¿El número de tareas, proyectos, pendientes, salidas familiares, estudios y otras actividades se aglomeran y nunca hay tiempo para terminar con todas? Esa es una sensación común, sobre todo, para quienes tienen múltiples objetivos. En este contexto, existe un método que ayuda a establecer prioridades y organizar metas. Es conocido como la matriz de administración del tiempo, también llamada matriz de Eisenhower. Consiste en un gráfico basado en dos ejes que separan tareas específicas en niveles de urgencia e importancia, determinados a través de una serie de criterios. Fue creado por Dwight D. Eisenhower, trigésimo cuarto presidente de los Estados Unidos. El experto indicó que con esta herramienta ya no se trata solo de gestionar el tiempo, sino de manejar la atención que se le pone a cada actividad. (Ronaldo) EL GRÁFICO SE DESARROLLA CON CUATRO CUADRANTES: 1. Importante y urgente. El criterio a considerar aquí es la crisis o lo inmediato. Se toman en cuenta las tareas que se han vuelto críticas a consecuencia del plazo que se tiene para desarrollarlas. Por ejemplo, se tiene una situación empresarial en la cual un supervisor entrega un proyecto a un colaborador, con una fecha límite muy cercana. Si no se otorga toda la atención a esta actividad o si deja para la última hora, el resultado será el incumplimiento adecuado de la misma en el tiempo brindado. Además, se sufrirán factores como el estrés, la desorganización y el fracaso. 2. Importante y no urgente. Son aquellas tareas que, si bien son importantes, se desarrollan a largo plazo y no poseen una fecha crítica para cumplirlas. Esto se determina gracias a la organización y la inversión de tiempo que se les ha brindado. Por ejemplo, el desarrollo personal a largo plazo basado en los estudios, dedicándoles el tiempo suficiente para cumplirlos. 3. No importante y urgente. Aquí se establecen aquellas actividades rutinarias que son urgentes, pero que no tienen un nivel de trascendencia mayor a través del tiempo. Por ejemplo, las reuniones en el trabajo a última hora, las llamadas sin previo aviso, las acciones inmediatas, etc. Solo se aplican cuando se tiene un enfoque a corto plazo; son tareas que no tienen una planificación previa. 4. No importante y no urgente. Los únicos criterios a evaluar aquí están relacionados al ocio y al entretiempo. Aquí se aplican las actividades que se refieren a, por ejemplo, revisar las redes sociales, distraerse con algún video intrascendente y más. Son necesarias para encontrar un balance entre el entretenimiento y los objetivos de vida que se compartan. (Zahira) Claro está, el orden de los cuadrantes es la misma disposición en la que las tareas deben ser tomadas en cuenta. Por ejemplo, el cuadrante número uno registra actividades que, de no ser consideradas de inmediato, afectarán el desempeño de una empresa. El segundo cuadrante cubre las labores importantes, pero que pueden ser desarrolladas con calma. Así, reflejan una buena administración del tiempo, ya que se ha sabido organizarlas y no llegar a ninguna crisis ni fecha límite necesaria. En caso el tercer y el cuarto cuadrante tengan prioridad en la vida de un profesional, significa que se está permitiendo distracciones o aspectos que afectan a la correcta gestión del tiempo. Es vital no caer en estas trivialidades de manera muy frecuente. (Janny) Una buena administración del tiempo implica centrarse en el segundo cuadrante y partir de sus criterios para generar un plan de acción que lidere el manejo de actividades. Los objetivos personales, empresariales, familiares, entre otros, solo pueden cumplirse si se encuentra un balance de tiempo entre todos ellos. No deben afectar la calidad de vida del que desee realizarlos. (Norman) EN RESUMEN Casi todas las personas tienen el potencial de ahorrarse de cinco a diez horas a la semana. Para hacerlo se requiere disciplina y dedicación a los principios básicos de este manual. En resumen: necesitas identificar la porción de tiempo sobre la que tienes el control. Después desarrolla procedimientos para operaciones repetitivas y/o usa la tecnología adecuada. Debes concentrarse en las actividades que más te retribuyan en términos de resultados. Asimismo, identifica y haz uso de tu tiempo óptimo. Utiliza tu mejor hora para realizar el trabajo que requiera mayor concentración. Si es posible, establece un periodo de tranquilidad para adaptar tu mejor hora cuando haya asuntos presionantes. Después, establece objetivos mensuales y desarrolla un plan para realizarlos. Mantén cierta flexibilidad para poder responder a situaciones inesperadas. Determina, en orden de importancia, los pasos por seguir que se requieran para alcanzar tus objetivos. Analiza la forma en que utilizas tu tiempo. Lleva el registro de una semana típica; después examina tus actividades. Con este análisis determina las causas principales en el desperdicio de tu tiempo. Finalmente, recuerda que las ideas deben adaptarse a tu situación personal. (Ángel) CONCLUSION En conclusión la administración del tiempo es una herramienta muy importante en la vida de todas las personas y que debemos usar correctamente para no desperdiciarlo, pues el tiempo es irrecuperable y debe dársele el mejor uso; por lo que se recomienda establecer prioridades, el tiempo está sujeto a modificaciones en nuestra vida diaria, a su vez está clasificado en dos categorías; lo importante y lo urgente por esto es recomendable decidir cuál actividad va a realizar durante el día para así dar el uso necesario al mismo sin descuidar los objetivos. Controlar y aprender cómo darle al tiempo buen uso es facultad de los que desean ser triunfadores, si los humanos nos concentramos de una manera organizada a establecer e ingeniar programas para la administración del tiempo no existiría tanto incumplimiento y la palabra, pero, se recomienda que planifiquen y consulten no den vuelta al pasado.