0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
4 vistas2 páginas
El documento analiza cómo los avances en neurociencias pueden mejorar la enseñanza de las matemáticas. Sugiere que para enseñar efectivamente, los docentes deben comprender primero cómo aprenden los estudiantes. También señala que muchas escuelas aún usan métodos expositivos pasivos en lugar de desafíos e interacción que estimulan más el cerebro. Finalmente, enfatiza la importancia de cultivar pensamientos positivos en los estudiantes para facilitar el aprendizaje.
El documento analiza cómo los avances en neurociencias pueden mejorar la enseñanza de las matemáticas. Sugiere que para enseñar efectivamente, los docentes deben comprender primero cómo aprenden los estudiantes. También señala que muchas escuelas aún usan métodos expositivos pasivos en lugar de desafíos e interacción que estimulan más el cerebro. Finalmente, enfatiza la importancia de cultivar pensamientos positivos en los estudiantes para facilitar el aprendizaje.
El documento analiza cómo los avances en neurociencias pueden mejorar la enseñanza de las matemáticas. Sugiere que para enseñar efectivamente, los docentes deben comprender primero cómo aprenden los estudiantes. También señala que muchas escuelas aún usan métodos expositivos pasivos en lugar de desafíos e interacción que estimulan más el cerebro. Finalmente, enfatiza la importancia de cultivar pensamientos positivos en los estudiantes para facilitar el aprendizaje.
Asignatura: Didáctica de las matemáticas en la primera infancia
Docente: Evelyn Mujica Appiani Integrantes: Marion Saldivar Constanza Bahamondes Al realizar un análisis del texto son varias las ideas que destacan y hacen reflexionar acerca de nuestro quehacer pedagógico, en primera instancia se plantea “para saber cómo se enseña hay que saber cómo se aprende” lo cual basando en avances neurocientíficos propone abordar el proceso de enseñanza-aprendizaje desde su raíz, comprendiendo primero la forma en la que los y las estudiantes aprenden para lograr entregar los conocimientos de una manera más cercana y por ende efectiva. Por otra parte pese a que ya es sabida la importancia de hacer a los y las estudiantes partícipes de su proceso aprendizaje, actualmente son muchos los establecimientos educacionales que continúan con un modelo de enseñanza expositivo, en el que el docente es quien domina el tema y expone la información a sus alumnos, limitando su participación a una escucha atenta y generando en ellos una actividad cerebral pasiva, debido a los bajos estímulos que su cerebro recibe. Por el contrario al presentar a los estudiantes experiencias desafiantes y ofrecer instancias de participación e interacción tanto con el docente como con sus pares, aumentamos la actividad de su cerebro, potenciando la motivación y reflexión acerca de los aprendizajes, lo cual constituye un ambiente ideal para el aprendizaje haciendo que internalicen lo aprendido en lugar de solo memorizar la información expuesta por un profesor. Por último destacar la importancia de potenciar en los estudiantes pensamientos positivos y optimistas ya que estos ayudan al cerebro a transmitir impulsos, facilitando así la adquisición de los diversos aprendizajes, por el contrario si el alumno mantiene permanentemente pensamientos negativos, bloquearán la conexión entre neurotransmisores, dificultando la labor de comprender e internalizar la información. Tomando en cuenta todo lo anterior se hace necesario generar cambios en nuestro quehacer pedagógico, buscando facilitar el proceso de aprendizaje de las matemáticas en los niños y niñas, evitando así que en un futuro se sientan frustrados por no comprenderlas. Es sumamente urgente enseñar a las nuevas generaciones a resolver problemas y a comprender procedimientos en lugar de enseñar únicamente a seguir pasos para llegar a un resultado como se ha hecho en las aulas desde hace muchos años, teniendo como resultado en este último caso estudiantes que adoptan un sentimiento de rechazo a las matemáticas por ser víctimas de una mala metodología de enseñanza.