaudar 14.000 millones de reales).


- Aumento de la producción agraria al ponerse las tierras desamortizadas en
cultivo.
- Aumento del olivar y la vid en Andalucía, lo que también supuso una intensa
deforestación y desaparición de bosques.

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- Fuerte revés económico a los pueblos, al perder la explotación de las tierras


comunales.
Consecuencias culturales de la desamortización:

- Abandono de edificios religiosos de gran valor artístico y cultural.


- Muchos de estos edificios serán rehabilitados para nuevo uso: museístico,…
- Venta exterior de obras de arte de valor incalculable a precios irrisorios:
cuadros, libros, joyas…

Consecuencias ideológicas de la desamortización:

- Consolidación del régimen liberal al crear una red de compradores (nuevos


propietarios) adeptos al régimen. Fundamentalmente la burguesía urbana.
- Sin embargo, no se consiguió del todo, ya que el número de compradores fue
mínimo (alta burguesía).
- Destrucción del modo de vida campesino.

Consecuencias ecológicas de la desamortización:

- Venta de millones de hectáreas de monte público, lo que supuso la tala,


roturación y puesta en cultivo de dichas tierras con la consiguiente pérdida de
patrimonio natural.
- La reforestación llevada a cabo en los últimos 80 años ha resultado más cara
que lo obtenido con la venta de dichas tierras.
- En este aspecto, la desamortización de Madoz fue brutal: subastas públicas de
bosques enteros.

Otras consecuencias de la desamortización:

- Urbanística. Modernización de las ciudades. Se pasó de la ciudad-conventual


a la ciudad burguesa (mayores edificios, planificación urbana, ensanches,
alcantarillados, vías públicas…).

2. CAMBIOS AGRARIOS

España quedó fuera de la revolución agraria e industrial iniciada en el resto de


Europa occidental. La mala calidad de los cultivos, la climatología adversa y lo
poco que la causa liberal favoreció al campesinado tampoco ayudaron.

Las reformas liberales afectaron a la tierra, al pasarse del Antiguo Régimen a la


economía de mercado, así destacaron los siguientes cambios:

- Abolición de los señoríos.


- Abolición del mayorazgo (desvinculación).
- Abolición de los privilegios de la Mesta.
- Abolición de la jurisdicción señorial.
- Aparición de nuevos dueños con la desamortización (alta burguesía urbana).
- Surge la tierra como mercancía, es decir, sujeta a la compra y venta.

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Con la desamortización liberal aumentó la producción agraria al ponerse más


tierras en cultivo, por lo que parte de la producción pudo ponerse a la venta y no
solo dedicarla al autoconsumo. Sin embargo, no mejoraron las técnicas agrícolas
por la ausencia de una verdadera revolución agraria, y además persistió la
desigualdad en el campo entre los campesinos y los nuevos propietarios.

Destacaron los latifundios (grandes propiedades) en el sur (Andalucía,


Extremadura, y Castila-La Mancha) con un campesinado que vivía en la miseria,
lo que aumentó la conflictividad social entre esta mayoría campesina y una
minoría propietaria (nobleza o alta burguesía).

En la zona norte (Galicia y Meseta Norte) destacaron los minifundios con


campesinos propietarios de pequeñas parcelas. Sin embargo, la mala calidad de
la tierra y la pequeña extensión de estos minifundios hicieron que muchos de
estos campesinos propietarios tuvieran que emigrar (América) en busca de una
vida mejor.
El 40% de los cultivos españoles se dedicaban al cereal, pero su precio en
comparación con el cereal británico era demasiado caro, por lo que se acababa
importando.

La conclusión es clara, el atraso agrario español era evidente.

3. CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO
En 1800 España tenía 11.5 millones de habitantes, mientras que en 1900 pasó a
18.6 millones, es decir, hubo un aumento de casi un 60% de la población en un
siglo.

Se empieza a observar un vacío demográfico en el interior peninsular, mientras


que aumenta la población en la periferia (zonas costeras).

La transición demográfica (paso de un régimen demográfico antiguo y


preindustrial a otro nuevo e industrial) no se observará hasta el siglo XX, cuando
se pasará del régimen antiguo de alta natalidad y mortalidad y por tanto
crecimiento nulo al régimen moderno con menores tasas de mortalidad (avances
médicos, higiénicos y alimentarios) y con un claro crecimiento demográfico.

La población urbana irá aumentando en detrimento de la rural, creciendo así


ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga o Bilbao.
Sin embargo, la población rural todavía suponía entre un 50 y un 70% de la
población española entre los siglos XIX y XX. En todo caso, el dualismo
campo/ciudad es muy marcado, no habiendo término medio entre ambos.

A finales del siglo XIX se produjo una gran emigración de españoles


(especialmente gallegos y canarios) hacia América Latina, escapando de la
miseria y el hambre. Resulta curioso como la emigración andaluza fue menor a
pesar de las malas condiciones de vida de la población.

El enorme analfabetismo, mucho mayor que en los países de nuestro entorno,


también supuso un lastre para el desarrollo español.
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4.LA INDUSTRIA MODERNA


A pesar de los avances, la industria española de los siglos XIX-XX siempre fue a
remolque de la del resto de Europa.

A. La industria textil
Destacó la industria textil catalana, cuyas principales características fueron:
- Primera industria moderna española.
- Industria dedicada al mercado y no al autoconsumo.
- Se introducen las nuevas máquinas de hilado británicas.
- El proteccionismo (prohibición de la entrada del textil extranjero) ayudó a la
expansión interior de esta industria.
- Mecanización progresiva.
- Destacaron dos fases de contracción: la guerra de Independencia de principios
de siglo XIX y la guerra de Secesión norteamericana, especialmente
perjudicial, ya que gran parte del algodón que se trabajaba en Europa venía de
los Estados Unidos.

Sin embargo, el desarrollo de la industria textil española presentaba una serie de


obstáculos:

- El bajo poder adquisitivo de la población hizo que el mercado interior no


despegara.
- Escasez de fuentes de energía (carbón de escasa calidad y escasez de cursos
de agua).
- La posición excéntrica de España hacía que los productos españoles fuesen
más caros (mayor gasto en transporte) y menos competitivos.
- La Hacienda española retuvo muchos recursos industriales para hacer frente a
las deudas estatales.

B. El ferrocarril
La invención del ferrocarril revolucionó los transportes debido a su capacidad de
carga y a la velocidad, lo que redujo mucho los costes de los productos
transportados. Un ejemplo de lo que decimos: una caballería podía transportar
120 kg de carga a 4 km/h mientras que el ferrocarril podía transportar entre 20 y
30 toneladas a 20 km/h.

Características del ferrocarril español:

- En 1848 se inaugura la primera línea entre Barcelona y Mataró.


- En 1855 aparece la Ley General de Ferrocarriles, bajo cuyo amparo se
construirán más de 4500 km de vías.
- El Estado subvencionará a las empresas participantes por tramo construido, lo
que provocará que aparezcan vías férreas pensando más en el ahorro a la
hora de construirlas que en la efectividad del trazado construido.
- Apertura al capital extranjero, especialmente francés.
Limitaciones del ferrocarril español del siglo XIX:
- Estructura radial muy acentuada, producto de una visión del Estado centralista
(en torno a Madrid).

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- Se construyó un ancho de vía mayor que el del resto de Europa con el fin de
hacer locomotoras más anchas y por tanto más potentes a fin de sortear las
pendientes de un terreno muy irregular.
Sin embargo, este ancho de vía hizo que el ferrocarril español quedara aislado
del resto de Europa.
- El ferrocarril no” tiró” de otras industrias españolas (siderurgia, maderera…),
ya que se permitió a los constructores importar materiales sin trabas
arancelarias.

C. La minería
En el siglo XIX se produjo una explotación minera masiva, pero con escasos
beneficios. Esta expansión minera se debió al aumento de la demanda exterior, al
avance de las técnicas de explotación y a la intervención de compañías mineras
extranjeras, ya que la legislación de 1868 permitió al capital privado la explotación
de las minas españolas, hasta entonces en manos del Estado.

Destacaron las minas de plomo de Linares y La Carolina en Jaén, las de mercurio


en Almadén (Ciudad Real), las de cinc en Cantabria y las de cobre en Riotinto
(Huelva). Sin embargo, los beneficios fueron escasos debido a la poca demanda
interna y a la escasez de empresas españolas.

En todo caso, destacaron la industria siderúrgica vasca relacionada con las minas
de hierro y carbón de la zona vasca y asturiana respectivamente.

El carbón asturiano era abundante y podía ser fácilmente transportado (cerca de


la costa), pero era de mala calidad, por lo que acabó importándose carbón galés,
más barato y de mejor calidad.

D. La industria siderúrgica
La industria siderúrgica (hierro y acero) sufrió un notable avance en el siglo XIX
debido a inventos como el convertidor de Bessemer o los altos hornos de carbón
para la fundición de hierro.

En 1826 Manuel Agustín Heredia desarrolló la industria siderúrgica en Marbella


con carbón vegetal procedente de Ojén, pero este carbón era de peor calidad que
el carbón mineral o coque (para obtener una tonelada de hierro laminado se
necesitaban 7 toneladas de carbón vegetal o 3 de coque) e importarlo resultaba
demasiado caro, por lo que la industria siderúrgica malagueña acabó pereciendo.

Finalmente se desarrolló la siderurgia vasca aprovechando el cercano coque


asturiano. Pero la llegada a partir de 1876 del coque galés hizo que decayera la
minería asturiana. Sin embargo, la siderurgia vasca se desarrolló notablemente.
Entre 1879 y 1882 surgen tres grandes siderúrgicas vascas: San Francisco
(Sestao), La Vizcaya y Altos Hornos y Fábricas de Hierro y Acero. El eje comercial
Cardiff-Bilbao fue creciendo (se importaba coque y se exportaba el mineral de
hierro).

Esta industria siderúrgica vasca se acabó diversificando en:

- Industrias de bienes de equipo (maquinaria pesada y construcción naval).


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- Industria eléctrica.
- Industria química.
- Compañías de seguros.
- Sector bancario y financiero (Banco Bilbao y Banco Vizcaya).

E.La electricidad y el petróleo


La electricidad trajo una mayor mecanización industrial, iluminación pública y una
mayor disminución de costes.

El petróleo se convirtió en la principal fuente de energía y básica para el


funcionamiento de los motores de explosión (automóvil), lo que revolucionó el
mundo de los transportes.

Hubo, a partir del siglo XIX una revolución de las comunicaciones en toda Europa
y en España (aunque más tardía): automóvil, tendido eléctrico, telégrafo, teléfono,
radio…

5. EL COMERCIO
Durante el siglo XIX aumentaron las exportaciones (aceite, vino) así como las
importaciones (algodón, lino). Al mismo tiempo hubo un gran enfrentamiento entre
dos modelos económicos: el proteccionismo y el liberalismo.

El proteccionismo era partidario de proteger la producción propia limitando las


exportaciones a través de un arancel (impuesto a los productos extranjeros). En
cambio, el liberalismo económico era partidario de la libre competencia y de la
entrada de productos extranjeros al país. Esto estimularía la competitividad
española, lo que haría aumentar las exportaciones.

Las presiones para la instauración del arancel proteccionista venían de la


industria textil catalana, los cerealistas castellanos, el carbón asturiano y la
siderurgia vasca. Sin embargo, el proteccionismo acabó debilitando la
competitividad y el abastecimiento de tecnología exterior.

Consecuencias de la política proteccionista española:

- Subida de precios.
- Falta de competitividad.
- Aumento de los aranceles a los productos exteriores.
- Privilegios fiscales a las empresas españolas.
- Compra estatal de productos industriales españoles (carbón).

6. LAS TRANSFORMACIONES CULTURALES


Características generales del sistema educativo español del siglo XIX:

- Sistema dual: educación primaria y secundaria en manos de la Iglesia y


universidad estatal.
- El liberalismo decimonónico es heredero de la Ilustración, y por tanto da una
gran importancia a la educación como motor del progreso humano.
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- Bajo el reinado de Isabel II surge la Ley de Instrucción Pública (la llamada Ley
Moyano, ministro encargado de su redacción), que dividió la educación en tres
niveles: primaria, secundaria y universitaria.

La educación primaria se ofertaba en instituciones privadas (círculos culturales del


Partido Demócrata, escuelas obreras, instituciones religiosas y la llamada
enseñanza doméstica).
La educación secundaria (Bachillerato) tuvo una escasa implantación en España,
y estuvo vetada a la mujer hasta 1883.
La educación universitaria estaba reservada a las élites masculinas del país.

Otros canales de difusión cultural fueron:

- Por medios oficiales: Academias de Artes y Ciencias como el Museo del Prado
o el Arqueológico Nacional.
- Por medios privados: la prensa, que se desarrolló debido a la libertad de
imprenta y al desarrollo del ferrocarril y del correo y además, ayudó a paliar el
analfabetismo.

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