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Ficha 3
Meta: Contrastamos nuestras ideas personales
sobre trabajo infantil con la información de un
texto.
Antes de leer,
completamos un
cuadro de
anticipación.
El texto que leerás se titula:
Trabajo infantil: la realidad de los niños, niñas y adolescentes
trabajadores en el Perú
Enunciado V F
que atraviesa nuestro patria actualmente, teniendo la mayor tasa en toda Sudamérica y viviendo en
una sociedad donde se ha “cotidianizado” el hecho de visualizar niños y adolescentes trabajando en
las calles en condiciones que pueden ser consideradas peligrosas.
A la luz del Art. 32 de la Convención sobre los Derechos del Niño, sabemos que: “Los Estados deben
reconocer el derecho del niño de estar protegido contra la explotación económica y contra el
desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso” y en su inciso 2 que: “Los Estados Partes
adoptarán medidas legislativas, administrativas, sociales y educacionales para garantizar la aplicación
del presente artículo.
Teniendo esto en mente, notamos que según la Encuesta Nacional Especializada de Trabajo Infantil
del INEI (Instituto Nacional de Estadística e Informática), más de un millón de niños y adolescentes
entre 5 y 17 años han trabajado en el Perú. De tal cifra, 241,998 adolescentes realizan actividades que
exceden las 50 horas semanales, lo cual por causas obvias se puede considerar como trabajo peligroso
(DIARIO CORREO, 2019). Esto nos indica que en la realidad peruana existen niños y adolescentes
que laboran en condiciones sumamente riesgosas, siendo la venta de dulces, lavado de autos, lustrado
de zapatos entre otros, las actividades más comunes realizadas por estos; del mismo modo, es la zona
rural la que percibe mayor cantidad de niños y adolescentes trabajadores.
Notamos también que en el caso de Perú se cumple a cabalidad lo estipulado en el Inc. 2 del Art.32 de
la CDN, teniendo inclusive en el Código de los niños y adolescentes entre los Art. 48 al 68 los
estándares, regulación, condiciones y situaciones en las cuales un menor puede trabajar de forma
segura, estando excluida cualquier circunstancia peligrosa que pudiera atentar contra la integridad,
bienestar o dignidad del niño o adolescente, pero… ¿Esta regulación es realmente eficiente?, ¿cuál es
la perspectiva de los peruanos respecto al trabajo infantil?
Es deplorable lo “normalizado” que está el trabajo infantil en el Perú, siendo algo cotidiano y hasta
“cultural” en muchas ocasiones, ya que al ser mi país tan diverso y multicultural, existen sectores de
la población que aprueban y hasta promueven actividades laborales que pongan en peligro a los niños
y adolescentes, llegando al punto de limitarles derechos fundamentales.
El 88% del trabajo infantil en el Perú se encuentra en el área rural y agrícola, afirma el Ministerio de
Trabajo y Promoción del Empleo (PUBLIMETRO, 2018). Contando con una gran cifra de niños,
niñas y adolescentes trabajadores; todo esto debido a la existencia de una mentalidad que considera
que el trabajo es más valorable que el estudio, y que el estudiar te puede llegar a hacer inútil. Los
estragos de esta particular forma de pensar son notorios en los índices de pobreza, analfabetismo y
otros problemas ligados a la falta de acceso a una educación de calidad, siendo tanta la gravedad, que
llegamos a visualizar lo interiorizados que están estos valores a través de los mismos niños y
adolescentes, que llegan a adoptarlos como propios y teniendo la posibilidad de ejercer sus derechos,
estos no desean hacerlo.
La edad mínima para ejercer actividades laborales en Perú es de 14 años, pero es bastante usual
encontrar niños muy por debajo de este régimen, que por razones de pobreza, hambre, necesidad o
simple explotación por parte de sus padres se ven obligados a estar inmiscuidos en trabajo infantil. En
el sector urbano, conocemos a los típicos “vendedores de caramelos” o a los famosos “lustrabotas”,
que fuera de será apoyado, ver a un niño, niña o adolescente en esta situación debería ser socialmente
reprobado.
Esta circunstancia se ve agravada y el índice se ve incrementado con la llegada de una gran cantidad
de niños y adolescentes migrantes a nuestro país, que, por problemas gubernamentales, escasez de
recursos básicos en sus países o simplemente motivos personales ingresan a nuestro Perú en búsqueda
Comunicación (Comprensión de textos) - 9no grado
de una vida mejor, sufriendo muchas veces discriminación y la fuerte necesidad de trabajar, aunque
sea en circunstancias que resulten denigrantes para ellos.
Es la triste realidad que a veces se vive y es necesaria de cambiar, la verdad que todos conocen y no
se desea revelar. ¡Son los derechos que se afectan y debemos defender! ¡Un niño que trabaja pierde
más de lo que gana!
CORIA Perú
Tomado de http://nuestravozacolores.org/trabajo-infantil-la-realidad-de-los-ninos-ninas-y-adolescentes-
trabajadores-en-el-peru/
Criterio de éxito:
Responde aquí:
No yo creo que si en muchos casos vemos el trabajo infantil pero lo que pienso es que podemos verlo
de muchos menos normalizados ya que los derechos del niño bien dicen que ellos deben estudiar y no
perder el tiempo y correr riesgo en las calles trabajando, también diría que si esto se esta
normalizando es por culpa de los lideres del país y por nosotros mismos ya que muchas veces hemos
dejado el tema de lado y no le hemos dado importancia y sobre todo pudiendo ayudar eso es algo muy
egoísta sabiendo que depende de ellos el futuro exitoso del país.